Etiqueta: Universidad de Barcelona

  • La universidad de Lérida se muda a Barcelona

    El rey D. Martin de Aragon erige en Barcelona la Universidad que antes estuvo en Lérida.

  • Empieza construcción del edificio del Estudi General

    Solemne colocacion de la primera piedra para el edificio de los estudios generales en el lugar en que hoy está la puerta de Isabel II.

  • Sermón legendario de Onofre Manescal

    Onofre Manescal, natural de Barcelona y varón de muchos conocimientos, como lo prueban evidentemente las varias obras que escribió. Predicó en la catedral de Barcelona en 4 de Noviembre de 1597 un sermón en catalán en honor del Rey don Jaime II y de los catalanes. Es un panegírico lleno de curiosas investigaciones históricas, y de noticias que interesen á la historia de Cataluña. Sin embargo, debemos decir en obsequio de la verdad que sentimos que algunas de tales noticias sean tan poco fundadas. Imprimióse este célebre sermón en Barcelona en 1602.

  • Al entrar por primera vez en Barcelona, Felipe IV cambia de caballo para no incomodar al conseller en cap

    El día XXVI de Marzo, año del Señor MDCXXVI, hallándose Conselleres el Señor Julián de Navel, en cap …, Hyerónimo de Gava… sigundo y Ximénez quinto, fué la gloriosa entrada de la católica y real magestad del Rey nuestro señor Felipe cuarto en esta ciudad de Barcelona: sucedió dicho día por la tarde; y habiendo savido [el día anterior] que S. M. entraba en el monasterio de religiosas Bernardas dichas de Valldoncella, me fuí yo á la puerta de San Antonio para ver lo que pasaba. Estaba la dicha puerta ricamente adornada, habíase dispuesto una contra-puerta de madera con sus balconadas, y en lo superior, una media naranja, de donde en una granada había de bajar el niño con las llabes de la ciudad, para entregarlas al Rey. En esta contra-puerta estaban con muy buena orden y colocados los cuerpos santos y reliquias que tiene la Ciudad. Estúveme allí una hora, en la cual vi entrar diversas acémilas cargadas y cubiertas con ricos reposteros, todas de la Casa Real, y algunas venían muy estropeadas. Dijéronme también que había dos días que pocas ó muchas entraban de continuo. Cansado de estar allí por la multitud de gente que había, salíme hacia el lugar de Sans para ver si venía S. M.; encontré muchas y ricas carrozas llenas de caballeros, y otra mucha gente de la real familia. En el monasterio de Valldoncella vi la repostería y cocina; y entre diversas alhajas vi un hornilllo portátil en que se cocía el pan para S. M. Visto esto, pasé á Sans, y á poco rato oí una trompeta que venía de Barcelona; era la compañía de caballos ligeros de Perpiñán que salían á en contrar á S.M. Pasados éstos, á poco rato oí otra trompeta que venía hacia Barcelona; tras ella seguían algunos hombres armados de punta en blanco que venían de custodia á un rico coche; en él venía solo una persona, era hombre guerrero de vella barba; pregunté quién era, y supe ser el conde de Olivares que á poca distancia de Sans, dejando el coche, montó en un caballo, y desde una eminencia miró si venía el Rey; y viendo que no venía, se volvió á su coche, y muy despacio hacia Barcelona, y yo seguía los mismos pasos; vi venir de Barcelona al duque de Cardona, que en un coche salía con sus hijos á recibir al Rey, llevando su familia con rica librea. Volvíme con él hacia Provençana (Santa Eulalia de Provenzana, en las inmediaciones de Barcelona, cerca del Hospitalet), y cerca de allí vi la compañía de caballos ligeros de Perpiñán que habían hecho alto; oí luego dos clarines; seguíase después multitud de gente armada en blanco con sus lanzas; venían éstos en custodia de seis coches con tiro de á seis mulas cada coche; en el último venía la Real persona de Felipe cuarto, con algunos grandes dentro del mismo coche, y no vi á S. M. sino á paso, porque ivan los coches á la posta. Al pasar delante la compañía de caballería rindieron las armas, y llegando cerca de la Cruz Cubierta, estuvo ya la guardia de Rey con librea amarilla, colorada y blanca; los soldados de ella, unos traían alabardas y otros cuchillas; teníase ya prevenido un hermoso caballo blanco, tan dócil y vello como requería la ocasión. Dejó S. M. el coche, y con mucho donaire montó el caballo. Traía un capotillo de terciopelo negro, manga de brocado; una rica cadena, sombrero y pluma de color leonado, con una hermosa joya, de la cual pendía una gruesa perla del tamaño de una nuez. El duque de Cardona iba al lado siniestro á pió, pero cubierto, sino es en las ocasiones en que el Rey le preguntava alguna cosa, y en habiendo respondido se volvía á cubrir. Otros muchos señores venían también á pié, pero descubiertos. Seguíase á caballo inmediatamente el de Olivares y otros muchos grandes. Poco antes de llegar á la Cruz Cubierta, salió la universidad en forma, y cada doctor con la insignia, según su facultad; apeáronse, y hecha la venia á S. M. volvieron á montar á caballo. Vino después el ilustre cavildo, hizo lo mismo, y últimamente llegaron los Conselleres en forma de Ciudad, con gramallas (traje talar, distintivo de la magistratura municipal) de tercipelo carmesí, forradas de brocado; y sin dejar sus caballos, hicieron la función acostumbrada en tal ocasión. Del mismo modo hicieron su función los Diputados; y acavadas las solitas … ceremonias, el Conceller en cap se puso á la mano siniestra del Rey, usando de la anti gua preheminencia y singular gracia, que los católi cos Reies han concedido á esta ciudad. En esta forma, y con la debida orden, acompañaron á S. M. todos los puestos, hasta el dicho convento de Valldoncella, en donde quedó S. M., y volviéndose el sobredicho acompañamiento á Barcelona, quieren algunos decir que entró el Rey de secreto aquella noche en Barcelona.

