Año: 1848

  • Los dentistas y la fiesta de su patrón, santa Apolonia

    En el año del Señor 1839 un cirujano de la villa de Sancti Spiritus en la provincia de Badajoz hizo saber á la Diputacion provincial de Sevilla, que habia encontrado un remedio seguro para curar el dolor de muelas, remedio que consistia en apretar entre los dientes el mástil de una guitarra en la cual otra persona tocase una contradanza. El remedio era barato, ingenioso, fácil y divertido, mas tenia un pero, y es que no hacia ningun efecto.

    Como el cirujano de Sancti Spiritus, ha habido otros muchos que sin ser cirujanos han dicho que el dolor de muelas se curaba de seguro con esto ó con lo de mas allá, y al mismo tiempo hemos visto crecer el número de dentistas; de suerte que no parece sino que los remedios han aumentado el mal. Desengañados de tales específicos, los hombres han vuelto al antiguo refran, al que le duela la muela que se la saque. Lejos de nosotros negar la virtud de las plantas y de los minerales; pero creemos que por ahora no se ha hallado remedio contra las jaquecas ni contra el dolor de muelas.

    La piedad aclama como abogada para librarnos del último de estos males á santa Apolonia, cuya fiesta celebra hoy la Iglesia. Nosotros recomendamos que se tenga devocion á la santa; mas si á causa de nuestros pecados no merecemos que interceda para que cese el dolor de muelas, que es en verdad un tormento atroz, entonces lo mas seguro nos parece acudir á los Sres. Centena, Barbier-Bergeron, Appignani, Bruguera ú otro de sus cofrades para que apliquen el antiguo medicamento, al que le duela la muela que se la saque.

  • Un inglés sobre Santa Eulalia

    St. EULALIA, virgin of Barcelona, martyr… St. Eulalia of Barcelona was a virgin martyr, dying on the rack, to which she was fixed in the persecution of Dioclesian. She is titular saint to many churches, and in Languedoc is called Olaire, Aulaize, and other similar names… The Noble Liverword or Hepatica, which has also been called Flower of St. Eulalia, begins now to shew its early flowers [in England?].

  • Por qué Barcelona no sabe celebrar su fiesta mayor, día de Sta Eulalia

    Las grandes poblaciones se desdeñan de parecerse á las de corto vecindario y aspiran siempre á obtener mayores prerogativas, lo cual trasciende á los ayuntamientos, representantes de las poblaciones grandes y chicas; y mientras unos tienen el tratamiento de Escelencia apenas se concede á otros el de Merced. Eso debe de estar muy puesto en el órden; pero al cabo no es mas que sancionar el principio de que el mas fuerte es el que mas vale. Tanta trascendencia tiene este amor propio de las grandes poblaciones que pasa de tejas arriba, y asi vemos que el patron de una aldea es mas agasajado en su dia por los aldeanos, que el patron de una capital por sus patrocinados. No pareceria bien que los ciudadanos (esto es los vecinos de una ciudad) se entregaran al regocijo y celebrasen la fiesta de su patron con esas bicocas con que se divierte el labriego. Los gigantones, la tarasca y esos bailes, reminiscencias de los antiguos misterios que se celebraban en las iglesias, rebajarian el carácter de ciudad: eso se deja para los villorrios.

    Con efecto, Barcelona, la corte de los antiguos condes, emporio de la corona de Aragon, capital del antiguo principado de Cataluña y ahora de la provincia de su nombre, Barcelona no se separa de sus tareas en el dia de hoy, mientras la Iglesia celebra las glorias de Sta. Eulalia patrona de la ciudad. En la Catedral se venera el cuerpo de la santa en la capilla situada en la cripta debajo del altar mayor, y se le tributan solemnes cultos con oficio cantado por la música de la capilla, y sermon, á los que asiste el cuerpo municipal. Despues del oficio se lleva la imágen de la santa en procesion por las calles inmediatas á la iglesia, y por la tarde se canta rosario, concluyendo la funcion con los gozos de la santa.

    El baile público que por la noche tiene lugar en el salon de la lonja es el único estraordinario con que se solaza la grave ciudad en el dia de su patrona. ¡Cuán distinta es esta seriedad de la alegría que reina en cualquiera otro pueblo de la provincia en el dia de la fiesta mayor! porque sí, señores mios, sin rebajarles á Vds. un punto de su categoria, el dia de Sta. Eulalia es la FIESTA MAYOR de Barcelona. Nunca mejor que en este dia puede notarse la diferencia y hacerse la debida comparacion, yendo al vecino pueblo de Sarriá donde tambien es fiesta mayor y se celebra la del santo del dia. Aquellos vecinos dan treguas á sus tareas diarias y hay funcion en la parroquia, y procesion, y bailes en salones y entoldados, esmerándose los socios en el adorno de ellos, y en una palabra, despues de la funcion religiosa bailan hasta que vuelve Dios á amanecer. Allí acuden muchas payesas del llano elegantizadas con sus graciosos trages. El que quiera gozar de tan buena compañía y echarles cuatro piropos y ser bien recibido, tire el gaban, vista chaqueta y zarandéese por la módica cantidad de un real de vellon en esas tartanas que hallará fuera de la puerta del Angel. Una táctica es preciso usar, y en su secreto estamos nosotros, y no hemos de descubrirlo á nadie sino á nuestros suscriptores machos (es decir varones) en muestra de gratitud; cuidado con divulgar el secreto!

    No insinuarse á exabruptos: mucha dulzura, mucha amabilidad, sufrir desaires, mas volver á la carga: sentir reproches, mas no atufarse; y cualquier jóven del buen tono puede estar seguro…..de tener que volver en el mismo carruage en que fue.

  • Las comparsas y su organización

    Que la aficion á la música está desarrollada en Barcelona de un modo prodigioso, es cosa que no admite controversia. Díganlo sino esos coliseos en el dia de ópera, y nó de ópera cualquiera, sino de ópera bien desempeñada, lo que por otra parte prueba que el público es inteligente (y no hay público de abonados). No se amosquen Vds., señores mios, por lo del paréntesis, porque no pretendemos decir que no sean Vds. inteligentes; lejos de nosotros semejante calumnia. No es pulla: es que no queremos confundirlos á Vds. con la muchedumbre, digámoslo asi, de los espectadores, con esa muchedumbre que con la existencia de dos teatros rivales entre sí, ha derrocado esa aristocracia del abonado y ese monopolio que hacian Vds. de la diversion pública mas honesta é instructiva de las diversiones públicas. Por otra parte es bien sabido que cuando no habia en Barcelona mas que un coliseo, ó por mejor decir, cuando este no tenia competidor, el abonado era exigente y querelloso cuanto ahora es banderizo. Hé aqui por qué no podemos apreciar sus fallos de Vds., y hé aqui por qué hemos dicho, entre paréntesis, que no hay público de abonados. Basta de broma.

