Etiqueta: Baldomero Espartero

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//// Baldomero Espartero, 1844
//// Wikipedia
//// http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Espartero-Exmilianos.jpg

  • Nace el primer sindicato en España, la Sociedad de Tejedores, con una canción

    Festivitat que selebra la Societat de Teixidós de Barcelona, ab conmemoració del dia de la seba instalació, la cual fou instalada ab aplauso general lo dia 10 de maix de 1840.

    Per fi ya enarbolat
    veyem lo san pendó,
    quens diu Societat,
    Fraternitat y Unió.
    Deu anys sempre oprimits,
    deu anys sempre lligats,
    y deu anys perseguits,
    deu anys esclavisats.
    Tot perque units formabam
    tan santa asosiasió,
    pues sols als tirans volan
    la nostra destrucció.
    Lo any mil vuit sens curanta
    la asosiasió has formá,
    perque pugues al pobre
    trevallan teni pá.
    Mes, a cuatra egoistas
    nols cumbenia aixó,
    y destruhi volian
    la nostra asosiasió.
    Mes homes sempre rectes
    y de bons sentimens
    impabits han fet frenta
    a tots los elemens.
    Ni presons ni desterros
    res de aixó als a fet pó,
    sempre han estat al frenta
    de nostra asosiasió.
    Los teixidos desitjan
    solament treballá,
    guanyan lo que just sia
    sense may composá.
    Lo dels demés estats
    també volan aixó,
    pues totom fraternisa
    ab nostra asosiasió.
    Desde el instan ditjos
    quel poble se aixacá,
    que gosa de repós,
    ningú al persegueix ya.
    Lo gobern a permés,
    com era de rahó
    que tutom disfrutes
    del dret de asosiasió.
    Posat ab armonía
    pobres y fabricans,
    la poca unió que y abía
    ya nols causen espans.
    Ara plegats disfrutan
    de pau y de unió,
    y aixis la competensia
    faran a altra nació.
    Pero una ma oculta
    de servils maleits
    voldrian altra volta
    de veurans desunits.
    Mes no creguin los necios
    que ú pugan lográ, no,
    que el pobla no es cap tonto,
    ya coneix la rahó.
    Ab las nostras discordias
    per fi ya habem entés
    quels que y feyan ganancias
    heran als estrangés.
    Pero aixó ha uns y altres
    vuscaban disenció
    pues solament bolian
    la nostra destrucció.
    Aquesta junta mista
    que hara se ha format
    als habem de dar gracias
    pues tot u han arreglat.
    La forma el bras dels amos
    y al del treballadó
    perque sia mes forta
    la nostra asosiasió.
    An posat las tarifas
    ab un preu arreglat
    aixís no y aurá queixas
    de Pera ni Bernat.
    Suegectes a la lley
    com es de obligació,
    sia rich, sia pobre,
    fasi ella la rahó.
    Si sempre protegit
    como ara agues estat,
    lo jornalé estaria
    sempre subordinat.
    Pues ell lo que desitja
    es la pau y la unió,
    y a la seba familia
    pudé dá educació.
    Despotas y tirans
    nols pot aixó agradá,
    jermans contra jermans
    voldria fe barallá.
    Obehiu, sí, al gobern,
    que es lliberal y bo,
    sensa may separarvos
    de bostra direcció.
    Units tots com esteu
    sou fors y sou potens
    may mes bos separeu
    no cregueu als dolens.
    La unió es la forsa
    comprengueu ma intenció,
    desunits sou un fil,
    units feu un cordó.
    Un fil totom lo trenca
    mes que sia petit.
    ¿Mes un cordó, digueuma,
    qui será lo atrevit?
    Pues vosaltres units
    formeu aquest cordó,
    ya os y dit que la forsa
    sempra está ab la unió.
    Si mal intensionat
    un vos desacredités
    entregueulo abiat
    que li formin prosés.
    No es honrat lo pillo
    que vol la destrucció,
    que el poble sempre honrat
    guanya el pá ab sa suó.
    Vingan los que denigran
    han aquest pobre honrat
    mireulos que compacta
    marcha la Societat.
    Mireulos que galans
    van tots a la funsió,
    pera tributá gracias
    al seu inclit patró.
    Tan sols de cuntemplarvos
    lo cort se me engrandeix,
    mireu lo demes poble
    que conten los segueix.
    Qui no estará conten
    veixen vostra unió;
    ab ciutadans tan probos
    es feliz la nació.
    Despues que ja en el temple
    a Deu gracias heu dat
    pera que protejesca
    la bostra Societat,
    aneu a la campinya
    tots juns y ab unió
    a selebrá lo dia
    de vostra asosiasió.
    Seguiu, seguiu units
    vos torno a repetí
    que ab la unió podreu
    alcansá vostra fi.
    Per treballs ni per penas
    may vos desoniu, no,
    que allavors causariau
    la vostra destrucció
    la llivertat sagrada
    aquet dó os ha tornat
    deu vivas a Espartero,
    també a la llibertat.
    Per tans sagrats objectes
    jureu tots ab unió
    de defensá la Patria
    tanbé la Asosiasió.
    [Propiedad de Josep Fernández.]

