Etiqueta: ayuntamiento de Barcelona

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//// Barcelone : L’Hôtel de Ville : / Agence Meurisse 1909
//// Gallica, BNF
//// http://gallica.bnf.fr/ark:/12148/btv1b90185172.item.r=barcelone.f1.langES

  • Cartel prohibiendo el mear contra las paredes de Santa María del Pino; la antigua iglesia de San Miguel, hecha un taller de peletería; la blasfemia; la policia no hace nada; más ordenanzas caca-pis

    Damos las mas espresivas gracias al Sr. Corregidor por la prontitud con que ha atendido las justas reclamaciones del Ancora, pues ayer mañana observamos que á primera hora se limpió por dependientes municipals el asqueroso lodazal que se habia formado en las paredes de la iglesia del Pino, y luego vimos tijarse en las mismas la siguiente prevencion:

    Se prohibe bajo la multa de 20 rs. orinar en este sitio y en todas las paredes del templo.

    A propósito de templos, se nos ha hecho observar, que en el antiguo templo de S. Miguel, además de haber otro asqueroso meadero público, constantemente se ven cubiertas las paredes de la plaza de pieles curtidas, que parece aquello un matadero.

    Sabemos tambien que se trata de reprimir con mano fuerte otro abuso que denunciamos sobre el escándalo público de palabras obscenas y blasfemias.

    El acreditado celo del Sr. Corregidor ha dispuesto igualmente la recomposicion de las localidades de las Casas consistoriales destinadas á los arrestados, y que se desocupa y limpie el pórtico de las mismas que estaba convertido en un depósito de albañileria y carpinteria.

    Prosiga el Sr. Corregidor en su laudable empresa de arreglar la tan desarreglada ó mas bien abandonada policia urbana de esta capital, con la seguridad de que no solo nos tendrá á su lado para vencer los muchos obstáculos que de seguro tendrá que salvar, sino que ademas nos permitirá hacer todas aquellas indicaciones que sin pretension de ninguna especie, nos permitiremos de vez en cuando someter á su ilustracion.

  • Huelga de artesanos

    A «strike,» on a grand scale, occurs at Barcelona, Spain. The artisans, to the number of fifteen thousand persons, proceed to the Municipality, and demand that the price of provisions shall be reduced, and wages increased.

  • Inauguración del ferrocarril a Granollers, descripción de los trenes, la ruta, y el telégrafo eléctrico

    Junto á la Aduana, entre esta y la ciudadela, en el terreno que ocupaban los antiguos lavaderos del Ayuntamiento, se halla la estacion del Ferro Carril Del Norte, (seccion de Barcelona á Granollers), asi como su grandioso tinglado, que consiste en una ligera armazon de hierro y cubierto de cristales.

    Para hablar de su inauguracion, de los afanes de su empresa, de los trabajos, coste y demás que tiene relacion con la obra, prefiero copiar algunos trozos de un articulo que se publicó en el Diario de Barcelona del 24 de julio de 1854, (dos dias despues de la inauguracion) pues sus datos son tomados, parte de una estensa memoria que fué leida en la junta general de accionistas, suscrita por el señor presidente Don Miguel Clavé y por el señor secretario Don Joaquin Borrell y Vila, y parte estractados de los muchos que contiene la «Guia historica del viajero por el ferro-carril del Norte» curioso trabajo de D. C. C. y M.

    «En 17 de setiembre de 1851 quedó constituida la Sociedad anonima con todas las formalidades que la ley exije y con un capital social de 1.200,000 duros, y desde entonces la Junta de gobierno, ejerciendo libre y desembarazadamente las atenciones que le confieren los Estatutos, abarcó el grave y dificil cúmulo de atenciones inherentes á la construccion de un ferro-carril, consiguiendo la aprobacion de los planos y pasando á ocuparse de la medicion, justiprecio, exámen de titulos y otorgamiento de escrituras de las 207 propiedades particulares que atraviesa la linea.

    «Ocupándose también de los trabajos y obras que debian emprenderse, trataba de contratar con la debida anticipacion el crecido número de 33,105 traveseros de madera de roble de la mejor calidad, cuando, prévios los mas detenidos y satisfactorios informes, acordó la adopcion de los durmientes de hierro inventados en Inglaterra por M. Greaves, que consiste en dos conos de hierro que en su vértice ó parte superior llevan ya formado el suporte ó cojinete del rail; sistema ya acreditado por la esperiencia de satisfactorios ensayos.—Las consideraciones alegadas por la Empresa hicieron que se desestimase la pretension de los propietarios de los barrios de San Pedro acerca del punto que debia colocarse la estacion, permitiendose que esta se estableciese en el terreno que ocupaban los antiguos lavaderos del Ayuntamiento, entre la ciudadela y la Aduana, formándose el tinglado, que dentro breves dias empezará á levantarse, con una ligera armazon de hierro y cubierto de cristales, y pudiéndose abrir las puertas en la misma muralla.

    «Entro las muchas y complicadas dificultades con que tuvo que lucharse, merecen ser enumeradas el desocupo de los terrenos de la Ocata, que servian de almacenes de madera fuera la puerta de Mar; la variacion de cauce de la acequia de Bogatell; los obstáculos que oponian las rieras de Horta y San Andrés y la acequia Condal.—Animada la Junta del deseo de adoptar todo lo que ofreciese mejores condiciones de solidez y utilidad, decidió que los puentes de madera se substituyesen por otros tubulares de hierro, y acordó el que la vía fuese de la dimension de seis piés, contratándose todo el material fijo y movible.

    «Como hemos indicado, el número de espropiaciones asciende á 207, importando las 202 satisfechas, 127,682 duros, 676 milésimos, ascendiendo la cabida total de estos terrenos á 98 y media mojadas de tierra, entre las que van comprendidas las estaciones y talleres.—Los trabajos de esplanacion fueron naturalmente uno de los asuntos que ocuparon con mucho interés la atencion de la Junta.

    «Respecto á las obras de arte, constituyen tan importante ramo de este ferro-carril, las tageas, alcantarillas y sifones.—Los puentes para caminos vecinales, acueductos y viaductos y los de primer orden.—Las obras de encausamiento y defensa.—Las estaciones y los talleres.—Los puentes para caminos vecinales no han sido mas que dos, el de San Martin por debajo de la linea, y el de Montmaló por encima de la misma; y dos tambien del número de puentes-acueductos, que son los de las rieras de Horta y San Andrés.—Los puentes de primer orden son los de Ripollet que es de 11 ojos, recto, y de longitud 440 piés; el de Seca ó Santa Perpétua que es de 3 ojos, oblicuo, y de longitud 120 piés; el de Mollet de un ojo y de 56 piés; al de Parets de 9 ojos, oblicuo, y de 360 piés; y el del Congost ó Granollers de 6 ojos, oblicuo y de 522 piés. Estos puentes son magnificos, de solido, sencillo y elegante aspecto y de una forma desconocida hasta el dia en nuestro pais.—Como obras de encausamienlo y defensa han debido ser de grande importancia y cuantia tas que se han hecho en el Ripollet, el Besos y el Congost, para defender la linea de los embates de las aguas.

    «En cuanto al material fijo vienen comprendidas en esta calificacion los durmientes, cuyo coste total por una linea de veinte millas, con inclusion de las barras de union, planchas, clavijas, cuñas, etc. asciende á 66,347 duros, importando los fletes, seguros y demas gastos 21,133; los rails cuyo número, que asciende á 12,170 que componen una longitud de 79,446 varas ó sean 39,223 varas de via, equivalentes á 58,067 duros con mas 15,242 por razon de gastos; las agujas y cruceros, habiéndose escogido las agujas llamadas de Bames, premiadas en la Esposicion universal; las tablas ó plataformas giratorias, habiendo sido preferiítas las de esqueleto de Dun, formadas todas de madera y capaces para poder girar á un tiempo la locomotora y el tender, quedando todavia puesto sobrante para maniobrar con desahogo, y los traveseros, a paralos premiados tambien por la Esposicion, y que facilitan la composicion y descomposicion de los trenes. Estos últimos objetos puestos en la estacion importaron un capital de 14032 duros.

    «Como á material movible ó de esplotacion se comprenden los coches, los wagones y las locomotivas. Respecto á los coches, para evitar el inconveniente que ofrece el deterioro de las pinturas, se adoptó el que fuese de madera de teck de la India, poniéndose sumo cuidado en hacer resaltar la diferencia entre los de una y otra clase, sin echarse en olvido la comodidad del viajero. Cada carruage de tercera clase puede contener 52 pasajeros, que solo disfrutan de asientos de madera y que tienen á su disposicion uoas mamparas para ponerse á cubierto de la intemperie. Los de segunda clase están divididos en cuatro compartimientos, tienen cristales y ventiladores, asientos y respaldos rellenos y pueden contener 48 pasajeros; los de primera constan de tres separaciones, cada una de las cuales puede contener 8 pasajeros, con asientos y respaldos sumamente comodos que se sustituyen en verano por otros de rejilla. Tienen cristales, ventiladores, cortinas y persianas metálicas.—Todos los coches están provistos de lámparas y todos, sin distincion de clases, estan montados sobre el mismo sistema de muelles.

    «Los wagones han sido construidos en esta capital, á escepcion de los que sirvieron de modelo y los seis de hierro de Papente que tanta aceptacion han obtenido en Inglaterra. Las seis locomotoras fueron construidas por los Sres. Sharp de Manchester y ajustadas en Inglaterra por 59,904 duros.

    «Una estensa linea formada por veinte y cuatro coches de las tres clases indicadas,—y algunos de ellos que son mistos, esto es de 1.ª y 2.ª,— de varios wagones y de dos locomotoras adornadas con flores y con la bandera nacional, se hallaba establecida en la tarde del sábado frente la estacion de esta capital, empavesada tambien con banderas nacionales y estrangeras. Delante de una de las galerias se habia formado un pequeño estrado para las autoridades, levantándose en uno de sus lados el altar para la bendicion. Fueron invitadas para concurrir á este acto las autoridades eclesiásticas, civiles y militares, los individuos del Ayuntamiento y de muchas otras corporaciones y los señores accionistas. La ceremonia de la bendicion la celebró de pontifical y asistido por varios sacerdotes, nuestro distinguido paisano, el Excmo. é Ilmo, señor Obispo de Tarazona, D. D. Gil Esteve, que cuando era obispo electo de Puerto-Rico dió tambien con su respetable presencia mayor realce á la inauguracion del ferro-caril de Mataró. Terminada que fuera dicha ceremonia, y mientras la música del Ayuntamiento colocada en uno de los wagones tocaba himnos patrioticos, los convidados ocuparon los puestos que les estaban reservados y el tren partió velozmente en medio de un entusiasmo general.

    «Eran las tres y media de la tarde, y si bien se dejaba sentir un calor insoportable, un cielo sereno y despejado convidaba á gozar de tos variados paisages que recorre la misma via.

    «Pasado el glácis de la Ciudadela y hasta llegar á la misma estacion de Granollers, el viajero disfruta de pintorescas y amenas perspectivas recorriendo deliciosas enmarcas. Lame la nueva via el llamado Fuerte-Pio, y penetra en el territorio del Clot, poblacion contigua á la carretera de Vich, en la cual se hallan establecidos los vastos talleres del Camino de hierro del Norte. Ocupan estos diferentes cuerpos de edificio de solida construccion, destinados cada uno de ellos para diferentes usos, y si bien es notable su grandiosidad, debe de tenerse en cuenta la grande estension que la linea ocupará cuando esté terminada. En otra espaciosa estension de terreno, vénse ya los aprestos de la gran fundicion de mineral de hierro que vá á establecer en dicho sitio la sociedad de Font, Alexander y compañia; establecimiento que será para el pais un nuevo, manantial de riqueza.—Visita tambien el camino el territorio de San Martin de Provensals, poblacion que unida con la llamada del «Poble nou», contiene mas de 1000 casas diseminadas, con unas 3000 almas, abundante en productos agricolas y en fábricas de varias clases.

    «El tren hace su segunda parada ante un solido puente de piedra que pertenece ya á la demarcacion de Horta. Esta poblacion, que disfruta de buenas y escelentes aguas, tiene dos iglesias: la de S. Ginés, edificio gotico de una sola pieza, y la de S. Juan que consta de tres reducidas naves. Cuenta con hermosas casas de recreo, mereciendo ser citada en primer lugar la conocida por «El laberinto», propiedad del Sr. marqués de Alfarrás, y despues la de Inglada. Existen tambien los restos de un antiguo edificio llamado «el Fontanet» que en otro tiempo sirvió de casa de recreo al archiduque Cárlos de Austria.—La tercera estacion es la de S. Andrés de Palomar. Este pueblo que forma una dilatada calle á ambos lados de la carretera de Vich, tiene una iglesia de antiquisima fundacion, una nueva plaza y casa de Ayuntamiento. Cuéntanse en él mas de 1200 casas, 8 cafés, 2 teatros y algunos salones para baile. Aprovecha para la industria varios caudales de agua, tiene tambien fábricas de vapor, un crecido número de panaderias y 1375 fanegas de tierra de cultivo que producen trigo, cáñamo, maiz, legumbres, patatas, etc.

