Etiqueta: Clara de Asís
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Bendición de la primera piedra del antiguo puerto
DIGMENIA II. – Aquest die fou beneyda la primera caxa del moll qui de nou se construeix en la plaia de aquesta Ciutat e fou fet en aquesta forma que la dita caxa fou construya prop lo espero de S.ta Clara e a la una part de la dita caxa de fora en lareny vers tremuntana fou fet un altar de fusta e en aquella part de la dita caxa foren posats draps de ras e de mig loch amunt unes cortines de seda reyals quey presta mossenyor P. Dusay e dix la missa mossenyor lo prior de S.ta Anna e forenhi diacha e sotsdiacha e faheren lo offici a contrapunt los xandres de la Seu e forenhi portats los orguens de S.ta Eulalia e la missa fou de Nostra Dona ben solemna ço es Salve Sancta parens e forenhi mossenyor lo Vaguer e los honorables Consellers e algunes notables persones e molta altra gent. E celebrada la missa los preveres per benehir la dita caxa entraren dintra e apres mossenyor lo vaguer e los honorables Consellers e les altres gents e devant ells foren portades sis pedres e en la primera havia senyal reyal la qual fou paredada per lo dit mossenyor lo vaguer e apres les altres V ab senyal de la Ciutat foren paredades por los dits Consellers ço es una per quescun dells e foren fetes les laus segons es acustumat de una nau e hac hi VIII trompetes ab penons de la Ciutat e alt en la dita caxa foren posats X panons ço es II reyals e VIII de la Ciutat. -
Las monjas desnudas en sus clausuras y los mirones en sus casas altas le molestan a Fernando el Católico
Ferran II se presenta protector d’aquest monestir y a 3 Abril 1495, gestionà ab 1′ Hospital de Santa Creu «per la circunuicinitat que les dues cases stan», «que lo dit monestir haie empriu de les clauagueres del dit Hospital» y ab los Consellers de Barcelona, que, considerant «quanta stretura les monjes de aquell monestir tenen», «es justa y rahonable cosa, donar los límits conuenients, segons lo numero delles, nos ha occorregut que lo carrer qui affronta ab lo dit ort se pot vuir e aiustar en aque’l, per ésser cosa poc necessària a la re publica». A més los demanà que desitjan «que les monjes que en aquell habiten, seruen la honestat que deuen, E perquè algunes vegades les dites monjes, confiant que nengú fora del dit monestir, les pot veure,[1] no dupten anar despullades dins les clausures del dit monestir; de hont moltes vegades se segueix que, de les cases circunvehines, ab les sumitats que tenen, miren les clausures del dit monestir, e les monjes resten envergonyides», pregant no consentissen «que en spay de cent canes, casa ninguna puixa puiar tant, que de aquella se puixa mirar cosa alguna dins les clausures».[2]
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Llevan a San Severo a Santa Clara para aliviar la sequía, pero el Señor no se arrepiente
Estávamos ya en el mes de Abril y la cosecha perdiéndose por instantes, pues apenas se divisavan los panes sobre la tierra: tal era la esterilidad y falta de agua; y (no) haviendo podido conseguirla por medio de Santa Madrona, resolvieron la Ciudad y Cavildo recurrir al glorioso San Sever(o): sacáronlo de su capilla, y puesto en el altar maior algunos días, se le repetían las súplicas con gran ternura y continuados sermones y cotidianas procesiones, que con muestras de gran dolor y penitencia acudían a buscar el remedio; pero como nuestras culpas son las que endurecen los cielos y cierran los oídos á la divina misericordia, nada bastaba para aplacar la justicia de Dios. Crecía la necesidad y con ella el desconsuelo, y así se determinó sacar en procesión al glorioso santo por las calles llebándolo al combento de Santa Clara. En esta procesión concurren los texedores de lino vestidos con túnicas blancas y á pie descalzo, y así en esta ocasión que el aprieto era maior creció el número de penitentes, así de doncellas vestidas de blanco y descalzas con varias insignias de mártires y vírgenes penitentes, como do hombres y niños. Salió la procesión del Aseo, asistida del prelado, cavildo, clerecía y religiones, el día cinco de Abril y con muchas achas y acompañamiento; baxando por la Boria, calle de Moncada y Born, llegaron á Santa Clara, en donde se celebró solemne oficio: acavado éste se bolvieron con el santo al Aseo. Viernes de la misma semana fué el señor Obispo con su cavildo en procesión á Santa Eulalia de Sarria: díjose allí solemne oficio. El día siguiente sábado, de orden de Su Illustrisima, se celebraron en las parroquias y comventos oficios de difuntos, con anibersarios por las almas, como si fuera día de la conmemoración de los difuntos; salieron también las parroquias y las religiones á diversos santuarios, así dentro como fuera de Barcelona, en procesiones públicas y muí penitentes, voceando los niños y todos «misericordia, Señor,» que era una ternura y lástima á oir tantos lamentos; pero á ninguno volvía Dios el rostro, porque la gravedad de nuestros pecados tenían la tierra y cielos fabricados de bronce.
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Llevan a San Severo de nuevo a Santa Clara para combatir la sequia
NECESIDAD Y ROGATIVAS EN PROCESIONES POR AGUA.
Añadíase á la necesidad sobredicha la mala disposición de cosecha, pues por falta de agua se hiva perdiendo ya. Acudieron con rogativas á los Santos, y por último al glorioso San Sever(o), que llebándolo con aquella solemnidad que ya en otro capítulo hemos referido, al combento de Santa Clara, y cantando allí un solemne oficio el día 9 de Abril de 1637, quiso Dios socorrernos con bastante agua para asigurar la cosecha, y con ella el consuelo de tanto afligido; restituióse aquella misma mañana el Santo al Aseo, y el día 11 de Maio del mismo año se hizo una procesión general en hacimiento de gracias, llebando en una misma peaina el cuerpo de Santa Madrona y la reliquia de San Sever(o), y aquel mismo día se bolvió el cuerpo de la Santa á su iglesia y casa. -
Santa Clara y la vergüenza
Si en el mundo hubiese vergüenza, la verdad celebraría hoy sus días.
Santa Clara virgen.
Fiesta en la iglesia de Jerusalen de religiosas Clarisas.En la de Sta. Clara la congregacion que la tiene a su cargo tributa á la Sta. devotos obsequios.
Junto á la iglesia de Sta. Clara está el palacio de los antiguos condes de Barcelona reyes de Aragon. Este local está cedido por el Gobierno al archivo general de la corona de este reino. Sin embargo todo está in statu quo. La conveniencia, la oportunidad, la conservacion de las preciosidades que encierra aquel local, y mas que todo la dignidad exigen la traslacion de aquel establecimiento al referido alcázar.