Año: 1848

  • Fiesta de la conversión de María Magdalena

    Las religiosas agustinas de Sta. María Magdalena celebran en este dia la conversion de su santa titular, con misa solemne por la mañana, rosario, oracion mental, sermon y gozos por la tarde.

    Las hermanas Arrepentidas suelen muchos años celebrar tambien á espensas de algun devoto, fiesta solemne á la misma santa que es su patrona.

  • Fiesta de San Telmo en San Miguel del Puerto

    La ciudad de Barcelona, asi por su posicion en la costa, como por la riqueza de su suelo y por el genio emprendedor de sus hijos, parece que desde su fundacion estuvo destinada á ser mercantil y navegante. Conociéronlo asi ya en remotos siglos sus habitantes, y por esto navegaron desde muy antiguo, hicierno atrevidas empresas por los mares cuando otras naciones de Europa ni aun habian pensado en surcarlos, dictaron el primer código de comercio conocido, levantaron la primera carta geográfica plana, enviaron cónsules por toda el Asia, el Africa y la Europa; en la edad media rivalizaron con las famosas repúblicas marítimas de Italia, salieron en esa época innumerables escuadras de su puerto, y desde él se arrojaron á lejanas y difíciles conquistas. Esas flotas llevaron el nombre catalan y aragonés a Sicilia, Italia, Africa, Grecia y Turqúia; y con honor y gloria enarbolaron en esos paises las baras de Cataluña. Posteriormente pasando el estrecho de Gibraltar, surcaron todos los mares de América, y aun hoy entre todos los puertos de España, el de Barcelona es el que sostiene un comercio mas estenso y productivo con las Américas, y aquel de donde salen mas buques para aportar en el Nuevo Mundo.

    A tal aficion á las empresas marítimas y mercantiles vino á unirse el espíritu religioso, y los marinos barceloneses aclamaron por su patron á san Pedro Gonzalez Telmo, conocido comunmente por san Telmo, cuya fiesta celebra hoy la Iglesia. Erigida en Barcelona con el nombre de gremio de mareantes la cofradía ó hermandad de los marineros que se dedican á las faenas de carga y descarga, que acuden al ausilio de los buques en tiempos borascosos, y que reservando en caja una parte de los beneficios que el trabajo les produce, socorren á los marineros viejos é inválidos, y á las viudas desvalidas; los prohombres del gremio construyeron un altar á su patron en la iglesia de religiosas de santa Clara, y en él se celebró el dia 14 de abril de cada año una solemne fiesta al santo hasta época muy reciente, en que los trastornos políticos dieron ocasion á que se cerrara aquella iglesia

    Desde entonces celebróse la fiesta en la iglesia de S. Miguel del puerto en Barceloneta; y aunque el templo de santa Clara ha vuelto á abrirse, no se ha restaurado la antigua costumbre, y los marinos continúan festejando á su abogado en la iglesia de Barceloneta. Es de advertir que si san Telmo viene en día de trabajo, hasta el inmediato domingo no se celebra su fiesta, que consiste en un oficio á media orquesta. Antiguamente la solemnidad era mucho mayor, asistían á los oficios los directores y prohombres del gremio, y este hacia otras demostraciones de alegría; mas hoy todo eso ha perdido mucho mas de la mitad de su antiguo lucimiento.

  • Domingo de Ramos

    Domingo de Ramos.

    «Y un número grande de gente cuando supieron que Jesus venia á Jerusalen, tomaron ramos de palmas y salieron á recibirle, y dijeron gritando: Hossanna, bendito él que viene en nombre del Señor. Y vinieron las gentes á recibir á Jesus, porque habian oido que él habia llamado á Lázaro del sepulcro.»

    Esta es la festividad del dia, y segun el rito de la iglesia católica, se verifica la bendicion de palmas y ramos en las iglesias, á las nueve de la mañana. En aquella hora invade los templos una turba multa de chiquillos, provista de sendos ramos, de manera que la casa del Señor se convierte en un bosque de laureles, campeando en él algunas palmas ; pero es tal el golpear de los ramos en el suelo, tales las riñas y peleas que arman entre sí, tal la gritería y confusion, que el templo mas parece un mercado que casa de oracion. Las palmas guarnecidas de dulces, que tantos afanes han costado á las madrinas y á las mamás, son descompuestas en pocos momentos, y no falta pillete para dar una mano á aquellas golosinas, con notable desconsuelo de su dueñecito, y descompasado decir de la doncella que le acompaña y cuya responsabilidad se halla comprometida.

    Hecha la bendicion, los chiquillos andan por las calles cargados con sus ramos, y vuelven á armar sus peleas en las plazas; pero al medio dia se ven ya colocados, no menos que las palmas, en las azoteas, ventanas y balcones, gracias á la general creencia de que estos ramos preservan las habitaciones de rayos y centellas.

    Por la tarde la real é Iltre. cofradía de los Servitas, celebra una procesion como la que hemos mencionado y puede leerse en el domingo de Pasion. Sin embargo asisten á la de hoy varios pasos que representan los principales misterios de nuestra redencion, los cuales estan á cargo de diferentes cofradías y montes-pios, y de antiguos gremios.

  • Miércoles Santo, 1848

    Miércoles Santo.

    Nó por que Barcelona ofrezca hoy particularidad alguna dedicarémos cuatro palabras á este dia, sino porque tratándose de la semana santa en que la Iglesia celebrar los mas augustos misterios de nuestra religion, no tenemos por oficioso decir algo de sus ceremonias, siquiera con el fin de que los lectores del Añalejo sepan, si lo ignoran, la significacion de algunas de ellas. La mas notable de este dia es el canto de maitines y laudes, y las tinieblas (fasos) con que terminan, en los cuales fasos hay ha alguna cosa especial de Barcelona.

    Desde el domingo de Ramos por lo menos, trabajan los muchachos sonsacando cuartos á los padres, abuelos y tios á fin de comprar mazas y matracas con que armarse para aumentar el estruendo en la iglesia en las tardes del miércoles, jueves y viernes. Por la mañana en la misa mayor se canta la historia de la pasion del hijo de Dios segun la escribieron los evangelistas san Marcos, san Lucas y san Juan. A las 6 de la tarde con muy poca diferencia, se cantan los maitines y laudes, para los cuales en un alto candelero triangular unido á su pie por el centro de uno de los lados, se colocan y encienden 15 velas, siete por parte, y una en el vértice. Las catorce son amarillas y representan los doce apóstoles, María Magdalena y María Salomé, y la que está en le vértice es blanca y simboliza la madre del Redentor. Cántanse tres lamentaciones de Jeremías, tres Salmos de David, tres lecciones de la primera epístola de san Pablo á los corintios, otros cuatro salmos, el cántico de Moisés Cantemus Domingo gloriose etc. Otros tres salmos y el cántico de Zacarías Benedictus Dominus Deus Israel quia visitavit etc. Al terminar cada salmo se mata una vela, de suerte que despues del Benedictus queda únicamente la mas alta. Durante el mismo cántico, se van apagando las seis del altar, las lámparas y todas las demas luces que hay en la iglesia; al repetir la antífona traditor autem dedit eis signum, se quita del candelero la vela blanca llamada María sola, y se esconde debajo del altar en el lado de la epístola. Como en este dia recuerda la Iglesia la traicion de Judas, el apagarse todas las velas significa que despues de preso Jesus, los apóstoles y las dos Marías se ausentaron por temor de que los judíos los prendiesen como allegados al Redentor, y la última vela queda encendida porque representa á la madre, única cuya fe no vaciló, y que siempre mantuvo viva la esperanza en las palabras de su divino hijo. Terminado el cántico de Zacarías, se dice el salmo Miserere y finalmente una breve oracion, cuyas últimas palabras son la señal de hacerse en la iglesia el ruido llamado tinieblas y en catalan fasos, que en este dia representa el tumulto y algazara con que los judíos prendieron á Jesucristo en el huerto de Gethsemaní.

