Adquisición de Parque Güell
Después de ocho meses de figurar en el orden del día, se pone a discusión el dictamen de la comisión de Fomento, relativo a la adquisición del Parque Güell por la cantidad de 3.200.000 pesetas.
El dictamen es defendido por el señor Maynés. El señor Bordas hace algunas observaciones y el señor Carrasco pide informes sobre la situación de algunas fincas enclavadas en el Parque Güell.
El señor Marial se extraña de que se quien aprobar en la última sesión del Ayuntumiento actual, un asunto de tanta importancia, como es la adquisición del Parque Güell. Estima que el Ayuntamiento, en vez de gastar tres millones y pico de pesetas en la compra de un parque que tiene sólo 14 hectáreas de terreno, sería mejor que adquiriese 200 hectáreas en el Besós.
Añado que el parque del Besós, proyectado por el ingeniero señor Cerda, y señalado asimismo por el arquitecto señor Jounely, mide una superficie de doscientas hectáreas, que al precio de 17.000 pesetas la hectárea, representa un gasto de 3.400.000 pesetas, o sea, con lo mismo que se paga por el parque Güell, cuya superficie es de 14 hectáreas. De adquirirse los terrenos para el parque del Besós, como el número de hectáreas destinadas al riego con las aguas de la acequia condal se fijaron en 600 hectáreas, resultaría que con dicha adquisición, el Ayuntamiento dispondría de la mitad del caudal de agua de la acequia, que, por término medio, es de 30.000 metros cúbicos diarios, ya que además de las 200 hectáreas, destinadas a parque, se transformarían en calles, plazas y jardines otras cien hectáreas.
Termina haciendo notar que esos 15.000 metros cúbicos diarios de agua potable, representarían un valor para el Ayuntamiento de 15.000.000 de pesetas.
Termina diciendo que no quiere impugrar la valoración, pero añade que, por entender que el Ayuntamiento podría invertir los millones que cuesta el Parque Güell, en obras de más urgente necesidad y de mayor rendimiento. Votará en contra del dictamen.
El señor Capdevila impugna el dictamen.
Lo defiende el señor Gambús y el señor Bolos, después de manifestar su extrañeza de que se haya puesto a discusión el dictamen, pues era creencia general que el asunto se dejaría para que lo resolviese el futuro Ayuntamiento, anuncia que votara también un contra, por entender que se trata de un gasto innecesario e improductivo.
También, hace uso de la palabra para defender el dictamen el señor Vinaixa.
Rectifican los señores Maynés y Marial, el último de los cuales, dice que es ridicula la peritación en la forma en que se ha efectuado, pues resulta que se paga por cada hectárea de unos terrenos, sin vegetación, 180.000 pesetas, cuando a orillas del Besós pueden adquirirse terrenos de excelentes ondiciones por 17.000 pesetas.
Añade que lo que se debe estimar en el Parque Güell es la parte-artística, cuyo valor es inapreciable.
Firmada por los señores Nicolau y Blajot se presenta una enmienda pidiendo que en el precio fijado se consideren comprendidos la casa solariega y terrenos anexos a la misma, que. ocupa la señora condesa de Güell, los cuales deben, quedar disponibles antes de satisfacerse el último plazo.
La enmienda es aceptada, y seguidamente aprueba el dictamen en votación ordinaria con los votos en contra de los señores Marial, Romo, Blanqué, Capdevila y Bolós.