    El día siguiente, por la tarde, concurrió un sin número de gente á la puerta de San Antonio, de calidad, que no cabiendo en los caminos, destruyeron la cosecha de muchos campos vecinos á la puerta. Llegada la hora de la entrada, y dispuestas las guardias según su estilo, salió S. M. de Valldoncella á caballo en la forma que el día antecedente: seguíanse á caballo el conde de Olivares, almirante de Castilla, duque de Maqueda y demás grandes de España. Con esta orden llegaron á la puerta, en donde esperaban los Conselleres; hizo pausa S. M., y bajó dentro de tres granadas primorosamente dispuestas, que abriéndose sucesivamente una á otra, salió de la última un hermoso (niño? [- falta la palabra]), que pronunciando algunos versos latinos, entregó al Rey las llaves de la ciudad. Reciviólas S. M. y diólas luego al Conseller en cap; entraron la puerta y recibieron al Rey bajo un rico palio: el Conseller en cap hició ([asió]) el caballo por el freno; guiavan al mismo caballo con un cordón de seda veinticuatro hombres, esto es, cuatro caballeros, cuatro ciudadanos, cuatro mercaderes, cuatro artistas y demás estados; puestos en esta orden, los cuatro Conselleres y dos caballeros llevaban el tálamo ([palio]). En esta disposición entraron por la calle del Hospital. Precipitávase.el caballo y pisaba la gramalla del Conseller, y visto ó advertido por S. M., dijo: «Consejero, date pesadumbre mi caballo?» Respondió: Sacra y Real Magestad, no. A poco rato, conociendo bien el Rey que el caballo daba pesadumbre al Conseller, desmontóse sin decir nada, y dijo al de Olivares: «Conde, dame otro caballo.» Apeóse el de Olivares, y trocaron los caballos con la orden que se ve. Llegó S. M. al llano de San Francisco, en donde estaba dispuesto un tablado con dosel, bordadas en él las armas Reales. Dejó el caballo S. M. y subió al tablado, y antes de sentarse desnudó la espada y la puso sobre el teatro que ya estaba dispuesto. Sentóse, y á la siniestra tomaron su asiento los Conselleres en sus bancos. Sosegado el concurso, y tomado cada uno su puesto, salió el guardián de San Francisco vestido con capa pluvial, y la vera Cruz, con sus acólitos, llegó á la presencia del Rey, y levantándose S. M. y descubierto, le tomó el guardián el juramento por las islas (Se llamaba así al juramento que prestaban los Reyes á su entrada en Barcelona, porque al prometer tener y observar, y hacer tener y observar los usages, constituciones, etc., prometían también mantener la integridad de los reinos de Aragón, de Valencia, condados de Rosellón, Cerdaña, etc., y la de las islas á ellos adyacentes.). Concluido el juramento disparó la artillería, y volvióse el guardián á su convento. Volvióse S. M. á sentar, y se dio lugar á que passaran las cofradías que con orden militar y mucha gala estaban á la parte de la marina: fueron pasando según su antigüedad por delante del Rey, y entrando á la calle Anxa, hacíanse los debidos acatamientos y salvas, y cada cofradía llevaba su divisa ó inbención. Acavado de pasar las cofradías, bolvió S. M. á tomar el cavallo, y con la disposición referida y multitud de hachas encendidas y bien ordenadas (por ser ser ya de noche), se encaminó S. M. á la Iglesia del Aseo. El marqués de Liche (El conde de Sástago, según así lo dicen varios historiadores.) llebava el montante yendo á caballo: llegando á la Iglesia, entró S. M., y en el altar mayor prestó el juramento que sus gloriosos predecesores ha vían acostumbrado, por la provincia de Cathaluña, con aquellas ceremonias que se estila: executado esto, se bolvió S. M. con el mismo lucimiento al llano de San Francisco, casas del duque de Cardona, en donde es tubo todo el tiempo que honrró esta ciudad.

    El viernes día XXVII fué S. M. á jurar á los tribunales y salas que se acostumbra, con el acompañamiento de toda la nobleza y demás personas que en semexantes funciones deven concurrir, y aquí dieron fin los juramentos y entrada.

  • Vuelta de la Universidad Literaria

    Instálase en la casa de san Felipe Neri la Universidad literaria, abolida por Felipe V despues de la guerra de sucesion.

  • Años atrás, la fiesta de Tomás de Aquino

    Las mudanzas políticas que tarde ó temprano alcanzan á todo, tambien le han llegado al santo de este dia, dia que en tiempos pasados celebraban los estudiantes con no poca fiesta. Las aulas estaban cerradas y habia procesion de escolares en honor del santo, que fue grande escolar y gran maestro. Hoy eso ha caido en desuso, y solo nos acordamos del santo los que éramos estudiantes veinte y cinco años atrás, y con nosotros se acuerdan los Tomases, á quienes deseamos un dia muy cargado de venturas.