    «Despues de atravesar las risueñas alamedas del Besós, se saluda á Santa Coloma de Gramanet, pueblo de 600 almas situado á la márgen del rio, y divisanse á lo léjos, sobre elevada colina, las ruinas del célebre castillo de Moncada, arrebatado de los árabes por el Rey D. Jaime de Aragon; donado por dicho monarca á D. Pedro de Moncada. Mil tradiciones recuerdan la fama de este derruido edificio. Moncada, segun Madoz, fué poblada por Fr. Gualter, comendador del Temple, y sus pobladores, en número de 100, vinieron de Calatayud,—La fuente de hierro, cuyas saludables aguas disfrutan de tanía celebridad, fué costeada por el Ilmo. Sr. Obispo de Barcelona D. Gavino de Valladares.—En el dia existe al pié de la fuente un comodo edificio destinado para alojamiento de las personas que acuden á tomar las aguas.—La antiquisima Acequia Condal, de construccion romana, abastece de aguas á Barcelona, regando un vasto territorio. La primera piedra de la misma que hoy surte las fuentes de la capital fué colocada por el Sr. Marqués de Campo Sagrado. La iglesia de Moncada y Reixach es dedicada á Santa Engracia y existe desde 1381. En 1808 tuvo lugar en su demarcacion un reñido combate.

    «Frente la estacion de Moncada, que debe ser considerada como el centro de la linea, tuvo efecto la segunda ceremonia de la bendicion. En todas las estaciones que el tren de honor recorria se incorporaban á la comitiva los curas párrocos y Ayuntamientos de los respectivos pueblos; pero tan solo en Montmaló y Granollers se tocaron las campanas para saludar al prelado y en celebridad de la ceremonia que se estaba efectuando.—La música del Ayuntamiento continuo tocando durante todo el viaje.

    «En la fértil comarca del Vallés, en donde, en 17 de diciembre de 1808, tuvo lugar la desgraciada batalla en la que el general francés Saint-Cyr, al frente de 22.000 hombres, batió á las tropas del valiente español don Miguel de Vives, se encuentra la poblacion de Ripollet, que tiene unas 400 casas y que contiene un puente de hierro tubular de los de primera clase, construido por el ingeniero Mr. Stephenson, y despues los puentes nuevos de la riera Santiga y de la riera de Caldas de Monbuy y éntrase ya en territorio de Granollers.

    «Vénse en seguida las poblaciones de Mollet, de Parets de Montmaló y Palou.—Para atravesar la riera del Congost, se construyó el gran puente tubular de hierro y de obra fundida que es el mayor de la linea.—En Mollet hay iglesia parroquial dedicada á San Vicente, sobre 150 casas y 800 vecinos; en Parets, iglesia bajo, la invocacion de San Estevan, y unas 200 casas; en Montmaló 80 «asas é iglesia, dedicada a la Virgen: el párroco que la sirve es de nombramiento de la Abadesa de San Pedro. En Palou la iglesia de San Julian fué fundada en 1103 y tiene 480 almas de comunion.

    «La villa de Granollers, colocada en terreno quebrado con buena ventilacion y hermosas vistas, y desde cuyas al turas se divisa el curso del Ter, es poblacion agricola y fabril y cuenta mas de GOO casas, muchas de ellas de antigua construccion, distribuidas en seis plazas, siendo muy espaciosa la mayor, en la cual existe el antiguo porcho para la venta de granos, y 17 calles; 770 vecinos y unas 3,400 almas. La iglesia parroquial es gotica, teniendo dos devotas capillas dedicadas á Nuestra Señora de los Dolores y a la Virgen del Rosario.

    «Son notables en este templo algunos cuadros bastante deteriorados, un altar gótico, tambien muy mal conservado, y un púlpito antiquisimo y de delicada labor.

    «Tiene además abiertas para el culto las iglesias del Hospital, y las que fueron de los conventos de Minimos y Capuchinos, y seis pequeñas capillas en las cuales solo se celebra en determinados dias.— Los mercados que tienen lugar en los jueves de cada semana, son unas verdaderas ferias; no obstante, la villa celebra dos grandes ferias anuales, la una el martes de Pascua de Pentecostes y la otra el 29 de agosto. Existen alrededor de la villa los restos de la antigua fortificacion romana.—Es objeto de especial devocion la ermita de Nuestra Señora de Belluda.

    «Cruzan á Granollers varios caminos de rueda y de herradura que conducen á las vecinas poblaciones y obsérvanse aun en su recinto los honrosos vestigios de los incendios y devastaciones que sufriera en la gloriosa época de la guerra de la Independencia.

    «En cuanto se avistó en Granollers la llegada del tren, salió de la iglesia el Rdo. clero parroquial con cruz alta, ganfalones y las banderas de las cofradias, seguido del M. Ayuntamiento, precedido de sus porteros y presidido por el Sr. Juez del distrito. Iban delante de la procesion los gigantes de la villa, y los balcones de las calles del tránsito se hallaban adornados con damascos.—En la galeria de la estacion, que es muy estensa, y que se encuentra aun sin terminar, habia tambien el altar para la última ceremonia de la bendicion. Las músicas dela villa saludaron el arribo del tren.

    «Despues de la bendicion el acompañamiento pasó á la iglesia, en donde se entonó el «Te Deum» en accion de gracias, cantado por la capilla de música, y terminado que fuera el himno religioso, S. E. I. dió la bendicion al pueblo.

    «De vuelta á ta estacion se sirvieron á los concurrentes, helados, dulces y bebidas, preparados por el café de las Siete Puertas de Barcelona, hallándose dispuesto en una de las salas de la estacion, con el esmero con que sabe hacerlo el Sr. Cuyás, dueño de aquel acreditado establecimiento un sencillo pero escogido ramillete destinado para obsequiar á S. E. I. á las autoridades de Granollers, y á algunas otras personas. Cerca de las siete y media de la tarde las locomotivas dieron la señal de marcha. El viaje de regreso se hizo con el mismo orden que el de partida. A las nueve atravesaba el tren las nuevas puertas construidas en la estacion de Barcelona.

    «Una de las causas que retardara la celeridad del viaje, aparte del natural entorpecimiento que debia motivar la subida y bajada de los Ayuntamientos de los diferentes pueblos del tránsito, fué, porque no hallándose aun terminado el deposito de aguas de la estacion principal, las locomotoras debieron hacer acopio de dicho liquido al pasar el tren por debajo de la riera de Horta.—Creemos que fueron un número de unas quinientas personas las que viajaron en dicho tren, sentadas espaciosamente en los veinte y cuatro coches que arrastraban las dos locomotoras.—Las otras máquinas estaban dispuestas en diferentes puntos para cualesquier caso imprevisto en que se hubiese tenido necesidad de utilizar sus servicios.

    «En toda el ala izquierda del ferro-carril se hallan levantados los palos que sostienen el alambre conductor del telégrafo eléctrico, habiendo diferentes baterias establecidas en las estaciones. Los coches en que vá el conductor tienen tambien, su bateria, y por medio de un mecanismo, tan fácil como sencillo, pueden ponerse en rápida é instantánea comunicacion con las Administraciones principales, desde cualquier punto de la linea, en los muchos incidentes que puedan ocurrir.—Anteayer se dirigieron varias preguntas á la estacion de Barcelona desde la de Granollers y vice-versa, y la contestacion fué obra de pocos segundos.

    «Tal fué, bosquejado en sencillo resúmen, el satisfactorio resultado de la inauguracion del primer trayecto del ferro-carril del Norte. Puesto en esplotacion en el dia de ayer, gran número de personas, sin que les arredrase lo sofocante del calor, acudieron á disfrutar del agradable viaje du Barcelona á Granollers, ó á alguno de los pueblos inmediatos.

    «El servicio se hizo con todo el buen celo y exactitud que puede esperarse en el primer dia de esplotacion de una linea y que se irá regularizando dentro un breve periodo.—Ignoramos si los precios que se han fijado son los que deben regir perpétuamente, divididos en reales y maravedises, que harán muy engorroso el despacho de billetes.

    «Por lo demás, felicitamos cordialmente á la Sociedad y sobre todo á la Junta directiva, pnr haber visto realizado el logro de sus constantes desvelos, deseando de todas veras que la nueva linea reciba prontamente la ostension á que está destinada por su favorable situacion geográfica y por la importancia y solidez de las obras que tiene construidas.»

  • Un viaje de manicomios, y el proyecto para el de la Santa Cruz

    Á LA M. I. ADMINISTRACION DEL HOSPITAL DE SANTA CRUZ DE BARCELONA

    Ocioso seria exponer las infinitas razones que demuestran la urgente necesidad de erigir en Barcelona un Manicomio digno de esta capital y su provincia por tantos títulos ilustres y famosas, tal como lo están reclamando la caridad y cultura de sus habitantes. El convencimiento de dicha necesidad se ha extendido á todas las clases de nuestra poblacion, y el anhelo de satisfacerla sin tardanza domina todos los corazones en que arde siquiera una chispa de amor á la humanidad doliente: es como un instinto público. Nadie, empero, tiene una conviccion mas profunda, nadie siente mas vivo deseo que V. S., que toca los inconvenientes de la residencia de los orates confiados á su custodia y patrocinio, en un local no tan á propósito como fuera de apetecer para su tratamiento curativo, seguridad y bienestar.

    Así lo prueba, aparte de la adquisicion de la casa ó quinta llamada de la Vireina en Gracia en 1836, y los trabajos que para establecer en ella un manicomio se ejecutaron entonces, la solicitud que por mejorar la suerte de los míseros locos ha desplegado V. S. en todos tiempos, y especialmente en estos últimos años, durante los cuales ha ido planteando en el Asilo manicómico anejo al Hospital de Santa Cruz reformas de suma importancia, así respecto á la parte material del edificio, como á sus servicios médico, administrativo y económico, cuyos felices resultados acredita la experiencia. Pero todavía lo prueba mas el deseo de construir de planta en los afueras de esta ciudad un buen Manicomio para trasladar á él los orates, á cuyo proyecto ha consagrado V. S. trabajos preparatorios por espacio de muchos años, y dádole en estos últimos el carácter de resolucion definitiva.

    Simultáneamente con V. S. se han ocupado varias veces en este proyecto la Academia de Medicina y Cirugía , la Sociedad Económica de Amigos del País, la Junta municipal de Beneficencia, informando sobre el lugar mas acomodado para la casa de orates, ya extramuros de Barcelona, ya en otro punto de la provincia; el Exmo. Ayuntamiento Constitucional, instruyendo un expediente que terminó por una exposicion hecha al Gobierno en 22 de abril de 1840, en solicitud de que le cediese el convento que fué de Capuchinos de Sarria con todos sus accesorios para fundar allí el establecimiento; y otras autoridades, tomando algunas providencias dirigidas á facilitar los medios para poner por obra esta interesante mejora. A fin de que sirviese de guia científica para la realizacion del proyecto, publicó entonces el Exmo. Ayuntamiento, á expensas de los fondos municipales, la Memoria para el establecimiento de un Hospital de locos, traduccion hecha por el Dr. D. Pedro Felipe Monlau de la que escribió en francés A. Brierre de Boismont, y fué premiada en un concurso abierto en 1834 por la Sociedad de Ciencias médicas y naturales de Bruselas. Este trabajo, sobre cuyo mérito no juzgo necesario dar mi humilde opinion, como tampoco sobre lo aplicable que pudiera ser ahora al proyecto de una casa de orates para Barcelona, es, si no me equivoco, el primer escrito acerca de esta materia que ha salido á luz en España.

    Paralizado estaba el asunto cuando en 1846 escribí y presenté al certamen público abierto por la Sociedad Económica en 25 de junio del propio año, una Memoria sobre el modo mas asequible de erigir un Asilo, Hospital ó Casa de locos para uno y otro sexo, fuera de las murallas de esta ciudad, acompañada de un proyecto de Reglamento interior para el régimeti del establecimiento, que obtuvo el primer premio y fué publicada despues encabezando la série de memorias del Boletín que dicha Sociedad empezó á dar á luz en 1853.

    Instaló en 1849 el Exmo. Ayuntamiento Constitucional una comision, que, bajo la presidencia del Iltre. Sr. Alcalde Corregidor, se ocupase en la traslacion de los locos de los departamentos de este Hospital á un lugar mas conveniente; y se invitó al acreditado Dr. D. Francisco Campderá, propietario y médico director de la Torre Lunática de Lloret, para que viniese á auxiliar á dicha comision con sus especiales conocimientos en materia de casas de orates; mas estas providencias no tuvieron ulterior resultado.

    A principios de 1854, emprendiendo V. S. con mas calor el proyecto de establecer un buen Manicomio, pensó construirlo en la quinta de Alegre, en la vecina villa de Gracia, sobre lo cual consultó, para asegurar el acierto, á la Academia de Medicina y Cirugía y á la Sociedad Económica de Amigos del País, cuyo dictámen fué bastante favorable.

    Como para animar á V. S. en su propósito, terminaba dicha corporacion su informe con estas notables palabras: «La infeliz, la indigna situacion en que, con harto dolor de V. S., se encuentran los enajenados del Hospital de Santa Cruz, exige que cuanto antes se les destine un edificio apropiado, y se les consagren atenciones especiales y exquisitas para su curacion y buen trato. Barcelona, ciudad tan principal y tan aventajada en todos conceptos, lamenta de cada día mas la existencia del depósito actual de orates, donde ninguno se cura, donde ninguno puede curarse, y que es para ella un padron de ignominia. Conviene, pues, que V. S. ponga en obra su proyecto, con el que se granjeará las simpatías de todas las personas piadosas, las bendiciones de los desgraciados y una memoria’gloriosa é imperecedera en los anales de la insigne capital del Principado.»

