DIMARTS XVII. – Aquest dia fo novi lo S.r Rey en Marti Rey Darago ab la S.ra Reyna Dona Margarida filla de Don Pedro de Prades quondam. E fo novi a la sua casa de Bellesguart.
Etiqueta: Palacio Real Mayor de Barcelona
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Muere en el palacio real Carlos de Viana, hijo de Juan II y quizá víctima de Juana Enríquez
Muere en el palacio real D. Cárlos, príncipe de Viana, hijo del rey D. Juan II.
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Coronada reina de Nápoles la infanta Juana, hija de Juan II
En el palacio real situado en la plaza del rey es coronada como reina de Nápoles D.ª Juana, hija de D. Juan II de Aragon.
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Isabel cuenta la herida que sufrió Fernando a manos del loco Joan de Canyamars al bajar las escaleras de la capilla de santa Águeda, y el amor popular por su rey
De la Réina Dona Isabel á su confesor D. Fr. Hernando de Talayera.
Muy reverendo y devoto padre. Pues veemos que los reyes pueden morir de qualquier desastre como los otros, razon es de aparejar á bien morir. Y digolo ansi porque aunque yo esto nunca dudé, antes como cosa muy sin duda la pensava muchas veces, y la grandeza y prosperidad me lo hacia mas pensar y temer; hay muy gran diferencia de creerlo y pensarlo á gustarlo. Y aunque el Rey mi señor se vió cerca, y yo la guste mas beces y mas gravemente que si de otra causa yo muriera, ni puede mi alma tanto sentir al salir del cuerpo. No se puede dezir ni encarecer lo que sentia: y por si esto (Por si esto. El original diría por cierto.) antes que otra vez guste la muerte, que plega á Dios nunca sea por tal causa, querria que fuese en otra disposicion questava agora, en especial en la paga de las deudas. Y por esto os ruego y encargo mucho por nuestro señor, si cosa aveys de hazer por mi, á bueltas de quantas y quan grandes las haveys hecho por mi, que querays ocuparos en sacar todas mis deudas, ansi de emprestados, como de servicios y daños de las guerras passadas, y de los juros viejos que se tomaron quando princesa, y de la casa de moneda de Abila, y de todas las cosas que á vos pareciere que ay que restituir y satisfacer en qualquier manera que sea en cargo; y me lo embyeis en un memorial, porque me será el mayor descanso del mundo tenerlo; y viendolo y sabiendolo, mas trabajare por pagarlo: y esto os ruego que hagays por mi y muy presto entanto que quereys que dure este destierro. Dios sabe que me quexara yo agora, si vos no vinierades, sino por lo que toca á esa ciudad que la tengo en mas que á mi vida, y por eso pospongo todo lo que me toca (Habla de la ciudad de Granada…). Y quando supe este caso, luego no tuve cuydado ni memoria de mi, ni de mis hijos questaban delante, y tuvela de esa ciudad, y que os (Parece errata por enviasen.) escribiesen luego esas cartas que escrevi: y por eso agora no ahinco mas vuestra venida, hasta que placiendo á Dios estemos mas cérca della (Dallá ó de allá es lo que diria la carta: pero la Reina escribia mal, y fué facil cometer este y otros errores en la cópia.). Y como entonces á mi no me dixeron mas de lo que escrevi, y no avia visto al Rey mi señor, que yo estaba en el palacio donde posavamos, y el Rey en este donde d caso acaeció; y antes que acá viniese escrivio (… Quizá escribi yo, y asi debió decir sin duda el original.), porque su señoría no quiso que viniese yo: entanto que se confessava; y por esto no pude dezir mas de lo que me dezian: y aun para ay no era mas menester, que aun agora no querría que supiessen quanto fue. Y ansi me parece que se les deve siempre deshazer: mas para con vos, porque deys gracias á Dios, quiero que sepays lo que fue: que fue la herida tan grande, segun dize el doctor de guadalupe (que yo no tuve corazón para verla) tan larga y tan honda, que de honda entrava quatro dedos, y de larga cosa (… Cosa debe ser doce ú otro número que exprese el de los dedos ue tenia la herida de largo… ) que me tiembla el corazon en dezirlo, que en quienquiera espantara su grandeza, quanto mas en quien era. Mas hizolo Dios con tanta misericordia, que parece que se midio el lugar por donde podía ser sin peligro, y salvó todas las cuerdas y el hueso de la nuca y todo lo peligroso, de manera que luego se vio que no era peligrosa. Mas despues la calentura y el temor de la sangre nos puso en peligro: y al seteno dia estuvo tan bien, que os escrevi yo ya sin congoxa con un correo, mas creo que muy desatinada de no dormir. Y despues al salir del seteno dia vino tal aczidente de calentura y de tal manera que esta fue la mayor afrenta de todas las que passamos: y esto duro un dia y una noche, de que no diré yo lo que dixo sant Gregorio en el officio del sabado sancto, mas que fue noche del infierno; que creed, padre, que nunca tal fue visto en toda la gente, ni en todos estos días; que ni los officiales hazian sus officios, ni persona hablava una con otra, todos en romerias y processiones y limosnas, y mas priesa de confessar que nunca fue en semana sancta: y todo esto sin amonestacion de nayde. Las yglesias y monasterios de contino sin cessar de noche y de dia diez y doce clérigos y frayles rezando: no se puede dezir lo que pasava. Quiso Dios por su bondad aver misericordia de todos, de manera que quando Herrera partio, que llevava otra carta mia, ya su señoria estaba muy bueno, como el avra dicho: y despues aca lo esta siempre (muchas gracias y loores á nuestro Señor), de manera que ya el se levanta y anda aca fuera, y mañana, placiendo á Dios, cabalgara por la ciudad a otra casa donde nos mudamos. A sido tanto el placer de verle levantado quanta fue la tristeza, de manera que á todos nos a resuscitado. […] Una cosa quiero dezir porque me dizen que se piensa alla otra cosa que lo cierto es verdaderamente: que hechas quantas diligencias en tal caso se devian hazer, y quantas en el mundo se pudieron pensar, no se hallo indicio ni sospecha ni cosa que otro supiesse ni supiese dello mas de aquel solo que lo hizo: y aquel nunca salió de aquellos desvarios, quel espíritu santo se lo mando hazer, y que no se confesasse, y que muchos años avia questa (8) con estos dos buenos propositos; y que, si le dexassen, cada vez que pudiesse lo haria, que no se avia de arrepentir dello; que lo avia hecho por mandado de Dios, porque el avia de ser Rey, y no por otra enemiga que tuviese al Rey: y nunca destos desvarios salio ni se mudo. Y sabia que avia de morir, y no quería en manera del mundo confessarse: y era tanta la enemiga que todos le tenían, que nayde lo quería procurar ni traher confessor, antes dezian todos que perdiesse el anima y el cuerpo todo junto; hasta que yo mandé que fuessen á el unos frayles, y le traxessen á que se confessase, y con mucho trabaxo lo traxeron á ello (No paró en esto la humanidad de la Réina. El asesino … estaba sentenciado por la justicia de la ciudad á ser atenaceado vivo: pero Doña Isabel no lo consintió, y dispuso que le diesen garrote antes de despedazarlo…). Y en determinando de confessarse, antes que se confessase, luego conocio que era mal hecho lo que avia hecho, y que le parecía que despertaba de un sueño, que no avia estado en si: y ansi lo dixo siempre despues al confessor, y que le pidiesse perdon al Rey y á mi; y á la muerte dixo esto mesmo. Descanso en que lo sepáis todo, y porque miradas todas estas cosas parece mas cosa hecha de Dios que nos quiso castigar con mas piedad que yo merezco. Plega el que sea para su servicio: y acabo encomendándome en vuestras oraciones, en barcelona á treinta de deziembre. Yo la Reyna.
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Obras en el palacio real para crear espacio para la Audiencia
Se empieza el ensanche del palacio real (que despues fue convento de santa Clara), para colocar en él la Audiencia con dos salas.
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Carlos I de España jura los fueros
El rey Cárlos I jura en el palacio real los fueros del pais.
