Etiqueta: gerona

  • Fallece Ramón Berenguer II, supuestamente asesinado por su gemelo

    Al siguiente año, y cuando no hacía un mes aún que la condesa Mahalta había dado á luz un hijo (el 11 de noviembre), que más adelante fué el célebre Ramon Berenguer III, el desgraciado padre fué víctima del encono de su hermano. ¡Oh! parecia que Dios castigaba en los hijos el ilícito matrimonio de que nacieron, y que se atrajo la excomunion del papa Víctor II.

    Hé aquí, en resúmen, el hecho tál como lo explica Pujades y lo trasmiten Marquilles, Tomich y Carbonell, formando una de las más poéticas tradiciones del país. El conde Ramon Berenguer, Cap de estopa, iba cazando en un bosque entre Hostalrich y San Celoni, y su hermano, adelantándose y desviándose de los demas de la partida, le encontró junto á la pértiga ó varal del Azor, la Perxa del Astor. Acometiéndole entónces, le mató alevosamente, haciéndole muchas heridas. Al caer del caballo el conde, el azor que llevaba en la mano echó a volar, yendo á posarse en una pértiga ó varal de aquellos árboles, como poniéndose en observacion de cuanto pasaba. El fratricida, ayudado de sus cómplices, trató de que desapareciese el cuerpo del delito, y atravesando por medio de las malezas y espesos matorrales de que estaba cubierto aquel lugar, fueron á arrojar el cadáver á un lago inmediato, que desde entónces se denominó Gorch del Compte.

    Los demas de la partida, al notar la tardanza de los dos hermanos, creyendo que les habria sucedido alguna desgracia, empezaron á correr en su busca hasta que viendo y reconociendo al azor, quisierno cojerlo por las pihuelas. No pudiendo conseguirlo, persiguiéronle obstinadamente hasta llegar á la orilla del lago, en el cual vierno sobrenadar el ensangrentado cuerpo del conde. Fué éste recogido y cuidadosamente puesto en un féretro, y le llevaron á la catedral de Gerona para darle sepultura eclesiástica. El azor se levantó del árbol en que se habia parado, junto á la orilla del lago, y fué siguiendo á la comitiva hasta llegar á la catedral, sobre cuya puerta fué a posarse. El cabildo y demas clerecía de aquella santa iglesia salió á recibir el féretro á las puertas del templo, ante una gran multitud de pueblo de la ciudad, que habia acudido á acompañar el cadáver de su señor. Sucedió entónces que habiendo el chantre ó capiscol de entonar y cantar el responso Subvenite Sancti Dei, ocurrite Angeli Domini, suscipientes animam ejus etc., nunca le fué posible cantar otras palabras que ¿Ubi est Abel frater tuus? ait Dominus ad Cainum, etc. Y por más que le fueran á la mano los señores del cabildo y demas clérigos, no dejó de repetirlo muchas veces con mayores y clamorosas voces.

    En cuanto al azor ó halcon, añade la crónica, murió de dolor, y en memoria de esto, se colocó allí una figura ó imágen de madera de aquella ave, en donde permaneció hasta 1604, en cuyo año, para dar fin al templo de la catedral, se derribó por órden del obispo Arévalo de Suazo el antiguo frontispicio. Pero el maestro que trazó y comenzó la nueva fábrica, para perpetuar la memoria de aquel hecho, puso en el suelo de la iglesia una piedra más grande que las otras del pavimento, y en ella esculpida y bien labrada la figura del azor; cuya piedra, -dice Pujades,- está á plomo y perpendicularmente puesta donde anteriormente estaba la de madera. [Autor Por más que hemos mirado, no hemos podido verla. Tal vez oculte la piedra la pared del coro.]

    Al cadáver del conde se le dió sepultura dentro de la misma iglesia, en una urna de piedra con estátua yacente. Más tarde fué trasladada al lugar en que actualmente se encuentra, que es sobre el dintel de la sacristía.

  • Disputa entre el rabbi Nahmánides y el fraile y judío apóstata Pablo Christiani

    Avia el Rey á instancias del ardiente zelo de San Raymundo fundado Academias para que los Ecclesiasticos aprendiessen la lengua Hebrea para la conversion de los judios, floreciendo en este Santo Instituto Ilustres Varones de Barcelona: siendo los mas celebrados Fr. Pablo Christíano, Fr. Arnaldo Sagarra, Fr. Ramon Martin, San Raymundo, y otros de las Ordenes de Predicadores, y Menores; que clarines de la Divina palabra, Angeles del nuevo Testamento confundían los Sequazes de la Ley antigua de Moysen: era el Maestro, y Caudillo de todos los Sequazes un judio natural de Gerona llamado Moysen, el qual por sus escritos, y comentarios sobre Job, y sobre el Penthateuco, le davan el primer lugar entre todos sus Antiguos, y Modernos: Viendo el Santo Obispo de Gerona Don Berenguer, que de la reducción deste docto judio, pendia la conversion, ó confusion de los demás, embió á Barcelona á buscar a Fr. Pablo Christiano para que le convenciesse publicamente en su sinagoga: executólo el Religioso, y quedó á la luz de la verdad, rendido el Rabino erudito; pero como los otros judíos que se hallavan en Cataluña, convenciéndoles dezian, que su Maestro respondería por ellos, embióle á llamar el Rey, y señaló día para publica disputa en su Real Palacio, y fue también convencido como en Gerona, siguiéndole otro docto judio que se llamava Bonastruç, el qual fue desterrado con Real sentencia por las blasfemias que avia publicado contra nuestro Dios, y Señor Iesu-Christo, siendo publicamente quemado su infame libro: (I) estas eran las fiestas, y descanço de nuestro Magnánimo Rey.