    En mi calidad de socio de las dos corporaciones citadas, tuve que enterarme del acuerdo de V. S., y anhelando por cooperar, en cuanto pudiese, á la realizacion de su pensamiento, me atreví á someter á la consideracion de V. S. en 12 de abril unas breves Indicaciones sobre la construccion de un Hospital de locos en la quinta de Alegre, situada en la vecina villa d» Gracia; refundicion completa de mi anterior memoria bajo un plan enteramente nuevo y mas acomodado, en mi sentir, á las necesidades de la práctica médica en lo relativo al tratamiento de la enajenacion mental.

    A consecuencia de este paso vino V. S. en invitarme para que concurriese á la sesion extraordinaria que celebró en 12 de mayo con el objeto de ocuparse detenidamente en los medios mas á propósito para mejorar la situacion de los locos confiados á su custodia.

    En esta conferencia concordaron todos los pareceres, y decidieron que urgía la construccion de un Manicomio fuera del recinto de Barcelona; y que antes de abrir sus cimientos, convenia reunir todos los datos indispensables para acometer la empresa con completa seguridad de buen éxito. En esta atencion rogóme V. S. que hiciese un viaje facultativo á varias naciones extranjeras para estudiar sus casas de orates mas notables, á fin de que con las nociones prácticas que adquiriese, corroborase ó modificase las teóricas que en mis Indicaciones habia manifestado, y por con• siguiente introdujese en mi proyecto las variaciones necesarias. Accedí gustoso á este ruego, no solo porque me distinguía con una prueba de confianza muy honrosa, sino principalmente porque me brindaba á auxiliar á V, S. en la ejecucion de su gran pensamiento.

    Para trazar el plan de mi viaje y visitas á los manicomios extranjeros, estimó V. S. oportuno que conferenciase conmigo D. Raimundo Durán y Obiols, doctor en Medicina y Cirugía, cuyas luces y experiencia eran verdaderamente la mejor fianza de acierto y feliz resultado en todo negocio relativo á la práctica médica. En union con este apreciable comprofesor, que acaba de arrebatarnos la muerte, presenté á V. S. en 17 del propio mayo unas sucintas reflexiones sobre el modo de desempeñar mi encargo con la mayor inteligencia y utilidad. En 20 del mismo mes expidió V. S. mi nombramiento para la comision de ir á estudiar los manieomios mas acreditados de Francia, Inglaterra, Alemania y otras naciones; manifestándome que, si bien me recomendaba al efecto las mencionadas reflexiones, no me imponía el deber de circunscribirme estrictamente á ellas, antes me facultaba para ampliarlas conforme estimase provechoso.

    Queriendo dar á mi comision cierto carácter oficial que, sobre acreditarme con los gobiernos de las naciones extranjeras y los ministros españoles en las mismas, me facilitase el evacuarla con mas desembarazo y latitud, obtuvo V. S. el beneplácito del Exmo. Sr. Gobernador de esta provincia, quien me entregó cartas de recomendacion para los Sres. Enviados extraordinarios y Encargados de negocios de España en las principales cortes de Europa, rogándoles que interponiendo su valimiento con ellas, me alcanzasen la competente autorizacion para estudiar sus manicomios.

    Hice, pues, el viaje y desempeñé con celo mi comision, cuyo resultado tuve el gusto de ofrecer á V. S. en 18 de enero de 1855, presentándole una Descripcion de varios Manicomios de Francia, Inglaterra, Bélgica, Alemania é Italia, visitados en los meses de junio, julio, agosto y setiembre de 1854; obrita bastante voluminosa, que aceptó V. S. con lisonjera benevolencia, y por la que se dignó darme las mas expresivas gracias. Este trabajo era un compendio de los conocimientos prácticos que habia adquirido con el estudio de casas de orates muy justamente celebradas, y que me proponía utilizar en el proyecto de la de Barcelona.

    Las azarosas circunstancias de aquellos dias, en que esta ciudad acababa de recibir el golpe fatal de una epidemia de cólera-morbo, imposibilitaron á V. S. de llevar adelante por entonces su pensamiento, á pesar de sus vivísimos deseos. En este conflicto y aguardando tiempos mas serenos, ansiosa de introducir mejoras en el Asilo manicómico existente, y poner el servicie de los orates á la altura en que se halla en los hospitales de las naciones extranjeras, acordó V. S. dar una forma nueva y mas especial á su direccion facultativa, que se dignó encomendarme nombrándome en 3 de julio del mismo año Médico mayor del Hospital de Santa Cruz con destino á dicho departamento.

    No me estaria bien enumerar las reformas importantes que por mi consejo ha planteado V. S. en el Asilo manicómico, y que han obtenido la aprobacion de corporaciones muy competentes, de las autoridades superiores de esta provincia, de muchas personas entendidas y hasta de médicos extranjeros harto inclinados, por desgracia, á exagerar el atraso en que aquí se halla la beneficencia pública de los orates. Basta añadir que aquel establecimiento tiene ya, respecto á su organizacion y servicios, el carácter de un hospital de locos en la mas rigurosa acepcion de la palabra. Con todo eso, algunos inconvenientes imposibles . de corregir que presenta la parte material del Asilo, y la necesidad siempre creciente de trasladarle á otra parte, fueron avivando mas y mas en el ánimo de V. S. el anhelo de proseguir nuevamente sus tareas para la construccion del Manicomio; á cuyo fin en 8 de marzo de 1856 llamó seriamente sobre tan importante asunto la atencion del limo. Cabildo Eclesiástico y Exmo. Ayuntamiento Constitucional, corporaciones compatronas del Hospital de Santa Cruz, á quienes V. S. dignamente representa.

    Decidida, por último, á empezar inmediatamente la obra, rogóme V. S. nn sesion de 25 de junio de 1857, que formase el Proyecto médico razonado en conformidad al cual debieran levantarse los planos y construirse el Manicomio; trabajos que encargó al arquitecto D. José Oriol y Bernadet, de cuya inteligencia habia recibido muy favorables y verídicos informes. Procedió V. S. con mucho acierto en esta resolucion, confiando á un médico y á un arquitecto conjuntamente (prescindiendo ahora de las personas) la ejecucion de una obra médico-arquitectónica, que de tal índole es un manicomio; pues sobrada ocasion he tenido de tocar los graves inconvenientes y defectos de varias casas de orates, para cuya construccion no se hizo caso de los conocimientos médicos especiales en tan difícil materia, de los conocimientos frenopáticos, cuya necesidad, en cuanto se refiere á ereccion y gobierno de aquellos asilos tan especiales tambien de suyo, no admite réplica como que está fuera de duda.

    Aunque habia yo visitado muchos manicomios en mi referido viaje, é igualmente el Sr. Oriol habia visto algunos, deseosos ambos de desempeñar nuestro importante encargo con el mayor lucimiento posible, á completa satisfaccion de V. S.; emprendimos, á nuestras expensas, en agosto del citado año un nuevo viaje á Francia, Italia, Suiza, Alemania, Holanda y Bélgica, no ya para volver á ver los hospitales de locos que habíamos examinado, sino para estudiar los erigidos desde el año 1854, y que, por ser muy recientes, debían de presentar el resultado ó aplicacion de los principios mas modernos de la ciencia frenopática á la parte de la arquitectura relativa á la construccion de aquellos establecimientos.

    En mis dos viajes estudié con mucha atencion en Francia el bello manicomio de Marsella; el de Mompeller; el particular de Pont-Saint-Côme, fundado por el docto Rech, junto á la misma ciudad; el de Burdeos y el de la Providencia de Niort, proyectado por el entendido Parchappe; el del hospicio de l’Antiquaille y la casa de San Pedro y San Pablo ó asilo de San Juan de Dios, cerca de Lyon; el grandioso de Tolosa; el de Auxerre, que pasa por el asilo modelo de aquella nacion; el de la Salpétrière en París, y en las cercanías de esta capital los de Bicêtre, de Charenton, seminario de insignes alienistas, y el de Ivry, que perteneció al sabio Esquirol: en Inglaterra el de Bethlem [Bedlam], tan célebre en otro tiempo, y el de Saint-Luke en Lóndres; y á corta distancia de esta el de Hanwell, en cuya direccion floreció el ilustre Conolly, y el de Colney Hatch, que es quizá el mas vasto de Europa: en Bélgica la singular Colonia de orates de Gheel, el magnífico manicomio que acababa de levantarse extramuros de Gante, conforme al proyecto de Guislain , maestro de los alienistas belgas; los dos hospicios de enajenados de la propia ciudad, y junto á ella el asilo particular del Strop: en Holanda el grandioso manicomio de Meer en Berg, cerca de Haarlem: en Alemania el de Eichberg, en el ducado de Nassau; el de la Caridad de Berlín, dirigido por el eminente Ideler; el de Halle, levantado segun el sistema aleman mixto del sabio Damerow; el monumental de Viena, en que campean la riqueza y elegancia, y cuyo servicio facultativo desempeña el insigne Riedel; y frontera á aquel la antigua Torre de los locos (Irren-Thurm): en Suiza el magnífico asilo de la Waldau, cerca de Berna; el de Préfargier, inmediato á Neuchatel, lujoso donativo de un ciudadano tan humanitario como pudiente, y el de Ginebra: en Italia el de la Senavra en las cercanías de Milan; dentro del recinto de esta ciudad los de la Senavretta y de Dufour; el real manicomio de Turin y el de Génova, malhadada aplicacion de la planta panóptica.

    Conviene advertir que antes de emprender el viaje, anduvimos el Sr. Oriol y yo recorriendo el llano de Barcelona en busca de un local á propósito para edificar la casa de orates; y despues de examinar con mucho detenimiento algunos, y tener varias conferencias, en que pesamos las ventajas é inconvenientes de todos, nos fijamos en tres y concluimos por elegir uno de ellos, cuya topografía médica es excelente. Hasta respecto de su situacion no titubeo en asegurar que quizás no le aventaja ninguno de los puntos que ocupan los manicomios que he visitado.

    Creyérase acaso que trato de escribir nuestro elogio, si explicara á V. S. la solicitud y atencion con que procuramos el Sr. Oriol y yo obtener de nuestra larga excursion científica el mayor fruto posible, la diligencia con que recorrimos todos los establecimientos que hacían á nuestro propósito, y el afan con que acopiamos cuantos datos y nociones prácticas atañían al objeto que nos llevaba. Ello es cierto, y dígolo sin jactancia, que regresamos con un rico caudal de noticias, así siquiátricas como arquitectónicas; estadísticas, proyectos médicos y planos de manicomios, que agregados á los adquiridos por mí en el primer viaje, y contando especialmente con la instruccion que sobre la materia nos habían proporcionado asiduos estudios teóricos y prácticos, fiábannos que podríamos salir airosos de nuestra comision, en beneficio de los desgraciados orates, con honra de V. S. y de la patria.

    […]

    Ya que nos hallamos dispuestos para entrar de lleno en nuestros trabajos, procedimos en ellos con arreglo á la lógica práctica que se sigue en las naciones extranjeras, donde al emprenderse la ereccion de un manicomio, empieza el alienista por presentar el Proyecto médico del establecimiento, que comprende su situacion, exposicion, capacidad, clasificacion de los enajenados que se abrigarán en él, disposicion general del edificio y particular de sus departamentos, secciones y piezas, y todos los demás pormenores relativos á la higiene y la ciencia frenopática, aplicables á la construccion de hospitales de locos; á cuyo proyecto ajusta luego el arquitecto sus planos y la ejecucion material de la obra. No se entienda, sin embargo, que siempre estén tan rigurosamente deslindadas las atribuciones y tareas de uno y otro profesor, que no deban ambos conferenciar sobre muchos puntos de la incumbencia especial de cada uno, discutirlos y adoptarlos juntamente, de modo que parezca que de consuno trabajan en una obra única. Esta mancomunidad y armonía son tanto mas apetecibles cuanto salen fiadoras del buen éxito del negocio.

    Supuesto que el desempeño de mi cometido requeria largas meditaciones y trabajos, á fin de no diferir el levantamiento de los planos del edificio, parecióme conveniente entregar á V. S., como lo efectué en 17 de noviembre del citado año, las Bases del Proyecto médico para la construccion del Manicomio de Santa Cruz, sucinto escrito que, á modo de índice, reunía ordenadamente los puntos, cuestiones y preceptos principales que debia luego comprender y dilucidar por extenso mi obra. Con él suministré al arquitecto Sr. Oriol todos los datos que había menester para dar principio á sus tareas, y proseguirlas ínterin me ocupaba yo en la formacion del Proyecto médico razonado.

    Este es el que tengo la honra de presentar hoy á V. S. con el corazon henchido de gozo y esperanza; porque entiendo que hoy es un dia de gloria para V. S., que empieza á ver coronados sus afanes; para la patria, que con la realizacion del proyecto satisfará una de las necesidades mas urgentes de su administracion; para las personas caritativas, que arden en deseos de dar impulso á la beneficencia pública de los orates hasta ponerla á nivel con la de las naciones extranjeras; y para mí, que tengo la buena suerte de poder cooperar á esta tan grandiosa como cristiana empresa.