  • Entrada triunfal del general Espartero, dispuesto a salvar el país de la Ley de Ayuntamientos y de María Cristina de Borbón

    Romance XV.

    No bien Valdés del estrado
    Ha salido, que tras él
    Por la gran puerta golpeado
    Se ha estremecido el dintel
    Y hasta el arteson dorado.

    Libre respira Cristina,
    Quedando solo los tres
    Cuyo proyecto adivina,
    Y cual sierpe la fascina
    El embajador frances.

    Que este, en nombre de su rey,
    Para abatir la arrogancia
    De Espartero, con jactancia,
    Aunque lo impida la ley,
    Promete ausilios de Francia.

    Y mientras los cuatro están
    Arrancando á la nacion
    La santa Constitucion
    Que se compró con su afan,
    Con sangre del corazon;

    En un corcel caballero,
    Corcel hermoso y de brio,
    En Barcelona Espartero
    Entra en medio de un jentío
    Que le acoje placentero.

    Hace su entrada triunfal
    Y la concurrencia es mucha,
    Y un aplauso universal
    Saluda al gran jeneral
    Que puso fin á la lucha.

    Pacificador de España
    Le llama el pueblo afanoso,
    Y á caballo le acompaña
    Linaje, su laborioso
    Secretario de campaña.

    Rebullendo en el camino,
    Movido de sus deseos,
    Forma el pueblo un torbellino,
    Sin temer los escarceos
    Del ferrado granadino,

    Que va marchando de lado
    Entre aquella multitud
    Y concurso alborozado,
    Que muestra al héroe esforzado
    Su entusiasmo y gratitud.

    Y aunque es este en el mirar
    Muy aterrador y fiero,
    Pues si no tuviese acero,
    Los ojos para triunfar
    Le bastarán á Espartero.

    Cuando en su torno sumisa
    A la multitud contempla,
    Cual calma el sol una brisa,
    Sus fieras miradas templa
    Una apacible sonrisa.

    Los vítores oye ufano
    De la jente entusiasmada;
    Do quier halla un ciudadano
    Que quiere besar su mano
    O que bendice su espada.

    Tiene el sol mil reverberos
    En las corazas bruñidas
    De los bravos coraceros
    Y en las cien lanzas temidas
    De cien valientes lanceros.

    Vestidos de azul y grana
    Húsares de la princesa
    Van junto á los de Luchana,
    Cuya barba luenga, espesa,
    Llena de polvo, amilana.

    En pos del héroe triunfante
    Marchan todos muy despacio,
    Y el caballero arrogante
    Detiene el bridon delante
    De las puertas de palacio.

    Allí se para y se apea,
    Y no percibe embebida
    Cristina y su negra idea
    A la turba enardecida
    Que al guerrero vitorea.

