Etiqueta: Plaza de Cataluña

https://lh3.googleusercontent.com/-0QDvBuAgl9M/Tw496e-34TI/AAAAAAAA3J8/_eDwbPctcuU/s560/4844131148_5508b91a62_b.jpg //// La plaza de Cataluña y la Ronda de San Pedro //// CC Vicens Tort Arnau //// http://www.flickr.com/photos/28561655@N00/4844131148/in/photostream/

  • Primera emisión de Radio Barcelona

    [Josep María de] Guillén García promovió la creación de la Asociación Nacional de Radiodifusión, de la que fue su Presidente. EI 6 de febrero de 1924, en nombre de la Asociación, solicitó a la Dirección General de Comunicaciones autorización para instalar una emisora, solicitud que se otorgó, naciendo así Radio Barcelona. La emisión salió a las ondas con el indicativo EAJ-1.

    EAJ-1 Radio Barcelona, la ”emisora decana”, fue inaugurada en Barcelona el 14 de noviembre de 1924 a las seis y media de la tarde. Emitía desde el Hotel Colón en la Plaza de Cataluña, en cuya azotea se instaló una antena de 30 metros de altura para asegurar la recepción. La locutora Maria Sabaté fue la primera voz que pudo oírse a través de los receptores de los poquísimos ciudadanos que disponían de aparato de radio, y la pieza musical que abrió la programación fue Granada, de Albéniz, interpretada por el Trío Torner.

    Radio Barcelona presentó una programación inicial que incluía música, lectura de conferencias y avisos, crítica musical, crónica social, moda, crónica de deportes y lectura de cuentos infantiles. En diciembre de 1924 salía al aire el considerado primer informativo: Crónica, un espacio de diez minutos emitido diariamente a las 15 y a las 20 horas.

    Los primeros oyentes barceloneses se reunían en torno al receptor para reírse con las travesuras de un impertinente niño de ocho años, Míliu, creado por el actor y ventrílocuo Josep Torres Vilalta, conocido como Toresky, creador de la radio benéfica, tan arraigada posteriormente, en los cincuenta y sesenta, y que le valió una medalla del Gobierno de la Segunda República Española.

    La emisora fue un éxito tal que al cabo de un mes los promotores calculaban que sólo en la capital catalana había ya 80.000 receptores y medio millón en toda Cataluña.

    En 1926 Radio Barcelona, que tenía problemas económicos y buscaba inversores, se fusionó con Radio Madrid, que había sido creada meses antes y pasó a llamarse durante un tiempo Unión Radio Barcelona. El 17 de junio de 1927 se realiza la primera emisión conjunta entre las principales emisoras de Unión Radio.
    Los años treinta vienen marcados por la aparición de Catalunya Radio (Radio asociación de Catalunya) y la competencia entre las dos emisoras. Radio Barcelona es acusada de estar dirigida desde Madrid, y en 1934 comienzan las emisiones de radio en catalán.

  • Inauguración de la línea de metro Cataluña-Lesseps por Fernando de Baviera

    La inauguración del Metropolitano

    Barcelona.-En el expreso de Barcelona llegó el Infante don Fernando, acompañado del vocal del Directorio señor Rodríguez Pedré, del subsecretario de Fomento general Vives y del director de Obras Públicas.

    S.A. fué recibido en la estación por las autoridades y por el Consejo de Administración del Metropolitano.

    El Infante dirigíose a Capitanía General, donde descansó y poco después, acompañado del general Barrera, se trasladó a la plaza de Cataluña para asistir, en representación del Rey, a la inauguración del Metropolitano.

    A la entrada de la estación fué recibido el Infante don Fernando por las personas que integran el Consejo de Administración de la Compañía explotadora del ferrocarril subterráneo y las autoridades.

    Formose un tren con tres unidades y en él marcharon todos hacía Josepets.

    El presidente del Consejo de Administración, conde de Torroellas, pronunció un discurso, al que contestó el Infante, haciendo resaltar la importancia que ha de dar a Barcelona el Metropolitano.

    En el Hotel Ritz se celebró luego un banquete en honor del Infante.