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Entra el duque de Feria, virrey de cataluña, y da una fiesta impresionante en honor de su nuevo hijo
Aplazaron para la jura del duque de Feria por virrey de Cathaluña, el día 11 de Junio de 1629, y así ese día por la tarde se salió el Duque al lugar del Hospitalete. Empezóse á llenar el camino de gente y á pasar correos de una y otra parte, con las embaxadas que se acostumbra, de Consejo, Diputación y Ciudad: á cosa de las quatro de la tarde salió el Consexo Real con sus mazas altas y á cavallo, hasta el lugar de Sans, en donde hizo alto y despachó al Morondon (Juan Miguel de Monredon, alguacil real, que en 1.º de Mayo de 1640 le quemaron vivo con los suyos dentro de una casa, los amotinados de Santa Coloma de Farnés.) con aviso de que aguardava: estava el Duque en Provenzana, también parado, con el de Alcalá y su hijo, y respondió á la embaxada que no se moviera el Consejo, y despachó luego el Duque otro correo al Cons(ej)o y partió, y llegando á vista del Consejo, dexó su coche y montó en un hermoso caballo blanco, que con aderezo bordado de oro y plata le tenían prevenido; también estava aprestado el pendón ó guión con un Santiago á cavallo bordado en él; precedieron antes de llegar el Duque dos trompetas, con sus armas en las pendientes y mucha parte de su familia. Llegó el Consejo, y dándole la enhorabuena le pusieron en medio del Conseller y Regente. El Duque era hombre mui grueso, su vestido no se podía divisar de qué era, por solo se descubría la bordadura de plata y oro. Empezóse á caminar llebando delante las dos trompetas, el capitán de la guardia, los alabarderos y seis lacaios con librea verde y franxones de oro: venía después el Consejo y la persona del Duque, y detrás un cavallero de su familia, que vestido con baquero de terciopelo carmesí con franxas de oro, trailla el pendón; y después seguían algunos cavalleros cathalanes y el resto de la familia del Duque. Con esta orden se llegó hasta donde aguardavan los diputados, que ya tienen puesto señalado; hecha la ceremonia ordinaria, el Consejo quedó atrás y (el) Virrey se puso en medio de los diputados, hasta que llegando cerca de la Cruz Cubierta, en donde aguardaba la Ciudad, después de dado el parabién y aquellas sólitas ceremonias, se puso al lado del Virrey el Conseller sigundo, Buenaventura Gualvez, que por hallarse el Conseller en Cap enfermo, que era Bartholomé Sala, no pudo asistir, ni tampoco el cuarto, porque el día antes le hablan sacado á suerte por muerte de Pablo Magarola: suplieron estos lugares los cónsules de Lloixe [Llotja/Lonja] que llaman los Diputados. Se retiraron como acostumbran y puestos en esta forma entrando por la puerta de San Antonio, calle del Carmen, Puerta Ferriza y Plaza Nueba, llegaron al Aseo, en donde recivido por el Cavildo y conducido al altar maior prestó el juramento que es de estilo, y vuelto bajó á hacer oración á Santa Eulalia, y saliendo después tomó su cavallo, y pasando el guión ó penda (Pendón) delante, con el mismo acompañamiento, y por las casas de Diputación, Ciudad, calle del Rogomí y calle Ancha, le cortejaron hasta palacio, en donde todos se dispidieron.
No truxo á su muger por quedar en Madrid y á últimos días de parir, ni vino dama alguna con él. Dentro de pocos días le llegó la noticia del parto que havía sido mui feliz, encomendándole Dios un hijo; y para celebrar esta alegre nueva, se publicó un sarao que se tubo en casa del conde de Eril, en frente de Junqueras, en el jardín de la misma casa. Para maior capacidad del concurso, dispúsose un grande tablado algunos palmos en alto de tierra, y al deredor colgado de ricas sedas de tapicería, y por cielo una grande vela con que venía á quedar como un gran salón, y en medio del teatro havían puesto unas divisiones para poder danzar y hacer los juegos sin estorbo alguno. Asistieron el Virrey, duques de Alcalá y hijo y nuera y todas ó las más damas cathalanas; hiciéronse torneos, monerías, danzas y bailes; empezóse el sarao á las nuebe de la noche, y acavó á las seis de la mañana; el señor Virrey dio una rica colación y, sigún se dixo, le costó el festín pasados de mil ducados, porque todos asiguraban que ni por el Rey se podía hacer cosa maior.
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Traslado del archivo de la corona de Aragón del palacio real al archivo de la Audiencia
Traslacion del archivo de la corona de Aragon desde el palacio real al archivo de la Audiencia.
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Bastante completa impresión de la ciudad
[Date in September not given]
A fine avenue of poplars leads in a direct line [from the Llobregat, which has «the most magnificent bridge in Spain»] to Barcelona, and the stony road changes to a fine causeway. It was covered with men and carriages, and embellished on each side by country houses, gardens, and plantations. Every thing had an appearance of affluence, animation, and gaiety. Before us were the towers and fortifications of the city, and at a distance the amphitheatre of mountains we had descended. Here we again breathed the refreshing sea air, and at length passed the Hospitaller gate. Within, the walls are adorned with aloes, but soon this verdure disappears on entering the dark and narrow streets of Barcelona.
[…]
BARCELONA is situated on a plain, which is bounded on three sides by mountains, but the view is open toward the sea. Here the traveller readily perceives he is approaching the frontiers of Spain and of the Pyrenees, yet the climate of this city is of the most agreeable temperature, to which the vicinity of the sea and its general situation probably much contribute.
The interior resembles a labyrinth; and this great city, which contains above 100,000 inhabitants, is full of dark narrow streets continually interfering each other: they are kept however tolerably clean, and lighted at night throughout the year. The houses are lofty, heavy, and painted in various colours. In the smaller streets the roofs seem almost to touch, and in some places the inhabitants may shake hands from the balconies; so that lovers only require the aid of a plank to meet. Whatever cordiality this proximity may produce among the inhabitants, and between the sexes, the want of air and of sun are great inconveniences. Add to this the crowd of professions and of trades, the journeymen of which work in open shops as at Marseilles. The various appearance of all these occupations, the noise of hammers and various other processes confounded together, the show of innumerable kinds of goods exposed to sale, with the charming catalonian women in the foreground, and the confused crowd of so many men collected together, all contribute to give interest to the scene. Scarcely is there a single art or trade but is practised at Barcelona, and many of them, as for instance the shoemakers, supply all Spain, sending whole cargoes to Seville, Cadiz, Madrid, &c.; for Barcelona and Valencia are in point of industry the two first towns in Spain.
However confined are the walls of Barcelona, there is no want of promenades. On quitting its narrow streets you are at once transported to the spacious Plaza de la Mar, round which are the exchange built in the Italian style, the old governor’s palace (capitan general), and the modern though somewhat heavy edifice of the custom-house. In front on two sides is the sea. On the right you enter upon the mole called Muelle de San Luis, on the left is the way to the Passeo Nuevo.
The first view of the Muelle de San Luis has something striking and solemn. The immense expanse of the ocean, the lofty rock and castle of Montjuich (as the Catalonians write it, though the Castilians write it as it is pronounced Montjui), the port with a forest of masts, the light-house and its batteries, the flat more lined with taverns, the little terraces of which adjoin the ramparts, and the fine rows of houses on the left, produce a grand and lively effect not to be equalled even at Cadiz: for at the latter the sea is only seen on one side of the ramparts. Hence the view at Barcelona is more free and magnificent.
Here the finest part of the day is the evening, when the sun sets behind Montjuich. Ships of all kinds are seen entering the port, and the more is all alive: the fishermen drag their boats on to the sands with a loud cry, and at night innumerable lights are seen: the moon rises majestically above the sea, the roar of the mining waves is more distinctly heard, the number of people walking increases, and from the houses, which are lighted and open on all sides, the sound of music and of songs with all the noise and bustle of the dance are heard. This tumult contrasted with the calmness of the sea with her waves tranquilly sinking to rest gives the mind a sensation of sublimity that I should in vain attempt to describe.
From the Muelle de San Luis the road turns to the left toward the Passeo Nuevo, which was formerly a waste plot of ground between the town and the fort. But since the war broke out, and to employ a great number of poor people who were out of work, the present governor-general, Don Agostin de Lancaster determined to make some embellishments there, and has been assisted by numerous voluntary subscriptions. Five avenues of elms and poplars have been planted, extending in a straight line to the Puerta de Francia, and two more are to be added. The Passeo Nuevo is much more lonely than the Muelle, but this only renders it the more rural.
To the right is the road to the citadel, where the first object that strikes the eye is the great broad tower in front of the armory (plaza de armas). It is used at present as a prison for some generals and officers detained there to be tried by a court martial for surrendering the fort of Figueras. Hating the French as they do, the Catalonians consider the surrender of this fort as a double crime, and endeavour by all possible means to aggravate the confinement of the prisoners. Hence to deprive them of the prospect they would enjoy from their dungeon, they have stopped up all the windows, and except their prayers these unfortunate people are deprived of all books and even of the public papers.
It is very probable, that some misunderstanding and the influence of their wives may have been the sole causes of their surrendering the fort, and the reports of treachery or of secret orders from the court seem wholly destitute of foundation. These trials may perhaps yet be delayed for a time by the fluctuation of different parties, but the military law is too clear for the prisoners to escape death, unless they are saved by an act of authority from the king.
Near the Muelle de San Luis, under which are warehouses, is a small lateral street, from which you enter them, and commanding the Passeo de la Rambla, a promenade, which I cannot better describe than by comparing it to the linden walk at Berlin, This is undeniably the best street in Barcelona, and extends as far as the square of the Jesuits, being nearly half a league long in a straight line. The Rambla is used as a promenade in winter, because it is entirely sheltered and admits the sun. At night it is used as a place of intrigue by the lower orders.
Going out of the gate toward the sea the shore en the right is full of wine-shops, and lined with large ships, which in consequence of the cessation of commerce are lying ashore. Farther on are tents and measurers of goods, where at all tunes are large heaps of cheese, beans, salt-cod, &c. Here every thing is in motion, especially at night, when the fishing smacks return into port. For then a vast number of soldiers and journeymen come down to haul them on shore for a few quartos, a multitude of men and women crowd round them to buy their fish the mariners extend their nets to dry, their children light fires, and the poor fisherman who has no other flock than his boat sleeps betide the element that yields him a subsistence.