    Pues, señor, como íbamos diciendo, es mucha la aficion que hay en esta ciudad á la música; y todo el mundo tañe, y todo el mundo pulsa, y todo el mundo canta, y hay sociedades filarmónicas, y mas pianos hay que dedos que los sepan tocar, que es mucho baber. Llega á ser una verdadera desgracia el que desde su chiribitil ó bufete ó despacho, segun sea poeta, abogado ó comerciante, no se vea uno distraido de sus tareas por un vecino que toque el cornetin de piston, ó por una vecina que cante, ó por un chiquillo que haga las cromáticas en el piano. Con decir á Vds. que el mancebo sastre que durante el dia ha cosido las mangas de un frac quizá canta en los coros del teatro, y el peon que ha paseado un andamio durante el dia sale por la noche en trage de lacayo, y el que cose unas botas por la tarde, por la mañana ha tocado el bombo ó los platillos en el ensayo de la ópera: y el que no pudo ser corista ó sacasillas ó tocar el bombo, busca medios para lucir su embocadura ó su aptitud de manos ó la flexibilidad de garganta. Llega la temporada del carnaval se prepara ensayando unos coros para una comparsa que ha de recorrer todas las tertulias y todas las casas que frecuenta cada uno de los individuos que la forman.

    Pero antes de darse á luz la comparsa, ¡cuántos proyectos no se ensayan, cuántas leyes no se dictan, cuántos pareceres no se discuten, cuántos piques no se enredan, cuántos disgustos no se pasan, cuántos sinsabores no se sienten y cuántos ensayos no se hacen! Durante las fiestas de Navidad se propone la idea: se reunen los amigos con los amigos de los amigos y estos con los amigos de aquelos; todos frisan con los 22 años. La comparsa figurará un coro de aldeanos. –Es cosa muy vulgar. Da mas de sí el de cruzados. –Muy visto, no ofrece novedad. –Arlequines. –Quiá! no es cosa. –Valencianos — rusos — húngaros — moldavos — walones — suizos — tiroleses – turcos. — Pido la palabra. Quisiera saber con qué señoritas se cuenta para las parejas. –Por mi parte ofrezco hablar…–Sí, sí, dice bien. –Nó, nó, fuera enredos. Y uno repite que sí, y otro dice nó, y este se sonrie, y aquel se encoge de hombros, y los de mas allá disputan, y los de mas acá se acaloran, y todos gritan, y venimos á parar en que se separan dos y vienen cuatro, y vuelven los primeros, y despues de mil discusiones y mil altercados queda definitivamente fijado el número de los socios y se adopta un trage.

    Presupuesto.
    mascarillas . . . . . . t.
    trage. . . . . . t.
    al maestro de música. t.
    _____
    Suma. . . . . t.
    _____

    Debe depositar cada socio t…. reales. Crecido es el presupuesto para unos, indiferente para otros esta ó la otra cantidad, pero ya no tiene lugar discusion porque hay compromiso y está en observancia un reglamento con penas rigurosas. La pecuniaria es la mas temida; la espulsion de la sociedad llega á ser lo que importa menos á los mas.

    Empiezan los ensayos. El baile se reduce á hacer unas evoluciones de poco efecto y á marcar ciertos compases con los pies, y el coro que se ha de cantar no es de los mas fáciles. Por de pronto se queja el vecindario, y es preciso buscar un sitio que no tenga habitaciones debajo para no atolondrar al inquilino, y que tenga el menor número de luces por no dar que decir á los vecinos. Quedan hechos los ensayos y se da á luz la comparsa, y como no es lo mismo cantar entre las húmedas paredes de un subterráneo que entre las hermosas que guarnecen un salon, se distraen los bajos y se salen de tono los tenores, y se impacienta el director, y ya no se hacen pianos ni fuertes, ya no se marcan los crescendos, no hay claroscuro y todo se lo lleva la diabla. La comparsa sigue su ruta; hoy á esta casa, mañana á aquella, siempre haciendo lo mismo y casi siempre mal. Prescindamos de la obligacion que contraen los socios, de salir quieras que nó, las noches que señala el director, y demos por sentado que la danza que bailan está ensayada en local proporcionado; mas no se ha tenido en cuenta al ensayarla, las distintas dimensiones que pueden tener las salas en las casas donde han de darse en espectaculo, ni la concurrencia que puede haber, ni el tropezar con una ó mas comparsas (y ahí es nada) ni el que pueda enfermar un figurante: claro está que al sobrevenir algun inconveniente que tenga relacion con alguna de las referidas circunstancias, todo es barullo ó quedan sus vacíos en las figuras del baile y se pierde el hilo de la danza. Todo esto sucede al confeccionar y poner en escena una comparsa, cuya buena armonía durante el carnaval concluye siempre con una comilona durante la cuaresman. ¡Cuándo no se ha celebrado la union y la buena armonía con una comida!

    Preguntará cualquiera despues de haber leido los anteriores renglones por qué hemos elegido el dia 14 de febrero para hablar de las comparsas. La razon es muy sencilla. Has de saber, lector curioso, aunque no te importe un comino, que el Sr. amanuense, á quien dictamos los artículos se perece por la música, y en este año nos ha salido entre otras pejigueras con la de que le dió en gana lucir su chillona voz en una mala comparsa, y héte aqui que á puro comparsear y chillar se ha constipado y enronquecido, y tiene que guardar cama hoy dia 14, y esto nos ha obligado á escribir de puño propio este artículo. Asi ha salido tan bien endilgado.

  • La calle del Call y sus tiendas de telas

    Hay en esta ciudad un calle mas tortuosa que una S, formada por dos líneas de casas que difícilmente pueden dar idea de dos paralelas, á la que tienen salida mas tiendas que portales, y cuyo nombre ha llegado mutilado hasta nosotros. Antes que un mal entendido celo por la religion, ó la envidia de las riquezas que poseian los judíos diese al traste con la caridad que Cristo nos enseña, y con la hacienda y vida de estos proscritos, llamábase la tal calle, Call dels jueus. Su creencia hizo odiosos á los judíos, sus usuras les captaron enemigos implacables, y asi es que hoy en que existe entre nosotros uniformidad de creencias y que en cuanto á usuras estamos en el mejor estado posible, seria un sarcasmo, una anomalía, una imprudencia que no suprimiéramos la segunda mitad del nombre, porque podrian herirse, y con razon, algunas susceptibilidades, atendida la acepcion en que se emplea la palabra jueu, para zaherir á un usurero y á un desapiadado vendedor. Por esto damos á la susodicha calle el nombre de Call, asi, á secas. Pues en esa calle tortuosa, con mas tiendas que portales y con nombre mutilado, es donde hallan las elegantes mil tentaciones y de la cual salen mutilados los bolsillos.

