Viendo en Madrid las muertes violentas del de Santa Coloma, la natural y pronta del de Cardona, ambos virreies, sucedidas en tan corto plazo, la Provincia toda sublevada, y que se arriesgava qualquier señor secular que viniera por Virrey, para que no faltara, eligieron á Don García Gil Manrique, aragonés y obispo, que havía siete años lo hera de Barcelona. Juráronlo el día 3 de Agosto de 1640, pero era virrey como de burla, porque faltándole el indulto apostólico para la administración de justicia, y asimismo los jueces, pues ninguno osaua parecer temiendo su último fin, quedava no más que sujeto de bulto, y por más órdenes que de Madrid se repetían, eran sin fruot, porque ninguna se obedecía, ni tampoco las obtemperavan las milicias del Rosellón, haciendo todos á su tiempo burla y escarnio de superiores.
Miquel Parets, De los muchos sucesos dignos de memoria que han ocurrido en Barcelona y otros lugares de Cataluña, crónica escrita ... entre los años de 1626 á 1660 (1888).