Guido Janello inicia el enlace aéreo Barcelona-Palma con un viaje de ida y vuelta en un hidroavión SIAI S.9

A las cuatro y treinta y dos minutos se recibió aviso de que estaba a la vista el hidroavión que salió esta mañana para Palma. En efecto, seis minutos más tarde pasó por encima del muelle de Barcelona, y a las cuatro y cuarente minutos tomó agua felizmente.

Empleó en el viaje de regreso de Palma a Barcelona, una hora y cuarente y nueve minutos, recibiendo, al descender, una entusiasta ovación.

Los pasajeros han dado detalles del viaje y han entregado ejemplares de varios periódicos de los que esta mañana se han publicado en Palma de Mallorca. También han traido un periódico publicado en las primeras horas de la tarde y en el que se relata la llegada a Palma del hidroavión.

Comentarios

2 respuestas a «Guido Janello inicia el enlace aéreo Barcelona-Palma con un viaje de ida y vuelta en un hidroavión SIAI S.9»

  1. Avatar de Alberto Pernales
    Alberto Pernales

    [ref3545] (1920/03/26) lo relaciona con el ambiente político … y de todo:

    Amb s’hidroavión va vení
    En Janello s’italiá
    y lo que varem xerrá
    vos ho diré amb mallorqui
    perque heu entenguéu mes clá.
    ***
    – ¡Hola Guido!¡Mascle Ros!
    ¿Que ja no estás desterrat?
    – P’en March vatj essé indultat.
    – Y has consentit deixarmós?
    – Pens amb voltros sens descáns.
    – ¿Cuant tornes per Barcelona?
    – Trob que sa vida no dóna
    y heyá massa catalans.
    – Ca homo si tot canvia.
    ¿O ses bombas ta fan pó?
    – Si no es p’en Weyler y jo
    lok-out encare hey hauría.
    [etc]

    Un sitio desaparecido:

    Al enlace aéreo entre Barcelona y Palma de Mallorca le corresponde el «honor» de ser al mismo tiempo uno de los primeros y uno de los últimos que se establecerían en España durante el período anterior a 1936, cuando se produce el inicio de la Guerra Civil con el consiguiente colapso del tráfico aéreo.

    En efecto, tras los intentos frustrados de Jorge Loring, Director entonces de Talleres Hereter S.A. de establecer una línea regular mediante el enlace aéreo entre Barcelona y Palma de Mallorca en 1920 (pese al extraordinario éxito que tuvieron los vuelos experimentales realizados con hidroaviones Savoia S-9 en los meses de Marzo y Abril, pilotados por Guido Janello y Umberto Guarnieri respectivamente, y cuya frustración se debió básicamente a dificultades de carácter burocrático y administrativo), en 1921, habiendo desaparecido Talleres Hereter S.A. como consecuencia de una situación de quiebra técnica, se constituye en Palma de Mallorca la compañía Aero Marítima Mallorquina con la intención de tomar el testigo dejado por Hereter y establecer el mencionado anlace aéreo. Para ello, el Director General de la compañía, José Tous Ferrer, contratará como Jefe de Pilotos al catalán Manuel Colomer, que se había instalado en Mallorca donde se dedicaba a realizar vuelos de exhibición y bautismos del aire. Colomer se trasladará a Italia y, en Junio de 1921, regresa a Palma trayendo en vuelo directo desde Sesto Calende, en el Lago Maggiore cerca de Milán, un hidroavión Savoia S-16, que será bautizado con el nombre de la mayor de las Baleares: «Mallorca» y con el que se pretende poner en marcha la línea. No obstante, los problemas con que se encuentra España en el verano de 1921 (Desastre de Annual y sublevación generalizada en el Protectorado de Marruecos) dilatarán la autorización del establecimiento del enlace aeropostal entre Barcelona y Palma de Mallorca, pese a que el oportuno concurso público ya había sido convocado. Finalmente, el concurso se resolverá y se adjudicará a la compañía Aero Marítima Mallorquina la explotación de la línea aeropostal Barcelona-Palma de Mallorca, con una subvención estatal de seis pesetas por kilómetro volado.