    No vayas á creer, lector nuestro, que en esa calle hay rateros y cortabolsas y ladrones, nó, no creas tal, pero hay tiendas de géneros de seda, de lana y de algodon, y de algodon, seda y lana, y de lana y algodon, y de seda que parece algodon y do algodon que parece lana, y de lana que no es lana, y los hay nacionales y estrangeros, y estrangeros nacionales y nacionales de estrangis. Pasa una elegante por delante de esas tiendas ¿cómo no preguntar la calidad, la patria y el precio de los tales géneros ? — ¿Es estrangero? — Nó señora, del pais. — Es feo: no tienen gusto nuestros fabricantes. — Este corte acaba de llegar de Lyon, (mientes bellaco). — Ah ! este es mejor. A ver el que sacó V. el otro dia. — ¿Y el pañolon, aquel que tenia V. dias pasados? ¿y los fulards que dijo V. estaban en la aduana? ¿Y los rasos? ¿ y los tules? ¿y los groes? ¿y las sargas?…. Seria nunca acabar si insertáramos aqui todas las preguntas que suelen hacerse á los pacienzudos tenderos, y todas las exigencias de las que van á sus tiendas, obligándoles á desdoblar todos los géneros en el mostrador para decirles al cabo, esto es caro, esto es feo, esto no me sirve, no traigo dinero, volveré otro dia. Sin embargo ocasiones se le ofrecen al tendero para vengarse de estas impertinencias, porque viene el carnaval, viene el verano, viene el invierno, y el deseo de lucir hace necesarios trages nuevos, y es entonces el sonar del oro, y el menguar de los bolsillos, y el mentir de las lenguas. — Esto es estrangero. — Mañana mandaré á V. el importe. — Doce varas. — Mira, querido, me han llevado 800 reales.

    Esto y mil zarandajas mas suceden en la calle del Call y en otras que se le parecen, y esto sucede hoy por la sencilla razon de que es dia de misa, y todos los dias de misa la elegante va á oir la de las 12, y como ya se halla vestida, algo ha de hacer, y no es lo menos el pasar revista á las tiendas, y enterarse de las modas, y apurar la paciencia de los tenderos y esponerse á que estos apuren los bolsillos mas provistos.

    Nadie tome vela en este entierro, que no echamos la culpa á nadie: hablamos con todos y con ninguno.

  • San Simplicio y los misterios de la onomástica

    Si dijéramos que el imperio de la moda lo abarca todo en los paises civilizados, y que á este imperio tiránico nos sujetamos todos de grado ó por fuerza, y hasta sin advertirlo no pocas veces, no diríamos cosa que pareciese una novedad á nuestros benévolos lectores. Asi pues, no lo decimos, sino que sencillamente lo recordamos, como cosa sabida, y sin mas objeto que hacer de ello una aplicacion á este dia. Nuestros amigos y los que no lo son, habrán notado, y pueden notar la grande diferencia que hay entre los nombres de pila de los hombres de varios siglos. Desaparecieron las Blancas, las Berenguelas, Estrellas, Urracas, Almodis y Ermesindas, los Arnaldos, Rodolfos, Godofredos, Alvaros, Gonzalos; y dejaron el puesto á las Antonias, Franciscas, Josefas, Manuelas y Rosas, y á los Josés, Juanes, Jaimes, Pedros, Pablos, Antonios, Franciscos y otros que hoy son reputados por nombres comunes, prosaicos y hasta de mal tono, porque de algunos años acá, la moda desenterrando nombres antiguos y rebuscando en el martirologio ha dado en el chiste de bautizar á los recien nacidos con nombres que los hijos del siglo pasado califican de estraños, y los del siglo actual de poéticos. De repente, y cuando menos lo aguardaban, se han encontrado con una numerosa clientela las santas Adelaida, Matilde, Elvira, Filomena y otras; y los santos Alvaro, Pelayo, Heriberto, Gustavo, Federico, Gerardo y otros de la misma escuela.

    En medio de ese cambio tan notable, nombres hay que triunfando de todas las modas han sobrevivido á sus caprichos, y entre los tales figura en primera línea el de María, nombre cosmopolita, que ha estado en boga siempre, y que ha logrado sonar bien á los oidos en todos los siglos, desde el siglo de Moisés por lo menos, hasta hoy dia de la fecha. Pero como en el mundo todo tiene su compensacion, á la eterna moda del nombre de María, puede oponerse la falta de ella de otros nombres. Varios podríamos citar recorriendo el martirologio; mas queremos concretarnos al santo del dia, que es el bendito san Simplicio, cuya clientela ha sido siempre sumamente escasa y hoy es nula de todo punto. El nombre de este santo tiene una semi-acepcion tan poco grata, que á esto debe sin duda atribuirse el que no se bautice de Simplicio á ningun niño, ni de Simplicia á niña alguna. Mas á pesar de esto y mientras hay Modestas que no son modestas, Prudencias que no son prudentes, Angustias que no tienen ninguna angustia, Piedades que no son piadosas, Cándidos que no son candidos, Prósperos sin prosperidades, Fortunatos sin fortuna, hay muchos simplicios que no se llaman Simplicios. Ellos podrán no volver la cara si oyen pronunciar este nombre, podrán no admitir la felicitacion de dias en el de hoy; pero á nosotros nos consta que los hay, y en crecido número, y les damos los dias muy cordialmente; y si en cambio de esto, alguno de los tales se amosca y nos llama simplicios á nosotros, no nos incomodaremos por ello, pues son tantos los Simplicios que no se figuran serlo, que bien podría ser que entráramos nosotros en el número.

  • Jueves Lardero, 1848

    Los tres jueves.

    Estos tres dias son movibles, como cualquiera puede echar de ver; por esto no llevan fecha. Aunque era escusado decirlo, sin embargo no hacemos mas que imitar á los escritores que al empezar no se olvidan de advertir que empiezan diciendo. Pero si no llevan fecha les sobra nombre.

    No puede menos de suceder que al domingo de Carnestolendas antecedan tres jueves: el primero, se llama de compadres; el segundo, de comadres; el tercero, jueves gordo ó lardero. Antiguamente los que habian sacado de pila algun recien nacido durante el año anterior, acostumbraban regalar á las que habían sido compañeras en el compadrazgo; por esto se llamaba de compares: en el segundo se trocaban los papeles, y por esto se llamaba de comares. En el dia esta costumbre ha desaparecido, aunque han quedado com-padres y co-madres, asi como hay con-discípulos y co-legas, co-adjutores etc., etc. La razon del sobrenombre de gordo ó lardero que se da al último jueves del carnaval, parece sencilla aunque no pase de conjeturable: si los tres últimos dias del carnaval son de carnes-tollendas, necesariamente debe precederles un dia de gordura. Este es un jueves en el cual todo buen barcelonés ha de comer cassola, (guisado sustancioso compuesto de las estremidades del cerdo, y cubierto de una costra de huevo etc., etc.) y para postre las cocas enllardadas, especie de hojaldre que confecciona con notable celebridad la panadería de S. Jaime.

    El jueves de comadres y el gordo concluyen con baile en el salon de la lonja. Si quieres saber, curioso lector, si ambos a dos estan concurridos, gasta tus realejos y ve á examinarlo por tí mismo, que no queremos se nos tache de indiscretos previniendo tu concepto.