    Asunto casi nuevo, ó, por lo menos, poco conocido es en España la construccion de un manicomio segun los principios modernos. Nuestras casas públicas de orates datan de fechas ya algo remotas, y algunas que, como el hospital de Zaragoza y el del Nuncio de Toledo, alcanzaron en otro tiempo gran celebridad, adolecen de graves defectos en su parte material, ó han decaído en términos de provocar la censura de los inteligentes; la Casa de Santa Isabel erigida en 1851 en Legañas, junto á Madrid, es un ensayo mezquino que por cierto saldria muy mal librado de la crítica del mas imparcial frenópata; los asilos particulares establecidos en estos últimos años tampoco pueden tomarse por modelos. Nuestra literatura siquiátrica es pobre, asi debemos confesarlo por mas que se resienta el orgullo nacional; y en punto á construccion de hospitales de locos, fuera de la citada memoria de Brierre de Boismont, ya algo añeja, y de algun otro opúsculo semejante, impreso ó manuscrito, de mas ó menos mérito, en balde se buscaria una obra que pudiera ser consultada con fruto.

    Lejos de mí la insensata pretension de llenar este vacío con mi Proyecto médico del Manicomio de Santa Cruz; lejos de mí la ridicula presuncion de constituirme maestro en esta parte de la ciencia frenopática. Yo he aprendido en los asilos de las naciones extranjeras, con el trato de los alienistas que las dirigen, la lectura de sus obras, la observacion á que he debido dedicarme en el desempeño de mi empleo en el Asilo manicómico de Santa Cruz, y la experiencia que he adquirido en el servicio facultativo de los alienados. Por el empeño que con V. S. contraje, he tenido que hacer estudios especiales concretados á la ereccion de la casa de orates de Barcelona, hasta poner en manos de V. S. el resultado de mis meditaciones, nó con ínfulas de preceptor, sino con la modestia del que, si bien tiene fe con su obra, solo aspira á someterla al exámen y censura de los inteligentes.

    Sin embargo, mi deber para con V. S. y la novedad del asunto me han obligado á dar al Proyecto cierto carácter de importancia, y aun de autoridad, sin el cual entiendo que no llenaria satisfactoriamente su objeto. En él he debido plantear y resolver todas las cuestiones que se refieren á la construccion de un manicomio, y resolverlas, no en general, sino bajo el aspecto particular de su aplicacion al asilo de Santa Cruz. Dos miras he tenido en ello: la de llevar al ánimo de V. S. la conviccion de mis opiniones, y la de robustecer con razones incontestables el plan del establecimiento y sus pormenores, á fin de que la obra y los desembolsos que exigirá su ejecucion, se justifiquen con su conveniencia y necesidad ante el gobierno, los profesores médicos y el público entero. Este plan me ha conducido á consultar los tratados mas notables sobre construccion de hospitales de locos que han salido de las imprentas francesa, inglesa, alemana, belga é italiana; á discutir en infinitos puntos las opiniones de sus autores; á señalar las que, en mi concepto, iban mas acordes con la observacion y experiencia; á desechar las que me parecian destituidas de fundamento, ó lo tenian deleznable ó vacilante; á dar entonces mi propio dictámen apartándome de ellas; á admitir lo que juzgaba aplicable al establecimiento que proyectaba; y á resolver, en fin, cuantas dificultades se me ofrecían, siquiera no se hubiesen ocupado en ellas los autores. Cuestiones hay en órden á construccion de hospitales de enajenados, que solo puede resolverlas la estadística frenopática, sobre la cual poseo interesantes trabajos extranjeros que me han servido de mucho, como igualmente los datos que he recogido en el Asilo manicómico de Santa Cruz. Cuantos preceptos y reglas he formulado, son hijos de atentos estudios y meditaciones, y van siempre encaminados á la curacion de los orates, objeto primordial del establecimiento, á su bienestar físico y moral y seguridad; á la simplificacion de los servicios, y hasta á la economía de estos y de los gastos de ereccion del edificio. Una gran copia de apuntes sobre las casas de orates extranjeras que he visitado, entre los cuales se halla siempre la enumeracion de las ventajas é inconvenientes de las mismas, recopilada en lacónicos pero exactos juicios críticos, me han ilustrado en no pocos asuntos, y servídome constantemente de guia, que me ha apartado de los escollos en que cayeron los que proyectaron algunos de aquellos establecimientos.

    No basta decir, por ejemplo, que el Manicomio de Santa Cruz estará situado en la zona alta del llano de Barcelona; que será capaz de 600 orates; que los admitirá, cualesquiera que sean la forma y grado de su enajenacion mental; que constará de un cuerpo céntrico, dos departamentos generales y cuatro particulares; que sus reclusos de cada sexo estarán divididos en trece grupos ó secciones y una subseccion; que tendrán tal capacidad los dormitorios, corredores, salas y demás piezas del edificio, etc. Estas proposiciones son susceptibles de demostracion, y no puede omitirla el que, como yo, tiene el deber de motivar sus determinaciones, ya que está privado del apoyo de escritores nacionales que las prohijen, ni puede invocar en favor de ellas el ejemplo de manicomios modernos de su patria. Es necesario probar que la zona alta del llano de Barcelona es, por su topografía médica, infinitamente preferible á la baja, y muy á propósito para la fundacion del establecimiento; que las circunstancias de esta provincia, la situacion del Manicomio y el estado actual de la beneficencia pública de los enajenados en nuestra patria reclaman que no baje de 600 el número de los que podrá contener aquel asilo; que por la naturaleza y extension del servicio á que estará destinado, tendrá que abrir sus puertas á orates de ambos sexos y de todas edades, á ricos como á pobres, á imbéciles é idiotas, no menos á maníacos furiosos, epilépticos y procesados; que la division del edificio en siete cuerpos principales es la que mejor permite separar en ciertos grupos casi naturales á los alienados, y mas facilita su asistencia y vigilancia, que es el alma de la institucion; que para el servicio, y sobre todo para el tratamiento de los orates, es perjudicial su clasificacion nosográfica y muy conveniente la empírica ó pYáctica; que los trece grupos ó secciones y una subseccion que se establecen, son útiles é indispensables, porque están fundados en la índole, forma, grado y ciertos fenómenos objetivos de las vesanias; que de la descomposicion química y alteracion miasmática del aire por efecto de la respiracion y exhalaciones de las personas que habitan en un local cerrado, y de las pérdidasque por otras causas experimenta el mismo flúido, se deduce la cantidad de aire atmosférico que cada orate necesita en un período determinado, y por ella se calcula la capacidad ó dimensiones que han de tener las diferentes piezas del Manicomio. Procediendo así en todo el Proyecto, se le da la firmeza indispensable, apoyándolo en las sólidas bases de la observacion, experiencia y criterio médico.

    El manicomio es un establecimiento tan especial que difiere de todos los demás de beneficencia; y por otra parte, los alienistas prácticos proclaman unánimes que todo lo relativo á su construccion material, bien así como á su organizacion y régimen, aun lo que parece mas insignificante, influye poderosamente en el ánimo de los enajenados, produciendo una impresion favorable ó adversa en su físico ó moral. Todas las partes del edificio con su particular disposicion y agradable aspecto han de conspirar á la seguridad y comodidad del orate, encubriéndole hábilmente su reclusion, y hablándole como quien dice un lenguaje de caridad y esperanza. Por esto no me he circunscrito en mi Proyecto á señalar la forma, disposicion, colocacion y demás circunstancias generales de los departamentos y secciones del edificio y de las piezas que las componen, sino que he descendido á explicar las particularidades de su construccion, como pavimentos, paredes, puertas, ventanas, techos, desvanes, sobradillos, tejados y azoteas, á cuyos pormenores pudiera parecer que no se extiende la jurisdiccion científica del médico alienista. Lejos de ser así, algunas de estas que acaso se llamarian pequeneces, suscitan cuestiones de importancia para el tratamiento frenopático, dan excelencia á una casa de orates, y hasta en cierto modo la caracterizan.

    Por lo dicho se viene á comprender que mi Proyecto, aunque particularizado al Manicomio de Santa Cruz, sienta las reglas necesarias, forma un cuerpo de doctrina general para la construccion de establecimientos de este género en España. Aun concurre en él la circunstancia notable de que entre los sistemas francés, anglo-americano y aleman, que son los grandes grupos en que se clasifican los hospitales de locos, al tenor de su forma y disposicion arquitectónicas, determinadas por las ideas médicas que á su construccion han presidido, he adoptado para el Manicomio de Santa Cruz cuanto me ha parecido ventajoso, y desechado lo inconveniente, sin ajustarlo á los principios de ninguno de ellos en particular, antes acomodándolo todo á las circunstancias especiales de nuestra patria; con lo que he establecido un sistema español, que tiene puntos de semejanza con los demás, pero se diferencia de ellos en varios conceptos.

    Como el ojo del padre no alcanza á ver sino las gracias del hijo, así el del autor descubre siempre excelentes cualidades en su obra, y ciega delante de sus defectos. Los tendrá, no lo dudo, el trabajo que hoy ofrezco á V. S. en cumplimiento de mi compromiso; pero confio que mi buen deseo, mis afanes y la novedad de la materia disculparán en algun modo mis errores. Grande y superior á mis fuerzas era el empeño, M. I. S.; pero me ha alentado constantemente el ejemplo de V. S., el provecho de los infelices orates, la honra y fama de nuestra querida patria, que por desgracia se ha quedado rezagada en la reforma radical que años hace ha recibido este importantisimo ramo de la beneficencia pública.

    Al contemplar la grandiosidad de mi proyecto, asome tal vez una sonrisa de indiferencia ó compasion á los labios de alguno de los muchos hombres que no conciben nada grande, ó se gozan en vaticinar con tono profetice la imposibilidad de toda empresa vasta y de mucha consecuencia. Achaque suele ser de ellas el tener que luchar en sus principios con esta extraña contrariedad; empero nada las detiene cuando reciben el impulso de una voluntad firme y decidida que se sobrepone á los obstáculos y preocupaciones. Yo mismo añadiré, repitiendo lo que decia Esquirol en una ocasion análoga, que no acierto á prever si los resultados de los estudios y reflexiones que contiene esta obra, lograrán el objeto que me he propuesto, ó si quizás habré escrito para mí solo; pero aunque yo no pueda ser útil, á pesar de mis deseos, aunque mi obra sea calificada de bello ensueño, ensueño es que, por lo menos, ha llenado de esperanza mi corazon.
    ¿Se duda, por ventura, de que en España, donde tanto impulso reciben en nuestros tiempos las mas grandiosas y difíciles empresas industriales y mercantiles, el embellecimiento de las poblaciones, la comodidad de los ciudadanos, y hasta todo lo que tiene por objeto único el honesto pasatiempo y recreo; se duda, repito, de que cuanto antes se dará satisfaccion cumplida al ardiente afecto de candad del país, que lamenta el descuido en que se tiene generalmente la beneficencia pública de los orates? La ley recien promulgada que consigna un crédito al gobierno para obras públicas, promete implícitamente que sin tardanza se abrirán asilos edificados segun los adelantos modernos, á los enfermos mas desvalidos y dignos de lástima; que sin tardanza dejarán de tener aplicacion á nuestra patria aquellas sentidas palabras que en 1833 dirigía D. Javier de Burgos, ministro de Fomento, á los agentes superiores de las provincias: contados son los hospitales en que se abriga á los dementes, y la humanidad se estremece al considerar el modo con que por lo general se desempeña esta alta obligacion; jaulas inmundas y tratamientos crueles aumentan por lo comun la perturbacion mental de hombres que, con un poco de esmero, podrían ser vueltos al goce de su razon y al seno de sus familias. Luego el proyecto que tengo hoy la honra de ofrecer á V. S., está destinado á prestar algun servicio para el dia no lejano en que, con gran contentamiento de las personas piadosas, resuelva el gobierno poner mano en la construccion de manicomios dignos de esta nacion magnánima, de la época y de la humanidad.

    Entre tanto cabe á V. S. la gloria de la iniciativa de esta grandiosa reforma, y á mí la satisfaccion de haber añadido una página radiante de caridad á los anales de nuestra patria, que no siempre ha de ser la historia un libro escrito con sangre, el martirologio de la humanidad.

    Barcelona 8 de julio de 1859.

    Emilio Pi y Molist.

  • Elogio a los voluntarios catalanes en la Guerra de África leído debajo de un arco de triunfo en calle Carmen

    LOS VOLUNTARIS CATALANS.

    ¡BEN VINGUTS SIAU!…

    Un crit de ¡Guerra al moro! ressona per Espanya,
    La patria empunya brava lo drap de dos colors,
    Y diu ab eixa llengua que fins los cors penetra:
    —Está en perill ma honra: ¡al África, espanyols!

    Ohint eixas paraulas los fills de Catalunya,
    La sanch dins de las venas sen tiren se ‘ls enssén:
    Y corran á sas casas, y abrassan llur familia,
    Y al África se llanssan mes vius que un llamp del cél.