    – ¿Quien dicta al pueblo la ley?
    Dice Muñoz altanero,
    ¿Quien en España es el rey?
    ¿Es Cristina ó Espartero?
    – Callad; rejente soy yo.
    – Pues bien, si sois la rejente
    Sancionad….. – No quiero, no
    Que no lo juzgo prudente.
    – ¿Ante Espartero temblaís?
    ¿Reina rejente os decís?
    Si; sois reina y no reinais…
    Sois rejente y no rejis.-
    Luego el frances altanero
    Esclama con arrogancia:
    – Si tropas tiene Espartero
    Tropas tiene el rey de Francia.
    Si mas que vuestro deseo
    Puede un soberbio soldado,
    Pronto estará el Pirineo
    De franceses coronado.
    Nada temais; sancionad
    Esta ley de Ayuntamientos
    Tan necesaria… – Aguardad
    – Son preciosos los momentos.
    Esté, cuando el duque llegue,
    El proyecto sancionado,
    Y dejad despues que os niegue
    Su apoyo tan decantado.
    – ¿Y el pueblo? – Se le encadena
    Con vuestra tropa muy bien,
    No debe eso daros pena.
    – Y si la tropa tambien…
    Jamas, jamas… – ¡Vive Dios!
    ¿Sabeis lo que son soldados?
    ¿Quien da los empleos? vos;
    Conferid algunos grados
    etc etc

  • Abdicación de María Cristina

    La reine régente Marie-Christine, obligée de donner sa démission à Barcelone, le 12 octobre 1840, à la suite de troubles graves dont la promulgation d’une loi municipale fut la cause ou le prétexte, laissa vacante la tutelle de la jeune reine et la régence du royaume.

  • Tensión con Francia por las actividades del consul Lesseps

    Le consul français à Barcelone, M. de Lesseps, avoit été calomnié par le chef politique de la ville et dans la Gazette de Madrid, le gouvernement français a exigé une réparation de cet outrage; et Espartero n’a pas osé refuser. Une dépêche du ministre de la guère, adressée au ministre de l’intérieur et publiée dans la Gazette du 8 fevrier, rend justice à la conduite de M. de Lesseps, et reconnoît que c’est par erreur que ce consul a été accusé d’avoir provoqué une réaction dans cette ville.

  • Una sublevación empieza con desórdenes en la puerta del Ángel

    Desórdenes en la puerta del Angel que se propagan por la ciudad, siendo orígen de graves sucesos, que terminan con el bombardeo de la ciudad por el regente Espartero.

  • Sublevación civil contra el librecambismo de Espartero

    Révolte à Barcelone, capitale de la Catalogne. Les habitans, unis à la milice urbaine, parviennent à vaincre la garni.

  • El ejército huye de Barcelona

    La garnison de Barcelone évacue toutes les casernes de la ville et tous les forts, à l’exception de celui de Montjouy.

  • La junta insurgente pide la renuncia del gobierno de Espartero

    La junte des Barcelonais insurgés décrète la déchéance d’Espartero et de son gouvernement.

  • Espartero sale de Madrid para acabar con la sublevación barcelonesa

    Espartero quitte Madrid, pour aller réprimer la révolte de Barcelone.

