Menú al Monestir de Santa Anna de Barcelona l’any 1452 pel dia 15 d’agost:
Un pollastre per cap, al forn a la cassola.
Potatge de carbasses amb canyella.
Carn d’olla.
Préssecs.
Etiqueta: pollo
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Menú al monasterio de Santa Ana para la fiesta de la Asunción
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Una gallina bajo ordenes de un artista francés protagoniza la primera elevacion de un globo aerostático
Desde el punto de vista científico y del vuelo humano, la investigación más importante fue la realizada en Barcelona, Valencia y Aranjuez. Las dos pruebas efectuadas en Barcelona el 30 y el 31 de enero de 1784 nos revelan un pleno conocimiento de los sistemas aerostáticos empleados por los hermanos Montgolfier y por Charles y Robert. La primera, bajo la responsibilidad de los doctores Salvà y Sanpons, corrió a cargo de Charles Bouche, pintor francés que elevó un globo de papel de 8,40 m de altura, con el sistema del aire caliente y del cual pendiá una jaula con una gallina. La segunda fue realizada por la Acadèmia de Ciències Naturals i Arts y consistió en elevar un globo de seda, impermeabilizado con caucho, con el hidrógeno como elemento sustentador. El relato de estas dos experiencias consta en el detallado informe redactado por Miguel Gamborino [sic] …, artista valenciano, especializado en el estampado de imágenese religiosas, que siguió los acontecimientos muy de cerca, los reseñó y dejó constancia del aspecto del globo de papel, diseñado por Bouche, en un excelente grabado reproducido en su informe.
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Feria de Barcelona
Dia famoso, dia en que se gasta on Barcelona muchísimo dinero, dia en que se prepara un atroz degüello, dia en que rabian muchos padres y maridos, y se rien abogados, procuradores, escribanos y otros que reciben en aguinaldo pavos y patos y volátiles de todos tamaños y categonian; dia en que se celebra feria en esta inclita ciudad de los condes, flor y nate de toda España por man que murmuren lenguas.
A ver la feria de Barcelona, á gastar en ella y á vender para ella vienen á lo menos un tercio de los habitantes del pla, que no son por cierto los que menos brillo y alegría dan al dia de la tal feria. Si nos preguntaran en dónde y cuándo se celebró la primera feria, diríamos francamente que ni lo hemos averiguado ni pensamos averiguarlo; pero que las ferias son antiguas es indudable. Del tiempo de nuestro recuerdo y de un poco antes podemos asegurar que en las ferias se ha vendido, comprado, trocado y gitaneado, aunque nó en todas se han comprado, vendido, trocado y gitanado los mismos géneros. Es preciso pues tener conocimionto de tales diferencias para no ir algun dia á perder el tiempo á una feria en la cual no se venda ni se compre lo que uno trate de vender ó de comprar. En las Borjas de Urgel se venden muchísimos borricos, y la mayor parte de ellos rabones, de lo que se deja entender que es pais de burros pero nó de rabos, de donde cada uno puede á su sebor deducir lo que mas bien le parezca. En Verdú se venden en abundancia animales de pelo, quiere decir que es tierra de animales; y lo mismo sucede en Cervera, aunque hasta ahora haya podido parecer una anomalia la abundancia de animales en un pueblo donde ha habido Universidad regia y pontificia. En Figueras se venden animales de pelo y de lana; buena feria para la gente que come á dos carrillos, de quienes suele decirse que hacen á lana y á pelo. En el Arbós se venden sederías, muñecas, juguetes, y sobre todo esos serones que se acomodan sobre las albardas de los jumentos de los que van á ella. La feria de san Cugat del Vallés es reputada por la primera feria de cochinos; lo que prueba que el territorio es bueno para criar y engordar puercos; de lo cual podrán citarse ejemplares irrecusables. En Vich se encuentra ganadería, y estan abundantes los libros viejos, cuyo último género prueba que ó bien van á parar allá los libros viejos de otros puntos, ó que los actuales hijos de Vich se venden los libros de sus abuelos.
De otras muchas ferias podríamos dar noticias, pero viniéndonos á la de la capital decimos: que si todos los catalanes supiesen lo que es la feria de Barcelona, á bandadas dejarian sus pueblos para venirse á ella. Ya se ve, en Barcelona todo es grande, todo es bueno, todo sorprendente, y no habia de ser menos la feria, de la cual en imposible dar una idea exacta. Pero á fin de que los que no pueden gozan de este grande espectáculo huelan á lo menos alguna cosa, les indicarémos los puntos capitales, que son como si dijéramos la mesa de este gran congreso.