  • Reforma universitaria

    En consecuencia de lo que se dispone en el plan de estudios que he tenido a bien aprobar en este dia, de acuerdo con lo que me ha propuesto mi consejo de ministros, he venido en hacer la designación de las facultades que han de enseñarse en las universidades de distrito en la forma siguiente:
    En la universidad de Barcelona se enseñarán las facultades de filosofía, medicina, farmacia y jurisprudencia.
    En la de Granada las de filosofía, medicina de segunda clase, farmacia y jurisprudencia.
    En la de Oviedo las de filosofía, jurisprudencia y teología.
    En la de Santiago las de filosofía, medicina de segunda clase y jurisprudencia.
    Eu la de Salamanca las de filosofía, medicina de segunda clase y jurisprudencia.
    En la de Sevilla las de filosofía, medicina, jurisprudencia y teología.
    En la de Valladolid las de filosofía, jurisprudencia y teología.
    En la de Valencia las de filosofía, medicina de segunda clase y jurisprudencia.
    Y en la de Zaragoza las de filosofía, jurisprudencia y teología.
    Dado en palacio á 28 de agosto de isr.n.—Está rubricado de la real mano.—El ministro de Comercio, Instruccion y Obras públicas, Manuel de Seijas Lozano.

  • Llega una «tribu» africana desde Marsella

    Aunque el sol achicharraba de lo lindo, fue numeroso el público que acudió á presenciar, á las once y media …, al desembarque de los negros aschantis, que procedentes de Marsella ha conducido el vapor «Nuevo Extremadura».

    Una barcaza remolcada por varias lanchas, en la que ondeaba la bandera de la colonia inglesa de Costa de Oro, llevó á tierra á los negros, quienes ocuparon de cuatro en cuatro los carruajes descubiertos preparados al afecto.

    En el último coche iban la esposa del director propietario y el jefe de la tribo, luciendo la primera un sinnúmero de joyas. Un lujoso parasol encarnado con flecos de oro, sostenido por un negro tentado en la tratera dei coche, cubría á los viajeros.

    En el carruaje que precedía al descrito iban los maceros con los símbolos reales, consistentes en un bastón cuyo puño figuraba una mano de marfil, dos alfanjes y una especia de capillo curvo hecho con pelo de caballo.

    Son gente de alta estatura, hercúleas formas y rizados cabellos, siendo sencilla su indumentaria, que consiste en un delantillo y una túnica de colores verde ó azul, con la que envuelven la mitad del cuerpo, arrollándole debajo del brazo contrario. Algunos usan sandalias.

    Abundan los niños y las mujeres.

    La aparatosa comitiva recorrió parta da la ciudad, para dirigirse al local de la Ronda de la Universidad, donde están instalados, llamando la atención da los transeuntes, por el aspecto pintoresco que ofrecía la cabalgata.

    La inauguración de los villórios negros tendrá lugar hoy, á las cuatro de la tarde, en el local indicado.

  • Exposición del «pueblo negro» en la Ronda de la Universidad

    Los Aschantis
    Pueblo negro, 150 indivíduos.–Abierto de día y de noche.–Ronda de la Universidad, 35.–Entrada 1 peseta, los jueves día de moda, entrada 2 pesetas.

  • Exhibición de una «tribu de Aschantis» en el día de Inocentes

    Noticias de espectáculos
    ELDORADO.—Del programa de la funciónde Inocentes que se verificará esta noche, forman parte «La Viejecita», con sorpresas en su cuadro segundo; «Lo pessebre de don Pau», capricho cómico del señor Molas y Cosas, que todos los años tiene aplausos en semejante cita; exhibición de una tribu de «Aschantis»; un baile grotesco de aparato y otras excentricidades: «El bigote rubio», «Agua, azucarillos y aguardiente» y el cuadro primero de «La Viejecita» serán representados con la formalidad de los demás días.

  • Fundación de la Sociedad Española de Foot-ball, después RCD Espanyol, que empieza llevando boina

    FOOTBALL ASSOCIATION.-Crece el entusiasmo, y en Barcelona acaba de constituirse otra nueva Sociedad para dedicarse á tan higiénico deport, que tiene partidarios decididos en nuestra capital, por cuyo motivo se ven muy concurridos los partidos de ensayo que se verifican en la plaza de toros, siendo bastantes los que han demostrado tener condiciones para este juego.

    Hoy, domingo, á las cuatro de la tarde habrá partido, que se jugará conforme el reglamento facilitado por el Sr. Serra capitán del «Hispania Athletic Club» de Barcelona.

    […]

  • El gobernador civil primoriveriano despide al ayuntamiento y nombra a Josep Banqué, catedrático de griego, como alcalde por llevar un chaqué guapo; reacción de la alcaldesa

    El 1.º de octubre, a las doce, se reunieron en la Sala de la Reina Regente los tenientes de alcalde y concejales del Ayuntamiento y los vocales asociados que habían acudido o podido acudir a la Casa Consistorial. La convocatoria para asistir fue repartida a primeras horas de la mañana del propio día. Cuando estuvieron reunidos, bajo la presidencia del gobernador civil, general Losada [Carlos de Losada y Canterac], se leyó muy fríamente la exposición y el Real Decreto que motivaba aquella reunión y en virtud de lo que se disponía en el decreto, fueron también fríamente invitados a retirarse los señores que componían el Ayuntamiento.

