Etiqueta: puertas de Barcelona

https://lh5.googleusercontent.com/-4NvZRuAhrbU/T8XMjYpSrRI/AAAAAAAA_Xk/rMx5365ARRw/s560/gate_of_barcelona.jpg //// //// Pinnock, Guide to Knowledge ////

  • La Jamancia: fracaso de la insurrección, el Gobierno espera que Barcelona se rinda

    La insurrección catalana sigue en decadencia lo mismo que cuando escribíamos nuestra última crónica: gran lección deben recibir en ello los revolucionarios, Barcelona bloqueada por las tropas leales, la patulea encerrada en la ciudad recibiendo los fuegos de Monjuich y la ciudadela: Atmeller sitiado en Gerona y á punto de rendirse al general Prim; Martell derrotado en Aragón, después de haber sido hostilizado por los pueblos donde intentaba penetrar: los rebeldes de Zaragoza bloqueados también dentro de sus muros, caidos de ánimo y escasos de medios de defensa: los revoltosos de Almería y de Granada sometidos aquellos por el temor, estos por la fuerza de las armas, y la rebelión de otras muchas ciudades ó impedidas á tiempo ó sofocadas y castigadas en el momento de estallar; tal es el estado que tiene hoy el levantamiento centralista. El cuadro de esta situación es pues algo mas halagüeño que lo fue en un principio; pero está muy lejos de ser satisfactorio. Cierto es que las fuerzas que proclaman en Cataluña á la junta central son inferiores en número y en recursos á las que defienden la causa del Gobierno; y la prueba es que siempre que han venido á las manos han salido vencedoras las últimas. Díganlo los campos de Besos y los pueblos de San Andrés, de Sabadell, de Mataró: díganlo las fortalezas de Gerona y de la ciudadela, díganlo en un las innumerables partidas sueltas de patulea que han sido desarmadas y presas por los somatenes del pais. La acción de Mataró fue empeñada, sangrienta: unos y otros pelearon con valor, con furia; los rebeldes emplearon en ella todo su esfuerzo; pero las tropas leales llevaron al cabo la mejor parte, no sin haber sufrido considerable pérdida. Acosado Atmeller por sus paisanos y burlado en sus esperanzas de sublevar el pais se encerró en Gerona donde los rebeldes comenzaban á desconfiar de su triumfo: Prim le cerca; asalta los fuertes que defendían la plaza, y le obliga á pedir un armisticia que él concede generoso, y cuyo resultado será necesariamente la rendición de la ciudad. Impacientes los rebeldes de Barcelona asaltan la ciudadela, aprovechando un momento en que suponían descuidada su defensa; pero ni uno tan solo logró subir á sus murallas, siendo rechazados todos, con un vivísimo fuego que dejó los fosos sembrados de cadáveres. ¿Qué mayor desengaño, apetecen los ilusos?

    El Gobierno se propone acabar con la insurrección economizando cuanto pueda la sangre de los insurrectos: para ello ha marchado una parte de las tropas al mando del bizarro general Prim sobre las fuerzas rebeldes que recorren la provincia con la esperanza de que las de Barcelona se rindan á discreción cuando dejen de aguardar extraños auxilios. Bloqueada entre tanto esta plaza ó incomodados sus detentadores por el fuego continuo que hacen sobre sus fuertes las baterías enemigas vánse agotando sus medios de defensa sin que les sea fácil reponerlos. Y como las partidas rebeldes no pueden medrar ni aun conservarse en las provincias que recorren por la activa persecución que sufren y la resistencia que hallan en los vecinos de los pueblos, y ni Gerona ni Zaragoza pueden aguantar largo tiempo el asedio, solamente ocurriendo nuevas insurrecciones ó defecciones de tropas podría prolongarse la ocupación de Barcelona por los rebeldes.

    Este plan es el mas humano, el mas generoso que podía imaginarse: distínguese mas por su lenidad que por su conveniencia. Nosotros nos congratulamos por ello, enemigos como somos del rigor innecesario contra los criminales políticos. Pero la prensa revolucionaria ha clamado contra él á grito herido y porque los sitiadores de Barcelona no consienten á los rebeldes levantar fortificaciones contra ellos, porque les destruyen las que edifican y los incomodan con sus fuegos, acusan al Gobierno de bombardear ciudades y de inconsecuentes á los que hoy le defienden y censuraron en otra ocasión los bombardeos mandados por Espartero. Este cargo merece respuesta , no tanto para convencer á sus autores, cuanto para que no pase como incontestado un hecho inexacto, y para esclarecer un punto digno de dilucidarse. Barcelona no ha sido bombardeada: tan atroces medios de gobierno no son propios de generales valientes y leales. Es cierto que las baterías de Monjuich y de la ciudadela dirigen sus fuegos contra los fuertes de los enemigos atacándolos con balas y granadas; pero entre esto y bombardear una ciudad hay mucha diferencia. Compárense sino los resultados del que los ayacuchos llaman ahora bombardeo, y dura por espacio de muchos dias, con el que se hizo por su orden en la misma plaza en noviembre último, y duró apenas doce horas: compárese con el que Van-Halen dispuso contra Sevilla por mandado de Espartero. Dos ó tres edificios solamente han padecido ahora según las exageradas relaciones de los diarios anarquistas, y en los dos bombardeos á que nos referimos mas de cuatrocientas casas quedaron enteramente arrasadas. Bombardear una plaza es obligarla á la sumisión destruyéndola: bloquearla y atacarla como lo hacen los sitiadores de Barcelona es privar á sus detentadores de los medios de conservarla, y forzarlos á abandonar su defensa: lo primeso es un acto de barbarie, lo segundo un acto de justicia: en el primer caso se castiga á una población pacífica por el delito de unos pocos rebeldes: en el segundo solo los criminales sufren las consecuencias de su delito. Nosotros reprobamos el bombardeo sobre todj cuando hay otros medios igualmente seguros de llenar su objeto; pero de aquí no se sigue que debemos santificar todas las insurrecciones tjue logran guarecerse detrás de unas murallas. Salgan en buen hora al campo raso los rebeldes que tienen en tanta estima á la capital del principado, ó cesen de hostilizar á las tropas de la ciudadela y de levantar obras de defensa contra ellas, y verán entonces como no corre la ciudad el menor riesgo ni en sus habitantes ni en sus edificios : verán entonces como llegado el «lia del ataque se rinden á discreción sin que recaiga su culpa sobre los inocentes. Barcelona recibe mas daño de los que se llaman sus defensores que de los leales que la-cercan: no es del Gobierno ni de las tropas de quienes puede temer su ruina, y debiera guardarse, sino de los furiosos que se llaman sus hijos, y amenazan públicamente con entregarla á las llamas antes que abrir sus puertas á los defensores de la Constitución y de la Reina. Léase sino el Constitucional de Barcelona, y se verá la manera que tienen los revolucionarios de entender el patriotismo.

  • La Jamancia: mucha fusilería, por fin carne, expropiaciones

    (Miércoles)

    Hoy á la madrugada ha salido la compañia de Buxó á hacer la descubierta, llamar la atención de las fuerzas de la línea á fin de franquear el paso á un pequeño rebaño que debia llegar hoy: en esta accion se le han pasado cuatro individuos de su compañia, que habian estado presos por ladrones y á quienes había dado la Junta libertad con tal que tomasen las armas en la compañía del citado Buxó, por ser naturales de su mismo pueblo.

    A las nueve de la mañana el fuerte Pio, Ciudalela y Monjuí han empezado á disparar balas rasas y granadas contra todos los fuertes de la plaza esparramando algunas por el casco de la ciudad. Este fuego de cañon no ha cesado hasta las seis de la tarde: el de fusilería contínua todavía. A las nueve y media de la noche la Ciudadela ha disparada cuatro tiros de metralla contra la línea del Rech; pero no por eso ha cesado el tiroteo. A las once de la noche la Ciudadela ha disparado otro cañonazo, y han cesado enteramente los tiros.

    Hoy han entrado por la parte de Sans 119 carneros. Habia algunos dias que los hospitales carecían de redaños para los enfermos y heridos: hoy han podido abastecerse de ellos.

    La Junta Suprema se ha apoderado de la caja del colegio de Medicina y Cirugia y ha estraido de ella unos 250,000 rs. vn.

    A las diez menos cuarto de la noche se dirigian á la puerta nueva unos cuantos zapadores con algunos carros cargados de tablones para arreglar las esplanadas de las baterías que están construyendo en aquel punto. La Ciudadela debió de observarlo ó de oir algun ruido por aquella parte, pues á las doce de la noche empezó á disparar contra dicha puerta metrallazos y balas rasas, hostilizando al propio tiempo la línea del Borne y otros puntos: este fuego ha durado hasta el amanecer del dia siguiente.

  • La Jamancia: mucha artillería

    (Domingo)

    Hoy á las cuatro y media de la madrugada ha salido de Barcelona una partida de unos 100 hombres entre salvaguardias de la libertad y voluntarios de la junta, capitaneada por D. Vicente Zulueta, y se ha dirigido hácia al pié de la montaña de Monjuí y Cruz cubierta con el objeto de sorprender á los de Berga y Sarriá que están apostados en aquel punto.

    Al amanecer se ha roto el fuego por ambas partes habiendo tenido unos y otros algunos heridos. Viendo los del castillo que los de la plaza no cedian les ha disparado algunas granadas. El fuerte de san Antonio ha hecho tambien algunos tiros de canon contra los del gobierno, y en seguida Monjuí ha empezado á disparar con mas ardor balas rasas y granadas contra las tropas y fuertes de la plaza y contra la misma con daño de algunos de sus edificios. A las siete menos cuarto ha regresado la partida que salió por la madrugada con pérdida de cuatro salvaguardias de la libertad, que se pasaron á los del gobierno, y habiendo tenido tres muertos.

    A las 9 menos cuarto al pasar por la carretera el relevo que iba al fuerte Pio el vocal de la junta D. Antonio Rius y Rosell, que se hallaba á la sazon en el fuerte de la Puerta nueva, ha mandado cargar de metralla un obus y dispararlo contra la partida que iba á dicho relevo. Apenas lo vieron los del fuerte Pio y Ciudadela, empezaron á disparar balas rasas contra dicha puerta, no sin causar detrimentos de consideracion á las casas de las cercanías de san Pedro que miran al fuerte Pio. De aqui se ha seguido que todos los fuertes del gobierno han estado hostilizando la ciudad y sus baterías con toda clase de proyectiles, hasta las seis de la tarde en que ha cesado del todo el cañoneo. Durante este fuego se han dirigido muchísimos tiros á la fundicion que hay cerca la casa de March de Reus en la rambla.

    Entre todos los fuertes del gobierno se han disparado hoy 1351 proyectiles, entre las cuales ha habido alguna que otra bomba.

    A las once menos cuarto de la noche la Ciudadela ha disparado cinco cañonazos con metralla á las barricadas de la línea del Borne.

    Hoy se ha publicado la siguiente orden del gobierno (1).

    [
    (1) A consecuencia de lo dispuesto por la Excma. Junta Suprema de esta provincia, todos los cuerpos de M. N. de esta plaza inclusos el de Artilleria y Zapadores nombrarán diariamente una comision compuesta de un oficial, un sargento, un cabo y un individuo que deberán constituirse en la puerta de S. Antonio, y calificarán según las instrucciones que reciban las personas á quienes debe permitirse ó negarse la entrada ó salida por la misma, á cuyo un nombrará el primer batallon un oficial, el segundo un sargento, el tercero un cabo y el cuarto un individuo y asi sucesivamente los demas batallones por su orden respectivo, debiendo ausiliarles para cuanto se les ofrezca la guardia de la citada puerta de S. Antonio.

    Art. 2.° Per resolución de la misma Junta se previene á los comandantes de los batallones de M. N. de toda arma, Francos y partidas sueltas pongan á disposición del Sr. comandante del presidio peninsular al reo fugado de él, Jaime Monserrat, caso que hubiese tomado plaza en alguno de los suyos respectivos negándosela si se presentase á solicitarla en lo sucesivo.

    Art. 3.° Se previene asimismo á todos los comandantes de la guarnicion de toda arma que habiéndose notado un abuso en la estraccion de utensilios de la provision de esta plaza, que en lo sucesivo saquen de ella solo el preciso número de los que necesiten, en la inteligencia de que son responsables de los que sus cuerpos ó batallones hayan estraido.

    Art. 4.° Habiéndose advertido de que los individuos que se hallan de guardia en los distintos puntos del recinto dejan estos, replegándose hácia las baterías inmediatas cuando alguna de ellas hace disparos, sin duda creyendose hacer un beneficio á los de las mismas, debo prevenir que lejos de poder prestarles en esto un servicio les perjudican, por cuyo motivo los comandantes de guardia de aquellos por ningún
    pretesto permitirán el que los suyos lo verifiquen, ni que en los que haya baterías se entorpezcan los de un arma á otra, de cuyo cumplimiento haré responsable á dichos comandantes.

    Lo que se hace saber en la órden de este dia para inteligencia de los cuerpos y su puntual cumplimiento.—E. G. Villavicencio.

  • La Jamancia: mucha fusilería, poca carne, música para los líderes centralistas

    (Martes)

    Esta madrugada han entrado 52 carneros. A las 5 y ½ de la mañana, ha empezado en toda la línea de la ciudad un fuego muy vivo de fusilería.

    A las seis la Ciudadela ha roto el fuego de cañon, contra el baluarte del Medio dia y batería de S. Sebastian, y han contestado con disparos contra aquel fuerte y el de D. Carlos. En seguida las baterías de S. Antonio, Puerta del Angel, Junqueras, Rebellin de S. Pedro y Puerta nueva, han empezado á molestar con sus disparos el fuerte Pio, Ciudadela, y los pueblos de Sans y Gracia, en cuyo punto causaron algunas desgracias en edificios y personas, obligando á la mayoría de los refugiados y habitantes en aquel barrio, á retirarse á las colinas inmediatas donde permanecieron acampadas casi todo el dia. Este fuego tan horroroso como mortífero, ha durado hasta las doce y cuarto en que ha cesado del todo. A la una y media ha vuelto á renovarse con igual encarnizamiento, y ha durado hasta las cinco y media de la tarde.

    Esta mañana en medio del estruendo del cañoneo que tenia consternado á los habitantes de esta ciudad, una música de regimiento ha ido á felicitar á D. Rafael Degollada, presidente de la Junta suprema, y á D. Rafael Ferrater vocal de la de armamento y defensa por ser hoy sus dias. Esta tarde según se dice una muger ha entregado a un centinela abalizada de los centralistas un oficio para la Junta que aseguran ser del general Sanz. Son las once de la noche y no se oye ningun tiro de fusil. Según el vigia de la torre de la Catedral los fuertes han disparado en este dia 1,744 balas y 1,390 granadas, que ascienden juntas á 3,234 proyectiles. Véanse en la nota el oficio de que acabamos de hablar junto con la contestación dada por la Junta suprema (1).

    La Junta suprema á fin de precaver las desgracias que pudiesen sobrevenir á los que transitan por las calles durante los fuegos de los fuertes, ha publicado con esta fecha el decreto que puede leerse mas abajo (2).

    [
    (1) Ejército de Cataluña. Al pueblo Barcelonés. Desde el amanecer de hoy las baterías de los infames bajo cuyo yugo gime la desgraciada Barcelona, están haciendo fuego contra esta poblacion con proyectiles sólidos y huecos, teniendo quelamentar ya varias desgracias entre estos habitantes y daños en varios edificios.

    No es posible que yo tolere semejante infraccion de todos los derechos; y en este concepto, prevengo á los leales y honrados habitantes de Barcelona, que si en el término de media hora después de recibida esta comunicacion, no cesa el fuego contra los pueblos indefensos de Gracia, Sans, Clot, etc. me veré en la dolorosa precision de arrojar bombas sobre la Ciudad, baterías y obras, hasta que cesen de hostilizar á los mencionados puntos, cualquiera que sea el resultado; cuya medida tendrá egecucion, siempre que lo repitan.

    Cuartel general de Gracia 24 octubre de 1843.==El teniente general y en gefe del ejército.==LAUREANO SANZ.

    EXCMO. SEÑOR.
    Con impavidez y sangre fria ha visto esta Junta la ridícula amenaza que hace V. E. á este heróico vecindario, de arrojar bombas en el centro de la poblacion, caso que no cese el fuego de cañon, dirijido desde nuestros fuertes sobre los puntos que ocupan las tropas de su mando. Como si los Barceloneses se espantasen de esta medida estrema, se les pretende intimidar con ella, cuando hace dias, y hoy particularmeute, han llovido bombas sobre sus derruidos edificios, bombas que han servido y sirven para enardecer los entusiastas corazones de los libres. Caigan bombas á millares, señor D. Laureano Sanz; desplómense los mas bellos monumentos de arquitectura, que son la admiracion de la culta Europa ; perezcan, si asi lo quieren los absolutistas que mandan fuera de los muros, ancianos, mugeres y niños: húndase el firmamento, y desaparezca, si es menester, la rica capital del antiguo principado, la madre de la industria española; no por eso aflojará nuestra bravura, no por eso se ahogará el santo grito de Junta Central, que lanzan estos valientes, aun en los momentos de despedirse para siempre de su cara patria, cuando están exhalando su postrimer aliento. Ejecútese, pues ó mas bien continúe ejecutándose esa atroz medida, que todos los gobiernos del mundo condenan como impolítica y que se complace en practicar V. E. y nosotros
    diremos: Sálvese la libertad auuque no quede uno solo para contarlo. En último resullado también tenemos acordado un medio espantoso de destruccion, que asombrará al mundo, y que nos es indiferente que principie hoy ó dentro de una semana ó un año.