    (I) Real Archivo de Barcelona, historia del año 1263, letra T folio 120 y columna 264.

  • Muere Pedro III de Aragón

    After Alfonso had left him, Peter III of Aragon, conscious that his illness was mortal, and anxious solemnly to exculpate himself from the guilt of the war carried on against the Pope, as Charles of Anjou had done on his death-bed from that of the war kindled by the Pope, summoned the Archbishop of Tarragona, with the Bishops of Valencia, Huesca, and other prelates and barons; and in their presence declared that it was not in hostility to the Holy See, but in pursuance of his rights that he had taken possession of the kingdom of Sicily; that he had not merited the excommunications of Martin, but had submitted to their observance as became a Christian; and now being about to appear before the judgment-seat of God, he asked absolution from the archbishop, promising that should he recover, (and here he again had recourse to equivocal expressions,) he would render obedience to the supreme Pontiff, according to right, and present himself before him either in person or by ambassadors. This he confirmed by an oath, and the archbishop granted him absolution. Having been admonished to forgive his enemies, he gave orders for the liberation of his prisoners, not including, however, those of high degree. He left unaltered the will which he had made in 1282, at Port Fangos. He confessed himself aloud to two monks, then with great difficulty he rose from his bed, trembling and scarce able to stand, dressed himself, and kneeling down, weeping and inwardly praying, received the eucharist. He was informed of the surrender of Gerona and of the arrival of Charles from Sicily when only a glimmering of consciousness yet remained to him, and was unable to utter a word in reply ; but he folded his arms in the form of a cross, raised his eyes to heaven, and expired on the 10th of November, 1285. [Conventional date and location are 2/11/1285, Vilafranca del Penedès]

    Such was the end of Peter of Aragon. He died at the age of forty-six, in the prime of mental and bodily vigour, and at the summit of his fortune; for he beheld the host of France dispersed; the King of Majorca humbled; Charles of Anjou, Philip the Bold, and Pope Martin departed this life ; the new King of Naples in his power ; that kingdom in confusion ; Sicily submissive and secure ; his fleet mistress of the Mediterranean; and his own power so much increased by the fame of victory, that he was able everywhere to keep in check even his own rebellious subjects.

  • Un terremoto daña el castillo nuevo y la luna muestra rayos de color de sangre

    A la una del matí del 25 de Maig un fort terratrèmol interessà la part costera de la regió catalana fins al Rosselló. Comparats els textes autèntics publicats per el Dr. Cazurro i M. O. Mergel, sembla que’s tracta d’un mateix terratrèmol, i que aquest no interessà a la regió volcànica d’Olot, éssent molt probable que l’epicentre correspongués a les rodalies de Barcelona, puix que fou la més trastornada. «En el 24 de Mayo de 1448, entre las doce y la una de la noche, se vió en [Gerona], un gran terremoto que también se sintió en Barcelona y en el Vallés, en el cual más de ciento ocho personas sufrieron graves daños por las casas derruidas, especialmente en Llinás y el castillo nuevo de Barcelona tuvo gran daño, y la luna se vió monstrando rayos de color de sangre.» (Revista de Gerona, any VI, pl. 467, traduit del text llatí).

  • Pregonadas las cabezas del obispo de Gerona y otros

    Son pregonadas las cabezas del obispo de Gerona, del baile general de Cataluña y de otros que entregaron al rey de Aragon D. Juan II con quien se tenia guerra, las plazas de Gerona y algunas mas.

  • El virrey no consigue acceder a las cuentas municipales, y, convencido luego de que no podrá cobrar los impuestos reales debidos, se traslada con gran parte de la administración pública a Gerona

    Hallávase virrey de Cathaluña el duque de Cardona este año 1634, y pretendía que la Ciudad pagase los quintos que se devían al Rey desde el juramento de su padre: resistíase la Ciudad, y entre demandas y respuestas se empeñó el negocio de calidad, que havía resuelto el de Cardona, mano armada, la víspera de Corpus irse á casa [de] la Ciudad y tomar los libros para ver lo que se devía y pagarse. Interpúsose la nobleza aconsejando al Duque no lo ejecutase, porque era perderse y arriesgar toda Barcelona á un lebantamiento, sigún estaban obstinados los conselleres.

    Viendo el Duque que nada conseguía en su petición, y el Rey que no podía vencer á la Ciudad, resolvió mudar la corte; y así el día 4 de Agosto 1634, se partió el de Cardona con toda su familia y casa y gran parte del consejo á Perpiñán, con título de ir á fortificarle. Estubo allí hasta primeros de 1635, y viendo que era poco saludable el país, trasladóse á Gerona, á donde mandó el Rey, pena de privación de oficio, acudieran todos los jueces, ministros y oficiales, cuio despacho y orden llegó á 4 de Maio 1635; y así todos acudieron allá con sus familias, mujeres y casa.

    Acabó su govierno el de Cardona en 19 de Maio 1636, y también mandó el Rey acudiese á Gerona el governador para despachar con el consejo, en donde estubo la corte y audiencia hasta el nuebo juramento, que ya en adelante se dirá.

