Etiqueta: idioma español
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Luis de León gana un certámen poético sobre la inmortalidad del alma
Certámen poético en que gana el premio el P.F. Luis de Leon. El asunto del certámen era la inmortalidad del alma y se admitieron composiciones en latin, catalan y castellano.
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Decreto de Nueva Planta de Cataluña
1. Por quanto, por Decreto de nueve de Octubre del año próximo passado señalado de mi Real mano, he sido servido de dezir, que haviendo con la assistencia Divina, y justicia de mi causa, pacificado enteramente mis Armas esse Principado, toca à mi Soberanía establecer Govierno en él, y à mi Paternal Dignidad, dar para en adelante, las mas saludables providencias, para que sus Moradores, vivan con paz, sosiego, y abundancia, enmendando en los malos, la opressión, que se ha experimentado (en las turbaciones passadas) de los buenos.
Para cuyo fin, haviendo precedido madura deliberació, y consulta de Ministros de mi mayor satisfaccion, y confianza. 2. He resuelto, que en el referido Principado, se forme una Audiencia, en la qual presidais Vos el Governador, Captan General, ò Comandante General de mis Armas, que aí huviere, de manera que los Despachos, despues de empezar con mi dictado, prosigan en su nombre; el qual Capitan General, ò Comandante, ha de tener solamente voto en las cosas de govierno, y esto hallandose presente en la Audiencia, devienvdo en Nominaciones de Oficiios y cosas graves, el Regente avisarle un dia antes de lo que se ha de tratar… Y si el negocio pidiere pronta deliberacion, se avaisará con más anticipación.
3. La Audiencia se ha de juntar en las Casas que antes estavan destinadas para la Diputacionm, y se ha de componer de un Regente, y diez Ministros para la Civil, y cinco para lo Criminal; dos Fiscales, y un Aguazil Mayor.
El Regente con seiscientos doblones de salario, los Ministors y Fiscales con trescientos cada uno, y el Alguazil Mayor ducientos… 4. Haviendo considerado, que la Suplicacion, que antiguamente se interponia, de una Sala à otra, tiene el incoveniente de mayor dilacion, por havar la Sala de informarse nuevamente del Pleyto; mando, que las Suplicaciones se interpongan à la misma Sala donde se ha dado la Setencia, y en el caso de ser contrario la primera à la segunda, para la tercera deverá assistir el Regente con un Ministro de la otra Sala, que intervendrá por turno, ù dos, ò mas si huviere alguno, ò algunos enfermos, de manera que sean los votos siete, cuyo medio se ha considerado mas facil, y conveniente, que el de la tercera Sala que antes havia.
5. Las causas en la Real Audiencia, se substanciarán en lengua Castellana, y para que por la mayor satisfacion de las partes, los incidentes de las causas, se traten con mayor deliberacion, mando, que todas las peticiones, presentaciones de Instrumentos, y lo demás que se ofreciere, se haga en las Salas.
Para lo corriente, y publico, se tenga Audiencia publica, Lunes, Miercoles y Viernes de cada semana, en una de ellas, por turno de meses. 28. Se impondrán las penas, y se estimarán las probanzas, segun las Constituciones, y practica, que havia antes en Cataluña, y si sobre esto ocurriere à la Sala Criminal alguna cosa, que necessite de reformacion, se me consultará…
31. Ha de haver en Cataluña Corregidor en las Ciudades, y Villas siguientes. 32. Barcelona con el Distrito de su Veguerío, desde Mongát, hasta Castel de Fels, y los Lugares desde Lobregát hasta Martorel, su Corregidor en Barcelona con dos Tenientes Letrados.
43. De todos los expressados Corregimientos me reservo la nominacion; y en los demás Lugares havrá Bayles, que nombrará la Audiencia, de dos en dos años, y sobre los Salarios, que han de haver, y residencia, que se les ha de tomar, consultará la audiencia con relacion de lo que antiguamente havia en Cataluña.
45. En la Ciudad de Barcelona, ha de haver veinte y quatro Regidores, y en las demas ocho, cuya nominacion me reservo,
y en los demás Lugares se nombrarán por la Audiencia, y en el numero que pareciere, y se me dará cuenta, y los que nombrare la Audiencia, han de servir un año. 46. Los Regidores tendrán à su cargo, el Govierno Politico de las Ciudades, Villas, y Lugares, y la Administracion de sus Propios, y Rentas, con que no puedan hacer enagenacion, ni cargar censos, sino es con licencia mia, ù del Tribunal, à quien lo cometieremos, y los que entraren nuevos recibirán las cuentas, de los que acaban con assistencia del Corregidor, ò Bayle, el qual hará execuciones sobre alcances sin retardacion.
49. Hallandome informado de la legalidad, y pericia de los Notarios del numero de la Ciudad de Barcelona, mando que se mantenga su Colegio, y si sobre sus Ordenanzas, y lo demas huviere algo que prevenir, se me consultará por la Audiencia. Y ordeno, que uno de los Ministros de la Audiencia Civil sea Protector, y assista en todas las Juntas del Colegio, y se le avisará antes de tenerlas.
50. En el Canciller de Competencias, y Juez llamado del Breve, ni en sus juzgados, no se hará novedad alguna, por parte de mi Real Jurisdicion, como ni tampoco en los recursos, que en materias Eclesiasticas se practican en Cataluña.
51. Todos los demás Oficios, que havia antes en el Principado temporales, ò perpetuos, y todos los Comunes, no expressados en este mi Real Decreto, quedan suprimidos, y extinctos, y lo que à ellos estava encomendado, si fuere perteneciente à Justicia, ò Govierno, correrá en adelante à cargo de la Audiencia; Y si fuere pertenenciente à Rentas, y Hazienda, ha de quedar à cargo del Intendente, ù de la Persona, ò Personas, que Yo diputare para esto.
52. Pero los Oficios Subalternos, destinados à las Ciudades, Villas, y Lugares para su Govierno Político en lo que no se opusiere à lo dispuesto en este Decreto se mantendrán, y lo que sobre esto se necessitare de reformar, me lo consultará la Audiencia, ò lo reformará en la forma que se dice al fin, resepcto de Ordenanzas.
53. Por los incovenientes que se han experimentado en los Sometenes, y juntas de gente armada, mando que no haya tales Somtenes, ni otras juntas de gente armada, so pena de ser tratados como sediciosos, los que concurrieren, ò intervinieren.
54. Han de cessar las prohibiciones de estrangería, porque mi Real intencion es, que en mis Reynos las Dignidades, y Honres se confieran, reciprocamente à mis vassallos, por el merito, y no por el nacimiento en una, ò otra Provincia de ellos.