  • Mil jovenes fascistas italianos, entre los cuales dos hijos del Duce, llegan para la Exposición; el alcalde se encuentra fuera

    Ayer, a las nueve y media de la mañana, recaló en el puerto, anclando en el muelle de Barcelona, el vapor italiano «Cesare Battisti», a bordo del cual viajan mil ciento cuarenta jóvenes italianos pertenecientes a las vanguardias fascistas.

    En el muelle esperaban la llegada de los jóvenes vanguardistas el gobernador civil, señor Milans del Bosch; el teniente de alcalde señor del Río, que representaba al alcalde [Darius Rumeu y Freixa]; el coronel del ejército italiano señor Chiappa; el cónsul y vicecónsul dé Italia en Barcelona, representaciones de todas las entidades italianas radicadas en nuestra ciudad, gran número de personal de la colonia y del fascio local y una numerosa representación de la Juventud de Unión Patriótica, con su presidente, señor [Pablo] Marsal.

    Al echar anclas el buque, la charanga de la Legión de San Jorge, de Carrara, que acompaña la expedición, tocó los himnos nacionales español e italiano y el himno fascista, que fueron saludados con aplausos por cuantos, desde tierra, esperaban a los visitantes.

    Al frente de los «vanguardistas» vienen 60 oficiales, y entre aquéllos, como simples soldados de filas, figuran dos hijos del jefe del Gobierno italiano, los jóvenes Bruno y Victorio Mussolini, de trece y diez años respectivamente.

    Los expedicionarios desembarcaron inmediatamente, formando con gran marcialidad a lo largo del muelle.

    Una vez cambiados entre las autoridades y el comandante de la tropa expedicionaria los saludos de rigor, ésta desfiló, con su charanga al frente, al mando de los señores Balducci y Calderai, dirigiéndose por las Ramblas y calle de Fernando a la Plaza de San Jaime. Su paso fue presenciado por numeroso público. En el Ayuntamiento los «vanguardistas» fueron recibidos por el señor Bonet del Río, en representación del alcalde, y por el señor Ribé, cambiándose afectuosos saludos en el Salón de la Reina Regente.

    Los señores Chiappa, Balducci, Canepa y Calderai, con los señores Bonet del Río y Ribé, salieron al balcón principal dé las Casas Consistoriales, para presenciar el bello espectáculo que ofrecían los 1.140 «vanguardistas» formados en la Plaza.

    A continuación el señor Bonet del Río les dirigió la palabra, saludándoles en nombre de la ciudad. Hizo votos porque su breve estancia en Barcelona sea grata a los jóvenes italianos y porque su visita sirva para intensificar las relaciones y sentimientos de amistad entre su país y el nuestro. Tuvo frases de admiración para el fascismo y para los sentimientos de exaltación patriótica que representa, y terminó brindando por Italia, por el Rey Víctor Manuel y por Mussolini.

    El comandante Balducci respondió a estas palabras con otras de gratitud por la acogida hallada en Barcelona, y dio vivas a España, al Rey Don Alfonso XIII y a Primo de Rivera. Ambos parlamentos fueron acogidos con los clásicos saludos fascistas y los himnos italiano y español.

    Seguidamente los expedicionarios se dirigieron al Palacio de la Generalidad, cuyas dependencias visitaron, acompañados por el conde del Montseny.

    Mientras los visitantes recorrían el palacio, la banda de la Legión de San Jorge interpretó algunas piezas en el Patio de los Naranjos.

    Luego estuvieron los jóvenes italianos en la Catedral, que también visitaron con viva atención.

    Efectuadas estas visitas se dirigieron en brillante formación militar al puerto, embarcando de nuevo a bordo del «Cesare Battisti», donde comieron.

    A las tres y media de la tarde volvieron a bajar a tierra los vanguardistas, dirigiéndose a la Plaza de Cataluña, desde la cual marcharon, en tranvías, al Tibidabo.

    A las siete y media de la tarde regresaron a la ciudad, marchando una nutrida representación al local de la Juventud de Unión Patriótica, en donde se había organizado un acto en su honor.

  • El anarcosindicalismo, la maldición de la jóven república

    The strange misshapen houses of which Barcelona is so proud were close shuttered and dark last week. No lights twinkled in the sloping Plaza Catalonia. Under the plane trees the boulevards were silent except for the clop-clop of cavalry patrols making their rounds and the sudden roar of an armored car.