    Siempre he recordado el descenso físico y político de aquellos señores por la escalera de honor del Ayuntamiento. Parecía que aquellas energías políticas, que yo tantísimas veces había visto demostrar a los señores Maynés y Rocha, pongo por ejemplo, se hubiesen transformado en una resignación impuesta por la Divina Providencia.

    […]

    Después del despido me trasladé al salón de sesiones dispuesto para cumplir con mis deberes en circunstancias tan nuevas, delicadas y difíciles. Cuando llegué al salón se estaba buscando, entre los vocales asociados, ya concejales, al posible alcalde, quien, de acuerdo con el artículo primero del decreto, debía ser con preferencia una persona que ostentase titulo universitario o profesional.

    No había de momento candidato y cuando con el ayudante del general, el comandante de Estado Mayor, mi buen amigo señor Martínez, realizábamos gestiones y averiguaciones, entró en el salón de sesiones don José Banqué Feliu, que vestía de chaqué con motivo de venir de la solemne apertura del curso de la Universidad, en la que desempeñaba la cátedra de griego. El chaqué le produjo al general Losada una grata impresión y desde la presidencia me preguntó quién era y cómo se llamaba aquel señor. Como sea que no le conocía, después de interrogarlo discretamente, informé al general, el cual dijo al secretario, señor Planas, que fuera nombrado alcalde, y así fue.

    El más sorprendido fue el interesado. El señor Banqué, excelente persona, no sentía por la Alcaldía el menor interés. Los pocos días que desempeñó el cargo representaron para él un verdadero sacrificio. De la cátedra de griego a la firma de libramientos por millones de pesetas, existe una gran distancia, que el señor Banqué no pudo salvar.

    Aquel día. 1.º de octubre, llegó a su casa más tarde que de costumbre. Su esposa, que estaba intranquila, le interrogó:
    —¿Cómo es que llegas tan tarde? ¿Te ha sucedido algo?
    El señor Banqué, con su hablar pausado, le contestó:
    —¡Es que me han nombrado alcalde de Barcelona!
    La mirada de la señora Banqué esperaba encontrar una sonrisa en la cara de su esposo, que justificara lo que ella supuso una broma, y le dijo:
    —Bueno, quítate el chaqué, déjate de bromas y vamos a comer.
    El señor Banqué, muy serio, repitió su afirmación, y entonces su esposa, que comprendía lo difícil del trabajo del esposo como catedrático de griego, supuso que en un empacho de estudios, había sido presa de un momentáneo ataque de locura. Y se asustó. No podía comprender cómo su marido, que había salido pocas horas antes de su casa siendo catedrático de griego, regresaba, así tan de repente, siendo además alcalde de Barcelona. Hasta que —con evidente retraso de la comida familiar— él. explicó detalladamente lo ocurrido, no pudo comprender que se había convertido en alcaldesa.

    En la sesión celebrada por el Ayuntamiento el 8 de octubre quedó definitivamente elegido alcalde el señor Banqué. Sin embargo, duró poco, y casi puedo afirmar que el señor Banqué dimitió ante mí la Alcaldía.

    Veamos cómo. Desde que tomó posesión se decía que el señor Banqué no podía digerir ni asimilar las complicaciones del cargo. Fallándome el 9 de octubre en su despacho, me avisaron que el cónsul general de Francia y tres representantes del Gobierno francés en la Exposición del Mueble a que hemos aludido anteriormente, deseaban cumplimentar al acalde y despedirse de él. Después de saludarles, les acompañé rogándoles tomaran asiento en el antedespacho mientras anunciaba su visita al alcalde. El señor Banqué me hizo repetir dos o tres veces el objeto y nombres de los visitantes. Añadió:
    —Espere un momento y con mucho gusto les recibiré.

    Regresé al antedespacho para comunicárselo a los visitantes y estuve
    un ratito esperando que el timbre sonara o que el señor Banqué abriera la
    puerta de su despacho. Como quiera que transcurría el tiempo y encontraba poco cortés la espera, con cierta autoridad, que quizá no me correspondía, pero que asumía para el mejor servicio de la ciudad, entré en el despacho del alcalde y con enorme sorpresa mía lo encontré vacío. Me dirigí al despacho de la secretaria particular, contiguo al del alcalde, y el conserje me informó que el señor Banqué, sombrero en mano, había salido hacía un momento en dirección a la escalera situada frente a aquella parte del edificio municipal y recayente a la calle.

    Por otro empleado pude comprobar lo que había sucedido: el alcalde se había ido a su casa. Es fácil comprender mi situación. Era preciso encontrar un allcalde, no importaba cuál, pero que pudiese recibir a los delegados franceses. Afortunadamente se hallaba en la Casa don Ramón María Puigmartí, hombre práctico e inteligente, a quien por ser el primer concejal que hallé, expliqué lo que ocurría; asombrado y sereno, se dirigió a la Alcaldía, entrando en ella por la puerta de la Secretaría, mientras yo salía por la de enfrente, invitando a los visitantes a pasar al despacho del alcalde. El señor Puigmartí, con mucha habilidad, les pidió perdón por la espera, callándose, naturalmente, la causa. Al salir de la entrevista a la que yo asistía requerido por el señor Puigmartí, el cónsul general de Francia, asombrado y sonriendo, me dijo:
    —En muy pocos días he conocido cuatro alcaldes: el marqués de Alella, el señor Maynés, el señor Banqué y ahora el señor Puigmartí. Todos muy amables, pero ¡quizá son demasiados!