55. Las Regalias de Fabrica de Monedas, y todas las demás, llamadas Mayores, y Menores, me quedan reservadas, y si alguna Comunidad, ò Persona particular tuviere alguna pretension, se le hara Justicia, oyendo à mis Fiscales.
56. En todo lo demás, que no está prevenido en los Capitulos antecedentes de este Decreto, mando se observen las Constituciones, que antes havia en Cataluña, entendiendose, que son establecoidas de nuevo por este Decreto, y que tienen la misma fuerza, y vigor, que lo individualmente mandado en él.
57. Y lo mismo es mi voluntad, se execute, respecto de el Consulado de la Mar, que ha de permanecer, para que florezca el comercio, y logre el mayor beneficio del País.
58. Y lo mismo se observará en las Ordenanzas, que huviere para el Govierno Político de las Ciudades, Villas, y Lugares, en lo que no fuere contrario à lo mandado aqui, con que sobre el Consulado, y dichas Ordenanzasa , respecto de las Ciudades, y Lugares, Cabezas de Partido, se me consulte por la Audiencia, lo que considerare digno de reformar, y en lo demás lo reforme lo Audiencia.
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El cónsul francés manda al Conseil de la Marine francés el trabajo de Juan Salvador sobre la pesca en las costas de Barcelona y Cataluña; extracto sobre la sardineria
Barcelonne, le 15 9bre 1722.
J’ay l’honneur de remettre cy joint au Conseil ma réponse au Mémoire qu’il m’a fait celuy de m’envoyer au sujet des Pesches qui se font a Barcelonne et sur les Cotes de Catalogne. J’ay pris autant que j’ay pu tous les eclaircissemens qui m’ont été donnez par les Pescheurs de ce pays cy, mais je n’aurois jamais pu faire cette réponse sans le secours du Sr. Jean Salvador Apotiquaire de cette Ville qui est le plus celébre botaniste qu’il y ait en toute l’Espagne j’ay composé avec luy ce Mémoire. Il ne manquera pas de l’envoyer dans peu de tems a Mr. Jussieu qui le luy a demande de la part de Mgr. le Regent il y a 4 mois, il y doit ajouter beaucoup d Enlumineures de Bateaux et habits des Pescheurs et des diferentes manieres des Pesches de ce pays cy avec un catalogue des noms en Catalan, en Latin, en françois et en Espagnol de tous les Poissons qui s’y prennent. Il a envoyé pour cet effet plusieurs personnes sur les Cotes, et il y a fait luy même differens voyages, il a fait avec Mr. de Jussieu le voyage des cotes de Portugal par ordre de S.A.R. c’est un homme d’unes connoissances extraordinaires sur tous les effets singuliers de la nature pour les Plantes, les Mineraux et autres Végétaux. Ce Mémoire des pesches m’approuve sa connoissance dont je fais icy tout le cas que je dois.
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La iglesia aprueba el libreto en italian y castellano de la primera ópera de un barcelonés que se da en Barcelona: Sesostri, re d’Egitto, de Domenico Terradeglias, ya asesinado (supuestamente)
[…]
[argumento]
Lo restante se comprende con la lectura del Tramma, cuyo historico fundamento se ha sacado de Erodoto lib. 2.
PROTESTA. [en la intro]
Las palabras Numen, Hado, Adorado, &c. son simples ornamentos de la Poesia, y no pensamiento del Autor, que se presenta verdadero Catholico.
MUTACIONES DE SCENAS.
EN EL ACTO PRIMERO.
Sitio delicioso con Palacio de Campaña de Fante cerca de Menfis.
Gabinete Real.EN EL ACTO SEGUNDO.
Atrio que conduce à diversos Apartamentos.
Jardin Real.EN EL ACTO TERCERO.
Sala Real.
Gabinete con Trono.
Templo iluminado con el Ara de Amor.[…]
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Estreno en castellano (los mortales) e italiano (los dioses) de la «comedia heróica» «La Union del Reyno de Aragon con el Condado de Barcelona» como alegoría de la de España y Nápoles tras la dominación austracista
[…]
Los amores de Doña Elisenda y Doña Gimihilda junto con la introduccion del Embaxador de Castilla, se han tenido por episodios verosimiles; pero necesarios para el enlace de la pieza, en la que á fin de seguir con mas puntualidad lo verdadero de la historia, no se han observado enteramente las reglas de las unidades.
EXPLICACION DEL BAYLE
Un gallardo mancebo, que significará la juventud Española, acompañado de la experiencia figurada en un venerable anciano, sale á emprender la carrera del heroísmo; para cuya gloriosa empresa el Teatro presentará á la vista del Espectador una Scena de bosque, á cuyo lado derecho estará pintado el camino de la virtuda aspero al parecer y fragoso, aunque en realidad ameno y descansado, y al izquierdo el camino del vicio llano y sembrado de flores, pero peligroso y enredado.
[…]
… entrará en el templo del heroísmo, fabricado sobre resplandecientes nubes, en cuyos nichos se verá colocada la série de los Reyes de España de la casa de Borbon, y enmedio el retrato de S. M. el del serenisimo Señor Principe de las Asturias y del Rey de Napoles el Señor D. Fernando IV. cuyo debido obsequio es el objeto de esta fiesta, concluyendose el bayle con un armonioso y vistosisimo concierto.
[…]
LA MUSICA DE LA PEQUEÑA PIEZA CANTADA ES DE invencion del Señor Antonio Tozzi…
[…]
Oh mi Dios! y que dichas ya preveo
en este punto yo! sino me engaño
se eleva el corazon sobre sí mismo,
y forma de esta union dulces presagios.
Ya me parece ver que á los Ramiros
suceden los Alfonsos, los Fernandos,
y que aumenta su gloria y su fortuna
la estirpe esclarecida de los Carlos.FIN.
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Cataluña declarada dependencia del imperio francés
Se han fixado por las plazas y esquinas de esta Capital unos grandes papelones en frances y catalan, anunciando la traslacion de Cataluña en Gobierno separado, pero dependiente del grande Imperio frances. Segun lo decretado por el Emperador Napoleon, Cataluña queda declarada en estado de sitio, y elegido Comandante General y Gobernador de la Provincia, el Mariscal Augereau, Duque de Castiglione.