    Este ruido, que degenera por lo comun en un grandísimo estruendo, es la parte de la ceremonia que mas interesa á los muchachos, y la que los lleva á la iglesia. A ella van acudiendo desde que comienzan los maitines: ni un momento pierden de vista el candelero donde arden las 15 velas: á cada una que se apaga tienen un nuevo goce considerando que se acerca el momento de alborotar el templo, y á impulsos de la impaciencia que no basta á refrenar cosa alguna, mas de una vez turban con algun mazazo la quietud de la casa de Dios. Mas apenas queda oculta á sus ojos la María sola, cuando olvidando el lugar en que se hallan, rompen el fuego, y con matracas, mazas y martillos dan furiosamente contra el suelo, se atreven con los bancos porque en ellos las mazas hacen mas ruido, y no falta quien se arrime á un confesonario espiando el momento en que lo pierdan de vista los curas y los sacristanes, que para impedir tales y otras demasías suelen andar con ojo avizor por la iglesia. En lo mas acalorado de la bulla asoma la María sola, que es la señal de restablecerse el silencio; mas á pesar de lo que tal aparicion significa, esta vez la señal no es tan pronta y unánimemente obedecida como lo fue al anunciar la hora del ruido. Poco á poco vuelve la calma, y al fin cesa de todo punto el estruendo general, nó sin que aun entonces se oiga acá y acullá uno que otro mazazo, cual entre soldados bisoños suena un tiro y otro despues de la general descarga. Con harta frecuencia es indispensable que los sacristanes y algun sacerdote tomen cartas en el negocio, y trabajen para que la iglesia quede libre de la muchachería, que por su gusto pasaria la noche en el mismo sitio y acabaria por romper algunos bancos, y al fin y al cabo por dormirse.

    Hemos dicho que en Barcelona había en todo esto alguna especialidad y vamos á manifestarla. Las ceremonias de la Iglesia y el ruido en las tinieblas son como en otro cualquier pueblo de España; pero aqui ese estruendo, ademas de recordar los sucesos de que la Iglesia ha dispuesto que sean una conmemoracion, traen á la memoria otros acontecimientos mas recientes y no poco terribles. La proscrita familia de los judíos, que aqui como en todas partes se dedicaba durante la edad media al comercio y á la usura, fue en Barcelona víctima de los cristianos no pocas veces. Impulsados por un escesivo celo religioso lanzáronse los barceloneses en alborotada muchedumbre á las calles del Call é inmediatas, robando las casas de los judíos, incendiándolas y matando á sus moradores. Como durante la semana santa recordaban con mayor viveza los ultrages de que J.C. fue objeto, y recordaban tambien que los ultrajadores fueron judíos, dispertábase en su corazon el deseo de vengar esos ultrajes en los descendientes de los que los cometieron , y por esto la semana santa presenció en algunos años el robo y el asesinato de los judíos en Barcelona. No faltaban hombres que á fin de no pagar las deudas que con los judíos tenían, ó deseando vengarse de las usuras con que les prestaron cantidades, impulsaban el celo religioso del pueblo, estraviando ese bello sentimiento basta convertirlo en móvil de horrorosos delitos; pero el hecho es que en Barcelona muchas veces el pueblo solemnizó la semana santa con esas sangrientas escenas, y tal costumbre de hacerlo se contrajo, que vino á darse á las tinieblas un nombre nuevo llamándolas ir á matar judíos, á matar jueus. Aun hoy dia el pueblo las llama del mismo modo, y los niños mientras golpean con las mazas en el piso de la iglesia tienen una vaga persuasion de que matan judíos, y aun por esto machacan nó con alegría sino con rabia, creyendo los mas sencillos que hacen una obra meritoria. Y los padres aunque conozcan la significacion de las tinieblas, tambien dicen á los hijos que vayan á matar jueus; y de este modo va pasando de una en otra generacion la memoria de aquellas cruentas escenas, que con tanta frecuencia profanaron durante la edad media los dias de la semana santa.

    En este dia las mugeres del campo van en crecido número á coger tomillos en las montañas que circuyen la vega de Barcelona, y mañana jueves traen á vender esos tomillos á la ciudad en donde no hay familia que no compre de ellos algunos cuartos. Cuando durante el año hay en la casa una persona que no se siente buena, le administra la señora ama una sopa hecha con agua de tomillo, y ha de ser del cogido en la semana santa. No sabemos las virtudes de esa planta; mas como la sopa que se hace con su agua sustituye á la cena ó á la comida, mas bien que á sus virtudes atribuimos la mejoría de los enfermos á la dieta que la tal sopa trae consigo. De todos modos el remedio es barato, no huele á botica, y va acompañado de dieta. Vengan pues tomillos de semana santa; y coman sopa de tomillo todos los que se sientan indispuestos.

  • Jueves Santo, 1848

    Los divinos oficios que celebra la Iglesia en este dia tienen un carácter particular y una grave y lúgubre solemnidad, que interesan aun á los sectarios de otras religiones. En el templo del Señor no se ve en este dia ningun objeto que escite nuestra devocion: todas las imágenes de los santos y todos los altares estan cubiertos para que nada llame la atencion, solo en un monumento dispuesto al objeto se adora la hostia consagrada. Todas las miradas son para ella; todo el culto se rinde á él, al Santo de los santos. Ese monumento, esa iluminacion , esos lúgubres acentos de la música, ese apagado son de las cajas y clarines de guerra, esas armas que el soldado lleva abatidas, todo contribuye á la tristeza de la ceremonia del dia.

    Las casas particulares mandan á las parroquias algunos cirios cuyos cabos recogen despues, porque la piedad les atribuye especial virtud contra los rayos, y para facilitar los partos á las mugeres. Algunas personas disponen con algodon ó papel recortado una especie de capillitas ó doseles, que en este pais llaman maigs, y en ellas colocan una cruz ó sepulcro, y unas figuritas que representan alguna escena de la pasion. Estos majos los mandan para adorno del monumento á todas las iglesias menos á la catedral, que no los admite. Las familias se disponen desde las nueva de la mañana para asistir á los divinos oficios en el templo mas inmediato. La Catedral, la Trinidad, la Merced y algunos otros situados en los puntos mas céntricos de la ciudad son los que reunen un concurso de gente mas escogida.