    Ya ve V. E. que los barceloneses son mas amantes de su reputacion y de su gloria , que de su propia ecsistencia, y que no hay fuerzas sobre la tierra, que les hagan aflojar de su propósito en un negocio, que no lo han de decidir las puntas de las bayonetas, ni el estruendo de los cañones, sino la fuerza irresistible de la opinión pública, que es el principal apoyo ó mas bien el único sosten de nuestra causa.

    De todo lo acaecido, y de lo que sucesivamente acaezca, V. E. es el único responsable ante Dios y los hombres; las victimas que inutilmente se sacrifican en uno y otro partido, V. E. solo las causa; y algun dia le exigirá la sociedad estrecha
    cuenta de su inmoral y bárbara conducta, toda vez que esta plaza no hace mas que contestar, y siempre cansada de sufrir, los fuegos de artillería que se le dirigen, ya contra las personas, ya sobre los edificios. Abra V. E. su corazon aun á sus mayores amigos; y manifiésteles sin rubor, si es ó no cierto que su conciencia lanza gritos de horror y de indignación contra su inícuo modo de proceder.

    Barcelona 24 de octubre de 1845.—El presidente, Rafael Degollada.—El vocal secretario, José de Caralt.—Excmo. Sr. D. Laureano Sanz, teniente general del ejército.

    (2) JUNTA SUPREMA PROVISIONAL DE LA PROVINCIA DE BARCELONA.

    A fin de precaver los funestos resultados que pudieran sobrevenir por estar muchas casas cerradas, cuando se disparan sobre la ciudad bombas o granadas desde los fuertes enemigos, esta Junta decreta:
    Art. 1.° Todas las puertas de las escaleras de las casas y las tiendas habitadas estarán abiertas durante el dia.
    Art. 2.° Desde el momento en que los fuertes enemigos principien á arrojar sobre la plaza proyectiles de cualquier clase se abrirá igualmente las puertas, aunque sea de noche, y no se cerrarán en toda ella hasta que hayan cesado los fuegos.
    Art. 3.° Los que contravinieren á los artículos precedentes, pagarán por sí ó por medio de sus encargados, la multa de 100 duros, ó sufrirán en su defecto un mes de reclusion en Atarazanas con destino á las obras de fortificacion, y sin perjuicio de que se franqueen las puertas de sus casas.
    Art. 4.° La fuerza armada de esta guarnicion, dirijida por los señores gefes ú oficiales, queda autorizada para llevar á cabo esta medida, y conducir presos á los contraventores á disposicion de esta Junta.
    Barcelona 24 de octubre de 1843.
    El presidente, Rafael Degollada.—Vocales.—Vicente Soler.—Agustin Reverter.—Antonio Benavent.—Miguel Tort.—Tomás María de Quintana.—José de Caralt.—Vicente Zulueta.—Tomás Fábregas.—Antonio Rins y Rosell, vocal secretario.
    ]

  • La Jamancia: ejecución por deserción, fusilería, hambre

    (Sábado)

    Hoy a las doce menos cuarto ha sido pasado por las armas el salvaguardia de la libertad que desertaba el día 26.

    A las 2 y cuarto se les ha antojado á los artilleros de la batería de la Puerta nueva, disparar dos granadas contra una partida de tropa que pasaba por las inmediaciones del fuerte Pio; pero este y la Ciudadela les han contestado disparando contra dicha batería y rebellin de san Pedro, mas de cuarenta tiros entre granadas y balas.

    Hace tres dias que se carece absolutamente de carne (1).

    [
    (1) Hoy se ha publicado la siguiente orden del gobierno.
    Art. 1.° De órden de la Excma. Junta Suprema volverá á encargarse del gobierno del Baluarte del Medio-dia el teniente de caballeria D. Miguel Tarazona, cesando en este destino el teniente de M. N. D. Segismundo Campos que lo desempeñaba interinamente, al cual por disposicion tambien de S. E. se le reconocerá por Gobernador de los fuertes de la Aduana, Palacio, Lonja, casa Xifré, bateria de San Sebastían y puerta del Mar, quedando encargado de autorizar las obras de fortificacion de dichos puntos y del Baluarte de Medio-dia.
    Art. 2.° Debiendo verse y fallarse en consejo de guerra la causa formada contra el comandante de cuerpos francos D. Juan Castells los tres comandantes 4.° y 5.° de M. N. nombrarán cada uno un capitán que asistirá como vocal al referido consejo que se verificará mañana á las diez de ella. Todos los Sres. Oficiales y cadetes francos de servicio asistirán á la lectura del proceso según ordenanza.
    Art. 3.° Todos los Sres. gefes de los cuerpos de toda arma que ocupan esta plaza se servirán disponer tengan los suyos respectivos ejercicios doctrinales do 4 á 5 de la tarde.
    Todo lo que so previene en la órden de este dia para su mas exacto cumplimiento.—El gobernador—Villavicencio.
    ]

  • La Jamancia: hambre, fusilería, decoraciones militares

    (miércoles).

    Hoy á las 9 menos cuarto de la mañana han empezado la ciudadela y fuerte de D. Carlos á disparar contra el baluarte del mediodía y bateria de san Sebastian. Monjuí tambien ha hecho algunos disparos contra Atarazanas y la Ciudad, y el fuerte pio y la Ciudadela contra el rebellin de san Pedro y Puerta nueva. El fuego aunque lento ha durado todo el dia.

    A las diez de la noche el fuerte de D. Carlos ha disparado cuatro cañonazos con bala al baluarte del mediodia. Tampoco hoy ha entrado ganado de ninguna especie.

    La Junta Suprema ha publicado con esta fecha un decreto concediendo la cruz llamada de hierro á los que se han pronunciado desde el 1.° de Setiembre de este año, y han contribuido á la defensa de la bandera de Junta Central (1).

    (1) JUNTA SUPREMA PROVISIONAL DE LA PROVINCIA DE BARCELONA.
    Deseando esta Junta remunerar debidamente los inmensos sacrificios que han prestado, y los gravisimos compromisos que han arrostrado los valientes del ejercito, Milicianos nacionales y de cuerpos Francos, desde que nuestros enemigos pusieron un riguroso sitio a esta Ciudad, decreta:

    ARTICULO. 1.° Se concede una cruz laureada, denominada de Hierro, cuyo modelo se ha presentado á la aprobación por la seccion de guerra, á todos los patriotas que desde el dia 1.° de setiembre de este año se pronunciaron á favor de la bandera de Junta Central, y han permanecido dentro del recinto de esta plaza con las armas en la mano, ó contribuyendo de otro cualquier modo á la defensa de nuestra justa causa.

    Art. 2.° La cruz concedida en el articulo antecedente tendrá en el anverso la inscripcion: Barcelona agradecida: y en reverso: á los sitiados en el bombardeo de 1845; y la llevaran los agraciados, pendiente de una cinta encarnada en el pecho, y los concejales del Excmo. Ayuntamiento que han permanecido en esta Ciudad, y Autoridades todas colgada del cuello.

    Art. 3.° Todas las personas comprendidas en este decreto, podrán ademas usar de la placa de distinción igual á la cruz, con la inscripcion del anverso y del reverso.

    Barcelona 8 de noviembre de 1843.
    El presidente Rafael Degollada.— Vicente Soler.—José Masanet.—Agustin Reverter.—Antonio Benavent.—Miguel Tort.—Tomas Maria du Quintana.—José de Caralt.—Vicente Zulueta.—Tomas Fábregas.—Antonio Rius y Rosoll, vocal secretario.

  • La Jamancia: empieza la reconstrucción

    El capitan general ha espedido hoy otro bando sobre la devolucion de los efectos de vestuario, equipo, y monturas pertenecientes al Ejército (1 [not OCRed]).

    Tambien ha publicado otro ordenando la presentacion en el fuerte de Atarazanas de los individuos de cuerpos francos, soldados y presidiarios que habian empuñado las armas en favor de la Junta Central (2 [not OCRed]).

    El Ayuntamiento Constitucional de cuya creacion hablamos en el diario de ayer, ha publicado tambien con esta fecha la alocucion que en la nota (3 [not OCRed]) se traslada, digna bajo todos conceptos de ser leida y conservada por las sabias máximas que en ella se consignan.

    Don Gregorio Villavicencio se ha despedido hoy dentro el buque se halla á bordo, de los nacionales de Barcelona con el siguiente escrito (4 [not OCRed]).

    Esta mañana he recorrido toda la línea de los centralistas empezando por el fuerte de san Pedro, y siguiendo por el paseo de S. Juan, calle del rech condal hasta la pescaderia y pasando en seguida á visitar el Jardin del general, lavadero nuevo, matadero, baluarte del medio dia, muralla nueva del mar, plaza de san Sebastian etc., y confieso que me han dejado atónito tanto las fuertes barricadas que hay en todo este espacio, como las muchas desgracias que se notan en los edificios del mismo.

    En primer lugar la casa mas próxima al peso de la leña, está medio arruinada. Las inmediatas, aunque no han sufrido tanto se ven acribilladas de balas y cascos de granada disparadas desde la ciudadela, y fuerte pio. De la pared que circunbala el mismo peso de la leña ha venido al suelo cuasi la mitad. La puerta nueva está intransitable. El Jardin del general ha sufrido tambien muchísimo y la mayor parte de los árboles del paseo que hay desde el pié del Jardin hasta el pié de la misma Ciudadela, están ó acribilladas de metralla ó derribados por el suelo. Tambien ha venido abajo el lavadero, parte de la pescaderia, y del matadero. Las casas inmediatas están echadas á perder.

    El baluarte del medio dia puede decirse que no ofrece mas que un monton de ruinas, y de los edificios que hay detras del mismo, el de Gorgas casi ha venido todo al suelo y los demás están muy mal parados particularmente en sus frontis. La casa X¡fré, la de la señora Martorell, y el frontis de la casa Lonja, que mira á la manzana de las casas del citado Xifré han sufrido descalabros de consideracion. Ademas de estas desgracias son infinitas las que han causado las granadas y demas proyectiles en el interior de los edificios en otros varios puntos de la poblacion.

    En cuanto a las baterias, barricadas y parapetos que ocupaban los centralistas, los principales son:

    En la muralla de tierra, frente al huerto de san Pedro habia una cortadura de unos veinte palmos de profundidad, y detrás de ella una bateria con dos obuses que miraban á la Ciudadela.

    Detras de la misma pared del peso de la leña habia otra pieza de artillería que no llegó á hacer fuego y que apuntaba tambien al mismo fuerte.

    Al pié de la muralla al lado de la puerta nueva se alzaba tambien una barricada hecha de vigas y precedida tambien de un foso de unos diez palmos de profundidad. La puerta nueva estaba defendida por dos piezas de grueso calibre y dos morteros, y desde ella hasta la calle del mismo nombre habia una zanja que servia de camino cubierto para pasar á dicha puerta sin ser ofendidos por los de la cindadela.

    Todas las calles que miran á la muralla de tierra y á la misma puerta estaban defendidas con barricadas hechas de vigas y piedras y precedidas todas de un profundo foso.

    En el molino de la sal ó sea el cuartel de caballeria de san Agustin se veia una barricada de piedras construida á modo de tambor y seguida de otra barricada. A la primera la precedia un foso y á la segunda le servia de tal la asequia del rech que descubrieron al intento.

    La boca calle de los asabonadors estaba tapada con otro tambor de piedras con foso. La mayor parte de las casas situadas en el mismo rech estaban todas tapiadas por la parte de adentro, en particular las puertas y ventanas que miran al paseo de san Juan. El puente llamado den Viromba ó del borne y todas las calles que desembocan en el paseo de san Juan estaban guarnecidas de tambores con fosos, detras de los cuales corria la asequia del rech condal descubierta y detras de ella se alzaban otras dos barricadas de piedra precedidas tambien de fosos. Todos estos parapetos y los que se enumerarán estaban guarnecidos de aspilleras. Todas las calles inmediatas á dichos puntos y la del rech condal están casi todas desempedradas.

    La entrada de la pescaderia por la parte de la Aduana está obstruida por una gran barricada de vigas y piedras de unos ocho palmos de grueso precedidas de un ancho foso. Lo mismo estaban las calles de detrás del matadero. Desde el ángulo del real palacio que mira á la Cindadela basta la calle por donde se entra al baluarte del mediodia, había una cortadura de unos diez ó doce palmos de profundidad por la cual se pasaba á dicho baluarte sin que los de la ciudadela pudiesen molestarles.

    La puerta del mar estaba también aparédada; y todas las calles que desembocan á la plaza de palacio y á los encantes están asi mismo obstruidas con fuertes barricadas precedidas todas de fosos.

    Al pié de la muralla del mar se veia una cortadura muy profunda que servia para pasar desde la plaza de san Sebastian á las casas de la manzana Xifré sin ser vistos ni molestados por los de Monjuí y la Ciudadela. A los estremos de esta cortadura formaron una bateria que es la que hemos llamado de san Sebastian, compuesta de piezas de artilleria de grueso calibre, y dos obuses mayores. En toda la calle Ancha no hay ninguna barricada. En la de Trenta claus hay dos: al extremo de esta
    calle al pié de la muralla de tierra habia un mortero y un obús. Tambien en la calle del conde del Asalto á unas 150 varas antes de llegar á la muralla hay un cañon de á ocho defendido por una barricada con un foso.

    A demas de las diferentes piezas de artilleria de todas clases y calibres que guarnecen la muralla, hay dentro de la plaza de la Constitución, dos obuses, dos cañones de á ocho, y cuatro morteros de los cuales el uno mira á la Ciudadela, otro a la Barceloneta, y los dos restantes á Gracia.

    Además de las barricadas y parapetos que acabamos de enumerar habia muchos otros esparcidos por la Ciudad; pero donde eran mas fuertes y numerosas era en el centro de la misma, en las calles de los Gigantes, bajada de S. Miguel, calle de la Ciudad, de la Esperanza, de Basea , de la Plateria, extremo de la Boria, Tapineria, de la Inquisicion, bajada de la Canonja, y escaleras de la Catedral.

    En estas arrancaron las baldosas que sirven de escalones y formaron con ellas una muralla con aspilleras en el llano de la misma Catedral. Además habia una fuerte barricada con foso en la plaza Nueva, otra en la calle de los Baños esquina á la bajada de Sta. Eulalia, otra en el Call, y otra en final extremo de la calle de Fernando 7.° al pie de las casas nuevas de la Enseñanza, á donde habia un obus que miraba á la Rambla. Entre todos los fuertes, baterías de la ciudad, y barricadas, tenian los Centralistas 47 cañones de diferentes calibres, 11 morteros, 11 obuses de á nueve, y 11 de á siete; Total 80 piezas de artillería.

    A las dos de la tarde, hora en que se ha permitido la entrada y salida por las puertas de la ciudad, conforme al bando de que hablamos ayer, el Capitan general ha dado orden á los cuerpos de artilleria para que pasasen inmediatamente á recoger
    dichas piezas.

    Siguen apostados en la plaza del Teatro un escuadron de caballería y algunas compañías de infantería.

    Esta tarde, usando del permiso concedido por el Capitan general, han salido al campo y llegado hasta Gracia, muchos nacionales con sus uniformes y sables, habiendo cometido algunos desmanes é insultado á los expatriados que regresaban á la
    ciudad. Esta noche les hemos oido cantar en algunos puntos la cancion de la Paella, habiéndose reunido muchos de ellos en la plaza del Rey, donde hay la principal del séptimo batallon, habiendo dado vivas á la Junta Central. A poco rato se ha presentado allí el mismo general Sanz, seguido de alguna fuerza de infantería y caballería, habiendo capturado unos 30 ó 40 que fueron conducidos á la mañana siguiente á la Ciudadela.

    Véase la órden de la plaza de este dia (1 [not OCRed]).

    La Diputacion provincial interina instalada en Gracia en cuatro de octubre, con el titulo de Junta de Armamento y Defensa, dirige á los habitantes de la Provincia una corta alocucion felicitándoles por la terminacion de la revolucion de la Capital (2 [not OCRed]).

  • Inauguración de la nueva puerta de Isabel II

    Abrese la nueva puerta de Isabel II.

  • Cuaresma, 1848

    Tuvo en otro tiempo la cuaresma una fisonomía particular que bastaba á distinguirla del resto del año. A las locuras del carnaval sucedia el arrepentimiento, y este daba á todos un aire de compuncion muy análogo á la falta de diversiones públicas, y á la abundancia de ejercicios espirituales con que los hombres se preparaban para ajustar sus cuentas con Dios en el tribunal de la penitencia. Cerrados los teatros desde el miércoles de ceniza inclusive, pasábase la primera parte de la velada en alguna funcion de iglesia, y la restante en tal cual tertulia de familia, donde se divertian los jóvenes con los inocentes juegos de prendas ó con el de la lotería, cuyas puestas eran siempre de pocos maravedises. Dando acaso alguna mayor latitud á esos esparcimientos, reuníanse varios jóvenes, y convidando á las familias amigas daban una funcion de sombras chinescas ó de títeres llamados ninos, y á lo sumo, permitian las madres que en la velada de san José despues de los ninos se bailarán un par de contradanzas, sin mas música que el piano tocado bien ó mal por una de las señoritas contertulias. Desde mitad de la cuaresma gran parte de la poblacion comenzaba á entender en los preparativos para las procesiones de la semana santa, mas en toda la cuaresma no se hablaba una palabra de teatros, salvo sea el miércoles de la semana dicha en que se leían en los diarios y en las esquinas las listas de las compañías teatrales ajustadas para el próximo año cómico que comenzaba en el domingo de Pascua. En algunos años representábase en leatrillos secundarios y de aficionados el drama sacro titulado la Pasion de N. S. Jesucristo, espectáculo á que pocos acudían para divertirse, y muchos con un objeto piadoso cual á semejante representacion corresponde.

