Blog

  • Luis Moritz pide legalizar un generador en su fábrica de cerveza en c/ Casanovas

    Ayuntamiento Constitucional de Barcelona — Don Luis Moritz ha elevado una instancia á este Municipio suplicando se legalice la instalación que practicó de un generador de vapor de la fuerza de veinte y cuatro caballos de setenta y cinco kilográmetros, en la fábrica de cerveza, sita en la calle de Casanovas, núm. 2. Lo que se hace público, al objeto de que los vecinos y propietarios inmediatos al espresado edificio, puedan, á tenor de lo prevenido en el art. 123 de las Ordenanzas de la ciudad, presentar las reclamaciones que estimen oportunas durante los quines dias siguientes al de la publicación del presente anuncio, á cuyo íin estará el expediente de manifiesto en Ja Sección de Fomento de la Secretaría de esta Excma. Corporación. Barcelona 9 de Setiembre de 1881. – El Alcalde Constitucional accidental. Pedro Casas.

  • Chistes sobre Lohengrin, la primera ópera de Wagner que se representa en Barcelona; comentarios de Josep Pla sobre el wagnerianismo

    Acte primer de Lohengrin:
    Surt una barca tirada per un cisne que ‘s porta l’aygua.
    Redolí:

    Señores, veurán un’ oca
    que neda sobre la roca.

    ***

    La Pasqua está tot l’ acte primer en escena y sense cantar.
    Un espectador:
    – Fins are ‘l paper de la Pasqua jo també ‘l cantaría. Si ‘l Sr. Brugada ‘m contracta, prometo estarme á l’ escena per la meytat del preu.

    ***

    Acte segon:
    Es lo millor de l’ ópera. Lo duo de barítono y contralt causa impresiò.
    Consisteix ab una vèu d’ home y una de dona que ‘s troban á mitj camí, fan brasset y marxan al mateix pas.
    Desprès vè ‘l gran duo de tiple y contralt.
    La Pasqua ‘s rescabala; pero ¡de quína manera!… Y la Vitalí… no ‘n parlem.

    La Guisseppina Vitalí
    Canta de ca ‘l generalí.

    ***

    Pero venen los coros.
    Se componen de patjes, guerreros, nobles y senyoras de l’ aristocracia.
    Los patjes mostran las sevasa formas. Se coneix que ‘l rey era molt aficionat á las camas primas.
    Un’ altra observació.
    Desde ‘l temps de Lohengrin fins are, ‘ls sabaters, per lo tocant al calsat de senyora, no han adelantat gens.
    Las mateixas sabatas escotadas ab taló alt se portan are que llavoras.

    ***

    En quan als guerreros tots duhen una gallína dalt del casco.
    Los soldats d’ are en temps de guerra quan n’ aixarpan alguna, se la guardan dintre de la motxilla.

    ***

    Respecte als nobles y á las senyoras de l’ aristocracia, ja ‘s coneix qu’ en aquell temps no s’ usavan ni ‘ls respalls, ni la benzina, y tampoch devía haverhi quitamanchas.
    Jo crech ‘l que anava mès brut, era mès noble

    ***

    En lo tercer acte surt la cambra nupcial.
    Sembla ‘l salò de Cent de cala Ciutat.
    Al fondo hi ha un llit que s’ ha fet célebre. Es un llit pintat á la paret.
    ¡Vaya unas bromas que tenia l’ emperador de Alemania, de donar un llit aixís á uns nuvis que s’ estiman, en l’ hora mès solemne del matrimoni!

    ***

    Per fortuna ni Lohengrin ni Elsa se ‘n adonan.
    Lo primer dia del casament van convenir que passarían la nit cantant y refilan qu’ es un contento.
    – ¡Vaya uns romansos!.. vaig sentir que deya un vehí mèu. ¿Què dimoni s’ empatollan?
    Un altre l’ hi responía:
    – Are disputan sobre si ‘l quarto es humit ó no es humit, y sobre si en cas d’ agafar un dolor reumátich son millors las ayguas de Caldas ó las de la Garriga.

    ***

    Un filossoph:
    – ¡Oh! ‘Ls alemanys d’ aquell temps quan se casavan, no feyan us sino de un llit pintat á la paret. Es á dir: la major candidat de espiritualisme compatible ab lo matrimoni.
    Aixís en aquell temps se sentían diálechs per l’ istil:
    – Me sembla, noy, que avuy dormiré ab la dona.
    – ¡Me sembla noy que si no t’ pintas!..

    ***

    Prou Lohengrin, que si hagués de trasladar tots los ecos que vaig recullir y totas las impresions rebudas no acabaría may.
    Y á pesar de un aparato escénich desgalitxat y ridícul, la música entussiasma y fascina.
    Las orellas absorbeixen á la vista.

  • Importante nevada

    Comienza a nevar a las tres y media de la madrugada. En los barrios altos de la ciudad se llegaron a medir diez centímetros de espesor.

  • «Pitarra» gana un segundo premio en la sección «englatina de oro» de los Juegos Florales con «Lo fossar de las moreras», ¿fuente del mito?

    En el salón de la Casa-Lonja, preciosamente adornado, se celebraron ayer con la acostumbrada solemnidad los Juegos Florales. Antes de abrirse las puertas de aquel salón, gran número de personas se hallaban ya reunidas en la calle del Consulado. El bello sexo fue obsequiado con ramos de flores.

    Presidió este acto el señor Gobernador, quien dirigió frases de elogio á los modernos trovadores. Seguidamente el señor Duran y Bas, presidente del Consistorio, pronunció un discurso que por cierto no estuvo adecuado al acto que se celebraba.

    El señor Franquesa y Gomis, secretario del Jurado, leyó una bien escrita memoria.

    Abierto el pliego que contenía el nombre del autor premiado con la flor natural, resultó ser don Francisco de A. Matheu y Fornells, quien, acompañado de dos señores mantenedores, pasó á ofrecerla, entre nutridos aplausos, á la señora doña Irene [aka Irena] de Sanromá.

    Esta señora, pues, fue proclamada Reina de la Fiesta y pasó á ocupar el sillón á ella destinado. Vestía un rico traje de terciopelo negro y adornaba graciosamente su cabeza, airosa mantilla blanca prendida con flores naturales.