    En este dia es de rúbrica vestir las mejores galas y adornarse con las mas ricas preseas: tales fachas se ven por las calles: desde el tallilargo frac de la actual moda, á la tallicorta y mezquina levita del año 1830; desde el holgado gaban en que nos envolvemos ahora, al zanquilargo frac en que nos empaquetábamos quince años atrás. Todos segun sus posibilidades se acicalan, y todos segun su economia cuidan mas ó menos del vestido, y allí, al salir de las iglesias, es el limpiarse las rodillas y el sobar el sombrero con la manga, y el sacudir el polvo con el pañuelo. Por otra parte, no debemos pasar por alto la moral costumbre de ir todos los individuos de cada familia reunidos á visitar las estaciones, y esta reunion da lugar á escenas de cuya pintura no queremos privar á nuestros lectores.

    En primer lugar el papá y la mamá raras veces estan de acuerdo acerca del órden de las estaciones que han de seguir. Poco acostumbrados despues de quince ó veinte años de matrimonio á salir juntos á la calle, los gustos estan discordes y todo se vuelve indirectas. El hijo mayor, que ya empieza á hombrear, pone mal gesto porque los papás no le permiten seperarse de la comitiva. Las señoritas, que frisan ya con los quince años, no quieren llevar de la mano al chiquitin que anda cargado con tres ó cuatro devocionarios, y que sale con bien si vuelve á casa con uno menos. Los menorcitos riñen mas adelante por la sombrilla ó porque no quieren ir cogidos de la mano. La mamá los regaña al salir de una iglesia por que se han ensuciado el vestido, y se lo limpia con el pañuelo. El papá se para á hablar con un sugeto, y la comitiva pierde su órden, y se hace preciso que el chiquitin se adelante á avisar á las señoritas, que distraidas sabe Dios en qué, doblan una esquina que no debian, y allía es el rabiar, y allí son los sofiones, y allí son las amenazas, y allí todo lo que puede dar una idea de que la franqueza de familia no es el principio del bien parecer ni del buen tono. Este árbitro de los gustos pretende aunque en vano desarraigar esta costumbre de ir reunidos los indivíduos de cada familia, asi como ha quitado con razon ó sin ella, alguans otras costumbres. Dejemos al tiempo lo que es suyo, y á vuelta de algunos años verémos lo que será.

    No van reunidas las clases como los individuos de las familias á visitar las estaciones, porque no parece sino de reglamento las horas en que lo verifica cada una de aquellas. Desde las 12 del dia á las tres de la tarde, visitan las estaciones la clase acomodada, los elegantes, las gentes del buen tono: á las dos la tropa: por la tarde el menestral con toda la familia puesta de veinticinco alfileres, y los criados de las casas. Las autoridades eclesiástica, miliar y civil con sus respectivos acompañamientos visitan las estaciones segun reglamento.

    Al anochecer la procesion que sale de la iglesia del Pino, y celebra la real é ilustre archicofradía de la Purísimia Sangre de N.S. Jesucristo, llama las gentes á la carrera para ver con corta diferencia lo que vieron el domingo de Ramos, á saber: los armats, los niños con vesta, los pasos, la congregacion, etc., etc.

  • Viernes Santo, 1848

    Apenas se abren las iglesias empiezan á visitar estaciones la gente madrugadora, el menestral, el jornalero y el eclesiástico. Mas adelantada la hora discurren por las calles gentes de todas clases, categorías y condiciones, con el mismo objeto. A las 10 de la mañana todos dan fondo en alguna parroquia ó iglesia de su devocion, para asistir á los divinos oficios.

    Concluyen estos al mediodía, y entonces el mozalvete despues de haberse peinado en uno de esos que llaman salones, y contoneándose por esas calles, se dirige á la Catedral, á la Trinidad, á la Merced, por ejemplo, para ver las gentes que salen de la iglesia. Hay aquello de atusarse el pelo, ponerse el sombrero cuidadosamente para no desbaratar las perfumadas guedejas, y pararse formando corrillo para ver pasar á las bellas devotas, que ya arreglándose la mantilla, ya ahuecándose el vestido, ya retorciendo los rizos entre los dedos, saludan á este ó al de mas allá, con mas o menos dulzura segun las relaciones que median, separándose por un momento para verse poco despues en la Rambla, si no sopla ese viento que reina en este pais en la estacion presente.

    En la Rambla se reune todo lo que no ha podido verse sino en detall durante las 24 horas anteriores. Uniformes salen en esta festividad que no ven la luz en todo el año; asi es que algunos hay por el corte del año 1827 en que se estrenaron. Sin embargo de algunos años á esta parte va disminuyendo el número de ellos, pero en su lugar va creciendo el de cruces, de modo que no parece sino que volvemos al miliario, y que se organiza una nueva cruzada.

    Son las 3, y las gentes han dejado el paseo. La sopa está en la mesa. El barcelonés antiguo no olvida la costumbre de sus padres, y en esta comida exige el arroz con leche. Este es manjar de rúbrica en el viernes santo. En otro tiempo tampoco dejaba de ir á la Catedral por la tarde para ver deshacer el monumento que se levantaba á los pies de la iglesia. No sabemos si el buen gusto ó la economía ha arrinconado aquel churrigueresco templete que tan mal se avenia con la grandiosidad arquitectónica de la iglesia; pero nos felicitamos, porque el altar mayor muestra en estos dias su bello y primoroso trabajo, y presenta un aspecto tan magnífico como digno de la gravedad de la fiesta. Nada importa que no vuelva á parecer el antiguo monumento.

    Desde las 12 hasta las 3 de la tarde, la congregacion de la Pasion y muerte de N.S. Jesucristo establecida en la colegiata de santa Ana celebra la funcion de las tres horas que el Redentor estuvo pendiente en la cruz, funcion que se llama vulgarmente de las siete palabras. Despues de esta hora se canta en algunas iglesias el Stabat mater, y se obsequia con algunas otras devociones á la Virgen santísima en su soledad. En los periódicos hallará el devoto los anuncios de estas funciones.

    Al anochecer sale de la iglesia de Ntra. Sra. de la Merced la procesion que celebra la real é ilustre cofradía de Ntra. Sra. de la Soledad. Vista la procesion de ayer, ninguna novedad ofrece la de hoy, sino la diferencia de los pasos. La congregacion que asiste es la de la Buena muerte. El crucifijo está á cargo de los Sres. nobles casados; Ntra. Sra. de la Piedad al del colegio de corredores de cambios y el Santo sepulcro al del monte pio del mismo. En este paso habia antiguamente gran lujo. Ntra. Sra. de la Soledad á cargo de los Sres. nobles solteros: era privilegio de los nobles que asistian con vesta el ceñir daga en el costado izquierdo.