Desde la puerta nueva á la de san Antonio, desde la del mar hasta el portillo de Isabel II, Barcelona es una feria durante los cuatro dies que preceden al de Navidad, y en ella todo su vende, desde la alhaja de mas valor hasta al mas tosco cacharro. En primer luger verás, benévolo lector, las paredes esteriores de las tiendas cubiertas de toda clase de géneros y artefactos, mostrando en ello sus dueños mas prodigalidad y esmero que en el resto del año. Lo mismo puede llamarte la atencion la tienda de un calderero con sus sartas de braseros, peroles y esquilones, que el mostrador de una platería con sun sortijas, sus cadenillas y candelabros. Espectadores tienen la tienda de mantas y gorros colorados, como no le faltan á la de muselinas, batistas y merinos. En la plaza de santa María del mar se reproducen las ferias de la Concepcion y santa Lucía; y como en aquellos puestos de juguetes el chiquillo se hace ojos, en las tiendas del Call y Platerías se le hace la boca agua á la elegante que sale á lucir sus gracias en la feria. Los grupos colocados enfrente de las tiendas obstruyen el paso, y te pisará este, y te empujará el otro, y tropezerás con prójimos que llevan cebados pavos y capones que la gratitud de un favorecido ofrece á su bienhechor, ó la male fe de un usurero al cómplice en su peculado. Rabiarás mil vcces y lo echarás todo á la diabla otras tantas, y sin embargo con risueños ojos, si en que perteneces al sexo feo, dejarás el paso libre á la comitiva de payesas, entre la coal es fácil que te encuentres como por sorpresa. Qué hijo de Adan no se rinde ante esas donosas y desembarazadas lugareñas que produce el suelo á seis leguas á la redonde de Barcelona, bien luciendo su garbo arrebujadas en sendos pañolones, sin mas tocado que un pañuelito de seda, bien dejen ver su esbelto talle embrazando con donaire ligera cesta de mimbres? Ah! por desgracia desaparece entre el fárrago de modas de Paris el airoso trage de esas niñas. Vaniadlo en buen hora, pero no dejeis vuestra saya semicorta, ni la mantilla blanca, ni sobre todo vuestras chinelas.
Deja, lector, las payesas, sube de punto tu catalejo, y fija la atencion en las jóvenos de buen tono que se dirigen al paseo, porque has de saber que las barcelonesas renuncian en el dia de hoy á su costumbre dominguera, y con ser dia de labor salen á solazarse. El paseo en dia de feria, cómo pasarlo por alto? cuenta pediríales Dios de haber desperdiciado semejante ocasion. El objeto de este paseo es la feria rústica que su halla establecida en la esplenada, á donde acuden dos mil pavos y pavas, gallos, capones, gallinas, pollos, ánades, patos y conejos, dos centenares de señoras, y cuatrocientos hombres, y todo anda allá revuelto por mas que sea muy distinto el objeto con que están allí todos esos vivientes. Unos estan para ser vendidos, poquísimos para comprar, muchísimos para ver y todas para ser vistas. Allí acude la elegancia, allí corren las niñas y las que no lo son al olor de los petimetres, y estos al ojeo de las niñas y de las otras: allí se gallean muchos que no pasan de pollos, y hasta las misman pollas gallean. Corred allá lectores nuestros, y veréis pavos y pavas y pollos y pollas y gallos y capones y otras cosas tan sabrosas por lo menos como las dichas.
Podeis luego dirigiros á la rambla de los estudios y hallaréis la misma escena de pavas y pavos, pero echaréis menos las elegantes: y si pasais por las plazas de la Constitucion y del Angel veréis mil puestos donde se venden cosas que si no se comen sirven para comer, porque no parece sino que no se ha comido en todo el año y quiere la gente desquitarse, segun lo afanados que todos andan para buscer con que regalar el estómago. No hay para qué describir uno por uno los tales puestos. Loza en este, cucharas de palo en el otro, loza en el de mas allá, cacharros acullá, loza otra vez, cacerolas de hoja de lata, de nuevo loza, y loza aqui, y loza en el del lado, y casi todos los punton son de loza y cristalería, y casi todos sus dueños son valencianos que han improvisado una estantería y un mostrador con los cajones en que han conducido el géneno; y ¡oh miseria humana! los cacharros no tienen el honor de verse colocados en estantería, ni merecen ser vendidos siquiera en un simulacro de mostrador, sino que yacen esparcidos en el duro suelo ocupando un ancho espacio! Hé aqui, puedes esclamar, la plebe de la parte mas frágil del casero menage! Déjalos descansar, y líbrelos Dios de los perros transeuntes y de los pilletes.