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Escrito del gobernador francés, Augereau, en catalán
Se ha fixado por las plazas y esquinas de esta Capital una amorosa Proclama del Mariscal Augereau, dirigida á los Catalanes, para que dexen las armas de las manos. Está escrita en catalan; sin duda para mejor seducir á los patriotas de la montaña, ó, á quantos sencillos la oígan.
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Los franceses obligan al Diario de Barcelona a publicar en catalán
Empieza hoy el Diario en Catalan, y baxo nueva denominacion, pues hasta aquí habia conservado la misma que se le dió el año de 1789 (quando Mr. Husson de Lapasaran, fué su impresor), á saber: Diario de Barcelona: mas hoy empieza baxo el título de Diari de Barcelona y del Gobern de Catalunya… La relacion pues del Diario traducida del idioma Catalan al Castellano, para la universal inteligencia, dice así…
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Los franceses tratan de seducir a los barceloneses con lengua trífida
Se ha fixado por las plazas y esquinas de esta Capital, una Proclama del Mariscal Macdonald, fecha en Gerona á 23 de Mayo último. Es trilingüe, á saber, en Frances, Catalan y Castellano. Las gentes se agolpan en las esquinas al ver tan grandes papelones; pero quedan saciados al leer la primera cláusula, que dice: Buenos habitantes de Cataluña: pueblo activo, industrioso y valiente; á vosotros me dirijo; con vosotros hablo &c. Conoce ya demasiado el pueblo barcelonés el lenguage seductor de que usa el enemigo, y así, mirándose unos á otros los paisanos, señalando con el dedo la dicha Proclama, decian: lée el Sermon.
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En el Diario de Barcelona el mariscal Macdonald habla español y los demás catalán y francés
Léese en el Diario baxo el título de Noticias particulares de Barcelona, la arenga que hizo el Mariscal Macdonald en Gerona, ante la Junta que allí creó. Como dicho discurso es un continuado y auténtico testimonio del espíritu patriótico que anima á nuestra Provincia de Cataluña, por lo mismo lo continúo literal, pues que en Castellano se nos dá en el Diario, á pesar de ser todo lo demás (tiempo hace) en Frances y Catalan.
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La política lingüística de los franceses
Se ha publicado hoy el Diario en Castellano, cosa que no se habia notado desde que el Corregidor Pujol lo mandó publicar en Catalan. Y es muy para notarse, que empieza dicho Diario con un Decreto del Mariscal Macdonald, el qual nombrando Intendente de Barcelona á Mr. Luppé, y Secretario General de la Intendencia á Mr. Paris Laplaignes, hablando del mismo Pujol, dice: El Señor Pujol, Corregidor actual de Barcelona, queda reservado para otras funciones.
Esta cláusula equivale á lo mismo que quedarse en la calle. Aseguran, que el Mariscal ha ofrecido á Pujol una plaza en la Audiencia, pero que aquel ha respondido, que no entendia de leyes. Lindo ascenso ha hecho nuestro Conciudadano Pujol, despues de tan decidido afecto á los franceses. Ciertamente no se creía tan desgraciado como Madinabeytia; pero ahora vé, que es su compañero en la paga que ambos han recibido de sus idolatrados franceses. Dicho Decreto del Mariscal Macdonald , puede verse en el número 6 del Apendice primero.
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Stendhal: sufrimiento de los españoles bajo el proteccionismo catalán, real cleptocracia, autenticidad española, Real Academia, afrancesados, terror del Conde de España, teatro, relación arriero-mulas, religiosidad
[E]nfin, le lendemain vers midi nous avons aperçu la citadelle de Mont-Joui, qui domine Barcelone. A deux lieues de la ville, nous avons loué d’un jardinier une petite voiture à porter des legúmes; nous étions excédés de fatigue. C’est dans cet équipage que nous avons paru à la Rambla, joli boulevard situé au milieu de Barcelone. Là se trouve l’auberge de Cuatros Naciones …, où enfin nous avons trouvé un dîner [toda la comida en Mataró estaba estropeada por el uso de aceite rancio]: ce plaisir a été fort vif.
Après dîner nous nous sommes occupés du visa de nos passeports; je veux partir demain pour retourner en France. Mes compagnons, vifs et résolus, et partant assez aimables, mais dont les allures me sont fort suspectes, ne me semblent pas plus curieux que moi de faire un long séjour à Barcelone.
Au sortir de la police, qui nous a reçus avec un silence inquisitorial et de mauvais augure, nous sommes allés acheter des pâtés. J’ai acheté, d’un marchand italien, une bouteille d’huile de Lucques et un morceau de parmesan. Après quoi, délivré de tout souci, je me suit promené par la ville, jouissant du délicieux plaisir de voir ce que je n’avais jamais vu.
Barcelone est, à ce que l’on dit, la plus belle ville d’Espagne après Cadix; elle ressemble à Milan; mais, au lieu d’être située au milieu d’une plaine parfaitement plate, elle est adossée au Mont-Joui. On ne voit point la mer, de Barcelona; cette mer, qui ennoblit tout, est cachée par les fortifications qui sont au bout de la Rambla.
Je n’ose dire les réflexions politiques que j’ai faites pendant un séjour de vingt heures; et pourtant jamais je n’ai tant pensé.
Parmi les cinq ou six légions de la garde nationale de Barcelona, il en est une composée d’ouvriers qui fait peur à toutes les autres. Quand les carlistes approchent, on se réconcilie avec cette légion qui porte des blouses et que l’on suppose capabale de faire le coup de fusil. Quand on n’a plus peur des carlistes on cherche querelle aux gens à blouses et on les accuse de jacobinisme. La légion énergique dit, pour sa défense, qu’elle suit les principes du célèbre Volney, auteur des Ruines. Volney, Raynal, Diderot et les autres auteurs un peu emphatiques à la mode en France lors de la prise de la Bastille, sont les oracles de l’Espagne.
Il faut toutefois observer qu’à Barcelona on prêche la vertu la plus pure, l’utilité de tous, et qu’en même temps on veut avoir un privilége: contradiction plaisante.
Les Catalans me semblent absolument dans le cas de messieurs les maîtres de forges de France. Ces messieurs veulent des lois justes, à l’exception de la loi de douane, qui doit être faite à leur guise. Les Catalans demandent que chaque Espagnol qui fait usage de toile de coton paye quatre francs par an, parce qu’il y a au monde une Catalogne.