    La poesía premiada del señor Matheu, se titula «Primavera» y fué leida con buena entonación por don José Blanch y Piera. «Primavera» se distingue por su buena versificación y por las delicadas imágenes que contiene.

    Los accésits á este premio se adjudicaron de la manera siguiente: Primero: á la poesía «Idili» de don Ramón E. Bassegoda. Segundo: «L’ aviona» de don Joaquín Riera y Bertrán. Además se concedieron menciones honoríficas á las poesías «La cansó de la cadena», «Marinas», «Locap del dol» y «Cop de mar.»

    El premio de la «englatina de oro» lo obtuvo don Ramón Picó y Campamarcon su enérgico y precioso romance «Depressa» que leyó el citado señor Blanch. Accésits á dicho premio: 1.° «Lo fossar de las moreras», de Federico Soler y Hubert. 2.° «Gelosía», cuyo autor se ignora. Se mencionaron «L’ auba de la patria» y «Lo vent mastral.»

    Premio de la «Viola de oro.» Fue adjudicado á «Los dos Cresos», bonita y original poesía que recuerda los idilios griegos y cuyo autor resultó ser don Apeles Mestres. Don José Roca y Roca leyó magistralmente la citada composición. Accésits: Primero «La má del albat» de don Pablo Bertrán y Brós; y segundo «Las balladoras», de don Fernando Agulló.

    Los premios extraordinarios se adjudicaron como sigue: «Brot de llorer de plata»; «La Verge de Bethania», poesía de excelente versificación, original de don Ramón E. Bassegoda, leida por el señor Cabot. Accésit: «Currandas rosellesas» de M. Pierre Coustrait. «Estuche regalado por don Pedro Mártir Sancristofol.» «Lo serraller», cuadro en prosa de don Emilio Vilanova. «Joya artística» ofrecida por la Revista Literaria. «L’ escanya pobres», novela de don Narciso Oller y Moragas. Mención honorífica: «La reyneta del Cadí».«Objeto de arte»: «La Caponada», de don Jaime Collell, presbítero. Leyóla el mismo autor con la buena entonación que le es propia.

    Terminó la poética fiesta con un magnífico discurso de gracias, escrito por el distinguido mantenedor M. Justin Pepratx.

  • El ayuntamiento rechaza por ineficaz matar a los perros vagabundos mezclando mármol y vitriolo

    El químico municipal ha ensayado un nuevo sistema para producir la muerte con mayor prontitud, que con el sistema actual, á tos perros vagabundos cazados por los laceros municipales y no reclamados por sus dueños.

    Este sistema no ha dado buen resultado. Consiste en hacer una mezcla de
    polvos de mármol con aceite de vitriolo, al objeto de producir una atmósfera asfixiante.

    Da mejores resultados y es más económico el sistema adoptado por el municipio anterior.

  • Intensa nevada

    Cubrió el suelo con una capa de hasta 20 centímetros de altura. Aparecen registrados dos días de nieve.

  • La abolición del cuarto a favor del céntimo hace subir el precio y el tamaño de La Esquella de la Torratxa

    L’any 1887 foren retirades de la circulació les peces de dos quartos, que sols a Catalunya eren moneda corrent. Els periòdics de carrer hagueren, doncs, d’acomodar-se a les condicions del sistema decimal. Per als que es venien, com L’Esquella, a dos quartos, el fet de passar a cinc cèntims representava una pèrdua considerable. Innocenci López Bernagossi resolgué aquest problema disposant que La Campana de Gràcia –periòdic polític de caràcter popular- valgués cinc cèntims i que L’Esquella de la Torratxa, destinat a una altra classe de lectors, en valgués deu. Per compensar l’augment va doblar el nombre de planes, que passà de 8 a 16.

    […]

    El tiratge de L’Esquella de la Torratxa començà modestament de 1.500 a 2.000 exemplars. Al final de la primera tongada –desembre de 1885- la tirada havia pujat a uns 5.000 exemplars i, mentre el número fou de 8 planes, se’n tiraren una mitjana de 6.000. A partir del número 425 [26/2/1887, número 424 aquí] –quan va valer 10 cèntims i va tenir 16 planes-, la tirada s’anà enfilant gradualment fins a assolir un terme mitjà de 24.000 o 25.000 exemplars.

  • Signor Succi, el saltimbanqui italiano, empieza un ayuno de 30 días

    Signor Succi, the Italian, began his fast of 30 days on the 22d of September at the building of the Barcelona Exhibition. His last meal on Saturday consisted of lobster, beefsteak, bread, and wine.

  • Versos para Culebra, el primer toro indultado en una plaza de Barcelona

    Salió de la tarde el quinto;
    Fué carinegro y retinto;
    Y por tener la voz ronca
    Y no cumplir como bueno
    Se armó una tremenda bronca
    A despecho de Centeno.
    Muy corrido el animal
    De pita tan general.
    Se paró en mitad la plaza
    (Que por poco se desguaza)
    Con calma fenomenal.

    Y cuando nadie se entendía y las banderillas no se colgaban y los maestros estaban an conferencia, apareció un caballero de riguroso negligé (iba en mangas de camisa), que se paró ante Culebro como si tal cosa. Se supo luego que eran conocidos antiguos, como que el incógnito personaje se tomó la libertad de acariciar con la mano, para hacerle entrar en razón, al bicho y éste no tomó á mal la cosa.

    El público aplaudió al del negligé y el toro volvió al corral.

  • Inauguración del Centro Velocipedista Barcelonés

    [Hoy] se inauguró el «Centro Velocipedista Barcelonés.» La pista [en la Ronda de San Pedro, junto á la estación telegráfica,] es espaciosa y bien dispuesta y el material de bicicetas, tándems, biciclos. etc., construido todo en los talleres de don Vicente Mañach, excelente, por cuya razón no dudamos en felicitar á dicho señor.

  • Descripción del espectáculo «Buffalo Bill’s Wild West», con unas consideraciones antropológico-literarias; desembarcan mareados, y se embarcan hambrientos

    BÚFALO BILL’S

    [Información zoológica sobre los búfalos]

    Barcelona tuvo el gusto de ver pieles-rojas de la gran familia americana en 1493 cuando Cristóbal Colón regresó de su primer viaje, siendo recibido en nuestra ciudad por los reyes católicos.

