Etiqueta: Lluís Companys

  • Muere asesinado el abogado nacionalista-republicano Francesc Layret en medio de la detención masiva de sindicalistas, nacionalistas y republicanos

    Muere asesinado en la puerta de su casa, en la calle Balmes, el abogado y diputado Francesc Layret.

    Poco antes de las seis, el señor Layret bajó de su domicilio, sito en la calle de Balmes, número 26, segundo, segunda, entre la Granvía y Diputación, para reunirse con la señora del concejal señor Companys, que le esperaba en el automóvil número 325 de la Compañía Genera, para que le acompañara a ver el alcalde, señor Martínez Domingo, a fin de rogarle se interesara por la libertad del señor Companys.

    El señor Layret se dirigió desde la acera al automóvil, con el hombre que por su defecto físico le acompañaba siempre, y al cruzar el arroyo se le echó rápidamente encima un sujsto que le hizo siete disparos a bocajarro. El señor Layret cayó al suelo gravemente herido y bañado en sangre.

    La esposa del señor Companys horrorizada por la horrible escena exclamó presa de gran desesperación:
    —«¡Pobre señor Layret!»

  • Declarada la República (y el Estado Catalán), Maciá («soy presidente»), Companys («soy alcalde»), Iglesias, la CNT y otros intentan aprovechar el vacío de poder

    El funcionamiento de la república catalana
    La nota del señor Maciá proclamando el Estado Catalán
    BARCELONA 15.-Hecho la proclamación del Estado Catalán por el señor Maciá y cuando éste se encontraba en el Palacio de la Diputación, se le presentaron un oficial de Infantería y otro de Artillería, ofreciéndosele, según dijeron, en nombre de la guarnición de Barcelona.

    Después el señor Maciá, hablando con los periodistas, manifestóles que había telegrafiado al señor Alcalá Zamora para comunicarle que había proclamado la República Catalana, constituyéndose en su presidente. El señor Alcalá Zamora le ha contestado monstrándose conforme y dándole cuenta de la marcha de los sucesos políticos en Madrid.

    El señor Maciá facilitó más tarde la siguiente nota:

    «En nombre del pueblo de Cataluña proclamo el Estado Catalán bajo el régimen de la República Catalana, que libremente y con toda cordialidad anuncia y pide a los otros pueblos hermanos de España su colaboración en la creación de una Confederación de pueblos ibéricos, ofreciéndoles por los medios que sean librarles de la Monarquía borbónica. En este momento hacemos llegar nuestra voz a todos los Estados libres del mundo en nombre de la libertad, de la justicia y de la paz de los pueblos. – El presidente de la República Catalana, Francisco Maciá.»

    A la vez ha dirigido a todos los alcaldes de Cataluña el siguiente telegrama:

    «En el momento de proclamar el Estado Catalán bajo el régimen de República Catalana, os saludo con toda el alma y os pido que prometáis la colaboración para sostenerla, comenzando por proclamarla en vuestras ciudades y preparandoos para defenderla cuando os lo pida. Por la libertad de Cataluña, por la hermandad con los otros pueblos de España, por la paz internacional, sabed haceros dignos. – El presidente de la República Catalana.

    Los delegados del señor Maciá se incautan de las comunicaciones

    Por acuerdo del presidente de la República Catalana, varios delegados se incautaron de las oficinas de Telégrafos, de la Administración central de Correos y de la Central de Teléfonos.

    De Telégrafos se hizo cargo el que era oficial de dicho Centro y ha estado varias veces detenido por relación con los elementos revolucionarios, señor Escrich. De la Central de Correos se posesionó don Artemio Aiguadé, hermano del doctor del mismo apellido, y en la Central de Teléfonos se instaló el señor Miralles Pi, periodista, que ejercerá allí la censura para evitar que en las informaciones que se transmitan se den noticias tendenciosas, y sobre todo alarmistas, de sucesos.

    Numerosas manifestaciones

    Entre tanto, a medida que avanzaba la tarde las calles estaban llenas de público, recorriendolas en numerosas manifestaciones, algunas de las cuales iban con bandas de música, otras, llevando bustos de la República, y en general, los manifestantes con banderas de la República y banderas catalanas, dando vivas, cantando la Marsellesa y otros himnos del mismo carácter.

    En la plaza de Cataluña, un joven que pasaba en automóvil ha hecho unos disparos al aire, como protesta contra la actitud de algunos grupos de manifestantes. Estos le han rodeado, apaleándole, y la fuerza pública le ha protegido, llevándolo detenido.

    El gobernador recibe la orden de resignar el mando

    Al atardecer, el exconcejal y exdiputado radical don Emiliano Iglesias, con un grupo de elementos republicanos, se trasladaron al Gobierno civil para pedir al señor Márquez Caballero que le hiciera entrega de los poderes. El gobernador se negó en absoluto.

    El señor Iglesias se presentó nuevamente en el Gobierno civil, y como el señor Márquez Caballero, después de discutir con él, se retirase a sus habitaciones, se hizo presentar a los funcionarios que en el Gobierno se hallaban, incluso el jefe de la Guardia de Seguridad, todos los cuales le ofrecieron servir a la República con absoluta lealtad. El señor Iglesias dijo que se congratulaba de estas manifestaciones y que quería hacérselas saber al público.

    Efectivamente, salió al balcón con dicho oficial; pero los grupos, formados por varios millares de personas, prorrumpieron en gritos y denuestos tratando, al parecer, de penetrar en el edificio. Finalmente, y después de una serie de pequeños incidentes, los guardias se quitaron los escudos de los cascos y el oficial también hizo lo propio, con lo cual se calmaron los ánimos de los manifestantes.

    Casi al mismo tiempo que esto ocurría, el señor Márquez Caballero, puesto al habla con Madrid por teléfono, recibió orden del señor Maura para que resignase el mando en el presidente de la Audiencia.

    Don Emiliano Iglesias se niega a obedecer las órdenes de Madrid

    El presidente de la Audiencia se personó en el Gobierno civil para hacerse cargo del mando, conforme a lo comunicado por el nuevo ministro de la Gobernación, pero el señor Iglesias se negó a entregarla y, dirigiéndose luego a los periodistas y personas allí reunidos, dijo que actuaba en nombre del Comité Ejecutivo de Acción Ciudadana del partido radical en vista de que los elementos republicanos de Maciá se han hecho cargo de la Diputación y el Ayuntamiento. Hizo también un gran elogio al sentido de la disciplina del general Despujol, al que había visitado, y el cual le dijo que entregará el mando a quien le ordene el ministro del Ejército del Gobierno constituido, pero no a ninguna otra persona.

    Añadió que había saludado a los oficiales del Ejército que se encontraban en el antedespacho del capitán general, diciéndoles que había que pensar en España sobre todo, y que con esto ya quería significar bastante. Por último, ha dicho que facilitaría más tarde una alocución al pueblo de Barcelona.