    Antes de concluir este artículo no podemos menos de prevenirte, querido lector, que durante la tarde se ha permitido la entrada por la puerta nueva á los corderos que se han de sacrificar para el dia de Pascua á la gastronomía barcelonesa. Te hacemos esta prevencion por si quieres gozar de tan cuco espectáculo, que á fe de quien somos, es divertidísimo.

  • Sábado Santo, 1848

    Sábado Santo.

    En este dia termina la cuaresma y comienza la Pascua, y por esto es un dia que participa de ambas cosas. Tiene de cuaresma el ayuno y la comida de viernes: tiene de Pascua el toque de aleluya que indica el comienzo de esa gran festividad de la Iglesia. En la misa mayor de la Catedral se canta el Gloria in excelsis Deo, y entonces se echan las campanas á vuelo, hacen otro tanto las parroquias, contestan á cañonazos los fuertes y la plaza, responden con la misma voz atronadora los buques de guerra anclados en el puerto los cuales izan al mismo tiempo el pabellon nacional, gritan los muchachos por las calles, insubordínanse los niños en las escuelas transformando en inarmónica gritería el forzado silencio que observaban, golpean el ayunque herreros y cerrajeros, muévese un estruendo infernal en las tiendas de caldereros, á las de campaneros acuden los chiquillos de la vecindad para tocar cuantas campanas y cencerros hay en ellas, algunos carpinteros dan con el martillo sobre el banco ó en una tabla, y en tiempos pasados, en que el oir un tiro no alarmaba á nadie porque nadie temia que pudiera dirigirse contra él, los cazadores subian al terrado y disparaban la escopeta. Todo ese ruido que dura pocos minutos anuncia la resurreccion del Señor verificada, como él mismo lo habia dicho, en el tercer dia despues de su muerte. Los judíos celebran esta fiesta en conmemoracion del paso del ángel esterminador que acabó con todos los primogénitos de los egipcios, y los cristianos la celebramos en memoria de la gloriosa resurreccion de nuestro Redentor. En este mismo dia se inciende en las iglesias con fuego nuevo el cirio pascual, como símbolo del Señor resucitado, cuyas cinco llagas estan figuradas por las cinco bolas de incienso que en el cirio se clavan.

    Los corderos que en la tarde anterior entraron por la puerta nueva, son sacados en este dia al paseo de la Esplanada para ser vendidos; lo cual hace que acuda allí la gente, y venga el mercado á remedar la feria de pavos del 21 de diciembre. Hasta hace pocos años el local destinado para la venta de los tales corderos era la calle entre la lonja y los arcos de los Encantes, llamada del Consulado. El cambio debe en gran parte á un artículo que insertó en el Diario de avisos de esta ciudad D. Luis Bordas, en el cual manifestó con oportunas razones que aquel lugar era poco á propósito para tal objeto.

    Como no todos los corderos se compran para que á costa de su vida celebren los hombres la Pascua, desde este dia se ven no pocos que van á pasear con los muchachos de alguna familia, y otros que crecen atados á la puerta de algunas tiendas. Todo esto sin embargo no es mas que engordar para morir, pues como en las casas hay poco lugar para conservarlos, lo ensucian todo, y es engorroso tener que procurarles yerba; van desapareciendo poco á poco en salidas al campo ó en fiestas de familia, porque sabida cosa es, que no hay fiesta de hombres que no cueste la vida á animales.

    En este dia suele venderse en varias carnicerías ternera tierna, cosa poco comun en Barcelona en donde no pocas veces se da por ternera, lo que no es sino buey cansado de arar ó de tirar una carreta.

    Las monas son en Barcelona asunto muy serio. Llámase mona un roscon de harina mas ó menos escogida, huevos y azúcar, en cuyo roscon estan sepultados hasta un tercio de su espesor, tres, cuatro, seis y aun doce huevos enteritos y cocidos en el horno juntamente con el roscon. Cada padrino tiene obligacion de regalar una mona del tamaño que le place á su ahijado, y la costumbre quiere que á falta de padrino, suplan el tio, la tia, los padres ú otra persona, de tal modo que ningun muchacho varón ó hembra quede sin su correspondiente mona. Véndense las tales en puestos fijos de calles y plazas, y en las pastelerías y panaderías, entre las cuales, como en toda clase de confecciones, figura en primera línea la panadería de san Jaime.

  • Pascua de Resurrección, 1848

    La descripcion de las fiestas religiosas no entra en la jurisdiccion del eticógrafo, porque no son ningun rasgo característico del pais cuyas costumbres describe; aunque es verdad que las festividades son la causa de ciertas costumbres. Por esta razon dejarémos á la Iglesia con su alegría consiguiente al aniversario de la resurreccion del que dijo: destruiré el templo y lo reedificaré en tres dias, y nos ceñirémos á decir que la fiesta del dia la celebran la Catedral y las parroquias con toda solemnidad.

    Pasó la cuaresma y los espectáculos teatrales vuelven á su estado normal; los aficionados á estas diversiones, que son los mas de los barceloneses, esperan con ansia la noche para juzgar del mérito de los actores y cantantes, ó de la ópera con que se estrenan algun tenor, tiple o bajo; aunque no es lo mas comun el estrenarse nada en este dia, porque hay probabilidad de una buena entrada, aunque por otra razon no sea que por el deseo que tiene el público de volver á su costumbre: eso cuando no hay la curiosidad de ver las novedades que se han hecho en el salon, ó en la escena, ó en la colocacion de la orquesta. Sin embargo la competencia de los teatros ha de hacer que sean mas frecuentes las novedades, de modo que todos los años haya alguna que curiosear en semejante dia. Poco le importarán al público las rivalidades personales de pocos, y poco caso deberá hacer de los dimes y diretes de los rutineros partidarios de lo antiguo y de los ligeros defensores de lo moderno, porque el público busca su comodidad y lo que halague su gusto, y al gusto del público barcelonés lo halaga mas que todo, PAN Y TEATRO.

  • Día de San Jorge, 1848

    Muchas naciones, ó por mejor decir, muchos principes han invocado á san Jorge como protector de sus armas; pero en la corona de Aragon se le ha tributado además un culto particular desde 1094 en que fue dada la batalla de Alcoraz, ganada por el rey D. Pedro I de Aragon al ejército que el rey árabe de Zaragoza Almozaben enviaba á Abderrahman, que lo era de Huesca en donde se hallaba sitiado por los aragoneses.

    La ciudad de Barcelona adoptó mas adelante el estandarte de san Jorge (cruz roja en campo blanco), el apellido de guerra de los barceloneses fue san Jordi, firám, firám, y la antigua diputacion de Cataluña dió culto al santo en la capilla que dispuso al efecto en su palacio, y se conserva todavía en el claustro del edificio que en la actualidad pertenece á la Audiencia territorial.

    De lamentar es que se haya profanado el trabajo con que el arte adornó la puerta de la referida capilla, enjabelgándola quizá con pretensiones de adornarla. ¡Tantas cosas se estropean por el prurito de quererlas mejorar, que estábamos por no llamar la atencion del público acerca de la tal enjabelgadura! Por otra parte creemos que nuestras palabras valen tan poco, que tenemos por cierto que no servirán para maldita la cosa.