    The Syndicalists, bane of the young republic, were out on a general strike. No milk was delivered, no garbage collected. Electric light and gas lines were cut. No trolleys ran. Violence started when Civil Governor Anguero visited the jail to plead with 51 hunger-striking Syndicalists to eat. The prisoners, who in some way had obtained guns, replied by firing a few wild shots, collecting all the furniture in the jail and making a bonfire of it. Riot squads rushed in to quiet them.

    Disgusted, Governor Anguera refused to put police patrols on the street cars.

    «While so-called respectable citizens merrily uphold Syndicalist assassins they can walk, so far as I am concerned,» said Governor Anguera.

    Stinking heaps of refuse piled up in the streets. Rioters in the suburbs uprooted tracks and dug deep trenches across the roads. For many hours Barcelona was completely out of touch with Madrid. A noisy, long-drawn battle was waged between police and Syndicalists in front of the latter’s headquarters. They gave up when mountain guns were unlimbered across the street. Sailors rushed a hundred of them on board warships in the harbor. A volley of shots rang out from doorways facing the tree-lined Rambla Flores, sloping down to the harbor. A Civil Guard whirled on his heel and fell, seriously wounded, among the flower pots and twittering bird cages of the market.

    In two days at least 20 people were shot dead, 40 wounded. Borrowing an idea from Aristophanes’ Lysistrata, hundreds of frightened strikers’ wives paraded through the streets behind a banner «Children Before Politics» and declared a wives’ strike of their own, swearing that their husbands should have neither food nor affection until they went back to work.

    Other Syndicalist ladies were not so soft. While hundreds of frightened Barcelonians gathered for safety in the ancient Gothic cathedral, a gang of wild-eyed Amazons broke in, climbed high in the lantern over the West Front and began sniping at soldiers and police from the roof while Barcelona’s sacred geese squawked horribly in the cloister.

    All this time Catalonia’s «President» Macia, who owes his election largely to Syndicalist votes, did nothing. But as the bloodshed continued even he became affected.

    «I am not disposed to tolerate the situation another day,» said Col. Macia.

    [TIME dated 1931/09/14. Actual date uncertain]

  • Incendios, confiscaciones, orden público: la CNT captura el estado

    Door de lege straten suisden voortdurend auto’s met gewapende arbeiders, vele thans ook bedekt met matrassen en beddegoed; iedereen voerde zijn eigen nachtlogies met zich mee in deze bewogen tijd. Men begroette elkaar met luide roepen: ‘Viva la República!’ ‘Vivaaaa!!’

    Er was geen enkel verkeersmiddel beschikbaar; wij moesten heel de lange weg naar het centrum der stad lopen, en kwamen eerst voorbij de grote woonpaleizen der spaanse aristocratie, dure bezittingen in een meestal affreuze stijl. Ze waren thans uitgestorven. Aan de vensters hingen witte doeken, als teken van overgave.

    ‘Ze zijn nu alle te huur,’ zei lachend een meisje tot een ander, terwijl ze ons voorbijliepen. Lege huizen worden immers in Spanje door een wit papiertje of een lapje aan de vensters aangegeven.

    In dezelfde wijk kwam ik vroeger vaak genoeg langs een reeks van grote kloosters; de clerus had hier zijn waardevolste bezittingen, echte burchten uit een voortijd, waarin nog altijd levenslang-opgesloten nonnen hun bestaan voerden. Maar thans waren alle vensters geopend, de toegangspoorten stonden wijd open, en een reusachtig wit doek met een rood andreaskruis daarop, bewees dat hier in allerijl een hospitaal was ingericht. Buiten stonden bewapende milicianos; auto’s reden af en aan. Er volgden steeds meer gebouwen met rode kruisen. Matrassen en bedden werden afgeladen. Er moesten ontzettend veel gewonden zijn…

    Andere gebouwen waren volkomen verwoest, met muren zwart van roet en verkoolde vensters. Vele rookten nog, moesten eerst kort geleden in brand gestoken zijn.