    Mas adelante continuaron los coliseos cerrados para los espectáculos estrictamente teatrales, pero se abrieron para los titereros, saltimbancos y jugadores de manos, lo cual era un término medio entre lo anterior y lo que vino luego. En efecto, pocos años habian pasado cuando el teatro desconoció la cuaresma, pues durante ella se representaron las mismas funciones que en el resto del año, sin mas escepcion que el miércoles de ceniza, los viernes y las semanas de pasion y santa. Tal es el estado en que se hallan hoy dia las costumbres, y no parece que lleven traza de mudarse para volver á la rígida observancia del período de penitencia. El público, por un sentimiento que él mismo no advierte, protesta de continuo contra los actuales usos, pues la concurrencia á los teatros es mucho mas escasa durante la cuaresma que un mes antes y un mes despues de ella; pero á despecho de esta protesta, la costumbre sigue, y es probable que los jóvenes que ya la encuentran establecida contribuyan á arraigarla. Antiguamente el baile público del martes de carnestolendas era el último, y terminaba á las 11 de la noche; hoy dura hasta la madrugada del miércoles, hay baile público en la noche del primer domingo de cuaresma, y algunas veces lo ha habido en el dia de S José. Todo esto ha hecho que la cuaresma pierda su fisonomía particular, pareciéndose por consiguiente á cualquiera otra época del año.

    En medio de esta variacion de las costumbres, consérvense intactas las prácticas religiosas, y el hombre devoto que quiere hacer de la cuaresma un tiempo de recogimiento y de compuncion, halla ocasiones en que entregarse á los ejercicios de piedad, que le disponen para recibir dignamente antes de la pascua el pan de la eucaristía. Crecido es el número de ejercicios espirituales á que son invitados los líeles durante la cuaresma, y tenemos por de todo punto imposible dar noticia entera de ellos, mucho mas cuando no todos los años son los mismos, y los hay que no tienen día fijo en la semana. Indicarémos aquellos que no estan sujetos á variacion, y para los demás remitimos al lector al Diario de avisos, que en el mismo dia ó con uno de anticipacion anuncia todas las funciones devotas.

    En todos los lunes de cuaresma, menos en el de quinquagésima, la congregacion de la Buena muerte celebra ejercicios, que consisten en lectura espiritual, varias preces, las letanías, oracion mental, pláticas devotas, sermon, otras preces, y algunos dias hay flagelacion.

    En todos los martes de cuaresma la Pia union de devotos de la imágen de Jesus crucificado dedica ejercicios espirituales en la iglesia de Ntra. Sra. de la Esperanza, en honra y gloria del Redentor. Se comienza la funcion á las 6 de la tarde. En los mismos dias se celebran en la parroquia de S. José ejercicios espirituales consagrar dos al Redentor en el paso del Ecce-homo. Se comienza á las 6 de la tarde. La congregacion de la Pasion celebra tambien ejercicios espirituales en los mismos dias y hora en la iglesia de Sta. Ana.

    En los jueves de cuaresma la congregacion del Santo Cristo de la agonía consagra ejercicios espirituales á Jesus crucificado. La funcion comienza á las 6 de la tarde.

    En todos los viernes de cuaresma hay funciones devotas en las iglesias del arcángel S. Miguel, de los santos Justo y Pastor, de S. Francisco de Paula y de la congregacion de Ntra. Sra. de los Dolores.

    En todos los domingos de cuaresma hay sermon en la Catedral durante la misa mayor.

    En todos los dias de la cuaresma escepto los festivos, y poco antes de las doce, discurren por las calles de la ciudad los monaguillos de las parroquias llamando con una campanilla á los feligreses, para que vayan á la iglesia en donde se enseña la doctrina cristiana. Como símbolo del objeto de la llamada, llevan en la mano una caña, quizás porque el cura instructor la usa para señalar los alumnos á quienes dirige las preguntas.

    Las procesiones de la semana santa que alcanzaron en Barcelona celebridad muy grande, fueron interrumpidas por varias causas en años pasados; restableciéronse en 1844, y siguen haciéndose y mejorando visiblemente. El lector hallará alguna cosa de ellas en el artículo del domingo de Ramos.

    No se ha perdido la costumbre de representar la pasion de N. S. Jesucristo, pues es raro que en este ó en aquel teatro de segundo orden no se ejecute, y por lo regular, con numerosa concurrencia de espectadores. La reinante costumbre de estar los teatros abiertos durante la cuaresma no ha hecho absolutamente desaparecer la antigua de sombras y ninos, los cuales si bien han degenerado, todavía son objeto de divertimiento para no pocas familias. Los ninos mas que las sombras han sabido sostenerse, y aun han tomado carácter mas alto, dando entrada al canto, y encargándose de representaciones de mas empeño que las que antes formaban su monótono repertorio.

    Como podria suceder que algunos de nuestros lectores no tuviese una idea clara de los ninos, funcion que entre las caseras es durante la cuaresma la que mas tenazmente lucha contra las innovaciones, oportuno nos parece alargar un poco este artículo, dando de este particular espectáculo una sucinta idea. Que del tiempo de Cervantes eran conocidos en España los ninos (que tanto vale como títeres ) no admite duda, pues en una venta dió maese Pedro una funcion de ellos delante de D. Quijote, funcion de la cual, por mas señas, salieron los muñecos descalabrados, y muy sangrada la bolsa del escudero Panza. Desde esta remota época han tenido altos y bajos, crecientes y menguantes, y pasando por todos esos períodos, y acaso por alguno de absoluto olvido, han llegado á nuestros tiempos, y hasta á avecindarse en Barcelona y escriturarse para la cuaresma, pues en el resto del año nada se sabe de ellos. Los ninos refugiados en chiribitiles ó espuestos acaso al público en la puerta de un hostal han tomado humos, adquirido importancia y establecídose en primeros pisos, ejecutando en estos sus representaciones en teatros cuya organizacion es un fac-simile de los teatros públicos. Hace las veces de empresa una sociedad de jóvenes que costean los gastos, hay sus correspondientes director de escena, maquinista, pintores, orquesta, y finalmente todo lo anejo á un teatro, sin faltar una mínima. En la parte material el teatrillo es una miniatura de los teatros: el palco escénico tiene unos siete palmos de ancho, y la elevacion correspondiente, el telon de boca por lo comun es copia del de algun teatro de la ciudad, y casi sucede otro tanto con las decoraciones, trages, muebles y demas aparato escénico. Los niños actores de estos teatros, son unos muñecos de un palmo de altos, fijos en dos reglas de madera que descansan sobre un grueso trozo de la misma materia provisto de ruedas, cuyo movimiento impulsa las reglas, á cada una de las cuales corresponde el pie del títere, que por este mecanismo anda y gesticula segun por debajo estiran, aflojan ó inclinan hácia esta ó la otra direccion los alambres que en los pies y manos tiene clavados. Hablan por ellos mozos imberbes que estan ocultos á la vista de los concurrentes, de modo que un papel está representado á un tiempo por dos actores, de carne y hueso el uno é inanimado el otro 5 lo cual viene á parodiar las representaciones teatrales de la antigua Roma, Para suplir la falta de actrices, harto frecuente, se encargan los papeles de muger á una muchacha de pocos años ó á un barbilindo de voz mugeril: la de unos y otros estensa y fuerte cual la de una persona, forma desagradable contraste con la figura de los títeres; y sin embargo el titerismo no ha sabido por ahora hallar remedio á inverosimilitud de tanto bulto.

    En estos teatros se representa todo, se canta y se baila. Desde la produccion mas sublime del genio hasta el sainete mas ridículo y chocarrero, desde el aria de mas empeño y travesura hasta la pieza mas sencilla, vulgar y monótona, todo tiene cabida en esa escena. En ella se perdonan aina los defectos y la osadía de presentar en local tan diminuto obras colosales, en gracia del donaire de los menudos actores. Por imperdonable renuncio se tendría que siendo tales teatros una exacta copia de los de veras, se echase de menos en ellos cosa alguna de las que se ven en estos: en los reputados como de primer órden se representa, si nó una funcion completa de grande espectáculo, una comedia con intermedio de canto y un sainete bilingüe zurcido por algun jóven de la sociedad ninera que de poeta se jacta.

    El baile es la parte menos variada de los espectáculos que ofrece la escena titerera, en atencion á ser imposible que cuerpecitos sin alma y tiesos como un huso se dobleguen á las actitudes y á los pasos que solo es dable tomar y hacer á un cuerpo viviente. Penetrados de esto los ninistas se concretan á los saltos en la maroma.

    La concurrencia en estos teatros se compone de las familias de los socios, y de los amigos de estos: la sala es por lo comun mas reducida de lo que conviene al número de los espectadores; y á fin de que quepan mas de los que cómodamente podrían, se colocan bancos arrimados unos á otros, ó sillas atadas entre si para que no se pierda una pulgada de terreno. Una araña colgada del centro del techo, y mas de una si lo exige la importancia del teatro, iluminan la sala en que estan las personas apretadas como sardinas en barril, cosa molesta para unos, y muy sabrosa para los mozalbetes, que merced á la estrechez del lugar, estan mas cerca de las rapazuelas á quienes es práctica inconcusa hacer la corte.

    Llegada á su término la cuaresma, los teatros de ninos se cierran, y los actores duermen como marmotas, hasta que al estruendo del carnaval del año inmediato, dispiertan alegres, se reunen, renuevan el ajuste y viven y divierten hasta la pascua venidera.

  • Viernes Santo, 1848

    Apenas se abren las iglesias empiezan á visitar estaciones la gente madrugadora, el menestral, el jornalero y el eclesiástico. Mas adelantada la hora discurren por las calles gentes de todas clases, categorías y condiciones, con el mismo objeto. A las 10 de la mañana todos dan fondo en alguna parroquia ó iglesia de su devocion, para asistir á los divinos oficios.

    Concluyen estos al mediodía, y entonces el mozalvete despues de haberse peinado en uno de esos que llaman salones, y contoneándose por esas calles, se dirige á la Catedral, á la Trinidad, á la Merced, por ejemplo, para ver las gentes que salen de la iglesia. Hay aquello de atusarse el pelo, ponerse el sombrero cuidadosamente para no desbaratar las perfumadas guedejas, y pararse formando corrillo para ver pasar á las bellas devotas, que ya arreglándose la mantilla, ya ahuecándose el vestido, ya retorciendo los rizos entre los dedos, saludan á este ó al de mas allá, con mas o menos dulzura segun las relaciones que median, separándose por un momento para verse poco despues en la Rambla, si no sopla ese viento que reina en este pais en la estacion presente.

    En la Rambla se reune todo lo que no ha podido verse sino en detall durante las 24 horas anteriores. Uniformes salen en esta festividad que no ven la luz en todo el año; asi es que algunos hay por el corte del año 1827 en que se estrenaron. Sin embargo de algunos años á esta parte va disminuyendo el número de ellos, pero en su lugar va creciendo el de cruces, de modo que no parece sino que volvemos al miliario, y que se organiza una nueva cruzada.

    Son las 3, y las gentes han dejado el paseo. La sopa está en la mesa. El barcelonés antiguo no olvida la costumbre de sus padres, y en esta comida exige el arroz con leche. Este es manjar de rúbrica en el viernes santo. En otro tiempo tampoco dejaba de ir á la Catedral por la tarde para ver deshacer el monumento que se levantaba á los pies de la iglesia. No sabemos si el buen gusto ó la economía ha arrinconado aquel churrigueresco templete que tan mal se avenia con la grandiosidad arquitectónica de la iglesia; pero nos felicitamos, porque el altar mayor muestra en estos dias su bello y primoroso trabajo, y presenta un aspecto tan magnífico como digno de la gravedad de la fiesta. Nada importa que no vuelva á parecer el antiguo monumento.

    Desde las 12 hasta las 3 de la tarde, la congregacion de la Pasion y muerte de N.S. Jesucristo establecida en la colegiata de santa Ana celebra la funcion de las tres horas que el Redentor estuvo pendiente en la cruz, funcion que se llama vulgarmente de las siete palabras. Despues de esta hora se canta en algunas iglesias el Stabat mater, y se obsequia con algunas otras devociones á la Virgen santísima en su soledad. En los periódicos hallará el devoto los anuncios de estas funciones.

    Al anochecer sale de la iglesia de Ntra. Sra. de la Merced la procesion que celebra la real é ilustre cofradía de Ntra. Sra. de la Soledad. Vista la procesion de ayer, ninguna novedad ofrece la de hoy, sino la diferencia de los pasos. La congregacion que asiste es la de la Buena muerte. El crucifijo está á cargo de los Sres. nobles casados; Ntra. Sra. de la Piedad al del colegio de corredores de cambios y el Santo sepulcro al del monte pio del mismo. En este paso habia antiguamente gran lujo. Ntra. Sra. de la Soledad á cargo de los Sres. nobles solteros: era privilegio de los nobles que asistian con vesta el ceñir daga en el costado izquierdo.

    Antes de concluir este artículo no podemos menos de prevenirte, querido lector, que durante la tarde se ha permitido la entrada por la puerta nueva á los corderos que se han de sacrificar para el dia de Pascua á la gastronomía barcelonesa. Te hacemos esta prevencion por si quieres gozar de tan cuco espectáculo, que á fe de quien somos, es divertidísimo.

  • Sábado Santo, 1848

    Sábado Santo.

    En este dia termina la cuaresma y comienza la Pascua, y por esto es un dia que participa de ambas cosas. Tiene de cuaresma el ayuno y la comida de viernes: tiene de Pascua el toque de aleluya que indica el comienzo de esa gran festividad de la Iglesia. En la misa mayor de la Catedral se canta el Gloria in excelsis Deo, y entonces se echan las campanas á vuelo, hacen otro tanto las parroquias, contestan á cañonazos los fuertes y la plaza, responden con la misma voz atronadora los buques de guerra anclados en el puerto los cuales izan al mismo tiempo el pabellon nacional, gritan los muchachos por las calles, insubordínanse los niños en las escuelas transformando en inarmónica gritería el forzado silencio que observaban, golpean el ayunque herreros y cerrajeros, muévese un estruendo infernal en las tiendas de caldereros, á las de campaneros acuden los chiquillos de la vecindad para tocar cuantas campanas y cencerros hay en ellas, algunos carpinteros dan con el martillo sobre el banco ó en una tabla, y en tiempos pasados, en que el oir un tiro no alarmaba á nadie porque nadie temia que pudiera dirigirse contra él, los cazadores subian al terrado y disparaban la escopeta. Todo ese ruido que dura pocos minutos anuncia la resurreccion del Señor verificada, como él mismo lo habia dicho, en el tercer dia despues de su muerte. Los judíos celebran esta fiesta en conmemoracion del paso del ángel esterminador que acabó con todos los primogénitos de los egipcios, y los cristianos la celebramos en memoria de la gloriosa resurreccion de nuestro Redentor. En este mismo dia se inciende en las iglesias con fuego nuevo el cirio pascual, como símbolo del Señor resucitado, cuyas cinco llagas estan figuradas por las cinco bolas de incienso que en el cirio se clavan.

    Los corderos que en la tarde anterior entraron por la puerta nueva, son sacados en este dia al paseo de la Esplanada para ser vendidos; lo cual hace que acuda allí la gente, y venga el mercado á remedar la feria de pavos del 21 de diciembre. Hasta hace pocos años el local destinado para la venta de los tales corderos era la calle entre la lonja y los arcos de los Encantes, llamada del Consulado. El cambio debe en gran parte á un artículo que insertó en el Diario de avisos de esta ciudad D. Luis Bordas, en el cual manifestó con oportunas razones que aquel lugar era poco á propósito para tal objeto.

    Como no todos los corderos se compran para que á costa de su vida celebren los hombres la Pascua, desde este dia se ven no pocos que van á pasear con los muchachos de alguna familia, y otros que crecen atados á la puerta de algunas tiendas. Todo esto sin embargo no es mas que engordar para morir, pues como en las casas hay poco lugar para conservarlos, lo ensucian todo, y es engorroso tener que procurarles yerba; van desapareciendo poco á poco en salidas al campo ó en fiestas de familia, porque sabida cosa es, que no hay fiesta de hombres que no cueste la vida á animales.

    En este dia suele venderse en varias carnicerías ternera tierna, cosa poco comun en Barcelona en donde no pocas veces se da por ternera, lo que no es sino buey cansado de arar ó de tirar una carreta.

    Las monas son en Barcelona asunto muy serio. Llámase mona un roscon de harina mas ó menos escogida, huevos y azúcar, en cuyo roscon estan sepultados hasta un tercio de su espesor, tres, cuatro, seis y aun doce huevos enteritos y cocidos en el horno juntamente con el roscon. Cada padrino tiene obligacion de regalar una mona del tamaño que le place á su ahijado, y la costumbre quiere que á falta de padrino, suplan el tio, la tia, los padres ú otra persona, de tal modo que ningun muchacho varón ó hembra quede sin su correspondiente mona. Véndense las tales en puestos fijos de calles y plazas, y en las pastelerías y panaderías, entre las cuales, como en toda clase de confecciones, figura en primera línea la panadería de san Jaime.