  • Pagado algo en concepto de los impuestos debidos por la ciudad, vuelven el virrey y la Real Audiencia tras una estancia gerundense de 16 meses

    Viendo la ciudad que S. M. havía sacado la Real Audiencia de Barcelona, y que de nuebo havía confirmado por Virrey al duque de Cardona, estando siempre en querer cobrar los quintos, resolvió se dieran á S. M. quarenta mil libras, y que no se ablase más en el negocio: aceptólo S. M., y mandó al de Cardona que con la Audiencia y corte se restituiera á Barcelona, y así el día 14 de Septiembre 1636 entró el duque de Cardona por la puerta nueba con tres compañías de á cavallo, polacos, y encaminándose derecho al Aseo, bolvió á jurar por Virrey. La compañía de los zurradores, esquadronada, le salió á recivir y le acompañó hasta palacio. Estubo la Audiencia fuera de Barcelona 16 meses y 10 días cabales.

  • Salen 500 hombres para detener la inminente invasión hereje-francesa de Rosellón

    Savíase por mui cierto que el francés hacía muchos aprestos de guerra en el Lenguadoc, y que todo era para invadir Cathaluña y sitiar la plaza de Salsas, en desquite del suceso de la Ocata (Leucata llamada siempre Ocata y Laocata en todos los documentos catalanes de la época) y de Fuenterravía de que se hallava mui amargo; y así quiso probar por acá su suerte.

    En vista de tanto aparato y de los avisos que llegavan, por orden de S. M. partió el Conde de Santa Coloma, Virrey que era, á 4 de Maio 1639 para Gerona, desde donde diese calor á las fortificaciones de las plazas marítimas, y de las de tierra, que con los recelos de lo venidero se añadía algo á los presidios para su maior defensa.

    Al mismo tiempo se empezaron por las ciudades, villas y lugares de Cathaluña á levantar gente, para lo qual salieron algunos ministros y gente de suposición. Para la maior brevedad, en 2 de Junio la ciudad de Barcelona puso tres banderas para levantar 500 hombres, que en cinco días naturales estubieron ya efectivos: dávase á cada soldado 40 rr(eale)s de entrada y dos de sueldo, con su pan de munición todos los días. Los Cavos eran Don Antonio Doms (D. Antonio de Oms), Don Luis de Paguera y Don Luis Tord; á los mosqueteros añadieron de ventaja diez rr(eale)s todos los meses: partieron el día 8 de Junio y todos lindos mozos.

    Sávado á 11 de Junio de 1639, entró el francés y cinco mil cavallos, la maior parte de la milicia eran ereges esguicaros [esguízaro] y suecos. Entró con furia francesa y como no halló oposición, en breve corrió la cavallería toda la campaña, arruinando y talando el país. Tomaron á Claria (Clayrá) y á Rivas Altas, dos villas arto buenas en donde hicieron plaza de armas, corriendo después el Condado de Rosellón, entrando en las villas y lugares, saqueando todos los que les hacían resistencia.

    Tomaron Estagel (Estagell) y después á Opul (Opol), cuio castillo sin hacer arma alguna, le entregó infamemente el capitán, de nación castellano (Don Luis Núñez, flamenco de Bolduque), y todos asiguravan era imposible rendille, menos que á costa de muchas vidas, así por el terreno en que está fabricado, como por tener bastante guarnición para su defensa.

    Encaminóse el capitán á Perpiñán, en donde el Marqués de Torralua (Don Juan Torralto de Aragón que en 11 de Junio de 1639 escribió al Virrey la carta [que pongo en el comentario]) general le mandó dar un garrote, y al alférez quitar la caveza. Imputábanle de traidor y que por 500 doblones havía vendido el castillo, pero hasta los últimos trances de su vida estuvo siempre en que por covarde lo havía entregado.

  • Muere abrasado en un alboroto en Santa Coloma de Farnés el alguacil Monredón; la desastrosa venganza del Virrey

    Discurriendo el alguacil Monrrodon por la provincia alojando las milicias, llegó al lugar de Santa Coloma de Farnés en el Ampurdán ([sic, nota omitida sobre lo poco viajero que era Parets]). Era de natural colérico, precipitado, arrogante, sobervio, y de mal trato, y obrando según su genio, y hallando en aquel lugar alguno poco sufrido, travóse de palabras, y tirando de un pedreñal el alguacil, mató un paisano, á cuia vista conmoviéndose el lugar contra él, se vio precisado á retirarse con tres criados y un comisario que le seguían, en una casa, de donde disparando muchos tiros contra los que le seguían, yrritado el pueblo más pegó fuego á la casa en donde miserablemente al incendio, perecieron los quatro.

    Entendido por el Virrey este suceso, deseando castigar el lugar, disponía el que fueran ministros de justicia; pero puestos los paysanos en arma, dieron á entender matarían á quantos llegasen, y así lo experimentó un comisario, que, más atrevido que los otros, quiso intentar el ir: irritado más con esto el Virrey, y queriendo oprimir aquel desenfreno, mandó al governador D. Ramón Calders (D. Ramón de Calders y de Ferrant, Portan veus de general gobernador de Cataluña. El oficio de Portant veus de general gobernador en Cataluña, se halla ya creado en 1304, y se instituyó para substituir á los procuradores ó gobernadores de los reyes. (Capmany y de Monpalau: Memorias históricas …, tomo IV, pág. 125.) Era magistrado supremo de justicia con atribuciones varias y con los ministros del Real Consejo formaba Audiencia.), que junto con dos tercios, uno de castellanos que governava D. Juan de Arce, otro de napolitanos que governava D. Leonardo Molas, que se hallavan al contorno de Blanas …, y constaban de 4 mil hombres, entrase el lugar á sangre y fuego; pero savido por los naturales, y recojiendo la gente que pudieron, pertrechándose y cerrándose en el lugar, cojiendo los pasos por donde la infantería havía de pasar, burlaron los designios del Virrey.