    A las costumbres pringosas del jueves lardero va adjunta otra por demás filantrópica. Durante la semana en que va incluso este dia, recorre las calles de la ciudad una comitiva compuesta del alcaide ó algun empleado en las cárceles, tres ó cuatro niñas ataviadas muy regularmente, y un alguacil, ministril ó lo que sea, cuyo trage semi-serio consiste en una bata de grana, una golilla y un sombrero de cura. La música que acompaña á la comitiva está reducida á un tamboril, una flautilla y una gaita. El objeto de la comitiva es escitar la filantropía de estos habitantes para que den limosnas con que poder suministrar una sustanciosa sopa á los presos durante los tres dias de carnestolendas. ¡Lo que es el mundo! El dolor está junto al placer, el llanto junto á la risa, lo malo junto á lo bueno, lo hermoso junto á lo feo, la miseria junto á la opulencia, y hé aqui lo filantrópico codeándose con lo gastronómico; pues por mas que se diga, algun punto de contacto debe de tener la sopa que pueda darse á los presos con la gastronomía.

  • Los tres dias de carnestolendas, 1848

    El carnaval da las últimas boqueadas: es preciso pues echar el resto á las zambras y algazaras que se mueven en la época de su dominacion. Un domingo, un lunes y un martes son los destinados para cerrar el carnaval y enmascararse, bailar y solazarse hasta mas no poder, y trasnochar mas de lo que conviene á la salud del cuerpo y á la del alma. Y de tal modo se trasnocha, que se viene á formar de los tres dias uno. Por otra parte bien puede aventurarse esta proposicion, supuesto que ni mas ni menos se hace en el primero que en el último: por esto no estrañará el lector, que amalgamándolos aqui, hablemos de las costumbres comunes á los tres.

    Por la mañana de estos dias salen los elegantes al paseo de la muralla del mar. Llaman en él la atencion algunos niños y niñas disfrazados con mas ó menos gusto y con mas ó menos riqueza. Las mamás van muy huecas llevando por delante á sus hijos, que á puro vestirlos y desnudarlos y enviarlos á casa de la abuela, ó del padrino, ó del pariente, ó de la amiga, logran que las pobres criaturas se resfrien, y por lo menos, que engreidos con los aplausos que les han prodigado, no quieran desnudarse al llegar á casa, y lloren, y pateen, y rabien y tengan que sufrir mas de cuatro sofiones. ¡Pobrecillos! os disfrazan ahora por diversion! dejad correr el tiempo y quizás os disfrazaréis por necesidad y lloraréis si llegan á arrancaros la mascarilla.

    Bajemos de punto el catalejo, destemplemos la pluma, saquemos de tono nuestro cantar y ocupémonos durante estas tres tardes, de la rua y de las máscaras, que en medio de un numeroso gentío pululan por la Rambla. Todos los carruages de la ciudad acuden á porfía á dar las vueltas de costumbre en este paseo. En otros tiempos abundaban los coches de los particulares en los que sus familias iban á lucir sus trages: en el dia puede decirse que las tartanas tienen mayoría, y los ómnibus y medias fortunas de alquiler son los únicos carruages que interrumpen la monotonía de esos muebles que Dios cohonda, y que no se llaman carros por un tris. Y no es poco si en medio de la línea de carruages no se cuela algun carro de los mas sucios de la limpieza, montado por una docena de hombres, mal perjeñado el uno en trage de muger, mal dispuesto el otro en trage varonil, y mas indecente y asqueroso aquel que levanta la bota con ademanes repugnantes al mas cínico observador. Entre el barullo de las gentes que pasean, llaman la atencion si nó por la riqueza del trage, por la satisfaccion y pretensiones con que lo visten, varios chicuelos y aun hombres vestidos ridicula y las mas de las veces asquerosamente. Las prendas que estan mas en boga entre los que gastan este humor son los felpudos, los sombreros mugrientos, los fraques y chalecos rotos y remendados, y las escobas. El rostro embadurnado de almazarron ó tizne, es de rúbrica. Unos calzoncillos, una camisa por encima ajustada al cuerpo con un ceñidor de los que usan los labriegos, una toalla cruzada sobre el pecho, un pañuelo rollado en la cabeza, unos bigotes pintados con corcho chamuscado y una caña con dos ó tres naranjas enristradas, hé aqui el trage de moro mas decente, y que por tan usado ya no llama la atencion del público. Nunca falta algun tonto que en trage ridiculo y mugriento lleva colgado de una caña un higo seco, y lo agita sobre la cabeza de un enjambre de chiquillos que intentan coger la fruta con los dientes. Todas estas máscaras suelen llevar en pos de sí una multitud de pilludos cantando con monótona cantinela esta copla:

    A setse, á setse,
    A setse l’ vi.
    Lo pobre Carnestolles
    S’acaba de morí;
    Si, sí:

    copla y costumbre que no hace muchos años introdujo un remendon que vivía en los Encantes, con mas buen humor que cuartos, y mas cuartos que estro, y mas estro que inventiva para idear un trage, pues el disfraz del pobre poeta no pasó de un casacon mugriento, un simulacro de sombrero y el mango de una escoba por baston.

    La civilizacion rechaza tamaños desacuerdos, y un pueblo culto debiera desterrar lo que ofende la decencia y el bien parecer. No queremos decir con esto que las autoridades prohiban semejantes costumbres en las cuales hallan solaz ciertas gentes, nó, antes al contrario, tenemos por aventurado todo ataque hecho frente á frente á cualesquiera costumbres por malas que sean; pero creemos sí que debe dirigirselas oportunamente. La autoridad tiene medios de que echar mano para escitar la aversion del público hacia esas escenas repugnantes, la emulacion de los mismos á quienes tanto divierten esos gestos y banquetes asquerosos, á fin de que dejando tales usos se hagan dignos de la sociedad que los acoge, divirtiéndose sin ofender el pudor de la doncella, ni la vista del inocente, ni la conciencia del hombre morigerado.

    En estos tres dias los teatros dan funciones por la tarde y por la noche, y hay bailes públicos en la Patacada y en la lonja. Pocos años antes de la época en que trazamos estas líneas, los bailes del domingo duraban en la Patacada hasta la aurora del dia siguiente, en la lonja hasta la una de la madrugada: los del lunes duraban en la Patacada hasta media noche, y en la Lonja hasta el amanecer del día siguiente: los del martes no pasaban de las once de la noche. En la actualidad todo está cambiado y se altera frecuentemente segun las circunstancias. Hemos alcanzado una época en que nada hay fijo ni estable, y en que es tan vario el número de acontecimientos, y estos se suceden los unos á los otros con tal proximidad, que ni lugar dejan para que podamos acostumbrarnos á alguna cosa. Estos mismos bailes de la lonja y Patacada, que en otros tiempos hicieron la delicia del pueblo barcelonés, estan en su período decadente. Se ha querido dar á los de la lonja nuevo brillo, un nuevo atractivo, pero en vano. Se trasladarán si se quiere de local; llamarán en verdad la atencion, mas por poco tiempo, porque la época de los disfraces ha pasado ya, porque se conocen ya todas las tretas, y no hay necesidad de la mascarilla para decir las verdades á un prójimo. Las máscaras han muerto á manos del descaro y de la impudencia.