    Se intenta asaltar y quemar el Archivo Antropométrico

    … A las diez de la noche un numeroso grupo se presentó frente a la delegación de Policía de Atarazanas, en donde está el archivo de ficheros antropométricos, con el intento, al parecer, de asaltar aquélla y destruir el archivo.

    Ante la actitud de los manifestantes, los guardias de Seguridad hicieron varios disparos, resultando muerto un soldado, que pasaba, al parecer casualmente, por aquel lugar, del batallón de Cazadores de Estella, y que no ha sido identificado, y varios heridos.

    En Capitanía fueron asistidos de heridas de arma de fuego Andrés Castillo y José Roquet, ambos guardias civiles. No se tienen más detalles.

    A medianoche se promovió un tiroteo – sin que se puedan saber las causas – en la calle de Anselmo Clavé, resultando muerto el vigilante nocturno Buenaventura Alsina, de cincuenta y cuatro años, y gravemente herido el guardia de Seguridad número 555, que ha ingresado en el Clínico.

    En el centro de Barcelona, a primera hora de la madrugada, continuaba extraordinaria animación, funcionando normalmente todos los teatros y establecimientos públicos.

    Nota de los Sindicatos Unicos

    Los Sindicatos Unicos han remitido la siguiente nota a los periódicos: «Ha sido proclamada la República en España. El nefasto Borbón que nos tenía la argolla al cuello, ha tenido que dejar el Poder. El Ayuntamiento, la Diputación, Correos y Telégrafos, están en manos del pueblo. Para sancionar estos hechos, el pueblo debe manifestarse en la calle. No nos entusiasma una República burguesa, pero no consentiremos una nueva Dictadura. Contra una posible reacción de los elementos armados, el pueblo debe estar en pie. Si la República ha de consolidarse indudablemente contando con la organización obrera. Como condición previa exigimos la inmediata libertad de todos nuestros presos. Después de este primordial, impondremos otras condiciones. La Confederación Regional del Trabajo de Cataluña declara la huelga general y está a la expectativa de los acontecimientos. Por la libertad de los presos, por la revolución, ¡viva la Confederación Nacional del Trabajo de España! Por la Organización obrera Comité Regional de Cataluña, Federación Local de Sindicatos de Barcelona.»

    Asalto a las cárceles

    A las cinco de la tarde, el director de la Cárcel Celular tuvo noticia de que llegaba una manifestación a exigir la libertad de los presos políticos. Por teléfono pidió al gobernador diciendo que estaba en gran compromiso por no haber presos políticos. El gobernador dijo que mandaba fuerza y que procurase contener a la manifestación. No fiándose de ello, el director comunicó con el capitán general, quien le contestó que iba a proclamar el estado de guerra y que mientras llegaba la manifestación la contuviese, que él mandaría un destacamento de la Guardia civil. Mientras tanto, llegó la manifestación, prendieron fuego a la puerta de la Cárcel, la derribaron con picos y mazas y dejaron en libertad a los 600 presos, casi todos ellos por delitos comunes. Han quedado solamente dos presos ciegos y tres locos.

    En la cárcel de mujeres ha ocurrido lo mismo. Fueron libertadas todas las presas y rotos los archivos y tiraron la fichas antropométricas.

    Asalto a Correos

    A primeras horas de la madrugada varios individuos se presentaron en el edificio de Correos e intentaron desarmar a unos guardias, lo que consiguieron. Cuando estaban en la parte superior donde había otros guardias con carabinas les encañaron las pistolas los desconocidos disparándoles varios tiros. Una de las balas tropezó con un mauser y otra rozó la rente de un guardia. Los guardias se defendieron disparando sus carabinas y matando a dos de los asaltantes que sujetaban con las manos sus pistolas. Los otros asaltantes se dieron a la fuga.

    Los estudiantes aceptan la República Catalana

    El presidente de la F. U. E., señor Sbert, que desde los primeros momentos estuvo ayer al lado de los republicanos, y que asistió a todos los actos que tuvieron lugar desde la proclamación de la República en Barcelona, manifestó a los periodistas que acababa de hablar con el presidente de la República Catalana, señor Maciá, poniéndose incondicionalmente a su disposición para la defensa del régimen naciente. Expuso que la F. U. E. tiene ya reconocida la fórmula federal del Estado en sus estatutos, y por tanto, no es, para ella ninguna violencia acatar la modalidad de la República federal, sino por el contrario, encaja perfectamente en su ideario.

    En cuanto a la actitud de los estudiantes, dijo que éstos volverán inmediatamente a la Universidad, por cuanto ha terminado su pleito de incompatibilidad con el régimen.

    El ministro del Gobierno provisional de Cataluña señor Carrasco, a Madrid. – Nicolau y Maciá conferencian

    A primera hora [del día 15] salió para Madrid en avión el ministro del Gobierno provisional de Cataluña, señor Carrasco, encargado de una misión especial cerca del Gobierno central.

    Al mediodía llegó al aeródromo del Prat del Llobregat el ministro de Economía del Gobierno central, Nicolau d’Olwer, el cual celebró una conferencia telefónica con el presidente, señor Maciá, y acto seguido reanudó su viaje aéreo hacia Madrid.

    El autor de la muerte de don Eduardo Dato en libertad

    Se ha ordenado que sean puestos en libertad quince presos políticos y sociales que estaban en Figueras. Entre ellos figura Pedro Matéu, condenado a cadena perpetua por la muerte de don Eduardo Dato.

    El presidente del Gobierno provisional de Cataluña aplaudido por la multitud

    … A las cuatro de la mañana [del día 15] desfiló por la plaza de la Constitución un regimiento de Infantería, con una banda de música, y al llegar al Palacio de la Generalidad, donde estaba reunido constituído en sesión permanente el Gobierno provisional de Cataluña, el presidente, señor Maciá, salió al balcón y fue saludado calurosamente por la multitud reunida en la plaza.

    En el zaguán de la Diputación formó un piquete de Ingenieros, que al paso de una compañía de Carabineros, precedida por la bandera republicana, rindió los honores correspondientes.

    [Cese rector de la universidad]

  • Companys anuncia en el Parlamento que no piensa acatar el fallo del Tribunal de Garantías Constitucionales sobre la Ley de Contratos de Cultivo, que todos los gobiernos de la República han sido un obstáculo para la patria, y que la raza sabrá responder; Abadal de la Lliga habla a favor del constitucionalismo

    ([El Parlamento:] Al levantarse a hablar el PRESIDENTE DE LA GENERALIDAD, todos los diputados, puestos en pie, le tributan una gran ovación, sumándose al entusiasmo las tribunas. Se oyen diversos vítores.)

    […]

    [E]l problema no es la orientación de la ley, sino si en algunos puntos, la ley ha tratado materias que no son de su competencia, y el Tribunal de Garantías ha llegado más allá: [en su sentencia del 8 de junio] nos ha negado competencia para resolver sobre esta materia, y, como ha dicho el consejero de Justicia, en los «considerandos» de la sentencia hay una concepción tan arbitraria y minimalista del Estatuto y de la Constitución, que hasta llega a falsear sus propias esencias.