    Rompé un matí la boira lo sol de la victoria
    Que il-luminar debia lo cuatre de febrer:
    —¡A ells! —los diu son compte, y l’s nostres voluntaris
    Se tiran contra l’ moro, cridant: -¡A ells! ¡á ells!

    Y llansan la escopeta, y trauhen la navaja,
    Y esqueixan carn de moro, y prénenli los camps;
    Y allá ahont son bras allargan, ni l’s rochs en peu ne quedan;
    Y allá ahont sos peus se clavan, ne raijan dolls de sanch…

    La mort delma sas filas…—¡Avant los voluntaris!…
    ¿Quen’s fa morir ó viurer?… ¡Avant com hi ha Dèu!!—
    Y allá ahont lo cos enterran de un voluntari nostre,
    Per darli digna sombra mes tart nasqué un llorer.

    Avuy sos compatricis los reben entre palmas
    Y sota sos peus llansan las mes hermosas flors…
    ¡Salut á cuants lluytaren, y com á braus vencereu!
    ¡Honor á cuants en África moriren com á bons!

    ¡Honor al jefe mártir, que en la primer batalla,
    De gloria ab afany noble vos ensenyá á morir!
    Son norn escriu la historia, son cos guarda la terra,
    Recort de sos esforssos lo poble marroquí…

    Hermosa Catalunya ¿perqué plorau, Senyora?
    Los fills de vostra terra que en eixa guerra han mort,
    Son perlas engastadas en la compdal corona,
    Son de ton cél estrellas, de ton jardins son flors.

    No plores, Catalunya; la patria dels intrépits
    No rega ab tristes llágrimas lo panteó dels braus;
    Perqué dins de éll se arrelen las grogas semprevivas
    La terra de Marruecos han empapat ab sanch.

    ¡Honor als voluntaris! ¡Honor als qui s’ bateren
    En la escabrosa terra del regne de Marroch!
    ¡Salut als qui lluytaren, y com á braus venceren!…
    ¡Honor á cuants en África moriren com á bons!!!

  • El ayuntamiento organiza por primera vez celebraciones para la festividad de la Virgen de la Merced, y para Amadeo I; primera mención de los castells en la prensa – un tres de nou (?) de los Xiquets de Valls

    Programa general de las ferias, exposiciones y fiestas populares de Barcelona que empezarán el dia 24 de setiembre festividad de la virgen de las mercedes y terminarán el 1.º de octubre del presente año 1871.

    Exposicion general de las cuatro provincias catalanas; Feria y exposicion de ganado; Gran feria mercantil y artística; Carrera de caballos que se celebrará en el gran Hipódromo del Campo de Marte, adjudicándose varios premios á los caballos mas veloces; Exposicion de uvas; Gran solemnidad literaria; Exposicion permanente de pintura; Magnificas galerias de pintura y ricas colecciones numismáticas; Gran festival y certámen entre músicas militares; Grandes conciertos selectos en el gran Teatro del Liceo; Regata marítima; Premio á la natacion; Juegos de sortija en el Hipódromo; Gran fiesta marítima; Cucaña marítima; Gran castillo de fuegos artificiales; Simulacro de extincion de incendios; Grandes ejercicios ecuestres y acrobáticos; Árboles de cucaña; Grandes corridas de toros.

  • Noticia del levantamiento del cerco carlista de Bilbao; empiezan las obras del nuevo mercado del Borne, inaugurado octubre de 1875

    SERVICIO PARTICULAR POSTAL de LA CORRESPONDENCIA DE ESPAÑA:
    Barcelona, 26[/10/1875]

    De tal manera ocupa la atencion pública el nuevo mercado del Borne en el parque de la ex-ciudadela de Barcelona, que creo oportuno trasmitir á ustedes sobre él los siguientes curiosos detalles.

    Las obras de este grandioso mercado, levantado en lo que fué glasis de la ciudadela de Barcelona y paseo llamado de San Juan (que hoy ha desaparecido), se inauguraron el mismo dia en que fué recibida en la capital del antiguo Principado la fausta nueva de la toma de Bilbao por las tropas liberales (mayo de 1874), y quedando ya actualmente terminadas, su construccion ha requerido tan solo un plazo de diez y siete meses, ocupándose por término medio diariamente, unos 30 ó 40 operarios de todas clases, inclusos albañiles.

    La compañía anónima establecida en Barcelona con la denominacion de «La maquinista terrestre y marítima» ha llevado á cabo la obra, en la parte metálica, bajo la entendida direccion del jóven ingeniero catalan D. José Maria Cornet y Mas, habiendo sido confeccionadas en sus talleres todas las piezas de hierro colado que entran en su construccion, así como las de hierro estirado lo fueron en la ferrería de Ntra. Señora del Remedio, que los Sres. D.I. y C. Girona poseen en el pueblo de San Martin de Provensals, contiguo á Barcelona; las tejas planas vidriadas y barnizadas que cubren el edificio, han sido fabricadas por los Sres. Macia, Santigós y compañía, y los pararayos colocados en sus carenas y templete por los Sres. Dalmau é hijo, fabricantes ópticos de Barcelona.

    Tan solo proceden de Inglaterra las tiras de cristal para las persianas de los ventanales de los intercolumnios, rotonda y su templete.

    La superficie total que cubre el mercado es de 8400 metros.

    El coste de la parte metálica de dicho edificio, con su cubierta y cristales, única que con el montaje general de la obra ha corrido á cargo de «La maquinista terrestre y marítima» no escede de un millon de pesetas; y en otro tanto puede valuarse la obra de mampostería, sillería, cloacas, alumbrado é instalacion de cajones, mesas y demás puestos para la venta, cuya parte ha corrido al cargo esclusivo del ayuntamiento de Barcelona; por manera que la obra completa no escederá de 8.000000 de reales, siendo propietario de ella el municipio, en representacion de la ciudad, desde el momento de su inauguracion, cuya esplotacion se ejecutará por su esclusiva cuenta.-D.S.

  • Luis Moritz pide legalizar un generador en su fábrica de cerveza en c/ Casanovas

    Ayuntamiento Constitucional de Barcelona — Don Luis Moritz ha elevado una instancia á este Municipio suplicando se legalice la instalación que practicó de un generador de vapor de la fuerza de veinte y cuatro caballos de setenta y cinco kilográmetros, en la fábrica de cerveza, sita en la calle de Casanovas, núm. 2. Lo que se hace público, al objeto de que los vecinos y propietarios inmediatos al espresado edificio, puedan, á tenor de lo prevenido en el art. 123 de las Ordenanzas de la ciudad, presentar las reclamaciones que estimen oportunas durante los quines dias siguientes al de la publicación del presente anuncio, á cuyo íin estará el expediente de manifiesto en Ja Sección de Fomento de la Secretaría de esta Excma. Corporación. Barcelona 9 de Setiembre de 1881. – El Alcalde Constitucional accidental. Pedro Casas.

  • El ayuntamiento rechaza por ineficaz matar a los perros vagabundos mezclando mármol y vitriolo

    El químico municipal ha ensayado un nuevo sistema para producir la muerte con mayor prontitud, que con el sistema actual, á tos perros vagabundos cazados por los laceros municipales y no reclamados por sus dueños.

    Este sistema no ha dado buen resultado. Consiste en hacer una mezcla de
    polvos de mármol con aceite de vitriolo, al objeto de producir una atmósfera asfixiante.

    Da mejores resultados y es más económico el sistema adoptado por el municipio anterior.

  • Versión un poquitín sentimental del primer Primero de Mayo en España

    Bl estado de ánimo de Barcelona, fué bien distinto anteayer [1 de mayo], en que ss dieron pruebas de cordura y de prudencia del que reinó ayer, en que algunos elementos estraños á la gran masa de obreros, mantuvieron en zozobra el espíritu ds la población. Aquel estado de ánimo de anteayer es lo que quisimos reflejar pidiendo ayuda á uno ds los colaboradores artísticos de LA VANGUARDIA [Mariano Foix]y creemos haberlo conseguido.

    […]

    Mientras discurríamos entra los grupos de la Plaza da Cataluña que, por no haber podido penetrar en el Tívoli, aguardaban la salida de la manifestación, observamos graciosas escenas inspiradas por el buen humor y franca alegría que caracterizan al obrero catalán, aun en los momentos más solemnes y graves.

    Pasaba en aquel momento una sirvienta con un jarro de leche y al punto la rodearon los huelguistas, robándole la seriedad mezclada de temor que llevaba pintada en el rostro. «Muchacha, le decían, toma nuestro ejemplo. ¿Cuando os decidiréis á hacer una manifestación ó una huelga?» La chica dio por respuesta expresiva sonrisa, y prosiguió su camino, tal vez pensando en la Menegilda de la «Gran vía.»

    A la salida del Tívoli, sorprendió al lápiz de nuestro dibujante, uno de los grupos que llevaban la delantera da la comitiva. En todos ellos se nota marcadamente el tipo catalán y muestran la gravedad de quien está convencido de realizar un acto trascendental y de que llama la atención pública.

    Alrededor do la bandera se estrujaban todos ios obreros, constituyendo apiñado núcleo que se movía con dificultad.

    Junto á los trabajadores no faltaba el pilluelo, satisfecho y gozoso, aplaudiando á rabiar cuando los demás aplaudían, dándose aires de personage y echando de menos al escándalo y la gresca, en medio de tanto orden y compostura.

    Al llegar á la Plaza de Palacio se formaron pequeños grupos mientras los delegados subieron al Palacio del Gobernador. En casi todos ellos había un orador, generalmente uno de esos tipos indefinidos que entre loa obreros parecen burgueses, y entre los burgueses obreros, que peroraba ó daba consejos.

    Decíales el que reprodujo el lápiz de Foix: «Muchachos, creedme, una vez terminada esta manifestación, volveos á vuestras casas y no os dejéis engañar por los que os aconsejan una huelga ilimitada, porque esto puede ocasionarnos ua conflicto y perjudicar nuestra causa.»

    Cuando el Gobarnador hubo terminado el discurso que pronunció desde el balcón, todas las manos se levantaron para aplaudirle, siguiéndose nutridos vivas…

    Después de haber terminado la manifestación de anteayer, el alcalde señor Maciá y Bonaplata envió al Presidente del Consejo de ministros, el siguiente telegrama, que por cierto fué ayer muy comentado.

    «Excelentísimo Señor Don Práxedes Mateo Sagasta, Madrid.—Terminada la manifestación pacífica sin incidente alguno. Me enorgullece la honra de presidir el Ayuntamiento de esta ciudad.-Maciá y Bonaplata.»

  • Pi y Margall: el Real Decreto que permite a Barcelona tragarse a seis pueblos es ilegítimo

    LA AGREGACION DE PUEBLOS

    Trátase de agregar á Barcelona pueblos contiguos, y el Gobierno, segun parece, está dispuesto á decretarlo, previo informe del Consejo de Estado. (Está escrito este artículo antes de que la agregación fuera un hecho.) Si tal el Gobierno hiciera, quebrantaría, á nuestro juicio, no sólo la ley natural, sino también la ley escrita.

    Agregar pueblos es suprimir municipios, y segun el art. 7.º de la ley municipal, no cabe suprimirlos sino cuando la correspondiente Diputación de provincia lo resuelva de conformidad con los interesados. En caso de disidencia, dice el artículo la aprobación será objeto de una ley y, por lo tanto, de un acuerdo de las Cortes.

    Que los pueblos que se quieren agregar no están conformes con que se los agregue, nos lo dicen sus protestas y las comisiones que á Madrid envían para que se les respete la vida y la independencia. Aun siendo favorable á la agregación el informe del Consejo de Estado, carece el Gobierno de facultades para imponerla.

    Importa poco que con arreglo al art. 4.º de la misma ley proceda la agregación por tratarse de pueblos cuyos cascos se confunden por el ensanche y el desarrollo de sus respectivas edificaciones, cosa que no sabemos si en el presente caso ocurre; en virtud de la discordancia de los interesados, á las Cortes toca decidir si por éste ú otro motivo la agregación debe llevarse á cabo. No porque en una ley se diga que tal ó cual cosa procede en ciertos casos, puede ejecutarse, como entre los interesados haya discordia, sin la resolución de la autoridad competente.

    Lo que hoy se intenta se intentó hace años siendo el Sr. Sagasta presidente del Consejo de ministros. Ocurrió lo que ahora: hubo protestas, vinieron á Madrid comisiones, hablaron unos en un sentido y otros en otro los diputados catalanes, y al fin el Gobierno se decidió á mantener el statu quo no sin decir extraoficialmente que nada se haría en caso alguno sin la voluntad de los pueblos de cuya agregación se trataba. A pesar de que entonces regía la vigente ley municipal, no se intentó siquiera llevar la cuestión á las Cortes. ¿Habría de ser ahora menos prudente el Gobierno?

    Aseguran muchos que hoy la agregación sería no menos ventajosa para los pueblos que para Barcelona. No lo negamos ni lo afirmamos; decimos resueltamente que esto toca apreciarlo á los pueblos y no á gentes extrañas, incapaces de conocer y pesar los beneficios y los perjuicios.

    Cada municipio tiene su personalidad, y en el mundo humano ni las colectividades ni los individuos se resignan fácilmente á perderla. Entre las colectividades políticas, el municipio es sin duda la más natural, y por consecuencia la más refractaria á confundirse con otras, máxime si éstas otras pueden absorberlo sin dejar ni rastros de su pasada existencia.

