Etiqueta: Esquerra Republicana de Catalunya
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Declarada la República (y el Estado Catalán), Maciá («soy presidente»), Companys («soy alcalde»), Iglesias, la CNT y otros intentan aprovechar el vacío de poder
El funcionamiento de la república catalana
La nota del señor Maciá proclamando el Estado Catalán
BARCELONA 15.-Hecho la proclamación del Estado Catalán por el señor Maciá y cuando éste se encontraba en el Palacio de la Diputación, se le presentaron un oficial de Infantería y otro de Artillería, ofreciéndosele, según dijeron, en nombre de la guarnición de Barcelona.Después el señor Maciá, hablando con los periodistas, manifestóles que había telegrafiado al señor Alcalá Zamora para comunicarle que había proclamado la República Catalana, constituyéndose en su presidente. El señor Alcalá Zamora le ha contestado monstrándose conforme y dándole cuenta de la marcha de los sucesos políticos en Madrid.
El señor Maciá facilitó más tarde la siguiente nota:
«En nombre del pueblo de Cataluña proclamo el Estado Catalán bajo el régimen de la República Catalana, que libremente y con toda cordialidad anuncia y pide a los otros pueblos hermanos de España su colaboración en la creación de una Confederación de pueblos ibéricos, ofreciéndoles por los medios que sean librarles de la Monarquía borbónica. En este momento hacemos llegar nuestra voz a todos los Estados libres del mundo en nombre de la libertad, de la justicia y de la paz de los pueblos. – El presidente de la República Catalana, Francisco Maciá.»
A la vez ha dirigido a todos los alcaldes de Cataluña el siguiente telegrama:
«En el momento de proclamar el Estado Catalán bajo el régimen de República Catalana, os saludo con toda el alma y os pido que prometáis la colaboración para sostenerla, comenzando por proclamarla en vuestras ciudades y preparandoos para defenderla cuando os lo pida. Por la libertad de Cataluña, por la hermandad con los otros pueblos de España, por la paz internacional, sabed haceros dignos. – El presidente de la República Catalana.
Los delegados del señor Maciá se incautan de las comunicaciones
Por acuerdo del presidente de la República Catalana, varios delegados se incautaron de las oficinas de Telégrafos, de la Administración central de Correos y de la Central de Teléfonos.
De Telégrafos se hizo cargo el que era oficial de dicho Centro y ha estado varias veces detenido por relación con los elementos revolucionarios, señor Escrich. De la Central de Correos se posesionó don Artemio Aiguadé, hermano del doctor del mismo apellido, y en la Central de Teléfonos se instaló el señor Miralles Pi, periodista, que ejercerá allí la censura para evitar que en las informaciones que se transmitan se den noticias tendenciosas, y sobre todo alarmistas, de sucesos.
Numerosas manifestaciones
Entre tanto, a medida que avanzaba la tarde las calles estaban llenas de público, recorriendolas en numerosas manifestaciones, algunas de las cuales iban con bandas de música, otras, llevando bustos de la República, y en general, los manifestantes con banderas de la República y banderas catalanas, dando vivas, cantando la Marsellesa y otros himnos del mismo carácter.
En la plaza de Cataluña, un joven que pasaba en automóvil ha hecho unos disparos al aire, como protesta contra la actitud de algunos grupos de manifestantes. Estos le han rodeado, apaleándole, y la fuerza pública le ha protegido, llevándolo detenido.
El gobernador recibe la orden de resignar el mando
Al atardecer, el exconcejal y exdiputado radical don Emiliano Iglesias, con un grupo de elementos republicanos, se trasladaron al Gobierno civil para pedir al señor Márquez Caballero que le hiciera entrega de los poderes. El gobernador se negó en absoluto.
El señor Iglesias se presentó nuevamente en el Gobierno civil, y como el señor Márquez Caballero, después de discutir con él, se retirase a sus habitaciones, se hizo presentar a los funcionarios que en el Gobierno se hallaban, incluso el jefe de la Guardia de Seguridad, todos los cuales le ofrecieron servir a la República con absoluta lealtad. El señor Iglesias dijo que se congratulaba de estas manifestaciones y que quería hacérselas saber al público.
Efectivamente, salió al balcón con dicho oficial; pero los grupos, formados por varios millares de personas, prorrumpieron en gritos y denuestos tratando, al parecer, de penetrar en el edificio. Finalmente, y después de una serie de pequeños incidentes, los guardias se quitaron los escudos de los cascos y el oficial también hizo lo propio, con lo cual se calmaron los ánimos de los manifestantes.
Casi al mismo tiempo que esto ocurría, el señor Márquez Caballero, puesto al habla con Madrid por teléfono, recibió orden del señor Maura para que resignase el mando en el presidente de la Audiencia.
Don Emiliano Iglesias se niega a obedecer las órdenes de Madrid
El presidente de la Audiencia se personó en el Gobierno civil para hacerse cargo del mando, conforme a lo comunicado por el nuevo ministro de la Gobernación, pero el señor Iglesias se negó a entregarla y, dirigiéndose luego a los periodistas y personas allí reunidos, dijo que actuaba en nombre del Comité Ejecutivo de Acción Ciudadana del partido radical en vista de que los elementos republicanos de Maciá se han hecho cargo de la Diputación y el Ayuntamiento. Hizo también un gran elogio al sentido de la disciplina del general Despujol, al que había visitado, y el cual le dijo que entregará el mando a quien le ordene el ministro del Ejército del Gobierno constituido, pero no a ninguna otra persona.
Añadió que había saludado a los oficiales del Ejército que se encontraban en el antedespacho del capitán general, diciéndoles que había que pensar en España sobre todo, y que con esto ya quería significar bastante. Por último, ha dicho que facilitaría más tarde una alocución al pueblo de Barcelona.
Se intenta asaltar y quemar el Archivo Antropométrico
… A las diez de la noche un numeroso grupo se presentó frente a la delegación de Policía de Atarazanas, en donde está el archivo de ficheros antropométricos, con el intento, al parecer, de asaltar aquélla y destruir el archivo.
Ante la actitud de los manifestantes, los guardias de Seguridad hicieron varios disparos, resultando muerto un soldado, que pasaba, al parecer casualmente, por aquel lugar, del batallón de Cazadores de Estella, y que no ha sido identificado, y varios heridos.
En Capitanía fueron asistidos de heridas de arma de fuego Andrés Castillo y José Roquet, ambos guardias civiles. No se tienen más detalles.