  • Fiesta de San Isidro

    Ningun santo por encumbrado que fuese el lugar que ocupó en el mundo, cuenta con tantos clientes como el bendito san Isidro, y no sabemos si quizás serian los hombres mas felices si fuese mayor el número de esos clientes. Muy lejos nos llevaría el discurso, si dándole rienda suelta escribiéramos todo lo que nos iría dictando, y fuera necesario meternos en el resbaladizo terreno de la ilustracion, y pasearnos por el escabrosísimo de la política, en donde nos saldrian al paso los amigos de la agricultura y los defensores de la industria, y al fin y al cabo despues de tropezar y de resbalar y de andar á gatas, probablemente acabaríamos por rompernos la cabeza, y decir grandes y muchos disparates en concepto de unos, y verdades como el puño en opinion de otros. Recorran pues esos terrenos los que escriben ad hoc, como suele decirse en la moderna jerga, y hablen y desbarren, que todos lo hacemos, que es una bendicion de Dios.

    El Añalejo avisa hoy á los devotos de Barcelona para que acudan á la iglesia de san Pedro de las Puellas, en donde los hortelanos de las inmediaciones de la puerta nueva obsequian con una solemne misa á su patron san Isidro, y avisa tambien á los devotos del Pla, que los labradores de Sans, Sarriá, las Corts, san Gervasio, Gracia y otros pueblos obsequian asimismo al santo labrador con una buena funcion en la iglesia, y luego festejan á las doncellas y casadas con bailes de envelat y de salon, en donde ellas y ellos se divierten á mas y mejor, y nó tan candorosamente como se divertía san Isidro. Si este santo viene en dia de entre semana, los bailes suelen reservarse para el primer domingo, lo cual prueba que nuestros labradores son amigos del baile, pero nó tanto, que por él olviden el trabajo, lo cual es uno de los rasgos que hacen la apología de estas honradísimas gentes. Quiera san Isidro ser su intercesor para con Dios, á fin de que tengan tan buenas cosechas como merece su continuo y duro trabajo, el mas pesado y molesto de cuantos ejerce el hombre, y el que por desgracia queda muchas veces peor recompensado.

  • Fiestas del Santo Ángel de la Guarda; feria de granadas en la muralla de tierra

    La cofradía del Sto. Angel de la Guarda establecida en la capilla que existe encima de la puerta de la ciudad llamada por lo mismo del Angel, tributa solemnes cultos al santo, por ser el dia de su fiesta. Feria de granadas en la muralla de tierra junto á la referida capilla.

  • Inauguración y descripción del ferrocarril Barcelona-Mataró, primero en España

    Saliendo el viajero por la puerta de mar, tomará el ancho camino que se descubre hacia la izquierda. A corta distancia, á la derecha del propio camino, y cercano á la Barceloneta, encontrará la estacion del primer ferro-carril que se ha inaugurado en España, y por una empresa particular, á saber, el FERRO-CARRIL DE BARCELONA Á MATARÓ (nuevamente llamado del Este.)

    Entrase al paradero de la estacion por la puerta del centro de un edificio de bella aunque modesta apariencia. Despues de la primera pieza, que es la que sirve de entrada, se hallan los salones de descanso; uno de ellos, que está destinado para los pasageros que van en los coches de primera clase, es muy espacioso y está adornado con sencilla elegancia. Inmediato á este salon se halla una pieza destinada para locador de señoras.—Las puertas de los salones de descanso comunican á una especie de terraplen, desde donde se sube á los carruages.

    El dia 28 de octubre de 1848 quedó solemnemente inaugurado el primer ferro-carril de España, con lo que, Barcelona y Mataró se unieron para no ser ya mas que una sola poblacion, estrechando las relaciones que las unian, y hermanándose, por la linea de hierro que las sujeta, como dos buenas amigas para formar una de reciprocos intereses en provecho propio y en provecho comun.

    La ceremonia de la inauguracion tuvo lugar en el indicado terraplen, donde se descubria un pequeño altar con la imajen del crucificado. Ondeaban varias banderolas en cada una de las cuales estaban representados los escudos de armas de Barcelona y Mataro y las de todos los pueblos intermedios, á saber, Badalona, Mongat, Alella, Masnou, Vilasar y Premiá; animaba á la innumerable concurrencia, que asistia de todas partes, una brillante música que tocaba piezas escojidas; y acababa de dar mayor importancia á aquel sorprendente y grandioso acto la escojida comitiva que hubia sido particularmente invitada por los señores directores de la empresa, formándose de obispos, generales, comision del Ayuntamiento, Diputacion y Consejo de Provincia, majistrados, comisiones del cuerpo diplomático, y de varias corporaciones cientificas, politicas é industriales, del estado mayor y cuerpos facultativos del ejército y armada, con otras varias personas distinguidas, inclusos los primeros accionistas de la empresa.

    La bendicion se verificó por el prelado de la diocesis y el nuevo señor obispo de Puerto-Rico, Sr. Don Gil Esteve, en tres puntos diferentes: en el indicado terraplen de la estacion de Barcelona, en la estacion del Masnou, como centro del camino, y en la de Mataró. En él templo de esta ciudad entono despues el Ilmo. S. Obispo de Puerto-Rico un solemne Te-deum, que fué cantado por la capilla de música y los artistas de la compañia lirica de Mataró.

    Las cuatro locomotoras que la empresa tenia á su disposicion tenian por nombres, Cataluña, Barcelona, Besós y Mataró.

    Con relacion á tan venturoso acontecimiento, un periodico de esta ciudad se espresaba, el dia siguiente, en estos términos:

    «La ciencia, la voluntad, la actividad y el trabajo se reunieron para vencer obtáculos y dar cima á la grande empresa.—El público sabe la lucha de oposiciones con que ha tenido que lidiar el buen celo de las juntas directoras que han estado al frente de la misma, empleando la eficacia de prudentes, al par que enérgicos medios.—Mientras tal sucedia, recibianse ya las maquinas y aparatos y seguian los grandes trabajos de construccion; y como si se quisiese patentizar cuan impotente era la resistencia que se oponia á la realizacion de tan notables esfuerzos, una montaña abria sus reconditos senos, para facilitar paso á la linea que iba á establecerse.—Honor eterno a la referida empresa! honor eterno á los señores ingenieros ingleses Locke, Mackenzie, Robson y Nright que han secundado y puesto en planta los vastos proyectos de aquella!—Las sinceras felicitaciones que ayer recibieron son el testimonio mas elocuente de la gratitud que han escitado sus laboriosos afanes.»

  • Feria de Barcelona

    Dia famoso, dia en que se gasta on Barcelona muchísimo dinero, dia en que se prepara un atroz degüello, dia en que rabian muchos padres y maridos, y se rien abogados, procuradores, escribanos y otros que reciben en aguinaldo pavos y patos y volátiles de todos tamaños y categonian; dia en que se celebra feria en esta inclita ciudad de los condes, flor y nate de toda España por man que murmuren lenguas.

    A ver la feria de Barcelona, á gastar en ella y á vender para ella vienen á lo menos un tercio de los habitantes del pla, que no son por cierto los que menos brillo y alegría dan al dia de la tal feria. Si nos preguntaran en dónde y cuándo se celebró la primera feria, diríamos francamente que ni lo hemos averiguado ni pensamos averiguarlo; pero que las ferias son antiguas es indudable. Del tiempo de nuestro recuerdo y de un poco antes podemos asegurar que en las ferias se ha vendido, comprado, trocado y gitaneado, aunque nó en todas se han comprado, vendido, trocado y gitanado los mismos géneros. Es preciso pues tener conocimionto de tales diferencias para no ir algun dia á perder el tiempo á una feria en la cual no se venda ni se compre lo que uno trate de vender ó de comprar. En las Borjas de Urgel se venden muchísimos borricos, y la mayor parte de ellos rabones, de lo que se deja entender que es pais de burros pero nó de rabos, de donde cada uno puede á su sebor deducir lo que mas bien le parezca. En Verdú se venden en abundancia animales de pelo, quiere decir que es tierra de animales; y lo mismo sucede en Cervera, aunque hasta ahora haya podido parecer una anomalia la abundancia de animales en un pueblo donde ha habido Universidad regia y pontificia. En Figueras se venden animales de pelo y de lana; buena feria para la gente que come á dos carrillos, de quienes suele decirse que hacen á lana y á pelo. En el Arbós se venden sederías, muñecas, juguetes, y sobre todo esos serones que se acomodan sobre las albardas de los jumentos de los que van á ella. La feria de san Cugat del Vallés es reputada por la primera feria de cochinos; lo que prueba que el territorio es bueno para criar y engordar puercos; de lo cual podrán citarse ejemplares irrecusables. En Vich se encuentra ganadería, y estan abundantes los libros viejos, cuyo último género prueba que ó bien van á parar allá los libros viejos de otros puntos, ó que los actuales hijos de Vich se venden los libros de sus abuelos.

    De otras muchas ferias podríamos dar noticias, pero viniéndonos á la de la capital decimos: que si todos los catalanes supiesen lo que es la feria de Barcelona, á bandadas dejarian sus pueblos para venirse á ella. Ya se ve, en Barcelona todo es grande, todo es bueno, todo sorprendente, y no habia de ser menos la feria, de la cual en imposible dar una idea exacta. Pero á fin de que los que no pueden gozan de este grande espectáculo huelan á lo menos alguna cosa, les indicarémos los puntos capitales, que son como si dijéramos la mesa de este gran congreso.

    Desde la puerta nueva á la de san Antonio, desde la del mar hasta el portillo de Isabel II, Barcelona es una feria durante los cuatro dies que preceden al de Navidad, y en ella todo su vende, desde la alhaja de mas valor hasta al mas tosco cacharro. En primer luger verás, benévolo lector, las paredes esteriores de las tiendas cubiertas de toda clase de géneros y artefactos, mostrando en ello sus dueños mas prodigalidad y esmero que en el resto del año. Lo mismo puede llamarte la atencion la tienda de un calderero con sus sartas de braseros, peroles y esquilones, que el mostrador de una platería con sun sortijas, sus cadenillas y candelabros. Espectadores tienen la tienda de mantas y gorros colorados, como no le faltan á la de muselinas, batistas y merinos. En la plaza de santa María del mar se reproducen las ferias de la Concepcion y santa Lucía; y como en aquellos puestos de juguetes el chiquillo se hace ojos, en las tiendas del Call y Platerías se le hace la boca agua á la elegante que sale á lucir sus gracias en la feria. Los grupos colocados enfrente de las tiendas obstruyen el paso, y te pisará este, y te empujará el otro, y tropezerás con prójimos que llevan cebados pavos y capones que la gratitud de un favorecido ofrece á su bienhechor, ó la male fe de un usurero al cómplice en su peculado. Rabiarás mil vcces y lo echarás todo á la diabla otras tantas, y sin embargo con risueños ojos, si en que perteneces al sexo feo, dejarás el paso libre á la comitiva de payesas, entre la coal es fácil que te encuentres como por sorpresa. Qué hijo de Adan no se rinde ante esas donosas y desembarazadas lugareñas que produce el suelo á seis leguas á la redonde de Barcelona, bien luciendo su garbo arrebujadas en sendos pañolones, sin mas tocado que un pañuelito de seda, bien dejen ver su esbelto talle embrazando con donaire ligera cesta de mimbres? Ah! por desgracia desaparece entre el fárrago de modas de Paris el airoso trage de esas niñas. Vaniadlo en buen hora, pero no dejeis vuestra saya semicorta, ni la mantilla blanca, ni sobre todo vuestras chinelas.

    Deja, lector, las payesas, sube de punto tu catalejo, y fija la atencion en las jóvenos de buen tono que se dirigen al paseo, porque has de saber que las barcelonesas renuncian en el dia de hoy á su costumbre dominguera, y con ser dia de labor salen á solazarse. El paseo en dia de feria, cómo pasarlo por alto? cuenta pediríales Dios de haber desperdiciado semejante ocasion. El objeto de este paseo es la feria rústica que su halla establecida en la esplenada, á donde acuden dos mil pavos y pavas, gallos, capones, gallinas, pollos, ánades, patos y conejos, dos centenares de señoras, y cuatrocientos hombres, y todo anda allá revuelto por mas que sea muy distinto el objeto con que están allí todos esos vivientes. Unos estan para ser vendidos, poquísimos para comprar, muchísimos para ver y todas para ser vistas. Allí acude la elegancia, allí corren las niñas y las que no lo son al olor de los petimetres, y estos al ojeo de las niñas y de las otras: allí se gallean muchos que no pasan de pollos, y hasta las misman pollas gallean. Corred allá lectores nuestros, y veréis pavos y pavas y pollos y pollas y gallos y capones y otras cosas tan sabrosas por lo menos como las dichas.

    Podeis luego dirigiros á la rambla de los estudios y hallaréis la misma escena de pavas y pavos, pero echaréis menos las elegantes: y si pasais por las plazas de la Constitucion y del Angel veréis mil puestos donde se venden cosas que si no se comen sirven para comer, porque no parece sino que no se ha comido en todo el año y quiere la gente desquitarse, segun lo afanados que todos andan para buscer con que regalar el estómago. No hay para qué describir uno por uno los tales puestos. Loza en este, cucharas de palo en el otro, loza en el de mas allá, cacharros acullá, loza otra vez, cacerolas de hoja de lata, de nuevo loza, y loza aqui, y loza en el del lado, y casi todos los punton son de loza y cristalería, y casi todos sus dueños son valencianos que han improvisado una estantería y un mostrador con los cajones en que han conducido el géneno; y ¡oh miseria humana! los cacharros no tienen el honor de verse colocados en estantería, ni merecen ser vendidos siquiera en un simulacro de mostrador, sino que yacen esparcidos en el duro suelo ocupando un ancho espacio! Hé aqui, puedes esclamar, la plebe de la parte mas frágil del casero menage! Déjalos descansar, y líbrelos Dios de los perros transeuntes y de los pilletes.

    Llega la noche y no decae la animacion un solo punto, antes bien se iluminan las tiendas de géneros, y los puestos de las plazas, calles y Rambla, cada cual segun su posicion y circunstancias.

    En algunos salones hay bailes de payeses. La entrada es por convite.

    Las empreses de los teatros consultando el gusto de los forasteros y calculando sus provechos dan comedias y bailes de grande espectáculo, ú óperas cuya fama sea mas popular.

  • Inauguración del ferrocarril a Granollers, descripción de los trenes, la ruta, y el telégrafo eléctrico

    Junto á la Aduana, entre esta y la ciudadela, en el terreno que ocupaban los antiguos lavaderos del Ayuntamiento, se halla la estacion del Ferro Carril Del Norte, (seccion de Barcelona á Granollers), asi como su grandioso tinglado, que consiste en una ligera armazon de hierro y cubierto de cristales.

    Para hablar de su inauguracion, de los afanes de su empresa, de los trabajos, coste y demás que tiene relacion con la obra, prefiero copiar algunos trozos de un articulo que se publicó en el Diario de Barcelona del 24 de julio de 1854, (dos dias despues de la inauguracion) pues sus datos son tomados, parte de una estensa memoria que fué leida en la junta general de accionistas, suscrita por el señor presidente Don Miguel Clavé y por el señor secretario Don Joaquin Borrell y Vila, y parte estractados de los muchos que contiene la «Guia historica del viajero por el ferro-carril del Norte» curioso trabajo de D. C. C. y M.

    «En 17 de setiembre de 1851 quedó constituida la Sociedad anonima con todas las formalidades que la ley exije y con un capital social de 1.200,000 duros, y desde entonces la Junta de gobierno, ejerciendo libre y desembarazadamente las atenciones que le confieren los Estatutos, abarcó el grave y dificil cúmulo de atenciones inherentes á la construccion de un ferro-carril, consiguiendo la aprobacion de los planos y pasando á ocuparse de la medicion, justiprecio, exámen de titulos y otorgamiento de escrituras de las 207 propiedades particulares que atraviesa la linea.

    «Ocupándose también de los trabajos y obras que debian emprenderse, trataba de contratar con la debida anticipacion el crecido número de 33,105 traveseros de madera de roble de la mejor calidad, cuando, prévios los mas detenidos y satisfactorios informes, acordó la adopcion de los durmientes de hierro inventados en Inglaterra por M. Greaves, que consiste en dos conos de hierro que en su vértice ó parte superior llevan ya formado el suporte ó cojinete del rail; sistema ya acreditado por la esperiencia de satisfactorios ensayos.—Las consideraciones alegadas por la Empresa hicieron que se desestimase la pretension de los propietarios de los barrios de San Pedro acerca del punto que debia colocarse la estacion, permitiendose que esta se estableciese en el terreno que ocupaban los antiguos lavaderos del Ayuntamiento, entre la ciudadela y la Aduana, formándose el tinglado, que dentro breves dias empezará á levantarse, con una ligera armazon de hierro y cubierto de cristales, y pudiéndose abrir las puertas en la misma muralla.

    «Entro las muchas y complicadas dificultades con que tuvo que lucharse, merecen ser enumeradas el desocupo de los terrenos de la Ocata, que servian de almacenes de madera fuera la puerta de Mar; la variacion de cauce de la acequia de Bogatell; los obstáculos que oponian las rieras de Horta y San Andrés y la acequia Condal.—Animada la Junta del deseo de adoptar todo lo que ofreciese mejores condiciones de solidez y utilidad, decidió que los puentes de madera se substituyesen por otros tubulares de hierro, y acordó el que la vía fuese de la dimension de seis piés, contratándose todo el material fijo y movible.