    El carnaval toca á su fin, y á esto alude el pueblo con el aparato semifúnebre con que recorre las calles de la ciudad durante la noche del martes. La figura de un Judas (Carnestoltes) es llevada en andas, precedida de un sinnúmero de jóvenes artesanos llevando luces, y cantando responsos al compás de destempladas guitarras y panderetas. El pueblo se entrega al júbilo y al placer, y alborota y grita; mas á pesar de las licencias que se permite y que dejamos apuntadas, rara vez da lugar á la mediacion de la autoridad para prevenir un lance ó para castigar un crimen. Los elementos de cultura existen en este pueblo; la oportuna direccion es la que ha faltado muchas veces. El martes va á pasar al período de lo que fue. Se adelanta la media noche y las campanas de las parroquias anuncian la cuaresma: sin embargo Barcelona se halla todavía entregada al bullicio del carnaval. Dejadla gozar, su hora se acerca, y enervadas entonces sus fuerzas volverá á la razon y á la calma.

  • Años atrás, la fiesta de Tomás de Aquino

    Las mudanzas políticas que tarde ó temprano alcanzan á todo, tambien le han llegado al santo de este dia, dia que en tiempos pasados celebraban los estudiantes con no poca fiesta. Las aulas estaban cerradas y habia procesion de escolares en honor del santo, que fue grande escolar y gran maestro. Hoy eso ha caido en desuso, y solo nos acordamos del santo los que éramos estudiantes veinte y cinco años atrás, y con nosotros se acuerdan los Tomases, á quienes deseamos un dia muy cargado de venturas.

  • Miércoles de ceniza, 1848

    Hé aqui un dia que no es lo que representa, pues debiendo serlo de compuncion y de arrepentimiento, lo es en Barcelona y en otros muchos puntos, de solaz y de alegría mundana por demas y bulliciosa. De derecho da el carnaval el último suspiro en los bailes de la noche anterior, pero de hecho vive durante todo este dia; y cual la lámpara que antes de quedar estinguida arroja un momento de luz mas viva, el carnaval cuya existencia es en rigor de unos tres meses, hace durar su última boqueada un dia entero, y da en él tantas señales de vida que no parece sino muy distante de morirse.

    Cansadas las gentes de reprimir esa caliente y pesada atmósfera de los bailes, salen al campo el miércoles de ceniza á llenarse de aire libre y divertirse á rienda suelta, con achaque de enterrar á Carnestoltes; pero salen en tanta abundancia que la ciudad se queda desierta. Á mediodía casi todas las tiendas estan cerradas, transita por las calles poquísima gente, y la poblacion derramada por el campo deja á Barcelona en un silencio lúgubre y casi espantable. La llanura inmediata se cubre de gentes de todas clases, no hay casa de campo á donde no acudan sus dueños y los amigos á dar sepultura á una comilona, y el sinnúmero de familias que no bastan á albergar las casas buscan el quitasol de un árbol, el recodo de un torrente, ó la hondonada de un campo desigual, para improvisar un ajuar menos cómodo que el de casa, pero cuya novedad lo recomienda. Un puñado de yerba ó paja, y cuatro sarmientos ó varitas de árbol seco suplen el carbon y hacen veces de parrillas para asar…..lo que cada uno quiere ó tiene; y la cazuela que vino de casa es segun la conciencia individual el recipiente del pollo con arroz, del bacalao con idem, ó de las tripas de vaca, que cocidas al aire libre y con una viva llamarada, diz que tienen un sabor distinto y mas apetitoso. Á las 12, ó antes de ellas, el padre, la madre, los chiquillos y el perrito, puestos en torno de la servilleta, dan uno y otro ataque á la comida, sazonándola con el vino, que por no pagar derechos es mejor, y con los chistes y las ocurrencias que nunca faltan cuando el corazon está satisfecho. Á la comida sigue el baile, animado por la voz de un amigo, ó por la guitarra de otro, ó por las castañuelas de muchos; mézclanse los grupos, bailan todos á la vez, remojando el gaznate de tiempo en tiempo y mirando con dolor la prisa con que el dia huye, y se acerca la hora de poblar otra vez la ciudad abandonada.

    En tiempos normales pasan siempre de cien mil las personas que en tal dia salen al campo, y es muy grande el número de carruages que suben y bajan por el paseo de Gracia llevando y trayendo gentes. Todas ellas al caer el dia van llegando á la ciudad, nó sin aprovechar los últimos momentos en el baile y las bromas. Entran por las puertas despacio y sin atropellarse poco ni mucho, y se derraman por calles y callejones, y métese en su casa cada quisque hambriento de descanso y de sueño. Acaso alguna comitiva hace sonar la música hasta su barrio, pero ese ruido se va desvaneciendo, y se pierde á las nueve de la noche en que la mayoría de la poblacion está sepultada en profundo sueño. Y en medio de ese gentío y de ese bullicio no ha habido una herida, ni una riña, ni se ve el triste espectáculo de un borracho. En esta parte Barcelona es un pueblo modelo, y modelo que tiene pocos imitadores en España, y menos fuera de ella.

    ¿En dónde está pues la ceniza? Bien puede cualquiera preguntarlo al ver tanta algazara en un dia de recogimiento y de tristeza. De ambas cosas fue la ceniza símbolo en todos los paises del mundo. Muchos pueblos usaron el polvorearse con ella la cabeza en señal de dolor y de arrepentimiento. Con lejía hecha con las cenizas de una ternera sacrificada en el dia de la grande espiacion se purificaban los judíos, y en la iglesia primitiva se comenzaba la penitencia poniendo el obispo un poco de ceniza en la frente del pecador. Esta práctica mandada observar por la Iglesia no se ha interrumpido jamás, y en este dia mientras la mayor parte de los habitantes comen, bailan y cantan por los campos, no faltan devotos que acuden á las iglesias á recibir la ceniza, y á oir aquellas palabras que tan bien esplican la miseria nuestra : Acuérdate hombre de que eres polvo, y polvo te has de volver. Ay! es harto cierto: acudid á la tumba de los que llenaron el mundo con la fama de sus delitos, de sus obras, de sus triunfos, de su saber, de sus virtudes; removed todo lo que hay en esa tumba, y hallaréis polvo y no mas que polvo. Los que hace tres años bailaron y comieron bajo ese árbol hoy son polvo, y polvo seréis vosotros los que hoy bailais y comeis bajo ese árbol mismo. Polvo es quien lo plantó, y el hombre que lo arrancará convertiráse en polvo. Polvo serémos todos: y estas mismas palabras las leerán impresas los hombres cuando serán polvo la mano del que las escribe y la cabeza del que las ha pensado. Acuérdate, hombre, de que eres polvo y dentro de breve espacio te convertirás en polvo.

    La congregacion de Ntra. Sra. de la Buena muerte celebra hoy una funcion espiatoria, y en tiempos normales va en procesion desde la iglesia de Sta. Clara á visitar á la Virgen de la Soledad en la iglesia de Nuestra Señora de la Merced, y vuelve á Sta. Clara.

    Tambien celebra sus ejercicios espirituales la congregacion de señoras de la Buena muerte. Dios nos la conceda tal á todos, y despues de ella la paz que no hemos conocido en el mundo.