To the left is a vast inclosure, at the end of which are tiers of vessels, and here is seen that activity with its attendants, which prevail at all sea ports of any magnitude. The quay is about 1000 paces wide and terminates at the foot of the light-house, where is a guard-house with some other buildings for the purpose of performing quarantine. Upon the ramparts properly so called, or the Muelle Nuevo, you may enjoy at your ease the view of the ocean and the port, the entrance being defended by a battery, the guns of which cross with those of the Muelle de San Luis. Hence you perceive these two moles together with the beach, which is very broad, form a semicircular harbour.
Returning toward the town you will perceive a row of houses painted greenand red, which lie beyond the great road. They form the hither side of Barceloneta or little Barcelona. On beholding this it is difficult to conceive, that this little town, which has not been founded above twenty years, should contain 13,000 inhabitants; but it is very extensive in depth, and covers a considerable space along shore. It may be considered as a suburb to Barcelona; for a vast many seamen find there the means of supplying all their wants, and smuggling being so much in fashion there, many kinds of goods are bought much cheaper than at Barcelona. All that part which is without the sea gate as far as the light-house point forms a strip of land of an oval form, which extends along the coast.
The rest of the environs have a very rural appearance, and you may ride round them from Puerta de Francia to Puerta de Santa Madrona, in a semicircle. The space along the coast from the last mentioned gate to the former is occupied by the Muelle de San Luis, the citadel, and the Passeo Nuevo.
The promenade that surrounds the city runs along the glacis and has some very grand avenues. It commands a charming view of the mountains, which are cultivated almost to their tops, and which insensibly change to a smiling plain. Many of them brought strongly to my mind the country about Geneva near Seligny. Farther on between the intermediate gate called Puerta del Angel and the gate of Santa Madrona are nothing but kitchen gardens, beds of flowers, and little cottages, that have have a very pleasing appearance. At length we approach Montjuich, which we have already seen on various sides and in various points of view, and we ascend it by a steep road washed by the sea. As we mount we find a vast number of country houses and wine shops adorned with artificial gardens upon ridges of rocks. The road is planted with various shrubs, with oleander, and with aloes, and passes under the guns of the citadel. Meanwhile the horizon seems to increase wonderfully, and the eye looks down upon the sea, the town, and the port. This is an excellent spot from which to take a view of Barcelona.
It is the custom to go to Montjuich chiefly on Sundays. The narrow road that runs along the shore is as full of venders of vegetables as if it were a fruit market, and the whole heights are covered with people. Some sit quietly at the foot of the rock and amuse themselves with angling, while others sit in groups round great leathern bottles of wine. Some play at pelota or ballon, and others at bowls. Here sturdy artisans exercise themselves in wrestling, there an amorous couple steal from the importunity of the crowd to some retired corner of the rock. Wherever we turn our eyes, we behold affluence, chearfulness, and the just reward of industry.
The same may be said in regard to dress: for the inhabitants are every where adorned with the manufactures of the country. The costume of Barcelona has something peculiar which characterizes it. The women wear cotton petticoats of various colours, silk jackets, fine striped aprons, lockings of clouded silk or worsted, green or yellow shoes, long silk hair-nets of various colours adorned with fringe and stone ear-rings. The men wear culottes and short jackets of manchester stuffs, or of satin, and of all colours, large black hairnets, or when more undressed red woollen caps; blue and red scarfs, enormous cocked hats, and the lower classes wear alpargatas or shoes made of packthread.
Both the men and the women have a robust make, and their muscles, their features, and their whole appearance mow a vigorous constitution. The women without possessing the graces of the Valencians have their clear complexions, are graver and prouder, but equally good housewives. The men have an uprightness equal to that of the Svviss, and the same love of liberty. They have inherited the noble spirit and bravery of their ancestors, whose arms they retain. In general Catalonia seems to be the great scene of spanish generosity. The Catalonian piques himself on a mortal hatred to the French, has a marked predilection for the English and Germans, and the conjectures of historians on this subject are realized in a manner highly flattering to the travellers of these two nations. A secret attachment to the ancient german house that once reigned in Spain seems still to prevail among the Catalonians, and had the French reckoned upon a party in this province, it is certain they would have found insurmountable obstacles in the majority of the inhabitants.
It is true the present state of affairs does not contribute to make the French beloved. To them the Catalonians attribute the present war with England and consequently the loss of their trade. Their goods accumulate, their manufactures are at a stand or dwindling away, they have either no importations at all in the present state of affairs, or they arrive very rarely and at exorbitant prices, and the blessed english flag, that formerly gave life to their ports is no longer seen, but on board the privateers that infest their shores and totally ruin their coasting trade.
The English however seem still to treat the Catalonians with a certain degree of lenity and regard. Frequently they have restored their vessels at open sea for nothing or for an inconsiderable ransom, and many sailors of that province who were taken on board french ships have been sent horne well clothed, and even with money for their journey. In general the catalonian merchants can only make use of neutral colours, and especially those of Greece and Turkey; and the fatal changes their new connections with the Porte have made in the trade of Spain, Spain are already perceived with regret. Under the latter of these flags the eorn of the north has given place to that of Syria and Tauris, and they even send cargoes of it to America. I have been told that more than one ship loaded with this article have derived from a voyage from Buenos Ayres to Barcelona and back a profit of above 80,000 piastres. Hence the Greeks have an agent here, who at the same time fills the office of drogman or interpreter. He is a young man, who some years ago resided at Leipzig, and who speaks German tolerably well.
At Barcelona may be seen all the colours of the levant, and all the forms of vessels peculiar to the Mediterranean. I also saw maltese ships, which much frequent this port. Not long ago two of these vessels from the archipelago loaded with cotton had completed their quarantine at the time when the french consul and some captains of ships appointed a fete to celebrate the union of Malta to the republic. This took place at the entrance of the port, and no expense was spared; neither wine, nor flags, nor discharges of artillery ; but the inhabitants of Barcelona were enraged both at the fete itself and the occasion of it.
Some days after arrived the news of the battle of Aboukir by an american ship. At this the whole town rejoiced, and vied with each other who who should celebrate it most gaily as a triumph, Immediately the sailors of one of the maltese ships began to rise upon their captain, tore down the french colours, insulted them, and threw them into the sea, suspending them from the bowsprit. The crew of the other ship followed their example, and all cried out «Malta for England.» Of this the french commercial agent complained to the commissary of marine belonging to the port, but under various pretexts he was advised to be patient, and in the interim a thousand outrages were committed against the two french captains.
Meanwhile the intelligence of the defeat of the French daily gained strength, and soon after was confirmed. Upon this the sailors of the two ships began to desert, and the two captains found no other way of keeping the rest, than going immediately out into the road. But as the sailors had hoisted english colours, and would not lower them though commanded to do so, the governor-general gave orders to fire upon the ship. This vigorous measure and the want of provisions brought them to their duty; a compromise was made, and it was agreed, that, till further intelligence should arrive relative to the fate of Malta, the french and maltese colours should be both hoisted together on board. The intelligence that came being favourable to the French, several of the sailors were put in irons, and the commercial agent reported the transaction to the French government. It was not known at my departure, how this affair would end.
You will easily imagine, that on this occasion the Catalonians did not conceal the hatred they bore the French; for their antipathy exceeds all that can be conceived. Their manners and mode of life seem also rather to harmonize with those of Italy than of France. Every thing shows the influence of the climate remarked among oriental nations. The women have a clearer complexion than at Valencia, their hair is lighter, and their veils are more of the Italian form. Their kitchens, their furniture, the arrangement and decorations of their apartments, their food, and their profusion of sedias (chairs), add much to these similarities.
At Barcelona are a vast number of literary and industrious establishments, the principal of which are La real academia de buenas letras, instituted at the commencement of the present (eighteenth) century, and which in 1762 obtained a royal charter: Real academia de ciencias naturales y artes, instituted in 1766; here are professors of algebra, geometry, and statics; hydrossatics and meteorology; electricity, optics, pneumatics, chemistry, and natural history ; botany and agriculture : Real academia de jurisprudencia teorico-pratica: Escuela gratuita de nautica (free school for navigation) : Escuela gratuita de los nobles artes. Add to these three libraries belonging to monasteries and that of the bishop, which are open three hours every day. Barcelona also publishes a gazette, though far inferior to that of Madrid both in paper and printing, and a diario or advertiser, and it is the only town except Madrid where an almanack or guide for foreigners (guida de forasteros) is printed.
As to the means of supporting life, nothing is wanting} the provisions sold at Barcelona are of the best quality, and those which are imported, as bacallao, salt meat smoked, cheese and butter, are here in great abundance. Every where are seen magazines of wine, eating-houses,and itinerant bakers of spice-bread with their ovens, who also dress sausages and periwinkles.
These last are a very common species of food at Barcelona. They are dressed in stew-pans hermetically closed, or they are strewed on the ground and straw laid over them, which is set on fire. While dressing they make a noise like boiling water, and when dressed, that is when they can be taken out of their shells, they are eaten with oil and pepper; but this mode of dressing is horribly cruel.