    Hechas estas advertencias en obsequio del arte, que importa á los menos, pasemos á la costumbre del dia, que importa á los mas de nuestros lectores, que por esto han gastado sus realejos. ¡Cómo ha de ser! siempre cuesta algo el ser curioso.

    Amanece un hermoso dia, como dia de primavera en Barceona, algo ventoso sí, pero que no influye en la costumbre, puesto que el lugar de la escena no es al raso, sino en el edificio de la Audiencia y Diputacion provincial. Inútil será por tanto decir que en el dia de hoy tienen asueto los curiales, que es como dar largas al litigante de mala fe.

    En la citada capilla de san Jorge se rezan muchas misas, y en el claustro junto á la puerta de la misma se levanta un tablado en el cual una orquesta de ciegos toca varias piezas. Colgado á la altura correspondiente sobre el tablado, se pone de manifiesto un hermoso y rico tapiz que debió ser un frontal de altar, y en él hay un bordado al realce representando una de las hazañas del santo.

    Hay feria de flores, como cosa abundante en la presente estacion. Hace algunos años que la autoridad dispone se coloquen los puestos de esta feria en la calle del Obispo; sin embargo era costumbre colocarlos en el vestíbulo y patio bajo del edificio. Oportunidad hay para que los galanes obsequien á la contertulia, á la novia del amigo, á la jóven cuyo corazon se pretende rendir, á la señora en fin de sus pensamientos, con un ramillete de rosas que son las flores que dan el nombre á la feria.

    En este dia se franquea al público el paso por las salas del tribunal, á las cuales se entra por el patio de los naranjos (1), lugar espacioso y de solaz para los abogados y procuradores que suben á estrados, para todos en fin los que tienen que ir á las oficinas del tribunal á evacuar sus diligencias. El público tiene ocasion de contemplar aquellos escaños donde se pronuncian los fallos que han cortado las cuestiones mas delicadas, en donde la ley ha descargado su terrible golpe sobre la cabeza del criminal. Prescindiendo de estas reflexiones, recorren otros la serie de retratos de los condes de Barcelona que adornan las paredes de aquellas salas, y respecto de ellos debemos hacer presente á nuestros lectores, que no respondemos de la semejanza por lo que hace á los personages que existieron antes de Felipe II, en cuya época los pintó por encargo de la antigua Diputacion el pintor italiano Felipe Ariosto, conforme puede verse en la efeméride del 1.º de julio.

    Suele ser muy numeroso el concurso que asiste á visitar la capilla del santo y las salas del tribunal, por la mañana para gozar el olor de las flores de la feria, y al mediodía para recrear la vista en el conjunto de hermosas, que con cara de primavera acuden á pasear por el edificio.

    Las mesas del claustro en que despachan los procuradores, ya para oir notificaciones, ya para escuchar á las partes (voz forense), sirven en este dia para la familia del curial si es casado, para la novia ó las amigas si es soltero, y para los deudos, ó principales si tiene causas que llevar y efectos que cobrar. Desde estos mostradores se puede gozar de la vista de los paseantes que no son ni curiales ni pertenecen á familia de curial, y allí, si conviene, puede la muy bellaca y linda barcelonesa oir notificaciones, y consentir fallos, y elevarlos en grado de suplicacion, y hacer todo lo que cuadre á sus intereses, como procurador en causa propia.

    (1) No es pulla, que asi se llama, sin duda por los que allí hay plantados. (Véase el dia 28 de enero).

  • Lunes de Pascua, 1848

    Lunes de Pascua.

    Este dia es para el pueblo de Barcelona primo hermano, si nó hermano carnal, del miércoles de ceniza, sin que obste para ello la diferencia esencial que hay entre el uno y el otro. Cierto que en las iglesias se celebra la Pascua con la misma solemnidad que en el dia anterior, cierto que es fiesta de precepto, cierto que la religion consagra este dia como de general regocijo; mas en lo esterior nada de ello se trasluce: y aunque en esta parte el dia es muy diferente del miércoles de ceniza, las costumbres populares han acabado por dar al uno y al otro un mismo carácter público. En ambos días la ciudad queda desierta , y sus habitantes se trasladan á la vega inmediata y la cubren toda entera, dándole la traza de un campamento en que estan distribuidas mas de cien mil personas. Como ya la Pascua de resurreccion suele venir hácia la primavera, el tiempo convida para salir al campo, cosa que siempre ha sido muy del gusto de los barceloneses, y que de cada dia va siéndolo mas, porque solo echándose fuera de la ciudad es posible respirar libremente. Cual si hubiese un empeño general en hacinar gentes dentro de Barcelona, toda su área se ha cuajado de casas, que no pudiendo crecer en latitud lo hacen en altura, y si no estuviera prohibido, á la hora de esta habría muchas gentes que habitarían al nivel de las campanas de las torres. Esta angostura y este apretamiento hacen diariamente mas apetecible la salida al campo, y por esto es tan crecido el número de personas que van á comer á él todos los domingos: pero el miércoles de ceniza y hoy son sin disputa los dos días en que mas personas rinden homenage á esta costumbre. El dulce ambiente de la vega , el verdor que ya cubre los árboles y la belleza de las huertas, que son un modelo de que distan mucho las de España y del estrangero; son en esta estacion otros tantos alicientes para atemperarse á la moda. Barcelona es en tal día verdaderamente triste; y al recorrer sus solitarias calles, bien podría uno esclamar con el profeta: ¡Quomodo sedet sola civitas plena populo!

    ¿Ya qué, y á dónde va tanta gente? A derramarse por la llanura hasta una hora de distancia de la ciudad, y á comer lo que á cada cual le permiten sus haberes y su carácter; porque hay pobre manirolo que hoy lo gasta todo, mientras no falta rico económico que va al campo y ahorra. ¿Quién es capaz de formarse una idea ni aproximada de la muchedumbre de carruages que cruzan por todos los caminos inmediatos, y en especial de los que suben y bajan por el paseo de Gracia? Para concebirlo es preciso haber estado en Barcelona, ciudad que en esto como en muchas otras cosas, deja á una distancia inmensa á todas las poblaciones de España. El coche, la carretela, el galerín, la media-fortuna, el inmenso omnibus, el omnibus chiquito, el tilbury y con mas abundancia que todos ellos juntos la tartana, trasladan á millares las personas desde la ciudad á Gracia, Sans, Sarriá, San Andrés, Horta y San Gervasio, mientras muchos millares mas siguen á pie las mismas rutas, y otros millares mas se separan del camino antes de llegar á uno de esos pueblos, y plantan sus reales en mitad de un campo, á la sombra de un árbol, ó al arrimo de una casa de labranza en donde se vende vino. Allí se salta, se baila, se juega , se canta, se tocan la guitarra y el pandero y las castañuelas, y se grita, y se come, y se bebe mucho, y no se riñe ni se emborracha. Es menester que lo sepan los que no lo ven: estas fiestas populares nunca ofrecen en Barcelona el triste y asqueroso espectáculo de un borracho, ni jamás es turbada su alegría por cuchilladas ni riñas. En esto sí que tienen que aprender algunos nacionales y muchísimos estrangeros. De entre estos, que los hay aqui, y nó pocos, suele alguno embriagarse, y los muchachos le persiguen y se burlan de él, y á veces lo apedrean; y es bueno que lo hagan, pues esto prueba el desprecio con que lo miran, y el convencimiento que tienen de que es una cosa mala, cuyo castigo decreta la reprobacion general y ejecuta la muchachería.