    Eso es tan claro que no encuentro extraño que con un natural impulso patriótico de elementos que tienen creencias absolutamente antagónicas a las que tiene esta mayoría, se hayan sentido indignados porque frente a un ataque a Cataluña, no deben existir divisiones entre los que nos sentimos catalanes.

    En cambio, me han llenado de estupor unas declaraciones del jefe del Gobierno, señor Samper, lanzando una sugerencia, haciendo la indicación que quizá si se modificaban algunos aspectos o se modificaban algunos extremos, podría haber un plan de concordia, que en este problema la sola palabra me cubre de vergüenza.

    Pero yo digo: si somos incompetentes en la materia, tanto si reformamos algunos preceptos de la ley, como si no los reformamos, cometeremos de todos modos un acto ilegal, y estaremos fuera de la legalidad. Ya que el Tribunal de Garantías, dominado por la pasión política, no ha dejado una rendija por la que pueda discurrir nuestra política, persistentemente conciliadora, que tantos malos resultados nos está dando, hemos presentado la ley, la nueva ley, que es igual, con puntos y comas, a la ley que se había presentado antes, para recibir de nuevo la ratificación del Parlamento. Si vosotros la aprobáis, el Gobierno la hará cumplir, pase lo que pase, y sea como sea… (Los diputados, puestos en pie, aplauden y lanzan diversos vítores. También se oyen vítores y aplausos en todas las tribunas.)

    EL PRESIDENTE [DE LA CAMARA]: El público se ha de abstener de hacer manifestaciones. De otro modo, será expulsado el que interrumpa o aplauda. Yo, hasta ahora, no he visto a nadie. Puede seguir el honorable Presidente de la Generalidad.

    EL PRESIDENTE DE LA GENERALIDAD: Y si el Parlamento no la aprobase, el Gobierno dimitiría, porque he de decir aún, aunque sea una cosa formularia, pues ya sé vuestro sentimiento, he de decir que el Gobierno hace de esta cuestión una cuestión de confianza.

    Hay que decir por eso, que lo ocurrido con esta ley es solamente un episodio en las relaciones que el Gobierno viene sosteniendo desde hace un tiempo con los últimos Gobiernos de la República. La ofensiva a nuestras libertades se ha ido produciendo cada día desde todos los Ministerios, con millares de incidencias ocurridas, y responde a una táctica y a una persistencia del Estado, o mejor, de las influencias monárquicas que se han apoderado del Estado.

    Creo inútil registrar los hechos, y no comentaré tan sólo lo que ha ocurrido con el dictamen de la Comisión mixta en relación con los servicios de radiodifusión, porgue todos han caído uno a uno sobre la paciencia de nuestro pueblo, que nos dice que hay bastante y que no puede continuar eso más, porque si eso persistiese, entendedme, si esto persistiese, nuestra autonomía iría desfalleciendo de tristeza, iría perdiendo el color y el carácter, para ir últimamente a desvanecerse, a hundirse, por la cobardía o por la estupidez de los catalanes. (Grandes aplausos.)

    Y eso no, porque mereceríamos ser declarados indignos o traidores y nuestro nombre quedaría escrito con ludibrio en el juicio de la historia de la patria. (Grandes aplausos.)

    Y esto, señores, es el problema que no se puede desvirtuar, ni desfigurar, con habilidades políticas, partidistas; es el problema de la libertad de Cataluña, que vuelve a estar en pleito porque se ha apoderado de las directrices de la República y rodean su estructura, y llega a sus fundamentos, todo lo antiguo de la vida política española. Y ante este problema, ¿qué hay que hacer?

    La vida de la República está debilitada, la Constitución es una cosa inerte. Se han resarcido bien los fugitivos del 14 de abril; nos llegan de fuera voces amigas y faltan a veces aquí voces catalanas.

    Yo dirijo hoy una salutación al noble pueblo de Vasconia, que nos ha transmitido su adhesión incondicional, y le digo que encontrarán en los nacionalistas catalanes siempre una entusiasta reciprocidad. (Grandes aplausos.)

    Yo, además, recojo con simpatía la voz de las izquierdas españolas, que han publicado un manifiesto en Madrid en el cual defienden el sentido autonómico de la Constitución del Estado, ley básica de la República.

    Somos, tal vez, los mismos que éramos el 14 de abril, pero nosotros no los contamos, no necesitamos contarlos. Cataluña se quedaría sola ella sola, y enfrente de un levantamiento monárquico centralista de todas las tierras hispanas, Cataluña daría la gran batalla, porque nosotros no queremos morir de asco, ni de vergüenza. (Grandes aplausos.)

    Y ahora oid: No somos hombres que nos dejemos llevar por los nervios, ni por las exaltaciones momentáneas. No. Al frente del Gobierno hemos dado pruebas que sabemos guardar la actitud moderada de un gesto pausado de cara siempre a nuestras creencias, sin embargo. Hemos mantenido de una manera inflexible el orden público, y nos hemos enfrentada con todos los perturbadores. No somos irreflexivos; desde la dirección del Gobierno sabemos adoptar aquel tono ponderativo de táctica y equilibrio, del saber hacer, de un político que tiene una responsabilidad por conducir las iras y los antagonismos de los diferentes sectores sociales. No somos unos insensatos, pero que me escuchen todos los catalanes.

    Un día, dirigida y orientada por una fuerza política catalana, se intentó la renovación de la vida política española, a base de nuestros postulados de acatamiento a la voluntad del país, de la depuración de las prácticas de Gobierno, pero a la sola conminación del representante del Estado decrépito, en la persona de un gobernador civil, que puso las manos sobre la espalda en una detención simbólica; a pesar de todos los anuncios de gestos simbólicos, y después de haber exaltado a la multitud, no pasó nada: transcurrió aquel momento dandos unas carteras ministeriales a los que habían organizado aquella jornada. (Aplausos.) Y no vino ningún beneficio para el ideal catalanista, ni para la nacionalidad catalana, ni para que la vida española dejase de arrastrarse en los medios infectos en que se debatía. Otro día, viene una dictadura, y hemos de sufrir la afrenta de que el nieto de Fernando VII nos recuerde que es heredero de Felipe V, y nos quitan, nos arrebatan la Mancomunidad, y nos barren de la Generalidad. Y tampoco pasa nada. Al contrario, los elementos dirigentes de la política catalana y del ideal heroico del catalanismo, son los últimos defensores desesperados de aquellas viles instituciones. (Muy bien.)

    Todo eso ha pasado. Viene la República, viene la autonomía y dirige la política catalana un Gobierno de izquierdas, y vuelve a vivir, y va la agresión dentro de la República de los lacayos de la Monarquía, de las huestes fascista monárquicas, que han hecho penetrar ya su vanguardia y que están en la misma puerta.