Wine, in consequence of the high duties it pays, is much dearer than at Madrid.- A double quart costs near sixpence. It is also extremely harsh, deposits a sediment, and chalk is often put into a process which the Catalonians have learnt from the Italians. Most of the wines sold in the north of of Europe as french wines come from Catalonia, and are very prejudicial to the health.
There are at Barcelona a number of coffee houses, but most of them are kept by Italians and especially by Genoese. The principal of these is near the palacio, which is the residence of the governor-general. At this coffee-house or in front of it all the captains and brokers of ships meet every day from ten till one.
Considering the union of so many political, commercial, and social advantages, Barcelona would seem the residence to be recommended to foreigners in preference to all other towns in Spain without exception, if good Spanish were spoken there. It is true it is spoken in the chancery and among the higher orders; but the language spoken by the generality is a jargon a good deal resembling that of Provence, and in which the pronunciation and terminations of spanish and french words are often confused and mutilated in a strange manner. A vast number of short plays or farces called saynetes are written in this dialed:, which adds much to their comic effect.
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La Jamancia: tensiones entre centralistas y el público, asalto del sargento cojo
Hoy á las 5 menos cuarto de la madrugada ha salido de la Casa lonja una música de Regimiento acompañada de algunos nacionales armados á recorrer la linea de la parte de la Ciudadela y algunas de las calles de esta ciudad. Ignoramos todavía con que motivo.
Desde las seis y cuarto de la mañana hasta al anochecer no han cesado los tiros de fusilería por la parte de la Ciudadela y recinto de las murallas. A las 3 la Ciudadela ha roto el fuego de cañón contra la ciudad y sus fuertes por espacio de unos tres cuartos de hora.
Á las cinco y cuarto de la tarde, una partida de centralistas empezaron á prender á todos los hombres que encontraban por las calles y cafés con el protesto de hacerles ir á trabajar en las baterías del baluarte y S. Sebastian. Esta operacion que empezó á verificarse en las cercanias de Santa Maria y calle Ancha, se repetia mas tarde en la calle de Escudillers y Rambla, hasta que viendo este atropello un capitan del primer batallon de francos llamado Don Juan Perera fué á avistarse con el comandante Ferrater, que se hallaba á la sazón en la Rambla, y juntos detuvieron á la gente armada y paisanos presos oficiando á la Junta todo lo que pasaba. Esta decretó que los paisanos fuesen puestos en libertad, que la partida armada se retirase cada cual á sus principales, y que el gefe de ella fuese llevado preso á Atarazanas.
Serian las nueve de la noche cuando se dió libertad à los paisanos detenidos, que serian en aquella hora como unos cuarenta.
En el Palacio Real hay siempre de guardia un sargento cojo quien tiene á sus órdenes unos catorce muchachos, el mayor de los cuales no llega á 15 años, y á quienes sirve dicho, Palacio de principal. A las siete de la noche se le ha antojado hacer con ellos una escaramuza, y mandándolos cargar los fusiles se ha ido en su compañía hasta el paseo de San Juan donde les ha hecho preparar las armas, y al grito de viva la Junta Central les ha mandado hacer una descarga cerrada contra la Ciudadela y retirarse en seguida haciendo fuego graneado contra la misma. En vista de este arrojo han salido de aquel fuerte como unos 100 hombres en su persecucion, mas al notarlo los centralistas que guarnecen la línea del Borne, han saltado las barricadas y los han embestido de frente obligándoles á retirarse otra vez dentro de dicho fuerte. En esto la Ciudadela disparó una bala de iluminacion que incendió la barricada de la pescadería, que estaba cuasi toda construida de madera y habiendo visto á su resplendor que los centralistas estaban apostados en el jardin del general, les ha disparado cuatro tiros con metralla obligándoles de esta manera á que se guareciesen otra vez detrás de sus barricadas.
Esta misma noche una comision de la Junta ha pasado á hacer un registro en casa de D. Jayme Drument quinquillero para ver si encontraría cobre para hacer cuartos; mas no habiendolo hallado ní en su almacén ni tienda, mandó derribar un tabique que comunicaba con el almacen de D. José Lines, que segun parece estaria espiado, y en él encontraron cobre en abundancia y para fabricar algunos miles de duros.
La misma comision ha pasado á varias casas á recoger vino, avichuelas, harina etc. Se dice que en el almacen de casa Elias hay mas de doce mil sacos de harina: para justificar sobre estos despojos violentos ha publicado la Junta con esta fecha el manifiesto que se traslada en la nota n.° 1.° (1).
Hoy ha sido depuesto el ayuntamiento de san Andrés y desarmada su milicia.
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1) No perdiendo nunca de vista esta Suprema Corporación el interensantisimo punto de la subsistencia de los moradores de esta populosa capital, y hallándose en los mayores apuros respecto de los articulos de primera necesidad, sobre cuya escasez le han sido dirigidas mil reclamaciones; se han procurado acopios de harinas, trigos, varios granos, vinos y otros líquidos ; y habiendo acordado su venta con la mayor publicidad posible tiene creada una comisión de su seno, que recibirá las proposiciones de ocho á doce del dia de mañana en los claustros del ex-convento de Carmelitas Calzados. Barcelona 13 de octubre de 1843. — El presidente, Rafael Degollada. —El vocal secretario, Antonio Rius y Rosell.
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La Jamancia: división sobre la capitulación
(Lunes).
Tampoco hoy ha habido fuego de cañon.
Esta mañana el capitan general se ha trasladado desde Gracia á la ciudadela.
A las 10 de la mañana ha tenido lugar la reunion convocada ayer. Se ha leido en ella el convenio (que trasladaremos mas adelante), y observando que por ser demasiado numerosa la concurrencia no podia deliberarse con acierto, se ha acordado que á las seis de la tarde se celebraria otra reunion en la cual tomarán tan solo asiento los vocales de la Junta suprema, todos los concejales, dos individuos por cada Batallon, y uno por cada partida suelta y por cada clase de empleados. Los SS. Soler y Ronquillo han pasado á eso de las dos de la tarde á la Ciudadela para manifestar lo acordado al capitan general. Esta tarde ha cundido la voz de que habia llegado un propio de Gerona con noticias favorables á los centralistas, de cuyas resultas han empezado á recorrer las calles algunos grupos dando vivas á la Junta Central, profiriendo espresiones hostiles contra la Junta suprema.
A las siete de la noche han sacado de la cárcel de la Alcaldia á D. José Masanet, y lo han encerrado en un aposento del real palacio con una buena escolta para custodiarlo.
En la misma hora ha empezado la sesion que estaba emplazada desde esta mañana. Parece que el Sr. Degollada, ha leido una comunicación de Ametller en que decia á la junta que se sostuviese á todo trance. Esta lectura y los esfuerzos de los que estaban contra la transaccion, han hecho que ganasen la votacion los que no querían admitir convenio. En vista de esto los consejales se han retirado y acordado comunicar al Capitan general lo que pasaba.
A las 9 de la noche los Sres. Soler y Ronquillo, despues de correr muchos peligros han podido penetrar en la Ciudadela y enterar de todo al general.
La ciudad presenta hoy un aspecto el mas sombrio: los que empuñan las armas están divididos, y los demas habitantes no se atreven á salir de sus casas.
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La Jamancia: la Junta se rinde y el ejército vuelve a entrar
(Lúnes)
Hoy ha sido un dia muy bullicioso á la par que alegre para los pacíficos habitantes de esta ciudad desventurada.
Esta mañana ha desaparecido ó ha sido puesto en libertad el vocal de la Junta D. José Masanet, en el acto de ser trasladado del palacio del general que le servia de cárcel. Segun parece ha habido inteligencia con el gefe que le conducia, pues se asegura que Masanet no alcanzó la libertad hasta haber entregado á aquel una libranza firmada por su mano, valor de 4000 reales.
Esta misma mañana han sido despedidos de la casa moneda los operarios despues de haberles entregado sus correspondientes salarios.
La Junta se ha despedido hoy de los habitantes de esta ciudad con la alocución que puede leerse en la nota (1 [no OCR]). Tambien el Ayuntamiento ha dirigido á sus representados una proclama concebida en estos términos. Véase la nota (2 [no OCR]). Pertenece ademas á la historia de este dia la proclama dirigida por el Capitan general á las tropas de su division (3 [no OCR])
A medio dia ha entrado un regimiento procedente de la Ciudadela y ha relevado todos los puntos de la ciudad.
El Excmo. Sr. Capitan General, usando de las facultades de que se halla revestido, ha nombrado con esta fecha un nuevo Ayuntamiento constitucional, compuesto de los sugetos que siguen:
ALCALDES.