    Hoe verder wij in het centrum van de stad doordrongen, des te levendiger werden de straten. Op haast iedere hoek was er het een of ander in beslag genomen gebouw. Ze droegen ruwe opschriften met krijt: ‘In beslag genomen door de C.N.T.’ of ‘Onteigend door de Regering ter inrichting van een school.’ Dan weer: ‘In beslag genomen door het Volksfront.’ Maar het meest van al kwam het anarchisten-teken voor: ‘C.N.T.’ (Nationale Confederatie van Arbeiders). Steeds waren de in beslag genomen gebouwen kloosters of andere kerkelijke instellingen. Eerst later volgden de villa’s en paleizen. Ook vonden wij zonder uitzondering alle kerken verbrand of leeggehaald. Alleen de Kathedraal was intact en gesloten en droeg het opschrift: ‘Eigendom van het volk. Onder bescherming van de Generaliteit.’ Ik wist maar al te goed wat in de andere kerken behalve wapens, munitie en geldschatten weggeruimd was. Een onbeschrijfelijke, zo goed als waardeloze kitsch. Zelfs de mooiste oude kerken bevatten hier slechts rommel.

    Nooit had ik overigens vermoed, dat er in Barcelona zoveel kerken en kloosters stonden. Dat viel eerst nu op. Daarvoor ontbrak het dan ook aan ruimte voor scholen. Er was in de laatste jaren zulk een toeloop aan de staatsscholen, dat men de kinderen om beurten een weinig onderricht moest geven en er per week vaak 500 verschillende leerlingen in de klas van één onderwijzer terechtkwamen.

    Zal het ooit mogelijk zijn al deze kerkelijke prachtgebouwen in werkelijke volksscholen te veranderen? Zal het licht der goddelijke rede nu werkelijk gaan schijnen in dit land?

    ‘Veni sancte spiritus’ baden wij in stilte, terwijl wij voortliepen langs de straten die op iedere hoek een nieuwe verrassing brachten. De catalaanse arbeiders hebben hun geloof nog niet verloren; hun geloof in de toekomst der mensheid. Steeds meer lazen wij deze hoopvolle opschriften: ‘In beslag genomen voor onderricht-doeleinden.’ Het meest verbaasden wij ons nog over de uniformiteit der gevolgde methoden. Alle verschillen van opvatting schenen verdwenen te zijn. Naast elkander stonden de opschriften der anarchisten en der marxistische partijen. U.H.P., de plots herleefde leuze der asturiaanse revolutionairen.

    Tenslotte stonden wij op de Plaza Cataluña, het middelpunt van deze uitgestrekte stad, gisteren en eergisteren nog het middelpunt van de strijd. Grote granaatholen in de gevels, talloze kapotte vensterruiten. Verschillende van de monumenten die er staan, waren beschadigd. Hier en daar lagen de opgezwollen lijken van gevallen paarden, en verspreidden een misselijk-makende verrottingslucht, die zich vermengde met de walm der brandende gebouwen. Een treurig, verlaten slagveld was dit vroeger zo levendige plein geworden.

    Op de Rambla hetzelfde gezicht. Maar merkwaardigerwijze was er geen enkele winkel geplunderd, geen enkel paleis verwoest. Slechts de kerken en kloosters die door de Rebellen zelf tot strategische objecten gemaakt waren. De krantenkiosken waren doorzeefd van kogels. En een sigarenkiosk, met metalen blinden gesloten, was als een sardine-blikje opengemaakt en geledigd. Het was het enige geval van plundering dat wij te zien kregen, alleszins verklaarbaar na de doorstane strijd…

    Nu kwamen wij allerlei bekenden tegen, die eenstemmig de heldenmoed der anarchisten prezen. Ooggetuigen die nog geheel ontdaan waren van de strijd en het bloedvergieten, vertelden ons de talloze staaltjes van persoonlijke moed, die fantastisch klonken. Overal heerste een bewonderenswaardige discipline. Zelfs bij de verbranding van de kerkelijke inventarissen die wij hier en daar meemaakten, ging het in zekere zin ordelijk toe. Bewapende mannen bewaakten de brandstapels vóór de kerkdeur. Het was niemand toegestaan ook maar het geringste weg te nemen. Zelfs het gevonden bankpapier werd gedurende de eerste dagen in enthousiaste onwetendheid verbrand. Alle overwegingen werden overheerst door de innige wens voorgoed met het verleden te breken.