    Y yo digo; si ahora también, ayer como hoy, antes con unos hombres y hoy con otros, aceptamos la nueva fatalidad y la fuerza y nos entretenemos en los juegos de habilidad política si nos dejamos arrebatar lo que es nuestro, no lo que nos pertenece, sino sólo lo que ha quadado pactado en el Estatuto y la Constitución, entonces, ¿quién tiene el derecho de decir qus aquí hay un sentimiento nacionalista? Si el sentimiento nacionalista a través del mundo y del tiempo da héroes y da mártires! ¿Dónde está el amor y la fortaleza de nuestra tierra qué temple, qué aliento podemos dar al movimiento espiritual de nuestra raza? (Aplausos.)

    ¡Ah, amigos! os he de decir muy pocas palabras más. Si eso sucediese y ya tuviese la desgracia de quedar con vida, me envolvería en mi menosprecio y me retiraría a mi casa para esconder mi vergüenza como hombre y para esconder también el dolor punzante del alma, por haber perdido la fe en los destinos de la patria. (Gran ovación que dura largo rato. Los diputados, puestos en pie, vitorean al Presidente de la Generalidad de Cataluña. También desde las tribunas se aplaude y se vitorea.)

  • El golpe de estado de Companys, una consecuencia de su personalidad. Defensa de la República por el general Batet. La criada de Pierre Vilar y la vaquería.

    L’exacerbació dels sentiments arran de les interpretacions differents de la vida col· va degenerar molt ràpidament. Els fets del 6 d’octubre de 1934 a Catalunya són difícils d’entendre avui si no es parteix del principi que va explotar el caràcter personal d’uns quants dirigents. Els miners d’Astúries s’aixecaven per raons de classe, però això no era pas el cas de Catalunya. L’aixecament del president Companys es deu purament a la seva impressió que pertocava actuar d’aquella manera: «Posar-se a favor dels pobres i enfrontar-se al Govern Central que, pel fet de ser centre-dreta, representava els rics.»

  • Tras las elecciones, huida burguesa, amenazas de secesión, caos social y guerra civil

    What began last fortnight as Spain’s least bloody election in years was swelling last week into horrid crescendos of threatened social upheaval, secession and civil war. Overnight 30,000 political prisoners came bustling out of jail. They included the furious Catalonian secessionist, «President» Luis Companys, who had just begun to serve a 30-year stretch in a grim Andalusian prison for having proclaimed the industrial northeast of Spain the independent Republic of Catalonia (TIME, Oct. 15, 1934). Out of jail popped most of this suppressed Republic’s Parliament and met in Barcelona, their capital. In Madrid more or less delirious Spanish mobsters and political ex-convicts paraded around, brandishing plain red flags, singing the Internationale and shouting vaguely «Long Live Russia!»

    Every train to the French frontier was jammed with taut-faced people. «Who are they?» a correspondent asked a station official at the frontier. «Dukes, marquises and millionaires!» replied the station official correctly.

  • «Companys consigue la autonomía para Cataluña»

    The hotheaded, toothbrush-mustached Spanish Catalan, Luis Companys, became a rebel when he added to the chaos of Spain’s October 1934 revolution by declaring his native province, rich, industrial Catalonia, an independent republic. He became a martyr when the Government sent him to jail for 30 years. He became a hero when the Left victory in the Spanish general election last month sent him and 30,000 other rebels of 1934 rollicking out of Spain’s jails. This week he became a liberator when he wangled from Spain’s Republican Premier Manuel Azaña «local autonomy» for Catalonia. In Spain old issues never die, and States’ Rights is the deathless battle cry of Catalonia & Companys.

  • Como llenar el vacío dejado por la desaparición del poder constituido

    El 18 de juliol em trobava a Barcelona. De tant en tant em torno a preocupar quan llegeixo presentacions d’aquells fets històrics radicalment contràries a les que es van divulgar durant els quaranta anys del franquisme. Cap dels dos extrems no és veritat. El que va passar … consistia en la desaparició del poder constituït. Desapareixen els ressorts d’ordre públic. Trontolla el sistema judicial. A Barcelona s’apoderen del carrer els «incontrolats». La CNT s’apodera de les armes dels arsenals militars; els anarquistes es fan els amos del carrer. Les autoritats es converteixen en un factor purament nominal. El president Companys es posa al costat de les organitzacions obreres en armes, tot confiant que de mica en mica aniran entrant en la legalitat que els proposava mantenir formalment a través de la seva persona.

    La gent que no pot fer res més es queda a casa i acumula provisions per alimentar-se el major temps possible. Els que tenien capacitat econòmica i oportunitat de marxar, se’n van anar. Dintre d’aquest últim grup hi poso els polítics. La major part de polítics caracteritzats, inclosos els d’esquerra, van desaparèixer. Posteriorment, van ser nomenats ambaixadors, comissionats a l’estranger, delegats, etc. En alguns casos van tornar un cop aclarida la situacio.

    Va emergir la figura de Tarradellas, perquè era el polític que al moment de la insurrecció militar es va posar materialment a la disposició del president Companys. Eren adversaris, però no disposava de cap altre polític a les seves ordres. La situació dels dos personatges durant els primers mesos va ser tremenda. Havien de formar govern–sense portar fusell ni pistola–amb els que en portaven. Anaven amb barret i corbata, quan l’uniforme del moment era la granota (o «mono»). Els podien matar allà mateix en qualsevol moment, i ho sabien.

    Van matar molta gent. Assassinaven la llibertat en nom de la llibertat; s’abandonaven els principis morals en nom dels principis morals; es barrejaven el coratge i la covardia… Es van produir aquests fenomens estranyíssims de matar per gust, de matar per matar, per satisfer els instints més baixos de determinades persones…

    El Partit Comunista, prácticament inexistent abans d’esclatar la guerra a Catalunya, es va erigir en el partit de l’ordre, de l’autoritat. La gent va desitjar que arribessin els comunistes, que manessin i es fessin obeir.

  • Aub: la revolución social. Muere Apel·les Mestres entre «llamps i trons»

    No hay luz eléctrica en Barcelona. Ni luna. Sólo tiros e iglesias ardiendo. La gente por la calle va de un incendio a otro. Intentaron salir los bomberos, pero el pueblo cortó las mangas. Se consumen las iglesias, pero no la Catedral, ni el monasterio de Pedralbes. Lo gótico no se quema, es el único orden que le impone al pueblo. Barcelona a oscuras pero con bastantes iglesias para poder andar por la ciudad, con el trágala de las caballerías muertas y los tiros de los fascistas confortablemente instalados tras su balcón, asesinando a mansalva. Un millón de habitantes sin más luz que gigantescas antorchas. Todos los templos se parecen ahora a la Sagrada Familia, y Barcelona huele a chamusquina. Largos ramos, pobladísimas lenguas de chispas por lo negro, negro de la noche; y los humos contra las estrellas. La gente callada, de una estación a otra, con su sentido trágico de la vida de los bolsillos, esperando un milagro; dándose cuenta de que nace un mundo nuevo, que puede morir en cierne, como otras tantas veces en este mismo lecho; pero todos husmean el parto; y, barruntándolo, nadie dice nada: óyese sólo el crepitar del fuego. El fuego hacia los cielos y la ciudad negra con heridos por los portales y asesinos por los tejados. Se ven las panzas del humo a la luz de las llamas, no las espaldas, ni la altura.