D. José Bertran y Ros, Magistrado sin ejercicio por ahora y propietario.
D. Baltasar de Eixalá, abogado.
D. Luis Gonzaga Pons y Fuster, abogado.
D. Buenaventura de Sans, hacendado.
D. Tomás Coma, fabricante y propietario.
D. Juan Nadal, herrero de la Barceloneta y propietario.REGIDORES.
D. Rafael Maria de Duran, hacendado.
D. Cayetano de Amat, baron de Maldá.
D. Cayetano de Vilallonga, baron de Segur.
D. Domingo Serra, fabricante y propietario.
D. José Folgnera, confilero y propietario.
D. Francisco Viñas, comerciante y propietario.
D. Francisco Fradera, platero y propietario.
D. Cayetano Lopez, médico, de Gracia.
D. José Prat, comerciante.
D. Buenaventura Vives, maestro alfarero y propietario.
B. Francisco de Asis Soler, arquitecto.
D. Juan Claros, hacendado.
D. José Boix, carpintero, de Gracia.
D. Joaquin Portell, farmacéutico.
D. Rafael Pla y Carreras, alfarero y propietario.
D. Antonio Martí, maestro de velas y propietario de la Barceloneta.
D. Joaquin Ruira y Lacrea, abogado y propietario.
D. Estevan Bosch , comerciante y propietario.
D. Ginés Guasachs, labrador y propietario, de Gracia.
D. Antonio Soqué, médico y propietario.
D. Francisco Ribas, zapatero y propietario.
D. Pedro Martir Colominas, panadero y propietario, de la Barceloneta.
D. Jaime Comas, corredor y propietario.
D. Narciso Fonolleras, abogado y hacendado.SINDICOS.
D. Juan Agell, profesor de fisica y propietario.
D. Juan Costa y Fuxench, abogado.
D. Tomás Illa y Balaguer, fabricante.
D. Francisco Esteve y Tomás, abogado y propietario.
D. Ignacio Vieta, tendero de paños.A las dos y cuarto han salido de la misma Ciudadela el capitan general Sanz con su estado mayor y precedido de unos 100 hombres del Batallon de Zapadores. Entre los edecanes y á sus dos lados iban el vocal de la Junta D. Antonio Rius y Rosell, y el Alcalde primero Constitucional D. José Soler y Matas, cerrando la marcha como unos 2000 hombres de tropa. Ál salir de aquel fuerte para dirigirse á la muralla del mar, han tenido que detenerse interin estaban los zapadores construyendo un especie de puente de tablones sobre la cortadura que habian abierto los centralistas desde el Palacio hasta la esquina de la Aduana á fin de tener un camino cubierto para pasar al baluarte del mediodia.
Cuando llegaron á la plaza del palacio tuvieron que detenerse otra vez por causa de las barricadas que habia en todas las bocas calles. Entonces el general ha mandado un edecan al comandante de zapadores mandándole que dividiese la fuerza en cuatro partes para destruir las barricadas que encontrasen al paso empezando todos juntos por la de la calle de la Espaderia por ser la mas fácil de derribar. En seguida se dirigieron por la calle de Baix, Encantes, plaza de S. Sebastian, Fusteria, calle Ancha, todo eso relevando las guardias donde las encontraban, y en llegando á la calle de S. Francisco de Asis subieron á la muralla de mar para dirigirse desde ella á la rambla. En esto entraba por la puerta de santa Madrona el general de division D. Ricardo Schelly con unos 3,000 hombres entre infanteria, Caballeria y Artilleria de carga, cuya fuerza unida á la que venia con el general se estendió por la rambla formada en masa, escepto la caballeria y Artilleria que formó á dos de fondo en batalla. Despues de esto y á poco rato ha ido llegando la Milicia nacional por batallones y con sus músicas y leones ó banderas correspondientes.
Las dos compañias sueltas llamadas la una de Muns, y la otra del Noy Buxó fueron agregadas al 7.° y al 4.° Batalln de Milicia nacional, cuyos dos batallones colocaron al lado de sus gastadores los 16 trabucaires que tiene cada una de las dos citadas compañias. La fuerza de la milicia se ha colocado al lado de la tropa ocupando el trozo de Rambla que media desde la plaza de S. José hasta los estudios. Sobre las cuatro y media de la tarde ha pasado por delante de la fuerza armada el Capitan general acompañado de los citados Sres. Rius, Soler y Matas y del E.M., todos á pié habiendo sido saludado con unánimes aclamaciones de viva el general Sanz: este correspondia al saludo popular con el sombrero que llevaba en la mano y diciendo con afabilidad, nada de vivas á personas, señores: viva la unión, viva la Reina Doña Isabel II, y viva la Constitucion de 1837.
Terminada esta especie de parada que se ha celebrado con la mayor tranquilidad, la Milicia nacional ha ido á depositar sus banderas en las casas consistoriales, retirándose en seguida los individuos á sus casas con su correspondiente uniforme, armamento y municiones.
Un poco mas tarde se ha retirado tambien la tropa de la rambla á los cuarteles que les estaban designados, aposentándose algunos Batallones en las principales de la Milicia nacional.
Esta noche ha quedado un reten de un Batallon de Infantería y unos 100 caballos en la rambla frente al teatro, desde donde han despedido patrullas para recorrer las calles de la ciudad.
Sin embargo de que el general habia ordenado que no se permitiese la entrada del paisanage en la ciudad hasta al cabo de tres dias de ocupada esta, hoy ha dispuesto por medio de un bando (1 [no OCR]) que desde mañana á las dos de la tarde puedan entrar los emigrados y las tropas que forman la línea del bloqueo.
Hoy se han remitido al cónsul de Grecia los pasaportes para los que creyéndose comprometidos, han querido pasar al estrangero. El capitan general ha espedido hoy un bando para los que deseen entregar las armas, lo verifiquen en el local de Atarazanas ó en el Colegio Episcopal. Véase en la nota (1 [no OCR]).
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La Jamancia: empieza la reconstrucción
El capitan general ha espedido hoy otro bando sobre la devolucion de los efectos de vestuario, equipo, y monturas pertenecientes al Ejército (1 [not OCRed]).
Tambien ha publicado otro ordenando la presentacion en el fuerte de Atarazanas de los individuos de cuerpos francos, soldados y presidiarios que habian empuñado las armas en favor de la Junta Central (2 [not OCRed]).
El Ayuntamiento Constitucional de cuya creacion hablamos en el diario de ayer, ha publicado tambien con esta fecha la alocucion que en la nota (3 [not OCRed]) se traslada, digna bajo todos conceptos de ser leida y conservada por las sabias máximas que en ella se consignan.
Don Gregorio Villavicencio se ha despedido hoy dentro el buque se halla á bordo, de los nacionales de Barcelona con el siguiente escrito (4 [not OCRed]).
Esta mañana he recorrido toda la línea de los centralistas empezando por el fuerte de san Pedro, y siguiendo por el paseo de S. Juan, calle del rech condal hasta la pescaderia y pasando en seguida á visitar el Jardin del general, lavadero nuevo, matadero, baluarte del medio dia, muralla nueva del mar, plaza de san Sebastian etc., y confieso que me han dejado atónito tanto las fuertes barricadas que hay en todo este espacio, como las muchas desgracias que se notan en los edificios del mismo.
En primer lugar la casa mas próxima al peso de la leña, está medio arruinada. Las inmediatas, aunque no han sufrido tanto se ven acribilladas de balas y cascos de granada disparadas desde la ciudadela, y fuerte pio. De la pared que circunbala el mismo peso de la leña ha venido al suelo cuasi la mitad. La puerta nueva está intransitable. El Jardin del general ha sufrido tambien muchísimo y la mayor parte de los árboles del paseo que hay desde el pié del Jardin hasta el pié de la misma Ciudadela, están ó acribilladas de metralla ó derribados por el suelo. Tambien ha venido abajo el lavadero, parte de la pescaderia, y del matadero. Las casas inmediatas están echadas á perder.
El baluarte del medio dia puede decirse que no ofrece mas que un monton de ruinas, y de los edificios que hay detras del mismo, el de Gorgas casi ha venido todo al suelo y los demás están muy mal parados particularmente en sus frontis. La casa X¡fré, la de la señora Martorell, y el frontis de la casa Lonja, que mira á la manzana de las casas del citado Xifré han sufrido descalabros de consideracion. Ademas de estas desgracias son infinitas las que han causado las granadas y demas proyectiles en el interior de los edificios en otros varios puntos de la poblacion.
En cuanto a las baterias, barricadas y parapetos que ocupaban los centralistas, los principales son:
En la muralla de tierra, frente al huerto de san Pedro habia una cortadura de unos veinte palmos de profundidad, y detrás de ella una bateria con dos obuses que miraban á la Ciudadela.
Detras de la misma pared del peso de la leña habia otra pieza de artillería que no llegó á hacer fuego y que apuntaba tambien al mismo fuerte.
Al pié de la muralla al lado de la puerta nueva se alzaba tambien una barricada hecha de vigas y precedida tambien de un foso de unos diez palmos de profundidad. La puerta nueva estaba defendida por dos piezas de grueso calibre y dos morteros, y desde ella hasta la calle del mismo nombre habia una zanja que servia de camino cubierto para pasar á dicha puerta sin ser ofendidos por los de la cindadela.
Todas las calles que miran á la muralla de tierra y á la misma puerta estaban defendidas con barricadas hechas de vigas y piedras y precedidas todas de un profundo foso.
En el molino de la sal ó sea el cuartel de caballeria de san Agustin se veia una barricada de piedras construida á modo de tambor y seguida de otra barricada. A la primera la precedia un foso y á la segunda le servia de tal la asequia del rech que descubrieron al intento.