    Inmediatamente, los hombres de la Aero Marítima Mallorquina viajarán al extranjero (Gran Bretaña, Francia e Italia) con el fin de adquirir material volante y contratar pilotos, ya que la inmensa mayoría de los pilotos españoles de hidroavión se hallaban comprometidos con el Ejército. Finalmente se decidirá la compra de tres hidroaviones Macchi M-18, similares, aunque en versión desarmada, a los que habían sido adquiridos por la recientemente creada Aeronáutica Naval Española y que, por lo tanto, podían ser mantenidos y reparados en los talleres de ésta en Barcelona y un Savoia S-16, similar al bautizado «Mallorca». Al mismo tiempo, en unos talleres de Palma de Mallorca se construía un séptimo hidroavión, el bautizado «Ramón Llull», que era una copia del Savoia S-16 con algunas modificaciones decididas por Manuel Colomer. Cuando se recibieron en Palma, los Macchi M-18 fueron bautizados con los nombres de «Ibiza», «Menorca» y «Barcelona», mientras que el segundo Savoia S-16 era bautizado con el nombre de «Palma». Al mismo tiempo se habían contratado pilotos italianos, como Passaleva, Spada, Tizzi y Bosco y al único español disponible, Angel Orté, que acababa de obtener el Italia su título de piloto de hidroavión.

    El 20 de Marzo de 1922 tuvo lugar en vuelo inaugural, pero como no se había realizado la preceptiva revisión de los hidroaviones, por parte de los Ingenieros del Ministerio de Fomento, el hidroavión Macchi M-18 «Ibiza», pilotado por Manuel Colomer, quedó detenido y precintado a su llegada a Barcelona hasta que, días después, realizada la oportuna inspección, se dió la autorización definitiva. El 8 de Abril se reiniciaron los vuelos de la compañía. Para ese día se habían programado dos vuelos: por una parte, Colomer y Tizzi, pilotando el Macchi M-18 «Ibiza», tenían que regresar a Palma desde Barcelona, donde se hallaban bloqueados desde el 20 de marzo; simultáneamente, el Macchi M-18 «Barcelona», pilotado por Passaleva, con Alejandro Duró como mecánico, saldría de Palma de Mallorca en dirección a Barcelona. Ambos pilotos salieron de sus respectivas hidroescalas a la hora prevista; pero, mientras Passaleva llegó a Barcelona sin novedad hora y media después de su salida ocurrida a las 15:00 horas, de Colomer y Tizzi, que habían despegado desde Barcelona a las 13:45 horas no se tenían noticias. El Macchi M-18 «Ibiza» con sus tripulantes había desaparecido en el mar. La operación de búsqueda, en la que participaron todos los hidroaviones y pilotos de la compañía, así como numerosas embarcaciones y buques de la marina de guerra no dio resultado, aunque, al día siguiente, se recibieron noticias desde Barcelona relativas a que el falucho «Margarita Taberner», en ruta desde Vinaroz a Barcelona había encontrado los restos destrozados del hidroavión y, agarrado a ellos, a Cesare Tizzi, pero Manuel Colomer había desaparecido sin dejar rastro. De las declaraciones posteriores de Tizzi parece deducirse que el avión sufrió una avería con parada de motor, cuando volaba a unos 1.000 metros de altura a unas 11 millas mar adentro, tras haber despegado del puerto de Barcelona. Colomer, que era quien pilotaba, fue incapaz de hacerse con el control del hidroavión, que entró en barrena y se estrelló contra la superficie del agua. Aunque, en principio, ambos se agarraron a los restos flotantes del aparato, Colomer debió perder el conocimiento y hundirse en las profundidades del mar. Nunca se recuperaron sus restos. Además, a este trágico golpe para la compañía Aero Marítima Mallorquina se sumó el que, como consecuencia del accidente del «Ibiza», la Dirección General de Comunicaciones ordenó que se suspendieran todos los vuelos hasta que no pudiera garantizarse la seguridad de los mismos.

  2. […] proyecto, Talleres Hereter compra en Italia un Savoia S-9 y contrata los servicios de los pilotos Guido Janello y Umberto Guarnieri. Según la Memoria de Obras del Puerto de Barcelona de 1.922, leemos: […]

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