A medianoche se promovió un tiroteo – sin que se puedan saber las causas – en la calle de Anselmo Clavé, resultando muerto el vigilante nocturno Buenaventura Alsina, de cincuenta y cuatro años, y gravemente herido el guardia de Seguridad número 555, que ha ingresado en el Clínico.
En el centro de Barcelona, a primera hora de la madrugada, continuaba extraordinaria animación, funcionando normalmente todos los teatros y establecimientos públicos.
Nota de los Sindicatos Unicos
Los Sindicatos Unicos han remitido la siguiente nota a los periódicos: «Ha sido proclamada la República en España. El nefasto Borbón que nos tenía la argolla al cuello, ha tenido que dejar el Poder. El Ayuntamiento, la Diputación, Correos y Telégrafos, están en manos del pueblo. Para sancionar estos hechos, el pueblo debe manifestarse en la calle. No nos entusiasma una República burguesa, pero no consentiremos una nueva Dictadura. Contra una posible reacción de los elementos armados, el pueblo debe estar en pie. Si la República ha de consolidarse indudablemente contando con la organización obrera. Como condición previa exigimos la inmediata libertad de todos nuestros presos. Después de este primordial, impondremos otras condiciones. La Confederación Regional del Trabajo de Cataluña declara la huelga general y está a la expectativa de los acontecimientos. Por la libertad de los presos, por la revolución, ¡viva la Confederación Nacional del Trabajo de España! Por la Organización obrera Comité Regional de Cataluña, Federación Local de Sindicatos de Barcelona.»
Asalto a las cárceles
A las cinco de la tarde, el director de la Cárcel Celular tuvo noticia de que llegaba una manifestación a exigir la libertad de los presos políticos. Por teléfono pidió al gobernador diciendo que estaba en gran compromiso por no haber presos políticos. El gobernador dijo que mandaba fuerza y que procurase contener a la manifestación. No fiándose de ello, el director comunicó con el capitán general, quien le contestó que iba a proclamar el estado de guerra y que mientras llegaba la manifestación la contuviese, que él mandaría un destacamento de la Guardia civil. Mientras tanto, llegó la manifestación, prendieron fuego a la puerta de la Cárcel, la derribaron con picos y mazas y dejaron en libertad a los 600 presos, casi todos ellos por delitos comunes. Han quedado solamente dos presos ciegos y tres locos.
En la cárcel de mujeres ha ocurrido lo mismo. Fueron libertadas todas las presas y rotos los archivos y tiraron la fichas antropométricas.
Asalto a Correos
A primeras horas de la madrugada varios individuos se presentaron en el edificio de Correos e intentaron desarmar a unos guardias, lo que consiguieron. Cuando estaban en la parte superior donde había otros guardias con carabinas les encañaron las pistolas los desconocidos disparándoles varios tiros. Una de las balas tropezó con un mauser y otra rozó la rente de un guardia. Los guardias se defendieron disparando sus carabinas y matando a dos de los asaltantes que sujetaban con las manos sus pistolas. Los otros asaltantes se dieron a la fuga.
Los estudiantes aceptan la República Catalana
El presidente de la F. U. E., señor Sbert, que desde los primeros momentos estuvo ayer al lado de los republicanos, y que asistió a todos los actos que tuvieron lugar desde la proclamación de la República en Barcelona, manifestó a los periodistas que acababa de hablar con el presidente de la República Catalana, señor Maciá, poniéndose incondicionalmente a su disposición para la defensa del régimen naciente. Expuso que la F. U. E. tiene ya reconocida la fórmula federal del Estado en sus estatutos, y por tanto, no es, para ella ninguna violencia acatar la modalidad de la República federal, sino por el contrario, encaja perfectamente en su ideario.
En cuanto a la actitud de los estudiantes, dijo que éstos volverán inmediatamente a la Universidad, por cuanto ha terminado su pleito de incompatibilidad con el régimen.
El ministro del Gobierno provisional de Cataluña señor Carrasco, a Madrid. – Nicolau y Maciá conferencian
A primera hora [del día 15] salió para Madrid en avión el ministro del Gobierno provisional de Cataluña, señor Carrasco, encargado de una misión especial cerca del Gobierno central.
Al mediodía llegó al aeródromo del Prat del Llobregat el ministro de Economía del Gobierno central, Nicolau d’Olwer, el cual celebró una conferencia telefónica con el presidente, señor Maciá, y acto seguido reanudó su viaje aéreo hacia Madrid.
El autor de la muerte de don Eduardo Dato en libertad
Se ha ordenado que sean puestos en libertad quince presos políticos y sociales que estaban en Figueras. Entre ellos figura Pedro Matéu, condenado a cadena perpetua por la muerte de don Eduardo Dato.
El presidente del Gobierno provisional de Cataluña aplaudido por la multitud
… A las cuatro de la mañana [del día 15] desfiló por la plaza de la Constitución un regimiento de Infantería, con una banda de música, y al llegar al Palacio de la Generalidad, donde estaba reunido constituído en sesión permanente el Gobierno provisional de Cataluña, el presidente, señor Maciá, salió al balcón y fue saludado calurosamente por la multitud reunida en la plaza.
En el zaguán de la Diputación formó un piquete de Ingenieros, que al paso de una compañía de Carabineros, precedida por la bandera republicana, rindió los honores correspondientes.
[Cese rector de la universidad]
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Al ganar las elecciones ERC cambia su posición relativo al desempleo
Although prior to the first democratic elections in June 1931 the ERC had described unemployment as ‘one of the most imposing problems which the Republic has been presented with’, afterwards, doubtless having attracted many votes from those out of work, the party and its supporters adopted a different stance: Serra i Moret, the USC head of the Comissió Pro-Obrers sense Treball, told journalists that ‘unemployment is not such a big problem’. The ERC also denied any responsibility for unemployment, portraying it as an unfortunate inheritance from the monarchy. In practical terms, the ERC offered little more than soup kitchens, food vouchers and allotment schemes, justifying its volte-face on the question of unemployment benefit in democratic discourse by declaring that a subsidy was ‘immoral’ and would produce ‘a new caste’ among the unemployed and within the working class.
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Macià, ¿mesías?
Quan es produeix la pèrdua del control de convivència durant la República s’origina ràpidament i progressivament l’odi. Francesc Macià havia sorgit com un messies. Es va creure que ell ho arreglaria tot. El recordo passejant per la Diagonal amb l’aire militar que no el va abandonar mai. Era un coronel i se li notava. Tenia un afany de popularitat, però com a home molt distingit era elitista. La llista electoral d’Esquerra Republicana de l’any 1931 es va improvisar amb nouvinguts a la política, amb l’única condició de ser partidaris de Macià, i col·laborar econòmicament de la pròpia butxaca. La idea aglutinadora era que Macià salvaria la situació. Va ser una pura il·lusió.