La boca calle de los asabonadors estaba tapada con otro tambor de piedras con foso. La mayor parte de las casas situadas en el mismo rech estaban todas tapiadas por la parte de adentro, en particular las puertas y ventanas que miran al paseo de san Juan. El puente llamado den Viromba ó del borne y todas las calles que desembocan en el paseo de san Juan estaban guarnecidas de tambores con fosos, detras de los cuales corria la asequia del rech condal descubierta y detras de ella se alzaban otras dos barricadas de piedra precedidas tambien de fosos. Todos estos parapetos y los que se enumerarán estaban guarnecidos de aspilleras. Todas las calles inmediatas á dichos puntos y la del rech condal están casi todas desempedradas.
La entrada de la pescaderia por la parte de la Aduana está obstruida por una gran barricada de vigas y piedras de unos ocho palmos de grueso precedidas de un ancho foso. Lo mismo estaban las calles de detrás del matadero. Desde el ángulo del real palacio que mira á la Cindadela basta la calle por donde se entra al baluarte del mediodia, había una cortadura de unos diez ó doce palmos de profundidad por la cual se pasaba á dicho baluarte sin que los de la ciudadela pudiesen molestarles.
La puerta del mar estaba también aparédada; y todas las calles que desembocan á la plaza de palacio y á los encantes están asi mismo obstruidas con fuertes barricadas precedidas todas de fosos.
Al pié de la muralla del mar se veia una cortadura muy profunda que servia para pasar desde la plaza de san Sebastian á las casas de la manzana Xifré sin ser vistos ni molestados por los de Monjuí y la Ciudadela. A los estremos de esta cortadura formaron una bateria que es la que hemos llamado de san Sebastian, compuesta de piezas de artilleria de grueso calibre, y dos obuses mayores. En toda la calle Ancha no hay ninguna barricada. En la de Trenta claus hay dos: al extremo de esta
calle al pié de la muralla de tierra habia un mortero y un obús. Tambien en la calle del conde del Asalto á unas 150 varas antes de llegar á la muralla hay un cañon de á ocho defendido por una barricada con un foso.A demas de las diferentes piezas de artilleria de todas clases y calibres que guarnecen la muralla, hay dentro de la plaza de la Constitución, dos obuses, dos cañones de á ocho, y cuatro morteros de los cuales el uno mira á la Ciudadela, otro a la Barceloneta, y los dos restantes á Gracia.
Además de las barricadas y parapetos que acabamos de enumerar habia muchos otros esparcidos por la Ciudad; pero donde eran mas fuertes y numerosas era en el centro de la misma, en las calles de los Gigantes, bajada de S. Miguel, calle de la Ciudad, de la Esperanza, de Basea , de la Plateria, extremo de la Boria, Tapineria, de la Inquisicion, bajada de la Canonja, y escaleras de la Catedral.
En estas arrancaron las baldosas que sirven de escalones y formaron con ellas una muralla con aspilleras en el llano de la misma Catedral. Además habia una fuerte barricada con foso en la plaza Nueva, otra en la calle de los Baños esquina á la bajada de Sta. Eulalia, otra en el Call, y otra en final extremo de la calle de Fernando 7.° al pie de las casas nuevas de la Enseñanza, á donde habia un obus que miraba á la Rambla. Entre todos los fuertes, baterías de la ciudad, y barricadas, tenian los Centralistas 47 cañones de diferentes calibres, 11 morteros, 11 obuses de á nueve, y 11 de á siete; Total 80 piezas de artillería.
A las dos de la tarde, hora en que se ha permitido la entrada y salida por las puertas de la ciudad, conforme al bando de que hablamos ayer, el Capitan general ha dado orden á los cuerpos de artilleria para que pasasen inmediatamente á recoger
dichas piezas.Siguen apostados en la plaza del Teatro un escuadron de caballería y algunas compañías de infantería.
Esta tarde, usando del permiso concedido por el Capitan general, han salido al campo y llegado hasta Gracia, muchos nacionales con sus uniformes y sables, habiendo cometido algunos desmanes é insultado á los expatriados que regresaban á la
ciudad. Esta noche les hemos oido cantar en algunos puntos la cancion de la Paella, habiéndose reunido muchos de ellos en la plaza del Rey, donde hay la principal del séptimo batallon, habiendo dado vivas á la Junta Central. A poco rato se ha presentado allí el mismo general Sanz, seguido de alguna fuerza de infantería y caballería, habiendo capturado unos 30 ó 40 que fueron conducidos á la mañana siguiente á la Ciudadela.Véase la órden de la plaza de este dia (1 [not OCRed]).
La Diputacion provincial interina instalada en Gracia en cuatro de octubre, con el titulo de Junta de Armamento y Defensa, dirige á los habitantes de la Provincia una corta alocucion felicitándoles por la terminacion de la revolucion de la Capital (2 [not OCRed]).
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Primer reloj público de muestra transparente
Se ilumina el primer reloj público de muestra transparente en la fachada del palacio real recien restaurado.
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Día de San Jorge, 1848
Muchas naciones, ó por mejor decir, muchos principes han invocado á san Jorge como protector de sus armas; pero en la corona de Aragon se le ha tributado además un culto particular desde 1094 en que fue dada la batalla de Alcoraz, ganada por el rey D. Pedro I de Aragon al ejército que el rey árabe de Zaragoza Almozaben enviaba á Abderrahman, que lo era de Huesca en donde se hallaba sitiado por los aragoneses.
La ciudad de Barcelona adoptó mas adelante el estandarte de san Jorge (cruz roja en campo blanco), el apellido de guerra de los barceloneses fue san Jordi, firám, firám, y la antigua diputacion de Cataluña dió culto al santo en la capilla que dispuso al efecto en su palacio, y se conserva todavía en el claustro del edificio que en la actualidad pertenece á la Audiencia territorial.
De lamentar es que se haya profanado el trabajo con que el arte adornó la puerta de la referida capilla, enjabelgándola quizá con pretensiones de adornarla. ¡Tantas cosas se estropean por el prurito de quererlas mejorar, que estábamos por no llamar la atencion del público acerca de la tal enjabelgadura! Por otra parte creemos que nuestras palabras valen tan poco, que tenemos por cierto que no servirán para maldita la cosa.
Hechas estas advertencias en obsequio del arte, que importa á los menos, pasemos á la costumbre del dia, que importa á los mas de nuestros lectores, que por esto han gastado sus realejos. ¡Cómo ha de ser! siempre cuesta algo el ser curioso.
Amanece un hermoso dia, como dia de primavera en Barceona, algo ventoso sí, pero que no influye en la costumbre, puesto que el lugar de la escena no es al raso, sino en el edificio de la Audiencia y Diputacion provincial. Inútil será por tanto decir que en el dia de hoy tienen asueto los curiales, que es como dar largas al litigante de mala fe.
En la citada capilla de san Jorge se rezan muchas misas, y en el claustro junto á la puerta de la misma se levanta un tablado en el cual una orquesta de ciegos toca varias piezas. Colgado á la altura correspondiente sobre el tablado, se pone de manifiesto un hermoso y rico tapiz que debió ser un frontal de altar, y en él hay un bordado al realce representando una de las hazañas del santo.
Hay feria de flores, como cosa abundante en la presente estacion. Hace algunos años que la autoridad dispone se coloquen los puestos de esta feria en la calle del Obispo; sin embargo era costumbre colocarlos en el vestíbulo y patio bajo del edificio. Oportunidad hay para que los galanes obsequien á la contertulia, á la novia del amigo, á la jóven cuyo corazon se pretende rendir, á la señora en fin de sus pensamientos, con un ramillete de rosas que son las flores que dan el nombre á la feria.
En este dia se franquea al público el paso por las salas del tribunal, á las cuales se entra por el patio de los naranjos (1), lugar espacioso y de solaz para los abogados y procuradores que suben á estrados, para todos en fin los que tienen que ir á las oficinas del tribunal á evacuar sus diligencias. El público tiene ocasion de contemplar aquellos escaños donde se pronuncian los fallos que han cortado las cuestiones mas delicadas, en donde la ley ha descargado su terrible golpe sobre la cabeza del criminal. Prescindiendo de estas reflexiones, recorren otros la serie de retratos de los condes de Barcelona que adornan las paredes de aquellas salas, y respecto de ellos debemos hacer presente á nuestros lectores, que no respondemos de la semejanza por lo que hace á los personages que existieron antes de Felipe II, en cuya época los pintó por encargo de la antigua Diputacion el pintor italiano Felipe Ariosto, conforme puede verse en la efeméride del 1.º de julio.
Suele ser muy numeroso el concurso que asiste á visitar la capilla del santo y las salas del tribunal, por la mañana para gozar el olor de las flores de la feria, y al mediodía para recrear la vista en el conjunto de hermosas, que con cara de primavera acuden á pasear por el edificio.
Las mesas del claustro en que despachan los procuradores, ya para oir notificaciones, ya para escuchar á las partes (voz forense), sirven en este dia para la familia del curial si es casado, para la novia ó las amigas si es soltero, y para los deudos, ó principales si tiene causas que llevar y efectos que cobrar. Desde estos mostradores se puede gozar de la vista de los paseantes que no son ni curiales ni pertenecen á familia de curial, y allí, si conviene, puede la muy bellaca y linda barcelonesa oir notificaciones, y consentir fallos, y elevarlos en grado de suplicacion, y hacer todo lo que cuadre á sus intereses, como procurador en causa propia.
