Llegan navíos japoneses

El Rey y las infantas permanecieron en Barcelona hasta el día 26; S. M. la Reina, salió para Londres unos días antes. El día 24, S. M. visitó, después de haber sido cumplimentado a la división naval japonesa surta en nuestro puerto, compuesta por los cruceros «Yakumo» e «Ydzumo».

Esta visita regia le resultó al Ayuntamiento poco costosa. Sólo se gastaron diez mil setecientas ocho pesetas, representando el mayor porcentaje las flores y los coches.

Los dos cruceros japoneses habían llegado a Barcelona el 22 de octubre y eran los primeros navíos de dicha nacionalidad que habían visitado nuestro puerto. El jefe de la División era el vicealmirante Seisuke Yamamoto. En el buque insignia viajaban de incógnito los príncipes Fushimi y Yamosina, que usaban los títulos de conde Onda y conde de Sakura; les acompañaba, en representación del Ministerio de Estado japonés, el señor Jakichiro Suma, secretario del citado Ministerio.

Para recibirles, se trasladó el ministro plenipotenciario del Japón en Madrid, señor Tamekichi Onta, acompañado del primer secretario de la legación, señor Jorge Zogi Amasia y del secretario intérprete de la misión, señor Wakabayashi.

Al lado de todos estos nombres, tan enrevesados de pronunciar, era un alivio hablar y llamar al cónsul general del Japón en Barcelona, don Jorge Delgado Granger, por supuesto español, La coincidencia de la visita de SS. MM. y de la escuadra japonesa proporcionó una gran animación a nuestra Barcelona de 1926, que río llegaba, ni con mucho, al millón de habitantes y en que la gente cono-» cida y aquí acomodada vivía, generalmente, de la Diagonal abajo.

Un banquete por diez duros

Los japoneses dieron un admirable ejemplo de corrección, desde el vicealmirante hasta el más humilde marino. En todos los actos oficiales hicieron gala de su distinción y no digamos de la habilidad de todos a la hora de las reverencias, que eran casi las veinticuatro del día. Para quedar un poco bien me vi precisado, a solas, a hacer ejercicios de cintura, para no quedarme atrás.

El día 25 de octubre por la noche hubo banquete en el Hotel Ritz, mas un lunch que se sirvió a los oficiales al visitar el Ayuntamiento. El vicealmirante, el día 26, invitó al alcalde, barón de Viver, a un almuerzo que se sirvió a bordo de la nave almirante «Izumo».

El banquete que se sirvió a los marinos japoneses en el Hotel Ritz, costó cincuenta pesetas cubierto y se compuso del siguiente menú:

Ox-tail soupe aux perles
Langosta cardinal
Solomillo salsa Perigueux
Patatas – zanahorias
Alcachofas forestal
Poulardes du Mans asadas
Ensalada de apio
Peras a la infanta
Pastas y dulces
Frutas
Café.

VINOS
Amontillado Polo,
Haut Sauternes,
Vinícola Especial 1900,
Paul Barr Dry 1910,
Aguas minerales,
Licores.

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