    Nosotros, dicho se está que si mandásemos, ni desde las alturas del Gobierno central, ni desde las de los gobiernos regionales, impondríamos en modo alguno la agregación ni de aquéllos ni de ningunos otros pueblos. Es base de todo nuestro sistema el libre consentimiento, y sin que las poblaciones del llano de Barcelona estuvieran conformes en la agregación, jamás la decretaríamos, ni aun con el beneplácito de las Cortes. El libre consentimiento es para nosotros condición obligada de toda creación, de toda agregación, de toda supresión de municipios.

    No tenemos nosotros sobre este punto vacilaciones de ningún género. No las tuvimos nunca.

    (De El Nuevo Régimen, Madrid.)

  • Primera Fiesta del Árbol, dedicada a un renacimiento español tanto geotécnico como moral; inauguración del «menhir» del Parque de la Ciudadela

    […]

    [F]ue numerosísimo el [público] que acudió ayer al Parque á presenciar la Fiesta del Árbol, verificada por iniciativa de nuestro ilustrado colaborador el ingeniero de montes don Rafael Puig y Valls y patrocinada por el Ayuntamiento de Barcelona.

    En el Palacio de Bellas Artes se organizó la comitiva, que en el orden que publicamos se puso en marcha á las cuatro de la tarde, presidida por una nutrida comisión del Municipio, que á su vez lo era por el alcalde doctor Robert.

    Por el paseo central del Parque, el de circunvalación y por el puente de la Sección Marítima desfiló la comitiva, que se detuvo ante el pórtico del Museo Zootécnico.

    En este punto e! señor Puig y Valls pronunció un notable discurso en el que historió el origen de la fiesta que se celebraba, ensalzando á la vez su trascendencia.

    […]

    Yo querría, en este instante, presentar á la vista de todos el aspecto desolado de las montanas españolas; yo querría que pasaran por delante de vuestros ojos los campos abandonados, las tierras sin cultivo, las comarcas ardientemente soleadas, sin sombra y sin abrigo, los cauces secos, llenos de cantos rodados, arrancados de las alturas que caen á impulsos de aguas desbordadas, rebotando por todas partes y dejando en todas ellas huellas de desolación y de ruinas; porque si vierais todo esto, si vierais yermos los campos, abandonadas las campiñas y arrasadas las montañas, os parecería más dolorosa aún la falta de buen sentido de nuestros hombres de Estado, de olvidar el cuidado del patrimonio nacional, sin mostrar prudencia y cautela en el gobierno de nuestras ya perdidas colonías.

    Afirmemos en la inteligencia del niño el amor á los árboles que vamos á plantar; sumad estos amores que arraigarán, con fuerza, en diversos puntos de España, y sin sentir solo por méritos de esta Fiesta, que el niño no olvidará jamás, habréis formado una red de voluntades en cuya tupida malla reservaremos una riqueza que solo la codicia irracional pudo reducir á la menguada condición en que hoy se halla.

    Que al alto ejemplo de Barcelona y á nuestro llamamiento respondan los demás pueblos de Cataluña y de España entera, que así nuestra riqueza crecerá, nuestra tierra será más hermosa, nuestras montañas más fecundas, consiguiéndose de esta manera, aunque sea lentamente, el olvido de nuestros desastres y la reparación de nuestros terribles infortunios.

    […]

    A seguida el alcalde doctor Robert, pronunció elocuentes palabras en loor del acto que se verificaba…

    […]

    [E]s más que hermosa, es simbólica.

    Hay, añadió, que cuidar los árboles, que son nuestros amigos y que sanean una atmósfera que el hombre se encarga de envenenar.

    Comparó los árboles con los niños, diciendo que éstos son arbolitos de carne que han de crecer, bien atendidos y bien dirigidos.

    Se habrá querido por alguien acusarnos de querer resucitar una idea pagana adornando á los árboles.

    Lejos están los que tal piensen, pues que adorando á la Naturaleza se adora á Dios.

    […]

    Acto continuo se trasladó la comitiva al campo de plantación, en donde los niños de las escuelas municipales procedieron al planteo de sin número de arbolillos.

    Entonces, también, se descubrió la piedra conmemorativa de la fiesta del Arbol en Barcelona, haciendo entrega á la vez el señor Puig y Valls al Alcalde de la bandera, confeccionada exprofeso para el acto que relatamos.

    Luego, en el pabellón de la Trasatlántica, los niños fueron obsequiados con una merienda.

    […]

  • Salen por primera vez a la calle agentes de la Guardia Urbana

    En 1906 el cuerpo de la Guardia Municipal estaba totalmente desorganizado y en plena decadencia. De los 850 componentes de la plantilla, era muy reducido el número de los que hacían servicio en la vía pública.

    Las disposiciones legales anticuadas, pero vigentes, impedían a los Ayuntamientos jubilar las fuerzas armadas -la Guardia Municipal tenía carácter militar- y el Alcalde no quería decretar el cese de los componentes que no estaban en condiciones de prestar servicio por razones de humanidad. Este hecho impedía la renovación de la Guardia y era la causa principal de su desorganización y el primer motivo de su decadencia.

    De los 850 municipales, se desarmaron a 200. Este hecho los ponía en condiciones de derechos pasivos, dejaban de depender del Alcalde y pasaban a ser funcionarios municipales con todos los derechos que el Ayuntamiento les tenia reservados. Con esta medida se consiguió la renovación por personal de la guardia municipal

    Esta transformación no gustó a la autoridad gobernativa. El desarme de los guardias privaba al Gobernador civil, de acuerdo con el Alcalde, de utilizar un contingente armado en momentos críticos de alteración del orden público.

    Con el derribo de la muralla y el crecimiento constante se produjo un aumento significativo en la circulación de vehículos. El problema del tráfico fue detectado por el Alcalde Sanllehy el 1907 y para tratar de solucionarlo creó el Cuerpo de la Guardia Urbana.

    En sesión de 19 de febrero de 1907 fue aprobado el Dictamen de la Comisión de Gobernación que proponía la creación de la Guardia Urbana con dependencia directa del Ayuntamiento en su nombramiento y en la dirección de su gestión. La Guardia Municipal continuó, en estos aspectos, dependiendo directamente de la alcaldía.

    La Guardia Urbana comenzó a prestar servicio con una dotación de 25 guardias el día 8 de diciembre de 1907 y su aparición fue recibida con fuertes aplausos. Domingo J Sanllehy era el Alcalde de la ciudad.

    El primer contingente organizado del cuerpo de la Guardia Urbana se constituyó con 196 guardias, un jefe, dos oficiales y dos auxiliares.

    La misión de este cuerpo superaba la simple regulación del tráfico y se ampliaba con actuaciones de policía cívica.

    En el reglamento de su creación decía: «Deberá conservar cuidadosamente el estado de los servicios públicos en su zona, dando cuenta inmediatamente de cualquier deficiencia o particularidad que observara en el pavimento, farolas, arbolado, aceras, es decir, cuantos servicios hacen referencia a la vía publica». Más que vigilarlo, la Guardia Urbana tenía que servir al ciudadano.

    El 1910 la sección montada de la Guardia Urbana celebró la primera representación del Carrusel con motivo de la visita a Barcelona del rey Alfonso XIII.

  • El obispo de Barcelona carga contra las escuelas «bisexuales» y «neutras» propuestas por el Ayuntamiento

    Sobre las Escuelas de estudios populares que proyecta el Excmo. Ayuntamiento de esta ciudad

    […]

    Amados hermanos é hijos en Cristo: es la vez primera que oficialmente vamos á exponeros Nuestros sentimientos paternales de desagrado y de profunda pena con motivo de la actitud que ha tomado el Municipio, por tantos títulos recomendable, de nuestra querida Barcelona con respecto á la Santa Iglesia y á sus legítimos y sagrados derechos. Cuanta sea la aflicción que esto Nos causa es solamente comparable con el cariño que profesamos á Nuestra queridísima ciudad, representada legalmente por el Ayuntamiento.

    Prescindimos hoy del abandono en que ha dejado á nuestra Santa Iglesia Catedral cuando se ha tratado de las fiestas solemnísimas del Corpus, tan simpáticas á nuestro pueblo y de las otras fiestas votivas que tanto realce daban á nuestras gloriosas tradiciones, Sin importar sacrificios al tesoro, que tan espléndido se muestra y aun pródigo en otras atenciones de menor importancia: y nos concretaremos á un hecho de interés palpitante en estos momentos. Nos referimos á las cuatro escuelas graduadas que proyecta establecer nuestro Ayuntamiento, creando al efecto un Patronato especial.

    […]

    Empieza el Ayuntamiento por calificar de neutras en Religión á estas escuelas de nueva creación; y aunque después contradiciéndose á sí mismo, establece que se dará una lección semanal de doctrina católica á ios niños, declara al propio tiempo que serán libres los niños de asistir á dicha lección semanaa y que el profesor pondrá cuidado en no proferir palabras que puedan molestar á los creyentes.—Luego establece que de los cuatro grupos de escuelas primarias, ademas dé las de párvulos, habrá una de niños y otra de niñas, y dos de mixtas, ó sean de ambos sexos. Analicemos estos conceptos.

    […]

    Réstanos deciros una palabra sobre las escuelas bisexuales ó mixtas de niños y niñas y jovencitós de ambos sexos.

    Si solamente setratara de escuelas mixtas de párvulos antes de cumplir los siete años, os diríamos que no tenemos inconveniente en tolerarlas, porque no es difícil vigilarles en esta edad, cuando hay una profesora cristiana prudente y celosa de la inocencia dé los niños; pero no podemos decir lo mismo de las escuelas bisexuales, tratándose de niños y jovencitós en la edad en que empiezan á despertarse las pasiones de la sensualidad. Creemos, por lo que hemos oído, que tal vez ha inspirado la idea de estas escuelas bisexuales la de imitar á algunas naciones extranjeras; ya que es notorio nue para muchos, por el mero hecho de tratarse de naciones extranjeras, hay razón suficiente para imitarlas en España, como si en general fueran en todo superiores á nosotros y debiésemos mirarlas como modelos; en lo nue no podemos convenir en absoluto.

    Pero sea de esto lo que fuere, diremos á los autores del proyecto, que saben ellos, como sabemos todos, que ni es bueno todo lo de los extranjeros, ni todo lo que puede tolerarse -en una nación, debe aceptarse como útil en todas las demás: porque ni las condiciones del clima, ni los temperamentos de la naturaleza, ni las costumbres y necesidades ds los pueblos son iguales en todas partes.

    […]

    Aunque no es directamente propio de Nuestro ministerio apreciar las condiciones fisiológicas que contribuyen á los adelantos de ambos sexos en su cultura intelectual, sabemos por experiencia que no son idénticas por lo regular en los niños y en las niñas, como no lo son en general en el hombre y en la mujer las disposiciones y aptitudes personales para el estudio. Tenemos fundamento para afirmar que en una misma clase y oyendo las lecciones del mismo profesor, no obtendrán iguales adelantos literarios y científicos los jovencitós de ambos sexos, y que para determinadas asignaturas son muy distintas las aptitudes de los niños, de las de las niñas, lo que como es natural ha de ser un verdadero obstáculo para el progreso y formación de aquellas tiernas inteligencias. De modo que la unión de los dos sexos en una misma clase, lejos de ser favorable, ha de ser contrario á la cultura intelectual de los alumnos y alumnas.

    Aun más: sabemos por persona cuya competencia científica Nos es bien conocida, que el desequilibrio que causa en el funcionamiento de las facultades mentales la actitud anormal á que se ven obligados los niños en los estudios de las escuelas bisexuales, es contrario á su salud corporal, de modo que son reputadas dichas escuelas como contrarias á la higiene.

    […]

    [E]speramos que nuestro Ayuntamiento no se empeñará en sostener un proyecto tan abiertamente contrario á las enseñanzas de la Iglesia, á las Leyes del Estado y al sentido común de la católica ciudad de Barcelona; ni ha de obligar al Prelado y á los barceloneses á elevar á los Altos Poderes del Estado una queja, haciendo ver que no representa dignamente la voluntad de los ciudadanos de Barcelona en un asunto tan vital y de excepcional trascendencia.

    […]

    A este fin invocamos la protección de Nuestra Soberana Patrona la Virgen de las Mercedes y da nuestra muy amada Santa Eulalia para que libren á Barcelona de la fatal desgracia que nos amenaza y para que el Señor os infunda alientos para tan santa obra, os bendecimos del fondo de nuestra alma en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

    Barcelona 24 de febrero de 1908.
    Salvador Cardenal Caaañas, Obispo de Barcelona.

    Por mandato de Su Emcia. Rdma. el Cardenal Obispo, mi Señor, doctor Ramón Salvia Civit, Arcipreste Secretario.

  • Otro rey borbón empieza quizá el peor ataque nunca contra la Barcelona antigua: la construcción de la vía Layetana

    D. ALFONSO XIII EN BARCELONA

    No anduvimos, equivocados en nuestros augurios de ayer. La llegada del Rey á Barcelona vino á desvanecer en un momento todas las inquietudes que se habían empeñado en esparcir los que se aprovechan de cualquier ocasión para cultivar la nota sensacional y mantener sobre esta ciudad la atmósfera del terrorismo.