Il faut que l’Espagnol de Grenade, de Malaga ou de la Corogne n’achète pas les cotonnades anglaises, qui sont excellentes et qui coûtent un franc l’aune, par exemple, et se serve des cotonnades de Catalogne, fort inférieures, et qui coûtent trois francs l’aune. A cela près, ces gens-ci sont républicains au fond et grands admirateurs de Jean-Jacques Rousseau et du Contrat social; ils prétendent aimer ce qui est utile à tous et détestent les priviléges de la noblesse qu’ils n’ont pas, et qu’ils veulent continuer à jouir des priviléges du commerce, que leur turbulence avait extorqués jadis à la monarchie absolue. Les Catalans sont libéraux comme le poète Alfieri, qui était comte et détestait les rois, mais regardait comme sacrés les priviléges des comtes.
Nos fabricants de fer de la Champagne et du Berry ont au moins un raisonnement à leur service: si vous recevez les excellents fers de Suède, le fer sera pour rien et les Suédois pourront acheter les vins de France, mais nos usines tomberont. Tous les trente ans il y a dix ans de guerre. Alors vous ne pourrez plus recevoir les fers de Suéde, et que deviendrez-vous?
La Rambla m’a charmé; c’est un boulevard arrangé de façon que les promeneurs sont au milieu, entre deux lignes d’assez beaux arbres. Les voitures passent des deux côtés le long des maisons es sont séparées des arbres par deux petits murs de trois pieds de haut qui protégent les arbres.
On ne parle que d’intervention; je trouve peu digne de la fierté espagnole de demander toujours la charité. Qui nous a aidés en 1793 et 1794? Toute l’Europe nous faisait une guerre acharnée. Un grand homme, Pitt, avait juré la perte de la France. Aucun roi ne fait la guerre à l’Espagne, et surtout il n’y a plus de grands hommes.
En 1792, la France avait des hommes tels que Sieyès, Mirabeau et Danton. Ces deux derniers ont volé. Qu’importe? ils ont sauvé la patrie; ils ont faite ce qu’elle est. Sans eux nous serions peut-être comme la Pologne, et l’ordre régnerait à Paris (Allusion aux paroles prononcées à la Chambre des députés par le comte Sébastiani, ministre des affaires étrangères, à propos de la capitulation de Varsovie, qui avait eu lieu le 8 septembre 1831), de même qu’à Varsovie. L’Espagne serait heureuse d’avoir de tels hommes, dût-elle les payer deux millions chacun: ce n’est pas le quart de ce que ses rois ont volé chaque année.
Supposons un général qui, depuis sept ans, eût gouverné Alger avec talent; qu’importerait qu’il eût volé sept millions?
– Barcelone, le …. 1837 [sic].
J’ai une inclination naturelle pour la nation espagnole; c’est ce qui m’a amené ici.
Ces gens-là se battent depuis vingt-cinq ans pour obtenir une certaine chose qu’ils désirent. Ils ne se battent pas savamment; un dixième seulement de la nation se bat; mais, enfin, ce dixième se bat, non pour un salaire, mais pour obtenir un avantage moral. Chez les autres peuples, on voit des gens qui se battent pour obtenir des appointements ou des croix.
J’aime encore l’Espagnol parce qu’il est type; il n’est copie de personne. Ce sera le dernier type existant en Europe.
Tout ce qui est riche ou noble, en Italie, est une copie du grand seigneur français, tremblant toujours de ce qu’on dira de lui. Les grands seigneurs espagnols que nous avons entrevus à Paris ne sont pas copies. Chez eux je ne vois nullement le besoin d’être rassurés sur l’estime qu’ils se portent, et ils n’ont aucun souci de l’opinion des cent nigauds bien vêtus rassemblés chez l’ambassadeur voisin.
Que ne fait pas au contraire le grand seigneur allemand ou italien: 1º pour pénétrer dans le salon de l’ambassade voisine; 2º pour y faire effet? L’Espagnol y vient plutôt comme curieux, pour voir ces singeries, puisqu’il est à Paris.
Je brûlais d’aller voir le jardin de Valence. On me dit qu’il y a des moeurs singulières. Les artisans travaillent assis. Tous les samedis on peint en blanc l’intérieur des maisons avec de la chaux et les planchers en rouge.
On m’assure, ce qui est bien autrement difficile à croire, que les Espagnols commencent à ne plus tant respecter les moines.
Un mois après l’entrée des Français (1808), les moines prédirent que le jour de la Toussaint tous les Français seraient exterminés par le feu du ciel. Les bons Espagnols croyaient si fermement en cette prédiction, bien justifiée par tous les excès des Français, que lorsque, le jour de la Toussaint arrivé, elle ne s’accomplit pas, ils commencèrent à douter des moines.
Étranges voleries dont on me fait le récit authentique, un chef volait l’autre. Haute probité du maréchal Saint-Cyr, du maréchal Suchet. Étonnante, incroyable bravoure des Français au siége de Tarragone, à la prise du fort Olive par M. Duchamp.
La bataille de Vittoria n’a jamais existé, me disait ce soir le lieutenant-colonel P… On portait comme morts à cette bataille les hommes et les chevaux que quelques régiments se faisaient payer en sus de ce qui existait. Extrême incapacité du maréchal et du roi qui commandaient l’armée française à Vittoria. Ils ne défendirent pas le passage que jamais l’armée anglaise n’aurait osé forcer. Les troupes étaient affamées de rentrer en France; il eût fallu un caractère de fer, un autre maréchal Davoust pour les empêcher de quitter l’Espagne en courant. Tout cela m’a été raconté avec l’accent et l’enthousiasme de la vérité; mais je n’ai été témoin d’aucun de ces faits.
Cet Espagnol, qui garde un silence farouche depuis le commencement de la soirée, disait-on ce soir aux Cuatro Naciones, se repaît, dans l’intérieur de son âme, des chimères les plus ravissantes.
Remarquez bien ceci: ce n’est pas la réalité, c’est son imagination qui se charge de les lui fournir. Il résulte de là que, dans les moments de passion, la lorgnette du raisonnement est entièrement troublée; il ne peut plus apercevoir rien de ce qui exist réellement. Beaucoup d’Espagnols sont de bonne foi dans leur prétention de caste et de rang. Tel est évidemment pour moi don Eugenio (on prononce Eou-Kénio), le plus aimable de mes compagnons de voyage.
Il me dit que l’Académie de langue espagnole s’est appliquée constamment à rapprocher l’orthographe et la prononciation. L’Académie française a fait le contraire et en est toute fière. Pour moi, toutes les fois que je vois une femme faire des fautes d’orthographe, je trouve que c’est l’Académie qui est ridicule. Le meilleur administrateur que j’aie vu dans mon voyage, homme d’un esprit supérieur et profondément occupé du fond des choses, cherche souvent ses mots après avoir fini sa lettre. C’est qu’il pense aux choses plus qu’à la forme baroque. Que de temps perdu! L’usage s’est laissé guider par le pédantisme d’une société, dans le sein de laquelle les gens d’esprit, les Duclos, les Voltaire, n’ont pas la parole.
M. Sutto nous disait au souper des Cuatros Naciones:
– Hier, j’étais assis à côté de madame Alber (Anglaise); j’ai été obligé de changer de place, tant son langage était vulgaire; je n’ai pu surmonter mon dégoût.
– Ce qui nous déplaît le plus dans la ville oû nous sommes nés, dit M. Ipol, jeune philosophe, c’est ce langage vulgaire qui annonce des manières et des sentiments bas, et c’est précisément ce langage du peuple qui nous plaît le plus à l’étranger. Il est près de la nature, il est énergique, et la vulgarité que nous ne voyons pas ne peut nous empêcher d’être sensibles à ce premier mérite de toute langue poétique. A Barcelone, un arieros (muletier) m’enchante par son langage, sa personne me plaît; c’est un grand garçon, fort, vigoureux, rempli d’une énergie sauvage, dont la vue réjouit l’âme. A côté de lui, qu’est-ce qu’un grand d’Espagne? Un petit homme, haut de quatre pieds dix pouces, qui vous répète des articles de journaux sur les avantages d la liberté, se regarde attentivement dans toutes les glaces qu’il rencontre, et croit être un Parisien, parce qu’il est abonné au journal des modes. Eh! monsieur, avant tout, soyez Espagnol!
A Barcelone, le grand problème était de rentrer en France. Tout calcul fait, nous avons osé prendre une voiture attelée de mules. Mes sept compagnons m’ont l’air de gens qui émigrent. On émigrerait à moins. La vie, en Espagne, est fort désagréable, et cet état de choses peut fort bien durer vingt ou trente ans encore.
Plusieurs de mes compagnons ressemblent tout à fait à don Quichotte; c’est la même loyauté et la même absence de raison, dès qu’on arrive à certains articles. Les cordes qu’il ne faut pas toucher, c’est la religion out les priviléges de la noblesse. Ces messieurs me prouvent sans cesse, avec beaucoup d’esprit et une vivacité charmante, que les priviléges de la nobles sont utiles au peuple. Ce qui fait que je les aime, c’est qu’ils le croient.
L’un d’eux a eu une dispute avec les autres, parce qu’il m’a dit: «Le peuple espagnol, au fond, n’est enthousiaste ni du gouvernement des deux chambres, ni de don Carlos; je n’en veux pour preuve que la course de Gomez, qui, avec quatre pauvres mille hommes, a traversé toute l’Espagne, de Cadix à Vittoria. Si l’Espagne avait été libérale, Gomez eût été écrasé. Si l’Espagne eût aimé don Carlos, Gomez eût réuni cent mille hommes.»
Au moment de partir, nous allons prendre du chocolat dans la boutique d’un certain Piémontais, cachée dans une petite rue; je croyais presque qu’on me menait conspirer. Je me suis muni de vingt oeufs durs à l’auberge, j’ai du pain, du chocolat, etc.; en un mot, je ne serai pas réduit à dîner avec du pain trempé dans du vin qui contient un tiers d’eau-de-vie, ce qui fait mal à l’estomac.
Mes compagnons espagnols sont d’un esprit bien supérieur à ceux que j’avais en venant. Par exemple, j’ai donné à entendre fort poliment que parler politique trois heures par jour me semblait suffisant. Ces messieurs me parlent avec beaucoup de plaisir de leurs grands poëtes dramatiques, dont la plupart ont des noms gutturaux abominables à prononcer. Ils prétendent que c’est par une véritable bizarrerie que les étrangers n’ont distingué parmi tan d’hommes supérieurs que Calderón et Lope de Véga; ils me citent Alarcon et d’autres noms qui m’échappent; tous ces poëtes ont, selon moi, un grand mérite et un grand défaut.
Leur mérite, c’est que leurs pièces ne sont point une imitation plus ou moins élégante des chefs-d’oeuvre qui ont fait les délices d’un autre peuple. L’Espagne monarchique, obéissant à un honneur exagéré si l’on veut, mais tout puissant chez elle, faisant le bonheur ou le malheur de chaque homme, n’a point imité les tragédies par lesquelles Sophocle et Euripide cherchaient à plaire à la démocratie furibonde d’Athènes. Les pièces de fray Gabriel Tellès, par exemple, sont faites uniquement pour plaire aux Espagnols de son temps, et par conséquent peignent le goût et les manières de voir de ces Espagnols de l’an 1600. Voilà leur grand mérite.
Le principal défaut des pièces espagnoles, c’est que, à chaque instant, les personnages récitent une ode remplie d’esprit sur les sentiments qui les animent, et ne disent point les mots simples et sans esprit que me feraient croire qu’ils ont ces sentiments, et qui, surtout, les exciteraient chez moi.
Rapidité des mules espagnoles; elles ont chacune un nom: la Marquise, la Colonelle, etc. Le conducteur raisonne sans cesse avec elles: «Comment, Colonelle, tu te laisseras vaincre par la Marquise?» Il leur jette de petites pierres. Un jeune garçon, dont j’admire la légèreté, et qui s’appelle le Zagal, court à côté des mules pour accélérer leur marche; puis, quand elles ont pris le galop, il s’accroche à la voiture; ce manége est amusant. De temps en temps, ces mules donnent des coups de collier et galopent toutes ensemble; il faut ensuite s’arrêter cinq minutes, parce qu’il y a toujours quelque trait de cassé. Cette façon d’aller, propre aux peuples du Midi, est à la fois barbare et amusante; c’est le contraire des diligences anglaises, avec lesquelles j’ai fait cent quatre lieues en vingt-trois heures (de Lancastre à Londres).
On nous parle sans cesse des carlistes; il est bien vrai qu’ils étaient près d’ici il y a huit jours; mais il me semble que maintenant ils sont à plus de dix lieues, vers l’Èbre. A la moindre alarme, mes compagnons se mettent en prière; ils appartiennent pourtant, trois du moins, à la haute société. Un Français n’oserait jamais prier, même en croyant à l’efficacité de la prière, de peur qu’on ne se moquàt de lui. Ce qui me charme dans mes Espagnols, c’est l’absence complète de cette hypocrisie, qui n’abandonne jamais l’homme comme il faut de Paris. Les espagnols sont tout à leur sensation actuelle. De là folies qu’ils font par amour, et leur profond mépris pour la société française, basée sur des mariages conclus par des notaires.
Un Français voyageait dernièrement du côté de Valence; il était porteur de quatre-vingts onces d’or (l’once vaut en ce pays-ci quatre-vingt-deux francs). Ce Français était bien coupable; il avait, de plus, une chaîne d’or à sa montre et quelques bagues. Les autorités d’un village où il voulut passer la nuit l’ont fait accabler de coups de bâton; quand il n’a plus pu se défendre, on lui a enlevé la chaîne, les onces, les bagues, et on l’a jeté en prison.
Au bout de neuf jours, voyant qu’il ne mourait point, on l’a poussé hors de la prison, et il a été obligé de mendier pour arriver jusqu’a Valence.
Le consul de France a été indigné; il s’est hâté d’écrire à son ambassadeur, lequel a écrit au gouvernement de la reine, qui a ordonné une enquête. Les autorités du village, les magistrats chargés de cette enquête ont déclaré que le Français était un carliste; la vérité leur était bien connue; mais ils ont considéré que l’alcade du village et ses adjoints, qui avaient dévalisé le Français, seraient déshonorés si la vérité était connue.
Ces messieurs ont donc déclaré que le Français était un calomniateur, et, en conséquence, l’ont condamné à la prison.
Pour n’être pas jeté en prison à Valence, le Français a dû chercher un refuge dans la maison du consul. Celui-ci a écrit de nouveau à Madrid; l’ambassadeur n’a pas craint de retarder le succès de ses grandes négociations en poursuivant le redressement d’une injustice qui n’intéressait qu’un seul Français; et enfin l’alcade voleur ou les juges, je ne sais lesquels, ont été destitués.
Il me semble que, depuis la mort de Ferdinand VII, l’esprit public, en Espagne, a fait un pas immense; les prêtres et les moines ont perdu tout crédit politique: l’opinion veut les réduire à administrer les sacrements.
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Empieza la gratuidad en la primera enseñanza
Escuelas Públicas gratuitas de Primera Enseñanza, establecidas por el Excmo. Ayuntamiento con arreglo á la ley de 21 de Julio de 1838. Hay nueve de niños y cinco de niñas. En las de niños se admiten desde seis á trece años, y los que acreditan ser pobres de solemnidad, se les suministra libros para la instruccion por cuenta del Ayuntamiento. Se les enseña, 1.° Principios de Religion y Moral, 2.° Lectura, 3.° Escritura, 4.° Principios de Aritmética, ó sean las cuatro reglas de contar por números abstractos y denominados; 5.° Elementos de Grámatica Castellana, dando la posible estension á la Ortografia, 6.° El Catecismo Politico. Los niños que en el dia concurren á estas escuelas serán unos 1300, cuyos locales se hallan en los puntos siguientes: Ex-convento de S. Juan, calle de la Riera del mismo nombre; Siljar, calle de Tallers; Comunes Depósitos, calle de la Ciudad; Ex-convento de S. Cayetano, plaza de Sta. Ana; San Agusti vell, plaza del mismo nombre, Gracia; Barceloneta; y Calle del Mediodia.
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Fundación de la sociedad Amigos de la Instrucción
Su creación estuvo muy ligada al plan provisional de enseñanza que se había aprobado en 1838. Entre los impulsores de la iniciativa figuraba el republicano y reformista Francesc Pí i Margall. Destacaba la procedencia plural del grupo impulsor y el carácter interdisciplinar que pretendían otorgarle a la Sociedad. Sus miembros eran conscientes del atraso que mostraba la ‘instrucción’ en la España de mediados del siglo XIX. Además de denunciar la falta de maestros, se insistía en la necesidad de renovar la escuela, incorporando ‘métodos racionales’.
[En una nota:]
Entre los primeros objetivos que se marcó la Sociedad, figuraba la promoción de las escuelas primarias y de obreros adultos, la preparación de libros y materiales didácticos, de los que tan falto se encontraba el panorama pedagógico español, particularmente en el primer período escolar… Más allá de la vida académica, la Sociedad siempre trató de imprimir un carácter práctico a todas sus actividades. Una de las primeras iniciativas que llevó a caba fue la preparación de métodos para enseñar a leer la lengua castellana. Como indicaba el secretario de la Sociedad en 1897 se trataba de «obritas de provechosa utilidad para Cataluña, en atención a las dificultades que siempre, y más en aquella época, implicaba el aprender la lectura de un idioma que comúnmente no hablamos».
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Día de Inocentes
Muy pocas son las costumbres populares en las que no se encuenra una reminiscencia por lo menos del suceso que les dió orígen, ó que con poca ó mucha precision no representen ese suceso mismo; pero semejante principio es una solemne mentira en el dia de Inocentes. Celébrase hoy el aniversario del horrendo sacrificio que de niños recien nacios en Belen en su territorio hizo el rey de Jerusalen Herodes, con la esperanza de que entre ellos hallaría á Jesus, que era la víctima que buscaba. Esto pues nos representa por una parte un acto de crueldad único en su clase, y por otra nos trae á la memoria la primera persecucion que de parte de un hombre sufrió el que venia á redimirnos á todos. Lo primero deberia dispertar afectos de ternura, y lo segundo piadosas meditaciones, pues viene á ser un anuncio de las persecuciones que aguardaban al que sin mas impulso que el amor, descendió á la tierra para regenerar á la especie humana, que á puro de ingratitudes y pecados habia caido en la desgracia de su criador.
Sin embargo de que todo esto es verdad, el aniversario de ese gran dia se celebra de una manera tan anómala, que á nosotros mismos nos pasmaria si no lo viéramos desde que venimos al mundo. Nadie se acuerda de ese horroroso sacrificio ni de esa persecucion infame, y con el título de inocentadas se hacen mil cosas estrañas que ni las ejecutan inocentes, ni se hacen para inocentes, ni van dedicadas á inocentes. Los muchachos callejeros que antes que los demás pierden la inocencia, cuelgan trapos, hojas de col ó lo que á mano les viene en los vestidos de las mugeres y en las capas de pocos hombres, y luego gritan como unos locos, la llufa, la llufa (que asi se llaman en catalan esas mazas), hasta que la persona que la lleva puesta lo advierte ó se lo advierten, y se le quita. Y todo el dia se oye por la calle esa grita repetida en inarmónico coro por la traviesa muchachería.
En la catedral desde el principio de la misa mayor hasta el Kirie abre y cierra la boca la cabeza del turco que está debajo del órgano, y los niños y los que lo fueron la abren tambien, y no la cierran de puro embobados.
Los aprendices algo romos y las criadas recien venidas á Barcelona (porque las antiguas ya no se dejan engañar) van á llever recados falsos, y advierten el engaño cuando han hecho la caminata. Sobre todo suele enviárselas á buscar los moldes de hacer barquillos, cuya golosina es un cebo para que no reparen en el engaño. Los amigos suelen pedirse algunos reales con achaque de haberse olvidado el bolsillo, y luego se gasta ese dinero en dulces, que se comen á la salud del tonto ó del olvidadizo, que nó del inocente.
Pero las inocentadas magnas y que son de rúbrica se reservan para los teatros, esto es para que las hagan los actores y las aplaudan los espectadores. Allí se hacen mil diabluras, aunque hay cosas de cajon como son vestirse los hombres de mugeres y al contrario, tocar la orquesta en distinto tono del en que canta el tenor, tiple ó bajo, ó pasar exabrupto desde el acompañamiento del que canta, á la jota, fandango ó bolero. Los actores suelen bailar y cantar, y pocos son los años en que no sale á relucir el trípili. No pocas veces los artistas de las compañías líricas cantan alguna cancion en castellano ó catalan, y por cierto que es una de las inocentadas mas ardientemente aplaudidas. La funcion en su totalidad suele ser una olla podrida: unos espectadores aplauden, otros se mantienten indiferentes, algunos se fastidian, y todos acaban la sabida frase: en dia de inocentes todo se permite; con lo cual termina la fiesta. ¿Qué tiene que ver todo esto con la degollacion de los inocentes? Venga Dios y lo diga.
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Aprobación en Manresa de «Projecte de bases pera la constitució regional catalana»
La colaboración entre la Lliga y diferentes grupos comarcales catalanistas se concretó en la fundación en marzo de 1891 de la Unió Catalanista que pretendía agrupar a todas estas entidades. En sus estatutos fundacionales se establecía que cada año debía reunirse su asamblea general de delegados, uno de sus órganos dirigentes, en una ciudad distinta de Cataluña.
La Unió Catalanista nombró, en el mismo momento de su constitución, marzo de 1891, una comisión integrada por diversas personalidades del catalanismo para que redactara un “Projecte de bases pera la constitució regional catalana”.
El proceso de redacción fue complejo y no se completó hasta 1892. Los autores del proyecto son muchos entre los que sobresalen el presidente de la junta permanente de la Unió, Doménech i Montaner, el secretario de la misma, Enric Prat de la Riba y el jurista y catedrático de la Universidad de Barcelona, Joan Josep Permanyer. Así Prat de la Riba, a la sazón estudiante de Derecho y miembro del Centre Escolar catalanista, presentó un proyecto que fue rechazado por Permanyer. Concluido, después de amplios debates, el proceso de redacción del proyecto se acordó que se celebraría en al ciudad de Manresa “on ja tantes vegades s’ha iniciat la restauració de Catalunya” la Asamblea de delegados de la Unió para proceder a su discusión y aprobación los días 25, 26 y 27 de marzo de 1892.
Se escogieron más de doscientos delegados, entre ellos se encuentran la práctica totalidad de los dirigentes de la Lliga de Catalunya y sociedades afines y, por otra parte, muchas personalidades de diferentes profesiones que no tuvieron ninguna participación activa en la Unió Catalanista y ni siquiera acudieron a las Asambleas para las cuales se les había nombrado ya que sólo quisieron apoyar nominalmente al movimiento sin comprometerse de forma activa.
La mesa presidencial de la Asamblea estaba compuesta, entre otros, por el presidente, Lluís Doménech i Montaner, y el secretario Enric Prat de la Riba. Las sesiones se desarrollaron en el ayuntamiento de Manresa.
El presidente inauguró las sesiones con un discurso en el que manifestaba que las Bases que se iban a discutir no se trataban de una Constitución ni de un programa definitivamente cerrado, sino de motivos de meditación y de principios no desarrollados por completo. Después se procedió a discutir cada Base pero no se produjo un debate muy intenso y fueron aprobadas sin modificaciones sustanciales.
Sus criterios ideológicos esenciales son los propios del nacionalismo conservador. Es continuador del espíritu del «Missatje a la Reina Regent» entregada a ésta, como ya se ha explicado, con ocasión de la Exposición Universal de 1888.
El texto aprobado está compuesto por diecisiete bases que tratan, la primera, de las atribuciones del Poder central, y el resto de las del Poder regional.
En cuanto a la organización de este Poder central se establece la separación de las funciones legislativa, ejecutiva y judicial. El poder legislativo central radicará en el “Rey ò Cap d’Estat” y en una Asamblea compuesta de representantes de las regiones, atribuyendo a cada una de éstas la competencia, esencial, de determinar el modo de su elección. El número de representantes será proporcional al de habitantes y a la tributación. En cuanto al poder ejecutivo no se especifica quién lo presidirá. Las competencias del Poder central son las relaciones internacionales, aranceles, presupuestos etc..
En cuanto al “Poder regional”, que ocupa casi todas las Bases, se hace referencia a la oficialidad exclusiva del catalán, la división territorial debe realizarse sobre la base de las comarcas y municipios por lo que las provincias desaparecen. Se reclama la restauración de las antiguas Cortes, en referencia a la situación anterior a los Decretos de Nueva Planta, y plena competencia legislativa para las mismas. Se elegirán por criterios corporativos. También se prevé la creación una organización de justicia propia para Cataluña; competencias en materia de seguridad etc…
Las Bases no tuvieron trascendencia práctica pero fueron consideradas un hito en la fundación del catalanismo político culminando el proceso iniciado con el “Memorial de Greuges” de 1885 y consagraron el predominio de la tendencia conservadora dentro del catalanismo.
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«Prohibido hablar en catalán»
El día 4 algunas barriadas barcelonesas se hallaban en manos de la F.A.I. Tal ocurrió en Sants, donde los ‘bakunistas’ se habían apresurado a proclamar el comunismo libertario y a la entrada de la cual, frente a la misma Plaza de España, ondeaba un gigantesco cartel con esta leyenda: ‘República Independiente de Murcia. Aquí termina Cataluña. Prohibido hablar en catalán.
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Serrano Súñer propone al obispado catalán el uso del catalán
Hasta tanto que el idioma español sea entendido por todos […] podría adaptarse la siguiente norma: la explicación del Evangelio se haría en lengua regional durante las misas de los días festivos a que, por la hora y la localidad, concurriese mayoría de fieles que se presumiese ignorasen el castellano. También se daría en catalán o vascuence la enseñanza parroquial del Catecismo, en las Parroquías en que concurriera la misma circunstancia; y otro tanto podría disponerse sobre el rezo del Santo Rosario. En todos los demás actos religiosos se utilizaría el castellano.
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Decreto estableciendo el uso exclusivo del español en los servicios públicos
EL USO DEL IDIOMA NACIONAL EN TODOS LOS SERVICIOS PÚBLICOS
Si es una exigencia lógica, inexcusable —observada de hecho en general—, que los naturales de todo país organizado políticamente —sobre todo los que habitan en el territorio metropolitano— conozcan y usen el idioma oficial de su Estado respectivo (sin perjuicio de conocer y usar además las formas lingüísticas peculiares de las regiones o comarcas o de poseer cualquiera otro idioma extranjero), es asimismo una condición «sine qua non», también cumplida de hecho, pero éste universal y sin excepciones, que los funcionarios de cualquier Estado conozcan y deban conocer y usar en el servicio del mismo el idioma llamado oficial o común, que, además de ser nexo unitivo y medio de comunicación, coordinante de los nacionales entre sí y entre el conjunto orgánico de todos ellos y el Estado, sirve a éste de inequívoca, precisa y categórica expresión de su soberanía en el ejercicio de las funciones normativas y jurisdiccionales que les son propias.
Por ser esto tan obvio, ningún país ha considerado necesario exigir a sus naturales la previa y especial demostración de conocer y usar el idioma oficial para obtener y ejercer cargos públicos. Va ello tan implícito en el hecho mismo de reconocerse la capacidad legal para ejercer funciones públicas al servicio de las instituciones estatales, que sería absurdo exigirlo como cualidad singular sujeta a previa adveración. Por lo mismo, y en sentido contrario, el desconocimiento o el habitual desuso del idioma oficial por parte de los servidores del Estado en actos de servicio debo ser causa justificada bastante para invalidar en absoluto su condición de funcionarios estatales e incapacitarles para el ejercicio de funciones públicas. Ahora bien: todo lo anteriormente considerado —en tesis general irrebatible en el orden políticoadministrativo— ha venido a ser prácticamente desconocido y vulnerado en numerosas corporaciones, instituciones y servicios de interés público de esta provincia, no obstante las reiteradas y discretas admoniciones de la autoridad.
No se trata, en absoluto, del uso natural y licito de la lengua regional (tan respetable en la vida privada como otras lenguas regionales de España), sino del desuso, del olvido, cuando no la preterición o postergación del idioma oficial en los actos de la vida pública. No debe olvidarse que la sistemática y sañuda reincidencia en el designio de eliminación del idioma oficial en esta tierra por parte de elementos de execrable recordación, trajo consigo inevitablemente la ofensa para todo el resto de España y desembocó trágicamente, como no podía menos de ocurrir, en la guerra civil y en la victoria rotunda de las armas españolas que los acontecimientos internacionales han hecho aún más definitiva. Victoria, que, al acabar con insidiosos equívocos y purificar el ambiente ha predispuesto a la totalidad de los buenos hijos de la Cataluña que, es heredad fundada y legada por los cristianos viejos y por tanto sana, amable y admirable, a una generosa reincorporación espiritual, sin distingos ni reservas a los destinos totales de la Patria común.
Pero este fraternal impulso podría verse condicionado o perturbado por la supervivencia de las viciosas prácticas típicas de anteguerra, en lo que se refiere al desplazamiento y desuso del idioma oficial, y constituir un mal ejemplo enervante y contagioso para los buenos catalanes que, por no haber tenido responsabilidades en tal mezquina maquinación, se aprestan de buen grado y limpio corazón a enriquecer su propia cultura, mediante la perfecta posesión del idioma oficial, además del vernáculo.
Siendo, pues, ya necesario atacar esta, corruptela y restablecer en el orden de la vicia, pública el respeto debido a la gloriosa lengua española, que es y debe ser patrimonio común de todos los connacionales, he resuelto disponer lo que sigue:
Primero.—A partir del día primero de agosto próximo, todos los funcionarios interinos de las corporaciones provinciales y municipales de esta provincia, cualquiera que sea su categoría, que en acto de servicio, dentro o fuera de los edificios oficiales, se expresen, en otro idioma que no sea el oficial del Estado, quedarán «ipso facto», destituidos, sin ulterior recurso.
Segundo.—Si se tratase de funcionarios de plantilla, titulares o propietarios en tales corporaciones, y se hallaran pendientes de depuración, dicha falta determinará la conclusión del expediente en el estado en que se hallare, y la inmediata destitución del transgresor sin ulterior recurso.
Si se tratase de funcionarios ya depurados y readmitidos incondicional o condicionalmente, se reabrirá su expediente de depuración; y puesto que toda depuración hasta ahora realizada es revisable, se estimará esa falta como nuevo cargo adicional al capítulo correspondiente y, en consecuencia, se propondrá sanción o se agravará la ya aplicada, pudiendo, en ambos casos, llegarse a la destitución.Tercero.—Los mismos criterios se aplicarán con respecto a les funcionarios interinos y propietarios o titulares adscritos a cualquiera de los servicios públicos civiles de la provincia, especialmente los que sean maestros y profesores del Estado, así como inspectores municipales de Sanidad. Por lo que se refiere a maestros y profesores privados, autorizados para la enseñanza, los infractores quedaran personalmente incapacitados para el ejercicio de la función docente.
Cuarto.—Ningún expediente de información —cuando proceda instruirlo con arreglo a lo anteriormente dispuesto— será sobreseído por falta de pruebas; pudiendo bastar la de indicios, y, en todo momento, la espontánea conciencia que del caso se forme el instructor y que éste expresará en sus conclusiones, cualquiera que sea el resultado de la prueba practicada.
Quinto.—Todos los agentes de Inspección y Vigilancia, fuerza de Policía armada y Guardia civil, tanto de la capital como de la provincia, extremarán el celo y la vigilancia para el más exacto cumplimiento de esta disposición y elevarán las denuncias juntamente con el atestado, en el que se recomienda la práctica de información testifical.
La autoridad espera de los señores presidentes de Corporaciones y servicios públicos civiles de toda especie, la más asidua abnegada y patriótica colaboración a fin de lograr, rápida y eficazmente el restablecimiento del uso exclusivo del idioma nacional en todos los actos y relaciones da la vida pública en esta provincia,
Barcelona, 28 de julio de 1940.—El gobernador civil: Wenceslao González Oliveros.