    Entendiendo los designios de los paisanos, no se atrevieron el Gobernador y cavos á embestir, sino que retirándose á las Mallorquinas (Las Mallorquinas es un vecindario dependiente del lugar de Riudarenas, vecino á Santa Coloma de Farnés.), y dando lugar al ardor de los naturales, al cavo de algunos días, con trazosas mañas, se capituló que para no quedar la autoridad del Virrey ultrajada, se quemasen ocho ó diez casas de las más principales en el lebantamiento: vino bien el lugar en esto, y entrando el Gobernador con la cavallería de Perpiñán, después de haver los paysanos dejado solo el lugar y retirádose al monte, quemaron casi todo el lugar y saquearon las casas, sin dejar sino la iglesia, casa del cura, y algunas de J. Farnés, pero éstas pasaron el mismo filo después por los paysanos. Los militares lo arruinaron todo, hasta 54 masías que estaban al contorno del lugar, y aunque el Gobernador no deseava exceder de lo capitulado, no pudo recavarlo con la milicia, que procedió con desorden á la ejecución. El Rey, en premio de esta acción, al Gobernador pasó el oficio en caveza de su hijo maior, y al sigundo, dió el arcedianato de Llobregat en la Seo de Barcelona.

  • Llega a las afueras de Barcelona parte del ejército huyendo de los somatenes del Vallés; el abismo entre lo supuestamente posible y lo realmente deseable, los destrozos del ejército real en Villanueva, Riudarenas etc.

    Recuperado Salsas, reformados los tercios provinciales, así de Cathaluña, Aragón, Valencia y demás reinos, y retirádose la gente á la quietad de sus casas, se pasó á alojar por el Principado el resto del exercito real, que devía ser de diez á once mil hombres entre infantería y cavallería; en cuio repartimiento se procedió con tal desorden y tiranía, como lo dirán los sucesos futuros de que se dará quenta en este capitulo, que, á caminar con igualdad y proporción, no fuera de ningún daño, ni de tan yrreparable ruina para España como se ha visto.

    Hallávase Cathaluña en lo más alto de su felicidad, así por lo poblado, rico y opulento, como por lo belicoso de sus naturales, tanto que pasava no sólo á ser embidia de los demás reynos y naciones, sino á que los ministros mal intencionados y poco experimentados de la fineza y lealtad cathalana, impresionasen en el real ánimo algunos temores y recelos de poca firmeza, en la innata fidelidad de los pechos cathalanes; con cuias torcidas y siniestras informaciones, motivaron al Rey que, con las milicias que havían quedado, se oprimiese el orgullo de los pueblos y se minorase su opulencia, y así, siguiendo este rumbo, alojaron en los lugares con tal exorvitancia, y sobre numerosidad á las casas, que en el lugar de cinquenta vecinos echavan á quatro y quinientos soldados, y á este tono en las demás villas y lugares; y si venían los pueblos á quexarse, en bez de alivio se les cargava más de milicia, y si se replicava, se prendía á los síndicos ([omitidos varios documentos ilustrando las quejas]).

    En Villa Nueba de Cichés (Villanueva de Sitjes unida á otro lugar contiguo, denominado La Geltrú, formando hoy la conocida población de Villanueva y Geltrú), porque cerraron las puertas al alojamiento, á ocasión de ser quadruplicado al número de las casas, mandó embiar el Virrey al pie de dos mil hombres, y entrando con violencia la villa, la saquearon, obrando la soldadesca insolencias, sin perdonar la onestidad de muchas doncellas, ni el sagrado de las iglesias: abrieron las bodegas, y de la malvasía y vino hacían regar las calles. Las mieses verdes las segavan para dar á los cavallos de esta villa; pasaron á otras, multando, matando, robando y cometiendo insultos y violencias en mujeres.

    Discurriendo por todo el Principado con este desorden, llegaron al lugar de Riu de Arenas, en el Ampurdán (Pertenece á la comarca de La Selva), en donde la gente havía retirádose á la iglesia todo lo que pudo, y visto ó entendido por los soldados, pegando fuego á la puerta, asaltaron y robaron la iglesia, y prosiguiendo el fuego en la madera de arcas y bancos, llegó á prender en el altar maior, con tal fuerza, que por presto que quisieron acudir unos capuchinos á rretirar el Sacramento, trepando por las llamas, ya no hallaron sino carbón, y que justamente se conocían las Formas. Lleváronlas á Gerona, y reconocidas por el obispo, cavildo y personas doctas, declararon que ya no se contenía en ellas el cuerpo sacrosanto de Xpto, y así pasó el obispo á fulminar censuras contra los actores de este sacrilego incendio (La quema de Riudarenas que refiere el Cronista, desconociendo la causa que la motivó, tuvo lugar el día 3 de Mayo de 1640.—El día 13, el obispo de Gerona, D. Gregorio Parcero, fulminaba el anatema contra el tercio de Moles, autor del incendio de la iglesia de Riudarenas. (Véase Apéndice IV.)—El castigo impuesto á Santa Coloma y los desmanes cometidos en dicha villa por la tropa, y referidos anteriormente, ocurrieron el 5 de Mayo.).