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Companys anuncia en el Parlamento que no piensa acatar el fallo del Tribunal de Garantías Constitucionales sobre la Ley de Contratos de Cultivo, que todos los gobiernos de la República han sido un obstáculo para la patria, y que la raza sabrá responder; Abadal de la Lliga habla a favor del constitucionalismo
([El Parlamento:] Al levantarse a hablar el PRESIDENTE DE LA GENERALIDAD, todos los diputados, puestos en pie, le tributan una gran ovación, sumándose al entusiasmo las tribunas. Se oyen diversos vítores.)
[…]
[E]l problema no es la orientación de la ley, sino si en algunos puntos, la ley ha tratado materias que no son de su competencia, y el Tribunal de Garantías ha llegado más allá: [en su sentencia del 8 de junio] nos ha negado competencia para resolver sobre esta materia, y, como ha dicho el consejero de Justicia, en los «considerandos» de la sentencia hay una concepción tan arbitraria y minimalista del Estatuto y de la Constitución, que hasta llega a falsear sus propias esencias.
Eso es tan claro que no encuentro extraño que con un natural impulso patriótico de elementos que tienen creencias absolutamente antagónicas a las que tiene esta mayoría, se hayan sentido indignados porque frente a un ataque a Cataluña, no deben existir divisiones entre los que nos sentimos catalanes.
En cambio, me han llenado de estupor unas declaraciones del jefe del Gobierno, señor Samper, lanzando una sugerencia, haciendo la indicación que quizá si se modificaban algunos aspectos o se modificaban algunos extremos, podría haber un plan de concordia, que en este problema la sola palabra me cubre de vergüenza.
Pero yo digo: si somos incompetentes en la materia, tanto si reformamos algunos preceptos de la ley, como si no los reformamos, cometeremos de todos modos un acto ilegal, y estaremos fuera de la legalidad. Ya que el Tribunal de Garantías, dominado por la pasión política, no ha dejado una rendija por la que pueda discurrir nuestra política, persistentemente conciliadora, que tantos malos resultados nos está dando, hemos presentado la ley, la nueva ley, que es igual, con puntos y comas, a la ley que se había presentado antes, para recibir de nuevo la ratificación del Parlamento. Si vosotros la aprobáis, el Gobierno la hará cumplir, pase lo que pase, y sea como sea… (Los diputados, puestos en pie, aplauden y lanzan diversos vítores. También se oyen vítores y aplausos en todas las tribunas.)
EL PRESIDENTE [DE LA CAMARA]: El público se ha de abstener de hacer manifestaciones. De otro modo, será expulsado el que interrumpa o aplauda. Yo, hasta ahora, no he visto a nadie. Puede seguir el honorable Presidente de la Generalidad.
EL PRESIDENTE DE LA GENERALIDAD: Y si el Parlamento no la aprobase, el Gobierno dimitiría, porque he de decir aún, aunque sea una cosa formularia, pues ya sé vuestro sentimiento, he de decir que el Gobierno hace de esta cuestión una cuestión de confianza.
Hay que decir por eso, que lo ocurrido con esta ley es solamente un episodio en las relaciones que el Gobierno viene sosteniendo desde hace un tiempo con los últimos Gobiernos de la República. La ofensiva a nuestras libertades se ha ido produciendo cada día desde todos los Ministerios, con millares de incidencias ocurridas, y responde a una táctica y a una persistencia del Estado, o mejor, de las influencias monárquicas que se han apoderado del Estado.
Creo inútil registrar los hechos, y no comentaré tan sólo lo que ha ocurrido con el dictamen de la Comisión mixta en relación con los servicios de radiodifusión, porgue todos han caído uno a uno sobre la paciencia de nuestro pueblo, que nos dice que hay bastante y que no puede continuar eso más, porque si eso persistiese, entendedme, si esto persistiese, nuestra autonomía iría desfalleciendo de tristeza, iría perdiendo el color y el carácter, para ir últimamente a desvanecerse, a hundirse, por la cobardía o por la estupidez de los catalanes. (Grandes aplausos.)
Y eso no, porque mereceríamos ser declarados indignos o traidores y nuestro nombre quedaría escrito con ludibrio en el juicio de la historia de la patria. (Grandes aplausos.)
Y esto, señores, es el problema que no se puede desvirtuar, ni desfigurar, con habilidades políticas, partidistas; es el problema de la libertad de Cataluña, que vuelve a estar en pleito porque se ha apoderado de las directrices de la República y rodean su estructura, y llega a sus fundamentos, todo lo antiguo de la vida política española. Y ante este problema, ¿qué hay que hacer?
La vida de la República está debilitada, la Constitución es una cosa inerte. Se han resarcido bien los fugitivos del 14 de abril; nos llegan de fuera voces amigas y faltan a veces aquí voces catalanas.
Yo dirijo hoy una salutación al noble pueblo de Vasconia, que nos ha transmitido su adhesión incondicional, y le digo que encontrarán en los nacionalistas catalanes siempre una entusiasta reciprocidad. (Grandes aplausos.)
Yo, además, recojo con simpatía la voz de las izquierdas españolas, que han publicado un manifiesto en Madrid en el cual defienden el sentido autonómico de la Constitución del Estado, ley básica de la República.
Somos, tal vez, los mismos que éramos el 14 de abril, pero nosotros no los contamos, no necesitamos contarlos. Cataluña se quedaría sola ella sola, y enfrente de un levantamiento monárquico centralista de todas las tierras hispanas, Cataluña daría la gran batalla, porque nosotros no queremos morir de asco, ni de vergüenza. (Grandes aplausos.)
Y ahora oid: No somos hombres que nos dejemos llevar por los nervios, ni por las exaltaciones momentáneas. No. Al frente del Gobierno hemos dado pruebas que sabemos guardar la actitud moderada de un gesto pausado de cara siempre a nuestras creencias, sin embargo. Hemos mantenido de una manera inflexible el orden público, y nos hemos enfrentada con todos los perturbadores. No somos irreflexivos; desde la dirección del Gobierno sabemos adoptar aquel tono ponderativo de táctica y equilibrio, del saber hacer, de un político que tiene una responsabilidad por conducir las iras y los antagonismos de los diferentes sectores sociales. No somos unos insensatos, pero que me escuchen todos los catalanes.