    Llegó el Jefe del Estado, llegó el señor Maura; y el vecindario de Barcelona les recibió con la más afectuosa cortesía, esforzándose iodos para que ese acto, que había atraído las miradas del mundo entero, sirviese de rotunda rectificación á las profecías que con tanta persistencia se venían propalando. En honor de la verdad hay que hacer constar que á ese resultado contribuyeron todos los elementos, sin discrepancia alguna, cada cual dentro de la norma que sus respectivas convicciones les imponían: de adhesión en unos, de correcto acatamiento en otros, de respetuosa abstención en aquellos que rinden culto al ideal republicano.

    Lo que resultó inequívoco y no puede ser falsificado en manera alguna es el general deseo de que ninguna nota desagradable turbara la solemnidad de la recepción ni el júbilo de.Barcelona,; por el comienzo de su reforma. En este anhelo se unieron todos los barceloneses, por encima d esus compromisos de consecuencia y de partido. Y á la fuerza activa del sentimiento dinástico en quienes lo tienen firme y arraigado, se sumó la compostura, irreprochable de todos los demás y aun la curiosidad activa que comunicó al día de ayer un aspecto á la vez animado y solemne.

    Nos congratulamos, pues, del espectáculo que ayer ofreció Barcelona y de que el Rey, el gobierno y los representantes de naciones amigas pudieran presenciarlo como desquite de los presagios, calumniosos para esta, población, en nombre de los cuales se combatía el viaje del monarca. Y ahora pasemos á reseñar la memorable jornada.

    [blabla

    En la iglesia de Nuestra Señora de las Mercedes:]

    La iglesia se hallaba iluminada y adornada con ricos tapices. El templo estaba lleno de invitados.

    A las nuevo y cuarenta y cineo minutos los vivas y aplausos de la muchedumbre y un repique de campanas anunciaban la proximidad de la comitiva regia á la iglesia.

    Al descender del coche Don Alfonso, el órgano dejó oír sus armoniosos acordes, y el Rey colocóse bajo el palio, á la derecha del cardenal doctor Casafias, quien iba revestido do capa pluvial, y acompañados del clero y de algunos nobles, fueran hasta el altar mayor, subiendo al presbiterio, además del monarca y el clero, el presidente del Consejo de ministros, el ministro de Marina, el alcalde, el gobernador civil, el duque de Sotomayor, el general Pacheco, el conde de Grave, el conde del Serrallo y el marqués de Marianao y su hijo.

    Poco después llegaron, y subieron también al presbiterio, el embajador de Austria en España y el almirante de la escuadra austríaca.

    El Rey colocóse bajo un trono que se había levautado al lado del Evangelio. Cerca de él colocáronse los señores mencionados.

    El cardenal doctor Casañas entonó el «Te-Deum», que fue cantado por la capilla de música del maestro Millet.

    Terminado el «Te-Deum», el cardenal concedió 200 días de indulgencia á cuantos habían asistido a aquel religioso aeto.

    A continuación cantóse la Salve, de Aichinger.

    Después S. M. subió al camarín, en dónde le recibieron las camaristas de la Virgen de las Mercedes, señoras condesa de Sicars, marquesa viuda de Llobet, doña Teresa Poch, viuda de Martorell; doña Rita Coll de Suñer y el capellán custodio doctor don Amadeo Pujol.

    El Rey y los que le acompañaban oraron breves momentos ante la imagen de la Virgen y la adoraron.

    Después de la adoración le enseñaron al Rey el chaleco manchado de sangre que el señor Maura llevaba al ser herido cerca de la Merced en 1904, cuya prenda ofreció el señor Maura á la Virgen, y se halla colocada en una vitrina.

    Al verlo el presidente del Consejo, exclamó: «Eso ya ha prescrito».

    […]

    La inauguración de la reforma

    Desde mucho antes de la hora designada para la inauguración de las obras de la reforma, con objeto de evitar el acceso del público por la calle Ancha a la de la Reina Regente, estacionáronse en loa cruces de los dos callejones situados antes y después de la misma, parejas de la guardia municipal montada y de á pie, que impidieron el tránsito por dicho trayecto.

    Las mismas precauciones se adoptaron á la entrada de la calle de la Reina Regenta por la del Consulado.

    Las tribunas, que eran cinco, hallábanse instaladas en el trozo abierto de la calle de la Reina Regente, comprendido entre la Ancha y la del Consulado.

    A la derecha, entrando por la calle Ancha, alzábanse primero la tribuna regia y al lado la de las autoridades; á la izquierda otras dos destinadas á los invitados, y un poco más baja, y frente á la real, la reservada para los periodistas.

    En el cruce de la calle de la Reina Regente con la del Consulado veíanse dos mástiles con gallardetes, y frente á la casa núm. 71 de la calle Ancha, propiedad del marqués de Monistrol, con cuyo derribo habían de inaugurarse las obras de reforma, otros dos rematados por gallardetes que sostenían un cartelón encuadrado por una guirnalda de follaje, donde se leía: «calle da la Reina Regente», y en los que se destacaban otros dos cartelones con los nombres do Cerdá y Baxeras, autor uno del proyecto de Ensanche y el otro del de Reforma interior, y á quienes puede considerarse como propulsores del desarrollo de Barcelona.

    De los referidos carteles pendían cintas blancas y amarillas y el pie de los mástiles hallábase cubierto eon hojas de palma. Tres pendones, dos con el escudo de Barcelona, y el tercero, que ocupaba el centro, con los colores de la bandera española, colgaban de la cornisa del edificio citado, y los balcones del piso principal y del entresuelo se hallaban adornados con colgaduras.

    […]

    Distribuidas en el trayecto de la calle de la Reina Regente hallábanse la banda municipal, las de los Talleres Salesianos, Casa de Caridad, Asilo Naval y la del regimiento infantería de Alcántara.

    A la llegada del cardenal-obispo de la diócesis, que acompañado de sus familiares entró por la calle Ancha, resonaron algunos aplausos.

    Después del cardenal, á las once y media, llegó el Ayuntamiento en corporación representado por el alcalde y los concejales señores Puig y Alfonso, Rovira, Rogent, Rahola, Fuster, Sagarra, Cararach, Peris, Durán, Pia y Deniel, Rubió, Cardellach, el secretario señor Gómez del Castillo y el senador don Raimundo de Abadal, que fué uno de los ponentes del contrato de reforma.

    Llegada del Rey

    A las doce y diez minutos los acordes de la Marcha Real ejecutada por las bandas de música y las aclamaciones del público anunciaron la llegada del Rey.

    Desde las tribunas y desde las ventanas, balcones y azoteas de las casas que dominan la calle de la Reina Regente, el público, en el cual predominaban las señoras, agitaba sin cesar los pañuelos, vitoreando á Don Alfonso, quien de pie en el coche y saludando militarmente, agradecía las muestras de afecto de la multitud.

    Inmediatamente el alcalde, al frente de la representación del Ayuntamiento, adelantóse hasta la calle del Consulado á recibir ai Rey, á quien dirigió una breve salutación, correspondiendo Don Alfonso en términos por demás afectuosos.

    El Monarca estrechó efusivamente la mano del señor Sanllehy y de cada uno de los concejales que componían la representación del Ayuntamiento y acompañado de ellos y de la Diputación provincial se dirigió á la tribuna entre los aplausos del público.

    Don Alfonso, en cuyo semblante reflejábase viva satisfacción por la acogida calurosa de que era objeto, ocupó lá presidencia, sentándose á la derecha de él el señor Maura con uniforme de gala y el cardenal doctor Casañas, y á la izquierda el ministro de Marina, de uniforme también, y el alcalde señor Sanllehy, quien ostentaba la banda y cruz de Isabel la Católica.

    Detrás del monarca, á derecha é izquierda del sillón por él ocupado, veíanse al duque de Sotomayor y al general Echagüe.

    Además de las primeras autoridades ocupaban la tribuna regia el Ayuntamiento, la Diputación provincial, los diputados á Cortes por Barcelona señores Cambó y Puig y Cadafalch, el marqués dé Comillas, en representación del Banco Hispano-Golonial, y otras significadas personalidades.

    Preliminares

    Empezó el acto con la lectura, por el secretario del Ayuntamiento, señor Gomes del Castillo, de los extractos del acuerdo del Ayuntamiento, fecha 28 de marzo de 1907, aprobatorio del contrato de reforma interior, del presupuesto extraordinario para la realización del proyecto y emisión de los bonos de Reforma, de la real orden de 23 de julio último aprobando el contrato, y del acuerdo adoptado por el Ayuntamiento en 20 de febrero próximo pasado, en virtud del cual se autorizó al alcalde para señalar el día de la inauguración de las obras.

    Habla el alcalde

    Después de ia lectura de los aludidos acuerdos, se levantó el señor Sanllehy, pronunciando el siguiente discurso:

    «Señor.—Señores:

    Habéis demostrado, Señor, gran interés en venir á honrar un acto que es el más intenso de la vida municipal de nuestra ciudad; debemos mostraros nuestro más sincero y profundo agradecimiento.

    La grandiosa obra de la reforma de la Barcelona antigua, de la que aún no hace cuarenta años era por sí solo toda la ciudad, es una obra de gran empuje, sin precedentes en otras ciudades que, no siendo capitales, no han podido contar, como en esta, con el auxilio del Estado.

    El Ayuntamiento ha consagrado su inteligencia y actividad en elaborar esta gran obra, con trabajos incesantes por largo espacio de tiempo, y un Banco esencialmente catalán, el Banco Hispano Colonial, se ha sentido arrastrado por el amor á la ciudad y ha venido en auxilio del Ayuntamiento.

    En la elaboración de este convenio con dicho Banco, han tomado parte todos los concejales en distintas comisiones, los actuales y los que han dejado de serlo, lo mismo que mis ilustres predecesores, y han sido la ponencia y alma del mismo, Abadal, aquí presente, antes concejal y hoy Senador, y Bastardas, que forma aun parte de nuestra corporación municipal, y que tengo el sentimiento de que no esté aquí hoy entre nosotros.

    Este convenio constituye por sí solo un monumento de estudio y de previsión, y tengo la seguridad que será en el porvenir un documento histórico que honrará la vida municipal de nuestros días.

    Dentro breves momentos va á empezar el derribo de seis casas, con activa rapidez seguirán otras cuatrocientas más, que será necesario derribar para usar esta primera vía, denominada hasta ahora por nosotros sólo con el nombre de vía A.

    Confiamos, Señor, con viva y legítima esperanza, fundados en la vida intensiva de nuestra ciudad, que á esta vía seguirán las demás, y que en plazo relativamente breve surgirán esas nuevas grandes vías proyectadas, como ha surgido, sin apenas habernos dado cuenta, y en el espacio de poco más de treinta años, nuestro extenso y grandioso Ensanche, como surge hoy casi por encanto la agregación de hecho de los pueblos vecinos, que al unirse á la urbe madre, vienen en su conjunto á constituir nuestra hermosa gran ciudad.

    ¡Conciutadans, visca Barcelona!

    ¡Visca el Rey!»

    Los vivas fueron contestados con entusiasmo por el público.

    El Rey y el presidente del Consejo de ministros escucharon atentamente el discurso del señor Sanllehy, haciendo señales de aprobación en los párrafos más culminantes del mismo.

    El señor Maura

    El presidente del Consejo contestó al señor Sanllehy con breves y elocuentes palabras.

    Empezó diciendo que, al igual del árbol pletórico de savia que echa nuevos y vigorosos brotes y rompe en rica y abundante eflorescencia, Barcelona, que está llena de vida, necesita realizar su reforma, sustituyendo por grandes vías las calles estrechas de la ciudad antigua.

    Añadió que actos como el que se estaba celebrando son de aquéllos que siempre se presencian con júbilo, y acabó diciendo que el Rey ha venido á Barcelona para asociarse con amor y orgullo, él y el gobierno, á esta gran obra de la reforma interior, que representa el engrandecimiento de la ciudad.

    La ceremonia

    Después del discurso del señor Maura, el Rey, acompañado del presidente del Consejo de ministros, del alcalde y demás autoridades, dirigióse á la casa número 71. Allí el señor Sanllehy le hizo entrega de una piqueta y una palanqueta.

    Las referidas herramientas han sido construidas en los talleres municipales, y son de acero empavonado; la piqueta tiene un mango de madera de acacia y en la parte metáliea aparece incrustada en oro la siguiente inscripción:

    «Reforma interior de Barcelona, inaugurada por S. M. Don Alfonso XIII en 10 de marzo de 1908.»

    Una vez abiertas las puertas del edificio, el Ayuntamiento tomó posesión de él y Don Alfonso derribó una de las piedras del portal, que había sido previamente socavada.

    Seguidamente el monarca, el señor Maura, el alcalde y demás autoridades firmaron el acta de la ceremonia que extendió el secretario dei Ayuntamiento.

    La pluma con que firmó el Rey es de oro, elevándose su coste á 510 pesetas.

    Mientras se firmaba el acta desfilaron ante la tribuna regia los operarios de las seis brigadas municipales, precedida cada una de ellas por un individuo que llevaba un cartelón con el nombre de la calle y el número de la casa cuyo derribo empezó ayer, y que son las seis que á continuación se expresan: Ancha, 71 y 77; Jupí, 14; Arco de Isern, 3; Manresa, 2, y Basea, 11.