    Después de cometidas estas inhumanidades, queriendo la milicia pasar á Gerona, que devía ser en número unos quatro mil, entre infantería y cavallería, presumió la ciudad no sucediese en ella lo mismo que en los demás lugares, y les negó, no sólo la entrada, sino el ministrarles mantenimientos, de que estavan en suma necesidad (Continúa el Cronista desconociendo los hechos. Gerona organizó un convoy para aprovisionar los tercios que estaban alojados en los lugares vecinos de Salt y Santa Eugenia. (Son tan repetidas las inexactitudes y lagunas que se observan en esta parte de la Crónica, que para no convertir estas notas en un estudio crítico del Ms., remitimos al lector á la documentación publicada por D. Celestino Pujol y Camps, en su discurso de recepción en esta Academia, y á su anterior trabajo, Gerona en la revolución de 4640, 2.ª edición. Gerona, Vicente Dorca, 1881.)). A la noticia destas operaciones, concurrieron en arma los naturales de la comarca de Gerona, y cercando la milicia, no les permitía entrar ningún mantenimiento: desta manera estubieron dos ó tres días, y al cavo de ellos, y después de haverse comido bueies y quanto encontravan, resolvieron tomar la derrota hacia Blanes, su quartel, y marchando á él, les hiva siguiendo el país en somatenes y continuados tiros, matando muchos, así de soldados como de paisanos: llegaron con esta penalidad á Blanes, y asistiéndoles la villa, los hizo pasar á la parte del mar, en donde, socorridos, se sosegó el tumulto allí.

    Savido en el Valles … lo que pasava en el Ampurdán (Lo que pasaba en La Selva. En el Ampurdán no se libraron combates entre los paisanos y la tropa, hasta que, más adelante, ésta salió de Blanes en marcha para el Rosellón), y apurados los paysanos de las extorsiones de la milicia, se resolvían á morir con las armas en la mano, ó sacudirse el yugo que los oprimía. Havía alojados, entre San Saloní y San Pedro de Ebrera (San Celoni y San Pedro de Breda, hoy estaciones del ferrocarril de Barcelona á Francia, ramal de Granollers), algunos mil y doscientos soldados, y sobre mudarse unos á otros el quartel, tuvieron entre ellos algunos encuentros, con cuia ocasión lograron los paisanos la suia, y dando con los soldados, los obligaron á que viniéndose y procurando salvarse, se retirasen hacia Barcelona, y siguiéndolos los somatenes picando la retaguardia con mucho tiro, matando muchísimos y llegando al río Vasos ([Besós]), la cavallería tomó por el río avajo, y la infantería, como pudo, se emboscó aquella noche en el bosque y montaña de San Jerónimo de la Murta ([Murtra]), pero los somatenes siempre les davan caza. Cerróse la noche, y la cavallería medio perdida, como podía, se huía arrimando hacia Barcelona.

  • El ejército del Rey Sol huye de Barcelona bajo un eclipse solar tremendo, pactando con los migueletes en el camino

    Après cela il fallut délibérer de la manière de l’exécuter et du lieu où l’armée se tourneroit. On convint encore qu’il n’y avoit nul moyen de se retirer par la Catalogne, pleine de révoltés qui tenoient la campagne, soutenus de tous ceux du royaume de Valence qui tenoient les places, et à travers cette cruelle multitude de miquelets qui les assiégeoient. Il fut donc résolu qu’on prendroit le chemin de la frontière de France, et que là, on délibéreroit de nouveau, quand on seroit en sûreté vers le Roussillon, de ce qu’on deviendroit.

    On leva donc le siège la nuit du 10 au 11 mai, après quatorze jours de tranchée ouverte, et on abandonna cent pièces d’artillerie, cent cinquante milliers de poudre, trente mille sacs de farine, vingt mille de sevade[1], quinze mille de grain, et un grand nombre de bombes, de boulets et d’outils. L’armée fut huit jours durant harcelée par les miquelets en queue et en flanc de montagne en montagne. Le duc de Noailles, dont l’équipage avoit été constamment respecté par eux pendant le siège et dans cette retraite, parce qu’ils aimoient son père pour les avoir bien traités et avoir sauvé la vie à un de leurs principaux chefs, s’avisa de les appeler pour leur parler. À son nom, les principaux descendirent des montagnes et vinrent à lui. Il en obtint qu’ils n’inquiéteroient plus l’armée, qu’ils ne tireroient plus sur les troupes, à condition qu’on ne les brûleroit point. Cela fut exécuté fidèlement de part et d’autre, et de ce moment l’armée acheva sa marche en tranquillité, qui fut encore de trois jours, où elle auroit beaucoup souffert de ces cruelles guêpes.

    L’armée n’en pouvoit plus ; elle perdit presque tous ses traîneurs et tous les maraudeurs dans cette retraite, en sorte qu’avec le siège il en coûta bien quatre mille hommes. Sa volonté néanmoins fut toujours si grande, que, malgré tant d’obstacles, elle auroit pris Barcelone, sans ceux de notre artillerie et de nos ingénieurs.

    Arrivés à la tour de Montgris, il fut question de ce que deviendroit le roi d’Espagne. Quelques-uns vouloient qu’il attendît en France le dénouement d’une si fâcheuse affaire, et d’autres que, se trouvant dans cette nécessité, il poussât jusqu’à Versailles. Le duc de Noailles, à ce qu’il m’a dit, et que je ne garantis pas, ouvrit un avis tout contraire, et qui fut le salut du roi d’Espagne : il soutint que cette retraite en France, ou ce voyage à la cour perdroit un temps précieux, et seroit sinistrement interprété ; que les ennemis des deux couronnes le prendroient pour une abdication, et ce qui en Espagne restoit affectionné, pour un manque de courage et pour un abandon d’eux et de soi-même : que, quelque peu de suite, de moyens, de ressources qu’il restât au roi d’Espagne, il devoit percer par les montagnes du pays de Foix droit à Fontarabie, de là joindre à tous risques la reine et son parti, se présenter à ses peuples, tenter cette voie unique pour réchauffer leur courage, leur fidélité, leur zèle, faire des troupes de tout, pénétrer en Espagne, et jusque dans Madrid, sans quoi il n’y avoit plus d’espérance par les efforts que les ennemis alloient faire pour s’établir par toute l’Espagne et dans la capitale même.