    Een paar kleine scènes die wij meemaakten, waren erg typerend. Het ijzeren rolluik van een sigarenwinkel was door een kanonskogel ernstig beschadigd. Daarvóór stonden een paar arbeiders in heftig dispuut, dat hiermee eindigde, dat de een den ander een pakje sigaren afnam en hem dwong alles af te geven wat hij verder aan tabak bij zich had. Tegensputterend haalde de ander uit zijn verschillende zakken de sigaren te voorschijn, die dan door de omstanders gezamenlijk weer in de onbeheerde winkel werden gedeponeerd.

    Een oud vrouwtje dat wilde oversteken, sprak mij aan: ‘Hoor eens, kameraad…’

    Er was een nieuwe toon gekomen. Een nieuw ideaal.

    Overal kon men, dag en nacht door, de radio-luidsprekers horen weerschallen. Zij brachten de eerste berichten, gaven de consignes, maanden tot rust. Op de eerste dag al, werden de officiële berichten van de opstand afgewisseld met muziek. ‘Die lustige Witwe’, alsof het erom begonnen was! Maar de Spanjaarden hebben zin voor zoiets. Na enkele dagen bestond de muziek hoofdzakelijk uit de nationale hymne en het catalaanse volkslied, ‘Els segadors’. het plechtige dramatische gezang van de maaiers-opstand. Voorts de ‘Internationale’ en het pittige anarchisten-lied ‘Hijos del pueblo’. Zij kwamen spoedig ook op de draaiorgels, hetgeen bewees dat de omwenteling al bijna ‘normaal’ geworden was.

  • La columna Arquer-Grossi del POUM sale de Barcelona y masacra a civiles en Huesca

    Los primeros milicianos catalanes

    El 23 de julio, la columna del POUM, bajo las órdenes de Jordi Arquer y el minero Manuel Grossi, desfiló por las Ramblas y la plaza de Cataluña, para salir al día siguiente desde la estación de Francia en dirección a Zaragoza y Huesca. Fernández Jurado quedó adscrito a la centuria Pedrola ?Miquel Pedrola, miembro del comité ejecutivo de las juventudes del POUM, morirá en el frente de Huesca?, en la que también formaban jóvenes socialistas internacionales como el alemán Walter Schwars o el cubano Juan Alcañiz.

    En Monzón, a donde llegaron los milicianos en camiones, Ramón toma contacto con la violencia revolucionaria que el golpe de Estado desató en los primeros momentos. El colapso político que había sufrido la República determinó una quiebra en distintos ámbitos institucionales, en particular en el control de los instrumentos coercitivos que debían asegurar el orden social. El comité local montisonense había detenido a 6 conocidos falangistas, pero la agitación callejera producida ante la primera oleada de voluntarios catalanes y las exigencias de una indiscriminada acción punitiva contra derechistas y propietarios, impuesta por el grupo denominado “Los Tigres”, elementos incontrolados de la centuria poumista Llorenç Vila, propiciaron nuevos arrestos. Un total de 24 personas fueron congregadas por la fuerza en la plaza de Monzón y al grito de “mueran los fascistas”, asesinadas. Ramón Fernández Jurado explica en su libro autobiográfico Memòries d’un militant obrer (Barcelona, ed. HACER, 1987), la incontenible repugnancia que le produjo la brutalidad desnuda, “una masacre ?dice? que se les escapó de las manos a Arquer y Grossi”, y que a él le marcó con una enorme y perturbadora impresión.

    El siguiente destino fue Sariñena. De nuevo el orden quebrantado y la justicia arbitraria comenzaban a campar por sus fueros, si bien en la población monegrina se atemperaron prontamente los ánimos exaltados. Fernández se alojó en un domicilio particular, como todos los milicianos cuando llegaban en tránsito o con carácter definitivo a un pueblo. La propietaria de la casa, que no lograba apaciguar su desconsuelo, explicó al huésped que su hijo se encontraba detenido en el edificio del Ayuntamiento y temía por su vida. Fernández Jurado se interesó por la suerte de quien resultó ser Ignacio Ballarín Segura, representante de la firma Cros de fertilizantes y abonos, logrando su libertad tras la presentación de testimonios a su favor. Ballarín, padre del futuro notario y procurador de las cortes franquistas Alberto Ballarín Marcial, de doce años en este momento, se convirtió en un buen amigo de Ramón, quien a pesar de los esfuerzos realizados, nada pudo hacer por salvar la vida del joven coadjutor sariñenense Eduardo Colay, ni del coronel retirado Bernardo Cariello. Ambos fueron fusilados mientras gritaban “Viva Cristo Rey”.