    Pero en cuanto á bisontes bien se puede asegurar que no vio aquí el primero hasta hace unos doce años, cuando vino el domador Bidel en sus buenos tiempos, trayendo una rica y variada colección zoológica en la cual había un hermoso ejemplar de aquellos indivíduos de la espacia bovina.

    A pesar de que en 1493 vinieron caribes á Europa, Barcelona que ha visto trabajar en sus teatros árabes, senegaleses, tártaros, mongoles, etc… no había visto aún en su verdadero traje á los hijos da las praderas norte-americanas hasta el día de ayer en que les vio aparecer con sus túnicas de piel de antílope adornado con púas de puerco espín y sus típicos mocasines, con el rostro pintarrajeado á la usanza de su país y llevando también sus propias armas y arreos de la vida nómada.

    Los indios de la América del Norte, algo distintos de los fueganos y sud-americanos, como también de los toltekas de la región central, pertenecen en su mayoría á la numerosa tríbu da los Siux, y hablan la lengua narcotah que algunos sabios comparan al dialecto de los tártaros manchues. Lo cual puede probar que an épocas remotas los hijos del Asia invadieron las llanuras del Alaska, pasando el estrecho de Bering.

    Esta raza que no nos ha hecho ningún mal y que tan bien acogió á los primeros europeos, causa verdadera tristeza á los hombres pensadores al verla destinada á fundirse ante los rayos de la civilización moderna que de día en día va extendiendo sus conquistas hacia el Lejano Oeste como denominan los yankees á la extensa pradera americana.

    Mañana no quedará como recuerdo de su pasada existencia más que aquel triste poema conocido en los Estados Unidos por Las Memorias de Tanner el cual tan bien los retrata en su vida íntima por haber participado de ella durante 30 años.

    Y luego como nota de brillante colorido, las populares descripciones del conocido autor de Los cazadores de caballeras y La Jornada de la Muerte, también recordarán á esos desgraciados pieles rojas, condenados á perecer en la especie. Estas obras encierran el principio y fin de aquellos desdichados hijos del desierto, crueles con la raza blanca, desde el día en que ésta les pagó su hospitalidad con la más negra de las ingratitudes.

    Saludemos pues benévolamente á los últimos descendientes de un pueblo que fué, y de cuyas dos ramas Aztecas y Delavares ya no queda ni un solo individuo; y vamos á describir la fiesta de ayer.

    El espectáculo

    El espectáculo «Búfalo Bill’s Wild West», puede considerarse dividido en tres partes: presentación de costumbres de los habitantes del Oeste de los Estados Unidos, agitación y ejercicios de tiro.

    En la primera, que no importa decir es la más instructiva, se presentan escenas sumamento pintorescas, y que si bien no producen una ilusión completa, trasladan al espectador con un pequeño esfuerzo de imaginación á las praderas americanas del Oeste.

    La segunda es una demostración brillante del dominio que sobre el caballo tiene el ginete americano, tanto el indio como el blanco.

    Y la tercera, es una prueba de la habilidad que en el tiro de pistola, revólver y carabina, tienen los norteamericanos y especialmente el coronel Cody.

    Constituía el primer número del programa de ayer el desfile de toda la compañía. Presentóse el grupo de los indios Arrapahos, con sus trajes de colores, la cabellara suelta, casi tendidos sobre sus caballos, á la carrera, formados en línea, dando aullidos, blandiendo sus armas, y después de dar una vuelta al redondel detuviéronse en medio, todos á una y con precisión admirable. Allá á lo lejos se vio aparecer á su jefe Black Heart (Corazón Negro), que fué recibido con gritos de júbilo por sus subordinados, y después de dar también una vuelta á la pista se detuvo junto á ellos.

    Al mismo tiempo aparecía un grupo de vaqueros americanos seguidos del rey de los vaqueros, Buck Taylor, y practicaron la misma maniobra.

    Así fueron desfilando el grupo de indios Brulé; su jefe Little Chiot; el grupo de la tribu de indios Cut Off; Bave Bear (Oso valiente), otro grupo de vaqueros mejicanos; el de indios Cheyenne; Eagle Horn (Cuerno de águila), su jefe; un grupo de muchachas del Oeste de los Estados Unidos; el vaquero más pequeño del mundo llamado Bennia Irving; los Boys Chiete, pequeños jefes del pais de los Siux; las banderas española y norte-americana; el grupo ds indios Ogallala Siux; su jefe Low Neck (Cuello Corto); Rockey Rear (Oso Rojizo) médico hechicero del pais de los Siux, según rezan los programas, Red Shirt (Camisa Roja) jefe guerrero del pais de los Siux, y por último el arrogante Buffalo Bill, ó sea el coronel Cody, que después de dar, montado en su brioso caballo, la vuelta de ordenanza á la pista, se paró de repente ante la presidencia y saludó quitándose el sombrero airosamente.

    Mientras duró el desfile no cesaron ni un punto los gritos de los indios, que, con sus multicolores trajes, su rostro pintarrajeado, sus cabellos completamente negros y sueltos formaban un conjunto abigarrado y en extremo pintoresco.

    Los aplausos del público demostraron el buen efecto que la había producido el desfila.

    Una carrera de caballos entre ua mejica-no, un vaquero y un indio, y una pantomima en que se ponía á la vista el modo de conducir el correo en las regiones fronterizas de los Estados Unidos antes de la construcción de los ferrocarriles constituyeron los dos números siguientes.

    Aunque en Barcelona estamos cansados de ver hábiles tiradores, arrancó aplausos con sus ejercicios de una precisión admirable, la señorita Annie Oakley.

    Daba gusto ver á aquella niña, pues aspecto de niña tiene desde lejos, colocarse á seis ó siete pasos de la carabina; echar á correr al mismo tiempo que se le arrojaba al aire un objeto, cojer la carabina, disparar y convertir en cien pedazos el blanco.

    El ataque, por los indios, de un tren de emigrantes es un cuadro que impresiona por su acción verdaderamente dramática, y que tiene por remate una nota elegante y sumamente agradable. Las chicas del Oeste y los vaqueros, para demostrar la alegría que les ha producido el haber derrotado á los indios, bailan á caballo los rigodones conocidos con al nombre de Virginia Reel.

