En esta ciudad debia [D. Juan de Austria] conferenciar con el Comendador mayor y su secretario Soto sobre algunas disposiciones, y asi acordaron avisar á D. Alvaro Bazan, que desde Cartagena, donde se hallaba, viniese inmediatamente con sus galeras de Napóles para pasar á Italia; á D. Sancho de Leiva, ge neral de las galeras de España, que se hallaba en Mallorca, que se dispusiese á ir á Barcelona, y al comendador de las mismas galeras Gil de Andrada, que desde luego se dirigiese á aquel puerto con doce de ellas, para acompañar á D. Juan en su navegación. El 18 envió un correo con las respuestas á las cartas, que habia recibido; á los 25 llegaron los príncipes, y el 1.° de juho, hallándose ya ancladas á la vista las galeras de Mallorca, pasaron D. Juan y sus sobrinos á merendar en la [nueva galera] Real, que estaba ya perfectamente aderezada para el primero.
Continuaron en aquella ciudad algunos dias, durante los cuales se vararon con gran solemnidad dos galeras nuevas: empezóse á repartir en cuatro naves la recámara y caballeriza de los príncipes, y llegaron los títulos para D. Juan y los demás ministros, que habían de servir á sus órdenes. Embarcados en seguida los tercios de la infanteria española, que mandaban D. Lope de Figueroa y D. Miguel de Moncada, y dádose á la vela el 11 del mismo D. Sancho de Leiva con once galeras, que corriesen las costas y precavieran los daños de corsarios, zarpó D. Juan el día 20 con otras treinta y siete galeras, y con próspera navegación arribó el 26 á Génova. Salieron á reeibirle el Dux y la Señoría, y se hospedó en el palacio del príncipe Juan Andrea Doria, á donde enviaron á felicitarle por medio de embajadores los duques de Saboya. Parma, Florencia, Ferrara y Mantua, y todas las ciudades de Lombardía. Desde aquí mandó á Yenecia á D. Miguel de Moneada para que diese parte de su llegada al Senado, y en su nombre le visítase, y á Roma al conde de Priego que hiciese igual diligencia con el Pontífice, dándole gracias por su elección, y haciéndole presentes sus deseos de servirle y coadyuvar á su santo y paternal propósito.
Cayetano Rosell, Historia del combate naval de Lepanto: y juicio de la importanica y consecuencias de aquel suceso; obra premiada por voto unánime de la Real Academia de la Historia, en el concurso de 1853 (1853). Read on
Comentarios del compilador
Me encanta – como es mi derecho – la versión de Joan Pujol de Mataró ( Castro & Irmão, Archivo pittoresco: semanario illustrado (1858)):