    Rafael Serrador, apoyado en una farola, mira cómo se abrasa la iglesia del Carmen. No se le alcanza, en su nueva vida, por qué destruyen e incendian, por qué no lo guardan para sí. Le duelen las llamas. Ya ha preguntado a veinte por qué queman, y todos se han alzado de hombros. Sin embargo, algo les mueve.
    Pegado a una de las puertas divisa un viejo al que cree recordar; mirando cómo sacan las imágenes y hacen una gran falla; síguele con la vista, no le suelta y se le acerca.
    – Por qué queman?
    El vejete le mira y le dice confidencialmente:
    –Chist! Hay que empezar siempre por el coro. Siempre.
    –Por qué?
    Ahí está el meollo! –y mirándole fijo a los ojos–: Si no, son capaces de volverse a sentar allí.
    El hombre se lleva a Serrador Ramblas arriba:
    –Ven. Le hace subir a la terraza del edificio de Las Noticias.
    Desde allí se descubren diez o doce incendios.
    –¿Ves tú, pequeño? De cuando en cuando hay que quitarse las chinches de encima y desinfectar el ambiente. Yo he sido mozo en la escuela de Ferrer, ¿sabes? ¡Aquel sí que era un hombre! Ya sabían lo que se hacían cuando lo fusilaron. Esta va a ser tan sonada como aquélla. ¿Crees que queman por quemar? ¡Pues no! Se mata lo que se odia. Se quema por purificar y salvar la vida: para ahuyentar los malos espíritus y rehabilitar la tierra. En el mundo hay dos cosas puras y hermosas: el fuego y el desnudo. ¿El arte? Historias y engañabobos. ¡Dímelo a mí! Fabrico vírgenes del siglo XVI. Los burgueses, los comunistas, creen que quemamos por destruir, que robamos para enriquecernos. Aquí cuando un niño es malo le dicen: eres peor que un ravachol. ¡Asquerosos! Lo de Ravachol es por un tranvía de Valencia, que descarrilaba con frecuencia y mató a unos cuantos. No viene a cuento. Quemamos para salvar y hacer tabla rasa; y cuando ha hecho falta robar es que hacía falta para vivir. Ya sé que no sé quién eres, pero me es igual.
    El viejo estaba completamente ido y mirando la ciudad, lloraba. «¡Ferrer santo! –musitaba– ¡Ferrer santo!» De pronto se volvió rápido hacia Serrador y le dijo tajante:
    –¡Porque si no las queman, volverán!
    –¿Quiénes?
    –Curas y diablos.

    Rafael bajó otra vez hacia el puerto. Anduvo hasta la «Buena Sombra», convertida en cuartel del asalto a Atarazanas. Reinaba un barullo tremendo. Se sentó en un rincón al lado de un librero de viejo y de un vendedor de biblias protestantes.
    –Mira –decía el más viejo–; la cosa no puede ser más sencilla. Aquí estamos los que no creemos en Dios y enfrente están los que creen. Y nada más. Huelgan otras explicaciones. Cuando deje de haber curas dejará de haber ricos.
    –Mira, Ambrosio –dijo Serrador–, más bien creería lo contrario.
    –¡Tú qué sabes, mocoso! Aquí la nada, y ellos con Dios. ¡Imponente! (Era su bordón.) ¡Imponente! Claro está que lo grande es que, para los que husmeamos la verdad, pelea la nada contra la nada, pero eso se queda para los escogidos.
    –Sí –dijo el vendedor de biblias–, hace siglos que nos quieren romper la crisma en nombre de Dios.
    –¡Y lo que te rondaré, morena!
    –Yo –dijo Serrador– creo que aquéllos creen en lo que tienen, y que son ustedes los que creen en Dios.
    –¡Imponente, mocoso, imponente! ¿Me vas a querer dar lecciones a mí? Nosotros creemos en el hombre.
    –Es lo mismo –dijo condescendiente Rafael.
    –¿Cómo que es lo mismo? Aquéllos creen en Dios porque le tienen miedo al hombre, y Dios es buen comodín.
    Rafael le pregunta al propagandista protestante:
    –¿Cómo vendes biblias siendo ateo?
    –Si creyese en Dios, las regalaría. A mí no me engaña ni Dios –le responde guiñando un ojo y descubriendo una encías sin más diente que un incisivo amarillo y gris oscuro, mitad por mitad.
    –Yo tengo publicado un libro –encadena el librero–, donde demuestro que todas las calamidades nacen en la creencia en Dios. Con más de doscientas citas y prólogo del conde de Tolstoi.
    –¿Te lo mandó él?
    –¡Lo recorté yo!

    El café concierto puede apenas con su oscuridad a pesar de las dos o tres docenas de bujías repartidas en mesas, mostrador y escenario. El camino de la bodega estaba libre y el bombo desfondado con una vela en el parche.
    Alrededor de una mesa discutían varios hombres de la FAI.
    –La ciudad es nuestra de arriba abajo.
    –¿Y la Esquerra?
    –¿Qué es la Esquerra sin nosotros? Ya se vio hace dos años.
    –¿Y los de la UGT?
    –Eso es otro cantar. Pero no nos vengan con monsergas, ellos no son nadie aquí, ¡nadie! Aquí mandamos nosotros. Y en Zaragoza, y en Sevilla. Y en Valencia, si me apuras. Referente a Madrid y Bilbao, ya hablaremos.
    –¿Tú crees que vamos a tomar directamente el poder?
    –Ya resolverá el comité. Yo creo que no. Esta no es «nuestra» revolución: es la de las derechas. Ellas lo han querido, ¡allá ellas! Pero por eso mismo no podemos perder las apariencias republicanas. Nos ha llegado la hora de salvaguardar las esencias liberales y democráticas. «Allons, enfants de la Patrie…»
    –¡No fastidies!
    –Sí, hijo: ¡y viva la Constitución!
    –¿Qué se sabe de Zaragoza?
    –Nada. Yo siempre dije que el secretario de la Federación…
    –Parece que allí empiezan a fusilar gente.
    –Vosotros diréis lo que queráis, pero si no es por la guardia civil y los de asalto, ¡ya quisiera yo ver dónde estaríamos a estas horas!
    –¿Y la tropa sin nosotros?
    –Eso es harina de otro costal. Pero vamos a ver lo que hace la Confederación en Zaragoza y Sevilla.
    –Dependerá un tanto de los gobernadores.
    –¡Che, callarse! –dijo un valenciano en la oscuridad–. Hemos luchado todos por la revolución, y ahí fuera todavía quedan cuarteles que tomar.
    –Sí, bueno. Hoy la Guardia Civil ha estado con nosotros, pero ¿y mañana? Lo que hay que hacer es disolverla. Y en seguida.
    En otro local, el del PSUC, Vidiella y Comorera abonaban en el mismo sentido.
    –Hay que formar Comités de Obreros y Campesinos.