  • El escritor Pedro Muñoz Seca empieza su largo camino hacia Paracuellos

    Detención de Muñoz Seca
    Ayer por la mañana [es decir el día 30], en la Plaza de Cataluña un agente de Policía vio al conocido autor Pedro Muñoz Seca, procediendo a su detención y conducción a la Comisaría de Orden público, donde quedó a disposición de la superioridad.

    [
    Cronología, siempre según La Vanguardia:

    1. El 17 Estreno de La tonta del rizo en el Poliorama
    2. El 24 o 25 cesado de su trabajo en el «Cuerpo de Técnicos de Seguros, con la categoría de jefe superior de administración.»
    3. Trasladado a Madrid el 6 de agosto
    4. Día 7 encerrado en los calabozos de la Dirección general da Seguridad
    5. 12 de agosto: «En la cárcel de San Antón hay 793 reclusos entre militares, religiosos y paisanos… Muñoz Seca, detenido cuando paseaba en mangas de camisa por la Rambla barcelonesa, llegó a San Antón hace cuatro noches. Intentó rompor el lúgubre silencia con que le acogieron con un chiste, pero se le truncó en los labios. Ni él ni su auditorio estaban para bromas.»
    6. 12 de agosto, Juan Ruiz de Larios, traductor, crítico, espíritu mediocre, verdugo:

      Hacia una nueva concepción del Teatro
      […]
      No hablamos — ya se ve — de éste ni de aquél autor. Ni aun somos de los que creemos que, queramos o no, ha de resultar rematadamente falso todo cuanto provenga de quienes, hasta ayer mismo, habían convertido en dominio particular todos los escenarios de nuestra tierra y en feudo todas las sensibilidades. Es posible que alguien se salve de la quema. O, por lo menos, que quede algo. Pero de momento, lo que importa es afirmar — si es que es aceptable la paradoja — una negación: no existe, actualmente, un teatro español.

      Hay que ampliar, no obstante, el enunciado. Conviene, para ser exactos, dejar firmemente sentado que tampoco existía, antes, ese teatro. Nuestros autores habían confundido la vocación con el oficio. Se habían refugiado en la escena, como se hubieran podido refugiar en cualquier otro oficio manual. Con perdón —naturalmente— de quienes ejercen un oficio así, porque para ellos el oficio tiene valor de vocación. Y se daban tranquilamente al entretenimiento — a la mentira, al embuste fácil —, porque interesaba sobre todo tejer, forjar un ambienta que justificase, a la corta o a la larga, una ficción espiritual, porque no otra cosa que ficción era ese estado de ánimo que permitía acoger, con toda la tranquilidad del mundo, como la cosa más natural del mundo, ese absurdo — llamémosle absurdo — que era la producción, pongamos por ejemplo, de un Muñoz Seca.

      Por primera vez, desde hace siglos, España, nuestra España, &e encuentra íntima y plenamente unida en una aventura y por una intención nacional. Integra. Absoluta. Pocas ocasiones ofrecerá al espíritu, a la inteligencia, la historia — la anécdota — como está. Si acaso, acaso nuestra tierra sólo conoció aquel siglo de oro maravilloso que produjo, como un afán también nacional, el teatro más rico, más potente del mundo. ¿Será, mucho decir que esa coincidencia de circunstancias ha dé servir para una resurrección de nuestro teatro?

      Sobre este brave new world, vea Diana Sanz Roig, Talia y la revolución. La crítica teatral barcelonesa en torno a 1936.

    Escribe María Dulce Sánchez-Blanco Celarain:

    El 15 de Julio ya está en Barcelona Muñoz Seca acompañado de su esposa, Asunción Ariza. Se hospedan en la pensión que en la calle Lauria, número 24, regenta la madre de la actriz Lina Santamaría. Con ellos están también Asquerino y López Heredia.