    El día 10 se hizo pública la dimisión del señor Banqué. Me imagino lo tranquilo que comería aquel día diciendo a su esposa: «Ya no soy alcaide.» Su dimisión, a juicio incluso del gobernador, general Losada, fue motivada por haber recibido anónimos amenazadores. Es posible. Su temperamento de intelectual no era muy a propósito para recibir amenazas, aunque de momento sólo fueran escritas.

  • Declarada la República (y el Estado Catalán), Maciá («soy presidente»), Companys («soy alcalde»), Iglesias, la CNT y otros intentan aprovechar el vacío de poder

    El funcionamiento de la república catalana
    La nota del señor Maciá proclamando el Estado Catalán
    BARCELONA 15.-Hecho la proclamación del Estado Catalán por el señor Maciá y cuando éste se encontraba en el Palacio de la Diputación, se le presentaron un oficial de Infantería y otro de Artillería, ofreciéndosele, según dijeron, en nombre de la guarnición de Barcelona.

    Después el señor Maciá, hablando con los periodistas, manifestóles que había telegrafiado al señor Alcalá Zamora para comunicarle que había proclamado la República Catalana, constituyéndose en su presidente. El señor Alcalá Zamora le ha contestado monstrándose conforme y dándole cuenta de la marcha de los sucesos políticos en Madrid.

    El señor Maciá facilitó más tarde la siguiente nota:

    «En nombre del pueblo de Cataluña proclamo el Estado Catalán bajo el régimen de la República Catalana, que libremente y con toda cordialidad anuncia y pide a los otros pueblos hermanos de España su colaboración en la creación de una Confederación de pueblos ibéricos, ofreciéndoles por los medios que sean librarles de la Monarquía borbónica. En este momento hacemos llegar nuestra voz a todos los Estados libres del mundo en nombre de la libertad, de la justicia y de la paz de los pueblos. – El presidente de la República Catalana, Francisco Maciá.»

    A la vez ha dirigido a todos los alcaldes de Cataluña el siguiente telegrama:

    «En el momento de proclamar el Estado Catalán bajo el régimen de República Catalana, os saludo con toda el alma y os pido que prometáis la colaboración para sostenerla, comenzando por proclamarla en vuestras ciudades y preparandoos para defenderla cuando os lo pida. Por la libertad de Cataluña, por la hermandad con los otros pueblos de España, por la paz internacional, sabed haceros dignos. – El presidente de la República Catalana.

    Los delegados del señor Maciá se incautan de las comunicaciones

    Por acuerdo del presidente de la República Catalana, varios delegados se incautaron de las oficinas de Telégrafos, de la Administración central de Correos y de la Central de Teléfonos.

    De Telégrafos se hizo cargo el que era oficial de dicho Centro y ha estado varias veces detenido por relación con los elementos revolucionarios, señor Escrich. De la Central de Correos se posesionó don Artemio Aiguadé, hermano del doctor del mismo apellido, y en la Central de Teléfonos se instaló el señor Miralles Pi, periodista, que ejercerá allí la censura para evitar que en las informaciones que se transmitan se den noticias tendenciosas, y sobre todo alarmistas, de sucesos.

    Numerosas manifestaciones

    Entre tanto, a medida que avanzaba la tarde las calles estaban llenas de público, recorriendolas en numerosas manifestaciones, algunas de las cuales iban con bandas de música, otras, llevando bustos de la República, y en general, los manifestantes con banderas de la República y banderas catalanas, dando vivas, cantando la Marsellesa y otros himnos del mismo carácter.

    En la plaza de Cataluña, un joven que pasaba en automóvil ha hecho unos disparos al aire, como protesta contra la actitud de algunos grupos de manifestantes. Estos le han rodeado, apaleándole, y la fuerza pública le ha protegido, llevándolo detenido.

    El gobernador recibe la orden de resignar el mando

    Al atardecer, el exconcejal y exdiputado radical don Emiliano Iglesias, con un grupo de elementos republicanos, se trasladaron al Gobierno civil para pedir al señor Márquez Caballero que le hiciera entrega de los poderes. El gobernador se negó en absoluto.

    El señor Iglesias se presentó nuevamente en el Gobierno civil, y como el señor Márquez Caballero, después de discutir con él, se retirase a sus habitaciones, se hizo presentar a los funcionarios que en el Gobierno se hallaban, incluso el jefe de la Guardia de Seguridad, todos los cuales le ofrecieron servir a la República con absoluta lealtad. El señor Iglesias dijo que se congratulaba de estas manifestaciones y que quería hacérselas saber al público.

    Efectivamente, salió al balcón con dicho oficial; pero los grupos, formados por varios millares de personas, prorrumpieron en gritos y denuestos tratando, al parecer, de penetrar en el edificio. Finalmente, y después de una serie de pequeños incidentes, los guardias se quitaron los escudos de los cascos y el oficial también hizo lo propio, con lo cual se calmaron los ánimos de los manifestantes.

    Casi al mismo tiempo que esto ocurría, el señor Márquez Caballero, puesto al habla con Madrid por teléfono, recibió orden del señor Maura para que resignase el mando en el presidente de la Audiencia.

    Don Emiliano Iglesias se niega a obedecer las órdenes de Madrid

    El presidente de la Audiencia se personó en el Gobierno civil para hacerse cargo del mando, conforme a lo comunicado por el nuevo ministro de la Gobernación, pero el señor Iglesias se negó a entregarla y, dirigiéndose luego a los periodistas y personas allí reunidos, dijo que actuaba en nombre del Comité Ejecutivo de Acción Ciudadana del partido radical en vista de que los elementos republicanos de Maciá se han hecho cargo de la Diputación y el Ayuntamiento. Hizo también un gran elogio al sentido de la disciplina del general Despujol, al que había visitado, y el cual le dijo que entregará el mando a quien le ordene el ministro del Ejército del Gobierno constituido, pero no a ninguna otra persona.