  • Cuaresma, 1848

    Tuvo en otro tiempo la cuaresma una fisonomía particular que bastaba á distinguirla del resto del año. A las locuras del carnaval sucedia el arrepentimiento, y este daba á todos un aire de compuncion muy análogo á la falta de diversiones públicas, y á la abundancia de ejercicios espirituales con que los hombres se preparaban para ajustar sus cuentas con Dios en el tribunal de la penitencia. Cerrados los teatros desde el miércoles de ceniza inclusive, pasábase la primera parte de la velada en alguna funcion de iglesia, y la restante en tal cual tertulia de familia, donde se divertian los jóvenes con los inocentes juegos de prendas ó con el de la lotería, cuyas puestas eran siempre de pocos maravedises. Dando acaso alguna mayor latitud á esos esparcimientos, reuníanse varios jóvenes, y convidando á las familias amigas daban una funcion de sombras chinescas ó de títeres llamados ninos, y á lo sumo, permitian las madres que en la velada de san José despues de los ninos se bailarán un par de contradanzas, sin mas música que el piano tocado bien ó mal por una de las señoritas contertulias. Desde mitad de la cuaresma gran parte de la poblacion comenzaba á entender en los preparativos para las procesiones de la semana santa, mas en toda la cuaresma no se hablaba una palabra de teatros, salvo sea el miércoles de la semana dicha en que se leían en los diarios y en las esquinas las listas de las compañías teatrales ajustadas para el próximo año cómico que comenzaba en el domingo de Pascua. En algunos años representábase en leatrillos secundarios y de aficionados el drama sacro titulado la Pasion de N. S. Jesucristo, espectáculo á que pocos acudían para divertirse, y muchos con un objeto piadoso cual á semejante representacion corresponde.

    Mas adelante continuaron los coliseos cerrados para los espectáculos estrictamente teatrales, pero se abrieron para los titereros, saltimbancos y jugadores de manos, lo cual era un término medio entre lo anterior y lo que vino luego. En efecto, pocos años habian pasado cuando el teatro desconoció la cuaresma, pues durante ella se representaron las mismas funciones que en el resto del año, sin mas escepcion que el miércoles de ceniza, los viernes y las semanas de pasion y santa. Tal es el estado en que se hallan hoy dia las costumbres, y no parece que lleven traza de mudarse para volver á la rígida observancia del período de penitencia. El público, por un sentimiento que él mismo no advierte, protesta de continuo contra los actuales usos, pues la concurrencia á los teatros es mucho mas escasa durante la cuaresma que un mes antes y un mes despues de ella; pero á despecho de esta protesta, la costumbre sigue, y es probable que los jóvenes que ya la encuentran establecida contribuyan á arraigarla. Antiguamente el baile público del martes de carnestolendas era el último, y terminaba á las 11 de la noche; hoy dura hasta la madrugada del miércoles, hay baile público en la noche del primer domingo de cuaresma, y algunas veces lo ha habido en el dia de S José. Todo esto ha hecho que la cuaresma pierda su fisonomía particular, pareciéndose por consiguiente á cualquiera otra época del año.

    En medio de esta variacion de las costumbres, consérvense intactas las prácticas religiosas, y el hombre devoto que quiere hacer de la cuaresma un tiempo de recogimiento y de compuncion, halla ocasiones en que entregarse á los ejercicios de piedad, que le disponen para recibir dignamente antes de la pascua el pan de la eucaristía. Crecido es el número de ejercicios espirituales á que son invitados los líeles durante la cuaresma, y tenemos por de todo punto imposible dar noticia entera de ellos, mucho mas cuando no todos los años son los mismos, y los hay que no tienen día fijo en la semana. Indicarémos aquellos que no estan sujetos á variacion, y para los demás remitimos al lector al Diario de avisos, que en el mismo dia ó con uno de anticipacion anuncia todas las funciones devotas.

    En todos los lunes de cuaresma, menos en el de quinquagésima, la congregacion de la Buena muerte celebra ejercicios, que consisten en lectura espiritual, varias preces, las letanías, oracion mental, pláticas devotas, sermon, otras preces, y algunos dias hay flagelacion.

    En todos los martes de cuaresma la Pia union de devotos de la imágen de Jesus crucificado dedica ejercicios espirituales en la iglesia de Ntra. Sra. de la Esperanza, en honra y gloria del Redentor. Se comienza la funcion á las 6 de la tarde. En los mismos dias se celebran en la parroquia de S. José ejercicios espirituales consagrar dos al Redentor en el paso del Ecce-homo. Se comienza á las 6 de la tarde. La congregacion de la Pasion celebra tambien ejercicios espirituales en los mismos dias y hora en la iglesia de Sta. Ana.

    En los jueves de cuaresma la congregacion del Santo Cristo de la agonía consagra ejercicios espirituales á Jesus crucificado. La funcion comienza á las 6 de la tarde.

    En todos los viernes de cuaresma hay funciones devotas en las iglesias del arcángel S. Miguel, de los santos Justo y Pastor, de S. Francisco de Paula y de la congregacion de Ntra. Sra. de los Dolores.

    En todos los domingos de cuaresma hay sermon en la Catedral durante la misa mayor.

    En todos los dias de la cuaresma escepto los festivos, y poco antes de las doce, discurren por las calles de la ciudad los monaguillos de las parroquias llamando con una campanilla á los feligreses, para que vayan á la iglesia en donde se enseña la doctrina cristiana. Como símbolo del objeto de la llamada, llevan en la mano una caña, quizás porque el cura instructor la usa para señalar los alumnos á quienes dirige las preguntas.

    Las procesiones de la semana santa que alcanzaron en Barcelona celebridad muy grande, fueron interrumpidas por varias causas en años pasados; restableciéronse en 1844, y siguen haciéndose y mejorando visiblemente. El lector hallará alguna cosa de ellas en el artículo del domingo de Ramos.

    No se ha perdido la costumbre de representar la pasion de N. S. Jesucristo, pues es raro que en este ó en aquel teatro de segundo orden no se ejecute, y por lo regular, con numerosa concurrencia de espectadores. La reinante costumbre de estar los teatros abiertos durante la cuaresma no ha hecho absolutamente desaparecer la antigua de sombras y ninos, los cuales si bien han degenerado, todavía son objeto de divertimiento para no pocas familias. Los ninos mas que las sombras han sabido sostenerse, y aun han tomado carácter mas alto, dando entrada al canto, y encargándose de representaciones de mas empeño que las que antes formaban su monótono repertorio.