    La résolution en fut heureusement prise. L’armée s’arrêta en Roussillon ; et tandis que le roi d’Espagne s’en alla à Toulouse et par le pays de Foix gagner Pau, puis Fontarabie, avec deux régiments de dragons pour son escorte, quelques grands d’Espagne qu’il avoit avec lui, et le duc de Noailles qui voulut l’accompagner jusqu’à Fontarabie, le marquis de Brancas fut dépêché au roi pour lui rendre compte de tout, recevoir ses ordres, et les porter à Pau au roi d’Espagne. Brancas arriva le 28 mai à Versailles, sur le soir, et vit en arrivant le roi chez Mme de Maintenon, où Chamillart le mena.

  • Luis XV de Francia y los franceses están en Cataluña

    This days Dutch post sayes, duke de Noailles invested Gironne the 16th, and had sent a detachment towards Barcelona and the Segra.

    From the Hague, that they were in great fear for Catalonia, there being little or no garison in Barcelona, and but a small one in fort Montjuich; that the duke of Anjou intends to offer that city an amnesty, and all privileges they can reasonably desire, in order to march with all his forces against Portugal.

  • Ejecuciones masivas de rebeldes

    To prevent any bad effect which that insolent writing above mentioned might have produced, Marshal Berwick caused a Manifesto to be printed at Gironne, and to be fixed up in the towns and principal places of Catalonia, forbidding all persons to distribute or have any regard to that writing; and ordering all the Catalans who should be found in arms, to be hanged upon the spot, without any other form of process; and all the places which favoured the rebels, to be pillaged and burnt. In consequence of this order, which was dated the sixth of August, one and thirty rebels were hanged: they had been taken by Mr. Bracamonte from a company of two thousand men, commanded by the Chevalier del Poël, whom he had defeated at a defile, in his return from Berga, whither he had been carrying a convoy of provisions: four hundred of these rebels were killed upon the spot.

  • Una «bruja» de la Barceloneta, delatada a la Inquisición por su marido

    In the suburb of Barceloneta, on the thirtieth day of October, one thousand eight hundred and six, before the Rev. Juan Pedrals, Presbyter and Commissary, and me Ignacio Ribes, Presbyter Notary, sworn to preserve secrecy, and perform faithfully our duties, appeared, according to summons, and made oath to declare the truth and preserve secrecy, Manuel Baxo, a native of the town of Blancas, in the bishopric of Gerona, aged sixtyfour years, and dwelling in Barceloneta, in the Calle del Sementerio.

    Questioned, why he had demanded audience.

    Answered, to give the following information to the Holy Office. Within about three years he had observed that his wife, named Cecilia Pruna, and vulgarly la Cileta, had, on many occasions, in his house, performed such practices as these. About ten or twelve o’clock at night, she took a sheep’s liver and put it in an earthen pot with a small quantity of water. This she boiled over the fire and kept piercing it with a nail set in the end of a stick, which he observing, she hid the stick and made use of a knife for this purpose. She practised divinations with cards to ascertain whether any person would be rich or poor, married or single, or whether any one arriving from America brought money or not. There was a ship which ran out to sea in the night, with the Collector of the Customs and some of his officers on board, and while the whole city was in suspense as to their fate, not knowing whither the ship had gone, she informed the second officer of the marine that he might be under no apprehensions, for they had arrived at Naples, without any injury, which in fact turned out to be the case. Furthermore, she used to gather dead men’s bones out of the graveyard, and burn them to powder, but what she did with this powder he did not know. She also made use of certain grains which she obtained at the Convent of Jesus, and observed that in order to be efficacious they should be gathered at the time when our Lord was in his tomb, and not suffered to touch the ground. These practices his wife had learned from a sailor of St Felio Guixots, named Pedro Torrent, according to what she had stated to a woman residing in the house. The deponent had made many exertions to persuade his wife to comply with the precept of the church, and attend mass, but she refused.

    Questioned, what persons were present when these superstitious and necromantic deeds were done, what persons took part in them, what instruments were used, what words spoken, what ceremonies performed, and whether the whole was done seriously or in a jesting manner; whether she was rebuked by any one, and by whom; whether, after being rebuked, she continued the practices, and whether she was in her right mind.

    Answered, that various persons were present on the above occasion, but their names and residences were unknown to him. Many persons likewise unknown had participated in the operations. As to the instruments used, they had been already described, as well as the manner and ceremonies; that it was not done in jest, and she was in her right mind; and finally, that he had often reproved her without effect.

    Questioned, what was the age, personal appearance, and residence of the person in question.

    Answered, that she was about sixty years of age, tall, of a swarthy complexion, and lived in his house.

    Questioned, if he knew that any other person had said or done aught contrary to our Holy Catholic Faith, or against the proceedings of the Holy Office.

    Answered, No.

    The above being read to the deponent, he declared it to be correctly recorded, and that he had nothing to add or alter in relation to it; that it was the truth, and not uttered by him out of malice or ill will against his wife, but solely in obedience to his conscience. Secrecy was enjoined, which he promised, and added his signature.

    MANUEL BAXO.
    JUAN PEDROLS, Commissary.
    Before me — IGNACIO RIBES, Notary.

  • Los franceses toman la ciudadela por sorpresa

    Dia 29 Lunes de carnaval.