    Tiene también interés dramático, aunque hay que confesar que todas estas escenas en que se presentan episodios, tienen mucho de espectáculo, y por lo tanto la ilusión dista bastante de ser completa, el desafío de «Búffalo Bill» con Yellow Hand en presencia de las tropas ds los Estados Unidos y de las fuerzas de los indios rebeldes, después de haber andado á tiros unos y otros. Esta pantamima se refiere á un acontecimiento histórico en que fué principal actor el mismo «Búffalo Bill.»

    La escena que en nuestro concepto tiene más sabor local, si así puede decirse, es la primera de las que en el programa son llamadas «Pasatiempos de los vaqueros». Consiste en tirar el lazo á una manada da caballos que figuran ser salvajes y que corren como flechas. En las otras escenas se ve más la hilaza, ó sea el estudio y la preparación, pero de todas maneras tienen gran mérito. Montan aquellos ginetes increíbles sobra los caballos indomables, se agarran fuertementa de piernas á los lomos, clavan las espuelas en los ijares, y ya puede botar, y encabritarse, y arrojarse al suelo, y revolcarse, el caballo: permanece el ginate pegado al animal y llega por fin á dominarlo por completo. Sucede á veces que el ginete cogido fuertemente á la cuerda es arrastrado por el caballo; otras en que cae debajo de este, herido, y sus compañeros tienen que levantarlo.

    Otro de los números curiosos es el ataque de la diligencia Deadwood, por los indios y su derrota por las avanzadas y los vaqueros almando da «Búffalo Bill».

    El vehículo que sa presenta, completamente desvencijado y en el que subieron varios señores del público y dos cow-boys, es célebre por los muchos asesinatos que en él se han cometido y por las celebridades que en él han viajado.

    Según el programa, dos presidentes de los Estados Unidos, cuatro reyes y todas las personas reales que asistieron al Jubileo da la reina Victoria en Londres, se han sentado en este carruaje.

    Produce verdadera emoción la carrera á caballo de dos mujeres indias. Montan á horcajadas como los hombres, se agarran como ellos fuertemente á los lomos y salan disparadas. El caballo no lleva silla, ni estribos, y sin embargo, aquellas amazonas parecen adheridas al bruto.

    Sosos y monótonos, si se quiere, son los bailes del trofeo, de cabellera y de guerra que dan á conocer los indios; pero como son reproducciones exactas de las mismas danzas que se bailan en el Fart-vest, ó mejor las mismas, tienen todo el sabor local que se puede pedir.

    La caza del búfalo, no obstante ser uno de los números más llamativos del programa, no resulta, á nuestro parecer, a mucho efecto. Casi es tan sosa como las danzas.

    El joven tirador Johnne Bake, el tiro de pistola y de revolver y las carreras á caballoentre chicas americanas fronterizas, no ofrecen ninguna novedad, pero tienen extraordinario mérito por la precisión.

    En cambio «Buffalo Bill» tirando montado á galope y con precisión suma, es una de las cosas más notables que darse pueden.

    El ataque de un rancho fronterizo tiene también mucho de convencional; pero da una idea bastante exacta del sigilo y la audacia son que llevan á cabo los indios sus golpes de mano.

    Termina el espectáculo con el desfile desordenado de tedos los indios, vaqueros y mejicanos. Formando tres círculos concéntricos, corren los ginetes en opuestas direccionas con rapidez vertiginosa, lanzando ahullidos salvages. Es de ver flotando al aire las plumas y las cabelleras de los indios, entremezclándose los brillantes colores de los trages, á los pálidos rayos del sol muriente. Parece imposible que no haya la más leve confusión, que puedan dar vueltas con la seguridad de una rueda sin que uno interrumpa un solo instante el paso del otro. Por fin, en informe pelotón regresan á las cuadras, sobresaliendo entre todos la varonil y gallarda figura de Búffalo Bill.

    Al salir del cireo la concurrencia se desparramó por los campamentos para ver de cerca los indios que se mantenían encerrados en sus tiendas, asomando da vez en cuando la cabeza con el cebo de un cigarrillo.

    A la puerta del hipódromo vimos vendedores de caña dulce y en el interior unos vendedores ambulantes ofrecían otro dulce preparado con granos de maíz y miel.

    Un chiquillo piel roja que discurría entra la gente, tomaba los céntimos que le ofrecían con el mismo desenfado de un piel blanca. Por lo visto estos salvajes ya están fuera de la edad de ia permuta y comienzan á familiarizarse con la moneda.

    Producía extraño efecto aquel campamento indio del Far-West trasladado á la izquierda del ensanche, y uno no sabía convencerse de que con tanta tranquilidad pudiéramos permanecer sin peligro al lado de los terribles cazadores de cabelleras.

    La concurrencia que asistió al nuevo Hipódromo fue numerosa. No bajaría de siete mil personas.

  • Versión un poquitín sentimental del primer Primero de Mayo en España

    Bl estado de ánimo de Barcelona, fué bien distinto anteayer [1 de mayo], en que ss dieron pruebas de cordura y de prudencia del que reinó ayer, en que algunos elementos estraños á la gran masa de obreros, mantuvieron en zozobra el espíritu ds la población. Aquel estado de ánimo de anteayer es lo que quisimos reflejar pidiendo ayuda á uno ds los colaboradores artísticos de LA VANGUARDIA [Mariano Foix]y creemos haberlo conseguido.

    […]

    Mientras discurríamos entra los grupos de la Plaza da Cataluña que, por no haber podido penetrar en el Tívoli, aguardaban la salida de la manifestación, observamos graciosas escenas inspiradas por el buen humor y franca alegría que caracterizan al obrero catalán, aun en los momentos más solemnes y graves.

    Pasaba en aquel momento una sirvienta con un jarro de leche y al punto la rodearon los huelguistas, robándole la seriedad mezclada de temor que llevaba pintada en el rostro. «Muchacha, le decían, toma nuestro ejemplo. ¿Cuando os decidiréis á hacer una manifestación ó una huelga?» La chica dio por respuesta expresiva sonrisa, y prosiguió su camino, tal vez pensando en la Menegilda de la «Gran vía.»

    A la salida del Tívoli, sorprendió al lápiz de nuestro dibujante, uno de los grupos que llevaban la delantera da la comitiva. En todos ellos se nota marcadamente el tipo catalán y muestran la gravedad de quien está convencido de realizar un acto trascendental y de que llama la atención pública.