    Añadió que había saludado a los oficiales del Ejército que se encontraban en el antedespacho del capitán general, diciéndoles que había que pensar en España sobre todo, y que con esto ya quería significar bastante. Por último, ha dicho que facilitaría más tarde una alocución al pueblo de Barcelona.

    Se intenta asaltar y quemar el Archivo Antropométrico

    … A las diez de la noche un numeroso grupo se presentó frente a la delegación de Policía de Atarazanas, en donde está el archivo de ficheros antropométricos, con el intento, al parecer, de asaltar aquélla y destruir el archivo.

    Ante la actitud de los manifestantes, los guardias de Seguridad hicieron varios disparos, resultando muerto un soldado, que pasaba, al parecer casualmente, por aquel lugar, del batallón de Cazadores de Estella, y que no ha sido identificado, y varios heridos.

    En Capitanía fueron asistidos de heridas de arma de fuego Andrés Castillo y José Roquet, ambos guardias civiles. No se tienen más detalles.

    A medianoche se promovió un tiroteo – sin que se puedan saber las causas – en la calle de Anselmo Clavé, resultando muerto el vigilante nocturno Buenaventura Alsina, de cincuenta y cuatro años, y gravemente herido el guardia de Seguridad número 555, que ha ingresado en el Clínico.

    En el centro de Barcelona, a primera hora de la madrugada, continuaba extraordinaria animación, funcionando normalmente todos los teatros y establecimientos públicos.

    Nota de los Sindicatos Unicos

    Los Sindicatos Unicos han remitido la siguiente nota a los periódicos: «Ha sido proclamada la República en España. El nefasto Borbón que nos tenía la argolla al cuello, ha tenido que dejar el Poder. El Ayuntamiento, la Diputación, Correos y Telégrafos, están en manos del pueblo. Para sancionar estos hechos, el pueblo debe manifestarse en la calle. No nos entusiasma una República burguesa, pero no consentiremos una nueva Dictadura. Contra una posible reacción de los elementos armados, el pueblo debe estar en pie. Si la República ha de consolidarse indudablemente contando con la organización obrera. Como condición previa exigimos la inmediata libertad de todos nuestros presos. Después de este primordial, impondremos otras condiciones. La Confederación Regional del Trabajo de Cataluña declara la huelga general y está a la expectativa de los acontecimientos. Por la libertad de los presos, por la revolución, ¡viva la Confederación Nacional del Trabajo de España! Por la Organización obrera Comité Regional de Cataluña, Federación Local de Sindicatos de Barcelona.»

    Asalto a las cárceles

    A las cinco de la tarde, el director de la Cárcel Celular tuvo noticia de que llegaba una manifestación a exigir la libertad de los presos políticos. Por teléfono pidió al gobernador diciendo que estaba en gran compromiso por no haber presos políticos. El gobernador dijo que mandaba fuerza y que procurase contener a la manifestación. No fiándose de ello, el director comunicó con el capitán general, quien le contestó que iba a proclamar el estado de guerra y que mientras llegaba la manifestación la contuviese, que él mandaría un destacamento de la Guardia civil. Mientras tanto, llegó la manifestación, prendieron fuego a la puerta de la Cárcel, la derribaron con picos y mazas y dejaron en libertad a los 600 presos, casi todos ellos por delitos comunes. Han quedado solamente dos presos ciegos y tres locos.

    En la cárcel de mujeres ha ocurrido lo mismo. Fueron libertadas todas las presas y rotos los archivos y tiraron la fichas antropométricas.

    Asalto a Correos

    A primeras horas de la madrugada varios individuos se presentaron en el edificio de Correos e intentaron desarmar a unos guardias, lo que consiguieron. Cuando estaban en la parte superior donde había otros guardias con carabinas les encañaron las pistolas los desconocidos disparándoles varios tiros. Una de las balas tropezó con un mauser y otra rozó la rente de un guardia. Los guardias se defendieron disparando sus carabinas y matando a dos de los asaltantes que sujetaban con las manos sus pistolas. Los otros asaltantes se dieron a la fuga.

    Los estudiantes aceptan la República Catalana

    El presidente de la F. U. E., señor Sbert, que desde los primeros momentos estuvo ayer al lado de los republicanos, y que asistió a todos los actos que tuvieron lugar desde la proclamación de la República en Barcelona, manifestó a los periodistas que acababa de hablar con el presidente de la República Catalana, señor Maciá, poniéndose incondicionalmente a su disposición para la defensa del régimen naciente. Expuso que la F. U. E. tiene ya reconocida la fórmula federal del Estado en sus estatutos, y por tanto, no es, para ella ninguna violencia acatar la modalidad de la República federal, sino por el contrario, encaja perfectamente en su ideario.

    En cuanto a la actitud de los estudiantes, dijo que éstos volverán inmediatamente a la Universidad, por cuanto ha terminado su pleito de incompatibilidad con el régimen.

    El ministro del Gobierno provisional de Cataluña señor Carrasco, a Madrid. – Nicolau y Maciá conferencian

    A primera hora [del día 15] salió para Madrid en avión el ministro del Gobierno provisional de Cataluña, señor Carrasco, encargado de una misión especial cerca del Gobierno central.

    Al mediodía llegó al aeródromo del Prat del Llobregat el ministro de Economía del Gobierno central, Nicolau d’Olwer, el cual celebró una conferencia telefónica con el presidente, señor Maciá, y acto seguido reanudó su viaje aéreo hacia Madrid.

    El autor de la muerte de don Eduardo Dato en libertad

    Se ha ordenado que sean puestos en libertad quince presos políticos y sociales que estaban en Figueras. Entre ellos figura Pedro Matéu, condenado a cadena perpetua por la muerte de don Eduardo Dato.

    El presidente del Gobierno provisional de Cataluña aplaudido por la multitud

    … A las cuatro de la mañana [del día 15] desfiló por la plaza de la Constitución un regimiento de Infantería, con una banda de música, y al llegar al Palacio de la Generalidad, donde estaba reunido constituído en sesión permanente el Gobierno provisional de Cataluña, el presidente, señor Maciá, salió al balcón y fue saludado calurosamente por la multitud reunida en la plaza.

    En el zaguán de la Diputación formó un piquete de Ingenieros, que al paso de una compañía de Carabineros, precedida por la bandera republicana, rindió los honores correspondientes.

    [Cese rector de la universidad]

  • Testigo de los combates del lunes

    Maandagochtend was de spanning niet meer uit te houden. Het schieten in de nabije verte duurde voort, en van onze heuvel uit zagen wij steeds meer gebouwen in brand. Thans scheen ook de Sagrada Familia rook uit te slaan, deze vreselijke stenen sigarenkoker van Gaudí, waarop de Catalanen zo trots zijn, en die eeuwig een moderne ruïne zal blijven, omdat de ondernemers geen geld meer hebben en wachten moeten totdat de armen genoeg geschonken hebben om weer verder aan dit monument van wansmaak te kunnen bouwen. Een steeds dikkere rook steeg op van de voet der torens; het brandde al urenlang, en een rooknevel hing over de gehele wijk, een uitgesproken arbeiderswijk. De kerk van Bonanova, vlak bij ons, brandde reeds sinds gisteren; een arbeider op de heuvel die enkele huizen daar vandaan woonde, vertelde ons, dat men er wapens en munitie had gevonden.

    Alles had ik eerder verwacht, dan dat de kerken tot arsenalen, forten en kazernes zouden dienen, en de kloosters, – zelfs vrouwenkloosters, – tot hoofdkwartieren van de militairen. Toch bleek de waarheid hiervan al aanstonds bij het bezoeken van die wijken, waaruit de gevechten reeds waren weggeluwd om op andere punten te worden voortgezet. Daar stonden de ooggetuigen en de bezoekers in kleine groepjes bijeen, en de eersten wezen precies aan, hoe de machinegeweren op de torens en de daken van de kerken opgesteld waren. Zij wezen ons de gaten in de tegenoverliggende muren, die alleen van die punten uit hadden kunnen ontstaan. Op de Rambla, een der drukste handelsstraten van de stad, werden de civiele voorbijgangers regelrecht onder vuur genomen van een kerk uit, die zoals kort daarop bleek, door middel van een geheime gang met een kantoorgebouw daarnaast verbonden was. De aanval bleek zorgvuldig voorbereid.

    Het rechte van wat er gebeurde kwamen wij nog altijd niet te weten. De enkele mensen die wij spraken, waren er zelf niet achter. Ieder zag slechts het accidentele van bepaalde straatgevechten, bepaalde overwinningen. Maar omtrent de politieke betekenis die dit alles bezat, tastten wij nog volkomen in het duister. Die was niet te overzien.

    Des avonds gingen wij wederom naar onze Plaza, die ditmaal drukker bevolkt bleek. Een troep jonge arbeiders stond er opgewonden te debatteren. Een paar hielden het blad van een krant in de hand, en in groepjes stonden de anderen er omheen om mee te kunnen lezen. Wij drongen ertussen, er was eindelijk nieuws!

    Het was de ‘Solidaridad Obrera’, het orgaan van de anarchisten. Wij lazen slechts de opschriften, om in het halfdonker zo snel mogelijk alles te kunnen begrijpen: ‘Arbeiders, bewapent u. Proletarische broeders, trekt als één man op ten oorl… De verraders, generaal Goded met vier van zijn medeplichtigen, gevangen genomen. Te wapen, kameraden! Ieder melde zich aan bij zijn syndicaat om wapens en munitie te ontvangen. Proletariaat van Catalonië, wij zullen gemeenschappelijk de fascistische rebellen verslaan!’

    Het blad werd ons uit de handen getrokken, maar wij hadden genoeg gezien. Plotseling raasde een vrachtauto op ons toe, vol bewapende arbeiders. Maar niemand op de Plaza was meer bang, het waren ‘de onzen’ die immers de macht in handen hadden. Men stormde om de vrachtauto heen. – ‘Salud, camaradas! Hebben jullie kranten?’

    Neen, ze hadden er geen. Een korte uitwisseling van indrukken volgde, en de auto raasde verder. Er kwam er wéér een. Ditmaal vol met blauwe uniformen. Guardia de Asalto, de spaanse storm-politie. De wagen hield stil, en ik kon nauwelijks mijn ogen geloven: zij hieven de gebalde vuist op, en groetten: ‘Salud, camaradas!’ Het was een zeldzame sensatie, deze professionele verdedigers van de machthebbers de groet te zien brengen van het uitgebuite volk. Toen wij de dag daarop een Guardia Civil (maréchaussée) een arbeider zagen omhelzen, begon alles op een sprookje te lijken.