Un día, dirigida y orientada por una fuerza política catalana, se intentó la renovación de la vida política española, a base de nuestros postulados de acatamiento a la voluntad del país, de la depuración de las prácticas de Gobierno, pero a la sola conminación del representante del Estado decrépito, en la persona de un gobernador civil, que puso las manos sobre la espalda en una detención simbólica; a pesar de todos los anuncios de gestos simbólicos, y después de haber exaltado a la multitud, no pasó nada: transcurrió aquel momento dandos unas carteras ministeriales a los que habían organizado aquella jornada. (Aplausos.) Y no vino ningún beneficio para el ideal catalanista, ni para la nacionalidad catalana, ni para que la vida española dejase de arrastrarse en los medios infectos en que se debatía. Otro día, viene una dictadura, y hemos de sufrir la afrenta de que el nieto de Fernando VII nos recuerde que es heredero de Felipe V, y nos quitan, nos arrebatan la Mancomunidad, y nos barren de la Generalidad. Y tampoco pasa nada. Al contrario, los elementos dirigentes de la política catalana y del ideal heroico del catalanismo, son los últimos defensores desesperados de aquellas viles instituciones. (Muy bien.)
Todo eso ha pasado. Viene la República, viene la autonomía y dirige la política catalana un Gobierno de izquierdas, y vuelve a vivir, y va la agresión dentro de la República de los lacayos de la Monarquía, de las huestes fascista monárquicas, que han hecho penetrar ya su vanguardia y que están en la misma puerta.
Y yo digo; si ahora también, ayer como hoy, antes con unos hombres y hoy con otros, aceptamos la nueva fatalidad y la fuerza y nos entretenemos en los juegos de habilidad política si nos dejamos arrebatar lo que es nuestro, no lo que nos pertenece, sino sólo lo que ha quadado pactado en el Estatuto y la Constitución, entonces, ¿quién tiene el derecho de decir qus aquí hay un sentimiento nacionalista? Si el sentimiento nacionalista a través del mundo y del tiempo da héroes y da mártires! ¿Dónde está el amor y la fortaleza de nuestra tierra qué temple, qué aliento podemos dar al movimiento espiritual de nuestra raza? (Aplausos.)
¡Ah, amigos! os he de decir muy pocas palabras más. Si eso sucediese y ya tuviese la desgracia de quedar con vida, me envolvería en mi menosprecio y me retiraría a mi casa para esconder mi vergüenza como hombre y para esconder también el dolor punzante del alma, por haber perdido la fe en los destinos de la patria. (Gran ovación que dura largo rato. Los diputados, puestos en pie, vitorean al Presidente de la Generalidad de Cataluña. También desde las tribunas se aplaude y se vitorea.)
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Aub: la revolución social. Muere Apel·les Mestres entre «llamps i trons»
No hay luz eléctrica en Barcelona. Ni luna. Sólo tiros e iglesias ardiendo. La gente por la calle va de un incendio a otro. Intentaron salir los bomberos, pero el pueblo cortó las mangas. Se consumen las iglesias, pero no la Catedral, ni el monasterio de Pedralbes. Lo gótico no se quema, es el único orden que le impone al pueblo. Barcelona a oscuras pero con bastantes iglesias para poder andar por la ciudad, con el trágala de las caballerías muertas y los tiros de los fascistas confortablemente instalados tras su balcón, asesinando a mansalva. Un millón de habitantes sin más luz que gigantescas antorchas. Todos los templos se parecen ahora a la Sagrada Familia, y Barcelona huele a chamusquina. Largos ramos, pobladísimas lenguas de chispas por lo negro, negro de la noche; y los humos contra las estrellas. La gente callada, de una estación a otra, con su sentido trágico de la vida de los bolsillos, esperando un milagro; dándose cuenta de que nace un mundo nuevo, que puede morir en cierne, como otras tantas veces en este mismo lecho; pero todos husmean el parto; y, barruntándolo, nadie dice nada: óyese sólo el crepitar del fuego. El fuego hacia los cielos y la ciudad negra con heridos por los portales y asesinos por los tejados. Se ven las panzas del humo a la luz de las llamas, no las espaldas, ni la altura.
Rafael Serrador, apoyado en una farola, mira cómo se abrasa la iglesia del Carmen. No se le alcanza, en su nueva vida, por qué destruyen e incendian, por qué no lo guardan para sí. Le duelen las llamas. Ya ha preguntado a veinte por qué queman, y todos se han alzado de hombros. Sin embargo, algo les mueve.
Pegado a una de las puertas divisa un viejo al que cree recordar; mirando cómo sacan las imágenes y hacen una gran falla; síguele con la vista, no le suelta y se le acerca.
– Por qué queman?
El vejete le mira y le dice confidencialmente:
–Chist! Hay que empezar siempre por el coro. Siempre.
–Por qué?
Ahí está el meollo! –y mirándole fijo a los ojos–: Si no, son capaces de volverse a sentar allí.
El hombre se lleva a Serrador Ramblas arriba:
–Ven. Le hace subir a la terraza del edificio de Las Noticias.
Desde allí se descubren diez o doce incendios.
–¿Ves tú, pequeño? De cuando en cuando hay que quitarse las chinches de encima y desinfectar el ambiente. Yo he sido mozo en la escuela de Ferrer, ¿sabes? ¡Aquel sí que era un hombre! Ya sabían lo que se hacían cuando lo fusilaron. Esta va a ser tan sonada como aquélla. ¿Crees que queman por quemar? ¡Pues no! Se mata lo que se odia. Se quema por purificar y salvar la vida: para ahuyentar los malos espíritus y rehabilitar la tierra. En el mundo hay dos cosas puras y hermosas: el fuego y el desnudo. ¿El arte? Historias y engañabobos. ¡Dímelo a mí! Fabrico vírgenes del siglo XVI. Los burgueses, los comunistas, creen que quemamos por destruir, que robamos para enriquecernos. Aquí cuando un niño es malo le dicen: eres peor que un ravachol. ¡Asquerosos! Lo de Ravachol es por un tranvía de Valencia, que descarrilaba con frecuencia y mató a unos cuantos. No viene a cuento. Quemamos para salvar y hacer tabla rasa; y cuando ha hecho falta robar es que hacía falta para vivir. Ya sé que no sé quién eres, pero me es igual.
