Unos skins matan al travesti Juan José Rescalvo en la Glorieta de los Músicos

La sección quinta concluye que los seis rapados, -«amigos y simpatizantes de los grupos skin head, caracterizados por su hostilidad hacia los vagabundos, indigentes, prostitutas, homosexuales y demás colectivos marginales»- se colaron en el parque de la Ciutadella, tras tomar varias copas. En su paso tropezaron con dos travestis que dormían en la glorieta de los músicos. Como éstos les llamaron la atención, los procesados, al ver que eran homosexuales, empezaron a castigarles.

Para la sala, los acusados, tres de ellos menores de edad, estuvieron movidos por la «intención de matar», elemento que se desprende de «la brutalida de la agresión, no sólo por la reiteración, sino también por el medio empleado, botas de tipo militar con las punteras reforzadas de acero». Además, añade, «cuando deciden dar por terminad a su actuación, pensando que ya han matado a sus víctimas, bajan de la tarima, pero al oír que uno respiraba, deciden subir a rematarle». Juan José Rescalvo Zafra, «Sonia», falleció, mientras que Ernesto Romero Arévalo, «Dori», quedó malherido. Al irse, cuatro de los acusados -los hermanos López, Alsina y Parlade- encontraron a tres mendigos: dos escaparon, pero Miguel Pérez Barreiros perdió el único ojo con visión.

Comentarios

Una respuesta a «Unos skins matan al travesti Juan José Rescalvo en la Glorieta de los Músicos»

  1. Avatar de Alberto Pernales
    Alberto Pernales

    Entrevista a Óliver Sánchez Riera por Jesús Quintero ([ref2749]):

    -¿Eres racista?.
    – Pasivo. Yo soy un chaval muy organizado, me gusta cada cosa en su sitio. Por eso te he dicho que era pasivo.
    Morenos aquí en España no me molestan, siempre y cuando venga aquí a trabajar, a hacer lo que tengan que hacer y se vuelvan a su sitio. No pido más. Por eso yo no soy de los que apalean negros por ahí, ni hacen barbaridades de ésas. Sólo quiero que cada uno esté en su sitio.
    – Pero es bueno el cruce, la mezcla, el mestizaje, ¿no?.
    – Pues si quieres que te diga la verdad, a mí no me gusta. Respeto más a un moreno que al hijo de un moreno y una española. Los cruces no. Mezclas dos razas de perro y te sale un perro que no es de raza. Por poner un ejemplo en perros, no me entiendas miz. -¿Qué edad tenías cuando te hiciste skin?.
    – No sé, no hay una fecha. Pero bueno, cuando empecé tenía más o menos 13 o 14 años. -¿Cuántos años tendrás cuando salgas de la cárcel?.
    – Pues lo he calculado. No estoy condenado firmemente, lo tengo recurrido, pero pienso que con treinta y algo saldré limpio, y aun así cada uno y cada quién tendré que ir a firmar a los juzgados que, por suerte, los tengo al lado de casa. Saldré un poco pureta.
    – Cuando salgas se te habrá pasado la edad de ser skin, ¿no?.
    – Hombre, pienso que no hay edad. Si tú piensas de una manera, puedes madurar esa idea, pero toda tu vida pensarás igual.
    – Pero tú no tienes claro cuál es tu manera de pensar, ¿o sí?.
    – Sí. -¿No será la violencia?. -¿Por qué no?.
    – Oliver, yo no entiendo bien cómo el hijo de un obrero le puede hacer el juego a la ultraderecha.
    – Pues mira cómo son las cosas. -¿No te parece una contradicción?.
    – Sí, pero mi padre es mi padre y yo soy yo. Qué le vamos a hacer.
    – A veces tengo la impresión de que ya no eres un skin.
    – Yo siempre seré un skin, porque eso se lleva en el corazón. A lo mejor un poco más light, sin esa propaganda y todo eso que se espera de un skin, pero no se puede dejar. Es como los colores de tu equipo. Yo no soy un chaquetero.

    En 1997 fueron rebajadas a ± la mitad las sentencias a Andrés Pascual Prieto, Óliver Sánchez Riera, Isaac López Frutos, Héctor López Frutos, Pere Alsina Llinares, y David Parladé Valdes, según [ref526].

Deja una respuesta