(1) No es pulla, que asi se llama, sin duda por los que allí hay plantados. (Véase el dia 28 de enero).
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Octava del Corpus
[This excerpt deals principally with the eve of Corpus, the Wednesday.]
El Corpus es fiesta movible, y la colocamos entre majo y junio, ja porque suele venir á últimos de aquel ó primeros de este, ja porque le corresponde este sitio atendidos los sitios en que hemos colocado otras fiestas movibles.
El dia del Corpus, lector mio de mi ánima, es un dia famoso, y lo mas grande de él, dejando á un lado la parte religiosa á cuya grandeza ninguna otra iguala, es la afluencia de forasteros en Barcelona y la abundancia de bizcochos. Estos se confeccionan en Barcelona mismo, pero aquellos vienen de fuera de la ciudad, de donde se los llama forasteros. Esta es la época en que mas abundan, pues unos porque viajan un poco, otros porque vienen exprofeso á ver la capital, otros porque han de tomar baños, y otros finalmente para ver las procesiones, lo cierto es que en esta época vienen muchos, y son otras tantas gangas para ciertas gentes, y otras tantas calamidades para aquellas personas á quienes vienen recomendados. Para las fondas, casas de pupilage, pastelerías, cafés, teatros, tiendas y alquiladores de carruages son los forasteros una bendicion de Dios, una lluvia de maná, una cosecha riquísima; pero mientras esos prójimos se rien con la venida de los tales, no falta quien por la misma venida se pela las barbas. En una ciudad como Barcelona en donde todo el mundo está envuelto en mil negocios, agobiado por los quehaceres, yendo á caza de minutos para salir de angustias, el forastero es una quinta esencia de incomodidades, un terremoto para los negocios, una langosta para los bolsillos, un despiadado consumidor de tiempo y un asesino de la paciencia. Si algun día, ó si quizás ahora mismo tienes, lector amigo, algun forastero en tu casa, no te queda mas recurso que encomendarte á todos los santos del cielo, convertirte todo en paciencia, coger esa alhaja, recorrer con él ó ella toda la ciudad, ver otra vez lo que has visto mil, esplicárselo muy bien aunque no sepas lo que es, buscar una esquela para entrar en el Laberinto, y despues llevarlo al tal Laberinto, despues á la torre de Gironella y al desierto de Sarriá, despues un dia á Gracia, deteniéndote en el criadero y largándote hasta San Gervasio á ver las torres de Gil y de Brusi y el colegio de Carreras: es menester que algunos dias me lo lleves á comer á la fonda si vive en pupilage, y á tu casa si vive en fonda, tienes que meterlo en un palco en ambos teatros, y nadie en el mundo te libra de acompañarle á desempeñar los mil encargos que trae de su pueblo. Luego es indispensable que lo presentes al sastre ó á la modista, y á todo esto pierdes horas, faltas á citas y riñes con amiga ó con amigo, ó con este ó con aquella. Añade á esas gracias que todo lo pregunta y todo quiere saberlo, que tienes que remolcarlo por las calles, que tropieza con todo el mundo, que se queja de las distancias, de las escaleras, del ruido, de tener que comer tarde y retirarse idem, y levantarse otro tanto. Y todavía has de juntar á esto la necesidad de presentarlo á todos los amigos que te paren en la calle, y a los compañeros de palco, y á las personas que convidas á comer para mas obsequiarlo. Y á todas has de repetir la misma frase, que es un forastero que ha venido á ver Barcelona, y á tomar baños y á ver las procesiones del Corpus. Te juro, lector amigo, que es divertidísimo, y que si este año tienes forastero, es un lance en que andan envueltas mil gracias á cuál mas graciosa. Si se contentaran con los baños y con las procesiones, vaya muy enhorabuena; mas si por fortuna no gustan de laberintos, ni torres, ni Gracias, ni teatros, cosa que la reputo por imposible, no te escapas por lo menos de hacerles ver todos los neoramas, dioramas y panoramas, el valenciano monstruo, ó la chiquilla que recorta papeles con los pies, ó el lobo marino, ú otra de las muchas cosas raras que suelen estacionarse por este tiempo en Barcelona.
Cierto que los forasteros aumentan el movimiento y la animacion de Barcelona, cierto que vienen á gastar su dinero en beneficio de los barceloneses, cierto que cuando uno va á su tierra son hospitalarios y obsequiosos, acaso mas que nosotros ; pero como nosotros estamos metidos en tantos negocios y no tenemos tiempo para rascarnos la cabeza, la venida de un forastero á quien tengamos obligaciones ó gusto de obsequiar es una calamidad verdadera, y si viene en Corpus, nos agua todo el placer de su famosa octava, temporada en que con este artículo hemos tenido intencion de introducir á nuestros lectores. Hé aqui pues que ya han llegado los forasteros y que amanece el día que precede al de Corpus Christi.
Ha llegado la semana mas hermosa del año, alegre como el cielo que la favorece, bulliciosa por demás, santa como la institucion que da lugar á ella.
No nos entretendrémos en esplicar que la festividad del Corpus se celebra en memoria de la institucion de la Eucaristía, ni tampoco dirémos las razones que tuvo la Iglesia para no celebrarla en su verdadera época, esto es, en el jueves santo; pero habiendo de ser llevado en triunfo el sagrado cuerpo del Salvador y espuesto á la vista de los Fieles, no se pudo elegir estacion mejor ni que mas contribuyera á la alegría, que la primavera, cuando el brillo de los rayos del sol es mas intenso que ardiente, cuando la naturaleza tiene toda la hermosura de la estacion, y se ha realizado la esperanza de ver en sazon el fruto que da al hombre el primero de sus alimentos.
Hablamos de la fiesta del Corpus principiando por la víspera, porque en ella se inauguran las costumbres particulares de la época, con la salida de los gigantones y la tarasca, y el leon, y el águila; en una palabra, de todos los monigotes de la municipalidad. Verdad es que de algunos años á esta parte van desapareciendo muchos de ellos, de modo que ya en el dia solo debemos dejar en la costumbre los gigantones. La intencion del que inventó esas figuras de 16 á 18 pies de elevacion para que precediesen á las procesiones fue muy laudable, puesto que trató de materializar la idea de que hasta lo mas grande y lo mas terrible de la naturaleza todo está sometido al Hacedor supremo.
No hace muchos años que los gigantones de la municipalidad ó por mejor decir ella, la gigantona, nó la municipalidad, sacaba las modas del peinado y del corte del vestido, en lo que se invertia una cantidad nó de las menores entre las que figuraban en las cuentas municipales. Por lo tocante al giganton era mas aferrado á la suya, y ya fuese por su comodidad ya por no lucir sus piernas, lo mismo se hubiera presentado el buen señor sin su trage turco, ajado y mal dispuesto, como ahora llueven lechugas. Al cabo siempre son ellas mas caprichosas, y los Sres. del ayuntamiento se mostraban obsequiosos con la gigantona satisfaciendo sus caprichos; y bien merecia todas esas atenciones puesto que la fama pública la designaba como la pubilla de la ciudad. En el dia no sabemos si con la edad ó por la escasez de los tiempos esta señora ha perdido el humor y no es tan exigente, ó si ha cedido á las exigencias de su marido (cosa rara y trocatinta singular), y renegando de su fe ha vuelto á vestir su trage de odalisca. De todos modos, en lo que no ha cabido variacion alguna ha sido en la danza con que la gravedad del giganton y la espetada presencia de la gigantona suelen llamar la atencion del público y particularmente de los chiquillos, lo que vale sendos maravedises á los faquines á quienes se cede llevar sobre los hombros tan pesada carga. La pavana bailada por los gigantones al son de un caramillo chillon y desafinado y del baqueteo de un tamboril, es lo mas cuco que presentarse puede; bien que esta orquesta es muy digna de la gaita que suele acompañar á los gigantones de las parroquias que los tienen, cuales son la de Sta. María del mar, la del Pino etc. Es eventual la salida de estos personages en la semana del Corpus, por lo que no podemos fijarla como costumbre. Sin embargo debemos esceptuar una de las parejas de las dos que posee la parroquia del Pino, á saber la pareja menor, y cuya elevacion no pasa de diez pies, pues indefectiblemente sale á hacer sus travesuras por esas calles de Dios, mofletudo y mal dispuesto él, cuanto bonita, rubia y desproporcionada ella: ó comprar cabeza ó vender caderas.
Hé aqui descrito en pocas palabras el carácter, los usos y las costumbres gigantonescas: veamos ahora la mision que les toca cumplir en esta temporada: preceder á las procesiones, marcar la carrera que deberán seguir recorriéndola la víspera, acompañados de dos timbaleros á caballo, vestidos con un baladran del color que tiene adoptado la parroquia cuya procesion anuncian. El toque de esos timbales ha dado lugar á que el vulgo haya hallado una letra que apropiarle, letra que debe de ser tan antigua, que no nos ha sido posible hallar su origen, aunque para ello hemos revuelto todos los archivos incluso el de la Aduana nacional. Esta letra es corta, y el poeta que escandió los versos no tuvo mas en cuenta su cadencia que la poesía:
Trampas, trampas,
Tot son trampas.Idea grande, sublime, clara y verdadera, y que ha valido á los que tocan su música el título alto, sonoro y significativo de Trampas.