  • Explicación de la sublevación por Washington Irving

    An insurrection has taken place in Barcelona. This is the next city in importance to Madrid. It is the capital of the province of Catalonia, the most active and mdustrious province in Spain. The Catalans are to Spain what the New England people are to the United States. Wherever money is to be made, there is a Catalan. They are pushing, scheming, enterprising, hardy, and litigious. Catalonia is one of the most restless and insubordinate of the Spanish provinces, and frequently the seat of political disturbances. It borders on France, and is infested by half-robber, half-rebel bands, the remnants of the factions of the civil wars which lurk about the French frontiers. There is a small but busy party of republicans, also, at Barcelona, who would gladly pull down the present form of government, and establish a republic. Catalonia also has a strong manufacturing interest, having many cotton manufactories. This has taken the alarm at the rumor of a proposed commercial treaty with England for the introduction of her cotton goods at a lower rate of duties, so that there is a mixture of various motives in the present convulsion; and the whole has been thrown in a ferment by the intrigues of foreign agents, who seek the confusion of Spain and the downfall of its constitutional government. The present insurrection seems to have broken out suddenly and accidentally, some trifling affray with custom house officers having been the spark which has set the combustible community in a flame. There has been fighting in the streets, as in the famous «three days of Paris,» and the troops have been obliged to evacuate the city, but hold it closely invested. The Regent set off from Madrid some days since for the scene of action, and troops are concentrating upon Catalonia from every direction; in the mean time, Madrid is full of rumors and reports that insurrections are breaking out in other provinces, but I believe, as yet, the insurrection is confined to Barcelona, and I think it probable it will be suppressed without much difficulty.

    The departure of the Regent was a striking scene. All the uniform companies, or national guard of Madrid, consisting of several thousand men, well armed, equipped, and disciplined, paraded in the grand esplanade of the Prado in the neighborhood of the Regent’s palace of Buena Vista. They really made a splendid appearance, and the air resounded with military music, several of the regiments having complete bands. It was a bright, sunshiny day. About two o’clock, the Regent sallied forth from Buena Vista, at the head of his staff. He is a fine martial figure, and was arrayed in full uniform, with towering feathers, and mounted on a noble gray charger with a flowing mane, and a long silken tail that almost swept the ground. He rode along the heads of the columns, saluting them with his gauntleted hand, and receiving cheers wherever he went. He stopped to speak particularly with some of the troops of horsemen; then, returning to the centre of the esplanade, he drew his sword, made a signal as if about to speak, and in an instant a profound silence prevailed over that vast body of troops, and the thousands of surrounding spectators. I do not know that ever I was more struck by anything, than by this sudden quiet of an immense multitude. The Regent then moved slowly backward and forward with his horse, about a space of thirty yards, waving his sword, and addressing the troops in a voice so loud and clear, that every word could be distinctly heard to a great distance. The purport of his speech was to proclaim his determination to protect the present constitution, and the liberties of Spain, against despotism on the one hand and anarchy on the other; and that, as on a former occasion, when summoned away by distant msurrection, he confided to the loyalty of the national guards the protection of the peace of the capital, and the safeguard of their young and innocent Queen. His speech was responded to by enthusiastic acclamations from the troops and the multitude, and he sallied forth in martial style from the great gate of Alcala.

    I must note, to complete the scene, that just as Espartero issued forth from Buena Vista, and rode slowly down the Prado between the columns of the troops, a solitary raven came sailing down the course of the public promenade, passed immediately above him, and over the whole line of troops, and so flitted heavily out of sight. This has been cited, even in the public papers, as a bad omen ; and some of the superstitious say Espartero will never return to Madrid. I should not be surprised, however, if the omen had been prepared by some of the petty politicians with which this capital abounds, and that the raven had been let loose just at this opportune moment.

    However, with this portentous circumstance I will close my letter, especially as I have just received despatches from Government, which, with the stirring events of the day, will cut out plenty of occupation for me.

    With love to all, your affectionate brother,

    WASHINGTON IRVING.

  • Bombardeo de Barcelona y entrada Van Halen

    La ville de Barcelone refusant de se rendre à discrétion, le gêneral Van Halen, d’après les ordres d’Espartero, a commencé à la bombarder le 3 décembre au matin. Les insurgés ne s’entendant pas entr’eux, le général a pu y entrer le même jour à 5 heures du soir, à la faveur du désordre. Le lendemain il a publié un bando pour le désarmement de la bourgeoisie. Il paroît que la conduite du vainqueur est loin d’être humaine. On évalue à 600 hommes, la parte que la garnison a faite en tués et en blessés pendant l’insurrection.