    Las panderetas, las guitarras y las canciones van conduciendo á la ciudad á esa muchedumbre que, cual un magestuoso rio de carne humana, se desliza suave y uniformemente por las puertas, apurando antes de llegar á los guardas, la última gota que en el porron ó bota quedaba. Desbándase á derecha é izquierda luego de haber entrado: tras de la muchedumbre vienen los carruages, y cierra esa dilatada marcha el piquete de caballería que fue á Gracia, y vuelve sin haber tenido nada que hacer en todo el dia. A las diez de la noche toda esa muchedumbre yace en profundo silencio.

  • Fiesta de san Prudencio

    De veras deseamos á nuestros lectores que se llamen Prudencios, que no se encuentren en el caso de los Prudencios de quienes hablamos en el dia 2 de marzo.

  • Romería a la ermita de san Pedro Mártir, 1848

    En este dia solo podemos hablar de una costumbre perdida, que es la de ir la gente á visitar la ermita de san Pedro mártir en el cerro que se levanta en las inmediaciones de Sarriá. Arruinada la ermita á principios de este siglo, y convertida en torre de telégrafo en varias épocas, no es mas que un todo compuesto de partes heterogéneas, que está atisbando desde su alto asiento lo que pasa en el interior del gran claustro del monasterio de Pedralbes, y que conservan el nombre de san Pedro mártir.

    Las religiosas del convento de Montesion dedican hoy religiosos cultos á dicho santo. A las siete misa matutinal con acompañamiento de órgano, á las diez bendicion de ramos y misa mayor con sermon, y á las seis y media de la tarde rosario y gozos del santo.

  • Fiestas de Sta Catalina de Siena, S Pelegrín, y María/Maia

    Las beatas de Sto. Domingo celebran hoy en la iglesia de N.ª S.ª del Rosario solemnes cultos en honor de Sta. Catalina de Sena.

    En la iglesia de los Dolores la cofradía dedica hoy solemnes cultos á san Pelegrin.

    Las religiosas de Montesion comienzan hoy el solemne novenario á Sta. Catalina de Sena.

    La corte de María celebra esta tarde en Sta. María del mar, y con el título de Mes de María solemnes cultos en obsequio de N.ª S.ª Hay funcion en todas las tardes del mes de mayo.

  • Fundación de la Asociacion defensora del trabajo nacional y de la clase obrera

    Instálase en el salon de Ciento la asociacion defensora de la industria nacional y de la clase obrera.

  • Maravillas y costumbres de la primavera

    La primavera se adelanta y la naturaleza se sonrie á nuestros ojos, desplegando todas sus galas y toda su magnificencia. Las mieses muestran ya su espiga lozana formando la esperanza del labrador, que al cerrar su puerta deja todas sus riquezas fiadas á la buena fe de los hombres y á las alteraciones de la atmósfera. Para prevenir la osadía de un malévolo tiene un perro; para alcanzar el favor de la Providencia divina tiene el fervor de sus oraciones; y pensando en la oportunidad de la lluvia, no deja de repetir durante el dia y á todas horas el refran: per maig cada día un raig.

    El verdor de los campos, la fragancia de las flores, la frescura del aire, el ardor de los rayos del sol que inflama los corazones, todo convida al muelle goce de los mas puros placeres. La antigua Grecia cuya mitologia no ha tenido rival al tratarse de materializar las ideas, consideraba la mansion de los bienaventurados en una perpetua primavera, y las bellas artes representaban esta estacion bajo la figura de una hermosa ninfa teniendo una guirnalda de flores en las manos, y sentado á sus pies un cupidillo reconociendo la punta de sus flechas. El hermoso espectáculo que presenta la naturaleza durante la primavera, no puede menos de llamar la atencion del hombre, quien al olfatear una flor ó al tender la vista por la campiña, sin echarlo de ver quizá, rinde un homenage de admiracion al Criador.

    No somos por acá tan sordos á la voz de la naturaleza, y por esto salimos los barceloneses á gozar en ciertos dias y en ciertas horas del bello espectáculo que nos ofrece. Ya durante este mes comienzan á venir á Barcelona los habitantes de otras provincias que acuden a tomar baños de mar y anticipan su viage para gozar de las procesiones del Corpus, célebres en Barcelona como lo son aqui todas las procesiones.

    Hanos parecido muy á propósito el dia 1.° de mayo para poner á nuestros lectores al corriente de las costumbres propias de la primavera , porque al cabo es dia 1.° y por consiguiente privilegiado, y le hallamos colocado casi en la mitad de la estacion. Por otra parte nuestras razones tenemos para no haber dado cuenta al lector de las costumbres de primavera el dia en que esta tuvo principio, porque una de ellas mal se aviene con las sábanas, y las mañanicas de abril son muy buenas de dormir, segun reza el refran. Y no decimos esto asi, á humo de pajas, que ya verás, lector querido, cuán á pelo viene.

    Supon un domingo ó disanto: debes levantarte á las siete, por lo tanto vestirte al desden, que es como si dijera un franchute á la negligé, ir á misa, y luego dirigirte á la Rambla donde está el mercado de las flores. Allí las ramilleteras te convidarán con las mas vistosas producciones de la naturaleza; y las bellas barcelonesas, las madrugadoras, te convidarán con los atractivos con que la estacion y, mas que todo, la hora las engalana. Su trago y su tocado al desden, su desden nada esquivo, y la color del rostro pálida como la azucena. Allí te parecerán mejor estas jóvenes, que en el paseo de invierno adornadas con todas sus blondas y sombreritos, con sus narices rojas, efecto del aire frio, y sus ojos dormidos y su gesto lloron, efecto de los rayos del sol. Y cuenta que á las madrugadoras debe de alcanzárseles muy bien, que á la muger, mas que las galas que cercenan las fortunas , le valen la amabilidad y sencillez, que nada cuestan. Obséquialas , queridísimo lector, obsequia á esas bellas en cuyo trage no hay ficcion, en cuyo rostro no hay doblez; obséquialas con un ramillete, y no te pesará. Y vosotras, lindísimas criaturas, aceptad los obsequios de esos jóvenes, y apartad la vista de esos camastronazos de á 40 del pico , que pasean primero, y se pierden despues entre las filas de puestos del mercado de la Bocaría, saben ellos por qué, y lo sabemos nosotros, aunque no nos cumple por ahora decirlo.