    Acompañaban a las brigadas, compuestas de veinte operarios cada una, dos carros, una reproducción de los antiguamente llamados de carreras, del que tiraban seis mulas con jacces de seda y oro, y guiado por un mayoral y un postillón con los trajes de aquel tiempo, y el otro una tartana, con la caja y el costillaje del toldo cubiertos de flores y follaje, formando caprichosos y originales dibujos. Atado á la caja del primero, iba un mastín. Los citados vehículos conducían las herramientas destinadas á los obreros, que ayer mismo empezaron su tarea de derribo.

    Durante el desfile la banda municipal interpretó la marcha de Don Juan II.

    A la una menos cuarto, terminada la ceremonia, retiróse el Rey, con el señor Maura y sus acompañantes, dirigiéndose á la Capitanía general entre los aplausos del público.

    Don Alfonso y el señor Maura, mientras se verificaba el desfile de las brigadas, conversaron con los señores Cambó y Puig y Cadafalch.

    Los asistentes

    La Diputación provincial se hallaba representada en el acto por los señores Sostres, Albó, Torres Picornell, Lluch, Bartrina, Moret, Coderch, Badía y Andreu, Rafols y Roca.

    Asistieron además una nutrida representación del cuerpo consular, el arquitecto municipal señor Falques, y su ayudante señor Steva; la Junta del Banco Hispana Colonial, representada por los señores Güell Bacigalupi, Arnús, Fontanals y Estruch, y los arquitectos de dicha entidad señores Bassegoda, Sagnier y Sentmanat; el presidente del Fomento de Obras y Construcciones, sociedad encargada de las obras de derribo y urbanización de la sección primera de la granvía A, señor Viñamata, el gerente señor Piera y los consejeros señores Cortinas, Mas y Torres, el ingeniero de aquélla señor Sojo, el ex-ministro de Marina señor Goncas, el magistrado señor Cereceda y los señores Vidal y Ribas, Maristany, Gríera, Boladeres, marqués de Marianao, de Alella y Sentmenat, Ferrer y Vidal, Maristany, Rahola (don Federico), Espinós, Castellar, Elias de Molina, conde de Torroella de Montgrí, Milá y Pi, Milá y Camps, Fontcuberta y el notario señor Martí Beya que autorizó la escritura de compraventa de la casa que perteneció al marqués de Monistrol.

    Los duques de Tobar y de Arión, que han venido a Barcelona con los periodistas encargados de la información del viaje regio, asistieron también al acto, y confundidos con el público veíanse algunos voluntarios de la guerra de Africa luciendo sus típicas uniformes.

    Dos noticias

    El Ayuntamiento, al regresar á las Casas Consistoriales, después del acto de inauguración de la reforma, fue aplaudido varias veces durante el trayeeto.

    —Para celebrar el acto de ayer, los concejales obsequiarán próximamente con un banquete en la «Maison Dorée» al alcalde y al senador señor Abadal.

  • Charles Arrow, el Sherlock Holmes barcelonés

    [P]ara los barceloneses este terna tiene un interés especialísimo, por cuanto nosotros tenemos también nuestro detective, en carne y hueso, inglés por añadidura, en el cual habíamos cifrado nuestras esperanzas para que aniquilase el terrorismo [anarquista] al estilo y modo del modelo de los detectives encarnado en el gran Sherlock Holmes.

    En efecto, un buen número de ciudadanos estaban firmemente persuadidos de que mister Arrow en cuanto llegase á esta capital inmediatamente se echaría á la calle, husmeando pistas; que una colilla de pitillo, ó una cinta de alpargata, ó una frustería cualquiera, recogida al azar, bastarían á su perspicacia de detective, para ir de deducción en deducción hasta desenredar la madeja, y en fin, que cualquier día, al desdoblar el periódico por la mañana, nuestros ojos tropezarían con la sensacional, aunque prevista noticia de que míster Arrow había logrado penetrar en un tugurio de Sans en el que estaba reunida toda la Plana Mayor del Terrorismo, que había apagado la luz, puesto su cigarro en una ventana para que la brasa sirviese de falsa guia á los sorprendidos, ganando él la puerta—todo conforme al ritual Sherlock Holmes—dejando á los malhechores enchiquerados. Mas, como nada de esto ha sucedido, ni es posible que suceda, de ahí el que aquellos buenos ciudadanos, que no son pocos, se consideren burlados, y hablen de nuestro de nuestro detective ¡poniéndole como diga dueñas!

  • Distanciándose de la ciudad progresista de Cerdá, la revista «Cataluña» propone la creación de un Barrio Gótico como modificación de la Reforma Interior y la construcción de la Vía Layetana

    Intervención en la Reforma

    Ha llegado el momento.

    En la primera sección de la Reforma están ya derribadas las casas viejas; van á comenzar las nuevas construcciones.

    El plano Baixeras sirvió perfectamente para plantear el problema, tramitar su resolución desde el punto de vista administrativo; pero suponer que en él se halla una solución acabada del mismo, fuera para Barcelona, si lo permitiera, una ignominia.

    Pasead por la calle recién abierta, entre las vallas de ladrillo de los solares; vuestro espíritu experimentará desagradables impresiones.

    Veréis que entre lo nuevo y lo viejo no existe relación alguna. Como si la vía se abriese en medio del campo, sus alineaciones nada tienen que ver con las calles vecinas; en lugar de enlazar francamente la una con las otras, se obstruye su comunicación violentamente.

    Artísticas construcciones, antiguos monumentos, venerables testimonios del pasado, inmediatos, próximos á la nueva calle que debieran animarla y embellecerla, son despreciados en absoluto: los unos permanecen sin alterar su actual defectuoso emplazamiento; otros quedarán ocultos tras nuevas construcciones; los hay que van á ser bárbaramente derribados.

    La Reforma tiene larga historia; el origen de tales desafueros se remonta lejos. Ejecutamos, con escrupulosa exactitud, lo que proyectó otra generación.

    Cincuenta, treinta años atrás, la reforma de poblaciones se entendía bien diferentemente que en la actualidad. El sistema lineal rectilíneo, el paralelismo, la perpendicularida, se consideraban lo más perfecto para el trazado de calles y plazas. Y se arrasaba la ciudad vieja para levantar sobre ella otra del todo diversa. Imperaban la uniformidad, los principios apriorísticos.

    Considerar la ciudad como un organismo vivo en que se deben respetar las corrientes de circulación de las multitudes y del tráfico industrial; ver en la ciudad un carácter, una fisonomía propia esencia de ella; saber su historia; he ahí las bases principales que tienen presentes los maestros urbanizadores modernos. Se procura hermanar el aspecto pintoresco, accidentado y monumental que presentan las ciudades antiguas, con cuanto requiere la higiene y las necesidades actuales de la circulación diaria y comunicaciones.

    Un grande arte, con sus obras, sus escuelas, sus profesores, su bibliografía, existe. Los nombres de Stüblen [sic], de Henrici, Sitte, Buls, son de los hombres eminentes que en primer término este arte han determinado en Alemania, Austria, Bélgica al principio, y en Italia, Inglaterra y Estados-Unidos después, se siguen las orientaciones por ellos señaladas.

    No hay derecho á ignorar, á prescindir de conocimientos de universal dominio. Barcelona, su municipio, sus facultativos, no pueden substraerse en cuestion tan importante como es la Reforma de la ciudad, á las corrientes actuales, á la evolución experimentada. Debemos adaptarnos al tiempo, á la hora presente.

    El plano Baixeras tiene que ser el fundamento de la Reforma; hay acuerdos, antecedentes, que á ello obligan; pero en detalle, su ejecución ha de venir influída, por las ideas dominantes que son un progreso, un perfeccionamiento. Sería bien triste que los hombres de hoy, las ideas de nuestro espíritu, las palpitaciones de nuestro ser, no influyesen en lo más mínimo en el trazado de la Reforma.

    La voz, las aspiraciones de la intelectualidad de Barcelona, respecto de esta cuestión, quizás no había llegado al Municipio hasta ahora con fuerza bastante para ser oída. Los arquitectos del Ayuntamiento y del Banco Hispano-Colonial se han limitado á derribar edificios; su talento, sus aptitudes, han de emplearse en más elevados fines.

    Pero llegado el momento crítico, van á comenzar las nuevas construcciones. En la ocasión de que cuantos en estas cosas entiendan, digan su palabra.

    Las corporaciones artísticas se dirigen al Ayuntamiento en razonado documento, clamando para que la Reforma se haga, no de un modo automático, sino conscientemente; para que se emplee bien el dinero, se embellezca la ciudad.

    Es de esperar serán atendidas.

    JERÓNIMO MARTORELL

  • Atentado contra el alcalde, Antonio Martínez Domingo

    A las once y cuarenta y cinco de la mañana de hoy, al dirigirse a la Casa Consistorial el alcalde, D. Antonio Martínez Domingo, ha sido agredido a tiros por varios individuos que se dieran a la fuga.

    Los agresores hicieron varios disparos cuando pasaba el automóvil por la calle de Jaime I, al nivel de la callejuela de la Daguería.

    El automóvil continuó su rápida marcha para librarse de la agresión, y al llegar a la Casa Consistorial y percatarse de que estaba herido el alcalde, fue inmediatamente conducido al dispensario establecido en el mismo edificio, en el que asistieron al herido el director del Instituto Municipal de Beneficencia y los médicos de guardia, que le practicaron la primera cura.

    Desde los primeros momentos acudieron los concejales Sres. Santa María, Palau v Colón; el secretario accidental del Ayuntamiento, Sr. Vidal; el jefe superior de la Guardia urbana, el jefe del Cuerpo de los mozos de escuadra, el teniente coronel de Seguridad, jefe superior de Policía interino; 1 el jefe de Vigilancia, el inspector general Sr. Castellanos; el delegado de Policía del distrito y otras muchas autoridades y personalidades.

    También acudió el presidente interino de la Mancomunidad, con el secretario de este organismo.

    Por fortuna el Sr. Martínez Domingo sólo recibió una herida con orificio de entrada por la región lateral izquierda del tórax, con salida a nivel de la quinta costilla, sin interesar órgano alguno importante.

    El pronóstico es reservado.

    La sorpresa y la indignación que ha producido el incomprensible atentado se ha exteriorizado en una espontánea manifestación de simpatía y afecto al alcalde al salir del dispensario envuelto en una manta y subir en el automóvil para dirigirse a su domicilio.

    Una gran muchedumbre que se había aglomerado en la plaza de San Jaime aplaudió calurosamente al paso del automóvil que conducía al herido, acompañándole un buen trecho por la calle de Fernando, lo que obligó al automóvil a ir despacio para evitar desgracias.

    Acompañaban al alcalde el doctor Mer y Güell, el Sr. Vidal y el concejal Sr. Santa María.

    En el Ayuntamiento se han colocado listas, que se llenan rápidamente de firmas.

    El alcalde, hace días, manifestó al concejal Sr. Santa María que tenía la convicción de que iban a atentar contra él. Hoy como ha sido el mismo Sr. Santa María ei que le ayudó a descender del automóvil, fueron sus primeras palabras: ¿Ve usted como no me he equivocado?

    Como puede suponerse, los autores del atentado huyeron. Según referencias de un testigo presencial, uno de los agresores, al huir, cayó al suelo, pero tuvo tiempo de levantarse y seguir corriendo, sin que nadie lo detuviera. Poco después llegaban una pareja de guardias de Seguridad de Caballería y numerosos guardias, pero como aquellas calles son muy intrincadas, los agresores habían ya desaparecido.

    A consecuencia del tiroteo contra el automóvil, resultó con una herida en el antebrazo derecho, de pronóstico grave, un transeúnte llamado Joaquín Puig.

    Fué detenido un individuo que corría; pero, según parece, se trata de un transeúnte atemorizado.

    Por el domicilio del alcalde han desfilado el presidente de la Audiencia, el teniente fiscal y muchas autoridades, entre ellas el gobernador civil. Este, al recibir más tarde a los periodistas, les dijo que no tenía nada nuevo que agregar a las noticias ya conocidas.

    Los periodistas que acuden a hacer información al Gobierno civil protestaron contra la agresión de aue había sido víctima D. Rosendo Jiménez, anunciando al gobernador que habían abierto una suscripción entre los repórters que acuden a aquel centro para ofrendar una corona al cadáver de su compañero.

    El gobernador, después de hablar de la desgracia ocurrida al Sr. Jiménez, dijo también que, por fortuna, la herida que padecía el alcalde carece de importancia.

    Lamentando luego estos atentados, agregó que, son el resultado de una lucha que hay entablada aquí v que durará mucho tiempo, pues en este punto él no es optimista.

    […]

    Uno de los testigos que han comparecido ante el Juzgado ha declarado que presenció la agresión, y que vió indistintamente a los agresores, que eran dos, disparar sobre el auto del Sr. Martínez Domingo. A aquéllos, después de haber hecho seis disparos, se les engatillaron las pistolas, lo que les impidió, a pesar de los esfuerzos que para ello hacían, seguir disparando. Dicho testigo persiguió a los agresores sin poder darles alcance. Estos, mientras corrían, le amenazaban con las pistolas. El testigo requirió el auxilio de un guardia municipal, que se negó a prestárselo, según manifestó aquél.