    Alrededor do la bandera se estrujaban todos ios obreros, constituyendo apiñado núcleo que se movía con dificultad.

    Junto á los trabajadores no faltaba el pilluelo, satisfecho y gozoso, aplaudiando á rabiar cuando los demás aplaudían, dándose aires de personage y echando de menos al escándalo y la gresca, en medio de tanto orden y compostura.

    Al llegar á la Plaza de Palacio se formaron pequeños grupos mientras los delegados subieron al Palacio del Gobernador. En casi todos ellos había un orador, generalmente uno de esos tipos indefinidos que entre loa obreros parecen burgueses, y entre los burgueses obreros, que peroraba ó daba consejos.

    Decíales el que reprodujo el lápiz de Foix: «Muchachos, creedme, una vez terminada esta manifestación, volveos á vuestras casas y no os dejéis engañar por los que os aconsejan una huelga ilimitada, porque esto puede ocasionarnos ua conflicto y perjudicar nuestra causa.»

    Cuando el Gobarnador hubo terminado el discurso que pronunció desde el balcón, todas las manos se levantaron para aplaudirle, siguiéndose nutridos vivas…

    Después de haber terminado la manifestación de anteayer, el alcalde señor Maciá y Bonaplata envió al Presidente del Consejo de ministros, el siguiente telegrama, que por cierto fué ayer muy comentado.

    «Excelentísimo Señor Don Práxedes Mateo Sagasta, Madrid.—Terminada la manifestación pacífica sin incidente alguno. Me enorgullece la honra de presidir el Ayuntamiento de esta ciudad.-Maciá y Bonaplata.»

  • Un inquilino da las llaves a un clan de gitanos para vengarse del propietario

    En un segundo piso de una casa de la Ronda de San Pedro, inmediata á la plaza de Urquinaona, vivia un matrimonio que por una ú otra causa se indispuso con el propietario de la finca, y éste intentó echarles del piso, subiéndoles á 42 duros el precio del alquiler, siendo así que no pagaron hasta entonces más que 21.

    El inquilino comprendió perfectamente el propósito del casero, y aun cuando juró tomar su revancha, se dispuso á satisfacerlo, mal de su grado, desalojando la habitacion.

    Así las cosas, sorprendió el viérnes por la mañana á los vecinos de la casa en cuestion ver llegar un grupo de gitanos, del cual formaban parte hombres, mujeres y niños, en número de más de 20, acompañados de sus caballos y carretas.

    El grupo comenzó á descargar jergones y otros trastos, traslándolos á la habitacion á que nos referimos.

    Era la venganza. El inquilino tenia pagado por adelantado un trimestre, y como faltaran aun más de dos meses para su vencimiento, proponíase proporcionar albergue durante aquel tiempo á varios individuos de estas tribus errantes que abundan en los alrededores de [la] ciudad.

    Los nuevos inquilinos, tranquilos y satisfechos, acordaron toma posesion de la casa, saliendo á los balcones y galerías con sus trajes súcios y descompuestos, y llamando no poco la atencion de los vecinos.

    El apuro del propietario fué mayúscula, y recurrió al gobernador para despachar á los gitanos. Pero dicha autoridad contestó que nada podia disponer sobre el particular.

    Era cosa de ver la alegría de los chicuelos allí alojados, que acariciaban con sus manos el papel de las habitaciones y se encaramaban por los hierros de la galeria, pretendiendo saltar á las casas contiguas donde veían jugar algunos niños.

    Una comision de vecinos de la calle de Fontanella visitó al propietario, pidiéndole arrojase á los gitanos, y el casero, en tal aprieto, no solo devolvió al inquilino la cantidad que tenía adelantada, sino que hasta le añadió una suma en concepto de indemnizacion.

    Y así terminó este incidente que durante todo el dia fué tema obligado de conversacion entre aquel vecindario.

  • Ataque anarquista contra la fábrica de cerveza de Moritz en c/ Casanovas

    El petardo que estalló en la calle de Casanovas fué colocado en la fábrica de cerveza de D. Luis Moritz, colocado … por una de las ventanas que recibe luz la sala de frigorificación de la cerveza.

    Las puertas de la ventana y dos barrotes de la reja fueron lanzados por la fuerza de la sala: los proyectiles de que estaría cargada, la bomba y la ruinas de la pared entraron por el hueco como lanzados por un arma de fuego y fueron á estrellarse contra las paredes del refrigerante agujeréandole y causándole otras averías: el agua helada que lo llenaba salía por los agujeritos formando innumerables chorros. Algunos barriles de los que la sala está llena fueron derribados. La circunstancia de ser anteayer sábado hizo que en la sala no estuviesen los operarios de costumbre en aquella hora.

  • Ejecutado el infanticidio Isidro Mompart y Prats

    El reio Isidro Mompart y Prats

    El crímen que espiró en el patíbulo el sábado último en la ciudad de Barcelona Isidro Mompart, lo cometió el juéves 31 de julio de 1890 en una casa cercana á la fábrica de estampados de D. Mateo Torelló, entre las carreteras de San Andrés y de Mataró. Habítaban en aquella casa los esposos Félix y Rosa Serrat con una niña de cinco años, un niño de pocos meses, hijos suyos, y una muchacha llamada Teresa, hija de un hortelano vecino, á la que tenían los citados esposos en calidad de niñera para cuidar del niño, que estaba algo enfermo.

    La esposa Rosa salió á las cinco y media [de la mañana] para la compra y Félix Serrat al poco rato para sus quehaceres en la fábrica contigua. Quedaron en casa la criadita Teresa, la niña de cinco años, llamada Cármen, y el niño.

    Al llegar Rosa de la compra presentóse á sus ojos el espectáculo mas desgarrador: su hija y la criada yacían en un charco de sangre.

    El autor de los asesinatos era Isidro Mompart, á quien tentó la codidia. Supo que la mujer de Serrat había cobrado cierta cantidad, procedente de una herencia, y á las seis de la mañana se introdujo en la casa para robar el dinero, que no pudo encontrar.

    Al advertir las niñas la presencia de Mompart, supónese que tratarían de pedir ausilio, y para no ser descubierto, el criminal mató á aquellas indefensas criaturas, escapando luego. Mompart se llevó dos relojes de plata y 87 pesetas 50 céntimos.

