La Diputacion recibe una carta del rey Felipe II en que le participa la mejoría del príncipe Cárlos.
Etiqueta: Casa de Habsburgo
-
Celebración oficial de la convalecencia del príncipe Carlos
Te Deum y procesión por haber convalecido el príncipe Cárlos, hijo de Felipe II.
-
Entra el archiduque Carlos de Habsburgo
Entra el archiduque de Austria.
-
Fiestas para Carlos I
Grandes iluminaciones y festejos para obsequiar al archiduque de Austria.
-
Destrozado el ejército habsburgo en la Batalla de Montjuic
Avisos de 12 de Febrero de 1641.
Estando el Jueves pasado ya despedido el Señor Conde de Monterrey, y habiendo ya besado la mano á S. M., llegó una carta del Señor Condestable de Napoles, Virrey de Valencia, en que avisaba, como Don Pedro Santa Cecilia, General de los vergantines de Mallorca, le escribió con un barquero como el Señor Marques de los Velez habia tenido un mal suceso á vista de Barcelona. Con esto se suspendió la jornada y se turbaron los Ministros y la Corte: aguardaron á que llegase correo, que entró el Sabado, que confirmó la nueva en esta forma, refiriendo el suceso con puntualidad.
Que habiendo roto nuestro exercito á los enemigos en Martorrell, Villa del Señor Marques de los Velez, y de que se intitula Marques, y entrado el lugar con alguna pérdida de gente, y mucha resistencia, pasó adelante fiado en los viveres que esperaba por mar; y en la confusion que hallaría en Barcelona, viendo tan poderosa gente y victoriosa sobre ella. Llegó Sabado á 26 de Enero, dia de San Policarpo Papa y Martir. Convinieron á que se ganase á Monjuy, que es una eminencia elevada, desde donde se podria jugar la artillería y arrasar la Ciudad. Teníanla muy fortificada los enemigos: quedó resuelto se embarcase con todo el grueso: no se executó esta orden el día siguiente, sino que acometiesen siete tercios; y lo restante quedase abaxo de reten. Domingo, pues, marchó la caballería del cargo del Señor Don Alvaro de Quiñones, por el cuerno izquierdo; y la del Señor Duque de San Jorge por el derecho, yendo este Caballero con ánimo de mezclarse con la caballería del enemigo, y ocupar la puerta: cosa imposible y temeraria. Para esto hizo instancias con Don Alvaro, para que cerrase por aquella parte, y cogiesen en medio al enemigo, que estaba con su caballería al abrigo de la mosquetería de la muralla, y al reparo de una media luna que tenia delante de la puerta, y la artillería de la Ciudad. El Duque en fin embistió con su caballería, con todo denuedo y valentía; y al mismo tiempo la de Don Alvaro, pero con mas dicha y mas orden; porque el Duque como tan bizarro y. valiente se empeñó tanto, que le dieron dos mosquetazos, de que murió con lastima y pérdida general; y juntamente dos Capitanes de Corazas que le seguían Don Garcia de Cavanilas, y Don Fadrique Espatafora, sobrino del Señor Duque de Nochera. Hirieron al Comisario General Don Felipe Felinghon [Vellingen, Fellingham???], mataron su Teniente, algunos Caballeros y gente particular. Don Alvaro dispuso con mas cordura la gente de su cargo y caballería de las órdenes cerrando con el enemigo hasta el foso con mucho daño suyo; y luego se retiró, segun escriben, con la mas rara orden que se ha visto hasta hoy caballería, á tiempo. que los acrivillaban con artillería y mosquetería. La infantería que subió á ganar á Monjuy, ocupó con valor un trincheron, quiso abanzarse á parte que no pudieron sustentarla, y cejaron al trincheron mismo. El enemigo cobró ánimo con esto y con llegar su socorro; con que los nuestros desalentaron y perdieron lo ganado, y gente considerable: cerró la noche y se retiraron abaxo. Los Cabos que gobernaban estos Puertos eran Franceses, y muy soldados. Aquella noche hicieron nuevos reparos; cargó mucha gente, con que imposibilitaron el volver á embestirle, por estar nuestro exercito cansado, y sin haber comido en dos dias,con que se determinó por no arriesgarle todo retirarse á Tarragona. Murieron dos sobrinos del Señor Marques de los Velez, y el Señor Conde de Tiron [Tyrone], Maestre de Campo de Irlandeses, del Orden de Calatrava, Gentil-Hombre dé la Cámara del Rey [Shane O’Neill]; descendientes de los Reyes de Irlanda, y despues del Señor Conde de Tirconel [Tyrconnell], el succesor de aquella Corona. Murió tambien el Sargento mayor Don Diego de Cárdenas y Luzón.
