Prohibición de capas largas, monteras y sombreros gachos

Publícase un edicto prohibiendo las capas largas, monteras y sombreros gachos; y mandando llevar luz ó cuerda encendida á todo el que ande por la calle despues del toque de retreta.

Comentarios

Una respuesta a «Prohibición de capas largas, monteras y sombreros gachos»

  1. Avatar de Trevor
    Trevor

    Más sobre Madrid antes y después en el [ref3980]:

    CAPAS, SOMBREROS, GORROS Y MONTERAS.

    Se ha creido generalmente que Squilache había sido el primero que se declaró enemigo de las capas largas, y el primero también á quien horripilaron los chambergos. Pero según parece era ya manía antigua la de hacer la guerra á las capas y declararse contra los chambergos, y aun se estendió también á las monteras y gorros; y á juzgar por las severas penas que se imponían á los embozados, puede decirse que cada capa encubría un conspirador.

    En 1716 mandó Felipe V que cualquiera persona que fuera embozada y llevara montera, gorro calado ú otro cualquier género de embozo que ocultase el rostro, fuera presa inmediatamente y se le diera cuenta para tomar la resolución conveniente. Debió olvidarse á menudo esta prohibición, pues vemos que se repitió en 1719, 725, 729, 737 y 740. En 1741 se mandó que bajasen todas las tardes dos alcaldes de corte al Prado, para que no pasearan los embozados; pero cuando hubo mas rigor contra ellos fue en 1743. Entonces se mandó que si los contraventores eran de distinción, consultase la sala al Consejo acerca de la pena, y esperara la Real resolución; y si eran de menos distinción fueran condenados á cuatro años de presidio y doscientos ducados de multa, y siendo de la clase ínfima á las armas, y en caso que no fueran útiles á ocho años de presidio. Se prohibió la capa larga, montera, sombrero ó gorro calado en paseos, teatros, procesiones y festejos populares, siendo comprendidos también los que fueraa en coche, que así como los que iban á pié tenían precision de llevar la cara descubierta.

    No se mostró Fernando VI mas complaciente con los que usaban capas largas, pues en 1757 renovó las disposiciones anteriores y se formó una institución respecto al paseo del Prado cuyas principales disposiciones eran las siguientes:

    […]

    Tales eran las prohibiciones que pesaban sobre los paseantes del Prado de San Gerónimo, antes que el famoso Squilache tropezara con el motín que produjera las capas y los sombreros.

    Otras tales prohibiciones relacionadas con el órden público:

    • el madrileño Motín de Esquilache (1766): «el detonante de la revuelta fue la publicación de una norma municipal que regulaba la vestimenta de los madrileños».
    • [ref1062], 2012: «Interior prevé castigar con hasta 30.000 euros el uso de capuchas en actos vandálicos»

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