El viejo estaba completamente ido y mirando la ciudad, lloraba. «¡Ferrer santo! –musitaba– ¡Ferrer santo!» De pronto se volvió rápido hacia Serrador y le dijo tajante:
–¡Porque si no las queman, volverán!
–¿Quiénes?
–Curas y diablos.Rafael bajó otra vez hacia el puerto. Anduvo hasta la «Buena Sombra», convertida en cuartel del asalto a Atarazanas. Reinaba un barullo tremendo. Se sentó en un rincón al lado de un librero de viejo y de un vendedor de biblias protestantes.
–Mira –decía el más viejo–; la cosa no puede ser más sencilla. Aquí estamos los que no creemos en Dios y enfrente están los que creen. Y nada más. Huelgan otras explicaciones. Cuando deje de haber curas dejará de haber ricos.
–Mira, Ambrosio –dijo Serrador–, más bien creería lo contrario.
–¡Tú qué sabes, mocoso! Aquí la nada, y ellos con Dios. ¡Imponente! (Era su bordón.) ¡Imponente! Claro está que lo grande es que, para los que husmeamos la verdad, pelea la nada contra la nada, pero eso se queda para los escogidos.
–Sí –dijo el vendedor de biblias–, hace siglos que nos quieren romper la crisma en nombre de Dios.
–¡Y lo que te rondaré, morena!
–Yo –dijo Serrador– creo que aquéllos creen en lo que tienen, y que son ustedes los que creen en Dios.
–¡Imponente, mocoso, imponente! ¿Me vas a querer dar lecciones a mí? Nosotros creemos en el hombre.
–Es lo mismo –dijo condescendiente Rafael.
–¿Cómo que es lo mismo? Aquéllos creen en Dios porque le tienen miedo al hombre, y Dios es buen comodín.
Rafael le pregunta al propagandista protestante:
–¿Cómo vendes biblias siendo ateo?
–Si creyese en Dios, las regalaría. A mí no me engaña ni Dios –le responde guiñando un ojo y descubriendo una encías sin más diente que un incisivo amarillo y gris oscuro, mitad por mitad.
–Yo tengo publicado un libro –encadena el librero–, donde demuestro que todas las calamidades nacen en la creencia en Dios. Con más de doscientas citas y prólogo del conde de Tolstoi.
–¿Te lo mandó él?
–¡Lo recorté yo!El café concierto puede apenas con su oscuridad a pesar de las dos o tres docenas de bujías repartidas en mesas, mostrador y escenario. El camino de la bodega estaba libre y el bombo desfondado con una vela en el parche.
Alrededor de una mesa discutían varios hombres de la FAI.
–La ciudad es nuestra de arriba abajo.
–¿Y la Esquerra?
–¿Qué es la Esquerra sin nosotros? Ya se vio hace dos años.
–¿Y los de la UGT?
–Eso es otro cantar. Pero no nos vengan con monsergas, ellos no son nadie aquí, ¡nadie! Aquí mandamos nosotros. Y en Zaragoza, y en Sevilla. Y en Valencia, si me apuras. Referente a Madrid y Bilbao, ya hablaremos.
–¿Tú crees que vamos a tomar directamente el poder?
–Ya resolverá el comité. Yo creo que no. Esta no es «nuestra» revolución: es la de las derechas. Ellas lo han querido, ¡allá ellas! Pero por eso mismo no podemos perder las apariencias republicanas. Nos ha llegado la hora de salvaguardar las esencias liberales y democráticas. «Allons, enfants de la Patrie…»
–¡No fastidies!
–Sí, hijo: ¡y viva la Constitución!
–¿Qué se sabe de Zaragoza?
–Nada. Yo siempre dije que el secretario de la Federación…
–Parece que allí empiezan a fusilar gente.
–Vosotros diréis lo que queráis, pero si no es por la guardia civil y los de asalto, ¡ya quisiera yo ver dónde estaríamos a estas horas!
–¿Y la tropa sin nosotros?
–Eso es harina de otro costal. Pero vamos a ver lo que hace la Confederación en Zaragoza y Sevilla.
–Dependerá un tanto de los gobernadores.
–¡Che, callarse! –dijo un valenciano en la oscuridad–. Hemos luchado todos por la revolución, y ahí fuera todavía quedan cuarteles que tomar.
–Sí, bueno. Hoy la Guardia Civil ha estado con nosotros, pero ¿y mañana? Lo que hay que hacer es disolverla. Y en seguida.
En otro local, el del PSUC, Vidiella y Comorera abonaban en el mismo sentido.
–Hay que formar Comités de Obreros y Campesinos.Companys, después de consultar con unos y otros, formaba el Comité Central de Milicias.
–¡Se hunde la legalidad republicana! –clamaba por los gloriosos patios de la Generalidad un importante burócrata, de la Lliga–: ¡Eso es crear el poder revolucionario por decreto!
–¿Y quién se lo ha buscado, monín? –le contestaba un ordenanza.Siguen subiendo hacia los cielos oscuros las abullonadas columnas de color rojuelo, salpicadas de pavesas brillantes.
Rafael Serrador vaga por las calles tropezando con las gentes y sintiendo los lazos que le unen con los hombres, y como cogido en una red de la cual él fuese una de las mallas, una de las hebras de la noche. Por la plaza del Pino pasea un hombre completamente desnudo, gritando:
–¡Viva el Sr. Kneipp! ¡Viva el Sr. Kneipp!
Un mundo salido de sí, un mundo sin madre. Apoyado en un canalón, Rafael Serrador piensa en el agua, un agua bárbara, ímpetu bronco, raudo, tenaz, incontenible: como el de un toro de fuego, un arco iris de fuego, por encima de la ciudad vencedora. -
Empieza el derribo de la cárcel de mujeres
[Hoy] al mediodía, se iniciaron oficialmente las obras de derribo de la antigua cárcel de mujeres, situada en la calle de Amalia esquina a la Ronda de San Pablo.
Asistió al acto el alcalde, don Carlos Pi y Suñer, a quien acompañaba el consejero-regidor, don Antonio Ventos.
En el edificio que va a ser derribado esperaban al alcalde el presidente de la Asamblea municipal, don Francisco Carbonell, los consejeros-regidores don Vicente Bernades y don Hilario Salvado y los concejales señores Plá, Eroles, Cordomí y Lloret. También se hallaban en aguel lugar el presidente del Comité do Prisiones de la Generalidad, señor Impert, en representación del consejero de Justicia y Derecho; los vocales del mismo Comité, señores Miguel y Nicolau; el secretario técnico, señor Roca y Cavall, y el ingeniero municipal, señor Zorrilla.