    Mompart, antes de los dos asesinatos, había forzado á una mujer, robándole algunas pesetas.

    La sentencia

    A los ocho de la mañana del viernes se constituyó en la cárcel el Tribunal formado por el presidente de la sección primera, dos magistrados y el fiscal de S. M., ha notificar al reo la sentencia. Una vez leida, fué presentada al reo para que la firmara y éste dijo que no sabía leer ni escribir, y habiéndole indicado que designara á uno de los presente para que en nombre suyo la firmara, manifestó que no quería designar á nadie. Entonces el señor presidente requirió á dos de las personas presentes para que como testigos la firmaran, como así se hizo.

    En la capilla

    Acto seguido se introdujo al reo en la capilla y se retiró el Tribunal. Mompart quedó tranquilo en la apariencia, con mucha agitación nerviosa, abatido y llorando, negándose á tomar ninguna clases de alimento consolándole el Padre Capellán de la Cárcel y los Hermanos de la Paz y Caridad.

    Después de las nueve se confesó con uno de los sacerdotes que le asistían. Mientras estaba confesándose, llegó su desconsolada madre, y pueden figurarse nuestros lectores la desgarradora escena que presenciaron las personas que se hallaban en la capilla. Entre ellas estaba el Sr Juez instructor de la causa, á quien pidió la desconsolada madre le permitiese estar al lado de su hijo mientras éste permaneciese en la capilla. El juez le manifestó que esto no podía consentirlo en beneficio suyo y de su hijo, pues este necesitaba estar todo lo tranquilo y retirado posible, á fin de prepararse para un trance tan terrible como el de la muerte.

    Al mediodía, visitaron al reo el señor Gobernador de la provincia, el presidente de la Audiencia y algunos sacerdotes quienes le prodigaron palabras de consuelo.

    Por la tarde volvió á visitarlo su madre, acompañado de un hermano suyo. Poco después se presentó una comisión de la Cofradía de los Desamparados é inscribió su nombre y apellidos en el libro de la Cofradía, haciendo presente al reo que lo que se había recaudado por las calles de Barcelona, debía dividirse en dos partes: una para sufragar los gastos que ocurrieran, y la que resta á su disposición por lo iría un notario para extender el testamento que quisiera hacer, disponiendo de la parte que le correspondía.

    A poco rato visitó al reo Mompart el Juzgado de instrucción para tomar declaración al reo, quien hizo revelaciones referentes al atentado contra una mujer sexagenaria. La declaración fué bastante larga. Tambien se presentó la Junta de la Paz y Caridad con un notario, ante quien hizo el reo testamento, nombrando herederos por partes á su madre y hermano.

    Isidro Mompart no reveló nada que no constase ya en el sumario de la causa que se formó.

    La ejecución

    A las siete de la mañana la campana mayor de la iglesia parroquial de Santa María del Pino anunció al vecindario que se ponía de manifiesto el Santísimo Sacramento, y la Congregación de la Purísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo se dirigió á la cárcel para acompañar al reo Isidro Mompart al sitio de la ejecución de la sentencia.

    A las ocho en punto salió el reo de la capilla, acompañado del Padre capellán de la cárcel, de los PP. Goberna y Maresma, de la Compañía de Jesus, del Dr. Almonacid, del Rdo. Tirelles y de los Hermanos de la Paz y Caridad. Salió por la puerta del patio de la Garduña al de los Cordeleros, donde se hallaba formado el cuadro y se había levantado el cadalso.

    Ausiliado por los sacerdotes subió al tablado, y al poco rato había dado cuenta á Dios de sus actos. Cuando el verdugo le descubrió la cara, el Padre Goberna visiblemente afectado, dirigió su autorizada voz á la concurrencia que llenaba el espacioso patio.

    Terminada la ejecución, se retiraron las fuerzas militares, quedando únicamente alguna fuerza de guardia civil y municipales para custodiar el cadáver que quedó en el patíbulo hasta una hora antes de la puesta del sol.

    A pesar de la mucha gente que se reunió en los alrededores del sitio de la ejecución, no se alteró en lo más mínimo el órden. Cumpliendo las órdenes dictadas para estos casos, los agentes de la autoridad no permitieron allí puestos de bebidas ni otros análogos.

    ***

    El reo Isidro Mompart y Prats tenía 22 años de edad, era de estatura regular, llevaba afeitado el rostro y el pelo largo. Era hijo de Canovellas, cerca de la ermita de Nuestra Señora de Belulla, inmediata á Granollers.

    Dios de haya apiadado del alma del ajusticiado.

    ***

    La última ejecución de la pena de muerte verificada en Barcelona fué el 9 de junio de 1875, en el solar en el cual se halla hoy el Mercado de San Antonio y en las personas de Victoriano Ubierna, soldado de ingenieros, y Gregoria Foix, criada que era de la casa de un esterero de la calle de Conde del Asalto y al que degollaron y destrozaron.

  • Aprobación en Manresa de «Projecte de bases pera la constitució regional catalana»

    La colaboración entre la Lliga y diferentes grupos comarcales catalanistas se concretó en la fundación en marzo de 1891 de la Unió Catalanista que pretendía agrupar a todas estas entidades. En sus estatutos fundacionales se establecía que cada año debía reunirse su asamblea general de delegados, uno de sus órganos dirigentes, en una ciudad distinta de Cataluña.

    La Unió Catalanista nombró, en el mismo momento de su constitución, marzo de 1891, una comisión integrada por diversas personalidades del catalanismo para que redactara un “Projecte de bases pera la constitució regional catalana”.

    El proceso de redacción fue complejo y no se completó hasta 1892. Los autores del proyecto son muchos entre los que sobresalen el presidente de la junta permanente de la Unió, Doménech i Montaner, el secretario de la misma, Enric Prat de la Riba y el jurista y catedrático de la Universidad de Barcelona, Joan Josep Permanyer. Así Prat de la Riba, a la sazón estudiante de Derecho y miembro del Centre Escolar catalanista, presentó un proyecto que fue rechazado por Permanyer. Concluido, después de amplios debates, el proceso de redacción del proyecto se acordó que se celebraría en al ciudad de Manresa “on ja tantes vegades s’ha iniciat la restauració de Catalunya” la Asamblea de delegados de la Unió para proceder a su discusión y aprobación los días 25, 26 y 27 de marzo de 1892.