    Companys, después de consultar con unos y otros, formaba el Comité Central de Milicias.
    –¡Se hunde la legalidad republicana! –clamaba por los gloriosos patios de la Generalidad un importante burócrata, de la Lliga–: ¡Eso es crear el poder revolucionario por decreto!
    –¿Y quién se lo ha buscado, monín? –le contestaba un ordenanza.

    Siguen subiendo hacia los cielos oscuros las abullonadas columnas de color rojuelo, salpicadas de pavesas brillantes.
    Rafael Serrador vaga por las calles tropezando con las gentes y sintiendo los lazos que le unen con los hombres, y como cogido en una red de la cual él fuese una de las mallas, una de las hebras de la noche. Por la plaza del Pino pasea un hombre completamente desnudo, gritando:
    –¡Viva el Sr. Kneipp! ¡Viva el Sr. Kneipp!
    Un mundo salido de sí, un mundo sin madre. Apoyado en un canalón, Rafael Serrador piensa en el agua, un agua bárbara, ímpetu bronco, raudo, tenaz, incontenible: como el de un toro de fuego, un arco iris de fuego, por encima de la ciudad vencedora.

  • Anarquía en Barcelona

    Bolshevism is one thing and Anarchism is another. Last week Walter Duranty, No. 1 contemporary reporter on Bolshevism, had left Moscow to report in Barcelona upon Anarchism—the most interesting principle of Government to arise amid the civil war in Spain.

    Barcelona is the capital of Catalonia, a Spanish district so strongly Separatist that four years ago it won from Madrid a partial independence recently made complete (TIME, Aug. 31). Last week there was a chance that the Catalonian Communists may get the upper hand and establish a Dictatorship of the Proletariat. Likewise there was a chance that momentarily powerless Luis Companys, the Left Republican President of Catalonia, may regain control. But for the time being Barcelona was in the hands of Anarchists and its interesting condition could therefore be described as Anarchy.

  • Un extraño partido de fútbol Valencia-Cataluña

    el 17 y 18 de octubre de 1936, Rodríguez Tortajada lideró «los actos de confraternización antifascista» del «Homenaje de Valencia a Cataluña», celebrados en Barcelona a beneficio de las Milicias y los Hospitales de Sangre y que tuvieron como marco estelar la disputa de un partido amistoso entre la selección valenciana —un combinado de jugadores del Valencia, Levante y Gimnástico, entrenado por Eduardo Cubells—, y la catalana, en Les Corts, el estadio del FC Barcelona. Tal como informaba la prensa barcelonesa, el sábado 17 de octubre llegó en un tren especial la expedición valenciana, encabezada por Eduardo Cubells y sus futbolistas, la Banda Municipal de Valencia y el atleta y redactor de El Mercantil Valenciano, José Catalina Llorens, conocido como Pepe Lacomba. Todos ellos fueron recibidos por Rodríguez Tortajada, que había llegado a la Ciudad Condal un día antes.

    La expedición marchó al Ayuntamiento de Barcelona, donde hubo una recepción a cargo del alcalde Pi Suñer. En ese acto la Banda Municipal de Valencia interpretó el himno regional valenciano, además de «La Internacional» y «Els Segadors» y acto seguido se procedió a la elevación de la Senyera valenciana. Como sucede en la actualidad en cada 9 de Octubre en Valencia, se alzó la «invicta bandera» por medio de una cuerda hasta el balcón de la plaza de Sant Jaume, manteniéndola erguida en todo momento. Las otras banderas, la catalana y la republicana, fueron transportadas por las escaleras interiores del consistorio.

    El Festival Valencia-Cataluña empezó a las tres de la tarde. En los prolegómenos del partido, hubo un desfile conjunto de milicianos acompañados de falleras con el puño en alto, dando «guardia de honor» a la Senyera valenciana. Lluís Companys, presidente de la Generalitat de Cataluña, y Rodríguez Tortajada presidieron el palco de autoridades, acompañados de Borisenko —capitán del buque mercante soviético Ziryanin— que realizó el saque de honor del encuentro. Vantolrà e Iturraspe, capitanes de las dos selecciones, se acercaron al palco presidencial para pedir a Companys y Rodríguez Tortajada que mediaran en la liberación del mítico portero Ricardo Zamora, en aquel momento encarcelado en Madrid. En el tiempo de descanso tuvieron lugar varias pruebas atléticas, en las que destacó el saltador valenciano Lacomba, vencedor en su modalidad.

    La extensión de los fastos previos del programa impidió que el «match» se pudiera jugar completo, suspendiéndose a falta de 20 minutos por falta de luz natural. En ese momento ganaba Cataluña por 2-0. Cubells alineó en la selección valenciana a Vidal, Gojenuri, Juan Ramón, Dolz, Iturraspe, Conde, Doménech, Felipe, Amadeo, Calatayud y Stors.

  • La Generalidad y la supuesta desnacionalización de Cataluña

    LA INVASIÓ AL·LÒGENA A CATALUNYA

    He rebut una lletra d’En Ribó parlant-me de la impressió que li ha fet rellegir ara el llibre de Vandellós Catalunya, poble decadent. Em copia els paràgrafs de Conrado Girú explicant com un poble pot ésser desnacionalitzat pel fet d’ésser la seva població submergida per gent al·lògena de major capacitat reproductiva.

    Justament avui mateix rebo notícies de la formidable immigració que sofreix ara Catalunya: de primer, els refugiats d’Irun; ara, els fugitius de Madrid; demà, seran els habitants de la Manxa i d’Aragó. I aquesta torrentada immigratòria no cau sols a Barcelona sinó que s’escampa per tot Catalunya: Vilafranca, Banyoles… Pobra Catalunya!

    Coincidint amb la riuada immigratòria, la millor gent de Catalunya emigra o és assassinada: supressió – sobretot en qualitat – dels indígenes; immigració en massa d’al·lògens que cau sobre el terrer adobat de les immigracions precedents. Això significa que arreu, sense protesta, com a cosa normal acceptada i fins estimulada per poders catalans – i d’una Catalunya autònoma!, independent de fet! – s’està realitzant avui a la nostra terra un fet desconegut en l’Europa occidental però que, a Orient i centúries enrera, fou l’expressió màxima de la brutalitat d’un conqueridor quan volia destruir una raça vençuda: extermini o deportació d’indígenes i immigració d’al·lògens. Així, sobre el mateix territori, fins aprofitant el fruit del treball secular de la raça vençuda, una nova raça s’instaura.