    Esta mañana á eso de las 11½ se ha executado en la esplanada como en los demas dias el exercicio, o revista por las tropas francesas en cuyo acto habia bastante gente que admiraba la gallardia de la tropa y lo pronto de sus evoluciones.

    Durante las mismas ha pasado hácia la Ciudadela la guardia francesa que debe relevar á la otra que hay en la puerta principal de la misma.

    A poco rato se ha visto pasar al General Lechi montado en un brioso y blanco caballo, y se dirigía con dos de sus Edecanes á dicha Ciudadela.

    Apenas Lechi ha entrado en ella se han visto desfilar hacia sus puertas toda la coluna que estaba en la esplanada lo que ha dexado parados á los espectadores.

    A la una dada se ha visto salir de la Ciudadela corriendo hácia palacio sin sombrero ni color en los labios, á su Gobernador D. Juan Viard de Jantilly, y como en seguida ha salido de la misma algun paysano por esto se ha sabido la fatalísima novedad de haberse los franceses apoderado de aquella importante Plaza con la mayor felonia, pues al estar la guardia francesa en aptitud de relevar á la otra de su misma nacion siendo ambas muy y muy superiores á la Española que habia no ha podido ésta impedir la entrada ni levantar su puente levadizo.

    Creyose á los principios el Gobernador que el General Lechi venia á hacerle la visita prometida pero quando ha visto tan numerosa coluna de Infantería ha quedado tan parado y fuera de sí que bazando corriendo de su casa, y presentado al mismo que estaba en la plaza, le ha dicho muy enojado: Esta es la visita que me habíais prometido? Y volviendo la espalda ha volado á comunicarlo al Capitan General Conde de Ezpeleta á quien ha hallado no peños confuso por tamaña novedad, que apenas creia y que preveía era imposible remediar teniendo los franceses tan formidable fortaleza con tan numerosa coluna veterana.

    En el interin que el Gobernador se hallaba en palacio se ha visto en la Ciudadela que á un golpe de caxa se han desprendido de la coluna formada en su plaza varias guardias que han ido á relevar las de los Españoles. A otro golpe de caxa se ha visto ponerse dos soldados con fusil frente cada una de las ventanas baxas de los pavellones, y de las puertas de los mismos, á fin de impedir que salieran o saltáran los moldados Españoles que estaban dentro. Es imposible pintar el furor y despecho de la Oficialidad y tropa, viendo tan pesada burla.

    No lo es menos describir la consternacion que al momento se ha difundido por Barcelona, de modo que en un cerrar y abrir de ojos se ha visto la esplanada y plaza de palacio llena de paisanage, y todos con sus semblantes muy coléricos y enojados. Han salido varios Regidores, y hasta el mismo Gobernador D. Cárlos de Witte para tranquilizar la gente y mandarla retirar á sus casas. Todas las calles desde la Platería á palacio, la plaza del Borne y sus inmediaciones, han cerrado las puertas, lo que acaba de infundir mas terror.

    La rabia ha subido de punto quando desde la misma plaza de palacio y muralla del mar, se ha observado á la una y media que otra columna francesa cubria el camino de Monjuich, llegando su vanguardia á su rastillo. Procuraban las patrullas y Autoridades dispersar y persuadir á la gente que retirasen, pero no habia forma de conseguirlo [Este chocante paso será el objeto de la primera lámina del primer quaderno de la coleccion colcográfica de los principales sucesos de Cataluña, que se está ya concluyendo.].

    Toda la tarde ha continuado la consternacion y rabia viendo perdida la Ciudadela y en víspera de perderse Monjuich, aunque á las cinco no habia entrado en él la tropa francesa. Con esto es facil conocer qual estaría Barcelona en esta tarde última de carnaval. Solo se conocia serlo no por las máscaras y bulla, sino por las 40 horas que segun estilo estan en aquellos tres dias en la Parroquial Iglesia de Santa María del Mar.

    Vense baxar y subir partes y contextaciones de Monjuich, pero su Gobernador interino el Brigadier D. Mariano Álvarez [El mismo que ocupará tan distinguida lugar en este Diario por la inmortal defensa de Gerona, que estuvo á su cargo.] no quiere ceder en abrirles las puertas. Témese una sangrienta jarana.

    El General frances que está apostado con un cuerpo de observacion en las casitas de San Beltran situadas en la falda de Monjuich, ha tenido la avilantez de abrir dos de los pliegos cerrados que el Señor Álvarez enviaba á nuestro Capitan General Conde de Ezpeleta.

    Vense salir al anochecer de las casas de sus alojamientos los Oficiales franceses, y trasladarse á los quarteles y Cindadela, sin duda para estar prontos desde dichos puntos á obrar en caso necesario, y que temen cercano atendida la fermentacion del Pueblo.

    Los Welites que desde el dia de su llegada estuvieron alojados en casas particulares, por considerarse á los individuos de aquel cuerpo como á otros tantos Oficiales, han salido á la misma hora de sus respectivos alojamientos, y quedan aquartelados en las Atarazanas.

    Esto, y el notar que todos los Generales ponen dobladas centinelas, no solo en las puertas de sus casas, sino tambien en las boca-calles inmediatas, hace ver el temor de nuestros huéspedes.

    Baxan los partes de resistencia á la entrega, la que creen los franceses no se verificará sino á la fuerza, y así es que han recogido quantas escalas habia en el convento de San Francisco de Asis, y otros parages para intentar el asalto. Aunque los políticos y militares se rien de tan débiles medios, pero lloran las desgracias que les serán consiguientes.