  • Washington Irving: el coraje y triunfo de Espartero

    My last letter ended, I think, with the departure of the Regent to quell the insurrection in Barcelona. He travelled in his own fearless style, pushing on in a post chaise ahead of his troops, and without escort, accompanied merely by an officer or two of his staff, and threw himself frankly among the people in the towns and villages, who showed the sense of this confidence in their loyalty, receiving him everywhere with acclamations. After his departure, Madrid was full of rumors; insurrections were said to be breaking out everywhere. The downfall of Espartero and of the existing Government was confidently predicted, and there were not wanting factious people and factious prints to endeavor to blow this hidden flame into a general conflagration. Thus far, however, they have been disappointed. Madrid has remained quiet under the guardianship of the national guards, and the insurrection did not extend beyond Barcelona. That factious city has once more been brought into submission to the Government, but not until it had suffered a bombardment of several hours. As yet, we have no particulars of the damage done, but it must have been considerable, and I fear we shall hear of some punishments inflicted upon those who have been most active in exciting this rebellion. Barcelona has sinned so often in this way, that it is deemed necessary to treat it, in the present instance, with rigor. The bombardment, though repeatedly threatened, and the day and hour assigned, was put off from day to day and hour to hour, m the hope that the insurgent city would surrender; but a band of desperadoes had got the upper hand, who refused to submit excepting on such terms as it would have been degrading to the Government to grant.

  • La ciudad y su guarnicion se declaran contra la regencia de Espartero

    La ciudad y su guarnicion se declaran contra la regencia del general Espartero.

  • Washington Irving desde Madrid sobre la rebelión en Barcelona

    My illness has prevented me from giving you a detail of the political events of the country, which have of late assumed an alarming aspect. A coalition of various factions (opposite in their views and doctrines, and no one of them of sufficient magnitude to form a majority) has united in a vehement attempt to pull down the Regent, and put an end to the existing government. For this purpose, insurrections have been stirred up in various parts of the country, and, latterly, in Barcelona, that old seat of rebellion. To-day, the Regent sallies forth from the capital, to put himself once more at the head of his troops and endeavor to quell these insurrections. I heartily pray for his success; for, should he fail, and should he be ejected from power, a fearful state of anarchy would ensue. The very coalition now combined against him would break into warring factions, each striving for the ascendency, and we might have civil war of the worst kind.

    I have just returned from attending a levee held by the Regent, at twelve o’clock, preparatory to his departure. He made a frank, manly address to the diplomatic corps, declaring his disposition to cultivate cordial relations with all countries, but particularly with those who had representatives at this Court, and who recognized the constitution of Spain, the throne of Isabella II, and his regency; his loyal devotion to the constitution and the throne, and his sole and uniform ambition to place the reins of government in the hands of the youthful Queen on the 10th of October, 1844, when she should have completed her minority, and to place under her command a peaceful, prosperous, and happy country; but he expressed, at the same time, his determination to resist every attempt to throw the country into a state of anarchy, and to defend the throne of Isabella and the constitution of 1837 like a good soldier.

    At four o’clock a general review of the national militia takes place in the Prado, as on a former occasion, when the Regent, as before, will no doubt make them a speech, confiding the safety of the city, and of the youthful Queen and her sister, to their patriotism and loyalty. At five o’clock he takes his departure. I cannot but feel that he sallies forth, this time, with much more doubtful prospects than in his former expedition against Barcelona. The spirit of rebellion is more widely diffused, and is breaking forth at various points. A few days, or a very few weeks at farthest, will decide his fate, and determine whether he is to maintain his post, and keep up some form of government for the remainder of the minority of the Queen (about fifteen months and a half), or whether his power, if not himself, is to be annihilated, and everything for a time thrown into chaos.

  • La población huye por miedo de bombardeos desde Montjuic

    Desercion de todos los habitantes de Barcelona por temor de un bombardeo desde el fuerte de Monjuich cuya guarnicion no se había declarado todavía contra la regencia del general Espartero.

  • La Jamancia: Barcelona es tomada por los rebeldes

    [La Jamáncia]

    (Sábado).