En quanto á las disposiciones del enemigo, se dice que tienen á Barcelona muy pertrechada de todo lo necesario, para esperar un largo sitio, y gente para hacerse con otro mayor exercito. Y que si Mos de Espinan no les hubiera faltado (que dicen cumplió su palabra), con mucha infantería y caballería en Martorrell deshicieran el exercito del Rey. Añaden que todo el campo de Tarragona, menos la Ciudad, ha vuelto á tomar las armas, con pretexto de malos tratamientos que han hecho los soldados, aun en los lugares entregados sin resistencia. Dicen que el número es de ocho mil hombres, acaudillados de Don Josef Margarit, primo de Don Anton Armengol, Baron de Rocaforte, á quien ahorcaron en Cambriles, y de un hermano suyo, Monge Bernardo, y otros deudos y Cabos, que han ido por los mismos pasos del Señor Marques de los Velez, con ánimo de cortarle. Otrosí dicen que los Catalanes, deshauciados de clemencia y piedad, han dado la proteccion al Rey de Francia, y jurado por Conde al Delfin su hijo, y para esto, que ha entrado en Barcelona el Duque de Halwin [Halluin], con infantería y caballería: y que el Arzobispo de Burdeos corre el mar con buena armada, habiendo dexado otro golpe hacia Cantabria. Tambien se dice que el de Halwin ha preso á Mos de Espinan, por achacarle ha usado infidelidad con los Catalanes; y que él se disculpa, con que se vió oprimido en Tarragona con poca gente, para oponerse á un exercito tan pujante; y que asi pactó de volverse á Francia. Culpante estos otros de que se ha dexado sobornar y ha sido infiel al empeño en que se habia puesto por parte de su Rey, cosa que puede creerse siendo Francés. Hablase demás de esto en que la Villa de Perpiñan, la fuerza y guarnicion, se ha entregado á los naturales, opresos de la hambre, no se sabe con que certeza; pero si es asi viene á ser un mal golpe para las armas de S. M. Algo debe de haber, pues han llevado á la cárcel pública de esta Corte, á los Síndicos del Principado, y á Don Juan Grao de Monfal con su Agente.
[…]
Corre aquí voz de que los Catalanes han dado saco al gran Santuario de nuestra Señora de Monserrat, y muerto á puñaladas á su Abad. Y si esto es asi, no hay duda que tendremos en nuestro favor á Dios: pues enemigo que tanto le enoja, por nosotros hace: estimase el robo en casi un millon.