    «Como hemos indicado, el número de espropiaciones asciende á 207, importando las 202 satisfechas, 127,682 duros, 676 milésimos, ascendiendo la cabida total de estos terrenos á 98 y media mojadas de tierra, entre las que van comprendidas las estaciones y talleres.—Los trabajos de esplanacion fueron naturalmente uno de los asuntos que ocuparon con mucho interés la atencion de la Junta.

    «Respecto á las obras de arte, constituyen tan importante ramo de este ferro-carril, las tageas, alcantarillas y sifones.—Los puentes para caminos vecinales, acueductos y viaductos y los de primer orden.—Las obras de encausamiento y defensa.—Las estaciones y los talleres.—Los puentes para caminos vecinales no han sido mas que dos, el de San Martin por debajo de la linea, y el de Montmaló por encima de la misma; y dos tambien del número de puentes-acueductos, que son los de las rieras de Horta y San Andrés.—Los puentes de primer orden son los de Ripollet que es de 11 ojos, recto, y de longitud 440 piés; el de Seca ó Santa Perpétua que es de 3 ojos, oblicuo, y de longitud 120 piés; el de Mollet de un ojo y de 56 piés; al de Parets de 9 ojos, oblicuo, y de 360 piés; y el del Congost ó Granollers de 6 ojos, oblicuo y de 522 piés. Estos puentes son magnificos, de solido, sencillo y elegante aspecto y de una forma desconocida hasta el dia en nuestro pais.—Como obras de encausamienlo y defensa han debido ser de grande importancia y cuantia tas que se han hecho en el Ripollet, el Besos y el Congost, para defender la linea de los embates de las aguas.

    «En cuanto al material fijo vienen comprendidas en esta calificacion los durmientes, cuyo coste total por una linea de veinte millas, con inclusion de las barras de union, planchas, clavijas, cuñas, etc. asciende á 66,347 duros, importando los fletes, seguros y demas gastos 21,133; los rails cuyo número, que asciende á 12,170 que componen una longitud de 79,446 varas ó sean 39,223 varas de via, equivalentes á 58,067 duros con mas 15,242 por razon de gastos; las agujas y cruceros, habiéndose escogido las agujas llamadas de Bames, premiadas en la Esposicion universal; las tablas ó plataformas giratorias, habiendo sido preferiítas las de esqueleto de Dun, formadas todas de madera y capaces para poder girar á un tiempo la locomotora y el tender, quedando todavia puesto sobrante para maniobrar con desahogo, y los traveseros, a paralos premiados tambien por la Esposicion, y que facilitan la composicion y descomposicion de los trenes. Estos últimos objetos puestos en la estacion importaron un capital de 14032 duros.

    «Como á material movible ó de esplotacion se comprenden los coches, los wagones y las locomotivas. Respecto á los coches, para evitar el inconveniente que ofrece el deterioro de las pinturas, se adoptó el que fuese de madera de teck de la India, poniéndose sumo cuidado en hacer resaltar la diferencia entre los de una y otra clase, sin echarse en olvido la comodidad del viajero. Cada carruage de tercera clase puede contener 52 pasajeros, que solo disfrutan de asientos de madera y que tienen á su disposicion uoas mamparas para ponerse á cubierto de la intemperie. Los de segunda clase están divididos en cuatro compartimientos, tienen cristales y ventiladores, asientos y respaldos rellenos y pueden contener 48 pasajeros; los de primera constan de tres separaciones, cada una de las cuales puede contener 8 pasajeros, con asientos y respaldos sumamente comodos que se sustituyen en verano por otros de rejilla. Tienen cristales, ventiladores, cortinas y persianas metálicas.—Todos los coches están provistos de lámparas y todos, sin distincion de clases, estan montados sobre el mismo sistema de muelles.

    «Los wagones han sido construidos en esta capital, á escepcion de los que sirvieron de modelo y los seis de hierro de Papente que tanta aceptacion han obtenido en Inglaterra. Las seis locomotoras fueron construidas por los Sres. Sharp de Manchester y ajustadas en Inglaterra por 59,904 duros.

    «Una estensa linea formada por veinte y cuatro coches de las tres clases indicadas,—y algunos de ellos que son mistos, esto es de 1.ª y 2.ª,— de varios wagones y de dos locomotoras adornadas con flores y con la bandera nacional, se hallaba establecida en la tarde del sábado frente la estacion de esta capital, empavesada tambien con banderas nacionales y estrangeras. Delante de una de las galerias se habia formado un pequeño estrado para las autoridades, levantándose en uno de sus lados el altar para la bendicion. Fueron invitadas para concurrir á este acto las autoridades eclesiásticas, civiles y militares, los individuos del Ayuntamiento y de muchas otras corporaciones y los señores accionistas. La ceremonia de la bendicion la celebró de pontifical y asistido por varios sacerdotes, nuestro distinguido paisano, el Excmo. é Ilmo, señor Obispo de Tarazona, D. D. Gil Esteve, que cuando era obispo electo de Puerto-Rico dió tambien con su respetable presencia mayor realce á la inauguracion del ferro-caril de Mataró. Terminada que fuera dicha ceremonia, y mientras la música del Ayuntamiento colocada en uno de los wagones tocaba himnos patrioticos, los convidados ocuparon los puestos que les estaban reservados y el tren partió velozmente en medio de un entusiasmo general.

    «Eran las tres y media de la tarde, y si bien se dejaba sentir un calor insoportable, un cielo sereno y despejado convidaba á gozar de tos variados paisages que recorre la misma via.

    «Pasado el glácis de la Ciudadela y hasta llegar á la misma estacion de Granollers, el viajero disfruta de pintorescas y amenas perspectivas recorriendo deliciosas enmarcas. Lame la nueva via el llamado Fuerte-Pio, y penetra en el territorio del Clot, poblacion contigua á la carretera de Vich, en la cual se hallan establecidos los vastos talleres del Camino de hierro del Norte. Ocupan estos diferentes cuerpos de edificio de solida construccion, destinados cada uno de ellos para diferentes usos, y si bien es notable su grandiosidad, debe de tenerse en cuenta la grande estension que la linea ocupará cuando esté terminada. En otra espaciosa estension de terreno, vénse ya los aprestos de la gran fundicion de mineral de hierro que vá á establecer en dicho sitio la sociedad de Font, Alexander y compañia; establecimiento que será para el pais un nuevo, manantial de riqueza.—Visita tambien el camino el territorio de San Martin de Provensals, poblacion que unida con la llamada del «Poble nou», contiene mas de 1000 casas diseminadas, con unas 3000 almas, abundante en productos agricolas y en fábricas de varias clases.

    «El tren hace su segunda parada ante un solido puente de piedra que pertenece ya á la demarcacion de Horta. Esta poblacion, que disfruta de buenas y escelentes aguas, tiene dos iglesias: la de S. Ginés, edificio gotico de una sola pieza, y la de S. Juan que consta de tres reducidas naves. Cuenta con hermosas casas de recreo, mereciendo ser citada en primer lugar la conocida por «El laberinto», propiedad del Sr. marqués de Alfarrás, y despues la de Inglada. Existen tambien los restos de un antiguo edificio llamado «el Fontanet» que en otro tiempo sirvió de casa de recreo al archiduque Cárlos de Austria.—La tercera estacion es la de S. Andrés de Palomar. Este pueblo que forma una dilatada calle á ambos lados de la carretera de Vich, tiene una iglesia de antiquisima fundacion, una nueva plaza y casa de Ayuntamiento. Cuéntanse en él mas de 1200 casas, 8 cafés, 2 teatros y algunos salones para baile. Aprovecha para la industria varios caudales de agua, tiene tambien fábricas de vapor, un crecido número de panaderias y 1375 fanegas de tierra de cultivo que producen trigo, cáñamo, maiz, legumbres, patatas, etc.

    «Despues de atravesar las risueñas alamedas del Besós, se saluda á Santa Coloma de Gramanet, pueblo de 600 almas situado á la márgen del rio, y divisanse á lo léjos, sobre elevada colina, las ruinas del célebre castillo de Moncada, arrebatado de los árabes por el Rey D. Jaime de Aragon; donado por dicho monarca á D. Pedro de Moncada. Mil tradiciones recuerdan la fama de este derruido edificio. Moncada, segun Madoz, fué poblada por Fr. Gualter, comendador del Temple, y sus pobladores, en número de 100, vinieron de Calatayud,—La fuente de hierro, cuyas saludables aguas disfrutan de tanía celebridad, fué costeada por el Ilmo. Sr. Obispo de Barcelona D. Gavino de Valladares.—En el dia existe al pié de la fuente un comodo edificio destinado para alojamiento de las personas que acuden á tomar las aguas.—La antiquisima Acequia Condal, de construccion romana, abastece de aguas á Barcelona, regando un vasto territorio. La primera piedra de la misma que hoy surte las fuentes de la capital fué colocada por el Sr. Marqués de Campo Sagrado. La iglesia de Moncada y Reixach es dedicada á Santa Engracia y existe desde 1381. En 1808 tuvo lugar en su demarcacion un reñido combate.

    «Frente la estacion de Moncada, que debe ser considerada como el centro de la linea, tuvo efecto la segunda ceremonia de la bendicion. En todas las estaciones que el tren de honor recorria se incorporaban á la comitiva los curas párrocos y Ayuntamientos de los respectivos pueblos; pero tan solo en Montmaló y Granollers se tocaron las campanas para saludar al prelado y en celebridad de la ceremonia que se estaba efectuando.—La música del Ayuntamiento continuo tocando durante todo el viaje.

    «En la fértil comarca del Vallés, en donde, en 17 de diciembre de 1808, tuvo lugar la desgraciada batalla en la que el general francés Saint-Cyr, al frente de 22.000 hombres, batió á las tropas del valiente español don Miguel de Vives, se encuentra la poblacion de Ripollet, que tiene unas 400 casas y que contiene un puente de hierro tubular de los de primera clase, construido por el ingeniero Mr. Stephenson, y despues los puentes nuevos de la riera Santiga y de la riera de Caldas de Monbuy y éntrase ya en territorio de Granollers.

    «Vénse en seguida las poblaciones de Mollet, de Parets de Montmaló y Palou.—Para atravesar la riera del Congost, se construyó el gran puente tubular de hierro y de obra fundida que es el mayor de la linea.—En Mollet hay iglesia parroquial dedicada á San Vicente, sobre 150 casas y 800 vecinos; en Parets, iglesia bajo, la invocacion de San Estevan, y unas 200 casas; en Montmaló 80 «asas é iglesia, dedicada a la Virgen: el párroco que la sirve es de nombramiento de la Abadesa de San Pedro. En Palou la iglesia de San Julian fué fundada en 1103 y tiene 480 almas de comunion.

    «La villa de Granollers, colocada en terreno quebrado con buena ventilacion y hermosas vistas, y desde cuyas al turas se divisa el curso del Ter, es poblacion agricola y fabril y cuenta mas de GOO casas, muchas de ellas de antigua construccion, distribuidas en seis plazas, siendo muy espaciosa la mayor, en la cual existe el antiguo porcho para la venta de granos, y 17 calles; 770 vecinos y unas 3,400 almas. La iglesia parroquial es gotica, teniendo dos devotas capillas dedicadas á Nuestra Señora de los Dolores y a la Virgen del Rosario.

    «Son notables en este templo algunos cuadros bastante deteriorados, un altar gótico, tambien muy mal conservado, y un púlpito antiquisimo y de delicada labor.

    «Tiene además abiertas para el culto las iglesias del Hospital, y las que fueron de los conventos de Minimos y Capuchinos, y seis pequeñas capillas en las cuales solo se celebra en determinados dias.— Los mercados que tienen lugar en los jueves de cada semana, son unas verdaderas ferias; no obstante, la villa celebra dos grandes ferias anuales, la una el martes de Pascua de Pentecostes y la otra el 29 de agosto. Existen alrededor de la villa los restos de la antigua fortificacion romana.—Es objeto de especial devocion la ermita de Nuestra Señora de Belluda.

    «Cruzan á Granollers varios caminos de rueda y de herradura que conducen á las vecinas poblaciones y obsérvanse aun en su recinto los honrosos vestigios de los incendios y devastaciones que sufriera en la gloriosa época de la guerra de la Independencia.

    «En cuanto se avistó en Granollers la llegada del tren, salió de la iglesia el Rdo. clero parroquial con cruz alta, ganfalones y las banderas de las cofradias, seguido del M. Ayuntamiento, precedido de sus porteros y presidido por el Sr. Juez del distrito. Iban delante de la procesion los gigantes de la villa, y los balcones de las calles del tránsito se hallaban adornados con damascos.—En la galeria de la estacion, que es muy estensa, y que se encuentra aun sin terminar, habia tambien el altar para la última ceremonia de la bendicion. Las músicas dela villa saludaron el arribo del tren.

    «Despues de la bendicion el acompañamiento pasó á la iglesia, en donde se entonó el «Te Deum» en accion de gracias, cantado por la capilla de música, y terminado que fuera el himno religioso, S. E. I. dió la bendicion al pueblo.

    «De vuelta á ta estacion se sirvieron á los concurrentes, helados, dulces y bebidas, preparados por el café de las Siete Puertas de Barcelona, hallándose dispuesto en una de las salas de la estacion, con el esmero con que sabe hacerlo el Sr. Cuyás, dueño de aquel acreditado establecimiento un sencillo pero escogido ramillete destinado para obsequiar á S. E. I. á las autoridades de Granollers, y á algunas otras personas. Cerca de las siete y media de la tarde las locomotivas dieron la señal de marcha. El viaje de regreso se hizo con el mismo orden que el de partida. A las nueve atravesaba el tren las nuevas puertas construidas en la estacion de Barcelona.

    «Una de las causas que retardara la celeridad del viaje, aparte del natural entorpecimiento que debia motivar la subida y bajada de los Ayuntamientos de los diferentes pueblos del tránsito, fué, porque no hallándose aun terminado el deposito de aguas de la estacion principal, las locomotoras debieron hacer acopio de dicho liquido al pasar el tren por debajo de la riera de Horta.—Creemos que fueron un número de unas quinientas personas las que viajaron en dicho tren, sentadas espaciosamente en los veinte y cuatro coches que arrastraban las dos locomotoras.—Las otras máquinas estaban dispuestas en diferentes puntos para cualesquier caso imprevisto en que se hubiese tenido necesidad de utilizar sus servicios.

    «En toda el ala izquierda del ferro-carril se hallan levantados los palos que sostienen el alambre conductor del telégrafo eléctrico, habiendo diferentes baterias establecidas en las estaciones. Los coches en que vá el conductor tienen tambien, su bateria, y por medio de un mecanismo, tan fácil como sencillo, pueden ponerse en rápida é instantánea comunicacion con las Administraciones principales, desde cualquier punto de la linea, en los muchos incidentes que puedan ocurrir.—Anteayer se dirigieron varias preguntas á la estacion de Barcelona desde la de Granollers y vice-versa, y la contestacion fué obra de pocos segundos.

    «Tal fué, bosquejado en sencillo resúmen, el satisfactorio resultado de la inauguracion del primer trayecto del ferro-carril del Norte. Puesto en esplotacion en el dia de ayer, gran número de personas, sin que les arredrase lo sofocante del calor, acudieron á disfrutar del agradable viaje du Barcelona á Granollers, ó á alguno de los pueblos inmediatos.

    «El servicio se hizo con todo el buen celo y exactitud que puede esperarse en el primer dia de esplotacion de una linea y que se irá regularizando dentro un breve periodo.—Ignoramos si los precios que se han fijado son los que deben regir perpétuamente, divididos en reales y maravedises, que harán muy engorroso el despacho de billetes.

    «Por lo demás, felicitamos cordialmente á la Sociedad y sobre todo á la Junta directiva, pnr haber visto realizado el logro de sus constantes desvelos, deseando de todas veras que la nueva linea reciba prontamente la ostension á que está destinada por su favorable situacion geográfica y por la importancia y solidez de las obras que tiene construidas.»

  • Un viaje de manicomios, y el proyecto para el de la Santa Cruz

    Á LA M. I. ADMINISTRACION DEL HOSPITAL DE SANTA CRUZ DE BARCELONA

    Ocioso seria exponer las infinitas razones que demuestran la urgente necesidad de erigir en Barcelona un Manicomio digno de esta capital y su provincia por tantos títulos ilustres y famosas, tal como lo están reclamando la caridad y cultura de sus habitantes. El convencimiento de dicha necesidad se ha extendido á todas las clases de nuestra poblacion, y el anhelo de satisfacerla sin tardanza domina todos los corazones en que arde siquiera una chispa de amor á la humanidad doliente: es como un instinto público. Nadie, empero, tiene una conviccion mas profunda, nadie siente mas vivo deseo que V. S., que toca los inconvenientes de la residencia de los orates confiados á su custodia y patrocinio, en un local no tan á propósito como fuera de apetecer para su tratamiento curativo, seguridad y bienestar.

    Así lo prueba, aparte de la adquisicion de la casa ó quinta llamada de la Vireina en Gracia en 1836, y los trabajos que para establecer en ella un manicomio se ejecutaron entonces, la solicitud que por mejorar la suerte de los míseros locos ha desplegado V. S. en todos tiempos, y especialmente en estos últimos años, durante los cuales ha ido planteando en el Asilo manicómico anejo al Hospital de Santa Cruz reformas de suma importancia, así respecto á la parte material del edificio, como á sus servicios médico, administrativo y económico, cuyos felices resultados acredita la experiencia. Pero todavía lo prueba mas el deseo de construir de planta en los afueras de esta ciudad un buen Manicomio para trasladar á él los orates, á cuyo proyecto ha consagrado V. S. trabajos preparatorios por espacio de muchos años, y dádole en estos últimos el carácter de resolucion definitiva.

