El 1 de abril de 1908, tres semanas después de comenzar las obras de la reforma interior, se fundaba la Sociedad de Atracción de Forasteros (SAF). Como indicaba el artículo primero de sus estatutos, el objeto de la sociedad constituía lo que su mismo nombre expresaba. La junta directiva de la SAF estaba presidida por el alcalde Sanllehy y en ella se encontraban algunos dirigentes de la Lliga Regionalista como Puig i Cadafalch, Duran i Ventosa, Prat de la Riba y Francesc Cambó. De hecho, la idea surgió desde la Lliga, que en 1907 había impulsado la creación en el ayuntamiento de la Comisión de Atracción de Forasteros y Turistas (CAFT) que, en palabras de Barjau, su objetivo era “dotar a la ciutat d’una imatge de marca identificable, de manera que els turistes potencials (en especial estrangers d’alt poder adquisitiu) se sentissin atrats per aquesta destinació”. La difusión de la actividad de la SAF, tanto práctica como ideológica, puede seguirse a través de sus publicaciones, entre las que destaca la revista Barcelona Atracción. El contenido de sus artículos representaba, por lo tanto, la imagen que de la ciudad se quería transmitir y, además de ser una fuente directa para estudiar la Barcelona de la época, no sólo reflejaba los deseos de la burguesía local de situar a la ciudad entre las principales capitales mediterráneas, sino que enumeraban directamente lo que le faltaba, o incluso lo que le sobraba, para conseguirlo.
La relación entre turismo y monumentos se encuentra implícita en el propio origen del término, el cual deriva del grand-tour aristocrático del siglo XVIII, en el que ingleses y franceses visitaban las principales ruinas clásicas europeas como culminación a su formación intelectual. El llamado «turismo cultural» ha sido, pues, la primera forma de turismo moderno conocido ―elitista y de alto poder adquisitivo― surgido en Europa como consecuencia de la consolidación de la sociedad burguesa en la segunda mitad del siglo XIX. Se contrapone al turismo democratizado de sol y playa que, aunque en la actualidad sea mayoritario, es un fenómeno reciente, propiciado por la sociedad de consumo desarrollada después de la Segunda Guerra Mundial. Por lo tanto, poseer un centro histórico monumental se planteaba como una condición indispensable para aspirar a formar parte de la lista de ciudades visitables. Pero si el turismo se desarrollaba en los lugares donde la historia monumental se había conservado, tanto en Estados Unidos como en Europa comprendieron que incluso sería posible fabricar esa monumentalidad que atraía al visitante.
En este sentido, pocos meses después de fundarse la SAF, Gonzalo Arnús publicaba Barcelona Cosmopolita. Era un libro de 70 páginas sobre la “conveniencia de atraer forasteros a Barcelona y explotar aquí el turismo internacional”, y sobre las medidas que los gestores de la ciudad deberían adoptar para conseguirlo. Si la industria turística aumenta “el riego monetario de la población (…), basta que una localidad se distinga simplemente para que pueda optar al ejercicio de ella”. Distinguir la ciudad significaba que, vista desde fuera, sea mejor valorada que el resto de ciudades que optaban por alcanzar la misma condición. Implicaba, pues, promocionar a Barcelona con el fin de introducirla en el mercado de ciudades mediterráneas que competían y siguen compitiendo por atraer los flujos de capital que el turismo genera.
En 1908 Barcelona no contaba con una imagen reconocible internacionalmente, por lo que construirla fue uno de los principales objetivos de la SAF. De esta manera, ese mismo año se convocó un concurso de cartel para anunciar a la ciudad como estación turística invernal, época sobre la que Arnús aspiraba a “que se nos reserve en el carnet del gran mundo internacional”. En aquella ocasión, un sector de la prensa local comprendió que más allá de la realidad de la ciudad, se trataba de una estrategia publicitaria que acababa de comenzar, y como el concurso quedó desértico opinaban: “se’n ha trobat un cartell que presenti dignament Barcelona als extrangers. Es que costa representar una mentida. (…) Lo que’s necessita pera atreure als milionaris es lo que no tenim: ó un prestigi històric ó una hospitalitat luxosa y alegra”. Palou i Rubio también ha estudiado esta característica de la promoción turística de la ciudad, en donde la construcción de un imaginario capaz de captar la atención del visitante, en realidad escondía la realidad social de la mayoría de la población.
En turismo, la historia debe ser representada en imágenes y, por lo tanto, el prestigio histórico se concretiza en monumentos. De los lugares institucionalizados en donde se conserva la historia, los turistas no visitan archivos, sino que visitan museos. Y para atraer a las personas que viajan por “afán de ilustración”, Arnús aconsejaba a las autoridades locales: “la antigua Barcelona, que bajo el punto de vista arqueológico vale mucho más de lo que generalmente se cree, contiene no pocas bellezas, las cuales gozarían sin duda de gran fama si fueran más conocidas y estuvieran mejor presentadas”. Hacía falta, pues, poner en valor a los principales monumentos de la ciudad si se pretendía dotarla de prestigio histórico y de reconocimiento internacional. De cara al exterior, en los artículos que la SAF publicaba para presentar a los turistas las ventajas que encontrarían al visitar la ciudad, se afirmaba, sin embargo, que “Barcelona es un inmenso museo”.
Enric Prat de la Riba (5) Enric Prat de la Riba i Sarrà (Castelltersol, 29 de noviembre de 1870 - Castelltersol, 1 de agosto de 1917) fue un político y escritor español, de pensamiento catalanista.
Francisco Cambó (13) Francesc Cambó y Batlle (Verges, 2 de septiembre de 1876-Buenos Aires, 30 de abril de 1947) fue un político y abogado español, de ideología conservadora y catalanista.
Josep Puig i Cadafalch (3) Josep Puig i Cadafalch (Mataró, Barcelona, 17 de octubre de 1867 - Barcelona, 23 de diciembre de 1956) fue un arquitecto español, uno de los más importantes del modernismo catalán.
Lliga Regionalista (21) La Liga Regionalista (en catalán: Lliga Regionalista) fue un partido político de ámbito catalán que tuvo una relativa importancia durante el período de la Restauración.
Lluís Duran i Ventosa (1) Lluís Duran i Ventosa (Barcelona, 14 de diciembre de 1870]] - 18 de diciembre de 1954) fue un político, abogado y periodista español, hijo de Manuel Duran i Bas y hermano de Raimon Duran i Ventosa.
Comentarios del compilador
[ref3901] es bueno: