Etiqueta: gracia (Barcelona)

  • La Jamancia: otra batería gubernamental en construcción, robos, negociaciones

    (Domingo).

    Hoy se ha observado que los del gobierno estaban construyendo otra bateria en el punto llamado Vista alegre: se ven en ella muchas troneras.

    Los fuertes no han hecho en todo el dia ningun disparo de cañon. Notáse la mayor ansiedad para saber cual será el desenlace de ese largo y sangriento drama. Corre muy válida la voz de que el general Sanz ha remitido al ayuntamiento por conducto de D. José Soler y Matas y de D. José Oriol Ronquillo, las bases de la capitulacion.

    Esta mañana han ido á prender á D. José Masanet á su misma casa y lo han arrestado en la alcaldía. Tambien han dejado una guardia en la puerta de su casa. Se asegura que es por el robo verificado en casa de Inglada que se efectuó de este modo: Presentóse el Sr. Masanet al gobernador de Atarazanas D. José Molins, con una orden de la Junta para que dicho Sr. le facilitare la fuerza armada que pidiese, y observando el Sr. Molins, que la fecha del oficio estaba borrada y enmendada, se lo hizo observar, diciéndole: que le daba la fuerza porque sabia que él era individuo de la Junta y que creia no seria para comprometerle; pues que el borron del oficio infunda sospecha á no presentarlo Masanet. Pidió seis zapadores de los que trabajaban en el fuerte de Atarazanas, diciendo era para registrar en una casa sospechosa, y cuando llegaron frente al teatro se les unieron otras personas y despues de seguir varias calles fueron á situarse en la plaza de la Cucurulla, donde colocaron á los zapadores de centinela en las bocas calles del alrededor. Masanet y sus cómplices subieron á la casa del Sr. Anglada y protestando un reconocimiento de orden de la Junta, encerró á los que guardaban la casa dentro un cuarto; apoderándose del dinero que habia en la caja. Fué tanta la precipitacion que llevaron, que los cuartos y escalera se encontraron sembrados de monedas de plata.

    Al medio dia el ayuntamiento ha oficiado á los Sres. Soler y Ronquillo diciéndoles que se trasladasen á Barcelona donde era necesaria su presencia para concluir el tratado. Regresaron en efecto, y en union con los demás individuos del ayuntamiento han aceptado y aprobado el convenio.

    A las 10 de la noche han vuelto á salir para Gracia los mismos comisionados á fin de conferenciar con el Sr. General Sanz. La Junta suprema y el ayuntamiento han acordado citar para mañana á todos los gefes de la guarnicion á fin de enterarles del estado en que se encuentran las negociaciones. El encargado del consulado de Grecia ha hecho presente al General Sanz que varios de los individuos comprometidos desean embarcarse antes de la entrada de las tropas. Parece que el General Sanz le ha contestado que no puede ni debe firmar ningún pasaporte hasta ser dueño de la ciudad.

    Esta noche no ha habido retreta.

    Los aficionados á seguirla y cantar el Chirivi, cantaban hoy: ara si, ara si, que som á la paella.

  • La Jamancia: división sobre la capitulación

    (Lunes).

    Tampoco hoy ha habido fuego de cañon.

    Esta mañana el capitan general se ha trasladado desde Gracia á la ciudadela.

    A las 10 de la mañana ha tenido lugar la reunion convocada ayer. Se ha leido en ella el convenio (que trasladaremos mas adelante), y observando que por ser demasiado numerosa la concurrencia no podia deliberarse con acierto, se ha acordado que á las seis de la tarde se celebraria otra reunion en la cual tomarán tan solo asiento los vocales de la Junta suprema, todos los concejales, dos individuos por cada Batallon, y uno por cada partida suelta y por cada clase de empleados. Los SS. Soler y Ronquillo han pasado á eso de las dos de la tarde á la Ciudadela para manifestar lo acordado al capitan general. Esta tarde ha cundido la voz de que habia llegado un propio de Gerona con noticias favorables á los centralistas, de cuyas resultas han empezado á recorrer las calles algunos grupos dando vivas á la Junta Central, profiriendo espresiones hostiles contra la Junta suprema.

    A las siete de la noche han sacado de la cárcel de la Alcaldia á D. José Masanet, y lo han encerrado en un aposento del real palacio con una buena escolta para custodiarlo.

    En la misma hora ha empezado la sesion que estaba emplazada desde esta mañana. Parece que el Sr. Degollada, ha leido una comunicación de Ametller en que decia á la junta que se sostuviese á todo trance. Esta lectura y los esfuerzos de los que estaban contra la transaccion, han hecho que ganasen la votacion los que no querían admitir convenio. En vista de esto los consejales se han retirado y acordado comunicar al Capitan general lo que pasaba.

    A las 9 de la noche los Sres. Soler y Ronquillo, despues de correr muchos peligros han podido penetrar en la Ciudadela y enterar de todo al general.

    La ciudad presenta hoy un aspecto el mas sombrio: los que empuñan las armas están divididos, y los demas habitantes no se atreven á salir de sus casas.

  • La Jamancia: violencia al fracasar negociaciones, medidas contra robos

    (Martes).

    En vista de la resolucion tomada ayer por los centralistas el capitan general ha regresado á Gracia mandando antes que se rompiesen de nuevo las hostilidades. Monjuí ha disparado esta mañana 15 granadas y 10 balas rasas contra Atarazanas y los fuertes de la ciudad, habiendo reventado una de aquellas en el patio de las mugeres en la cárcel, pero sin haber causado ninguna desgracia.

    Hoy se ha observado que bajaban de Monjuí algunas piezas de artilleria, sin duda para armar las baterias que están construyendo en las faldas de la montaña.

    En toda la tarde no ha cesado el fuego de fusileria por la parte de Monjuí y carretera de Sans.

    La Junta ha publicado hoy la comunicacion de Ametller (1) de que hablamos mas arriba, y un decreto ordenando á los vecinos de esta ciudad, que no abran sus casas de noche á nadie que no se presente con el alcalde de barrio y dos vecinos conocidos (2).

    Ademas de los dos documentos citados se ha publicado con esta fecha la interesante orden del gobierno que se copia en la nota (3).

    (1) JUNTA SUPREMA PROVISIONAL DE LA PROVINCIA DE BARCELONA.

    Esta Junta acaba de recibir del Excmo. Sr. Capitan General D. Narciso de Ametller la siguiente comunicacion.==
    Excmo. Sr.–Por el oficial comisionado que envié, ya sabrá V. E. mi salida de Gerona, con armas, municiones, artilleria, carros y pertrechos; tambien habrá dicho á V.E. mis ideas y planes. Constancia y firmeza y triunfaremos. Toda Galicia es nuestra, reina la desconfianza entre los contrarios y por consecuencia el desaliento. He visto las comunicaciones que V. E. ha dirigido al coronel Martell, y debe V.E. estar en la seguridad de que nada haré sin contar con su consentimiento.

    No dé credito V. E. á nada que le digan de transacción á no ser que yo mismo se lo anuncie por medio de una comision. Olivenza, plaza fuerte de Estremadura, se ha pronunciado con el provincial de Cáceres. Se dice que Zaragoza se vuelve á moverse. Animo y constancia.—Figueras 10 de noviembre de 1843.=A las ocho de la noche.—Excmo. Sr. Narciso de Ametller.

    Lo que se publica por acuerdo de la Excma. Junta Suprema.

    Barcelona 14 de noviembre de 1845—El vocal secretario, Antonio Rius y Rosell.

    (2) JUNTA SUPREMA PROVISIONAL DE LA PROVINCIA DE BARCELONA.

    Esta Junta tiene noticia de que en alguna de las casas d? esta capital se han hecho reconocimientos sin la debida autorizacion y aun sin asistencia de los Sres. Alcaldes de barrio, y como semejante proceder es altamente escandaloso y punible, la Junta decreta:

    ARTICULO 1.° Los vecinos de esta capital resistirán á toda persona que se prosente á sus casas para reconocerlas y no lleve autorizacion de la Junta y vaya acompañada de un alcalde de Barrio.

    Art. 2.° Esta Junta ha acordado no autorizar á persona alguna para practicar reconocimientos de noche, por consiguiente los vecinos no tendrán obligacion de abrir las puertas á no ser á los alcaldes de barrio acompañados de dos vecinos conocidos de la casa, ó á los Sres. Alcaldes Constitucionales y Municipales.

    Art. 3.° Quedan nulas sin valor ni efecto las autorizaciones que hasta ahora ha dado esta Junta, y solamente se considerarán legítimas las que lleven fecha posterior á este decreto , y vayan firmadas por el presidente y secretario y selladas con el sello de la Junta.

    Barcelona 14 de noviembre de 1843.

    El presidente, Rafael Degollada.==El vocal secretario, Antonio Rius y Rosell

    (3) ORDEN DEL GOBIERNO DEL 14 DE NOVIEMBRE DE 1843.

    Art. 1.° Los Sres. Comandantes de los batallones de Milicia nacional que ocupan esta plaza, se servirán disponer que de cada uno de los suyos respectivos se nombren dos patrullas, la una desde el anochecer hasta las doce de la noche, y la otra hasta el amanecer; componiéndose cada una de ellas de un oficial y veinte individuos, las que recorrerán constantemente las plazas j calles de esta ciudad para hacer observar el orden, arrestando á las personas que lo perturbasen; y si fuesen aprehendidos ladrones infraganti, serán en el acto pasados por las armas. Las patrullas que deben salir al anochecer, deberán hallarse formadas en la Rambla de los Estudios con la debida anticipación, donde un señor Ayudante de plaza les comunicará instrucciones.

    Art. 2.° Á la hora de la retreta todos los individuos pertenecientes á la M. N. de todas armas, los cuerpos francos y demas fuerzas permanecerán en sus respectivos cuarteles hasta el toque de diana, incluyéndose en esta medida los Sres. gefes y oficiales.

    Art. 3.° Los Sres. Comandantes de los distritos y los de las guardias del recinto, no permitirán el pase á persona alguna por el mismo, que no sean las autoridades, oficiales ó milicianos nacionales.

    Art. 4.° Se previene á todos los milicianos nacionales usen siempre el uniforme y fornitura aunque no estén de servicio.

    Art. 5.° En el caso de atacar el enemigo decididamente algun punto, toda la fuerza franca de servicio se pondrá sobre las armas en sus cuarteles; mas no será reforzado ningun puesto sin espresa orden de este gobierno, a no ser en un caso estraordinario.

    Art. 6.° Los comandantes de los distritos prohibirán bajo su mas estrecha responsabilidad, que ningun individuo suba á la muralla á hacer disparos, sino cuando se ordene.

    Art. 7.° Esta orden será leida á todos los batallones y demás fuerza armada por tres dias consecutivos á la hora de la lista de la tarde por sus respectivos gefes. Todo lo que se hace saber en la orden de este dia para su mas exacto cumplimiento.—El Gobernador, Villavicencio.

    ADICION Á LA ORDEN DE ESTE DIA.

    Habiéndose notado el abuso de que algunos Señores segundos comandantes del ejército y cuerpos francos de ultimamente ascendidos por la Excma. Junta Suprema, usan la divisa de primeros comandantes, se previene que las insignias que les corresponden, segun reales órdenes y reglamentos vigentes, es un galon en la vuelta, de oro ó plata, segun los cabos del uniforme, y baston de mando.—El coronel gobernador, Villavicencio.

  • La Jamancia: celebraciones de la mayoria de Isabel, negociaciones bajo amenaza

    (Miércoles).

    Hoy al romper el alba todos los fuertes del gobierno han hecho salva con motivo de celebrar la mayoria de S. M. declarada por las cortes el dia 8; y su juramento prestado el dia 10 en el seno de las mismas. Con igual motivo ha habido hoy en Gracia Te-Deum, repique de campanas, é iluminación por la noche.

    Hoy he notado que cerca la cruz den malla construyen los del gobierno una bateria con tres troneras. Tambien estan formando otras dos delante la Barceloneta, y en otros varios puntos del llano.

    El capitan general ha dirigido á la Junta la comunicacion y las bases del convenio que se copian en la nota (1). La Junta ha publicado una y otras para satisfaccion de los moradores de esta ciudad.

    El mismo capitan general ha remitido una copia de las mismas al cónsul de Grecia.

    Los Sres. Soler y Ronquillo han oficiado segun se dice para que aceptase el convenio. Con esta fecha los mismos señores han remitido á la citada corporación el oficio que en la nota se traslada (2).

    La Junta suprema á contestado al capitan general con motivo de la comunicacion que le ha dirigido y de la cual acabamos de hacer mencion, en el oficio de la nota (3).

    Hoy ha sido puesto en libertad el capellan del presidio de cuya prision hablamos en el diario del 26 de Octubre próximo pasado.

    (1) JUNTA SUPREMA PROVISIONAL DE LA PROVINCIA DE BARCELONA.

    Esta Junta acaba de recibir la siguiente comunicacion:

    Ejército de Cataluña. A la Junta, corporacion ó autoridad que mande dentro de los muros de la ciudad de Barcelona—Reunidos los cuerpos colegisladores el dia ocho del actual en el Palacio de las Cortes, fue declarada S. M. la Reina Doña Isabel mayor de edad para tomar las riendas del Gobierno de la nacion por ciento noventa y tres votos contra diez y seis.—En consecuencia de la anterior declaracion S. M. la Reina Doña Isabel II ha prestado el juramento ante las Cortes á las dos de la tarde del dia diez, encargándose en el acto de regir y gobernar á la nacion española.—?n once del corriente, por estraordinario, me manda manifestar a las autoridades que gobiernan en Barcelona, y á todos sus habitantes, que desea su maternal corazon inaugurar los actos de su poder, de una manera suave y benéfica, consolando las familias, á quienes aflige la estraviada conducta de los que sostien todavía las quiméricas ideas que proclamó la anarquía. Que haga saber el advenimiento de S. M. al trono, autorizándome en vista de tan fausto acontecimiento para llamar á la obediencia á los estraviados, haciéndoles las concesiones que confia á mi criterio, sin que por ellas se lastime el prestigio del trono, ni se resienta el decoro debido al Gobierno de S. M.—La Reina, al honrarme con esta autorizacion me previene indique á VV. las bases del convenio que juzgue razonables para la pronta sumision de esta Ciudad; y existiendo anticipadamente en poder de VV. el espresado documento, los reitero con tan lisonjero motivo, esperando solo que VV. se sirvan acusarme el recibo de este escrito, para elevarlo á conocimiento de S. M. y demas disposiciones consiguientes.—Dios guarde á VV. muchos años. Cuartel general de Gracia 15 de noviembre de 1843, á las nueve de la mañana.—Laureano Sanz.

    Las bases del convenio á que se refiere el oficio anterior, son.

    CONVENIO.

    El Teniente General de los Ejércitos Nacionales don Laureano Sanz , Capitan General del 2.° distrito militar y General en gefe del ejército de operaciones, por una parte, y por otra los señores que firman en representación del pueblo, acuerdan lo siguiente:

    1.° La fuerza armada que se halla dentro de Barcelona las autoridades que la gobiernan, y todas cuantas personas se habrán declarado contra el Gobierno provisional de la nacion, le reconocen y le prestan obediencia desde este dia.

    2.° La Milicia nacional entregará las armas y quedará disuelta: el Gobierno resolverá después lo que tenga mas
    conveniente.

    3.° Los cuerpos francos, y demas creados desde 1.° de setiembre serán desarmados y disueltos. Los penados que forman parle de tales cuerpos, volverán á cumplir el resto de sus condenas.

    4.° Los empleados civiles y militares de toda clase y categoria qne se hubiesen adherido al pronunciamiento, recibirán por el pronto los pasaportes para sus casas: quedando espédita la accion del Gobierno para restituirlos á sus goces y empleos si lo considera conveniente.

    5.° Serán respetadas las opiniones políticas que con mas ó menos desarrollo se hayan manifestado desde 1.° de setiembre
    último; pero quedará libre y desembarazada la accion de los Tribunales para satisfacer la vindicta pública en los delitos comunes.

    6.° Desde el momento que quede terminado y ratificado este convenio no se entablará procedimiento alguno, ni se exigirá responsabilidad por causa de infidencia contra los que á él se acogieron.

    7.° Los prisioneros que en el dia se hallen en los depositos, entrarán desde la fecha de este tratado bajo la proteccion del Gobierno.

    8.° Será ecsaminada la recaudacion de fondos y distribucion con la debida escrupulosidad para inquirir su legítima inversion; del mismo modo se ecsaminará la ocupacion y distribucion de géneros y efectos hechos en la ciudad desde 1.° de setiembre. Los particulares y las corporaciones que tengan derecho á indemnización serán resarcidos debidamente por los medios que señalará el Gobierno de acuerdo con la Diputación Provincial.

    9.° La Diputacion Provincial queda disuelta y será nuevamente constituida con arreglo á las leyes.

    10. El Ayuntamiento será tambien disuelto y renovado en su totalidad.

    11. El Gobierno nombrará los empleados que tenga por conveniente.

    12. Admitido este convenio se ocuparán todos los puesto y cuarteles de la plaza por las tropas del ejército: La fuerza armada que en el dia la guarnece dejará las armas depositadas en el local ó locales que señale la seccion de Ayuntamiento; dando previo aviso á V. E., y marchará á sus casas.

    13. Se nombrarán por parte del ejército oficiales de artilleria é ingenieros que recibirán por inventario los efectos de cada arma que en el dia ecsistan.

    14. A toda persona que hallándose actualmente dentro los muros de Barcelona se considere comprometida y apetezca marchar al estrangero, el Escmo. Sr. Capitán general le librará el correspondiente pasaporte para poder embarcarse desde luego en buques nacionales ó estrangeros, mercantes ó de guerra, segun mas les convenga, á cuyo fin la seccion de Ayuntamiento presentará la lista de los que lo deseen: sus familias y bienes serán respetados, y solamente responderán los últimos de lo que, no se hubiese legitimamente invertido en el sostenimiento de la situación creada desde 1.° de setiembre de este año.

    15. Toda persona de cualquier clase, secso, condicion ó categoría que despues de firmado ó rectificado este convenio, se opusiese directa ó indirectamente á su cumplimiento, alterase la tranquilidad y el orden público, no respetase la propiedad ó atentase contra la seguridad personal de sus conciudadanos, queda en el acto fuera de la ley y sujeta al castigo que le impondrá breve y sumariamente el consejo de guerra permanente.

    16. A las veinte y cuatro horas transcurridas, á lo sumo de firmado este tratado se entregará la plaza de Barcelona incluso Atarazanas, á las tropas del ejército, y sino se cumpliese este artículo, quedará nulo el convenio.

    Cuartel general de Gracia á los 11 de noviembre de 1843, á las diez de la noche.

    Lo que se anuncia al público para conocimiento de los habitantes de esta ciudad, interin la seccion del Ayuntamiento y las comisiones del Ejército y Milicia nacional se ocupan de dar la debida contestacion que se publicará igualmente.

    Barcelona 15 de noviembre de 1843.

    El presidente, Rafael Degollada.—Vocales.—Vicente Soler.—Agustin Reverter.—Antonio Benavent.—Miguel Tort.—Tomás Maria de Quintana.—José de Caralt.—Vicente Zulueta.—Tomás Fábregas.—Antonio Rius y Rosell, vocal secretario.

    (2) Excmo. Sr. :==El Excmo. Sr. capitan general nos acaba de confiar la lectura de la atenta comunicacion de V. E., pidiéndole por nuestra suerte. De esta hubiésemos dado conocimiento ayer, á no ser que no se permitió la entrada ni salida á esa plaza: mas hoy, por conducto del Excmo. señor Capitan general, quien ha mandado un parlamento con pliegos para la Junta, y Sr. cónsul de Grecia, hemos incluido en este último una comunicacion á V. E.; que se servirá recoger caso de no haberla recibido, y que recomendamos de nuevo á la alta consideración de V. E.

    Nada se tema por nosotros: aquí estamos en completa libertad, debiendo agradecer al Excmo. Sr. Capitan general toda clase de atenciones y la mas lata caballerosidad: lo contrario de ahí, Excmo. Sr., que á nuestra salida nos vimos en eminente riesgo de nuestras vidas; y son estos azares que no nos decidimos á correr de nuevo, permaneciendo aquí prontos á hacer cuanto de nosotros dependa en favor de la desgraciada Barcelona, cuya situación ha cambiado enteramente, mandando como manda ya, nuestra Reina D.a Isabel II, pues de hoy mas la resistencia será á ella, y no á hombres determinados, á lo que no podemos avenirnos. =Dios guarde etc.—Gracia á las 5 de la tarde del 15 de noviembre de 18r3. = José Soler y Matas. = José Oriol Ronquillo. =Excelentísimo Ayuntamiento Constitucional de Barcelona.

    (3) Excmo. Sr.==Esta corporacion ha visto la comunicacion de V. E. fecha de ayer haciéndole saber la declaracion de la mayoria de S. M. y las maternales ideas de que se halla inspirada á su avenimiento al trono.

    La Junta que desea que todos sus actos tengan la mayor publicidad, é ilustrar al mismo tiempo la opinion pública sobre un asunto de interés tan vital, la ha mandado imprimir y publicar: al propio tiempo ha reunido á los Sres. comandantes de todas las fuerzas y les ha dado conocimiento de los deseos de S. M.: hoy se nombran dos comisionados por cada cuerpo, y se ha invitado tambien al Ayuntamiento á la reunion general que deberá celebrarse mañana para acordar la contestacion que haya de darse á V. E.=Dios guarde etc.==Barcelona 15 de noviembre de 1843==Excmo. Sr.==El presidente, Rafael Degollada.==El vocal secretario, José de Caralt. = Excmo. Sr. Capitan general del Ejército y Principado de Cataluña.

  • La Jamancia: relativamente tranquilo, negociaciones

    (Viernes).

    A noche Monjuí ha disparado algunas balas rasas y granadas contra las atarazanas y las baterias de las murallas que miran á aquel fuerte.

    Esta mañana en una casa de la Boria, tienda de latonero, queriendo algunos individuos de la misma descargar una granada que no habia reventado, ha estallado dicho proyectil con el roze del martillo y demás instrumentos que se valian para verificarlo, habiendo herido de gravedad á cuatro personas.

    Hoy á la una de la tarde ha salido una comision para llevar al capitan general la comunicacion que viene en la nota. (1) A las cuatro ha regresado la comision portadora del pliego. A los 5 ha entrado el capitan general en la ciudadela donde debia avistarse con los señores Caralt, Prats, Parreño, Montoto, y Balzo, comisionados para conferenciar sobre el convenio. Como dichos comisionados no pudieron presentarse á la hora convenida se ofició al citado general, que lo verificarian mañana á las diez de la misma.

    En vista de la generosa oferta de D. Laureano Sanz de entregar sus dos hijos en clase de rehenes, el cónsul de Grecia le ha dirigido la comunicacion que se copia en la nota (2).

    (1) JUN?? SUPREMA PROVISIONAL DE LA PROVINCIA DE BARCELONA.

    Comunicacion que ha dirigido por el órgano de la Junta Suprema al Excmo. Sr. Capitan General, la reunion de los cuerpos de esta guarnicion.

    Excmo. Sr.

    Reunidas en el salon de costumbre, por medio de comisiones, las fuerzas de esta guarnicion y otras corporaciones para tratar de la comunicacion de V. E. del dia de ayer, relativa á la noticia de haberse declarado mayor de edad á la Reina Doña Isabel II, con cuyo motivo propone V. E. de nuevo el convenio cuyas bases remitió en 11 del actual, se ha acordado contestar á V. E. que se hallan dispuestos á admitir un acomodamiento con tal que sea honroso.

    La bandera de Junta Central proclamada dentro de estos muros, y que han enarbolado varias otras provincias, es la misma que abrazó y juro sostener el Ministro universal D. Francisco Serrano, al encargarse de las seis carteras por especial decreto de la Junta de Barcelona, bandera que esta guarnicion defiende con honor y bizarria, mientras otros pueblos la han secundado: bandera que levantó la ciudad de Barcelona inscribiendo en ella el sacrosanto lema de union de todos los liberales. Bajo de este concepto esta rica Capitaly sus valientes defensores no pueden ser considerados como rebeldes, y cuando se trata de un acomodamiento, deben mediar los pactos que se hacen á hombres libres, que profesan principios fijos, que los abrazan por conviccion y los defienden con heroismo.

    En el sistema representativo que nos rige, el órden de mayorías es la Suprema Ley, á él deben sujetarse los que se precian de ser liberales; los defensores de esta ciudad sin querer indagar las causas de que la bandera de Junta Central no ondee triunfante en todas las provincias de España, respetaran el hecho, y sin pretender dar la ley á las demas recibirán y obedecerán al gobierno que el resto de la nación haya recibido y obedecido.

    Al volver á formar una misma familia con esta gran nacion, á que se honran de pertenecer, no es justo, legal ni politico que se les trate como á un pais conquistado. La razon, la sana moral y la conveniencia pública aconsejan un entero olvido de lo pasado, y aun el que se sancionen algunos actos que ha llevado en pos de si un pronunciamiento, que jamás podrá dársele el nombre de rebelion.

    El haberse declarado la mayoria de S. M. es un hecho importante para toda la nacion: los defensores de esta Capital no entrarán en cuestiones de derecho y lo recibirán como un hecho consumado, sin acordarse de otra cosa, que la que ha sido declarada mayor edad antes del tiempo que prescribe la Constitucion, es la Reina de las Españas, que piensa inaugurar su reinado, segun la comunicación de V. E., abrigando bajo su manto á todos los Españoles.

    Los que defienden con tanto valor á esta ciudad, podrán sin faltar á su honor, prestarse á un tratado razonable, cual conviene á su dignidad, de otra suerte están resueltos á envolverse en las ruinas de la segunda Capital de España.

    Las amplias facultades con que S. M. ha investido á V. E., allanan el camino de dar cima, á la grande obra de reconciliacion.

    En este concepto la guarnicion de la ?laza, ??? medio de su fiel órgano la Junta Suprema, que es la única Autoridad; que actualmente acata y reconoce, propone á V. E. el que cinco comisionados que nombrará dicha guarnicion, pasen a este cuartel general para tratar del convenio y de su ejecucion.

    Barcelona 17 de noviembre de 1843.== El Presidente, Rafael Degollada. — El vocal secretario, Antonio Rius y Rosell.

    (2) Excmo. Sr.==Barcelona 16 noviembre de 1843.== Si los leales y francos antecedentes de V. E. no fuesen tan conocidos ya en la España, y en particular en Cataluña, la circunstancia de ofrecer V. E. sus dos hijos en garantia para estar cerca de la Junta y comprometidos, seria una solemne prueba de la ilimitada confianza que V. E. merece y que la Junta no puede menos de apreciar, y que á ningun título debe esta admitir, porque los hijos de V. E. no pueden ni deben separarse del lado de tan buen padre. Los temores, segun veo, (y en mi concepto fundados), que tiene la Junta de ser víctima del furor del pueblo, y aun de sus mismos francos y nacionales, son los que han dado lugar á solicitar una seguridad; pero si desgraciadamente tuviesen desconfianza en lo que V. E. promete, cosa que no creo, ni dicha Junta me ha significado jamás en las entrevistas motivadas por la conclusion que nos ocupa; la he manifestado, que renunciando á todas las inmunidades que mi carácter de representante estranjero pueda concederme, pasaré á Atarazanas ó al punto que la misma Junta designe, como garantía de cuanto V. E. ofresca en la Capitulacion y fuera de ella: han respondido sus individuos que en tanto no les cabe ninguna duda en que V. E. cumplirá ecsactamente lo pactado y ofrecido, que no conocen necesario que los hijos de V. E. se separen de su lado, ni admitir mi garantía, que he ofrecido á la Junta con la mayor sinceridad.

    Por la comunicacion que V. E. recibirá con un parlamento, se enterará V. E. de los deseos sinceros que hay en esta, de parte de toda la fuerza armada de concluir de una vez; por lo tanto suplico á V. E. se sirva acceder á la peticion, y se digne recibir una comision para tratar del convenio y de su ejecucion.

    Le mayoria de la fuerza armada que hay en esta se ha pronunciado decididamente en favor de la transaccion, y no dudo que al momento que V. E. tenga á bien recibir la comision, que espera la superior orden de V. E. para presentarse, quedará definitivamente arreglado, y esta fuerza rebelde sometida á S. M., porque la poblacion, es por demas decir á V. E. que no ha sido desleal ni á su Reina ni a su Patria.

    Saludo a V. E. con la mayor consideracion y respeto. = El Cónsul general de Grecia y encargado del consulado general de Portugal. = Pedro Olivas. =Excmo. Sr. D. Laureano Sanz, Capitan general de Cataluña, y gefe de su Ejército.

  • La Jamancia: capitulación cerca, tropas irregulares en contra

    (Domingo).

    La Rambla ha estado hoy muy concurrida pero nadie se atreve á espresarse francamente acerca de los asuntos que se debaten.

    Los cuerpos francos y partidas sueltas son los que mas decididos se muestran contra la capitulacion, que presenta el Constitucional de hoy como proyecto, y que no copiamos por ser la misma que quedó concertada entre el gobierno y la Junta y que se verá mas abajo. La Milicia está tambien dividida. Hoy con motivo de los dias de Isabel II, los fuertes han hecho las salvas de costumbre, sin bala.

    En Gracia circulaba impreso esta mañana el bando de bloqueo que ha espedido D. Juan Prim en Figueras, cuyo tenor es el siguiente: Véase la nota (1).

    Esta tarde ha vuelto la comision conciliadora al general Sanz rogándole se sirviese mejorar algunos artículos de la capitulacion, pero este se ha negado redondamente á ello y ha dirigido á la junta la comunicacion ó ultimatum que puede verse en la nota (2). En vista de eso se ha tocado orden general para noticiar á los cuerpos la resolucion del general en gefe. Ha poco rato han aparecido ya grupos, y á no ser por la compañia de nacionales de san Martin la Junta hubiera sido tal vez víctima del furor de los antí-transaccionistas. Atravesamos una crisis espantosa. Sin embargo ha triunfado el partido de transaccion y á las 10 de la noche han pasado á la ciudadela á firmar la capitulación que se copia en la nota (3), los señores Rius y Rosell, Vert, Montote, Prats, Costa, como comisionados de la plaza. Esta misma noche han ido á acogerse bajo el pabellon Griego, el Gobernador de la plaza y algunos vocales de la junta. En la misma han sido puestos en libertad D. Juan Castells, vocal que era de la Suprema y los Sres. D. Ildefonso Vargas, y don Vicente Cervelló, gefes de la compañia de salvaguardias.

    Con esta fecha el Excmo. Sr. Capitan general ha dirigido á los Barceloneses una proclama en alto grado consiliadora. Véase la nota (1).

    (1) Don Juan Prim, conde de Reus, etc.

    La innoble conducta del rebelde Ametller, que hollando los sagrados deberes contraíidos por sí y a nombre de los que capitanea, en la estipulacion que firmó el 8 del corriente para la entrega de las plazas de Gerona y Hostalrich, á la que segun el tenor de la misma debió seguirse la rendicion del castillo de Figueras con todas las fuerzas en ella reunidas; el saqueo y asesinatos cometidos por su gavilla en puntos indefensos y durante la tregua acordada entre ambos: el continuar aun dicho Ametller hostilizando, no ya al gobierno provisional de la Nacióon, sino á la Reina Doña Isabel II, declarada mayor de edad por el voto de los representantes españoles en la sesión del 8 del actual, le han colocado, asi como á los que siguen esa brutal revolucion tan terminantemente rechazada por todos los buenos, en la clase de foragidos, á quienes por bien del pais y honra de la Nación, cuyo nombre mancillan, es de rigurosa justicia tratar como á tales; por tanto mando.

    1.º Quedan declarados traidores por su crimen contra la Reina y el Estado, y foragidos por su pillage y asesinatos, cuantos hoy en dia se hallan en el fuerte de S. Fernando de Figueras, capitaneados por el cabecilla Ametller, sufriendo en cualquier época en que sean habidos las penas que la ley marca en tales casos, sea cual fuere la clase y condicion de los comprendidos.

    2.º Como despues de la declaracion anterior los que de cualquier modo los ausilien, apoyen ó tengan relacion con ellos, se hacen dignos de las mismas penas, se aplicarán estas irremisiblemente á los que contravinieren.

    3.° Tan luego como alguno ó algunos de los rebeldes, cualquiera qué sea su número y procedencia, se presenten en pueblo ó caserío, sus habitantes quedan obligados, á reunirse al toque de somaten para perseguirlos y esterminarlos, y asi no lo hiciesen quedarán sugelos los morosos á la pena que el articulo segundo marca para los ausiliadores y encubridores.

    4.° Establecida la linea del bloqueo al castillo de S. Fernando cuantos durante el dia se hallasen dentro del radio del tiro de cañon del mismo y en direccion á él serán fusilados, y los que durante la noche se hallasen á la misma distancia de dicha fortaleza ea cualquiera direccion que vayan sufrirán igual pena, á menos que en ambos casos se hallen los contraventores provistos del competente salvo-conducto firmado precisamente por mi ó del brigadier gefe de estado mayor de esta division.

    5.° Los espias de cualquier sexo, edad ó condicion serán fusilados.

    6.° La Milicia nacional de Figueras queda disuelta hasta que cesadas las actuales circunstancias pueda reorganizarse con arreglo á la ley, y tanto las armas de a misma como sus efectos y pertrechos de guerra, se entregarán en el preciso término de 24 horas al ayuntamiento de la misma villa, quien me será responsable de que el numero complete el de los estados de lo repartido, menos los que tengan en su poder los vándalos que se hallan en el castillo.

    7.° Las armas de fuego de todas clases que tengan en su poder los habitantes de Figueras se entregarán tambien al ayuntamiento de la villa, sie esclusion de ninguna especie y en el mismo término de 24 horas, qne se contarán en este caso y en el que marca el art. 6.°, desde la publicacion de este bando que se hará por pregon y fijará en los parages acostumbrados.

    En el Cuartel Divisionario de Figueras á 17 de noviembre de 1843.==?l general Conde de Reus.

    (2) Ejército de Cataluña. = E.M. = Son las cuatro de la tarde, y hasta esta hora esperé en vano la resolucion definitiva de esas corporaciones al convenio honroso que redacté en union y conformidad con los Sres. Comisionados que salieron ayer á las tres de la tarde de este recinto para terminar brevemente la situacion lamentable de la desgraciada Barcelona; pasó el día señalado de hoy en inaccion, y ya uo me queda nada que efectuar para salvar á esa poblacion de los rigores de la guerra. Ustedes como caballeros son testigos de la generosidad y patriotismo que he observado en las concesiones; y habiendo ya llenado los deberes del honor y de la filantropía, tengo que cumplir ahora con la sagrada obligacion que he contraido con mi patria y con mi Reina. En este concepto, si antes de las doce de la noche de hoy no queda confirmado y ratificado el convenio, romperé al amanecer las hostilidades contra la plaza, sin volver admitir hasta su total rendicion ninguna clase de convenio, estipulacion, ni parlamento; porque los que hacen armas contra su Reina, rebeldes y traidores son en todas las naciones del mundo, y no pueden capitular sino á discrecion. La España y la Europa toda sabrá la conducta observada por el Ejército y por los que sostienen la rebelion dentro de los muros de esa plaza: ella hará justicia, y las generaciones presentes y futuras llenarán de maldicion á los causantes de las desgracias. — Dios guarde á ustedes muchos años. — Laureano Sanz. — Sres. de la Junta de Barcelona.

    (3) El teniente general de los ejércitos nacionales don Laureano Sanz, capitan general del 2.° distrito militar y general en gefe del ejército de operaciones á nombre de S. M. Doña Isabel II Reina de las Españas, y en celebridad de su día en el primer año de su reinado, usando de las facultades que la misma le ha concedido en real órden de 11 del actual, y los señores D. Antonio Rius y Rosell, vocal secretario de la Junta de Barcelona, D. Tomás Vert, de la de Armamento y Defensa, D. Manuel Montoto, mayor de la Plaza, D. José Prats, 2.º comandante del escuadron de Húsares de la Milicia nacional y D. Ignacio Costa, capitan del 4.º batallon de la misma: debidamente autorizados por los comisionados de todos los puntos y corporaciones que se hallan dentro de la plaza, acuerdan el siguiente convenio.

    Artículo 1.° Como los defensores actuales de Barcelona reconocieron siempre á su Reina Constitucional, y siendo ya público que empezó á gobernar los destinos de la nación desde el dia 10 del corriente, escusado es decir, que su lealtad la obedece, respeta y acata.

    Art. 2.º La Milicia nacional conservará sus armas, teniendo cada individuo de ella la libertad de dejarlas si le acomoda, y toda sujeta á reorganización con arreglo á la ley.

    Art. 3.° No siendo necesaria la fuerza restante por la entrada de las tropas en la Capital, quedará disuelta y recibirá sus licencias para marcharse á donde mas les convenga.

    Art. 4.º Los empleados civiles y militares de toda clase y categoria que se hallan dentro de la plaza se acogen espontáneamente á la benignidad de su Reina, y seguros de la rectitud du sus actos recibirán desde luego los pasaportes que soliciten á fin de esperar la resolucion definitiva de S. M. previa recomendacion y súplica que le elevará en su favor el Excmo. Sr. Capitan general.

    Art. 5.° Serán respetadas las opiniones políticas y hechos de armas para sostener las que con mas ó menos desarrollo se hayan nanifestado desde el dia 1.° de septiembre último, pero quedará libre y desembarazada la accion de los tribunales ordinarios para satisfacer la vindicta pública en los delitos comunes.

    Art. 6.° Desde el momento en que quede terminado y ractificado este convenio, no se entablará procedimiento alguno ni se exijirá responsabilidad por causa de infidencia contra los que á él se acojieren. Si alguno se hubiera entablado contra los que se hallen dentro de los muros de Barcelona, se sobreseerá libremente.

    Art. 7.° Los prisioneros que en el dia se hallen en los depósitos quedarán bajo la proteccion de su Reina; una comision de M. N. pasará á Madrid á poner en manos de S. M. la peticion del Excmo. Sr. Capitan general en beneficio de los empleados civiles y militares y en solicitud de la libertad de sus compañeros de armas.

    Art. 8.º La misma comision impetrará de la benignidad de S. M. la libertad de los panados que por las circunstancias hayan ingresado en las filas; y mientras se reciba su resolución formarán un depósito en donde serán socorridos.

    Art. 9.° Será examinada la recaudacion y ocupacion de fondos y su distribucion con la debida escrupulosidad, para inquirir su legítima inversión; del mismo modo se examinaré la ocupacion y distribucion de metálico, géneros y efectos que se hayan hecho en la ciudad desde 1.° de setiembre, sin que pueda hacerse cargo á los individuos de la Junta por los que hubiesen invertido debidamente para el sostenimiento de la situacion creada desde la referida época. Los particulares y las corporaciones que tengan derecho á indemnizacion, serán resarcidos por los medios que señalará el gobierno con la Diputacion Provincial.

    Art. 10. La Diputacion Provincial y el Ayuntamiento serán renovados en su totalidad con arreglo á las leyes.

    Art. 11. Este convenio deberá ser admitido y ratificado brevemente para que en el dia de hoy en razon de su celebridad cese la situacion de Barcelona, entrando las tropas del Ejército en el dia de mañana á encargarse de los puntes de la plaza relevando á la Milicia nacional que los guarnece.

    Art. 12. Toda persona que hallándose actualmente dentro los muros de Barcelona desee marcharse al estrangero ó á otro cualquier punto de España, el Excmo. Sr. Capitan general le librará en el acto el correspondiente pasaporte. Si la persona que lo pidiese hubiese de rendir cuentas dejará los libros y documentos justificativos á otra persona encargada de rendirlas á su nombre.

    Art. 13. Todo el que despues de firmado y ratificado este convenio se opusiese directa ó indirectamente á su cumplimiento,
    alterase el órden público, no respetase la propiedad ó atentase á la seguridad personal, sea de la clase ó categoria que fuese, se declarará fuera de la ley, y entregado á los tribunales competentes.

    Art. 14. Las tropas del Ejército, no entran en Barcelona como hostiles: desean estrechar á sus hermanos; y despues de haber defendido a la Constitucion y su Reina juntos en la lucha de siete años, anhelan vivamente un olvido general de todo lo pasado.

    Barcelona diez y nueve de noviembre de mil ochocientos cuarenta y tres á las once de la noche Antonio Rius y Rosell, vocal secretario de la Junta Suprema.— Tomás Vert, de la de Armamento y Defensa.— Manuel Montoto, coronel mayor de plaza. —José Prats, segundo comandante del escuadron de Húsares.—D. Ignacio Costa, capitan del cuarto batallon de Milicia nacional.

    Ratifico y apruebo este convenio en el cuartel general de la Ciudadela de Barcelona á diez y nueve de noviembre de mil ochocientos cuarenta y tres á las once de la noche. — LAUREANO SANZ.

    (4) BARCELONESES.
    Un afio de continua agitacion, de trastornos y de calamidades, es una leccion severa para un pueblo, es el desengaño mas poderoso y convincente, de que su felicidad no depende del ensayo de mentidas utopias, con que la ambicion y la perfidia deslumbran a los incautos, y seducen á los que con sencilla buena fe dan crédito y presten apoyo á soñados proyectos, y alagueñas promesas de mejoras y ventura. Tiempo es ya, Barceloneses, de que la calma, la tranquilidad y la union se restablezcan entre vosotros. Tiempo es ya de que el sosiego vuelva á vuestros hogares. Mi mision es de paz; y resuelto estoy á llenarla cumplidamente. Entregaos á vuestros trabajos, laboriosos habitantes de la industriosa Barcelona: florezca el comercio, renazcan las artes, y anímese de nuevo la industria, próximas á sucumbir entre los estragos de la mas ímpia guerra. Solo así podrá reponerse esta hermosa población de las inmensas pérdidas que ha sufrido en las oscilaciones políticas. Dejad de prestaros á maliciosas sugestiones, y de alimentar falaces esperanzas. El tiempo y la esperiencia os han demostrado á cuanta costa se atrepella y precipita el orden de la marcha política. Sirvaos de desengaño y de escarmiento el cúmulo de
    males é infortunios que ha pesado sobre vosotros en esta última época, tristemente memorable.

    Nuestra idolatrada Reina acaba de recibir de la representacion nacional el glorioso cetro de cien Reyes con que sus inocentes manos deben regir á esta nacion tan desgraciada como magnánima. El trono de España va á recobrar su antiguo esplendor si reunidos en torno de él los españoles todos, todos contribuimos á sostenerle y apoyarle. Union Catalanes, y en vuestros valientes y generosos pechos se estrellarán todas las intrigas, que la codicia y la envidia estrangera ponen en juego para vuestra ruina. A vuestro frente me hallaréis siempre para combatirlas. ¡Dichoso yo si consigo, restablecer entre vosotros aquella unión, y la verdadera felicidad que solo hallaréis en el seno de vuestras familias, y el ejercicio de vuestras ocupaciones domésticas! A esto se limita mi ambicion, y á oir algun dia en boca de vuestros hijos un voto de bendicion á vuestro Capitan General.

    Barcelona 19 de noviembre de 1843.— Laureano Sanz.

  • La Jamancia: la Junta se rinde y el ejército vuelve a entrar

    (Lúnes)

    Hoy ha sido un dia muy bullicioso á la par que alegre para los pacíficos habitantes de esta ciudad desventurada.

    Esta mañana ha desaparecido ó ha sido puesto en libertad el vocal de la Junta D. José Masanet, en el acto de ser trasladado del palacio del general que le servia de cárcel. Segun parece ha habido inteligencia con el gefe que le conducia, pues se asegura que Masanet no alcanzó la libertad hasta haber entregado á aquel una libranza firmada por su mano, valor de 4000 reales.

    Esta misma mañana han sido despedidos de la casa moneda los operarios despues de haberles entregado sus correspondientes salarios.

    La Junta se ha despedido hoy de los habitantes de esta ciudad con la alocución que puede leerse en la nota (1 [no OCR]). Tambien el Ayuntamiento ha dirigido á sus representados una proclama concebida en estos términos. Véase la nota (2 [no OCR]). Pertenece ademas á la historia de este dia la proclama dirigida por el Capitan general á las tropas de su division (3 [no OCR])

    A medio dia ha entrado un regimiento procedente de la Ciudadela y ha relevado todos los puntos de la ciudad.

    El Excmo. Sr. Capitan General, usando de las facultades de que se halla revestido, ha nombrado con esta fecha un nuevo Ayuntamiento constitucional, compuesto de los sugetos que siguen:

    ALCALDES.
    D. José Bertran y Ros, Magistrado sin ejercicio por ahora y propietario.
    D. Baltasar de Eixalá, abogado.
    D. Luis Gonzaga Pons y Fuster, abogado.
    D. Buenaventura de Sans, hacendado.
    D. Tomás Coma, fabricante y propietario.
    D. Juan Nadal, herrero de la Barceloneta y propietario.

    REGIDORES.
    D. Rafael Maria de Duran, hacendado.
    D. Cayetano de Amat, baron de Maldá.
    D. Cayetano de Vilallonga, baron de Segur.
    D. Domingo Serra, fabricante y propietario.
    D. José Folgnera, confilero y propietario.
    D. Francisco Viñas, comerciante y propietario.
    D. Francisco Fradera, platero y propietario.
    D. Cayetano Lopez, médico, de Gracia.
    D. José Prat, comerciante.
    D. Buenaventura Vives, maestro alfarero y propietario.
    B. Francisco de Asis Soler, arquitecto.
    D. Juan Claros, hacendado.
    D. José Boix, carpintero, de Gracia.
    D. Joaquin Portell, farmacéutico.
    D. Rafael Pla y Carreras, alfarero y propietario.
    D. Antonio Martí, maestro de velas y propietario de la Barceloneta.
    D. Joaquin Ruira y Lacrea, abogado y propietario.
    D. Estevan Bosch , comerciante y propietario.
    D. Ginés Guasachs, labrador y propietario, de Gracia.
    D. Antonio Soqué, médico y propietario.
    D. Francisco Ribas, zapatero y propietario.
    D. Pedro Martir Colominas, panadero y propietario, de la Barceloneta.
    D. Jaime Comas, corredor y propietario.
    D. Narciso Fonolleras, abogado y hacendado.

    SINDICOS.
    D. Juan Agell, profesor de fisica y propietario.
    D. Juan Costa y Fuxench, abogado.
    D. Tomás Illa y Balaguer, fabricante.
    D. Francisco Esteve y Tomás, abogado y propietario.
    D. Ignacio Vieta, tendero de paños.

    A las dos y cuarto han salido de la misma Ciudadela el capitan general Sanz con su estado mayor y precedido de unos 100 hombres del Batallon de Zapadores. Entre los edecanes y á sus dos lados iban el vocal de la Junta D. Antonio Rius y Rosell, y el Alcalde primero Constitucional D. José Soler y Matas, cerrando la marcha como unos 2000 hombres de tropa. Ál salir de aquel fuerte para dirigirse á la muralla del mar, han tenido que detenerse interin estaban los zapadores construyendo un especie de puente de tablones sobre la cortadura que habian abierto los centralistas desde el Palacio hasta la esquina de la Aduana á fin de tener un camino cubierto para pasar al baluarte del mediodia.

    Cuando llegaron á la plaza del palacio tuvieron que detenerse otra vez por causa de las barricadas que habia en todas las bocas calles. Entonces el general ha mandado un edecan al comandante de zapadores mandándole que dividiese la fuerza en cuatro partes para destruir las barricadas que encontrasen al paso empezando todos juntos por la de la calle de la Espaderia por ser la mas fácil de derribar. En seguida se dirigieron por la calle de Baix, Encantes, plaza de S. Sebastian, Fusteria, calle Ancha, todo eso relevando las guardias donde las encontraban, y en llegando á la calle de S. Francisco de Asis subieron á la muralla de mar para dirigirse desde ella á la rambla. En esto entraba por la puerta de santa Madrona el general de division D. Ricardo Schelly con unos 3,000 hombres entre infanteria, Caballeria y Artilleria de carga, cuya fuerza unida á la que venia con el general se estendió por la rambla formada en masa, escepto la caballeria y Artilleria que formó á dos de fondo en batalla. Despues de esto y á poco rato ha ido llegando la Milicia nacional por batallones y con sus músicas y leones ó banderas correspondientes.

    Las dos compañias sueltas llamadas la una de Muns, y la otra del Noy Buxó fueron agregadas al 7.° y al 4.° Batalln de Milicia nacional, cuyos dos batallones colocaron al lado de sus gastadores los 16 trabucaires que tiene cada una de las dos citadas compañias. La fuerza de la milicia se ha colocado al lado de la tropa ocupando el trozo de Rambla que media desde la plaza de S. José hasta los estudios. Sobre las cuatro y media de la tarde ha pasado por delante de la fuerza armada el Capitan general acompañado de los citados Sres. Rius, Soler y Matas y del E.M., todos á pié habiendo sido saludado con unánimes aclamaciones de viva el general Sanz: este correspondia al saludo popular con el sombrero que llevaba en la mano y diciendo con afabilidad, nada de vivas á personas, señores: viva la unión, viva la Reina Doña Isabel II, y viva la Constitucion de 1837.

    Terminada esta especie de parada que se ha celebrado con la mayor tranquilidad, la Milicia nacional ha ido á depositar sus banderas en las casas consistoriales, retirándose en seguida los individuos á sus casas con su correspondiente uniforme, armamento y municiones.

    Un poco mas tarde se ha retirado tambien la tropa de la rambla á los cuarteles que les estaban designados, aposentándose algunos Batallones en las principales de la Milicia nacional.

    Esta noche ha quedado un reten de un Batallon de Infantería y unos 100 caballos en la rambla frente al teatro, desde donde han despedido patrullas para recorrer las calles de la ciudad.

    Sin embargo de que el general habia ordenado que no se permitiese la entrada del paisanage en la ciudad hasta al cabo de tres dias de ocupada esta, hoy ha dispuesto por medio de un bando (1 [no OCR]) que desde mañana á las dos de la tarde puedan entrar los emigrados y las tropas que forman la línea del bloqueo.

    Hoy se han remitido al cónsul de Grecia los pasaportes para los que creyéndose comprometidos, han querido pasar al estrangero. El capitan general ha espedido hoy un bando para los que deseen entregar las armas, lo verifiquen en el local de Atarazanas ó en el Colegio Episcopal. Véase en la nota (1 [no OCR]).

  • La Jamancia: empieza la reconstrucción

    El capitan general ha espedido hoy otro bando sobre la devolucion de los efectos de vestuario, equipo, y monturas pertenecientes al Ejército (1 [not OCRed]).

    Tambien ha publicado otro ordenando la presentacion en el fuerte de Atarazanas de los individuos de cuerpos francos, soldados y presidiarios que habian empuñado las armas en favor de la Junta Central (2 [not OCRed]).

    El Ayuntamiento Constitucional de cuya creacion hablamos en el diario de ayer, ha publicado tambien con esta fecha la alocucion que en la nota (3 [not OCRed]) se traslada, digna bajo todos conceptos de ser leida y conservada por las sabias máximas que en ella se consignan.

    Don Gregorio Villavicencio se ha despedido hoy dentro el buque se halla á bordo, de los nacionales de Barcelona con el siguiente escrito (4 [not OCRed]).

    Esta mañana he recorrido toda la línea de los centralistas empezando por el fuerte de san Pedro, y siguiendo por el paseo de S. Juan, calle del rech condal hasta la pescaderia y pasando en seguida á visitar el Jardin del general, lavadero nuevo, matadero, baluarte del medio dia, muralla nueva del mar, plaza de san Sebastian etc., y confieso que me han dejado atónito tanto las fuertes barricadas que hay en todo este espacio, como las muchas desgracias que se notan en los edificios del mismo.

    En primer lugar la casa mas próxima al peso de la leña, está medio arruinada. Las inmediatas, aunque no han sufrido tanto se ven acribilladas de balas y cascos de granada disparadas desde la ciudadela, y fuerte pio. De la pared que circunbala el mismo peso de la leña ha venido al suelo cuasi la mitad. La puerta nueva está intransitable. El Jardin del general ha sufrido tambien muchísimo y la mayor parte de los árboles del paseo que hay desde el pié del Jardin hasta el pié de la misma Ciudadela, están ó acribilladas de metralla ó derribados por el suelo. Tambien ha venido abajo el lavadero, parte de la pescaderia, y del matadero. Las casas inmediatas están echadas á perder.

    El baluarte del medio dia puede decirse que no ofrece mas que un monton de ruinas, y de los edificios que hay detras del mismo, el de Gorgas casi ha venido todo al suelo y los demás están muy mal parados particularmente en sus frontis. La casa X¡fré, la de la señora Martorell, y el frontis de la casa Lonja, que mira á la manzana de las casas del citado Xifré han sufrido descalabros de consideracion. Ademas de estas desgracias son infinitas las que han causado las granadas y demas proyectiles en el interior de los edificios en otros varios puntos de la poblacion.

    En cuanto a las baterias, barricadas y parapetos que ocupaban los centralistas, los principales son:

    En la muralla de tierra, frente al huerto de san Pedro habia una cortadura de unos veinte palmos de profundidad, y detrás de ella una bateria con dos obuses que miraban á la Ciudadela.

    Detras de la misma pared del peso de la leña habia otra pieza de artillería que no llegó á hacer fuego y que apuntaba tambien al mismo fuerte.

    Al pié de la muralla al lado de la puerta nueva se alzaba tambien una barricada hecha de vigas y precedida tambien de un foso de unos diez palmos de profundidad. La puerta nueva estaba defendida por dos piezas de grueso calibre y dos morteros, y desde ella hasta la calle del mismo nombre habia una zanja que servia de camino cubierto para pasar á dicha puerta sin ser ofendidos por los de la cindadela.

    Todas las calles que miran á la muralla de tierra y á la misma puerta estaban defendidas con barricadas hechas de vigas y piedras y precedidas todas de un profundo foso.

    En el molino de la sal ó sea el cuartel de caballeria de san Agustin se veia una barricada de piedras construida á modo de tambor y seguida de otra barricada. A la primera la precedia un foso y á la segunda le servia de tal la asequia del rech que descubrieron al intento.

    La boca calle de los asabonadors estaba tapada con otro tambor de piedras con foso. La mayor parte de las casas situadas en el mismo rech estaban todas tapiadas por la parte de adentro, en particular las puertas y ventanas que miran al paseo de san Juan. El puente llamado den Viromba ó del borne y todas las calles que desembocan en el paseo de san Juan estaban guarnecidas de tambores con fosos, detras de los cuales corria la asequia del rech condal descubierta y detras de ella se alzaban otras dos barricadas de piedra precedidas tambien de fosos. Todos estos parapetos y los que se enumerarán estaban guarnecidos de aspilleras. Todas las calles inmediatas á dichos puntos y la del rech condal están casi todas desempedradas.

    La entrada de la pescaderia por la parte de la Aduana está obstruida por una gran barricada de vigas y piedras de unos ocho palmos de grueso precedidas de un ancho foso. Lo mismo estaban las calles de detrás del matadero. Desde el ángulo del real palacio que mira á la Cindadela basta la calle por donde se entra al baluarte del mediodia, había una cortadura de unos diez ó doce palmos de profundidad por la cual se pasaba á dicho baluarte sin que los de la ciudadela pudiesen molestarles.

    La puerta del mar estaba también aparédada; y todas las calles que desembocan á la plaza de palacio y á los encantes están asi mismo obstruidas con fuertes barricadas precedidas todas de fosos.

    Al pié de la muralla del mar se veia una cortadura muy profunda que servia para pasar desde la plaza de san Sebastian á las casas de la manzana Xifré sin ser vistos ni molestados por los de Monjuí y la Ciudadela. A los estremos de esta cortadura formaron una bateria que es la que hemos llamado de san Sebastian, compuesta de piezas de artilleria de grueso calibre, y dos obuses mayores. En toda la calle Ancha no hay ninguna barricada. En la de Trenta claus hay dos: al extremo de esta
    calle al pié de la muralla de tierra habia un mortero y un obús. Tambien en la calle del conde del Asalto á unas 150 varas antes de llegar á la muralla hay un cañon de á ocho defendido por una barricada con un foso.

    A demas de las diferentes piezas de artilleria de todas clases y calibres que guarnecen la muralla, hay dentro de la plaza de la Constitución, dos obuses, dos cañones de á ocho, y cuatro morteros de los cuales el uno mira á la Ciudadela, otro a la Barceloneta, y los dos restantes á Gracia.

    Además de las barricadas y parapetos que acabamos de enumerar habia muchos otros esparcidos por la Ciudad; pero donde eran mas fuertes y numerosas era en el centro de la misma, en las calles de los Gigantes, bajada de S. Miguel, calle de la Ciudad, de la Esperanza, de Basea , de la Plateria, extremo de la Boria, Tapineria, de la Inquisicion, bajada de la Canonja, y escaleras de la Catedral.

    En estas arrancaron las baldosas que sirven de escalones y formaron con ellas una muralla con aspilleras en el llano de la misma Catedral. Además habia una fuerte barricada con foso en la plaza Nueva, otra en la calle de los Baños esquina á la bajada de Sta. Eulalia, otra en el Call, y otra en final extremo de la calle de Fernando 7.° al pie de las casas nuevas de la Enseñanza, á donde habia un obus que miraba á la Rambla. Entre todos los fuertes, baterías de la ciudad, y barricadas, tenian los Centralistas 47 cañones de diferentes calibres, 11 morteros, 11 obuses de á nueve, y 11 de á siete; Total 80 piezas de artillería.

    A las dos de la tarde, hora en que se ha permitido la entrada y salida por las puertas de la ciudad, conforme al bando de que hablamos ayer, el Capitan general ha dado orden á los cuerpos de artilleria para que pasasen inmediatamente á recoger
    dichas piezas.

    Siguen apostados en la plaza del Teatro un escuadron de caballería y algunas compañías de infantería.

    Esta tarde, usando del permiso concedido por el Capitan general, han salido al campo y llegado hasta Gracia, muchos nacionales con sus uniformes y sables, habiendo cometido algunos desmanes é insultado á los expatriados que regresaban á la
    ciudad. Esta noche les hemos oido cantar en algunos puntos la cancion de la Paella, habiéndose reunido muchos de ellos en la plaza del Rey, donde hay la principal del séptimo batallon, habiendo dado vivas á la Junta Central. A poco rato se ha presentado allí el mismo general Sanz, seguido de alguna fuerza de infantería y caballería, habiendo capturado unos 30 ó 40 que fueron conducidos á la mañana siguiente á la Ciudadela.

    Véase la órden de la plaza de este dia (1 [not OCRed]).

    La Diputacion provincial interina instalada en Gracia en cuatro de octubre, con el titulo de Junta de Armamento y Defensa, dirige á los habitantes de la Provincia una corta alocucion felicitándoles por la terminacion de la revolucion de la Capital (2 [not OCRed]).

  • La recogida de armas ilegales tras la Jamancia en perspectiva británica

    The keen debates in the last session of Parliament about the registry of arms in Ireland, where fine and imprisonment was the only punishment proposed, make one a little curious as to how they manage these matters in other countries. Here is a Spanish arms-bill:—

    «Don Laureano Sanz, Captain-General of Catalonia, &c. The public tranquillity was threatened yesterday by armed groups of the national militia of this capital.

    «In the Plaza del Rey and the Barrio of Gracia, there were uttered vivas for the Central Junta, the seditious provoking the peacefully disposed, and singing alarming ballads at the risk of promoting scenes which must be avoided—to that end I ordain and command : 1. The National Militia of Barcelona shall give up its arms, accoutrements, ammunition, drums, and trumpets, within the period of six hours from the publication of this Bando, to the Commandant of Artillery in Atarazanas. 2. Any individual not complying with the foregoing requisition will be shot immediately. 3. Domiciliary visits for the purpose of search are hereby authorised; and any person in whose house a musket shall be discovered will be instantly shot, unless the owner of the weapon shall be discovered in the said house. But in case of his discovery the owner of the said weapon will be shot, and the occupying tenant of the said house shall pay a fine of 100Z. Catalan; but if he shall not have wherewithal to satisfy this demand, he shall be sentenced to six years’ imprisonment. 4. Penalties of proportional amount will be inflicted for the offence of concealing swords, pistols, bayonets, accoutrements, ammunition, drums, and trumpets. Barcelona, 22nd November, 1843.»

    This proclamation had the desired effect.

  • La Jamancia: vuelta de refugiados, destrucción de barricadas y baterías

    (Juéves).

    Las plazas y los mercados han amanecido ya provistos de todo lo necesario. Siguen entrando los emigrados, y se abren ya muchas tiendas y establecimientos.

    Los zapadores continuan destruyendo barricadas y facilitando el paso para los transeuntes.

    En la órden del ejército se manda que el principal quede establecido en el ex-convento de Trinitarios, á cuyo punto pasa la fuerza de infantería que estaba apostada en la plaza del Teatro, trasladándose la de caballería al ex-convento de Capuchinos. Tambien se dispone que sean desmontadas y destruidas las baterías del llano de Gracia y faldas de Monjuí.

    Ademas el Capitan General ha dirigido una alocucion á los Barceloneses, sincerándose en cierto modo de sus actos posteriores, encargando la union y el olvido, y asegurando que su ambición se reduce á afianzar la tranquilidad presente y futura de esta Provincia. Véase la nota (1 [not OCRed]).

  • La Jamancia: reconciliación de la catedral tras los destrozos revolucionarios, fin

    (Jueves).

    Con arreglo á los artículos 9.° y 12.° del convenio que hemos trasladado mas arriba, el Exmo. Sr. Capitan general ha espedido hoy un bando disponiendo la presentacion de las cuentas, libros y demas comprobantes de lo recaudado y pagado por las personas que han estado encargados de la recepcion y administracion de caudales desde el 1.° de Setiembre hasta el 17 del que rige (1 [not OCRed]). Sobre lo dispuesto en este bando existe una comunicacion del Sr. Rius y Rosell á D. Laureano Sanz, fecha en Auriol de Francia á los 12 de este mes, que no podemos menos de copiar á continuación del citado bando (2 [not OCRed]). Nuestros lectores harán sobre ella los comentarios que juzguen del caso: nosotros, lo repetimos, no somos mas que historiadores.

    Hoy se ha celebrado con el mayor aparato la reconciliacion de la Sta. Iglesia Catedral, profanada, lo mismo que la de Sta. Maria, durante la revolucion pasada. El Excmo. é Ilmo. Sr. Obispo de esta Diocesis precedido del Cabildo y acompañado por el Excmo. Ayuntamiento Constitucional, presidido por el Sr. Gefe Político, ha principiado la función por los Exorcismos que previene el Ritual Romano, y despues de haber elevado al Todo Poderoso plegarias espiatorias, ha recorrido en procesión por tres diferentes veces todo el recinto y cláustros rociando las paredes con agua bendita, celebrándose en seguida un oficio solemne con el cual ha terminado tan augusta é imponente ceremonia. Ha concurrido á este acto religioso un inmenso gentío y la mayor parte de los gefes y señores oficiales de los cuerpos esentos de servicio. — El dia 3 de diciembre debe celebrarse la reconciliación de la Iglesia de Sta. Maria del Mar.

    Con esta fecha la Diputacion Provincial interina, ó llámesele Junta de Armamento y Defensa, ha dado las gracias á la compañia de M. N. de Berga por los servicios que ha prestado durante el bloqueo.


    Tales son los principales hechos que han tenido lugar durante los tres meses que ha durado la revolucion de esta Ciudad. Ojalá que, como lo esperamos, sirvan de saludable leccion para el porvenir! Ojalá que el gobierno no pierda de vista cuanto conviene cimentar la tranquilidad de esta poblacion inmensa, en cuya suerte ha empezado á probar que se interesaba con los dos acertados nombramientos de D. Ricardo Schely para gefe político y del Baron de Meer, para capitan general!

    FIN.

  • Washington Irving: los encantos de las torres de Gracia, etc.

    [To Mrs. Paris.]
    BARCELONA, July 28,1844.
    MY DEAR SISTER:
    To-morrow I embark in a Spanish steamer for Marseilles, on my way to Paris. I leave this beautiful city with regret, for my time has passed here most happily. Indeed, one enjoys the very poetry of existence in these soft southern climates which border the Mediterranean. All here is picture and romance. Nothing has given me greater delight than occasional evening drives with some of my diplomatic colleagues to those country seats, or Torres, as they are called, situated on the slopes of the hills, two or three miles from the city, surrounded by groves of oranges, citrons, figs, pomegranates, &c., with terraced gardens gay with flowers and fountains. Here we would sit on the lofty terraces overlooking the rich and varied plain; the distant city gilded by the setting sun, and the blue sea beyond. Nothing can be purer and softer and sweeter than the evening air inhaled in these favored retreats.

  • Fundación de la Escuela de Párvulos de Gracia

    [La Escuela de Párvulos] de Gracia fué fundada en 15 de Junio de 1845, y á ella acuden mas de 100 niños diariamente.

    Son admitidos á estas Escuelas sin distincion de sexos, y han de tener desde 2 á 6 años, en las dos Escuelas de Gracia y Barceloneta, se da de comer á los párvulos, mediante una retribucion de un cuarto diario los que pueden pagar, y á los demás pobres de valde.

    La escasez de fondos, que en gran parte se derivan de las suscripciones voluntarias, no permite que se dé de comer en las dos Escuelas que hay dentro de la Ciudad. En estas son admitidos los niños á las 9 de la mañana, salen á las doce para comer y vuelven á las 2 basta las 6. En las de Gracia y la Barceloneta entran á las 9 de la mañana y no salen del establecimiento hasta las 6 de la tarde.

    Estas Escuelas estan bajo ja vigilancia y direccion de una Junta especial denominada Sociedad para mejorar la educacion del Pueblo la cual nombra las maestras y recoge las suscripciones. Lástima que habiendo dado esta institucion tan buenos resultados y siendo de tantísima utilidad para los pobres jornaleros y trabajadores, pues pueden dejar allí sus niños, seguros de que serán cuidados con esmero y serán instruidos cu la lectura y los primeros principios de la Religion, no hayan sido mejor secundados los esfuerzos de esta Junta, y vaya cada dia entibiandose mas y mas la filantropia de los suscritores, sin ver el alto fin moral que para las buenas costumbres se logra con estas sencillisimas y poco costosas escuelas.

    El ayuntamiento de Barcelona penetrado de su grande conveniencia y utilidad las tiene señalada una cantidad de sus fondos municipales, y nuestro actual Capitan General el dignisimo marques del Duero, fué quien apoyó y realizó en su generosa conducta los deseos de la Junta fundadora en 1845.

  • Abre la escuela de párvulos de san Cayetano

    [La Escuela de Párvulos] de S. Cayetano, (antes de la Calle del Conde del Asalto) [fue fundada] en 17 de febrero de 1846, suelen asistir sobre 160 niños.

    […]

    Son admitidos á estas Escuelas sin distincion de sexos, y han de tener desde 2 á 6 años, en las dos Escuelas de Gracia y Barceloneta, se da de comer á los párvulos, mediante una retribucion de un cuarto diario los que pueden pagar, y á los demás pobres de valde.

    La escasez de fondos, que en gran parte se derivan de las suscripciones voluntarias, no permite que se dé de comer en las dos Escuelas que hay dentro de la Ciudad. En estas son admitidos los niños á las 9 de la mañana, salen á las doce para comer y vuelven á las 2 basta las 6. En las de Gracia y la Barceloneta entran á las 9 de la mañana y no salen del establecimiento hasta las 6 de la tarde.

    Estas Escuelas estan bajo ja vigilancia y direccion de una Junta especial denominada Sociedad para mejorar la educacion del Pueblo la cual nombra las maestras y recoge las suscripciones. Lástima que habiendo dado esta institucion tan buenos resultados y siendo de tantísima utilidad para los pobres jornaleros y trabajadores, pues pueden dejar allí sus niños, seguros de que serán cuidados con esmero y serán instruidos en la lectura y los primeros principios de la Religion, no hayan sido mejor secundados los esfuerzos de esta Junta, y vaya cada dia entibiandose mas y mas la filantropia de los suscritores, sin ver el alto fin moral que para las buenas costumbres se logra con estas sencillisimas y poco costosas escuelas.

    El ayuntamiento de Barcelona penetrado de su grande conveniencia y utilidad las tiene señalada una cantidad de sus fondos municipales, y nuestro actual Capitan General el dignisimo marques del Duero, fué quien apoyó y realizó en su generosa conducta los deseos de la Junta fundadora en 1845.

  • Misa en la catedral, Domingo de Resurrección. Una cabalgata a Gracia y Montjuic. La «Compañia Anglo-Americana» en la plaza de toros. Apertura del gran teatro del Liceo de Isabel II: el Liceo, bonito, las mujeres, feas

    High Mass on Easter Sunday

    Our first enterprise, on Easter Sunday, was to endeavor to mount one of the Cathedral towers, and to have, as it was a bright day, a bird’s-eye view of the city and its environs. In prosecution of our plan we entered the body of the church, about half an hour before high mass had ended. The aisles which we had seen all lonely the day before, were crowded with zealous worshipers—the high altar was blazing with a multitude of soft lights; the ceremonial and vestments were very rich; the choir was full, and a fine orchestra (for Barcelona is very musical) aided the sweet-toned organ. High over all, the morning sun streamed through the painted windows, and you could see the incense which was fragrant hefore the altar, curling around the capitals, and clinging to the arches. The whole was deeply impressive, and I could not but observe the contrast of the congregation, in its silent and attentive worship, with the restless, and sometimes noisy devotions of which I had seen so much in Italy. Here were no marchings to and fro; no gazing at pictures; no turning of backs upon the altar; no groups, for conversazione, round the columns; nothing to mar the solemnity of the occasion, or break the echoes of the majestic music, as they swept along the lofty roof, seeming almost to stir to motion the old pennons that hang above the altar, so high, and now so much the worse for time, that their proud quarterings are visible no more. At last, the service came to its end, and the people went their ways to—buy tickets for the theater. At all events, we met a considerable portion of the congregation, thus occupied, when we went down the street soon after. The sacristan would not allow us to ascend the tower without a permit, which it was then too late to procure, so that after straying a little while through the beautiful cloisters, where fine orange and lemon-trees and bright, fragrant flowers charmed away the sadness of the worn gray stone, we returned to our Fonda, to seek the means of visiting some of the environs.

    A ride to Gracia—Montjuich

    After we had waited for an hour, a fellow made his appearance in the court-yard, driving a huge lumbering vehicle, covered with green and gold, very square and peculiar in shape, but, on the whole, sufficiently coachiform, and drawn by a pair of long-tailed blacks, with collars, on which jingled many bells. We made our bargain, and were cheated, of course, as we afterward found; horse and coach-dealing being, here as elsewhere, greatly subversive of moral principle. Away we went, up the Rambla, at a great pace, to the astonishment and apparent amusement of the crowd. Once outside the walls, our coachman gave us the benefit of slow jolts over a rough road to Gracia, a little village some two miles from the city, which is surrounded, and in some degree formed, by country-houses and their appurtenances. No doubt, in the summer season, this excursion may be a pleasant one, but the cold driving wind which came down from the mountains as we took it, made it bleak enough to us. Hedges of roses, it is true, were in luxuriant bloom, and the fertile fields of the Pla (plain) were as green as spring could make them. The aloe and the prickly-pear too, did their best to look tropical, but it was a useless effort, for the wind beat and battered them rudely, and they and the painted torres (towers), or country-boxes, looked uncomfortably out of place, naked, desolate, and chilly. To turn our backs upon the breeze, we directed our driver to carry us to Montjuich, which, as I have said, is a commanding eminence to the southwest, on the left hand as you enter the harbor. Creeping slowly around the outside of the city walls, which are heavy, strong, and well guarded, we passed by the quarter where the forest of tall chimneys indicated the business hive of the manufacturers, and then, crossing a fertile plateau beautifully irrigated and in high cultivation, we were set down at the foot of Montjuich. Up the hill we toiled, faithfully and painfully, on foot. Ford calls it a «fine zig-zag road.» I will testify to the zig-zig—but as to the fineness must beg leave to distinguish. At last we reached the fortress, which sits impregnable upon the summit, and to our chagrin were quietly informed by the sentinel at the postern, that we could not enter, without a permit. This we had not provided, through ignorance of its necessity, and we accordingly put in our claim to their politeness, as strangers. The sentinel called the corporal, the corporal went to his officer, the officer hunted up the governor, and by the same gradations a polite message descended to us, to the effect, that, as we were strangers, the usual requisitions would be waived, if we knew any body in the castle by name, whom we could go through the form of asking for. We knew no one, and being reasonable people, went on our way in ill humor with no one but ourselves. Not being, any of us, military men, which in a company of three, from our land of colonels, was quite a wonder, we persuaded ourselves that we had not lost much, for from the base of the fortress we had a charming view of the white city; its fine edifices, public and private, with their flat roofs and polygonal towers; the harbor, with all its festive banners streaming; the green valley, carrying plenty up into the gorges of the hills; and the sea, rolling far as eye could reach, a few dim specks of canvas here and there whitening its bosom.

    The Plaza de Toros, and Yankee Company

    Returning to the city, we crossed to the Garden of the General, a sweet little spot, prettily laid out, and planted with box and innumerable flowering shrubs, which were in delicious fragrance and bloom. There were fountains and aviaries there; fish-ponds, duck-ponds, and even goose-ponds, and all manner of people, of all sorts and ages. This garden, with a little walk beside it, is the last of a series of beautiful promenades which lead into each other, traversing the whole city, from the groves upon its outskirts to the splendid terraces along the shore.

    By this time we were well-nigh fatigued enough, but there was still an exhibition to be witnessed, which it did not become us, as good patriots, to neglect. The Plaza de Toros, or bull-amphitheater, was the gathering-place of the whole population; not, however, to behold the fierce combats peculiar to its arena, for with such things the tumultuous burghers of Barcelona were not to be trusted. A harmless substitute there was, in the shape of the «Compañia Anglo-Americana,» or Yankee company, who were delighting the sons of the troubadours with their gymnastics. Every body remembers the remoteness of the regions, into which the Haytien dignitary had the assurance to say that our estimable countrymen would follow a bag of coffee. Here was a parallel case. As we entered, Jonathan was performing a hornpipe, on stilts, much more at his ease (it being Sunday) than if he had been at home within sight of Plymouth Rock. He then gave them a wrestling match, after the manner which is popularly ascribed to «the ancients;» afterward, a few classical attitudes, with distortions of muscle, according to the Michael Angelesque models, and, finally, made his appearance as a big green frog, so perfectly natural, both in costume and deportment, that in Paris he would have run the risk, scientific and culinary, of having his nether limbs both galvanized and fried. We paid him the respect of our presence and applause for a little while, and lingered to witness the excitement of the immense assemblage, so strange and picturesque, and to hear their wild cries and saucy jests. The afternoon then being quite well advanced, we were trundled home, in due magnificence, to a worse dinner than we had earned.

    Opening of the Great Opera House—Social Habits of the Barcelonese—Musical Tastes

    About seven in the evening, a kind gentleman of the city called, by arrangement, to conduct me to the opening of the new Opera-house, the Liceo de Ysabel Segunda. There was a crowd around the entrances, and we found it difficult to make our way in, so that I had time enough to see that the façade, which looked paltry by day-light, was no better with the benefit of the grand illumination. The front, however, and some few of the minor arrangements of the interior, were all that could be reasonably found fault with; for the establishment is really magnificent, and full of the appliances of taste and luxury. Its cost was one hundred and fifty thousand dollars; and the stockholders had no doubt of being able to realize the interest of this large sum, and more, from the rent of the elegant shops upon the ground floor. I mention this fact, as an evidence both of enterprise and prosperity. The grand circle of the theater is larger, by measurement, than that of the San Carlo at Naples, or the Scala of Milan; and being finished, like the Italian Opera-house at Paris, with balconies, or galleries, in front of the boxes and slightly below their level, it has a far more graceful and amphitheater-like effect than the perpendicular box-fronts of the Italian houses, and especially the close, dingy walls of the Scala. The ornaments, though abundant, are neither profuse nor tawdry. The magnificent gas chandelier, aided by a thousand lesser lights, developed all the beautiful appointments of the boxes, with their drapery of gold and crimson, and the fine seen, cry, dresses, and decorations of the stage. I had seen nothing but the Italiens of Paris to rival the effect of the whole picture. The boxes of the lower tier are private property belonging to the contributors, or members of the Lyceum. My intelligent companion informed me that this is a species of property in very general request, there being scarcely a respectable family without a box, or, at all events, some special accommodations of its own, in some one of the theaters. The rights of the owners, he told me, are the subject of litigation almost as often as those relating to real property. They (the boxes and the law suits) descend from father to son.

    Each box in the Liceo has two apartments, as usual in Europe. In the outer one, which you enter from the lobby, and which is a sort of retiring room, you leave your cloak and hat, and perhaps meet those members of the family you visit, who are not interested in the performance and prefer a quiet chat. The inner boxes, of course, open on the body of the theater, and every one was in them on the evening of my visit. The assemblage was immense, and it would not be easy to find, any where, one indicating good taste and refinement more decidedly. The gentle sex must pardon me, however, for admitting that, to my eye, beauty was the exception that night, rather than the rule. I had expected more, for M. de Balzac had said somewhere of the Catalonian women, that their eyes were composed of «velvet and fire;» but I soon discovered that the remark had less foundation in fact, than in that peculiarity of the French imagination, which is so fond, in the descriptive, of mingling fancy with fancy-goods. I may be wrong, it is true, for the Imperial Frederick, seven centuries ago, in his best Limousin, declared—

    «I love the noble Frenchman,
    And the Catalonian maid.»

    And yet, I should not wonder if both the Gaul and the fair Catalan have undergone a change since those days.

    I learned, in the course of conversation in the evening, that the theater has much to do with the social enjoyments of Barcelona. Morning visits form the principal intercourse of ladies in their own houses. Evening parties are very rare, and it is only at the theaters that the higher classes meet, with freedom and frequency. The usages of etiquette are very easy and pleasant. If you are a friend, you drop in sans façon, and drop out when you like. If you are a stranger, you are presented to the lady of the box, and that formality gives you the freedom of the circle, and of all the conversation that goes round it—imposing the payment of no tribute but that of your best bow to each and all, when it pleases you to retire. There is no knowing what a quantity of pleasant business you can attend to during the progress of a long opera—making your pilgrimage to many shrines. Neither is it easy to calculate how much aid and comfort you may find from a solo or an orchestral movement, in those pauses of conversation, which, under ordinary circumstances, are so often uncomfortable, if not melancholy. It is difficult to discover whether fondness for music produced this custom in Barcelona, or whether the custom produced the fondness. One thing, however, is very certain: the Barcelonese are good musicians, and generally keep an excellent company. My friend the marquis, who was himself a director of an opera at home, informed me, that they pay so liberally for good artists, as to take a great many of the best second-rate performers from Italy. Their musical predilections are of long standing. A gentleman who knew, told me, in proof of it, that some of the earliest republications of Metastasio’s works were made at Barcelona. The prices of admission to the theaters are very low—so much so, that there is scarce a laborer too poor to find his way to the opera, on Sundays or feast days. By the returns of the ticket-offices, as published in the journals, the day after Easter, there were four thousand six hundred spectators at the opening of the Lyceum; over one thousand attended the Teatro nuevo; and between nine hundred and one thousand were at the Teatro principal. As music is what they generally hear, it will not seem strange that the humblest of them should be fond of it, and generally fair judges of its quality. This last, however, is more than I can honestly profess to be; and, therefore, I was rather pleased than otherwise that they had selected a historical play, for the opening of the Lyceum. It was by Ventura de la Vega, a living poet of considerable reputation and merit, and was founded on the popular and noble story of Ferdinand the First of Aragon, called «He of Antequera.» The piece of itself is full of fine passages, with excellent dramatic situations and effect, and was gotten up with great brilliancy. The part of Ferdinand was by the famous La Torre, considered the first master, and one of the best performers in Spain. He is a quiet actor, of fine personal appearance; something like Charles Kemble in his style, and, unhappily, a good deal like him in his voice, for he is growing old. His reading and articulation were admirable, but a great deal was lost, the house being too large for any thing but opera, ballet, or spectacle.

  • Fiesta de san Vicente Ferrer

    No solo á causa de su piedad y de sus apostólicas virtudes, sino por su profundo saber, por su irresistible elocuencia y por sus tareas políticas, merece san Vicente Ferrer colocarse entre los hombres de cuenta que ha tenido España. Desde muy niño hizo grandes adelantos en la virtud y en las letras. Despues de cursar humanidades en Valencia su patria, dedicóse á estudios mas serios en Barcelona, y entrando luego en la órden de dominicos, se dió á la predicacion con un fervor estraordinario y que produjo ópimos frutos. Recorrió gran parte de Europa estirpando vicios y heregías, sin mas armas que su uncion y su elocuencia; fue invitado á que pasara á sus cortes por diferentes monarcas, hasta por el rey moro de Granada; siguió á la corte de Francia y despues á la pontificia á Benedicto XIII, volvió á Barcelona en 1409, consoló las amarguras de esta ciudad nacidas del hambre que atormentaba á sus moradores, y tuvo consuelo de que Dios oyera sus preces, y Barcelona se viese libre de plaga tan funesta. La nombradía de Vicente Ferrer era europea; y si las virtudes y predicaciones se la habian granjeado muy grande en el concept to apóstol, se la adquirieron brillante como hombre de Estado sus atinados esfuerzos para acabar la desatrosa guerra comenzada ya en el reino de Aragon con motivo de la muerte de D. Martin el humano. Las tres provincias que componian ese reino estaban en armas para sostener á este ó al otro de los siete pretendientes á la corona, y entonces fue cuando los catalanes antes que los otros, dieron aquel grande ejemplo de sensatez y de amor patrio que por desgracia no ha tenido imitadores. Ellos promovieron la formacion del parlamento de Caspe en que representadas por comisionados las tres provincias, determinaron que todo el reino depusiese las armas, y que aquella asamblea decidiera cuál de los pretendientes habia de sentarse en el vacante trono. Vicente Ferrer cooperó de un modo eficaz á la reunion del parlamento, fue uno de sus diputados por Valencia, y á su saber, á su elocuencia y á su grande y merecida fama se debió en gran parte la acertada eleccion de rey que el parlamento hizo á favor del infante de Castilla D. Fernando el de Antequera, que mereció ser apellidado el justo.

    Acaso este artículo no esté de lleno enclavado en el objeto que tiene nuestro añalejo; mas siendo hoy el cia de san Vicente Ferrer, y tratándose de un suceso tan admirable como el parlamento de Caspe, no hemos sabido prescindir de bosquejarlo. Es un ejemplo que bien merecía haber sido imitado en ocasiones análogas; es desconocido de muchas gentes; nunca se la ha dado la importancia que tiene, y además en Barcelona tuvo principio ese grande negocio que evitó el derramamiento de mucha sangre, calamidades sin cuento, y consecuencias que no pueden hoy apreciarse, y que además colocó en el trono de Aragon á un gran monarca.

  • Lunes de Pascua, 1848

    Lunes de Pascua.

    Este dia es para el pueblo de Barcelona primo hermano, si nó hermano carnal, del miércoles de ceniza, sin que obste para ello la diferencia esencial que hay entre el uno y el otro. Cierto que en las iglesias se celebra la Pascua con la misma solemnidad que en el dia anterior, cierto que es fiesta de precepto, cierto que la religion consagra este dia como de general regocijo; mas en lo esterior nada de ello se trasluce: y aunque en esta parte el dia es muy diferente del miércoles de ceniza, las costumbres populares han acabado por dar al uno y al otro un mismo carácter público. En ambos días la ciudad queda desierta , y sus habitantes se trasladan á la vega inmediata y la cubren toda entera, dándole la traza de un campamento en que estan distribuidas mas de cien mil personas. Como ya la Pascua de resurreccion suele venir hácia la primavera, el tiempo convida para salir al campo, cosa que siempre ha sido muy del gusto de los barceloneses, y que de cada dia va siéndolo mas, porque solo echándose fuera de la ciudad es posible respirar libremente. Cual si hubiese un empeño general en hacinar gentes dentro de Barcelona, toda su área se ha cuajado de casas, que no pudiendo crecer en latitud lo hacen en altura, y si no estuviera prohibido, á la hora de esta habría muchas gentes que habitarían al nivel de las campanas de las torres. Esta angostura y este apretamiento hacen diariamente mas apetecible la salida al campo, y por esto es tan crecido el número de personas que van á comer á él todos los domingos: pero el miércoles de ceniza y hoy son sin disputa los dos días en que mas personas rinden homenage á esta costumbre. El dulce ambiente de la vega , el verdor que ya cubre los árboles y la belleza de las huertas, que son un modelo de que distan mucho las de España y del estrangero; son en esta estacion otros tantos alicientes para atemperarse á la moda. Barcelona es en tal día verdaderamente triste; y al recorrer sus solitarias calles, bien podría uno esclamar con el profeta: ¡Quomodo sedet sola civitas plena populo!

    ¿Ya qué, y á dónde va tanta gente? A derramarse por la llanura hasta una hora de distancia de la ciudad, y á comer lo que á cada cual le permiten sus haberes y su carácter; porque hay pobre manirolo que hoy lo gasta todo, mientras no falta rico económico que va al campo y ahorra. ¿Quién es capaz de formarse una idea ni aproximada de la muchedumbre de carruages que cruzan por todos los caminos inmediatos, y en especial de los que suben y bajan por el paseo de Gracia? Para concebirlo es preciso haber estado en Barcelona, ciudad que en esto como en muchas otras cosas, deja á una distancia inmensa á todas las poblaciones de España. El coche, la carretela, el galerín, la media-fortuna, el inmenso omnibus, el omnibus chiquito, el tilbury y con mas abundancia que todos ellos juntos la tartana, trasladan á millares las personas desde la ciudad á Gracia, Sans, Sarriá, San Andrés, Horta y San Gervasio, mientras muchos millares mas siguen á pie las mismas rutas, y otros millares mas se separan del camino antes de llegar á uno de esos pueblos, y plantan sus reales en mitad de un campo, á la sombra de un árbol, ó al arrimo de una casa de labranza en donde se vende vino. Allí se salta, se baila, se juega , se canta, se tocan la guitarra y el pandero y las castañuelas, y se grita, y se come, y se bebe mucho, y no se riñe ni se emborracha. Es menester que lo sepan los que no lo ven: estas fiestas populares nunca ofrecen en Barcelona el triste y asqueroso espectáculo de un borracho, ni jamás es turbada su alegría por cuchilladas ni riñas. En esto sí que tienen que aprender algunos nacionales y muchísimos estrangeros. De entre estos, que los hay aqui, y nó pocos, suele alguno embriagarse, y los muchachos le persiguen y se burlan de él, y á veces lo apedrean; y es bueno que lo hagan, pues esto prueba el desprecio con que lo miran, y el convencimiento que tienen de que es una cosa mala, cuyo castigo decreta la reprobacion general y ejecuta la muchachería.

    Las panderetas, las guitarras y las canciones van conduciendo á la ciudad á esa muchedumbre que, cual un magestuoso rio de carne humana, se desliza suave y uniformemente por las puertas, apurando antes de llegar á los guardas, la última gota que en el porron ó bota quedaba. Desbándase á derecha é izquierda luego de haber entrado: tras de la muchedumbre vienen los carruages, y cierra esa dilatada marcha el piquete de caballería que fue á Gracia, y vuelve sin haber tenido nada que hacer en todo el dia. A las diez de la noche toda esa muchedumbre yace en profundo silencio.

  • Maravillas y costumbres de la primavera

    La primavera se adelanta y la naturaleza se sonrie á nuestros ojos, desplegando todas sus galas y toda su magnificencia. Las mieses muestran ya su espiga lozana formando la esperanza del labrador, que al cerrar su puerta deja todas sus riquezas fiadas á la buena fe de los hombres y á las alteraciones de la atmósfera. Para prevenir la osadía de un malévolo tiene un perro; para alcanzar el favor de la Providencia divina tiene el fervor de sus oraciones; y pensando en la oportunidad de la lluvia, no deja de repetir durante el dia y á todas horas el refran: per maig cada día un raig.

    El verdor de los campos, la fragancia de las flores, la frescura del aire, el ardor de los rayos del sol que inflama los corazones, todo convida al muelle goce de los mas puros placeres. La antigua Grecia cuya mitologia no ha tenido rival al tratarse de materializar las ideas, consideraba la mansion de los bienaventurados en una perpetua primavera, y las bellas artes representaban esta estacion bajo la figura de una hermosa ninfa teniendo una guirnalda de flores en las manos, y sentado á sus pies un cupidillo reconociendo la punta de sus flechas. El hermoso espectáculo que presenta la naturaleza durante la primavera, no puede menos de llamar la atencion del hombre, quien al olfatear una flor ó al tender la vista por la campiña, sin echarlo de ver quizá, rinde un homenage de admiracion al Criador.

    No somos por acá tan sordos á la voz de la naturaleza, y por esto salimos los barceloneses á gozar en ciertos dias y en ciertas horas del bello espectáculo que nos ofrece. Ya durante este mes comienzan á venir á Barcelona los habitantes de otras provincias que acuden a tomar baños de mar y anticipan su viage para gozar de las procesiones del Corpus, célebres en Barcelona como lo son aqui todas las procesiones.

    Hanos parecido muy á propósito el dia 1.° de mayo para poner á nuestros lectores al corriente de las costumbres propias de la primavera , porque al cabo es dia 1.° y por consiguiente privilegiado, y le hallamos colocado casi en la mitad de la estacion. Por otra parte nuestras razones tenemos para no haber dado cuenta al lector de las costumbres de primavera el dia en que esta tuvo principio, porque una de ellas mal se aviene con las sábanas, y las mañanicas de abril son muy buenas de dormir, segun reza el refran. Y no decimos esto asi, á humo de pajas, que ya verás, lector querido, cuán á pelo viene.

    Supon un domingo ó disanto: debes levantarte á las siete, por lo tanto vestirte al desden, que es como si dijera un franchute á la negligé, ir á misa, y luego dirigirte á la Rambla donde está el mercado de las flores. Allí las ramilleteras te convidarán con las mas vistosas producciones de la naturaleza; y las bellas barcelonesas, las madrugadoras, te convidarán con los atractivos con que la estacion y, mas que todo, la hora las engalana. Su trago y su tocado al desden, su desden nada esquivo, y la color del rostro pálida como la azucena. Allí te parecerán mejor estas jóvenes, que en el paseo de invierno adornadas con todas sus blondas y sombreritos, con sus narices rojas, efecto del aire frio, y sus ojos dormidos y su gesto lloron, efecto de los rayos del sol. Y cuenta que á las madrugadoras debe de alcanzárseles muy bien, que á la muger, mas que las galas que cercenan las fortunas , le valen la amabilidad y sencillez, que nada cuestan. Obséquialas , queridísimo lector, obsequia á esas bellas en cuyo trage no hay ficcion, en cuyo rostro no hay doblez; obséquialas con un ramillete, y no te pesará. Y vosotras, lindísimas criaturas, aceptad los obsequios de esos jóvenes, y apartad la vista de esos camastronazos de á 40 del pico , que pasean primero, y se pierden despues entre las filas de puestos del mercado de la Bocaría, saben ellos por qué, y lo sabemos nosotros, aunque no nos cumple por ahora decirlo.

    Si no tienes , querido lector quien te dispierte para madrugar, nada temas que no falta en esta ciudad quien en la presente escion lo hace sin reparar en ello. Es el tal un labriego que arrea un borriquillo cargado con un seron donde conduce algunas vasijas, que al amanecer llena del agua ferruginosa de algunas de las caña desde el mas añejo entremés hasta el mas romántico drama de nuestros tiempos, y desde el mas devoto novenario á las peores coplas que puede escribir la pluma mas mugrienta y asquerosa mojada con la tinta mas fétida que confeccionarse puede. Esas tiendas de quita y pon, llamadas paradas de romansus, dan una perfecta idea del estado en que se halla entre nosotros el gusto por las obras literarias, y no añadimos de las costumbres del pais, por no llamar la atencion de la autoridad, quien puede tomarlo á pechos, y hacer pasar las sobredichas coplitas por debajo de la mas rígida férula censoria.

    Pero echamos de ver, lector querido, que con este introito vas á llamarnos al órden. Nó, nó, nada temas, volverémos al carril. Vas á verlo. Dirigímonos tambien algunas mañanas hácia el paseo de San Juan ó de la esplanada, y huroneamos en los puestos de ropavejeros que allí se colocan, y á cuyo conjunto suele darse, quizá irónicamente , el nombre de Fira de Bellcaire, y leemos toda suerte de librajos que hallamos ya tirados por el suelo, ya dispuestos en desordenado órden sobre una desvencijada mesa. Otro tanto hacemos en los Encantes los lunes, los miércoles y los viernes de cada semana, que son los dias en que se permite á los prenderos y chamarileros la venta de sus géneros adquiridos en una almoneda de un eclesiástico que murió intestado, ó en la de un solteron que legó su ajuar á el ama de gobierno, ó en la del mercader declarado en quiebra, ó del empleado nómada á quien se le destina al otro estremo de la península.

    En aquellos puestos se pueden comprar á la voz de los corredores, objetos nuevos y renovados, viejos que parecen nuevos, y nuevos que pudieran ser buenos. El anticuario adquiere allí por poco dinero un objeto de gran valor, el cómico compra allí lo que no halló en las tiendas, el aficionado á los muebles por el gusto del siglo de Churriguera (Dios le bendiga al aficionado) compra allí sillas y mesas rotas y raidas para darles nuevo lustre, y hacerlas figurar en su salon que llama á la renaissance, y el aficionado á la lectura hojea libros buenos y malos, y los compra por la mitad del precio que pidió el vendedor, ó por el valor que este conoce que le da el comprador.

    Al número de estos aficionados tenemos la desgracia de pertenecer, y héte aqui que dias atrás dimos con un cuaderno descuadernado, manuscrito, redactado en catalan, en cuya primera hoja se leia: Diari den Pere del aguait 184…. (el último guarismo se pierde en el mugre del sobado borde del papel). Poco debe importar el precio en que lo mercamos.

    ¡Grande adquisicion! dijimos para nuestro capote. Esto aumentará el volúmen de nuestros mamotretos, y al paso que ha de ahorrarnos trabajo, ha de proporcionar solaz al público, cuando insertemos en nuestro Añalejo, vertidos en lengua española, algunos de los renglones que hagan referencia á nuestro pais. Por de pronto ahí va el artículo del 3 de mayo en Barcelona.

    He salido á la calle llevando del brazo á mi hermana, y nos han acometido distintas veces enjambres de niñas, y entre ellas algun niño, con sendos platos cubiertos de rosas en las manos. En ademan de pedir limosna, me han interpelado las que á mí se han dirigido con este piropo: Vosté senyó galan que te cara de diamant, un dineret per Sta. Creu: y los que á mi hermana se han dirigido le han dicho: Vosté Sra. hermosa que te la cara de rosa, un dineret per Sta. Creu.

    Pesadillos han estado algunos de los tales chicuelos, y hannos seguido largo trecho repitiendo sus obsequios, y estos han sacado estrena , que es ya subido que pobre importuno saca mendrugo, segun el refran nos dice.

    Hemos entrado mi hermana y yo en una iglesia á oír misa , y he ido á la sacristía para saber en qué altar se celebraría, y cuatro monacillos pedigüeños por demás, me han acometido con la cantinela arriba transcrita. A mi vez he querido tomar represalias, y asiendo por el cuello de la sotana al que mas vivaracho me ha parecido, le he ofrecido buenas estrenas si confesaba en qué queria emplear aquel dinero. Halo confesado, que el muchacho era lenguaraz de sobras, y hame dicho — ¿no ve V. aquel altarito que hemos guarnecido en aquel rincon, con aquellos floreros y con aquellas velitas? pues allí al pie depositamos lo que recogemos, y el capital sirve para una merienda. Y no somos nosotros los únicos que se ocupan en el dia de hoy en este negocio; porque vea V. , mi hermana con las chicas de la vecindad hacen lo mismo, y tambien guarnecen un altarito, y luego meriendan á la salud de qué sé yo, á la salud de su estómago.

    Pedigüeña es la costumbre ; inocente es por demás, y trasciende hasta el interior de las familias. Por lo que he visto en las casas en donde hoy he estado de visita, no he podido menos de compadecer al barcelonés á quien Dios le ha dado sobrinitos que obsequiar, ó ahijados que contentar, ó deudos con quienes cumplir, porque al salir de casa, debe llenarse los bolsillos de monedas para responder á todas las exigencias y compromisos en que puede verse atollado.

    Esta es la traduccion. Si es buena ó mala júzguelo el público, pues por lo que á nosotros atañe, solo podemos decir que es fiel y exacta. Si es mala, consolarános la idea de que no serémos los únicos malos traductores que á destajo embadurnan papel en nuestros tiempos.

  • Fiesta de San Isidro

    Ningun santo por encumbrado que fuese el lugar que ocupó en el mundo, cuenta con tantos clientes como el bendito san Isidro, y no sabemos si quizás serian los hombres mas felices si fuese mayor el número de esos clientes. Muy lejos nos llevaría el discurso, si dándole rienda suelta escribiéramos todo lo que nos iría dictando, y fuera necesario meternos en el resbaladizo terreno de la ilustracion, y pasearnos por el escabrosísimo de la política, en donde nos saldrian al paso los amigos de la agricultura y los defensores de la industria, y al fin y al cabo despues de tropezar y de resbalar y de andar á gatas, probablemente acabaríamos por rompernos la cabeza, y decir grandes y muchos disparates en concepto de unos, y verdades como el puño en opinion de otros. Recorran pues esos terrenos los que escriben ad hoc, como suele decirse en la moderna jerga, y hablen y desbarren, que todos lo hacemos, que es una bendicion de Dios.

    El Añalejo avisa hoy á los devotos de Barcelona para que acudan á la iglesia de san Pedro de las Puellas, en donde los hortelanos de las inmediaciones de la puerta nueva obsequian con una solemne misa á su patron san Isidro, y avisa tambien á los devotos del Pla, que los labradores de Sans, Sarriá, las Corts, san Gervasio, Gracia y otros pueblos obsequian asimismo al santo labrador con una buena funcion en la iglesia, y luego festejan á las doncellas y casadas con bailes de envelat y de salon, en donde ellas y ellos se divierten á mas y mejor, y nó tan candorosamente como se divertía san Isidro. Si este santo viene en dia de entre semana, los bailes suelen reservarse para el primer domingo, lo cual prueba que nuestros labradores son amigos del baile, pero nó tanto, que por él olviden el trabajo, lo cual es uno de los rasgos que hacen la apología de estas honradísimas gentes. Quiera san Isidro ser su intercesor para con Dios, á fin de que tengan tan buenas cosechas como merece su continuo y duro trabajo, el mas pesado y molesto de cuantos ejerce el hombre, y el que por desgracia queda muchas veces peor recompensado.

  • Octava del Corpus

    [This excerpt deals principally with the eve of Corpus, the Wednesday.]

    El Corpus es fiesta movible, y la colocamos entre majo y junio, ja porque suele venir á últimos de aquel ó primeros de este, ja porque le corresponde este sitio atendidos los sitios en que hemos colocado otras fiestas movibles.

    El dia del Corpus, lector mio de mi ánima, es un dia famoso, y lo mas grande de él, dejando á un lado la parte religiosa á cuya grandeza ninguna otra iguala, es la afluencia de forasteros en Barcelona y la abundancia de bizcochos. Estos se confeccionan en Barcelona mismo, pero aquellos vienen de fuera de la ciudad, de donde se los llama forasteros. Esta es la época en que mas abundan, pues unos porque viajan un poco, otros porque vienen exprofeso á ver la capital, otros porque han de tomar baños, y otros finalmente para ver las procesiones, lo cierto es que en esta época vienen muchos, y son otras tantas gangas para ciertas gentes, y otras tantas calamidades para aquellas personas á quienes vienen recomendados. Para las fondas, casas de pupilage, pastelerías, cafés, teatros, tiendas y alquiladores de carruages son los forasteros una bendicion de Dios, una lluvia de maná, una cosecha riquísima; pero mientras esos prójimos se rien con la venida de los tales, no falta quien por la misma venida se pela las barbas. En una ciudad como Barcelona en donde todo el mundo está envuelto en mil negocios, agobiado por los quehaceres, yendo á caza de minutos para salir de angustias, el forastero es una quinta esencia de incomodidades, un terremoto para los negocios, una langosta para los bolsillos, un despiadado consumidor de tiempo y un asesino de la paciencia. Si algun día, ó si quizás ahora mismo tienes, lector amigo, algun forastero en tu casa, no te queda mas recurso que encomendarte á todos los santos del cielo, convertirte todo en paciencia, coger esa alhaja, recorrer con él ó ella toda la ciudad, ver otra vez lo que has visto mil, esplicárselo muy bien aunque no sepas lo que es, buscar una esquela para entrar en el Laberinto, y despues llevarlo al tal Laberinto, despues á la torre de Gironella y al desierto de Sarriá, despues un dia á Gracia, deteniéndote en el criadero y largándote hasta San Gervasio á ver las torres de Gil y de Brusi y el colegio de Carreras: es menester que algunos dias me lo lleves á comer á la fonda si vive en pupilage, y á tu casa si vive en fonda, tienes que meterlo en un palco en ambos teatros, y nadie en el mundo te libra de acompañarle á desempeñar los mil encargos que trae de su pueblo. Luego es indispensable que lo presentes al sastre ó á la modista, y á todo esto pierdes horas, faltas á citas y riñes con amiga ó con amigo, ó con este ó con aquella. Añade á esas gracias que todo lo pregunta y todo quiere saberlo, que tienes que remolcarlo por las calles, que tropieza con todo el mundo, que se queja de las distancias, de las escaleras, del ruido, de tener que comer tarde y retirarse idem, y levantarse otro tanto. Y todavía has de juntar á esto la necesidad de presentarlo á todos los amigos que te paren en la calle, y a los compañeros de palco, y á las personas que convidas á comer para mas obsequiarlo. Y á todas has de repetir la misma frase, que es un forastero que ha venido á ver Barcelona, y á tomar baños y á ver las procesiones del Corpus. Te juro, lector amigo, que es divertidísimo, y que si este año tienes forastero, es un lance en que andan envueltas mil gracias á cuál mas graciosa. Si se contentaran con los baños y con las procesiones, vaya muy enhorabuena; mas si por fortuna no gustan de laberintos, ni torres, ni Gracias, ni teatros, cosa que la reputo por imposible, no te escapas por lo menos de hacerles ver todos los neoramas, dioramas y panoramas, el valenciano monstruo, ó la chiquilla que recorta papeles con los pies, ó el lobo marino, ú otra de las muchas cosas raras que suelen estacionarse por este tiempo en Barcelona.

    Cierto que los forasteros aumentan el movimiento y la animacion de Barcelona, cierto que vienen á gastar su dinero en beneficio de los barceloneses, cierto que cuando uno va á su tierra son hospitalarios y obsequiosos, acaso mas que nosotros ; pero como nosotros estamos metidos en tantos negocios y no tenemos tiempo para rascarnos la cabeza, la venida de un forastero á quien tengamos obligaciones ó gusto de obsequiar es una calamidad verdadera, y si viene en Corpus, nos agua todo el placer de su famosa octava, temporada en que con este artículo hemos tenido intencion de introducir á nuestros lectores. Hé aqui pues que ya han llegado los forasteros y que amanece el día que precede al de Corpus Christi.


    Ha llegado la semana mas hermosa del año, alegre como el cielo que la favorece, bulliciosa por demás, santa como la institucion que da lugar á ella.

    No nos entretendrémos en esplicar que la festividad del Corpus se celebra en memoria de la institucion de la Eucaristía, ni tampoco dirémos las razones que tuvo la Iglesia para no celebrarla en su verdadera época, esto es, en el jueves santo; pero habiendo de ser llevado en triunfo el sagrado cuerpo del Salvador y espuesto á la vista de los Fieles, no se pudo elegir estacion mejor ni que mas contribuyera á la alegría, que la primavera, cuando el brillo de los rayos del sol es mas intenso que ardiente, cuando la naturaleza tiene toda la hermosura de la estacion, y se ha realizado la esperanza de ver en sazon el fruto que da al hombre el primero de sus alimentos.

    Hablamos de la fiesta del Corpus principiando por la víspera, porque en ella se inauguran las costumbres particulares de la época, con la salida de los gigantones y la tarasca, y el leon, y el águila; en una palabra, de todos los monigotes de la municipalidad. Verdad es que de algunos años á esta parte van desapareciendo muchos de ellos, de modo que ya en el dia solo debemos dejar en la costumbre los gigantones. La intencion del que inventó esas figuras de 16 á 18 pies de elevacion para que precediesen á las procesiones fue muy laudable, puesto que trató de materializar la idea de que hasta lo mas grande y lo mas terrible de la naturaleza todo está sometido al Hacedor supremo.

    No hace muchos años que los gigantones de la municipalidad ó por mejor decir ella, la gigantona, nó la municipalidad, sacaba las modas del peinado y del corte del vestido, en lo que se invertia una cantidad nó de las menores entre las que figuraban en las cuentas municipales. Por lo tocante al giganton era mas aferrado á la suya, y ya fuese por su comodidad ya por no lucir sus piernas, lo mismo se hubiera presentado el buen señor sin su trage turco, ajado y mal dispuesto, como ahora llueven lechugas. Al cabo siempre son ellas mas caprichosas, y los Sres. del ayuntamiento se mostraban obsequiosos con la gigantona satisfaciendo sus caprichos; y bien merecia todas esas atenciones puesto que la fama pública la designaba como la pubilla de la ciudad. En el dia no sabemos si con la edad ó por la escasez de los tiempos esta señora ha perdido el humor y no es tan exigente, ó si ha cedido á las exigencias de su marido (cosa rara y trocatinta singular), y renegando de su fe ha vuelto á vestir su trage de odalisca. De todos modos, en lo que no ha cabido variacion alguna ha sido en la danza con que la gravedad del giganton y la espetada presencia de la gigantona suelen llamar la atencion del público y particularmente de los chiquillos, lo que vale sendos maravedises á los faquines á quienes se cede llevar sobre los hombros tan pesada carga. La pavana bailada por los gigantones al son de un caramillo chillon y desafinado y del baqueteo de un tamboril, es lo mas cuco que presentarse puede; bien que esta orquesta es muy digna de la gaita que suele acompañar á los gigantones de las parroquias que los tienen, cuales son la de Sta. María del mar, la del Pino etc. Es eventual la salida de estos personages en la semana del Corpus, por lo que no podemos fijarla como costumbre. Sin embargo debemos esceptuar una de las parejas de las dos que posee la parroquia del Pino, á saber la pareja menor, y cuya elevacion no pasa de diez pies, pues indefectiblemente sale á hacer sus travesuras por esas calles de Dios, mofletudo y mal dispuesto él, cuanto bonita, rubia y desproporcionada ella: ó comprar cabeza ó vender caderas.

    Hé aqui descrito en pocas palabras el carácter, los usos y las costumbres gigantonescas: veamos ahora la mision que les toca cumplir en esta temporada: preceder á las procesiones, marcar la carrera que deberán seguir recorriéndola la víspera, acompañados de dos timbaleros á caballo, vestidos con un baladran del color que tiene adoptado la parroquia cuya procesion anuncian. El toque de esos timbales ha dado lugar á que el vulgo haya hallado una letra que apropiarle, letra que debe de ser tan antigua, que no nos ha sido posible hallar su origen, aunque para ello hemos revuelto todos los archivos incluso el de la Aduana nacional. Esta letra es corta, y el poeta que escandió los versos no tuvo mas en cuenta su cadencia que la poesía:

    Trampas, trampas,
    Tot son trampas.

    Idea grande, sublime, clara y verdadera, y que ha valido á los que tocan su música el título alto, sonoro y significativo de Trampas.

    Celebrándose pues mañana la procesion de la catedral, claro está que desde hoy se ha de señalar la carrera, que aunque con corta diferencia siempre es la misma, sin embargo esta costumbre de señalarla no solo para la procesion de mañana sino tambien para las que tienen lugar durante la octava, es muy laudable, pues de este modo los vecinos de las calles de la carrera estan libres de toda eventualidad al hacer provision de bizcochos, bebidas etc. etc. si es su intencion obsequiar á los que les favorezcan para ver la procesion, ó al disponerse para ir á favorecer á algun amigo con el mismo favor, si no quieren que les favorezcan con él los amigos.

    Los gigantones de la municipalidad acompañados de las trampas salen á las cinco de la tarde, y recorren la carrera de la procesion que celebrará mañana la catedral, dirigiéndose despues á casa de cada uno de los concejales á obsequiarlos con un baile, lo que da lugar á que la calle donde vive el concejal se llene de chiquillos, y haya gritos y chiflidos á cada vuelta de la gigantona. Y aqui es el asomar de la señora concejala al balcon y darse el debido tono, aqui la algazara de los concejalitos, unos que piden á su papá que los haga subir, otros que lloran porque les tienen miedo, y aquí últimamente es el mostrar el señor concejal su liberalidad dando algunos reales á los asistentes de tan altos personages.

    No debemos pasar en silencio la costumbre que tiene lugar durante la octava del corpus, de estar de manifiesto en la sacristía de la catedral la gótica silla de plata sobredorada en que se coloca el viril que va á la procesion general del dia de mañana, y que era otro de los muebles que adornaban el palacio que tenian en esta ciudad los antiguos reyes de Aragon. Un monacillo mas poeta que erudito hace una relacion circunstanciada de la procedencia de la tal silla y de las alhajas que la adornan. Está de manifiesto algunas horas antes de reservar el santísimo Sacramento.