    Serian las dos y media de la madrugada cuando ha entrado en esta Ciudad el batallon 3.° de Francos fuerte de unos 300 hombres con su comandante D. Francisco Riera, y que ocupaba hacia algunos dias el vecino pueblo de Sans, dirigiéndose inmediatamente á la plaza de la Constitucion donde se ha parapetado con fuertes barricadas, asestando cañones á cada una de las principales calles que desembocan en ella y prohibiendo el paso á toda clase de personas.

    Sabido al momento por el conde de Reus todo lo que en la ciudad ocurría mandó á buscar inmediatamente su compañía de Guias, dándoles orden para que fuesen á apoderarse de la casa Lonja, como en efecto lo verificaron.

    A eso de las siete de la mañana el Sr. gefe político D. Joaquín Maximiliano Gibert, ofició al Ayuntamiento para que pasase desde luego con todas sus dependencias á celebrar sus sesiones en el salon de la Junta de Comercio en el citado edificio, mas este creyéndose expuesto en aquel local se reunió en el de la Alcaldía sita en el ex-convento de Trinitarios en la calle de Fernando VII. En su consecuencia y en vista de haberse retirado las autoridades populares, el Sr. Gibert de acuerdo con el Capitan General, mandó al Sr. Prim que hiciese retirar su compañía de guias, verificándolo con ellos el citado Capitan General con la demas fuerza de la plaza que estaba á las órdenes del conde de Reus, desocupando al propio tiempo el real palacio y cerrando todas sus puertas.

    A medio día los de la Blusa y parte de los francos de Riera estaban ya posesionados en dicha casa Lonja, puerta del Mar y palacio.

    A las cinco de la tarde salieron de la ciudadela los Sres. Prim y Milans acompañados de su estado mayor, dirigiéndose por el Paseo de S. Juan y Puerta nueva al barrio de Gracia, para conferenciar, segun se dijo, con los gefes de los dos batallones de la Constitucion, que habian llegado á dicho punto, regresando juntos á la Ciudadela por la puerta del Socorro.

  • La Jamancia: instalación de la Junta Suprema, huida de refugiados

    (Domingo).

    Pasóse toda la mañana en espectacion y sin que se rompiesen las hostilidades.

    Á las cinco de la tarde llegó el vapor Mallorquín que habia salido el dia antes con uno de los hermanos Milans á buscar tropa de refuerzo en Tarragona. Al instante salieron los de la Blusa capitaneados por Castells y Torras y Riera, dirigiéndose hacia la Barceloneta á fin de impedir el desembarque ó hacer prisioneras las compañías que venian en el citado vapor.

    En vista de esto la Ciudadela disparó algunos metrallazos contra los Centralistas ó jamancios, enviando algunas partidas, entre ellas los guias de Prim para que se apoderasen del fuerte de la Linterna á fin de proteger el desembarque de la tropa; operaciones que lograron aquellos llevar á cabo con su acostumbrado arrojo y apesar de la obstinada resistencia que por parte de los Jamancios se les opuso y á quienes costó la pérdida de algunos hombres. Apesar de todo no pudiendo el vapor Mallorquín verificar el desembarque que intentaba por el vivo fuego que se le hacia tanto desde el muelle, como desde la muralla del mar y atarazanas, tuvo que salir y poner la gente en tierra mas allá del fuerte de D. Cárlos, apoyado por el vivo fuego de la tropa que se habia apoderado de parte del muelle, y el de cañon de la Ciudadela.

    A las seis de esta misma tarde se instaló por sí misma una Junta suprema compuesta de las personas siguientes: D. Antonio Baiges, presidente; D. José María Bosch, D. Vicente Soler, D. Rafael Degollada, D. José Vergés, D. José Massanet, D. Juan Castells, D. Agustin Reverter, y D. José María Montañá, secretario.

    A poco de constituida esta Junta, que si tituló Provisional, se dirigió á los habitantes de esta Provincia, invitándoles á que permaneciesen fieles á la bandera enarbolada y haciéndoles esperar que los demás pueblos secundarían su alzamiento, remitiendo igual invitacion á los ayuntamientos, por medio del siguiente oficio.