Comenzó el acto con unas breves palabras del presidente del Comité de Prisiones de la Generalidad, señor Impert, quien hizo entrega al alcalde y por consiguiente a la ciudad, del edificio cuyo derribo iba a comenzar.
El señor Impert hizo, además, unas atinadas observaciones sobre el régimen carcelario que se propone implantar la Generalidad de Cataluña.
El alcalde, señor Pi y Suñer, pronunció después otro discurso, recordando que el derribo de la prisión de mujeres ha sido un anhelo de este Ayuntamiento en su primera etapa, por lo que se han multiplicado las gestiones hasta lograr lo que hoy se hace que, además de constituir una gran mejora urbana, es tanmbién un anhelo de todo el vecindario del Distrito V.
El señor Pi y Suñer fue muy aplaudido.
Seguidamente, el alcalde y demás personalidades que le acompañaban se dirigieron al interior del edificio y en una de las celdas recayentes a la Ronda de San Pablo, el señor Pi y Suñer hizo caer la reja que la cerraba, siendo en aquel momento muy aplaudido por el público.
Con esta ceremonia oñcial quedó inaugurado el derribo, que continuará con toda celeridad en días sucesivos.
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Una señorita entrega las joyas del tesoro de la Merced a un consejero de Esquerra para salvar del FAI la imagen de la Virgen
Los días 19 y 20 de julio de aquel año las turbas incendiaron la basílica de Merced, hecho que repitieron en días sucesivos. La imagen de la Virgen fue arrojada de su trono del camarín y quedó en el suelo del presbiterio.
El reverendo Luis Pelegrí Nicolau, presbítero beneficiado de la parroquia de San Miguel y de la Virgen de la Merced, enterado de la situación de la imagen, se puso en contacto con la familia Coll Muñarch, feligreses de la Merced, que vivían en la calle Ancha número 29 y tenían relación de amistad con el consejero de gobernación de la Generalidad de Cataluña don José María España Sirat, cuya biografía ha escrito en 1997 Albert Manent.
Los Coll Muñarch se encontraban ya sin cabeza de familia, pues el padre, notorio por su ideas religiosas y tradicionalistas, tratando de escapar a la persecución religiosa, había huido a Ciutadilla; pero allí fue detenido por el comité local; conducido a Barcelona, encarcelado en la sede del PSUC del hotel Colón de la plaza Cataluña, finalmente fusilado en la avenida de Montserrat por una patrulla de milicianos y rematado con el tiro de gracia que le disparó un muchacho de diecisiete años.
Teresa Coll Muñarch, que contaba veintidós años de edad en 1936, fue informada por mosén Luis Pelegrí del estado del interior de la destrozada basílica, así como de la existencia de las joyas de la Virgen. Teresa Coll se entrevistó con el consejero España y le comunicó que detrás del camarín de la Merced había una caja fuerte con las joyas del tesoro de la Virgen, que los revolucionarios anarcosindicalistas de la FAI no habían querido forzar, creyendo que el párroco había colocado dentro una bomba. Teresa sugirió al consejero España que, a cambio de las joyas, se pudiera salvar la sagrada imagen. Aceptó la proposición el Consejero y, como consecuencia de ello, más o menos a las cuatro de la tarde de martes 27 de agosto de 1936, un grupo compuesto por dos carabineros, dos guardias civiles, dos guardias de asalto, tres agentes escoltas de la confianza del Consejero, un cerrajero y la señorita Teresa Coll Muñarch salió de la consejería de Gobernación, o sea de la actual delegación del Gobierno, antes Gobierno civil en la avenida del Marqués de la Argentera, y se dirigió en una camioneta descubierta a la basílica de la Merced. El grupo fue observado continuamente por elementos armados de la FAI que, al ver a los agentes de orden público, permanecieron prudentemente alejados.
Penetró el grupo en la iglesia y, habiendo subido al camarín, el cerrajero procedió a perforar la caja fuerte con un soplete. Hallaron las joyas que Teresa Coll retiró con sus manos a través del orificio practicado por el cerrajero. Acto seguido iniciaron el descenso, pero al pasar frente a la imagen de la Virgen, tirada en el suelo del presbiterio al lado del Evangelio, la señorita Coll sugirió que aquella imagen del siglo XIV tenía un gran valor artístico y que debían llevarla igualmente. El cerrajero y uno de los guardaespaldas del Consejero la llevaron a la camioneta descubierta, donde Teresa Coll la tapó con una sábana y una manta que había cogido en su casa con este propósito.
La camioneta desde la basílica incendiada se dirigió a la puerta principal de Capitanía, con los guardias civiles subidos a los estribos para atemorizar a los de la FAI, y fue desde la plaza de la Merced a Capitanía y, en el patio de honor, entonces abandonado y vacío, descargaron la imagen y la situaron en el cuarto de los trastos de limpieza, debajo de la escalera principal, donde estaba también el sarcófago de santa María de Cervelló, extraído previamente, bajo la custodia del conserje de Capitanía. Inmediatamente el grupo fue a la consejería de Gobernación a depositar las joyas del tesoro de la Virgen hasta la mañana siguiente, en que las llevaron al palacio de la Generalidad donde fueron entregadas. Terminada la contienda las joyas, que fueron convenientemente inventariadas, fueron devueltas a la iglesia.
La imagen de la Virgen permaneció en Capitanía hasta el 28 de septiembre de 1936 en que fue llevada al museo de arte del palacio nacional de Montjuïc hasta 1939, cuando fue restituida a la basílica y reanudado su culto hasta hoy después de ser restaurada por Feliciano Veciana de Barcelona.
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La CNT incauta el vapor soviético Ziryanin y se sorprende al no encontrar armas; estética anarquista
Suddenly the excitement and enthusiasm of July 19 raced through the tertulias with the news, ‘We are not alone! Help has come!’
Collectivized factory whistles all over the town shrilled a half-holiday. Thousands of anarchists flooded the Ramblas and the port in disorderly masses, carrying their factories’ somber black or rojinegra banners. The F.A.I.’s Free Women (Mujeres Libres) went down the Ramblas eight abreast, breaking all anarchist tradition by singing and shouting in their excitement. Usually anarchist parades achieved their effect by massing silent thousands of black-clad workers in an austere, serious or threatening manner. They dislike the gay color and sound demonstrations of the ‘carnival revolutionists’ (as they called the communists).