    Como podria suceder que algunos de nuestros lectores no tuviese una idea clara de los ninos, funcion que entre las caseras es durante la cuaresma la que mas tenazmente lucha contra las innovaciones, oportuno nos parece alargar un poco este artículo, dando de este particular espectáculo una sucinta idea. Que del tiempo de Cervantes eran conocidos en España los ninos (que tanto vale como títeres ) no admite duda, pues en una venta dió maese Pedro una funcion de ellos delante de D. Quijote, funcion de la cual, por mas señas, salieron los muñecos descalabrados, y muy sangrada la bolsa del escudero Panza. Desde esta remota época han tenido altos y bajos, crecientes y menguantes, y pasando por todos esos períodos, y acaso por alguno de absoluto olvido, han llegado á nuestros tiempos, y hasta á avecindarse en Barcelona y escriturarse para la cuaresma, pues en el resto del año nada se sabe de ellos. Los ninos refugiados en chiribitiles ó espuestos acaso al público en la puerta de un hostal han tomado humos, adquirido importancia y establecídose en primeros pisos, ejecutando en estos sus representaciones en teatros cuya organizacion es un fac-simile de los teatros públicos. Hace las veces de empresa una sociedad de jóvenes que costean los gastos, hay sus correspondientes director de escena, maquinista, pintores, orquesta, y finalmente todo lo anejo á un teatro, sin faltar una mínima. En la parte material el teatrillo es una miniatura de los teatros: el palco escénico tiene unos siete palmos de ancho, y la elevacion correspondiente, el telon de boca por lo comun es copia del de algun teatro de la ciudad, y casi sucede otro tanto con las decoraciones, trages, muebles y demas aparato escénico. Los niños actores de estos teatros, son unos muñecos de un palmo de altos, fijos en dos reglas de madera que descansan sobre un grueso trozo de la misma materia provisto de ruedas, cuyo movimiento impulsa las reglas, á cada una de las cuales corresponde el pie del títere, que por este mecanismo anda y gesticula segun por debajo estiran, aflojan ó inclinan hácia esta ó la otra direccion los alambres que en los pies y manos tiene clavados. Hablan por ellos mozos imberbes que estan ocultos á la vista de los concurrentes, de modo que un papel está representado á un tiempo por dos actores, de carne y hueso el uno é inanimado el otro 5 lo cual viene á parodiar las representaciones teatrales de la antigua Roma, Para suplir la falta de actrices, harto frecuente, se encargan los papeles de muger á una muchacha de pocos años ó á un barbilindo de voz mugeril: la de unos y otros estensa y fuerte cual la de una persona, forma desagradable contraste con la figura de los títeres; y sin embargo el titerismo no ha sabido por ahora hallar remedio á inverosimilitud de tanto bulto.

    En estos teatros se representa todo, se canta y se baila. Desde la produccion mas sublime del genio hasta el sainete mas ridículo y chocarrero, desde el aria de mas empeño y travesura hasta la pieza mas sencilla, vulgar y monótona, todo tiene cabida en esa escena. En ella se perdonan aina los defectos y la osadía de presentar en local tan diminuto obras colosales, en gracia del donaire de los menudos actores. Por imperdonable renuncio se tendría que siendo tales teatros una exacta copia de los de veras, se echase de menos en ellos cosa alguna de las que se ven en estos: en los reputados como de primer órden se representa, si nó una funcion completa de grande espectáculo, una comedia con intermedio de canto y un sainete bilingüe zurcido por algun jóven de la sociedad ninera que de poeta se jacta.

    El baile es la parte menos variada de los espectáculos que ofrece la escena titerera, en atencion á ser imposible que cuerpecitos sin alma y tiesos como un huso se dobleguen á las actitudes y á los pasos que solo es dable tomar y hacer á un cuerpo viviente. Penetrados de esto los ninistas se concretan á los saltos en la maroma.

    La concurrencia en estos teatros se compone de las familias de los socios, y de los amigos de estos: la sala es por lo comun mas reducida de lo que conviene al número de los espectadores; y á fin de que quepan mas de los que cómodamente podrían, se colocan bancos arrimados unos á otros, ó sillas atadas entre si para que no se pierda una pulgada de terreno. Una araña colgada del centro del techo, y mas de una si lo exige la importancia del teatro, iluminan la sala en que estan las personas apretadas como sardinas en barril, cosa molesta para unos, y muy sabrosa para los mozalbetes, que merced á la estrechez del lugar, estan mas cerca de las rapazuelas á quienes es práctica inconcusa hacer la corte.

    Llegada á su término la cuaresma, los teatros de ninos se cierran, y los actores duermen como marmotas, hasta que al estruendo del carnaval del año inmediato, dispiertan alegres, se reunen, renuevan el ajuste y viven y divierten hasta la pascua venidera.

  • Regulación municipal de los establos urbanos de cabras y vacas en Barcelona

    [«edicto del Caballero Corregidor de fecha 11 de marzo último»]

    El crecido número de establecimientos de cabras y vacas que existe en esta capital, la falta de ventilacion que se advierte en las localidades que ocupan las reses, los perniciosos alimentos de que hacen uso, y el ningun aséo en que se mantienen, ha producido cerca de mi autoridad, justas quejas del vecindario, y mereciendo mi particular atencion cuanto sea relativo á la salubridad pública, he resuelto tomar medidas severas, que al paso que mejoren uno de los primeros artículos destinados al abasto del público, hagan desaparecer semejantes focos de infeccion. En este concepto dispongo:

    Artículo 1.º-En el término de 15 dias contados desde la fecha quedarán cerrados todos los establecimientos de vacas y cabras que carezcan de los requisitos necesarios para seguir abiertos y que á continuacion se expresan.

    Art. 2.º-Para que puedan existir los establecimientos de vacas y cabras dentro de la poblacion en el número y punto que mi autoridad estime conveniente, se requiere que los establos estén situados en crujías interiores con luces al patio.

    Cada res vacuna ocupará el espacio de 80 palmos cuadrados y 30 cada cabra, á cuyo tipo se fijará el número de reses que haya de contener el local.

    El pavimento del establo estará bien empedrado con la inclinacion necesaria á un punto de concurrencia de las aguas, en el cual habrá un tillo de absorbedero que cubra el lugar que haya de recibir los líquidos procedentes de la limpieza.

    Los alimentos que se dén á las vacas deberán consistir en forrages de buena calidad, en granos ligeramente triturados de antemano ó en harinas, prefiriéndose las de cebada ó trigo: las aguas que beban serán limpias é inodoras.

    El ganado saldrá todos los dias al campo, cuidando que no vaya suelto á fin de evitar desgracias.

    Art. 3.º-Para la observancia de este bando he nombrado un señor concejal como inspector comisario, quien en union del inspector del ramo de carnes y teniendo á sus órdenes los dependientes de la Municipalidad vigilen constantemente sobre el exacto cumplimiento de las anteriores disposiciones.