    Son las 10 de la noche, y todavía no han entrado los franceses en Monjuich, reparándose desde esta Ciudad las fogatas que hacen en sus inmediaciones para hacer los ranchos o calentarse.

    Hasta la misma hora queda todavía de planton el centinela avanzada del Castillo, despues de levantados los puentes á la una de la tarde. Dicho sereno centinela es de los voluntarios de Cataluña.

    A las 11 de la misma noche estando los terrados de las casas de Barcelona coronados de frenéticos espectadores, se ha visto al favor de las fogatas entrar en Monjuich las tropas francesas.

    Qual haya sido la sensacion que ha causado en Barcelona, qual el abatimiento y variedad de pareceres sobre la conducta de nuestro Capitan General Conde de Ezpeleta, se dexa todo para la Idea de mañana como á 1.° de mes.

  • Numerosas detenciones por negarse a jurar lealtad a los franceses

    Arrest of the persons in office at Barcelona for refusing the oath.

    St. Cyr himself remained some three weeks in Barcelona. From the depôts of the Spaniards, which in the course of this successful campaign had fallen into his hands, he had supplied the garrison of that city with grain, pulse, and salt for three months’ consumption: but there was not enough ammunition for a fortnight’s siege. Of being formally besieged indeed there was not now even the remotest danger; but from within there was sufficient cause for inquietude. The honourable feeling of nationality, for which the Catalans are eminently distinguished, was in no part of the principality stronger than in its capital. At this very time Barcelona had two tercios of Miquelets in the field, raised among its inhabitants, and paid and clothed by them. The individuals of those regiments, having no uniform by which they could be recognised, used to enter the city fearlessly whenever it suited them, for the purpose of visiting their friends, raising recruits, and receiving money or clothing: nor was it in Duhesme’s power, with all the vigilance, and it may be added, all the villany of his police, to detect a single person in this practice; so unanimous were the Barcelonans in their detestation of the intrusive government, and so well was the secret kept. That police was continually reporting to Duhesme and Lechi, and these again to the Commander-in-chief, the existence of conspiracies which they had discovered, but the members of the police were men of such character, that St. Cyr suspected these schemes to be suggested by their agents, if they were not mere fabrications, brought forward for the most nefarious motives. Now, however, that he was on the spot, he allowed Duhesme to exact an oath of allegiance to the Intruder from all the public functionaries, and from the Spanish soldiers who had been disarmed after the treacherous seizure of the place. Sunday was the day chosen for this act of oppression. They were summoned to the house of the Royal Audience, which was surrounded with horse and foot, and 3000 troops were drawn up on the esplanade and the sea-wall; the display and the actual force being necessary to keep down the indignation of a generous and most injured people. Every member of the Audience refused thus to disgrace himself and betray his country; only one of the Relatores took the oath, and only three of the numerous persons employed in the inferior departments. The French were not more successful in tempting the military. Persuasions and promises availed as little as the threat of immediate imprisonment. The Contador Asaguerre told Duhesme, that if all Spain were to acknowledge Joseph, he would expatriate himself. The French executed their threat. Nine-and-twenty of these honourable Spaniards were sent prisoners, some to Monjuic, others to the citadel. The people, undeterred by their strong escort, followed them as in procession, cheering them as they went, and promising that their families should be well provided for during their imprisonment. Many others were put under arrest in their own houses, and the whole of the military were, by St. Cyr’s orders, marched with the prisoners of war, under convoy of Lechi’s division, as far as the Fluvia, where Reille received and sent them into France: and by Lechi’s return the commander-in-chief received the first intelligence from that country which had reached him since he crossed the Fluvia himself, . . five months before. His last remaining anxiety was for the provisionment of Barcelona; and that was removed soon afterward by the arrival of a squadron from Toulon, which had the rare good fortune to reach its destined port and return in safety. The place was thus amply supplied with military stores as well as provisions, and the siege of Gerona then became the only object of the French.

    [I don’t know which Sunday in April is referred to here]

  • Los franceses tratan de seducir a los barceloneses con lengua trífida

    Se ha fixado por las plazas y esquinas de esta Capital, una Proclama del Mariscal Macdonald, fecha en Gerona á 23 de Mayo último. Es trilingüe, á saber, en Frances, Catalan y Castellano. Las gentes se agolpan en las esquinas al ver tan grandes papelones; pero quedan saciados al leer la primera cláusula, que dice: Buenos habitantes de Cataluña: pueblo activo, industrioso y valiente; á vosotros me dirijo; con vosotros hablo &c. Conoce ya demasiado el pueblo barcelonés el lenguage seductor de que usa el enemigo, y así, mirándose unos á otros los paisanos, señalando con el dedo la dicha Proclama, decian: lée el Sermon.

  • En el Diario de Barcelona el mariscal Macdonald habla español y los demás catalán y francés

    Léese en el Diario baxo el título de Noticias particulares de Barcelona, la arenga que hizo el Mariscal Macdonald en Gerona, ante la Junta que allí creó. Como dicho discurso es un continuado y auténtico testimonio del espíritu patriótico que anima á nuestra Provincia de Cataluña, por lo mismo lo continúo literal, pues que en Castellano se nos dá en el Diario, á pesar de ser todo lo demás (tiempo hace) en Frances y Catalan.

  • Funerales para Mariano Álvarez de Castro, defensor de Gerona

    Solemnes funerales mandados celebrar por el rey D. Fernando VII á la memoria del teniente general D. Mariano Alvarez de Castro defensor de Gerona durante la guerra llamada de la Independencia. El cadáver fue conducido al efecto desde Gerona á Barcelona.