[…]
-
Marlborough vence a Boufflers después de Nimega, y nace el insulto «botifler»
Esparcióse por toda España la aclamación ejecutada en Viena de Austria de rey de España en la persona del serenísimo archiduque Carlos. [..] Estas voces hicieron impresión generalmente en España y en particular empezaba a distinguirse dos partidos, en Cataluña, con sobrenombres distintos. A los que consideraban inclinados a las Dos Coronas los llamban butifleros y éstos, a los que discurrían ser del partido austríaco, imperiales. Estos nombres tuvieron principio y se originó esta distinción en el combate que en 11 de junio de 1702 hubo en las cercanías de Nimega entre las Dos Coronas y aliados, mandados los primeros del duque de Borgoña, guiado de la grande experiencia militar del mariscal de Boufflers, y los aliados mandados por el conde de Athlone. Esta noticia llegó a Barcelona en los avisos públicos muy favorable a las Dos Coronas. De este hecho empezó como en sombra este renombre. Tomó cuerpo de otro combate en las cercanías de Amberes entre Eckeren y Cahapelle [..] Los avisos publicados en España le escribieron muy favorables [a las Dos Coronas]. Los extranjeros daban favorable a los aliados el suceso. De este segundo hecho quedaron distinguidos los partidos. Los que creían o esparcían sucesos favorables a las Dos Coronas eran llamados butifleros y los que divulgaban o creían sucesos favorables al rey Carlos y sus aliados eran considerados con el nombre de imperiales. Esta distinción y renombre ocasionó muchos infortunios y desgracias, y duró todo el curso de la guerra. Y aunque en 10 de marzo de 1711 murió el mariscal Boufflers, no terminó el renombre y creció siempre el encono entre los dos partidos, conservándose aún después de terminada la guerra en España.
-
Es proclamado rey de España el archiduque Carlos de Austria en Barcelona
Llegó el dia 7. de Noviembre, dia de la solemnissima, y deseada entrada del Rey en Barcelona: el universal jubilo de sus fieles vasallos, no cabe en mi corta ponderacion: Juró su Magestad como es costumbre, en el Llano de San Francisco por las Islas, esto es la union, é inseparabilidad de las Islas, y condados de Ruisellon, y Cerdaña, del Condado de Barcelona, y Reynos, y algunos Privilegios de Barcelona, y en la Cathedral por la Iglesia.
-
Villancicos para el archiduque Carlos en la catedral
El 8 de Octubre de 1705 los aliados toman Barcelona y el 9 de Octubre, Carlos III establece en ella su Corte. Un mes después, el 9 de Noviembre, Barcelona organiza celebraciones religiosas en acción de gracias por la estancia en ella del rey Carlos III. Así, en la Catedral se cantan unos villancicos en los que se dice:
Es de Carlos Soberano
Monarca tan glorioso, de Espiritu tan fuerte y animoso,
tan benigno y humano
…
Es de ingenio tan claro
prudente y entendido
que sobre lo nacido
a su juicio raro
no se halla abilidad, arte ni ciencia
que facil no aya sido a su Experiencia…[y]
Ya que esta Esfera mejoro de Sol
cuyos rayos benévolos están
influyendo piadosos otro ser
al Cuerpo siempre Fiel de esta Ciudad…[y]
Que es esto Barcelona
que nueva tan feliz tu voz pregona?
…
Ayer entre pesares y solloços;
y Oy entre alegrias y alboroços?
Ayer metida en penas y tormentos
y Oy triunfando en gozos y contentos?
…[y]
Solo en Carlos
hallo Oraculo, Solaz
Libertad, Rey, Conde, Amparo
….
y otras Señales, tan claro
dizen, como el Padre Nuestro
el que viene a libertarnos.
Las cosas que han sucedido son un continuo milagro
….
Son a Maria estos Cultos
por nuestro Rey consagrados:
porque esta Reyna es patrona
del Austriaco cuydado:
Y porque aquesta Conquista
se deve al favor Mariano
…. (Villancicos, 1705)Como vemos, en estos villancicos -y en actos posteriores- se dará la réplica a la imagen elaborada de Felipe: si éste es fuerte, valiente “animoso” –como se le llamó-, también lo es Carlos quien, al igual que Felipe, lucha valientemente en las batallas; si es inteligente, también lo es el segundo; si es joven, sano, bello y, por tanto, con un futuro de prometedora descendencia, también lo es Carlos; si es religioso y favorecedor de la religión, también lo es Carlos, insistiendo en este aspecto para tratar de eliminar el perjudicial efecto propagandístico del carácter protestante de parte de sus aliados, efecto muy explotado en el lado felipista. Al contrario, entre los seguidores de Carlos, se presenta a Felipe como miembro de una monarquía que ha abandonado las exigencias religiosas y que es esencialmente impía. Además, Carlos, en Aragón, Cataluña y Baleares, por la promesa de respetar sus fueros, es presentado como libertador de quien los oprimía, Felipe, cuyo abuelo, Luis XIV era causante de la guerra y de las pretendidas particiones entre los reyes europeos de los reinos que conformaban la corona española hasta estos momentos.