  • Domingo 1.º de cuaresma, 1848

    Ni los bailes públicos, ni los bailes particulares, ni los bailes de casinos, ni los bailes de tono, ni los bailes de companys, ni los bailes de trages, ni los bailes de los salones que se alquilan para ello, ni las comparsas, ni las locuras de los tres dias de carnestolendas, ni las del miércoles de ceniza, bastan para abitar á los aficionados á la danza, y á las máscaras, y á las travesuras anejas á todo eso, sino que metidos ya en la cuaresma, pugnan por resucitar el carnaval ó por parodiarlo al menos. Tal es el objeto del baile de piñata (pignata) que de tres años á esta parte se da en la noche del primer domingo de cuaresma. En Barcelona esto es una novedad que en el año de gracia de 1848 no cuenta mas fecha que un triennio, y que se nos ha venido acá desde la coronada villa de Madrid. El nombre indica que es estrangero y de tierra italiana. En Madrid es conocido desde muchos años, y solia celebrarse en casas particulares, sin máscara y con fisonomía de tertulia, con la añadidura de colocarse en el suelo ó colgada de un cordon en mitad de la sala una olla (en italiano pignata) que rompia alguno de los concurrentes llevando los ojos tapados. Bota la olla, salian de ella dulces en abundancia, y esto era la parte mas esencial de la diversion. En Barcelona este baile es público, con su correspondiente olla ó bomba de papel llena de dulces, y la coletilla de un reloj de faltriquera y de algun dije mugeril, que uno y otro se rifan entre los concurrentes, con el piadoso objeto de que esto llame mayor número de ellos. Dos años seguidos se ha hecho en el salon de la lonja; en el año 1848 se ha dado en el teatro del Liceo, y es creíble que la costumbre no se pierda, y que toda la variacion que pueda haber en ella sea la del local en que se celebre.

  • Empieza la primavera

    En Barcelona como en otras partes comienza hoy la primavera, que en honor de la verdad no suele ser aqui la estacion mas hermosa del año. Cierto que ya los árboles comienzan á echar hoja, y que la linda y olorosa violeta alfombra los jardines y ribazos, y que le hacen cortejo otras flores; pero acostumbran á reinar vientos incómodos, y el estado de la atmósfera cambia con harta frecuencia. Verifícase en nuestra ciudad aquel dicho de que, marzo ventoso y abril lluvioso traen á mayo florido y hermoso, pues efectivamente lo es en Barcelona el mes de mayo.

    Hoy en las iglesias de Ntra. Sra. de la Enseñanza y de Sta. Clara hay funcion en honor de san Benito.

  • Vispera de la fiesta de san José Oriol

    En obsequio del beato José Oriol, cuyo fiesta se celebra mañana en la parroquia de Ntra. Sra. del Pino, se cantan en la misma iglesia solemnes maitines á las 4 y media de la tarde de hoy.

  • Fiesta de San José Oriol, nativo de Barcelona

    En la iglesia parroquial de Ntra. Sra. de los Reyes vulgarmente llamada del Pino se celebra la fiesta del beato José Oriol, con oficio solemne cantado por la música de la capilla, panegírico, rosario y gozos.

    El haber sido el B. José Oriol natural de la presente ciudad, el haber vivido en época cercana á la nuestra puesto que murío en 1702, y el haber sido beneficiado de dicha parroquia, hace que el culto que se le tributa sea de los mas solemnes, y que el número de sus devotos no sea en esta ciudad y pueblos inmediatos nada escaso. De la época de nuestros abuelos data el decreto de aprobacion en grado heroico de las virtudes del B. Oriol, de la época de nuestros padres datan las fiestas que se celebraron en Barcelona con motivo de su beatificacion, y recordamos haber oido en nuestros primeros años mentar y encarecer sobre manera la magnificencia y júbilo que reinaron en las festas del Bayato, celebradas en julio de 1803.

    Los vecinos de la calle de Cuch suelen costear en el dia de hoy y en la capilla de Ntra. Sra. del Pilar que está en aquella calle, una fiesta en honor del B. Oriol que nació en ella.

    En la parroquia del Pino ademas de la fiesta del dia de hoy se celebra un novenario en honor del mismo beato.

  • Fiesta de la Anunciación de la Virgen

    En la Iglesia de Ntra. Sra. de los Dolores la cofradía de la misma celebra hoy la fiesta de la Anunciacion de la Vírgen, y en otras iglesias la hay tambien con el mismo motivo.

  • Víspera de la fiesta de san Francisco de Paula

    En la iglesia parroquial de san Francisco de Paula se cantan esta tarde solemnes completas, como preludio de la fiesta de mañana.

  • El ayuntamiento asiste a la fiesta de San Francisco de Paula

    En la iglesia de san Francisco de Paula se celebran hoy solemnes cultos á su santo titular, que es venerado tambien como uno de las patronos de Barcelona. El Escmo. Ayuntamiento asiste á la funcion por voto hecho en 15 de marzo de 1651, con motivo de la peste que en aquella época afligia á esta ciudad.

  • Fiesta de san Vicente Ferrer

    No solo á causa de su piedad y de sus apostólicas virtudes, sino por su profundo saber, por su irresistible elocuencia y por sus tareas políticas, merece san Vicente Ferrer colocarse entre los hombres de cuenta que ha tenido España. Desde muy niño hizo grandes adelantos en la virtud y en las letras. Despues de cursar humanidades en Valencia su patria, dedicóse á estudios mas serios en Barcelona, y entrando luego en la órden de dominicos, se dió á la predicacion con un fervor estraordinario y que produjo ópimos frutos. Recorrió gran parte de Europa estirpando vicios y heregías, sin mas armas que su uncion y su elocuencia; fue invitado á que pasara á sus cortes por diferentes monarcas, hasta por el rey moro de Granada; siguió á la corte de Francia y despues á la pontificia á Benedicto XIII, volvió á Barcelona en 1409, consoló las amarguras de esta ciudad nacidas del hambre que atormentaba á sus moradores, y tuvo consuelo de que Dios oyera sus preces, y Barcelona se viese libre de plaga tan funesta. La nombradía de Vicente Ferrer era europea; y si las virtudes y predicaciones se la habian granjeado muy grande en el concept to apóstol, se la adquirieron brillante como hombre de Estado sus atinados esfuerzos para acabar la desatrosa guerra comenzada ya en el reino de Aragon con motivo de la muerte de D. Martin el humano. Las tres provincias que componian ese reino estaban en armas para sostener á este ó al otro de los siete pretendientes á la corona, y entonces fue cuando los catalanes antes que los otros, dieron aquel grande ejemplo de sensatez y de amor patrio que por desgracia no ha tenido imitadores. Ellos promovieron la formacion del parlamento de Caspe en que representadas por comisionados las tres provincias, determinaron que todo el reino depusiese las armas, y que aquella asamblea decidiera cuál de los pretendientes habia de sentarse en el vacante trono. Vicente Ferrer cooperó de un modo eficaz á la reunion del parlamento, fue uno de sus diputados por Valencia, y á su saber, á su elocuencia y á su grande y merecida fama se debió en gran parte la acertada eleccion de rey que el parlamento hizo á favor del infante de Castilla D. Fernando el de Antequera, que mereció ser apellidado el justo.

    Acaso este artículo no esté de lleno enclavado en el objeto que tiene nuestro añalejo; mas siendo hoy el cia de san Vicente Ferrer, y tratándose de un suceso tan admirable como el parlamento de Caspe, no hemos sabido prescindir de bosquejarlo. Es un ejemplo que bien merecía haber sido imitado en ocasiones análogas; es desconocido de muchas gentes; nunca se la ha dado la importancia que tiene, y además en Barcelona tuvo principio ese grande negocio que evitó el derramamiento de mucha sangre, calamidades sin cuento, y consecuencias que no pueden hoy apreciarse, y que además colocó en el trono de Aragon á un gran monarca.