    Según Pedro Sáinz Rodríguez, un actor, Avelino Nieto, delató a Muñoz Seca. Este mismo actor, acompañado de dos milicianos, se presentó en la pensión para detenerle. Estuvo Muñoz Seca detenido en la Jefatura de Policía de Barcelona, donde permaneció una semana en el calabozo, y coincidió allí con don Jacinto Benavente, nuestro segundo premio Nobel, también detenido.

    Muñoz Seca es trasladado a Valencia y de allí a Madrid. Permanecerá prisionero en la Cárcel de San Antón (antiguo Colegio Calasancio), de donde saldrá con las manos atadas a la espalda, después de un juicio sumarísimo, que duró tan sólo veinticinco minutos y se llevó a cabo el 26 de Noviembre, para ser fusilado en Paracuellos del Jarama, la madrugada del 28 de Noviembre de 1936.

    Tulio Demicheli:

    Muñoz Seca esculpió —como Miguel Hernández en su lecho de muerte— algunas frases lapidarias que bien podrían servirle de epitafio. La primera, a sus victimarios: «Podréis quitarme las monedas que llevo encima, podréis quitarme el reloj de mi muñeca y las llaves que llevo en el bolsillo, podéis quitarme hasta la vida; sólo hay una cosa que no podréis quitarme, por mucho empeño que pongáis: el miedo que tengo». La segunda, ya en el paredón, antes de la descarga: «Me temo que ustedes no tienen intención de incluirme en su círculo de amistades»…

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  • Subida en la reputación del POUM

    [Cita de Lois Cusick (1979). The anarchist millenium, memories of the Spanish revolution, 1936-37. Unpublished.]

    [On Tuesday], the city was in the grip of a complete work stoppage.

    The Patrols of Control took Montjuic fortress and trained its cannon on the Palau de la Generalitat … The block-long Popular Army poster on the communist Karl Marx House came down to reveal machine guns controlling the Passeig de Gracia, which the defense committees took over … Tuesday morning, the C.N.T. printers allowed only two papers to appear, Solidarida Obrera and the P.O.U.M.’s La Batalla … The Friends of Durruti and the genuine Trotskyites (Munis and Moulin) separately printed handbills calling for a revolutionary Junta to take over the government buildings. Josep Rebull’s P.O.U.M. left wing tried to win over the syndicalists at the barricades in another part of town for a march on the government buildings. Nothing came of these isolated initiatives … But the reputation of the P.O.U.M. shot up in the anarchist ranks. C.N.T.-F.A.I.-P.O.U.M. was the password at the barricades.

  • Ricardo del Río: la escenificación de la victoria

    La mañana del día 26 como presagiando lo que poco después del mediodía había de producirse. Pocas personas en las calles. Gestos tristes en los que habían visto cómo sus familiares habían abandonado Barcelona para no se sabía cuánto tiempo y otros con semblante alegre, ya que ansiaban el final que se avecinaba para dar rienda suelta a su alegría.

    Un breve cañoneo a las diez de la mañana cayendo los proyectiles en la Plaza de España, altos de Montjuich y algunas calles de la barriada de Sans y más tarde se realiza el asalto al famoso monte vigía del puerto de Barcelona. Defendiéndole unos cuantos soldados de Infantería que en cuanto vieron aparecer la primeras fuerzas enemigas arrojaban sus armas. No fueron hechos prisioneros, sino que desembarazdos del arma que les habían dado en el Ejército republicano, les fue entregado un fusil del Ejército nacionalista y colocados en vanguardia. Esta operación se realizó simultáneamente en Vallvidrera y Tibidabo, deteniéndose un momento el avance para sacar a los presos que había en el famoso castillo y en la prisión establecida en lo que había sido Pueblo Español de la Exposición de Barcelona, entre los que se encontraba el Teniente Coronel Domingo Rey d’Harcourt encargado de la defensa de Teruel cuando fue tomado por la República y que todavía no había sido juzgado.

    A la una de la tarde acuerdan realizar la entrada de la ciudad catalana, y dos columnas, una que baja de Montjuich hacia la Plaza España, siguiendo la calle de Cortes a las Ramblas y otras que descendiendo del Tibidabo toma la calle de Muntaner hasta la Diagonal, siguiendo esta Avenida hasta el Paseo de Gracia. No entraron fuerzas extranjeras. Estas se quedaron en retaguardia. Soldados navarros, que habían llevado el peso de las operaciones, unidades gallegas y algunas banderas del Tercio, fueron los primeros en cruzar las calles vacías de Barcelona. Más tarde llegaron moros y los generales Yagüe y Eliseo Álvarez Arenas, y después el General Jefe del Ejército del Norte.