    Simultáneamente con V. S. se han ocupado varias veces en este proyecto la Academia de Medicina y Cirugía , la Sociedad Económica de Amigos del País, la Junta municipal de Beneficencia, informando sobre el lugar mas acomodado para la casa de orates, ya extramuros de Barcelona, ya en otro punto de la provincia; el Exmo. Ayuntamiento Constitucional, instruyendo un expediente que terminó por una exposicion hecha al Gobierno en 22 de abril de 1840, en solicitud de que le cediese el convento que fué de Capuchinos de Sarria con todos sus accesorios para fundar allí el establecimiento; y otras autoridades, tomando algunas providencias dirigidas á facilitar los medios para poner por obra esta interesante mejora. A fin de que sirviese de guia científica para la realizacion del proyecto, publicó entonces el Exmo. Ayuntamiento, á expensas de los fondos municipales, la Memoria para el establecimiento de un Hospital de locos, traduccion hecha por el Dr. D. Pedro Felipe Monlau de la que escribió en francés A. Brierre de Boismont, y fué premiada en un concurso abierto en 1834 por la Sociedad de Ciencias médicas y naturales de Bruselas. Este trabajo, sobre cuyo mérito no juzgo necesario dar mi humilde opinion, como tampoco sobre lo aplicable que pudiera ser ahora al proyecto de una casa de orates para Barcelona, es, si no me equivoco, el primer escrito acerca de esta materia que ha salido á luz en España.

    Paralizado estaba el asunto cuando en 1846 escribí y presenté al certamen público abierto por la Sociedad Económica en 25 de junio del propio año, una Memoria sobre el modo mas asequible de erigir un Asilo, Hospital ó Casa de locos para uno y otro sexo, fuera de las murallas de esta ciudad, acompañada de un proyecto de Reglamento interior para el régimeti del establecimiento, que obtuvo el primer premio y fué publicada despues encabezando la série de memorias del Boletín que dicha Sociedad empezó á dar á luz en 1853.

    Instaló en 1849 el Exmo. Ayuntamiento Constitucional una comision, que, bajo la presidencia del Iltre. Sr. Alcalde Corregidor, se ocupase en la traslacion de los locos de los departamentos de este Hospital á un lugar mas conveniente; y se invitó al acreditado Dr. D. Francisco Campderá, propietario y médico director de la Torre Lunática de Lloret, para que viniese á auxiliar á dicha comision con sus especiales conocimientos en materia de casas de orates; mas estas providencias no tuvieron ulterior resultado.

    A principios de 1854, emprendiendo V. S. con mas calor el proyecto de establecer un buen Manicomio, pensó construirlo en la quinta de Alegre, en la vecina villa de Gracia, sobre lo cual consultó, para asegurar el acierto, á la Academia de Medicina y Cirugía y á la Sociedad Económica de Amigos del País, cuyo dictámen fué bastante favorable.

    Como para animar á V. S. en su propósito, terminaba dicha corporacion su informe con estas notables palabras: «La infeliz, la indigna situacion en que, con harto dolor de V. S., se encuentran los enajenados del Hospital de Santa Cruz, exige que cuanto antes se les destine un edificio apropiado, y se les consagren atenciones especiales y exquisitas para su curacion y buen trato. Barcelona, ciudad tan principal y tan aventajada en todos conceptos, lamenta de cada día mas la existencia del depósito actual de orates, donde ninguno se cura, donde ninguno puede curarse, y que es para ella un padron de ignominia. Conviene, pues, que V. S. ponga en obra su proyecto, con el que se granjeará las simpatías de todas las personas piadosas, las bendiciones de los desgraciados y una memoria’gloriosa é imperecedera en los anales de la insigne capital del Principado.»

    En mi calidad de socio de las dos corporaciones citadas, tuve que enterarme del acuerdo de V. S., y anhelando por cooperar, en cuanto pudiese, á la realizacion de su pensamiento, me atreví á someter á la consideracion de V. S. en 12 de abril unas breves Indicaciones sobre la construccion de un Hospital de locos en la quinta de Alegre, situada en la vecina villa d» Gracia; refundicion completa de mi anterior memoria bajo un plan enteramente nuevo y mas acomodado, en mi sentir, á las necesidades de la práctica médica en lo relativo al tratamiento de la enajenacion mental.

    A consecuencia de este paso vino V. S. en invitarme para que concurriese á la sesion extraordinaria que celebró en 12 de mayo con el objeto de ocuparse detenidamente en los medios mas á propósito para mejorar la situacion de los locos confiados á su custodia.

    En esta conferencia concordaron todos los pareceres, y decidieron que urgía la construccion de un Manicomio fuera del recinto de Barcelona; y que antes de abrir sus cimientos, convenia reunir todos los datos indispensables para acometer la empresa con completa seguridad de buen éxito. En esta atencion rogóme V. S. que hiciese un viaje facultativo á varias naciones extranjeras para estudiar sus casas de orates mas notables, á fin de que con las nociones prácticas que adquiriese, corroborase ó modificase las teóricas que en mis Indicaciones habia manifestado, y por con• siguiente introdujese en mi proyecto las variaciones necesarias. Accedí gustoso á este ruego, no solo porque me distinguía con una prueba de confianza muy honrosa, sino principalmente porque me brindaba á auxiliar á V, S. en la ejecucion de su gran pensamiento.

    Para trazar el plan de mi viaje y visitas á los manicomios extranjeros, estimó V. S. oportuno que conferenciase conmigo D. Raimundo Durán y Obiols, doctor en Medicina y Cirugía, cuyas luces y experiencia eran verdaderamente la mejor fianza de acierto y feliz resultado en todo negocio relativo á la práctica médica. En union con este apreciable comprofesor, que acaba de arrebatarnos la muerte, presenté á V. S. en 17 del propio mayo unas sucintas reflexiones sobre el modo de desempeñar mi encargo con la mayor inteligencia y utilidad. En 20 del mismo mes expidió V. S. mi nombramiento para la comision de ir á estudiar los manieomios mas acreditados de Francia, Inglaterra, Alemania y otras naciones; manifestándome que, si bien me recomendaba al efecto las mencionadas reflexiones, no me imponía el deber de circunscribirme estrictamente á ellas, antes me facultaba para ampliarlas conforme estimase provechoso.

    Queriendo dar á mi comision cierto carácter oficial que, sobre acreditarme con los gobiernos de las naciones extranjeras y los ministros españoles en las mismas, me facilitase el evacuarla con mas desembarazo y latitud, obtuvo V. S. el beneplácito del Exmo. Sr. Gobernador de esta provincia, quien me entregó cartas de recomendacion para los Sres. Enviados extraordinarios y Encargados de negocios de España en las principales cortes de Europa, rogándoles que interponiendo su valimiento con ellas, me alcanzasen la competente autorizacion para estudiar sus manicomios.

    Hice, pues, el viaje y desempeñé con celo mi comision, cuyo resultado tuve el gusto de ofrecer á V. S. en 18 de enero de 1855, presentándole una Descripcion de varios Manicomios de Francia, Inglaterra, Bélgica, Alemania é Italia, visitados en los meses de junio, julio, agosto y setiembre de 1854; obrita bastante voluminosa, que aceptó V. S. con lisonjera benevolencia, y por la que se dignó darme las mas expresivas gracias. Este trabajo era un compendio de los conocimientos prácticos que habia adquirido con el estudio de casas de orates muy justamente celebradas, y que me proponía utilizar en el proyecto de la de Barcelona.

    Las azarosas circunstancias de aquellos dias, en que esta ciudad acababa de recibir el golpe fatal de una epidemia de cólera-morbo, imposibilitaron á V. S. de llevar adelante por entonces su pensamiento, á pesar de sus vivísimos deseos. En este conflicto y aguardando tiempos mas serenos, ansiosa de introducir mejoras en el Asilo manicómico existente, y poner el servicie de los orates á la altura en que se halla en los hospitales de las naciones extranjeras, acordó V. S. dar una forma nueva y mas especial á su direccion facultativa, que se dignó encomendarme nombrándome en 3 de julio del mismo año Médico mayor del Hospital de Santa Cruz con destino á dicho departamento.

    No me estaria bien enumerar las reformas importantes que por mi consejo ha planteado V. S. en el Asilo manicómico, y que han obtenido la aprobacion de corporaciones muy competentes, de las autoridades superiores de esta provincia, de muchas personas entendidas y hasta de médicos extranjeros harto inclinados, por desgracia, á exagerar el atraso en que aquí se halla la beneficencia pública de los orates. Basta añadir que aquel establecimiento tiene ya, respecto á su organizacion y servicios, el carácter de un hospital de locos en la mas rigurosa acepcion de la palabra. Con todo eso, algunos inconvenientes imposibles . de corregir que presenta la parte material del Asilo, y la necesidad siempre creciente de trasladarle á otra parte, fueron avivando mas y mas en el ánimo de V. S. el anhelo de proseguir nuevamente sus tareas para la construccion del Manicomio; á cuyo fin en 8 de marzo de 1856 llamó seriamente sobre tan importante asunto la atencion del limo. Cabildo Eclesiástico y Exmo. Ayuntamiento Constitucional, corporaciones compatronas del Hospital de Santa Cruz, á quienes V. S. dignamente representa.

    Decidida, por último, á empezar inmediatamente la obra, rogóme V. S. nn sesion de 25 de junio de 1857, que formase el Proyecto médico razonado en conformidad al cual debieran levantarse los planos y construirse el Manicomio; trabajos que encargó al arquitecto D. José Oriol y Bernadet, de cuya inteligencia habia recibido muy favorables y verídicos informes. Procedió V. S. con mucho acierto en esta resolucion, confiando á un médico y á un arquitecto conjuntamente (prescindiendo ahora de las personas) la ejecucion de una obra médico-arquitectónica, que de tal índole es un manicomio; pues sobrada ocasion he tenido de tocar los graves inconvenientes y defectos de varias casas de orates, para cuya construccion no se hizo caso de los conocimientos médicos especiales en tan difícil materia, de los conocimientos frenopáticos, cuya necesidad, en cuanto se refiere á ereccion y gobierno de aquellos asilos tan especiales tambien de suyo, no admite réplica como que está fuera de duda.

    Aunque habia yo visitado muchos manicomios en mi referido viaje, é igualmente el Sr. Oriol habia visto algunos, deseosos ambos de desempeñar nuestro importante encargo con el mayor lucimiento posible, á completa satisfaccion de V. S.; emprendimos, á nuestras expensas, en agosto del citado año un nuevo viaje á Francia, Italia, Suiza, Alemania, Holanda y Bélgica, no ya para volver á ver los hospitales de locos que habíamos examinado, sino para estudiar los erigidos desde el año 1854, y que, por ser muy recientes, debían de presentar el resultado ó aplicacion de los principios mas modernos de la ciencia frenopática á la parte de la arquitectura relativa á la construccion de aquellos establecimientos.

    En mis dos viajes estudié con mucha atencion en Francia el bello manicomio de Marsella; el de Mompeller; el particular de Pont-Saint-Côme, fundado por el docto Rech, junto á la misma ciudad; el de Burdeos y el de la Providencia de Niort, proyectado por el entendido Parchappe; el del hospicio de l’Antiquaille y la casa de San Pedro y San Pablo ó asilo de San Juan de Dios, cerca de Lyon; el grandioso de Tolosa; el de Auxerre, que pasa por el asilo modelo de aquella nacion; el de la Salpétrière en París, y en las cercanías de esta capital los de Bicêtre, de Charenton, seminario de insignes alienistas, y el de Ivry, que perteneció al sabio Esquirol: en Inglaterra el de Bethlem [Bedlam], tan célebre en otro tiempo, y el de Saint-Luke en Lóndres; y á corta distancia de esta el de Hanwell, en cuya direccion floreció el ilustre Conolly, y el de Colney Hatch, que es quizá el mas vasto de Europa: en Bélgica la singular Colonia de orates de Gheel, el magnífico manicomio que acababa de levantarse extramuros de Gante, conforme al proyecto de Guislain , maestro de los alienistas belgas; los dos hospicios de enajenados de la propia ciudad, y junto á ella el asilo particular del Strop: en Holanda el grandioso manicomio de Meer en Berg, cerca de Haarlem: en Alemania el de Eichberg, en el ducado de Nassau; el de la Caridad de Berlín, dirigido por el eminente Ideler; el de Halle, levantado segun el sistema aleman mixto del sabio Damerow; el monumental de Viena, en que campean la riqueza y elegancia, y cuyo servicio facultativo desempeña el insigne Riedel; y frontera á aquel la antigua Torre de los locos (Irren-Thurm): en Suiza el magnífico asilo de la Waldau, cerca de Berna; el de Préfargier, inmediato á Neuchatel, lujoso donativo de un ciudadano tan humanitario como pudiente, y el de Ginebra: en Italia el de la Senavra en las cercanías de Milan; dentro del recinto de esta ciudad los de la Senavretta y de Dufour; el real manicomio de Turin y el de Génova, malhadada aplicacion de la planta panóptica.

    Conviene advertir que antes de emprender el viaje, anduvimos el Sr. Oriol y yo recorriendo el llano de Barcelona en busca de un local á propósito para edificar la casa de orates; y despues de examinar con mucho detenimiento algunos, y tener varias conferencias, en que pesamos las ventajas é inconvenientes de todos, nos fijamos en tres y concluimos por elegir uno de ellos, cuya topografía médica es excelente. Hasta respecto de su situacion no titubeo en asegurar que quizás no le aventaja ninguno de los puntos que ocupan los manicomios que he visitado.

    Creyérase acaso que trato de escribir nuestro elogio, si explicara á V. S. la solicitud y atencion con que procuramos el Sr. Oriol y yo obtener de nuestra larga excursion científica el mayor fruto posible, la diligencia con que recorrimos todos los establecimientos que hacían á nuestro propósito, y el afan con que acopiamos cuantos datos y nociones prácticas atañían al objeto que nos llevaba. Ello es cierto, y dígolo sin jactancia, que regresamos con un rico caudal de noticias, así siquiátricas como arquitectónicas; estadísticas, proyectos médicos y planos de manicomios, que agregados á los adquiridos por mí en el primer viaje, y contando especialmente con la instruccion que sobre la materia nos habían proporcionado asiduos estudios teóricos y prácticos, fiábannos que podríamos salir airosos de nuestra comision, en beneficio de los desgraciados orates, con honra de V. S. y de la patria.

    […]

    Ya que nos hallamos dispuestos para entrar de lleno en nuestros trabajos, procedimos en ellos con arreglo á la lógica práctica que se sigue en las naciones extranjeras, donde al emprenderse la ereccion de un manicomio, empieza el alienista por presentar el Proyecto médico del establecimiento, que comprende su situacion, exposicion, capacidad, clasificacion de los enajenados que se abrigarán en él, disposicion general del edificio y particular de sus departamentos, secciones y piezas, y todos los demás pormenores relativos á la higiene y la ciencia frenopática, aplicables á la construccion de hospitales de locos; á cuyo proyecto ajusta luego el arquitecto sus planos y la ejecucion material de la obra. No se entienda, sin embargo, que siempre estén tan rigurosamente deslindadas las atribuciones y tareas de uno y otro profesor, que no deban ambos conferenciar sobre muchos puntos de la incumbencia especial de cada uno, discutirlos y adoptarlos juntamente, de modo que parezca que de consuno trabajan en una obra única. Esta mancomunidad y armonía son tanto mas apetecibles cuanto salen fiadoras del buen éxito del negocio.

    Supuesto que el desempeño de mi cometido requeria largas meditaciones y trabajos, á fin de no diferir el levantamiento de los planos del edificio, parecióme conveniente entregar á V. S., como lo efectué en 17 de noviembre del citado año, las Bases del Proyecto médico para la construccion del Manicomio de Santa Cruz, sucinto escrito que, á modo de índice, reunía ordenadamente los puntos, cuestiones y preceptos principales que debia luego comprender y dilucidar por extenso mi obra. Con él suministré al arquitecto Sr. Oriol todos los datos que había menester para dar principio á sus tareas, y proseguirlas ínterin me ocupaba yo en la formacion del Proyecto médico razonado.

    Este es el que tengo la honra de presentar hoy á V. S. con el corazon henchido de gozo y esperanza; porque entiendo que hoy es un dia de gloria para V. S., que empieza á ver coronados sus afanes; para la patria, que con la realizacion del proyecto satisfará una de las necesidades mas urgentes de su administracion; para las personas caritativas, que arden en deseos de dar impulso á la beneficencia pública de los orates hasta ponerla á nivel con la de las naciones extranjeras; y para mí, que tengo la buena suerte de poder cooperar á esta tan grandiosa como cristiana empresa.