Llega la noche y no decae la animacion un solo punto, antes bien se iluminan las tiendas de géneros, y los puestos de las plazas, calles y Rambla, cada cual segun su posicion y circunstancias.
En algunos salones hay bailes de payeses. La entrada es por convite.
Las empreses de los teatros consultando el gusto de los forasteros y calculando sus provechos dan comedias y bailes de grande espectáculo, ú óperas cuya fama sea mas popular.
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El ayuntamiento advierte que ya no se puede llevar las gallinas por las patas
Queda prohibido y sancionado por la ley desplumar o despellejar animales vivos, y atarlos por las patas para arrastrarlos o conducirlos suspendidos.
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La Consejería de Abastos anuncia la Oficina del Huevo
El problema de la producción de huevos y la repoblación avícola en Cataluña
Entre los múltiples problemas que se han derivado de la guerra que sostenemos, existe uno de poca importancia aparente, pero que, por la trascendencia efectiva de sus características reclama la especial atención de esta Consejería. Es el problema de la producción de huevos.
Con la finalidad de promover, aumentar y mejorar la producción de huevos y pollería en Cataluña. se dictó la orden de fecha 29 de diciembre último. En virtud de esta orden ha sido creada en este Departamento, la Oficina del Huevo, a la que se otorgan las funciones de control y protección de los elementos de reproducción avícola, con facultades para realizar campanas de propaganda, disponer inspecciones y ordenar, previa la autorización de esta Consejería, la intervención o apropiación de granjas, salas de incubación, instalaciones agrícolas, etc. El plan de repoblación avícola en Cataluña durará unos cuatro años. En este período se alcanzará la cifra de seis millones y medio de gallinas que al ser seleccionadas por razas, y alimentadas y atendidas de acuerdo con un programa de cultura avícola que se difundirá entre los campesinos catalanes, rendirán un promedio de puesta anual de 110 huevos cada una, que equivaldrá a 700 millones, suficiente para atender las necesidades de nuestro consumo; evitándose, además, automáticamente, la importante sangría que para nuestras energías económicas representaban las importaciones.
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PSUC y la Generalidad intentan de hacer olvidar las Jornadas de Mayo
[Diario Lois Cusick] In the wake of the May tragedy, «the P.S.U.C. and the Generalitat mounted one … event after another … We had a week devoted to the Battle of the Egg (La lluita de l’ou). This was a four-year plan to make Barcelona self-sufficient in eggs by having a chicken on every balcony. Then, the first week of June, we had Book Week. The carnival revolutionists filled the Ramblas with colorful bookstalls selling old parchment manuscripts from the burnt-out churches and new bright paperbacks of communist-approved authors. No more Kropotkin or Bakunin. This was the week we learned the Russians had arrested Bob Smillie of the P.O.U.M.’s [English] I.L.P. column while he was in Valencia.»
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La Batalla del Huevo causa problemas de convivencia
[E]n esta Barcelona en que hoy vivimos, en la Barcelona de «la batalla del huevo», en que cada galería, cada balcón, cada terrado, se ha convertido en gallinero incipiente, los gallos cantan cuando les da la gana, cada uno a hora distinta o todos a coro a todas las horas, desde que anochece hasta que sale el sol…
¡En fin!… Es molesto… pero soportable. En la retaguardia de una guerra tan atroz como la nuestra, no se puede hablar de molestias, sino es burla, burlando, más para señalarlas, que para quejarse de ellas… Ahora: esa multiplicidad de corrales improvisados, esa aglomeración de gallinas, y pollos, y conejos en espacios reducidos, en núcleos ciudadanos de gran densidad, sin las indispensables condiciones de espacio y aireación, ¿no nos traerán, ahora que entra, de lleno, el verano, consecuencias más graves, más irreparables que la molestia del canto de los gallos al amanecer? Ya se advierte en Barcelona una invasión de moscas digna de los valles andorranos y se perciben emanaciones poco gratas… «Evitemos que la batalla del huevo se convierta en la guerra del tifus» nos dice un lector. Y su advertencia nos parece atinadísima.
Pues la campaña de la «batalla del huevo» tuvo, sin duda, otra intención que la de convertir en corrales todos los balcones y todas las galerías. Y a esa intención—estricta—debe limitarse el ciudadano celoso, a un mismo tiempo de su alimentación… y de su higiene.