    No quisieron evitar la salida de Barcelona de cuantos quisieran marcharse. Si hubieran deseado lo contrario, retrasan unas horas la entrada, desciende[n] por la ladera izquierda del Tibidabo y dirigiéndose al la carretera de Granollers hubieran cortado toda salida de Barcelona. De la forma en que se llevó a cabo fue posible que numerosas personas que no habían creído, llevadas de un optimismo ignorante, en la segura y próxima caída de la capital catalana, evacuasen la ciudad. Asíe se presenciaron espectáculos dignos de relatar en los que unos a otros y mientras en rápida carrera se dirigían a la carretera de salida, se fuesen avisando con estas voces: ¡Los facciosos están esquina la calle de Aribau! ¡Ya bajan por el Paseo de Gracia! Todo esto fue presenciado por muchos de los que habían salido de Barcelona hacía 48 horas y que habían podido regresar por la razón antedicha a realizar alguna función de su empleo o a recoger a algún familiar. Se supo de este modo rápidamente hasta el menor detalle de la toma de Barcelona.

    Un detalle de la ignorancia en que se encontraron los ciudadanos de Barcelona del momento culminante de la entrada de los soldados de Franco, debido a la casi nula lucha, es que las emisoras de Barcelona seguían funcionando con el personal antiguo y cumpliendo su programa normal como si continuase el Gobierno de la República, haciéndose cargo dos horas después de estar la ciudad en su poder de las emisoras un Teniente de Transmisiones, cuando el «speaker» de Radio Barcelona continuaba su labor como si nada hubiese ocurrido.

    Pasados los primeros momentos los elementos facciosos de la ciudad hicieron aparición y se hizo salir a la gente a la calle para que se animase el espectáculo de la Conquista de Barcelona. Más tarde un discurso del General Álvarez Arenas y unas órdenes del General Dávila fueron el botón final a las primeras fases de la entrada en Barcelona. Todo este relato se ajusta en un todo a la realida, ya que de la mayor parte de lo relatado fue testigo el que esto escribe y otros detalles han sido contados por personas de absoluta seriedad que tuvieron ocasión de presenciarlos.

  • Exhibición de equitación para conmemorar el 42º (o el 106º) aniversario de la Guardia Urbana

    La settimana Incom 00386 del 05/01/1950
    Centoseiesimo compleanno della Guardia Urbana Spagnola.
    Descrizione sequenze:Piazza Cataluna a Barcellona: davanti ad un pubblico di spettatori la Guardia Urbana a cavallo effettua un carosello;

  • «Primer Festival Popular de Poesía Catalana» en el Gran Price

    … «El acto -se dijo como punto final- es la integración de una cultura antigua y fiel a un pueblo nuevo y vigoroso.» El público entró de lleno en el espectáculo poético, perdonando las lagunas que pudieran producirse por la envergadura que alcanzó el recital. La velada contentó a todos, a los poetas, a los intérpretes y al auditorio que desbordaba la capacidad del Price.

    Si la poesía viene de la sangre, de la tierra, del hombre, en la velada el público la volvió a recogerla con entusiasmo. El recital tuvo una duración de dos horas y media, y leyeron sus poesías 79 vates. Exaltar o ensombrecer actuaciones, citando nombres, sería injusto, porque en cada interpretación hubo pasión y total entrega de sentimientos.

    El público salió satisfecho y ordenadamente de la sala. Muchos de los asistentes se quedaron en la calle para comentar el éxito de esta primera velada popular de poesía catalana. Algunos grupos jóvenes ss manifestaron por la Ronda San Antonio y siguiendo por las calles Torres Amat y Tallers aparecieron en ia Plaza de la Universidad, donde derribaron unas vallas de las obras del «Metro» y rompieron un cristal de escaparate de unos almacenes. Continuaron manifestándose por la calle de Pelayo, siendo disueitos entre las calles de Jovellanos y Plaza de Cataluña.