-
La laboriosidad de los catalanes, consecuencia de una falta de juicio político: a vuestra empresa, pobres
Barcelona, Oct. 28, 1760.
Those who charge the Spaniards with idleness, ought at least to make arr exception in favour of the Catalonian rusticks, whom I found this morning at work by moon-light in the fields, as I walked out of Piera by four o’clock.
How, said I, does it happen, that these people are so diligent in quitting their beds, and rise so early for such a purpose? Surely the fellows get up thus betimes to their labours, that they may avoid fatiguing themselves during the burning hours of the noon.
See how travellers are quick in finding out the reason of things! I had scarce formed the thought, when I laughed at my ill-natured sagacity, as I recollected that the weather was then so cold, that the mid-day hours could not prove troublesome to the husbandmen. Let therefore the honest fellows have the praise they so well deserve of an activity and industry, which is perhaps not to be matched any where.
Nor is that activity the only quality in them that merits my commendation. Their piety has likewise a just claim to it, as I heard them loudly recite their prayers while they busied themselves with their lopping-knives about their vines and mulberry-trees.
I have been at times an early riser myself in several countries, most especially when on a journey. But although the peasantry of every country be in general very ready to get up betimes to their works, yet I never observed them any where to rise so early, as I find them to do in the neighbourhood of Piera.
My good Canon assures me, that the Aragonians do not yield much to the Catalans in this particular; yet he owns that the Catalans are the most active people throughout Spain, and assigns a good reason for it. The reason is, says he, that, from the age of fifteen to sixty, the poor Catalans are obliged to pay a capitation of forty four reals annually, besides their quota of the taxes that are laid in common on all subjects. That heavy capitation, continues the Canon, was laid on the Catalans by Philip V, to punim them for their obstinate adherence to his competitor Charles in the long succession-war as they call it.
See what the little get by meddling in the contests of the great! The common people of Catalonia, and the peasantry especially, had surely no need of concerning themselves about the succession, as, whoever conquered, they were still to continue under an uncontroled government. But the multitude was always foolish throughout the world, and is always made a tool to carry points that concern them but very little, or very remotely: nor will they ever be persuaded, that with respect to them, it matters but very little how and by whom they are governed. Instead of holding their peace, and playing merely the spectators, as some other Spaniards did upon that occasion; instead of leaving the two princes to fight it out as well as they could, the silly Catalans listened to the seducive voice of numerous emissaries from Austria and from England, who made them believe they would all be rich, all happy, all glorious, if Charles could prevail. The effect of such promises was, that the poor fellows quitted their ploughs and their looms, took up swords and firelocks, and marched bravely against Philip, declaring that they would have a German king, and not a French one.
But what availed their declarations and their fighting! Philip prevailed, because the Germans could do but little for Charles; and the English, who had long supported him powerfully, grew at last tired of it, and dropped him. Deserted and given up by the allies of Charles, the wretched Catalans were considered by the victor as rebels and traytors. Many of them had fallen in war; but they were now hanged, beheaded, sent to the gallies, and harasled and tormente’d in other various ways. Then a capitation was laid upon them, and entailed upon their posterity, are now forced to get up long before the sun to earn it, and atone for the great folly of their forefathers. Tuas res age is the best general advice that prudence can give; and if every Catalan, instead of Biva el Rey Don Carlos, had said to himself and to his countrymen tuas res age, they might have prevented the great calamities that overtook them for the want of such an advice.