    Se escogieron más de doscientos delegados, entre ellos se encuentran la práctica totalidad de los dirigentes de la Lliga de Catalunya y sociedades afines y, por otra parte, muchas personalidades de diferentes profesiones que no tuvieron ninguna participación activa en la Unió Catalanista y ni siquiera acudieron a las Asambleas para las cuales se les había nombrado ya que sólo quisieron apoyar nominalmente al movimiento sin comprometerse de forma activa.

    La mesa presidencial de la Asamblea estaba compuesta, entre otros, por el presidente, Lluís Doménech i Montaner, y el secretario Enric Prat de la Riba. Las sesiones se desarrollaron en el ayuntamiento de Manresa.

    El presidente inauguró las sesiones con un discurso en el que manifestaba que las Bases que se iban a discutir no se trataban de una Constitución ni de un programa definitivamente cerrado, sino de motivos de meditación y de principios no desarrollados por completo. Después se procedió a discutir cada Base pero no se produjo un debate muy intenso y fueron aprobadas sin modificaciones sustanciales.

    Sus criterios ideológicos esenciales son los propios del nacionalismo conservador. Es continuador del espíritu del «Missatje a la Reina Regent» entregada a ésta, como ya se ha explicado, con ocasión de la Exposición Universal de 1888.

    El texto aprobado está compuesto por diecisiete bases que tratan, la primera, de las atribuciones del Poder central, y el resto de las del Poder regional.

    En cuanto a la organización de este Poder central se establece la separación de las funciones legislativa, ejecutiva y judicial. El poder legislativo central radicará en el “Rey ò Cap d’Estat” y en una Asamblea compuesta de representantes de las regiones, atribuyendo a cada una de éstas la competencia, esencial, de determinar el modo de su elección. El número de representantes será proporcional al de habitantes y a la tributación. En cuanto al poder ejecutivo no se especifica quién lo presidirá. Las competencias del Poder central son las relaciones internacionales, aranceles, presupuestos etc..

    En cuanto al “Poder regional”, que ocupa casi todas las Bases, se hace referencia a la oficialidad exclusiva del catalán, la división territorial debe realizarse sobre la base de las comarcas y municipios por lo que las provincias desaparecen. Se reclama la restauración de las antiguas Cortes, en referencia a la situación anterior a los Decretos de Nueva Planta, y plena competencia legislativa para las mismas. Se elegirán por criterios corporativos. También se prevé la creación una organización de justicia propia para Cataluña; competencias en materia de seguridad etc…

    Las Bases no tuvieron trascendencia práctica pero fueron consideradas un hito en la fundación del catalanismo político culminando el proceso iniciado con el “Memorial de Greuges” de 1885 y consagraron el predominio de la tendencia conservadora dentro del catalanismo.

  • Devastadora crítica en La Vanguardia de La Tradició Catalana

    Un libro notable

    La tradició catalana.—Estudi del valor étich y racional del regionalisme cátala per Joseph Torras y Bages, Prevere. Barcelona, 1892. (Un tomo de 725 páginas).

    La Tradició catalana es un libro serio, fruto de estudios detenidos y que merece ser leido y digerido con atención. Amigos y adversarios del criterio del autor han de deleitarse con su lectura, á poco que sean capaces de apreciar la sinceridad de convicciones que late en todas sus páginas. Podrá el punto de vista parecer estrecho y cerrado, podrá no comulgarse en los ideales del autor ni creer, aun dentro de la dirección regionalista, que esta haya de encaminarse por el sendero rigurosamente acotado que el autor le traza; pero todos, convencidos ó no, habrán de admirar la entereza con que lo traza yacota, y el caudal de doctrina que sirve de base y fundamento á la traza y acotación.

    Porque no es libro, á pesar de ser principalmente de crítica é historia de filósofos catalanes antiguos, obra de mera erudición y especulación. El autor persigue otro fin más trascendente. Propónese en el estudio del pensamiento catalán al través de la historia tanto y más que mostrar la existencia de este y caracterizarle y diferenciarle, buscar en esta caracterización y diferenciación la legitimidad del regionalismo, y probar que este debe huir de novedades y audacias de aprioristas, y ser la continuación de la interrumpida historia interna de la patria.

    Enhorabuena se deleiten poetas y artistas, dice el reverendo Torras, en la contemplación estética de lo pasado material. No por ello ha de volver Instituciones, formas sociales, costumbres, trajes, escuelas literarias ó artísticas, todo esto es deleznable y perecedero. Pero estas formas esternas, fenómenos de exteriorización histórica, tienen una sustancia interna, un spiritus intus que no caduca ni perece. Este spiritus intus es el que el autor indaga y encomia. Esta la tradición que el quiere hacer revivir, una tradición que, según frase del reverendo Torras, no es la vieja decrépita y arrugada que imaginan los artistas, sino poderosa matrona que de su propia savia se nutre y redivive, y con el jugo de sus pechos alimenta á los pueblos que á su regazo se acogen.

    Para el reverendo Torras la tradición catalana es la religiosa, la católica, y más concretamente todavía en el orden humano y científico, la tradición tomística.

    Afilíase el reverendo Torras á esa pléyade de escritores eclesiásticos que ha hecho surgir la voz de León XIII, y que siguiendo la huella del actual Pontífice, tratan de crear, ó reavivar por lo menos, una literatura, una historia, una ciencia, hasta una política, en el sentido más elevado de la palabra, que sin dejar de ser profunda y sustancialmente católicas seamolden, sin embargo, á las tendencias espansivas de la época actual y atraigan otra vez, al seno de la Iglesia por un lado las multitudes y por otro las inteligencias. Fructífera ó no la empresa, se recordará siempre como una de las tentativas más nobles y elevadas de la Iglesia y como uno de los episodios más simpáticos de la historia religiosa en el presente siglo.