The Stalinist Partit Socialista Unificat de Catalunya (P.S.U.C.) sent just such a colorful delegation to greet the Ziryanin. The revolutionary Patrols of Control cordoned off the pier and did not let the P.S.U.C on the ship. Instead, the F.A.I. cadres searched it for arms. They found a cargo of beans and chocolate. The disgusted anarchists hauled down the hammer and sickle and ran up the libertarian rojinegra. Food was not what the antifascists needed in October, 1936.
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La tripulación del barco soviético Ziryanin visita Montserrat
[Jaume] Miravitlles no actua com un cap de servei de propaganda sinó també com el que avui en diríem un cap d’imatge i comunicació. Ofereix i transmet la visió de la realitat amb un etern somriure. La seva categoria intel·lectual el fa ser un autèntic interlocutor. Explica a les memòries quan -en un dia, i a la nit ja era editada i distribuïda- redactà una semblança del nou cònsol rus Antonov Ovssenko en un acte al Liceu. Tot i que potser era mal vist per les autoritats russes -potser per Stalin- com afirmà, dolgut, Ehremburg davant els elogis d’aquell a un passat revolucionari, Miravitlles acompanyà el cònsol i la tripulació del Zirianin a Montserrat, el 19 d’octubre de 1936.[La Humanitat, 20-X-1936.]
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La Generalidad y la supuesta desnacionalización de Cataluña
LA INVASIÓ AL·LÒGENA A CATALUNYA
He rebut una lletra d’En Ribó parlant-me de la impressió que li ha fet rellegir ara el llibre de Vandellós Catalunya, poble decadent. Em copia els paràgrafs de Conrado Girú explicant com un poble pot ésser desnacionalitzat pel fet d’ésser la seva població submergida per gent al·lògena de major capacitat reproductiva.
Justament avui mateix rebo notícies de la formidable immigració que sofreix ara Catalunya: de primer, els refugiats d’Irun; ara, els fugitius de Madrid; demà, seran els habitants de la Manxa i d’Aragó. I aquesta torrentada immigratòria no cau sols a Barcelona sinó que s’escampa per tot Catalunya: Vilafranca, Banyoles… Pobra Catalunya!
Coincidint amb la riuada immigratòria, la millor gent de Catalunya emigra o és assassinada: supressió – sobretot en qualitat – dels indígenes; immigració en massa d’al·lògens que cau sobre el terrer adobat de les immigracions precedents. Això significa que arreu, sense protesta, com a cosa normal acceptada i fins estimulada per poders catalans – i d’una Catalunya autònoma!, independent de fet! – s’està realitzant avui a la nostra terra un fet desconegut en l’Europa occidental però que, a Orient i centúries enrera, fou l’expressió màxima de la brutalitat d’un conqueridor quan volia destruir una raça vençuda: extermini o deportació d’indígenes i immigració d’al·lògens. Així, sobre el mateix territori, fins aprofitant el fruit del treball secular de la raça vençuda, una nova raça s’instaura.
El que mai s’atreviren a fer a Catalunya ni romans, ni visigots, ni alarbs, ni castellans, ni francesos, s’està fent sota el signe de l’autonomia catalana.
Examinant la llista de l’actual govern autònom català s’hi troben ja els representants dels invasors. Ja en les sessions del govern autònom de Catalunya no es pot parlar en català, perquè hi ha ministres que no entenen la nostra llengua.
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La Consejería de Abastos anuncia la Oficina del Huevo
El problema de la producción de huevos y la repoblación avícola en Cataluña
Entre los múltiples problemas que se han derivado de la guerra que sostenemos, existe uno de poca importancia aparente, pero que, por la trascendencia efectiva de sus características reclama la especial atención de esta Consejería. Es el problema de la producción de huevos.
Con la finalidad de promover, aumentar y mejorar la producción de huevos y pollería en Cataluña. se dictó la orden de fecha 29 de diciembre último. En virtud de esta orden ha sido creada en este Departamento, la Oficina del Huevo, a la que se otorgan las funciones de control y protección de los elementos de reproducción avícola, con facultades para realizar campanas de propaganda, disponer inspecciones y ordenar, previa la autorización de esta Consejería, la intervención o apropiación de granjas, salas de incubación, instalaciones agrícolas, etc. El plan de repoblación avícola en Cataluña durará unos cuatro años. En este período se alcanzará la cifra de seis millones y medio de gallinas que al ser seleccionadas por razas, y alimentadas y atendidas de acuerdo con un programa de cultura avícola que se difundirá entre los campesinos catalanes, rendirán un promedio de puesta anual de 110 huevos cada una, que equivaldrá a 700 millones, suficiente para atender las necesidades de nuestro consumo; evitándose, además, automáticamente, la importante sangría que para nuestras energías económicas representaban las importaciones.
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Batalla del Huevo
Hasta el presente, para cubrir con relativa suficiencia las necesidades de nuestro consumo, Catalana venia obligada a la adquisición anual de unos 250 millones de huevos en los mercados belga, turco, polaco, marroquí, argentíno y otros. Esto suponía un gasto de 40 a 50 millones de pesetas que anualmente emigraban de nuestro país en beneficio de aquellos mercados…
Pero dentro de cuatro años tendremos ganada la «Batalla del Huevo». Al terminarse el plan de fomento y repoblación avícola emprendido por la Consejería de Ágricultura, Cataluña producirá normalmente todos los huevos necesarios para el consumo interior. Entonces, el huevo catalán habrá detenido para siempre la invasión extranjera de este producto.
Por lo tanto, los catalanes deben adoptar como propias las consignas de l»Oficina de l’Ou».
[Fecha 16/2/1937]
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TIME: las batallas internas de los nacionalistas e izquierdistas complican la lucha
That no simple civil war of two Spains, Leftists and Rightists, is being fought, made itself clear again last week as some other Spains became active afresh, notably the Basques and the Catalonians. These regions are violently separatist, even when Spain is at peace. The fact that today Catalonians and Basques are both classed as being with the Leftists of Valencia and Madrid makes them no less rugged individualists.
In Barcelona, the capital of more or less autonomous Catalonia (through which supplies for Madrid enter Spain in a steady stream), local President Luis Companys umpired a heroic political dogfight in which the Cabinet of this one of the Spains fell. At last Barcelona’s quarreling hot anarchists & communists and warmed-over socialists & republicans grew so helplessly embroiled that most of them seemed relieved when President Companys agreed last week to add the Premiership of Catalonia temporarily to his other offices and worries. Dispatches reaching Valencia said that what had chiefly been accomplished at Barcelona was to «oust the anarchists from their previous control of the police.»