Celebrándose pues mañana la procesion de la catedral, claro está que desde hoy se ha de señalar la carrera, que aunque con corta diferencia siempre es la misma, sin embargo esta costumbre de señalarla no solo para la procesion de mañana sino tambien para las que tienen lugar durante la octava, es muy laudable, pues de este modo los vecinos de las calles de la carrera estan libres de toda eventualidad al hacer provision de bizcochos, bebidas etc. etc. si es su intencion obsequiar á los que les favorezcan para ver la procesion, ó al disponerse para ir á favorecer á algun amigo con el mismo favor, si no quieren que les favorezcan con él los amigos.
Los gigantones de la municipalidad acompañados de las trampas salen á las cinco de la tarde, y recorren la carrera de la procesion que celebrará mañana la catedral, dirigiéndose despues á casa de cada uno de los concejales á obsequiarlos con un baile, lo que da lugar á que la calle donde vive el concejal se llene de chiquillos, y haya gritos y chiflidos á cada vuelta de la gigantona. Y aqui es el asomar de la señora concejala al balcon y darse el debido tono, aqui la algazara de los concejalitos, unos que piden á su papá que los haga subir, otros que lloran porque les tienen miedo, y aquí últimamente es el mostrar el señor concejal su liberalidad dando algunos reales á los asistentes de tan altos personages.
No debemos pasar en silencio la costumbre que tiene lugar durante la octava del corpus, de estar de manifiesto en la sacristía de la catedral la gótica silla de plata sobredorada en que se coloca el viril que va á la procesion general del dia de mañana, y que era otro de los muebles que adornaban el palacio que tenian en esta ciudad los antiguos reyes de Aragon. Un monacillo mas poeta que erudito hace una relacion circunstanciada de la procedencia de la tal silla y de las alhajas que la adornan. Está de manifiesto algunas horas antes de reservar el santísimo Sacramento.
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Octava del Corpus
Octava del Corpus.
Domingo.
Por la mañana tiene lugar la [procesion] del hospital de santa Cruz. Precédenla todos los gigantones de Barcelona, á cuyos asistentes es fama se les sirve un almuerzo que lo constituye una fritada de sangre é hígado. Antes de salir á la calle pasa por las cuadras del hospital. No censuramos la intencion, pero la humanidad rechaza la costumbre. Antiguamente se obligaba á las niñas y jóvenes espósitas á asistir á esta procesion, lo que equivalía á sacarlas á pública almoneda, puesto que, segun se cuenta, el jóven que se prendaba de alguna de ellas y quería tomarla por esposa, no tenia mas que insinuarse tirándole el pañuelo, y lo demas se trataba despues con los señores administradores. En el dia queda desterrada esta costumbre: una de las pocas innovaciones buenas que hemos alcanzado.
Por la tarde se celebra la procesion de Sta. María del mar. Como el palacio real está comprendido en el distrito de la parroquia, S. M. es pendonista perpetuo, y en comision lo es por una real órden particular el Excmo. Sr. capitan general de este distrito.
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Reforma universitaria
En consecuencia de lo que se dispone en el plan de estudios que he tenido a bien aprobar en este dia, de acuerdo con lo que me ha propuesto mi consejo de ministros, he venido en hacer la designación de las facultades que han de enseñarse en las universidades de distrito en la forma siguiente:
En la universidad de Barcelona se enseñarán las facultades de filosofía, medicina, farmacia y jurisprudencia.
En la de Granada las de filosofía, medicina de segunda clase, farmacia y jurisprudencia.
En la de Oviedo las de filosofía, jurisprudencia y teología.
En la de Santiago las de filosofía, medicina de segunda clase y jurisprudencia.
Eu la de Salamanca las de filosofía, medicina de segunda clase y jurisprudencia.
En la de Sevilla las de filosofía, medicina, jurisprudencia y teología.
En la de Valladolid las de filosofía, jurisprudencia y teología.
En la de Valencia las de filosofía, medicina de segunda clase y jurisprudencia.
Y en la de Zaragoza las de filosofía, jurisprudencia y teología.
Dado en palacio á 28 de agosto de isr.n.—Está rubricado de la real mano.—El ministro de Comercio, Instruccion y Obras públicas, Manuel de Seijas Lozano. -
Distanciándose de la ciudad progresista de Cerdá, la revista «Cataluña» propone la creación de un Barrio Gótico como modificación de la Reforma Interior y la construcción de la Vía Layetana
Intervención en la Reforma
Ha llegado el momento.
En la primera sección de la Reforma están ya derribadas las casas viejas; van á comenzar las nuevas construcciones.
El plano Baixeras sirvió perfectamente para plantear el problema, tramitar su resolución desde el punto de vista administrativo; pero suponer que en él se halla una solución acabada del mismo, fuera para Barcelona, si lo permitiera, una ignominia.
Pasead por la calle recién abierta, entre las vallas de ladrillo de los solares; vuestro espíritu experimentará desagradables impresiones.
Veréis que entre lo nuevo y lo viejo no existe relación alguna. Como si la vía se abriese en medio del campo, sus alineaciones nada tienen que ver con las calles vecinas; en lugar de enlazar francamente la una con las otras, se obstruye su comunicación violentamente.
Artísticas construcciones, antiguos monumentos, venerables testimonios del pasado, inmediatos, próximos á la nueva calle que debieran animarla y embellecerla, son despreciados en absoluto: los unos permanecen sin alterar su actual defectuoso emplazamiento; otros quedarán ocultos tras nuevas construcciones; los hay que van á ser bárbaramente derribados.
La Reforma tiene larga historia; el origen de tales desafueros se remonta lejos. Ejecutamos, con escrupulosa exactitud, lo que proyectó otra generación.
Cincuenta, treinta años atrás, la reforma de poblaciones se entendía bien diferentemente que en la actualidad. El sistema lineal rectilíneo, el paralelismo, la perpendicularida, se consideraban lo más perfecto para el trazado de calles y plazas. Y se arrasaba la ciudad vieja para levantar sobre ella otra del todo diversa. Imperaban la uniformidad, los principios apriorísticos.
Considerar la ciudad como un organismo vivo en que se deben respetar las corrientes de circulación de las multitudes y del tráfico industrial; ver en la ciudad un carácter, una fisonomía propia esencia de ella; saber su historia; he ahí las bases principales que tienen presentes los maestros urbanizadores modernos. Se procura hermanar el aspecto pintoresco, accidentado y monumental que presentan las ciudades antiguas, con cuanto requiere la higiene y las necesidades actuales de la circulación diaria y comunicaciones.
Un grande arte, con sus obras, sus escuelas, sus profesores, su bibliografía, existe. Los nombres de Stüblen [sic], de Henrici, Sitte, Buls, son de los hombres eminentes que en primer término este arte han determinado en Alemania, Austria, Bélgica al principio, y en Italia, Inglaterra y Estados-Unidos después, se siguen las orientaciones por ellos señaladas.
No hay derecho á ignorar, á prescindir de conocimientos de universal dominio. Barcelona, su municipio, sus facultativos, no pueden substraerse en cuestion tan importante como es la Reforma de la ciudad, á las corrientes actuales, á la evolución experimentada. Debemos adaptarnos al tiempo, á la hora presente.
El plano Baixeras tiene que ser el fundamento de la Reforma; hay acuerdos, antecedentes, que á ello obligan; pero en detalle, su ejecución ha de venir influída, por las ideas dominantes que son un progreso, un perfeccionamiento. Sería bien triste que los hombres de hoy, las ideas de nuestro espíritu, las palpitaciones de nuestro ser, no influyesen en lo más mínimo en el trazado de la Reforma.
La voz, las aspiraciones de la intelectualidad de Barcelona, respecto de esta cuestión, quizás no había llegado al Municipio hasta ahora con fuerza bastante para ser oída. Los arquitectos del Ayuntamiento y del Banco Hispano-Colonial se han limitado á derribar edificios; su talento, sus aptitudes, han de emplearse en más elevados fines.
Pero llegado el momento crítico, van á comenzar las nuevas construcciones. En la ocasión de que cuantos en estas cosas entiendan, digan su palabra.
Las corporaciones artísticas se dirigen al Ayuntamiento en razonado documento, clamando para que la Reforma se haga, no de un modo automático, sino conscientemente; para que se emplee bien el dinero, se embellezca la ciudad.
Es de esperar serán atendidas.
JERÓNIMO MARTORELL
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Primera carrera internacional de go-karts para el trofeo Pepsi-Cola
…que viene a los seis meses de haberse celebrado en nuestra ciudad la primera competición con esta clase de vehículos, que esquematizando, podríamos decir que están formados por cuatro ruedas, unos tubos y un motor de motocicleta.
En un circuito habilitado en la avenida del Generalísimo Franco, en el tramo comprendido entre la plaza de Pío XII y los terrenos del Real Club de Polo, frente al Palacio Real, se disputará esta competición internacional de «karting» en la que intervendrán más de un centenar de vehículos, repartidos en las cuatro carreras que integran el programa.