    Asunto casi nuevo, ó, por lo menos, poco conocido es en España la construccion de un manicomio segun los principios modernos. Nuestras casas públicas de orates datan de fechas ya algo remotas, y algunas que, como el hospital de Zaragoza y el del Nuncio de Toledo, alcanzaron en otro tiempo gran celebridad, adolecen de graves defectos en su parte material, ó han decaído en términos de provocar la censura de los inteligentes; la Casa de Santa Isabel erigida en 1851 en Legañas, junto á Madrid, es un ensayo mezquino que por cierto saldria muy mal librado de la crítica del mas imparcial frenópata; los asilos particulares establecidos en estos últimos años tampoco pueden tomarse por modelos. Nuestra literatura siquiátrica es pobre, asi debemos confesarlo por mas que se resienta el orgullo nacional; y en punto á construccion de hospitales de locos, fuera de la citada memoria de Brierre de Boismont, ya algo añeja, y de algun otro opúsculo semejante, impreso ó manuscrito, de mas ó menos mérito, en balde se buscaria una obra que pudiera ser consultada con fruto.

    Lejos de mí la insensata pretension de llenar este vacío con mi Proyecto médico del Manicomio de Santa Cruz; lejos de mí la ridicula presuncion de constituirme maestro en esta parte de la ciencia frenopática. Yo he aprendido en los asilos de las naciones extranjeras, con el trato de los alienistas que las dirigen, la lectura de sus obras, la observacion á que he debido dedicarme en el desempeño de mi empleo en el Asilo manicómico de Santa Cruz, y la experiencia que he adquirido en el servicio facultativo de los alienados. Por el empeño que con V. S. contraje, he tenido que hacer estudios especiales concretados á la ereccion de la casa de orates de Barcelona, hasta poner en manos de V. S. el resultado de mis meditaciones, nó con ínfulas de preceptor, sino con la modestia del que, si bien tiene fe con su obra, solo aspira á someterla al exámen y censura de los inteligentes.

    Sin embargo, mi deber para con V. S. y la novedad del asunto me han obligado á dar al Proyecto cierto carácter de importancia, y aun de autoridad, sin el cual entiendo que no llenaria satisfactoriamente su objeto. En él he debido plantear y resolver todas las cuestiones que se refieren á la construccion de un manicomio, y resolverlas, no en general, sino bajo el aspecto particular de su aplicacion al asilo de Santa Cruz. Dos miras he tenido en ello: la de llevar al ánimo de V. S. la conviccion de mis opiniones, y la de robustecer con razones incontestables el plan del establecimiento y sus pormenores, á fin de que la obra y los desembolsos que exigirá su ejecucion, se justifiquen con su conveniencia y necesidad ante el gobierno, los profesores médicos y el público entero. Este plan me ha conducido á consultar los tratados mas notables sobre construccion de hospitales de locos que han salido de las imprentas francesa, inglesa, alemana, belga é italiana; á discutir en infinitos puntos las opiniones de sus autores; á señalar las que, en mi concepto, iban mas acordes con la observacion y experiencia; á desechar las que me parecian destituidas de fundamento, ó lo tenian deleznable ó vacilante; á dar entonces mi propio dictámen apartándome de ellas; á admitir lo que juzgaba aplicable al establecimiento que proyectaba; y á resolver, en fin, cuantas dificultades se me ofrecían, siquiera no se hubiesen ocupado en ellas los autores. Cuestiones hay en órden á construccion de hospitales de enajenados, que solo puede resolverlas la estadística frenopática, sobre la cual poseo interesantes trabajos extranjeros que me han servido de mucho, como igualmente los datos que he recogido en el Asilo manicómico de Santa Cruz. Cuantos preceptos y reglas he formulado, son hijos de atentos estudios y meditaciones, y van siempre encaminados á la curacion de los orates, objeto primordial del establecimiento, á su bienestar físico y moral y seguridad; á la simplificacion de los servicios, y hasta á la economía de estos y de los gastos de ereccion del edificio. Una gran copia de apuntes sobre las casas de orates extranjeras que he visitado, entre los cuales se halla siempre la enumeracion de las ventajas é inconvenientes de las mismas, recopilada en lacónicos pero exactos juicios críticos, me han ilustrado en no pocos asuntos, y servídome constantemente de guia, que me ha apartado de los escollos en que cayeron los que proyectaron algunos de aquellos establecimientos.

    No basta decir, por ejemplo, que el Manicomio de Santa Cruz estará situado en la zona alta del llano de Barcelona; que será capaz de 600 orates; que los admitirá, cualesquiera que sean la forma y grado de su enajenacion mental; que constará de un cuerpo céntrico, dos departamentos generales y cuatro particulares; que sus reclusos de cada sexo estarán divididos en trece grupos ó secciones y una subseccion; que tendrán tal capacidad los dormitorios, corredores, salas y demás piezas del edificio, etc. Estas proposiciones son susceptibles de demostracion, y no puede omitirla el que, como yo, tiene el deber de motivar sus determinaciones, ya que está privado del apoyo de escritores nacionales que las prohijen, ni puede invocar en favor de ellas el ejemplo de manicomios modernos de su patria. Es necesario probar que la zona alta del llano de Barcelona es, por su topografía médica, infinitamente preferible á la baja, y muy á propósito para la fundacion del establecimiento; que las circunstancias de esta provincia, la situacion del Manicomio y el estado actual de la beneficencia pública de los enajenados en nuestra patria reclaman que no baje de 600 el número de los que podrá contener aquel asilo; que por la naturaleza y extension del servicio á que estará destinado, tendrá que abrir sus puertas á orates de ambos sexos y de todas edades, á ricos como á pobres, á imbéciles é idiotas, no menos á maníacos furiosos, epilépticos y procesados; que la division del edificio en siete cuerpos principales es la que mejor permite separar en ciertos grupos casi naturales á los alienados, y mas facilita su asistencia y vigilancia, que es el alma de la institucion; que para el servicio, y sobre todo para el tratamiento de los orates, es perjudicial su clasificacion nosográfica y muy conveniente la empírica ó pYáctica; que los trece grupos ó secciones y una subseccion que se establecen, son útiles é indispensables, porque están fundados en la índole, forma, grado y ciertos fenómenos objetivos de las vesanias; que de la descomposicion química y alteracion miasmática del aire por efecto de la respiracion y exhalaciones de las personas que habitan en un local cerrado, y de las pérdidasque por otras causas experimenta el mismo flúido, se deduce la cantidad de aire atmosférico que cada orate necesita en un período determinado, y por ella se calcula la capacidad ó dimensiones que han de tener las diferentes piezas del Manicomio. Procediendo así en todo el Proyecto, se le da la firmeza indispensable, apoyándolo en las sólidas bases de la observacion, experiencia y criterio médico.

    El manicomio es un establecimiento tan especial que difiere de todos los demás de beneficencia; y por otra parte, los alienistas prácticos proclaman unánimes que todo lo relativo á su construccion material, bien así como á su organizacion y régimen, aun lo que parece mas insignificante, influye poderosamente en el ánimo de los enajenados, produciendo una impresion favorable ó adversa en su físico ó moral. Todas las partes del edificio con su particular disposicion y agradable aspecto han de conspirar á la seguridad y comodidad del orate, encubriéndole hábilmente su reclusion, y hablándole como quien dice un lenguaje de caridad y esperanza. Por esto no me he circunscrito en mi Proyecto á señalar la forma, disposicion, colocacion y demás circunstancias generales de los departamentos y secciones del edificio y de las piezas que las componen, sino que he descendido á explicar las particularidades de su construccion, como pavimentos, paredes, puertas, ventanas, techos, desvanes, sobradillos, tejados y azoteas, á cuyos pormenores pudiera parecer que no se extiende la jurisdiccion científica del médico alienista. Lejos de ser así, algunas de estas que acaso se llamarian pequeneces, suscitan cuestiones de importancia para el tratamiento frenopático, dan excelencia á una casa de orates, y hasta en cierto modo la caracterizan.

    Por lo dicho se viene á comprender que mi Proyecto, aunque particularizado al Manicomio de Santa Cruz, sienta las reglas necesarias, forma un cuerpo de doctrina general para la construccion de establecimientos de este género en España. Aun concurre en él la circunstancia notable de que entre los sistemas francés, anglo-americano y aleman, que son los grandes grupos en que se clasifican los hospitales de locos, al tenor de su forma y disposicion arquitectónicas, determinadas por las ideas médicas que á su construccion han presidido, he adoptado para el Manicomio de Santa Cruz cuanto me ha parecido ventajoso, y desechado lo inconveniente, sin ajustarlo á los principios de ninguno de ellos en particular, antes acomodándolo todo á las circunstancias especiales de nuestra patria; con lo que he establecido un sistema español, que tiene puntos de semejanza con los demás, pero se diferencia de ellos en varios conceptos.

    Como el ojo del padre no alcanza á ver sino las gracias del hijo, así el del autor descubre siempre excelentes cualidades en su obra, y ciega delante de sus defectos. Los tendrá, no lo dudo, el trabajo que hoy ofrezco á V. S. en cumplimiento de mi compromiso; pero confio que mi buen deseo, mis afanes y la novedad de la materia disculparán en algun modo mis errores. Grande y superior á mis fuerzas era el empeño, M. I. S.; pero me ha alentado constantemente el ejemplo de V. S., el provecho de los infelices orates, la honra y fama de nuestra querida patria, que por desgracia se ha quedado rezagada en la reforma radical que años hace ha recibido este importantisimo ramo de la beneficencia pública.

    Al contemplar la grandiosidad de mi proyecto, asome tal vez una sonrisa de indiferencia ó compasion á los labios de alguno de los muchos hombres que no conciben nada grande, ó se gozan en vaticinar con tono profetice la imposibilidad de toda empresa vasta y de mucha consecuencia. Achaque suele ser de ellas el tener que luchar en sus principios con esta extraña contrariedad; empero nada las detiene cuando reciben el impulso de una voluntad firme y decidida que se sobrepone á los obstáculos y preocupaciones. Yo mismo añadiré, repitiendo lo que decia Esquirol en una ocasion análoga, que no acierto á prever si los resultados de los estudios y reflexiones que contiene esta obra, lograrán el objeto que me he propuesto, ó si quizás habré escrito para mí solo; pero aunque yo no pueda ser útil, á pesar de mis deseos, aunque mi obra sea calificada de bello ensueño, ensueño es que, por lo menos, ha llenado de esperanza mi corazon.
    ¿Se duda, por ventura, de que en España, donde tanto impulso reciben en nuestros tiempos las mas grandiosas y difíciles empresas industriales y mercantiles, el embellecimiento de las poblaciones, la comodidad de los ciudadanos, y hasta todo lo que tiene por objeto único el honesto pasatiempo y recreo; se duda, repito, de que cuanto antes se dará satisfaccion cumplida al ardiente afecto de candad del país, que lamenta el descuido en que se tiene generalmente la beneficencia pública de los orates? La ley recien promulgada que consigna un crédito al gobierno para obras públicas, promete implícitamente que sin tardanza se abrirán asilos edificados segun los adelantos modernos, á los enfermos mas desvalidos y dignos de lástima; que sin tardanza dejarán de tener aplicacion á nuestra patria aquellas sentidas palabras que en 1833 dirigía D. Javier de Burgos, ministro de Fomento, á los agentes superiores de las provincias: contados son los hospitales en que se abriga á los dementes, y la humanidad se estremece al considerar el modo con que por lo general se desempeña esta alta obligacion; jaulas inmundas y tratamientos crueles aumentan por lo comun la perturbacion mental de hombres que, con un poco de esmero, podrían ser vueltos al goce de su razon y al seno de sus familias. Luego el proyecto que tengo hoy la honra de ofrecer á V. S., está destinado á prestar algun servicio para el dia no lejano en que, con gran contentamiento de las personas piadosas, resuelva el gobierno poner mano en la construccion de manicomios dignos de esta nacion magnánima, de la época y de la humanidad.

    Entre tanto cabe á V. S. la gloria de la iniciativa de esta grandiosa reforma, y á mí la satisfaccion de haber añadido una página radiante de caridad á los anales de nuestra patria, que no siempre ha de ser la historia un libro escrito con sangre, el martirologio de la humanidad.

    Barcelona 8 de julio de 1859.

    Emilio Pi y Molist.

  • Otro rey borbón empieza quizá el peor ataque nunca contra la Barcelona antigua: la construcción de la vía Layetana

    D. ALFONSO XIII EN BARCELONA

    No anduvimos, equivocados en nuestros augurios de ayer. La llegada del Rey á Barcelona vino á desvanecer en un momento todas las inquietudes que se habían empeñado en esparcir los que se aprovechan de cualquier ocasión para cultivar la nota sensacional y mantener sobre esta ciudad la atmósfera del terrorismo.

    Llegó el Jefe del Estado, llegó el señor Maura; y el vecindario de Barcelona les recibió con la más afectuosa cortesía, esforzándose iodos para que ese acto, que había atraído las miradas del mundo entero, sirviese de rotunda rectificación á las profecías que con tanta persistencia se venían propalando. En honor de la verdad hay que hacer constar que á ese resultado contribuyeron todos los elementos, sin discrepancia alguna, cada cual dentro de la norma que sus respectivas convicciones les imponían: de adhesión en unos, de correcto acatamiento en otros, de respetuosa abstención en aquellos que rinden culto al ideal republicano.

    Lo que resultó inequívoco y no puede ser falsificado en manera alguna es el general deseo de que ninguna nota desagradable turbara la solemnidad de la recepción ni el júbilo de.Barcelona,; por el comienzo de su reforma. En este anhelo se unieron todos los barceloneses, por encima d esus compromisos de consecuencia y de partido. Y á la fuerza activa del sentimiento dinástico en quienes lo tienen firme y arraigado, se sumó la compostura, irreprochable de todos los demás y aun la curiosidad activa que comunicó al día de ayer un aspecto á la vez animado y solemne.

    Nos congratulamos, pues, del espectáculo que ayer ofreció Barcelona y de que el Rey, el gobierno y los representantes de naciones amigas pudieran presenciarlo como desquite de los presagios, calumniosos para esta, población, en nombre de los cuales se combatía el viaje del monarca. Y ahora pasemos á reseñar la memorable jornada.

    [blabla

    En la iglesia de Nuestra Señora de las Mercedes:]

    La iglesia se hallaba iluminada y adornada con ricos tapices. El templo estaba lleno de invitados.

    A las nuevo y cuarenta y cineo minutos los vivas y aplausos de la muchedumbre y un repique de campanas anunciaban la proximidad de la comitiva regia á la iglesia.

    Al descender del coche Don Alfonso, el órgano dejó oír sus armoniosos acordes, y el Rey colocóse bajo el palio, á la derecha del cardenal doctor Casafias, quien iba revestido do capa pluvial, y acompañados del clero y de algunos nobles, fueran hasta el altar mayor, subiendo al presbiterio, además del monarca y el clero, el presidente del Consejo de ministros, el ministro de Marina, el alcalde, el gobernador civil, el duque de Sotomayor, el general Pacheco, el conde de Grave, el conde del Serrallo y el marqués de Marianao y su hijo.

    Poco después llegaron, y subieron también al presbiterio, el embajador de Austria en España y el almirante de la escuadra austríaca.

    El Rey colocóse bajo un trono que se había levautado al lado del Evangelio. Cerca de él colocáronse los señores mencionados.

    El cardenal doctor Casañas entonó el «Te-Deum», que fue cantado por la capilla de música del maestro Millet.

    Terminado el «Te-Deum», el cardenal concedió 200 días de indulgencia á cuantos habían asistido a aquel religioso aeto.

    A continuación cantóse la Salve, de Aichinger.

    Después S. M. subió al camarín, en dónde le recibieron las camaristas de la Virgen de las Mercedes, señoras condesa de Sicars, marquesa viuda de Llobet, doña Teresa Poch, viuda de Martorell; doña Rita Coll de Suñer y el capellán custodio doctor don Amadeo Pujol.

    El Rey y los que le acompañaban oraron breves momentos ante la imagen de la Virgen y la adoraron.

    Después de la adoración le enseñaron al Rey el chaleco manchado de sangre que el señor Maura llevaba al ser herido cerca de la Merced en 1904, cuya prenda ofreció el señor Maura á la Virgen, y se halla colocada en una vitrina.

    Al verlo el presidente del Consejo, exclamó: «Eso ya ha prescrito».

    […]

    La inauguración de la reforma

    Desde mucho antes de la hora designada para la inauguración de las obras de la reforma, con objeto de evitar el acceso del público por la calle Ancha a la de la Reina Regente, estacionáronse en loa cruces de los dos callejones situados antes y después de la misma, parejas de la guardia municipal montada y de á pie, que impidieron el tránsito por dicho trayecto.

    Las mismas precauciones se adoptaron á la entrada de la calle de la Reina Regenta por la del Consulado.

    Las tribunas, que eran cinco, hallábanse instaladas en el trozo abierto de la calle de la Reina Regente, comprendido entre la Ancha y la del Consulado.

    A la derecha, entrando por la calle Ancha, alzábanse primero la tribuna regia y al lado la de las autoridades; á la izquierda otras dos destinadas á los invitados, y un poco más baja, y frente á la real, la reservada para los periodistas.

    En el cruce de la calle de la Reina Regente con la del Consulado veíanse dos mástiles con gallardetes, y frente á la casa núm. 71 de la calle Ancha, propiedad del marqués de Monistrol, con cuyo derribo habían de inaugurarse las obras de reforma, otros dos rematados por gallardetes que sostenían un cartelón encuadrado por una guirnalda de follaje, donde se leía: «calle da la Reina Regente», y en los que se destacaban otros dos cartelones con los nombres do Cerdá y Baxeras, autor uno del proyecto de Ensanche y el otro del de Reforma interior, y á quienes puede considerarse como propulsores del desarrollo de Barcelona.