    Si no tienes , querido lector quien te dispierte para madrugar, nada temas que no falta en esta ciudad quien en la presente escion lo hace sin reparar en ello. Es el tal un labriego que arrea un borriquillo cargado con un seron donde conduce algunas vasijas, que al amanecer llena del agua ferruginosa de algunas de las caña desde el mas añejo entremés hasta el mas romántico drama de nuestros tiempos, y desde el mas devoto novenario á las peores coplas que puede escribir la pluma mas mugrienta y asquerosa mojada con la tinta mas fétida que confeccionarse puede. Esas tiendas de quita y pon, llamadas paradas de romansus, dan una perfecta idea del estado en que se halla entre nosotros el gusto por las obras literarias, y no añadimos de las costumbres del pais, por no llamar la atencion de la autoridad, quien puede tomarlo á pechos, y hacer pasar las sobredichas coplitas por debajo de la mas rígida férula censoria.

    Pero echamos de ver, lector querido, que con este introito vas á llamarnos al órden. Nó, nó, nada temas, volverémos al carril. Vas á verlo. Dirigímonos tambien algunas mañanas hácia el paseo de San Juan ó de la esplanada, y huroneamos en los puestos de ropavejeros que allí se colocan, y á cuyo conjunto suele darse, quizá irónicamente , el nombre de Fira de Bellcaire, y leemos toda suerte de librajos que hallamos ya tirados por el suelo, ya dispuestos en desordenado órden sobre una desvencijada mesa. Otro tanto hacemos en los Encantes los lunes, los miércoles y los viernes de cada semana, que son los dias en que se permite á los prenderos y chamarileros la venta de sus géneros adquiridos en una almoneda de un eclesiástico que murió intestado, ó en la de un solteron que legó su ajuar á el ama de gobierno, ó en la del mercader declarado en quiebra, ó del empleado nómada á quien se le destina al otro estremo de la península.

    En aquellos puestos se pueden comprar á la voz de los corredores, objetos nuevos y renovados, viejos que parecen nuevos, y nuevos que pudieran ser buenos. El anticuario adquiere allí por poco dinero un objeto de gran valor, el cómico compra allí lo que no halló en las tiendas, el aficionado á los muebles por el gusto del siglo de Churriguera (Dios le bendiga al aficionado) compra allí sillas y mesas rotas y raidas para darles nuevo lustre, y hacerlas figurar en su salon que llama á la renaissance, y el aficionado á la lectura hojea libros buenos y malos, y los compra por la mitad del precio que pidió el vendedor, ó por el valor que este conoce que le da el comprador.

    Al número de estos aficionados tenemos la desgracia de pertenecer, y héte aqui que dias atrás dimos con un cuaderno descuadernado, manuscrito, redactado en catalan, en cuya primera hoja se leia: Diari den Pere del aguait 184…. (el último guarismo se pierde en el mugre del sobado borde del papel). Poco debe importar el precio en que lo mercamos.

    ¡Grande adquisicion! dijimos para nuestro capote. Esto aumentará el volúmen de nuestros mamotretos, y al paso que ha de ahorrarnos trabajo, ha de proporcionar solaz al público, cuando insertemos en nuestro Añalejo, vertidos en lengua española, algunos de los renglones que hagan referencia á nuestro pais. Por de pronto ahí va el artículo del 3 de mayo en Barcelona.

    He salido á la calle llevando del brazo á mi hermana, y nos han acometido distintas veces enjambres de niñas, y entre ellas algun niño, con sendos platos cubiertos de rosas en las manos. En ademan de pedir limosna, me han interpelado las que á mí se han dirigido con este piropo: Vosté senyó galan que te cara de diamant, un dineret per Sta. Creu: y los que á mi hermana se han dirigido le han dicho: Vosté Sra. hermosa que te la cara de rosa, un dineret per Sta. Creu.

    Pesadillos han estado algunos de los tales chicuelos, y hannos seguido largo trecho repitiendo sus obsequios, y estos han sacado estrena , que es ya subido que pobre importuno saca mendrugo, segun el refran nos dice.

    Hemos entrado mi hermana y yo en una iglesia á oír misa , y he ido á la sacristía para saber en qué altar se celebraría, y cuatro monacillos pedigüeños por demás, me han acometido con la cantinela arriba transcrita. A mi vez he querido tomar represalias, y asiendo por el cuello de la sotana al que mas vivaracho me ha parecido, le he ofrecido buenas estrenas si confesaba en qué queria emplear aquel dinero. Halo confesado, que el muchacho era lenguaraz de sobras, y hame dicho — ¿no ve V. aquel altarito que hemos guarnecido en aquel rincon, con aquellos floreros y con aquellas velitas? pues allí al pie depositamos lo que recogemos, y el capital sirve para una merienda. Y no somos nosotros los únicos que se ocupan en el dia de hoy en este negocio; porque vea V. , mi hermana con las chicas de la vecindad hacen lo mismo, y tambien guarnecen un altarito, y luego meriendan á la salud de qué sé yo, á la salud de su estómago.

    Pedigüeña es la costumbre ; inocente es por demás, y trasciende hasta el interior de las familias. Por lo que he visto en las casas en donde hoy he estado de visita, no he podido menos de compadecer al barcelonés á quien Dios le ha dado sobrinitos que obsequiar, ó ahijados que contentar, ó deudos con quienes cumplir, porque al salir de casa, debe llenarse los bolsillos de monedas para responder á todas las exigencias y compromisos en que puede verse atollado.

    Esta es la traduccion. Si es buena ó mala júzguelo el público, pues por lo que á nosotros atañe, solo podemos decir que es fiel y exacta. Si es mala, consolarános la idea de que no serémos los únicos malos traductores que á destajo embadurnan papel en nuestros tiempos.

  • San Juan de la Puerta Latina y los impresores

    Era yo niño todavía cuando ya me llamaba la atencion todos los años ver que SAN JUAN ANTE-PORTAM-LATINAM estaba impreso en el calendario con los caractéres que usamos aqui; y aunque no recuerdo á punto fijo del modo que satisfacieron á mis preguntas aquellos á quienes acudí para saber la causa de esa distincion con que se favorecia á dicho santo, sé muy bien sabido, que no estuve al corriente del verdadero motivo de esa singularidad hasta despues de algunos años que me dió la humorada de echarme á escritor. Entonces hube de andar entre cajistas y prensistas, y un antiguo y entendido cajista de la imprenta de … (no importa de quién) hízome saber, no tengo presente á qué propósito, lo que habia ignorado durante treinta años.

    El san Juan de hoy es el abogado de los impresores, y como el calendario lo componen y lo tiran ellos, le hacen á su patrono el obsequio de estamparlo en él de modo que descuelle por sobre todos los del año. Fúndanse los tales en que habiendo san Juan sufrido martirio dentro de una caldera de aceite hirviendo, y entrando aceite y debiendo hervir para la confeccion de la tinta de imprenta, de derecho les corresponde aclamarlo por su patron. Algo traido por los cabellos es el tal patronazgo, pero otros hay que lo son por lo menos tanto, y nadie se atreve á rechazarlos. Continúen pues en buen hora aclamando por su patron al san Juan de este dia, y sepa quien lo ignore, que eso de PORTAM-LATINAM no es el apellido de san Juan, sino el nombre del sitio de Roma en donde padeció martirio.

  • Fiesta de San Eudaldo en la iglesia de San Cucufato

    En la iglesia de san Cucufato se celebra funcion solemne en honor de san Eudaldo.

  • Fiesta de San Pancracio; la pereza de los catalanes

    Un dicho está en uso en este pais, el cual dicho revela por sí solo el carácter y las inclinaciones de los habitantes. San Pancrás, salut y feina. Hé aqui el dicho que es una profesion de fe civil de nuestros antiguos catalanes, quienes solo pedian salud y trabajo. Muchos son los que hoy tampoco desean otra cosa; mas por desgracia de todos, los hay en abundancia que en vez de pedir lo segundo piden otras varias cosas, que al fin del año no pocas veces les darán resultados peores de los que á sus abuelos dió el trabajo. No puedo decir por qué se invoca á san Pancracio al pedir esas dos cosas, mas alguna relacion tendrá eso con el santo, cuando el dicho lo reza, y cuando en el altar inmediato y á la izquierda del mayor en la iglesia del Pino hay dos cuadros que confusamente indican algo de la materia.

    Bendito sea san Pancracio, cuya fiesta se celebra hoy, y sea nuestro intercesor para que todos tengamos trabajo, ya que Dios nos condenó á comer el pan con el sudor de nuestro rostro, y ya que la esperiencia enseña que el hombre que huye del trabajo se encuentra con trabajos, peores por su número y por sus consecuencias que el trabajo de que quiere librarse.

  • Fiesta de San Isidro

    Ningun santo por encumbrado que fuese el lugar que ocupó en el mundo, cuenta con tantos clientes como el bendito san Isidro, y no sabemos si quizás serian los hombres mas felices si fuese mayor el número de esos clientes. Muy lejos nos llevaría el discurso, si dándole rienda suelta escribiéramos todo lo que nos iría dictando, y fuera necesario meternos en el resbaladizo terreno de la ilustracion, y pasearnos por el escabrosísimo de la política, en donde nos saldrian al paso los amigos de la agricultura y los defensores de la industria, y al fin y al cabo despues de tropezar y de resbalar y de andar á gatas, probablemente acabaríamos por rompernos la cabeza, y decir grandes y muchos disparates en concepto de unos, y verdades como el puño en opinion de otros. Recorran pues esos terrenos los que escriben ad hoc, como suele decirse en la moderna jerga, y hablen y desbarren, que todos lo hacemos, que es una bendicion de Dios.

    El Añalejo avisa hoy á los devotos de Barcelona para que acudan á la iglesia de san Pedro de las Puellas, en donde los hortelanos de las inmediaciones de la puerta nueva obsequian con una solemne misa á su patron san Isidro, y avisa tambien á los devotos del Pla, que los labradores de Sans, Sarriá, las Corts, san Gervasio, Gracia y otros pueblos obsequian asimismo al santo labrador con una buena funcion en la iglesia, y luego festejan á las doncellas y casadas con bailes de envelat y de salon, en donde ellas y ellos se divierten á mas y mejor, y nó tan candorosamente como se divertía san Isidro. Si este santo viene en dia de entre semana, los bailes suelen reservarse para el primer domingo, lo cual prueba que nuestros labradores son amigos del baile, pero nó tanto, que por él olviden el trabajo, lo cual es uno de los rasgos que hacen la apología de estas honradísimas gentes. Quiera san Isidro ser su intercesor para con Dios, á fin de que tengan tan buenas cosechas como merece su continuo y duro trabajo, el mas pesado y molesto de cuantos ejerce el hombre, y el que por desgracia queda muchas veces peor recompensado.

  • Fiesta de San Ivo, elogio de la abogacía

    No hay oficio ni profesion en el mundo en cuyo ejercicio no tenga el hombre mucho que sufrir y muchísimo que ofrecer á Dios, si los desempeña con conciencia, no separándose nunca del camino de la virtud, y no olvidando el amor al prójimo. Por esto vemos santificados varones de todas las clases de la sociedad. Papas, obispos, simples sacerdotes, abades, frailes, ermitaños, diáconos, emperadores, reyes, duques, militares, labradores, carpinteros, plateros, zapateros y hasta abogados. Y decimos hasta abogados, porque el vulgo que es el que menos trata con ellos, y de quien ellos menos reciben, ha dado en el chiste de creer que no es la abogacía la profesion mas á propósito para llevar al cielo á los que la ejercen, sin acordarse de que sin ellos muchos inocentes morirían en un patíbulo, y muchos fuertes usurparían la fortuna de los débiles. Al abogado le sucede lo que al médico; mientras el cliente y el enfermo padecen, el abogado y el médico son su consuelo y su esperanza, cuando estan salvados del peligro son unos ladrones: se tienen en cuenta las causas perdidas y los enfermos muertos, y el ingrato cliente y el ingrato curado creen que ganaron y se curaron porque debian ganar y curarse. Cómo ha de ser! la ingratitud es el primer vicio que hubo de castigar el Criador, y probablemente será de los últimos que castigue.

    Esta injusta prevencion no es esclusiva del vulgo, y á propósito de ello, recordamos que predicando de san Ibo abogado, que es el santo de hoy, el célebre P. Puig de san Sebastian, hombre de mucha fama y mas palabrero que orador, comenzó el sermon de esta manera: san Ibo fue abogado: abogado y santo, milagro de la Gracia: Ave María. A lo menos no se le puede negar á este retazo un gran fondo de elocuencia y gracia. ¡Era mucho hombre el P. Puig! De suerte que de lo dicho se deduce que la abogacía es para ganar el cielo tan buena como otra profesion cualquiera, y sabe Dios si lo es mas; y por esto tienen los abogados un abogado santo, que es su santo abogado, cuya fiesta celebran hoy en particular, pues el ilustre colegio no hace cosa alguna para demostrar que se alegra de tener entre los santos á un individuo que si viviera seria colegiado. Y no se crea que san Ibo llegó á ser santo sin su trabajillo y su por qué, en prueba de lo cual, sin acudir á leyendas añejas, citarémos los versos del abuelo de uno de nosotros añalejeros, que por mas señas era tan mal poeta como su nieto. Decia el abuelo panegirizando á san Ibo:

    Abogado fue san Ibo,
    En cuyo dictámen recto
    No hubo acepcion de personas
    Ni hubo acepcion de sugetos.
    Como abogaba de valde
    Y de nadie cobró derechos,
    Aunque siempre tuvo causas
    Nunca tuvo, el pobre, efectos.

    Confesamos de buena fe que si la primera cuarteta puede aplicarse á muchos abogados contemporáneos, no son pocos los que pueden apropiarse la segunda, y serán en mucho mayor número los venideros, porque segun son las hornadas de abogados que cada año van saliendo de las universidades, ó Dios lo remedia, ó la mayor parte tendrán que trabajar de valde. Para el cuerpo no será esto gran cosa, pero en cambio muchos podrán aspirar á ser santos, pues el hambre y la miseria son para la beatificacion méritos muy relevantes.