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Comunismo, separatismo, anarquismo
Companys & Co.
The Spanish spotlight, focused for the past month on the Basque capital at Bilbao, swung last week to Barcelona, greatest industrial city in Spain and chief port remaining in Leftist hands. Catalan Barcelona, like Basque Bilbao, is the capital of a group of Spain’s 50 provinces, which since the Revolution have tended to become more & more autonomous. Unlike Bilbao, Barcelona has not been seriously threatened by Rightists since the first weeks of the civil war.
Rugged individualists like most Spaniards, the Barcelonians have decked their buildings with many a discordant banner: the five-barred red-&-yellow flag of Catalonia, the red-yellow-&-purple of the Valencia Republic, the red flag of Communism, the black-&-red banner of Anarcho-Syndicalists. There are a number of other parties of varying opinions, all demanding a share in the Government. Nowhere else in the world are Communists so decisively ranked among the conservatives. That is because in Catalonia, Communists believe in discipline, as opposed to the free-for-all philosophy of the pure Anarchists, largest and most troublesome group in the state. The main reason that government is possible at all in Catalonia is due to the extraordinary talent for compromise of Catalonia’s president, excitable Luis Companys. President Companys has been in & out of jails much of his political career, has long fought for Catalan independence, speaks of Spain as «the Iberian Peninsula.» His technique with his spluttering allies is to promise them everything with the greatest goodwill. This worked moderately well for many months in keeping peace in Barcelona, but did nothing at all to help the hard-pressed Leftist armies fight the war. President Companys was too busy keeping peace at home to send many men to the front.
Suddenly last week the Companys technique did not work at all. Late at night telephone communications with France were mysteriously cut. Hours later the story began to filter out of Barcelona that Anarchists had revolted against the Companys Government. Almost instantly jumbled barricades sprang up along the tree-lined Ramblas. The streets echoed with the Carong! Carong! of machine guns, the Hahp! of light artillery. Immediate objective of the Anarchist Black-&-Reds was the Barcelona telephone exchange, a building almost as imposing as the telephone skyscraper of Madrid. This they seized and held for seven hours. Hero of the revolt then became Barcelona’s Police Chief Rodriguez Sola, who personally led a frontal attack on the building, captured the first floor, methodically started mopping up from stair to stair.
Loudly President Companys called for peace and unity to face the common foe, warned that the Catalans were leaving the way open for a raid from General Franco’s Rightists. No such raid came, but before peace was restored over 300 people had been killed and according to reports the Valencia Government, to police Barcelona, had had to withdraw 12.000 badly needed troops from the Aragon front. Heretofore careful to avoid mixing in local Catalan squabbles, Valencia also moved in General Sebastian Pozas to be military commander of Catalonia.
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Subida en la reputación del POUM
[Cita de Lois Cusick (1979). The anarchist millenium, memories of the Spanish revolution, 1936-37. Unpublished.]
[On Tuesday], the city was in the grip of a complete work stoppage.
The Patrols of Control took Montjuic fortress and trained its cannon on the Palau de la Generalitat … The block-long Popular Army poster on the communist Karl Marx House came down to reveal machine guns controlling the Passeig de Gracia, which the defense committees took over … Tuesday morning, the C.N.T. printers allowed only two papers to appear, Solidarida Obrera and the P.O.U.M.’s La Batalla … The Friends of Durruti and the genuine Trotskyites (Munis and Moulin) separately printed handbills calling for a revolutionary Junta to take over the government buildings. Josep Rebull’s P.O.U.M. left wing tried to win over the syndicalists at the barricades in another part of town for a march on the government buildings. Nothing came of these isolated initiatives … But the reputation of the P.O.U.M. shot up in the anarchist ranks. C.N.T.-F.A.I.-P.O.U.M. was the password at the barricades.
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La CNT pierde el control sobre sus miembros, que se pelean con la UGT
[Cita de Lois Cusick (1979). The anarchist millenium, memories of the Spanish revolution, 1936-37. Unpublished.]
Wednesday morning the general strike continued. The workers stayed at the barricades and ignored Casa C.N.T.’s orders [to abandon the strike and leave the barricades]. The city’s life was suspended in a will conflict between the anarchist masses and their leadership … The communists tried to take advantage of their truce with Casa C.N.T. to put the city’s bus system back to work. They used U.G.T. members the anarchists had always said were scabs from a big strike years ago. The sight of their red and black pointed trams run by communist scabs started the fighting all over. Barricades went up across the tracks, and the trams stopped running.
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Largo Caballero y Companys, decididos a derrotar a los anarquistas
The entire effectiveness of the Leftist Government has been in the series of compromises making it possible for a mixed salad of political parties to work in some sort of harmony. Immediately behind last week’s Cabinet crisis was the brief Anarchist revolt in Barcelona of fortnight ago (TIME. May 17). Premier Largo Caballero and President Luis Companys of Catalonia are both secretly determined to put the Anarchists, most hot-headed of Leftist groups, in their places, but the Anarchists are politically potent.
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La Batalla del Huevo causa problemas de convivencia
[E]n esta Barcelona en que hoy vivimos, en la Barcelona de «la batalla del huevo», en que cada galería, cada balcón, cada terrado, se ha convertido en gallinero incipiente, los gallos cantan cuando les da la gana, cada uno a hora distinta o todos a coro a todas las horas, desde que anochece hasta que sale el sol…
¡En fin!… Es molesto… pero soportable. En la retaguardia de una guerra tan atroz como la nuestra, no se puede hablar de molestias, sino es burla, burlando, más para señalarlas, que para quejarse de ellas… Ahora: esa multiplicidad de corrales improvisados, esa aglomeración de gallinas, y pollos, y conejos en espacios reducidos, en núcleos ciudadanos de gran densidad, sin las indispensables condiciones de espacio y aireación, ¿no nos traerán, ahora que entra, de lleno, el verano, consecuencias más graves, más irreparables que la molestia del canto de los gallos al amanecer? Ya se advierte en Barcelona una invasión de moscas digna de los valles andorranos y se perciben emanaciones poco gratas… «Evitemos que la batalla del huevo se convierta en la guerra del tifus» nos dice un lector. Y su advertencia nos parece atinadísima.
Pues la campaña de la «batalla del huevo» tuvo, sin duda, otra intención que la de convertir en corrales todos los balcones y todas las galerías. Y a esa intención—estricta—debe limitarse el ciudadano celoso, a un mismo tiempo de su alimentación… y de su higiene.