Al mediodía … se produjo un suceso en el puerto, que por sus desdichadas derivaciones reviste los caracteres de una verdadera catástrofe.
Una de las golondrinas que prestan servicio de viajeros dentro del puerto, trasladándoles de unos muelles a otros, fué abordada por uno de los vaporcitos de la Compañía Arrendataria de Tabacos, tan violentamente, que la hizo hundirse en pocos segundos.
Entre los pasajeros figuraban muchas mujeres y niños, lo que motivó el que la confusión fuese mayor y más angustiosa la ansiedad de cuantos presenciaron lo ocurrido.
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El siniestro, según algunos testigos presenciales [sic], se produjo en la siguiente forma:
Estaban en la dársena el vapor Canalejas, y a su lado la golondrina número 2, de la viuda de Anglada. Navegando a una marcha, al parecer excesiva, venía en dirección contraria el vapor número 1, de la Compañía Arrendataria, el cual, al virar el Canalejas, se encontró a una distancia de pocos metros con la golondrina. Aunque dió marcha atrás, no pudo evitar el abordaje. La proa del vapor quedó empotrada en el costado de la golondrina, pero como el vapor siguió haciendo marcha atrás, al separarse la golondrina, se hundió en pocos segundos.
Después de recogidos los náufragos, desde el vapor Infanta Isabel de Borbón intentaron levantar la golondrina, pasando algunos cables por debajo del toldo; pero se rompió éste, y el barco se fué al fondo.
El casco esta quilla arriba, y aunque se cree que debajo hay 10 ó 12 cadáveres, nada puede afirmarse por el momento.
La dotación de la golondrina se salvó, en contra de lo que se decía ayer tarde.
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Entre los episodios de que se tiene noticia, se recuerda el de un perro del Infanta Isabel, que se arrojó al agua detrás de los marineros, y logró salvar cogido por la ropa, a un niño de pocos meses.
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