    El que mai s’atreviren a fer a Catalunya ni romans, ni visigots, ni alarbs, ni castellans, ni francesos, s’està fent sota el signe de l’autonomia catalana.

    Examinant la llista de l’actual govern autònom català s’hi troben ja els representants dels invasors. Ja en les sessions del govern autònom de Catalunya no es pot parlar en català, perquè hi ha ministres que no entenen la nostra llengua.

  • TIME: las batallas internas de los nacionalistas e izquierdistas complican la lucha

    That no simple civil war of two Spains, Leftists and Rightists, is being fought, made itself clear again last week as some other Spains became active afresh, notably the Basques and the Catalonians. These regions are violently separatist, even when Spain is at peace. The fact that today Catalonians and Basques are both classed as being with the Leftists of Valencia and Madrid makes them no less rugged individualists.

    In Barcelona, the capital of more or less autonomous Catalonia (through which supplies for Madrid enter Spain in a steady stream), local President Luis Companys umpired a heroic political dogfight in which the Cabinet of this one of the Spains fell. At last Barcelona’s quarreling hot anarchists & communists and warmed-over socialists & republicans grew so helplessly embroiled that most of them seemed relieved when President Companys agreed last week to add the Premiership of Catalonia temporarily to his other offices and worries. Dispatches reaching Valencia said that what had chiefly been accomplished at Barcelona was to «oust the anarchists from their previous control of the police.»

  • Comunismo, separatismo, anarquismo

    Companys & Co.

    The Spanish spotlight, focused for the past month on the Basque capital at Bilbao, swung last week to Barcelona, greatest industrial city in Spain and chief port remaining in Leftist hands. Catalan Barcelona, like Basque Bilbao, is the capital of a group of Spain’s 50 provinces, which since the Revolution have tended to become more & more autonomous. Unlike Bilbao, Barcelona has not been seriously threatened by Rightists since the first weeks of the civil war.

    Rugged individualists like most Spaniards, the Barcelonians have decked their buildings with many a discordant banner: the five-barred red-&-yellow flag of Catalonia, the red-yellow-&-purple of the Valencia Republic, the red flag of Communism, the black-&-red banner of Anarcho-Syndicalists. There are a number of other parties of varying opinions, all demanding a share in the Government. Nowhere else in the world are Communists so decisively ranked among the conservatives. That is because in Catalonia, Communists believe in discipline, as opposed to the free-for-all philosophy of the pure Anarchists, largest and most troublesome group in the state. The main reason that government is possible at all in Catalonia is due to the extraordinary talent for compromise of Catalonia’s president, excitable Luis Companys. President Companys has been in & out of jails much of his political career, has long fought for Catalan independence, speaks of Spain as «the Iberian Peninsula.» His technique with his spluttering allies is to promise them everything with the greatest goodwill. This worked moderately well for many months in keeping peace in Barcelona, but did nothing at all to help the hard-pressed Leftist armies fight the war. President Companys was too busy keeping peace at home to send many men to the front.

    Suddenly last week the Companys technique did not work at all. Late at night telephone communications with France were mysteriously cut. Hours later the story began to filter out of Barcelona that Anarchists had revolted against the Companys Government. Almost instantly jumbled barricades sprang up along the tree-lined Ramblas. The streets echoed with the Carong! Carong! of machine guns, the Hahp! of light artillery. Immediate objective of the Anarchist Black-&-Reds was the Barcelona telephone exchange, a building almost as imposing as the telephone skyscraper of Madrid. This they seized and held for seven hours. Hero of the revolt then became Barcelona’s Police Chief Rodriguez Sola, who personally led a frontal attack on the building, captured the first floor, methodically started mopping up from stair to stair.

    Loudly President Companys called for peace and unity to face the common foe, warned that the Catalans were leaving the way open for a raid from General Franco’s Rightists. No such raid came, but before peace was restored over 300 people had been killed and according to reports the Valencia Government, to police Barcelona, had had to withdraw 12.000 badly needed troops from the Aragon front. Heretofore careful to avoid mixing in local Catalan squabbles, Valencia also moved in General Sebastian Pozas to be military commander of Catalonia.

    […]

  • Subida en la reputación del POUM

    [Cita de Lois Cusick (1979). The anarchist millenium, memories of the Spanish revolution, 1936-37. Unpublished.]

    [On Tuesday], the city was in the grip of a complete work stoppage.

    The Patrols of Control took Montjuic fortress and trained its cannon on the Palau de la Generalitat … The block-long Popular Army poster on the communist Karl Marx House came down to reveal machine guns controlling the Passeig de Gracia, which the defense committees took over … Tuesday morning, the C.N.T. printers allowed only two papers to appear, Solidarida Obrera and the P.O.U.M.’s La Batalla … The Friends of Durruti and the genuine Trotskyites (Munis and Moulin) separately printed handbills calling for a revolutionary Junta to take over the government buildings. Josep Rebull’s P.O.U.M. left wing tried to win over the syndicalists at the barricades in another part of town for a march on the government buildings. Nothing came of these isolated initiatives … But the reputation of the P.O.U.M. shot up in the anarchist ranks. C.N.T.-F.A.I.-P.O.U.M. was the password at the barricades.

  • Largo Caballero y Companys, decididos a derrotar a los anarquistas

    The entire effectiveness of the Leftist Government has been in the series of compromises making it possible for a mixed salad of political parties to work in some sort of harmony. Immediately behind last week’s Cabinet crisis was the brief Anarchist revolt in Barcelona of fortnight ago (TIME. May 17). Premier Largo Caballero and President Luis Companys of Catalonia are both secretly determined to put the Anarchists, most hot-headed of Leftist groups, in their places, but the Anarchists are politically potent.

  • Companys deniega permiso a los anarquistas para conmemorar el aniversario del inicio de la Guerra Civil

    Catalonian anarchists supporting the Leftist Government of Premier Dr. Juan Negrin asked leave to stage anti-Fascist rallies and parades on the first birthday of Spain’s civil war last week, but were sternly repressed. Catalonia’s President Luis Companys cared to risk no street riots among his Communist, Anarchist, Socialist and Republican supporters, and anyhow Leftist Spain was grimly straining every resource in its first large offensive of the war.

  • Los líderes republicanos escapan del hambre, los campos, las ejecuciones

    SPAIN: Outside, Inside

    When Miguel Primo de Rivera was dictator of Spain from 1923 to 1930 many Spanish Leftist leaders cooperated with the dictatorship even though they fundamentally opposed it. Last week those opposed to Generalissimo Francisco Franco’s regime felt safest outside the country.

    Former Republican Premier Dr. Juan Negrin, Foreign Minister Julio Alvarez del Vayo, onetime Defense Minister Indalecio Prieto, General Jose Miaja and a whole host of lesser fry were in Mexico arranging for transfers of refugees. Communist Deputy Dolores Ibarruri («La Pasionaria») and Colonel Juan Modesto were in the Soviet Union. Famed Colonel Enrique Lister, onetime stonemason, leader of Madrid’s famed Communist Fifth Regiment, was thought to be in hiding in France; openly there were President Manuel Azana, onetime Premier Jose Giral, General Vicente Rojo, onetime Premier Francisco Largo Caballero, Catalonian President Luis Companys, Basque President Jose Antonio de Aguirre.