    La adjunta proclama enterará á V. de la constitucion de esta Junta y el lema que ha enarbola do al solo objeto de salvar la Constitucion repeti das veces infringida por el gobierno de Madrid; gobierno que ha desoído las justas y repetidas peticiones de varias provincias para la reunion de la Junta Central, condicion sin la que no puede apellidarse tal gobierno.

    Para conseguir el fin indicado ha contado esta Junta con la cooperacion de V., Municipalidad y M. N. de esa, esperando que al recibo de la presente, consultará la opinion del Cabildo y fuerza física y procederá al nombramiento de una Junta provisional de partido ausiliar de esta, que luego de pasados los primeros momentos ya se nombrará con toda la latitud posible, y se procederá luego al nombramiento de la efectiva Suprema.

    Esta Junta espera que V. se servirá acusarle recibo de la presente, y le dará cuenta del resultado con la prontitud posible.

    Dios etc.= Sr. Alcalde constitucional de

    Además de esta disposicion de dicha junta, y de otra en que se nombraba al Coronel D. Antonio Baiges gefe principal de las fuerzas que existían en esta ciudad, y para segundo al comandante de francos, D. Francisco Riera, se publicaron una proclama á los Españoles, firmada por el citado Baiges y D. Agustin Reverter; otra álos Nacionales, Barceloneses y liberales por el mismo Riera, y otra á los soldados del regimiento de la Constitucion por D. Isidro de Nieva, oficial del mismo cuerpo, cuyos escritos dejamos de publicar, por carecer de novedad, y á fin de no tener que entorpecer á cada paso con ellos la marcha de los acontecimientos.

    En la noche del 3 al 4 las tropas del Gobierno se hicieron fuertes en la Barceloneta y muelle, y los Centralistas se apoderaron del Baluarte del medio dia poniéndolo en estado de defensa. La emigracion ha sido espantosa en estos dos días.

  • La Jamancia: conflicto interno

    (Lunes).

    Hoy al amanecer han roto los centralistas el fuego muy vivo desde el baluarte del Medio dia, puerta del mar y muralla del mismo contra la Ciudadela y Barceloneta, obligando á los de este último punto á contestarles con un fuego graneado tan sostenido, que no podia pararse en la plaza de Palacio á causa de la lluvia de balas que en ella caia. Al cabo de un buen rato han empezado á disparar las artillerías de los fuertes: las Atarazanas y el Baluarte del medio dia dirigian sus fuegos contra el muelle, y los fuertes de D. Carlos y Ciudadela; contestándoles estos con balas rasas y metralla, especialmente al citado Baluarte, que al parecer se habian propuesto desmoronar. El tiroteo duró con mas ó menos fuerza hasta al anochecer, en que cesó del todo.

    Serian las nueve de la mañana cuando salió á recorrer la línea el coronel Baiges acompañado de aide los suyos, y con intencion segun parece de cesar el fuego. En efecto dió repetidas veces esta órden por medio de los cornetas, y viendo que no era obedecido mandó un edecan para hacer que parase el tiroteo, al cual contestaron los jamancios que no les daba la gana. Montado en cólera quiso ir él mismo á repetir la orden, mas al atravesar la muralla le alcanzó una bala, cayendo sin vida en el mismo sitio. Su cadáver fué paseado con aparato por las principales calles de la ciudad y depositado en la Iglesia de S. Miguel, para enterrarlo mas adelante en un panteon que se dijo querian levantar á su memoria.

    Sobre la una del dia salió por la puerta del Socorro una fuerte partida de tropa junto con los guias y trabucaires de Prim, pasando por el pié de las murallas del Fuerte Pio y en direccion á Gracia. Los Sres. Prim y Milans con su E. M. pasaron á escape por la carretera que rodea los muros de esta ciudad, esponiéndose con este arrojo á ser víctimas de los disparos que les hadan los centinelas y nacionales apostados en ellos.