    De los referidos carteles pendían cintas blancas y amarillas y el pie de los mástiles hallábase cubierto eon hojas de palma. Tres pendones, dos con el escudo de Barcelona, y el tercero, que ocupaba el centro, con los colores de la bandera española, colgaban de la cornisa del edificio citado, y los balcones del piso principal y del entresuelo se hallaban adornados con colgaduras.

    […]

    Distribuidas en el trayecto de la calle de la Reina Regente hallábanse la banda municipal, las de los Talleres Salesianos, Casa de Caridad, Asilo Naval y la del regimiento infantería de Alcántara.

    A la llegada del cardenal-obispo de la diócesis, que acompañado de sus familiares entró por la calle Ancha, resonaron algunos aplausos.

    Después del cardenal, á las once y media, llegó el Ayuntamiento en corporación representado por el alcalde y los concejales señores Puig y Alfonso, Rovira, Rogent, Rahola, Fuster, Sagarra, Cararach, Peris, Durán, Pia y Deniel, Rubió, Cardellach, el secretario señor Gómez del Castillo y el senador don Raimundo de Abadal, que fué uno de los ponentes del contrato de reforma.

    Llegada del Rey

    A las doce y diez minutos los acordes de la Marcha Real ejecutada por las bandas de música y las aclamaciones del público anunciaron la llegada del Rey.

    Desde las tribunas y desde las ventanas, balcones y azoteas de las casas que dominan la calle de la Reina Regente, el público, en el cual predominaban las señoras, agitaba sin cesar los pañuelos, vitoreando á Don Alfonso, quien de pie en el coche y saludando militarmente, agradecía las muestras de afecto de la multitud.

    Inmediatamente el alcalde, al frente de la representación del Ayuntamiento, adelantóse hasta la calle del Consulado á recibir ai Rey, á quien dirigió una breve salutación, correspondiendo Don Alfonso en términos por demás afectuosos.

    El Monarca estrechó efusivamente la mano del señor Sanllehy y de cada uno de los concejales que componían la representación del Ayuntamiento y acompañado de ellos y de la Diputación provincial se dirigió á la tribuna entre los aplausos del público.

    Don Alfonso, en cuyo semblante reflejábase viva satisfacción por la acogida calurosa de que era objeto, ocupó lá presidencia, sentándose á la derecha de él el señor Maura con uniforme de gala y el cardenal doctor Casañas, y á la izquierda el ministro de Marina, de uniforme también, y el alcalde señor Sanllehy, quien ostentaba la banda y cruz de Isabel la Católica.

    Detrás del monarca, á derecha é izquierda del sillón por él ocupado, veíanse al duque de Sotomayor y al general Echagüe.

    Además de las primeras autoridades ocupaban la tribuna regia el Ayuntamiento, la Diputación provincial, los diputados á Cortes por Barcelona señores Cambó y Puig y Cadafalch, el marqués dé Comillas, en representación del Banco Hispano-Golonial, y otras significadas personalidades.

    Preliminares

    Empezó el acto con la lectura, por el secretario del Ayuntamiento, señor Gomes del Castillo, de los extractos del acuerdo del Ayuntamiento, fecha 28 de marzo de 1907, aprobatorio del contrato de reforma interior, del presupuesto extraordinario para la realización del proyecto y emisión de los bonos de Reforma, de la real orden de 23 de julio último aprobando el contrato, y del acuerdo adoptado por el Ayuntamiento en 20 de febrero próximo pasado, en virtud del cual se autorizó al alcalde para señalar el día de la inauguración de las obras.

    Habla el alcalde

    Después de ia lectura de los aludidos acuerdos, se levantó el señor Sanllehy, pronunciando el siguiente discurso:

    «Señor.—Señores:

    Habéis demostrado, Señor, gran interés en venir á honrar un acto que es el más intenso de la vida municipal de nuestra ciudad; debemos mostraros nuestro más sincero y profundo agradecimiento.

    La grandiosa obra de la reforma de la Barcelona antigua, de la que aún no hace cuarenta años era por sí solo toda la ciudad, es una obra de gran empuje, sin precedentes en otras ciudades que, no siendo capitales, no han podido contar, como en esta, con el auxilio del Estado.

    El Ayuntamiento ha consagrado su inteligencia y actividad en elaborar esta gran obra, con trabajos incesantes por largo espacio de tiempo, y un Banco esencialmente catalán, el Banco Hispano Colonial, se ha sentido arrastrado por el amor á la ciudad y ha venido en auxilio del Ayuntamiento.

    En la elaboración de este convenio con dicho Banco, han tomado parte todos los concejales en distintas comisiones, los actuales y los que han dejado de serlo, lo mismo que mis ilustres predecesores, y han sido la ponencia y alma del mismo, Abadal, aquí presente, antes concejal y hoy Senador, y Bastardas, que forma aun parte de nuestra corporación municipal, y que tengo el sentimiento de que no esté aquí hoy entre nosotros.

    Este convenio constituye por sí solo un monumento de estudio y de previsión, y tengo la seguridad que será en el porvenir un documento histórico que honrará la vida municipal de nuestros días.

    Dentro breves momentos va á empezar el derribo de seis casas, con activa rapidez seguirán otras cuatrocientas más, que será necesario derribar para usar esta primera vía, denominada hasta ahora por nosotros sólo con el nombre de vía A.

    Confiamos, Señor, con viva y legítima esperanza, fundados en la vida intensiva de nuestra ciudad, que á esta vía seguirán las demás, y que en plazo relativamente breve surgirán esas nuevas grandes vías proyectadas, como ha surgido, sin apenas habernos dado cuenta, y en el espacio de poco más de treinta años, nuestro extenso y grandioso Ensanche, como surge hoy casi por encanto la agregación de hecho de los pueblos vecinos, que al unirse á la urbe madre, vienen en su conjunto á constituir nuestra hermosa gran ciudad.

    ¡Conciutadans, visca Barcelona!

    ¡Visca el Rey!»

    Los vivas fueron contestados con entusiasmo por el público.

    El Rey y el presidente del Consejo de ministros escucharon atentamente el discurso del señor Sanllehy, haciendo señales de aprobación en los párrafos más culminantes del mismo.

    El señor Maura

    El presidente del Consejo contestó al señor Sanllehy con breves y elocuentes palabras.

    Empezó diciendo que, al igual del árbol pletórico de savia que echa nuevos y vigorosos brotes y rompe en rica y abundante eflorescencia, Barcelona, que está llena de vida, necesita realizar su reforma, sustituyendo por grandes vías las calles estrechas de la ciudad antigua.

    Añadió que actos como el que se estaba celebrando son de aquéllos que siempre se presencian con júbilo, y acabó diciendo que el Rey ha venido á Barcelona para asociarse con amor y orgullo, él y el gobierno, á esta gran obra de la reforma interior, que representa el engrandecimiento de la ciudad.

    La ceremonia

    Después del discurso del señor Maura, el Rey, acompañado del presidente del Consejo de ministros, del alcalde y demás autoridades, dirigióse á la casa número 71. Allí el señor Sanllehy le hizo entrega de una piqueta y una palanqueta.

    Las referidas herramientas han sido construidas en los talleres municipales, y son de acero empavonado; la piqueta tiene un mango de madera de acacia y en la parte metáliea aparece incrustada en oro la siguiente inscripción:

    «Reforma interior de Barcelona, inaugurada por S. M. Don Alfonso XIII en 10 de marzo de 1908.»

    Una vez abiertas las puertas del edificio, el Ayuntamiento tomó posesión de él y Don Alfonso derribó una de las piedras del portal, que había sido previamente socavada.

    Seguidamente el monarca, el señor Maura, el alcalde y demás autoridades firmaron el acta de la ceremonia que extendió el secretario dei Ayuntamiento.

    La pluma con que firmó el Rey es de oro, elevándose su coste á 510 pesetas.

    Mientras se firmaba el acta desfilaron ante la tribuna regia los operarios de las seis brigadas municipales, precedida cada una de ellas por un individuo que llevaba un cartelón con el nombre de la calle y el número de la casa cuyo derribo empezó ayer, y que son las seis que á continuación se expresan: Ancha, 71 y 77; Jupí, 14; Arco de Isern, 3; Manresa, 2, y Basea, 11.

    Acompañaban a las brigadas, compuestas de veinte operarios cada una, dos carros, una reproducción de los antiguamente llamados de carreras, del que tiraban seis mulas con jacces de seda y oro, y guiado por un mayoral y un postillón con los trajes de aquel tiempo, y el otro una tartana, con la caja y el costillaje del toldo cubiertos de flores y follaje, formando caprichosos y originales dibujos. Atado á la caja del primero, iba un mastín. Los citados vehículos conducían las herramientas destinadas á los obreros, que ayer mismo empezaron su tarea de derribo.

    Durante el desfile la banda municipal interpretó la marcha de Don Juan II.

    A la una menos cuarto, terminada la ceremonia, retiróse el Rey, con el señor Maura y sus acompañantes, dirigiéndose á la Capitanía general entre los aplausos del público.

    Don Alfonso y el señor Maura, mientras se verificaba el desfile de las brigadas, conversaron con los señores Cambó y Puig y Cadafalch.

    Los asistentes

    La Diputación provincial se hallaba representada en el acto por los señores Sostres, Albó, Torres Picornell, Lluch, Bartrina, Moret, Coderch, Badía y Andreu, Rafols y Roca.

    Asistieron además una nutrida representación del cuerpo consular, el arquitecto municipal señor Falques, y su ayudante señor Steva; la Junta del Banco Hispana Colonial, representada por los señores Güell Bacigalupi, Arnús, Fontanals y Estruch, y los arquitectos de dicha entidad señores Bassegoda, Sagnier y Sentmanat; el presidente del Fomento de Obras y Construcciones, sociedad encargada de las obras de derribo y urbanización de la sección primera de la granvía A, señor Viñamata, el gerente señor Piera y los consejeros señores Cortinas, Mas y Torres, el ingeniero de aquélla señor Sojo, el ex-ministro de Marina señor Goncas, el magistrado señor Cereceda y los señores Vidal y Ribas, Maristany, Gríera, Boladeres, marqués de Marianao, de Alella y Sentmenat, Ferrer y Vidal, Maristany, Rahola (don Federico), Espinós, Castellar, Elias de Molina, conde de Torroella de Montgrí, Milá y Pi, Milá y Camps, Fontcuberta y el notario señor Martí Beya que autorizó la escritura de compraventa de la casa que perteneció al marqués de Monistrol.

    Los duques de Tobar y de Arión, que han venido a Barcelona con los periodistas encargados de la información del viaje regio, asistieron también al acto, y confundidos con el público veíanse algunos voluntarios de la guerra de Africa luciendo sus típicas uniformes.

    Dos noticias

    El Ayuntamiento, al regresar á las Casas Consistoriales, después del acto de inauguración de la reforma, fue aplaudido varias veces durante el trayeeto.

    —Para celebrar el acto de ayer, los concejales obsequiarán próximamente con un banquete en la «Maison Dorée» al alcalde y al senador señor Abadal.

  • El gobernador civil primoriveriano despide al ayuntamiento y nombra a Josep Banqué, catedrático de griego, como alcalde por llevar un chaqué guapo; reacción de la alcaldesa

    El 1.º de octubre, a las doce, se reunieron en la Sala de la Reina Regente los tenientes de alcalde y concejales del Ayuntamiento y los vocales asociados que habían acudido o podido acudir a la Casa Consistorial. La convocatoria para asistir fue repartida a primeras horas de la mañana del propio día. Cuando estuvieron reunidos, bajo la presidencia del gobernador civil, general Losada [Carlos de Losada y Canterac], se leyó muy fríamente la exposición y el Real Decreto que motivaba aquella reunión y en virtud de lo que se disponía en el decreto, fueron también fríamente invitados a retirarse los señores que componían el Ayuntamiento.

    Siempre he recordado el descenso físico y político de aquellos señores por la escalera de honor del Ayuntamiento. Parecía que aquellas energías políticas, que yo tantísimas veces había visto demostrar a los señores Maynés y Rocha, pongo por ejemplo, se hubiesen transformado en una resignación impuesta por la Divina Providencia.

    […]

    Después del despido me trasladé al salón de sesiones dispuesto para cumplir con mis deberes en circunstancias tan nuevas, delicadas y difíciles. Cuando llegué al salón se estaba buscando, entre los vocales asociados, ya concejales, al posible alcalde, quien, de acuerdo con el artículo primero del decreto, debía ser con preferencia una persona que ostentase titulo universitario o profesional.

    No había de momento candidato y cuando con el ayudante del general, el comandante de Estado Mayor, mi buen amigo señor Martínez, realizábamos gestiones y averiguaciones, entró en el salón de sesiones don José Banqué Feliu, que vestía de chaqué con motivo de venir de la solemne apertura del curso de la Universidad, en la que desempeñaba la cátedra de griego. El chaqué le produjo al general Losada una grata impresión y desde la presidencia me preguntó quién era y cómo se llamaba aquel señor. Como sea que no le conocía, después de interrogarlo discretamente, informé al general, el cual dijo al secretario, señor Planas, que fuera nombrado alcalde, y así fue.

    El más sorprendido fue el interesado. El señor Banqué, excelente persona, no sentía por la Alcaldía el menor interés. Los pocos días que desempeñó el cargo representaron para él un verdadero sacrificio. De la cátedra de griego a la firma de libramientos por millones de pesetas, existe una gran distancia, que el señor Banqué no pudo salvar.

    Aquel día. 1.º de octubre, llegó a su casa más tarde que de costumbre. Su esposa, que estaba intranquila, le interrogó:
    —¿Cómo es que llegas tan tarde? ¿Te ha sucedido algo?
    El señor Banqué, con su hablar pausado, le contestó:
    —¡Es que me han nombrado alcalde de Barcelona!
    La mirada de la señora Banqué esperaba encontrar una sonrisa en la cara de su esposo, que justificara lo que ella supuso una broma, y le dijo:
    —Bueno, quítate el chaqué, déjate de bromas y vamos a comer.
    El señor Banqué, muy serio, repitió su afirmación, y entonces su esposa, que comprendía lo difícil del trabajo del esposo como catedrático de griego, supuso que en un empacho de estudios, había sido presa de un momentáneo ataque de locura. Y se asustó. No podía comprender cómo su marido, que había salido pocas horas antes de su casa siendo catedrático de griego, regresaba, así tan de repente, siendo además alcalde de Barcelona. Hasta que —con evidente retraso de la comida familiar— él. explicó detalladamente lo ocurrido, no pudo comprender que se había convertido en alcaldesa.

    En la sesión celebrada por el Ayuntamiento el 8 de octubre quedó definitivamente elegido alcalde el señor Banqué. Sin embargo, duró poco, y casi puedo afirmar que el señor Banqué dimitió ante mí la Alcaldía.

    Veamos cómo. Desde que tomó posesión se decía que el señor Banqué no podía digerir ni asimilar las complicaciones del cargo. Fallándome el 9 de octubre en su despacho, me avisaron que el cónsul general de Francia y tres representantes del Gobierno francés en la Exposición del Mueble a que hemos aludido anteriormente, deseaban cumplimentar al acalde y despedirse de él. Después de saludarles, les acompañé rogándoles tomaran asiento en el antedespacho mientras anunciaba su visita al alcalde. El señor Banqué me hizo repetir dos o tres veces el objeto y nombres de los visitantes. Añadió:
    —Espere un momento y con mucho gusto les recibiré.

    Regresé al antedespacho para comunicárselo a los visitantes y estuve
    un ratito esperando que el timbre sonara o que el señor Banqué abriera la
    puerta de su despacho. Como quiera que transcurría el tiempo y encontraba poco cortés la espera, con cierta autoridad, que quizá no me correspondía, pero que asumía para el mejor servicio de la ciudad, entré en el despacho del alcalde y con enorme sorpresa mía lo encontré vacío. Me dirigí al despacho de la secretaria particular, contiguo al del alcalde, y el conserje me informó que el señor Banqué, sombrero en mano, había salido hacía un momento en dirección a la escalera situada frente a aquella parte del edificio municipal y recayente a la calle.

    Por otro empleado pude comprobar lo que había sucedido: el alcalde se había ido a su casa. Es fácil comprender mi situación. Era preciso encontrar un allcalde, no importaba cuál, pero que pudiese recibir a los delegados franceses. Afortunadamente se hallaba en la Casa don Ramón María Puigmartí, hombre práctico e inteligente, a quien por ser el primer concejal que hallé, expliqué lo que ocurría; asombrado y sereno, se dirigió a la Alcaldía, entrando en ella por la puerta de la Secretaría, mientras yo salía por la de enfrente, invitando a los visitantes a pasar al despacho del alcalde. El señor Puigmartí, con mucha habilidad, les pidió perdón por la espera, callándose, naturalmente, la causa. Al salir de la entrevista a la que yo asistía requerido por el señor Puigmartí, el cónsul general de Francia, asombrado y sonriendo, me dijo:
    —En muy pocos días he conocido cuatro alcaldes: el marqués de Alella, el señor Maynés, el señor Banqué y ahora el señor Puigmartí. Todos muy amables, pero ¡quizá son demasiados!

    El día 10 se hizo pública la dimisión del señor Banqué. Me imagino lo tranquilo que comería aquel día diciendo a su esposa: «Ya no soy alcaide.» Su dimisión, a juicio incluso del gobernador, general Losada, fue motivada por haber recibido anónimos amenazadores. Es posible. Su temperamento de intelectual no era muy a propósito para recibir amenazas, aunque de momento sólo fueran escritas.