    Whittling
    Also in France still were 350,000 ordinary Spanish refugees encamped en the beaches in southern France. About 90,000 of the original 500,000 refugees who crossed over the border last February have returned to Spain, and last week about 400 daily were going back to their homes. Some 9,000 former soldiers of the Spanish Republican Army have joined the French Foreign Legion and have been sent to Morocco; aviators, antiaircraft gunners, mechanics, technicians and chauffeurs are being taken into French military organizations. French arms factories have been examining daily about 250 Spanish munitions workers, and giving employment to an average of 75. Two shiploads of 1,000 refugees apiece have gone from France to Mexico, and a third ship carrying several thousand is scheduled to leave this week. Mexico expects to take about 20,000 Spanish refugees this summer. The Basques have also chartered a ship to take their refugees to Mexico, Colombia and Chile.

    Little by little the number of refugees was being whittled down, but not fast enough to suit the French Government, which last week announced that it had spent $20,000,000 so far on the care and feeding of the Spanish refugees. In that expense lies, incidentally, the reason why France has been reluctant to return to Generalissimo Franco the $200,000,000 in gold which the former Republican Government left in French banks. The French have let it be known that they expect the Spanish refugee problem to be solved by September in one way or another.

    Justice
    While France made every effort to persuade the former Loyalists to go back home, much of the news that filtered through the tightly censored French-Spanish frontier was not calculated to encourage mass reentry. Eighteen permanent tribunals were said to be working in Madrid trying Loyalists; there were said to be 500 arrests in Barcelona and Madrid daily; 2,000 awaited trials in Madrid alone; 688 have been executed; 20,000 were in a concentration camp near Alicante. Although there were accusations still outstanding against 1,000,000 persons in former Loyalist territory, the police appealed to the public for more denunciations of those guilty of crimes against Rightists. It was calculated it would take another year before the dockets were cleared and Spain could do without her military tribunals.

    Relief
    A greater tale of woe was brought back from Spain to the U. S. last week by Alfred Cope, regional director in southeastern Spain of the American Friends Service Committee, the Quaker relief organization. Mr. Cope believed that some 500,000 Loyalist supporters were in concentration camps; he thought that at least 70,000 Italian troops remained in Spain, despite stories of withdrawals; he told one story of 20,000 Loyalist troops imprisoned in a bullring in Ciudad Real for 20 days with little food and not much water.

    More serious and more detailed were Mr. Cope’s charges that the Franco regime had seized six or seven shiploads of food that the Quakers sent to Spain for 100,000 half-starved children. As far as he could find out, the food went to the Army. In Murcia, he said, he turned over to the Spanish Social Auxiliary, the official Spanish relief organization, enough food to last the 1,000 children they were feeding there a month and three days. It was all gone in ten days.

    «While the food lasted, moreover, the official orders in the clinic were that the children had to sing the Franco Nationalist songs before they were fed,» said Mr. Cope. «We never asked them to sing Loyalist songs when the Loyalists held that territory, and we do not now like to ask them to sing Nationalist songs in thanksgiving for our food.»

    Upshot of the difficulties in Spain, Mr. Cope announced, was that the Quakers were pulling out. «It would simply be dishonest to continue in Spain to spend the money being collected abroad for this children’s relief,» he said. «Franco has assured us he would like to have us continue the work until we are ready to retire, but it is evident that he wants the food, not us. There is no way of being sure where the food is likely to go.»

    Oath
    Meanwhile, in Burgos, Generalissimo Franco moved to set up a «corporate state» on the model of Fascist Italy. A $70,000,000 subsidy was set aside to build up a merchant fleet to «display New Spain’s prestige in America and the Far East.» Curtailment of imports of gasoline, motor cars, machinery, motion picture films was announced. Syndical labor laws were ordered written, with labor unions being organized on the approved Fascist model. Strikes will be outlawed, the unions will be controlled by the Government. New contracts will be written for tenant farming, and the Spanish Phalanx’s program for redistribution of some large estates will be carried out.

    That the state will be a strictly authoritarian one could not be doubted after the oath which was sprung last week on the members of the Grand Council of the Falange Espanola Tradicionalista, the new Fascist substitute for Parliament. Raimundo Fernandez Cuesta, secretary general of Spain’s only party, demanded «blind obedience» to Generalissimo Franco, ended by proposing an oath: «We proclaim our inflexible will to obey unconditionally the orders of our Caudillo. As proof of that sacred promise, let the Councillors of the Falange swear with me before God always to obey the Caudillo and those who receive from him the power of commandment.» The Councillors swore.

  • Lluís Companys detenido por la Gestapo en Bretaña

    La Baule (la Bretanya): la Gestapo deté el president de la Generalitat de Catalunya, Lluís Companys.

  • Ejecutado Justo Bueno, «asesino de los hermanos Badia»

    Cumplimiento de sentencias
    [Hoy] á primera hora de la mañana, sé cumplieron, en el Campo de la Bota, las sentencias dictadas por los Consejos de Guerra celebrados en Barcelona contra José Guía Cruceta y Feliciano Blaya Junta, autores de robos a mano armada, y contra Miguel Arenas Pons, Justo Bueno Pérez y Alfonso Palau Font, autores de varios delitos de sangre durante la dominación marxistá.

  • Novelistas barceloneses en castellano (González Ledesma) y catalán (Gifreda) ganan segundos premios en el primer Premio Internacional de Janés

    Premio Internacional de Primera Novela

    El Jurado, presidido por Somerset Maugham, emite fallo en Madrid

    En un típico restaurante de esta capital, y en un ambiente de gran expectación, se han reunido a cenar esta noche los componentes del Jurado formado para conceder el Premio Internacional de Primera Novela, 1947, instituido por el editor barcelonés, José Janés. El Jurado, presidido por el escritor inglés Somerset Maugham, lo formaban los señores Eugenio d’Ors, José María de Cossío, Walter Starkie y Fernando Gutiérrez, que actuaba como secretario.

    Por unanimidad ha emitido fallo, concediendo los siguientes premios:

    Primer premio de 25.000 pesetas, a la novela «Turris Eburnea», de Rodolfo L. Fonseca, de Montevideo.

    Dos segundos premios de 10.000 pesetas cada uno, a las novelas «Sombras Viejas», de F. González Ledesma, y «Sis o set sirenas» [sic], de Mario Gifreda.

    También ha recomendado la compra y edición de las siguientes novelas: «This other Eden», de Katherin Gaskin; «La Tierra brava», de Leocadio Antonio Zuinaga Uribe; «Adorable loca», de Pedro Boltes, y «El pont Levadís», de Ramón Planas.