    Toevalligerwijze bemerkten wij in een voorbijrazende auto Juanito, en nog een andere bekende, Paco. Ook zij hadden ons gezien en stopten. Wij bestormden elkander met vragen.

    Paco en Juanito waren beiden bewapend, met revolvers die zij reeds ontzekerd in de hand hielden. Een paar der inzittenden bezaten ook geweren: een jachtgeweer en een goede karabijn.

    ‘Vechten jullie niet mee?’ vroeg Juanito met ironische verbazing.

    ‘Vreemdelingen…’ zei Paco, een tikje verachtelijk.

    Maar de mannelijke ijdelheid zette hen over de lichte teleurstelling heen, dat wij slechts toeschouwers gebleven waren. En zij begonnen opgewonden de toedracht van zaken te vertellen. De officieren van een paar aan de rand van de stad liggende kazernes hadden hun manschappen getracteerd op cognac, en ze toen de straat op gecommandeerd ‘ter verdediging van de republiek.’ Bij het universiteitsgebouw vond het eerste treffen plaats, een tweede troep rukte van het Noorden aan, een derde van de haven uit. Zo zouden zij het centrum van de stad als het ware kunnen insluiten. Maar de patrouilledienst der arbeiders had goed gefunctioneerd; uit zijstraten, hoeken en portieken drongen zij te voorschijn, verschansten zich achter stenen banken en bomen, en namen de verraste soldaten onder vuur. De officieren voerden licht veldgeschut en machinegeweren aan; de kanonnen werden door er op los stormende mannen en vrouwen genomen, die ze veroverden met de blote handen, of met geen ander wapen dan knuppel en keukenmes.

    ‘Hoe zijn jullie dan aan vuurwapens gekomen?’ vroeg ik. ‘Een paar kameraden uit het havenbedrijf wisten, dat er een schip vol wapens aan een der kaden lag. Dat schip hebben we met behulp van kameraden van de F.A.I. zondagochtend in alle vroegte leeggehaald. En toen wij eenmaal de kazernes en de kloosters hadden, waarin wij stormenderhand zijn binnengedrongen, kwam er genoeg te voorschijn.’

    Juanito scheen jaren ouder geworden te zijn in die enkele uren.

    ‘De twee grootste slagen,’ sprak Paco, de bedaardere, ‘zijn op de Plaza de Cataluña en in het havenkwartier, bij de Capitanía geleverd, vanwaar de Rebellen het hoofdcommando voerden. De telefooncentrale is regelrecht belegerd en met geschutvuur genomen. Maar wij wisten, dat dit gebouw tot elke prijs in onze handen moest blijven. Aan de overkant hadden de militairen zich in het Hotel Colón sterk gemaakt. We hebben ze er ook uit gekregen, net als uit de Capitanía.’

    ‘En hoeveel verliezen?’ vroeg mijn gezel. ‘Veel. Doden en gewonden tezamen: enige honderden minstens.’

    ‘Caramba!’

    Bij de haven was Ascaso gevallen, de bekende anarchistenvoorman. C.N.T. en F.A.I. hadden de morele leiding van de tegenweer gehad. Bijna alle arbeiders droegen het zwart-rood van de Anarchistische Federatie, en de auto’s waren met hún letters beschilderd. Ook Estat Català (regionalisten) en P.O.U.M. (revolutionaire socialisten) vielen op. Van de P.S.U. (IIIde Internationale) was aanvankelijk het minst te bemerken, wat wel merkwaardig is voor een partij die zich later het breedst gemaakt heeft.

    Wij besloten elkander de volgende morgen in de stad te ontmoeten.

  • Primera Asamblea Libre de Estudiantes de la Universidad de Barcelona

    Otro movimiento importante que se origina durante [la segunda mitad de los cincuenta] es el estudiantil. Los estudiantes de la Universidad de Barcelona realizan el 6 de noviembre una manifestación en contra de la intervención soviética en Hungría. Se producen enfrentamientos con la policía, que continúan hasta el día siguiente. Ésta bloquea la salida de la universidad y, por primera vez desde 1939, entre en ella, carga contra los estudiantes y cierra el centro. A raíz del nuevo boicot por la subida de los precios del tranvía y aprovechando la visita del director general de Enseñanza Universitaria, el 21 de febrero de 1957 los universitarios organizan una asamblea de estudiantes, a la que invitan al claustro de profesores. Es la primera Asamblea Libre de Estudiantes de la Universidad de Barcelona; en ella, los estudiantes reinvindican la salida de la policía de la universidad, la vuelta a la normalidad académica, la eliminación del Sindicato Español Universitario (SEU), la libertad de expresión… Por supuesto, esta asamblea acaba con detenciones y una dura represión policial.

  • Decreto creando la Facultad de Informática de la Universidad de Barcelona

    Al principio de los años sesenta no había en España enseñanza reglada en temas informáticos y la formación del futuro personal informático quedaba reducida a los cursos de especialización impartidos por las empresas fabricantes y que comercializaban ordenadores. Más tarde, en el año 1969, se creó en Madrid el Instituto de Informática y, en la década siguiente, el Decreto 593/1976, de 4 de marzo, creó las Facultades de Informática de Barcelona, Madrid y Bilbao, cuyas enseñanzas se regularon en la Orden ministerial de 5 de junio de 1976.