    Tan de lleno entra el Rdo. Torras en la dirección iniciada por el sabio León XIII que en la autoridad de este se apoyapara defender la tesis de su regionalismo. En la encíclica Libertas establece el Pontífice como base y raíz de la libertad política y civil el robustecimiento de la vida municipal, base y raíz á la vez para el Rdo. Torras, como para la gran mayoría de los regionalistas, del régimen por estos patrocinado. Y en ello sigue León XIII, conforme viene á recordar el Rdo. Torras, la tradición tomística. En esta fue á metodizarse y constituir cuerpo de doctrina científica toda la doctrina aplicada é histórica de la Edad media. De Santo Tomás es aquel texto fundamental de las creencias regionalistas:

    porque amamos más á los que están unidos con nosotros por la identidad de origen, el hábito del trato y otras concordancias por el estilo que á los que solo lo están por el vínculo de la asociación humana.

    Y el Rdo.Torras no vacila en afirmar que

    es indudable que en la doctrina tomística se encuentra la sustancia del régimen regionalista, en cuanto es la armonía entre la unidad y la multiplicidad; la unidad, porque el Santo Doctor quiere un poder gerárquico superior que presida, y la multiplicidad porque desea diferentes principantes secundum virtutem, los cuales sean escogidos entre el pueblo.

    Toda esta sección del libro, que forma la primera cuarta parte de este, va enderezada á exponer el que el autor denomina valor ético del Regionalismo catalán, esto es, su justificación en el orden de la moral social y política. No constituye un tratado científico y sistemático del regionalismo, pendant del que desde los bancos de la izquierda desarrolló Almirall en su notable estudio sobre Lo catalanisme. Hay, con todo, los puntos de vista fundamentales de la doctrina, apuntados al pasar en una serie de capítulos en que se van estudiando los diversas órdenes en que han de operar la tendencia y la propaganda regionalistas, y los frutos de bendición que en cada uno de dichos órdenes produciría su fomento.

    Hasta aquí la parte propiamente doctrinal del libro. Viene luego la parte crítica, de la cual es aquella tan solo á manera de introducción ó prólogo. Esa parte crítica es la realmente digna de ponderación. Estudia el autor en 500 páginas y pico — y aun resultan pocas — el que denomina valor racional de la tradición catalana, para lo cual expone, analiza y juzga las fases culminantes del pensamiento catalán en la historia de las ideas. Resumiré mi impresión acerca de este estudio diciendo que en algunos de sus capítulos recuerda por la penetración y el caudal erudito de la análisis á Menendez Pelayo. No es artista y exegeta á la vez, como este; no tiene su arranque literario, ni estudia con el corazón y la cabeza como el maestro santanderino. Cíñese adredes á la consideración del pensamiento, al estudio del que llamé antes spiritus intus. Pero en el escudriñar de este ahonda y sabe desentrañar los rasgos culminantes y reproducir la fisonomía interna.

    ¿Existió, como afirma el Rdo. Torras,un pensamiento, una tradición intelectual catalana?

    Claro que no, si por ello se entiende una creación hecha de una pieza, una idea madre inicial, propia, en la cual hayan venido labrando luego de siglo en siglo sucesivas series de pensadores, y creando un cuerpo de doctrina característico y diferencial. Sería harta ambición pretender esto. Pero es innegable que las condiciones peculiares de nuestro temperamento intelectual hubieron de producir una que pudiera llamarse modalidad regional en el desarrollo del pensamiento.

    ¿Es esta modalidad suficientemente característica y enérgica para que la corriente por ella enderezada y encauzada se destaque y singularice y no se confunda su cauce en la perspectiva de la historia general del pensamiento, con el ancho surco que la masa de aquel va abriendo?

    El libro del Rdo. Torras no deja bien contestada la pregunta más que una vez. Ramón Llull funda realmente una escuela, escuela que trasciende y dura al través de los siglos con vida genuina. Pero aun la contestación es deficiente, para ser completa hubiérase requerido no concretarse á la exposición del pensamiento del poeta-filósofo mallorquín, y á algunas notas incidentales acerca de su influencia posterior. Hubiera debido entrar de lleno en la historia de la escuela luliana, de sus luchas y victorias y derrotas, condenada cuasi por herética en ocasiones por el inquisidor Eymerich, ensalzada en otras hasta la beatifición en la persona de su fundador y símbolo.

    Esta lucha se entrevé incidentalmente más no se vé. Oyese tal cual detonación suelta, más no el fragor del combate. Y cuenta que la historia de esta lucha hubiera podido y debido entrar en el plan general del autor, porque tal vez daba pie á que nos esplicase el antagonismo doctrinal y aun político-social que existió en Cataluña, entre las órdenes dominicana y franciscana. De este antagonismo hay notas sueltas, tiradas al pasar, en el libro del Rdo. Torras, que demandan una ampliación.

    Este es el inconveniente del libro. Sabe á poco apesar de sus 500 páginas de historia crítica. Sabe á poco porque la materia es interesante. Sabe á poco porque acá y acullá se abren perspectivas que excitan el apetito intelectual del lector sin satisfacérselo mas que á medias.

    Para la historia del pensamiento sucesivo de un grupo social cualquiera, tan y mas importante que la de sus grandes atletas lo es la del montón de medianías. La ola que sube y destaca la línea de su cresta tiene su estribo y aguante en la masa de agua que detrás de ella esconde su ondulante curva. Los grupos pequeños del grupo general sienten y muestran, más todavía que los pensadores escepcionales y de alto y propio vuelo, las influencias pequeñas del medio científico y social en que viven y se han formado, de las cuales se alejan á un aletazo de su genio las inteligencias que traen un impulso inicial propio y prepotente.

    Así, en el libro de que tratamos, obsérvanse los esfuerzos, no siempre triunfantes, que ha de hacer su autor para sujetar á escritores por ejemplo, como Ramón Llull y como Luís Vives, al común denominador del pensamiento regional. A cada paso se le escurren por entre las mallas de su crítica cerrada, y echan á volar sueltos y sin ataduras por los espacios de la individualidad independiente. Tan es así que, exagerando y acaricaturando su libro, cupiera á veces decir que demuestra en varias ocasiones precisamente lo contrario á lo que el autor se propone, pues queriendo justificar la existencia de un pensamiento nacional lo que consigue, mas que otra cosa, es demostrar que hemos tenido cuatro ó cinco grandes hombres de la inteligencia que se han creado un pensamiento propio é independiente. Faros luminosos que con luz no prestada brillan en el cielo nuboso de nuestra historia intelectual.