    Sobre las 5 de la tarde las mismas tropas al mando del Sr. Prim, hicieron una tentativa por la puerta del Angel; pero fueron rechazados por los jamancios que allí se agolparon, y por los disparos de cañon que les hicieron desde aquellos fuertes; y como esta misma tarde murió en el Baluarte del Medio dia su Gobernador, llamado Francisco Roig, capitan del tercer batallon de francos, hicieron los de la ciudad correr la voz de que en dicha puerta del Angel habia muerto D. Lorenzo Milans de un balazo al ir á asaltar las murallas (footnote omitted).

  • La Jamancia: asalto a Sarriá

    (Martes)

    En todo el dia no ha cesado el fuego tanto de canon como de fusilería de Atarazanas contra la Barceloneta y del fuerte de S. Carlos y Ciudadela contra Atarazanas y Baluarte del medio dia, resultando algunos muertos y heridos que fueron llevados al Hospital general.

    En estos últimos dias se han hecho correr muchas noticias alarmantes suponiendo pronunciamientos que no existían y que han solemnizado en muchas Iglesias con repiques de campanas alternados de toques á rebato, todo sin órden y concierto, como es fácil de suponer y figurarse de un pueblo entregado á la anarquía y en que todo el mundo gobierna.

    Hoy han amoldado la cara del difunto Baiges en yeso á fin de hacer su busto de cera, lo que no ha sido posible verificar con el capitan Roig por haber recibido la herida en la cabeza y tenerla muy maltratada.

    Hoy han entrado los nacionales de S. Martin de Provensals, con su comandante D. José Buxó, á fin de secundar el pronunciamiento.

    En la noche pasada regresaron de Sarriá una partida de jamancios que habian salido de la Ciudad á fin de sorprender á una supuesta junta que segun decían, se reunia en casa del farmaceutico de dicho pueblo, D. José Margenat, despues de haber asesinado á este y á un tejedor de velos llamado Raymundo Vallejo, y mas generalmente conocido por Ramon de la Veu, y de haber hecho prisioneros algunas personas refugiadas en aquel pueblo, parte de las cuales fueron rescatados por los nacionales del mismo que acudieron á dar alcance á los jamancios ni toque de somaten. En este dia la Junta suprema ha espedido los tres decretos que se continuan en la nota (footnote omitted).

  • La Jamancia: bombas sobre el vapor de Puigmartí, «mortífero fuego» desde la Ciudadela, otras poblaciones apoyan al movimiento

    (Miércoles).

    Hoy ha amainado un poco el fuego de cañon y de fusilería: los centralistas han hecho algunos disparos desde la puerta del Angel, dirigidos al vapor de Puigmartí situado en el barrio de Gracia.

    Los jamancios han pasado todo el dia ocupados en buscar y sacar de los almacenes todas las pacas de algodon que encontraban á fin de construir parapetos para ponerse á cubierto del mortífero fuego de la Ciudadela, y en formar barricadas por la parte de la Pescadería, siguiendo la línea del Rech Condal y sus cercanías, desempedrando algunas calles para hacer con las piedras y higas parapetos con aspilleras para hacerse fuertes y ofender á su amparo á la tropa. Donde quiera se ven á los vocales de la Junta presidiendo y dando direccion á los trabajos.

    A eso de las tres de la tarde se pasó orden á todas las parroquias para que celebrasen con repique de campanas las noticias que hacían circular de boca en boca, de que habian secundado el pronunciamiento en favor de la Junta Central la mayor parte de los pueblos de Cataluña, y entre otros Lérida y Figueras, Sevilla, Galicia, etc. y de que Ametller y Martell venían en su ausilio con una fuerza de mas de 6000 hombres.

    En este mismo dia el gobernador de Monjuich Echalecu, entregó el mando por real órden al coronel de América, D. N. Sayas.

    Hoy ha salido una órden del Ayuntamiento para que se trasladase el borne á la Plaza de Sta. Catalina por no poder continuar en el sitio de costumbre por hallarse espuesto á los fuegos de la Ciudadela.