Annus domini DCCCCº octuagesimus VIº, anno XXXIº regnante Leutario rege, die kalendas iulii, IIII feria, obcessa est Barchinona a sarracenis […] in eadem mense II nonas capta est ab eis et hibidem deperiit omnem substantiam quam hibidem congregaverant homines terrae illius. Ibidemque capti vel mortui […] sunt omnes habitantes eadem civitatem vel eiusdem comitatu qui hibidem intraverant ad custodiendum vel defendendum eam. Et qui residuus extiit mortuis vel captivus ductus est usque in Cordoba. Inter quos ethiam ductus est et hunc Motionem, filium Fruiani, condam […]. Motion auxiliante Deo regressus est a Corduba usque in Caragotia et hibidem infirmatus est infirmitate unde obiit […]. Et ipso suo alaude qui est ad ipsa Perella et ipso molino qui est ad Bisautio carta inde fecisset […] ad filio suo Wisado si remeasset […]. Et ipsa sua terra quod habebat in Siriano, iuxta Sancti Vicentii, vindere fecissent et ipso pretio dare ad Ermisinda captiva. Et ego Aurutio et Ega femina reversi summus de captivitate […]
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María Ana de Austria se muestra muy religiosa
La pluma que en breves líneas quiere cifrar grandes sucesos, echos memorables, extraordinarias grandezas y heroicas azañas, si lo consigue eterniza su fama, y si no huela presurosa á la nota de atrevida; pero aunque la mía por su rudeza sé que lleba siguro este epíteto y sanbenito, discúlpela el curioso, pues por no condenar al silencio las religiosas acciones de nuestra Reina de Ungría, en repetidas visitas á los combentos, en sus siempre piadosos ejercicios y eróica virtud, junto con las sumtuosas fiestas, célebres regocijos y reherentes obsequios con que la recivió, veneró y cortejó esta ciudad (siempre invicta), me expongo tan voluntario á padecer calumnias de atrevido.
El día catorce visitó S. M. el combento de religiosas capuchinas; el día 15 el de la virgen y mártir Santa Madrona; el día 20 las descalzas de San Joseph; el día 21 las del Real monasterio de San Pedro de las Puellas, y el día 24 las de Jerusalem: en todos fué recivida sigún devía tal persona, y en todos cortejada; sigún su poder, adrezaban las iglesias y casa quan primorosa ricamente podían, y en afectuosos rendimientos servían á S. M. con sus boluntades, esplendidas meriendas, con diversidad de dulces, que era lo que el santo tiempo de la Kuaresma dispensava; las capuchinas y capuchinos con las descalzas, no excedieron sus mesas de á veinte platos cada una, mostrando en su modestia su instituto y pobreza; la de San Pedro con sesenta, y Jerusalem con 80; pero qué mucho que Jerusalem excediera, quando (salvando el decoro á tanta pureza) ha sido siempre excepción la antigua Jerusalem. En todos hizo salvo S. M. quitando algo, y franqueando puerta y manjares á las damas cathalanas, que en estas visitas la quisieron ir siruiendo, y dejándose besar su real mano por las religiosas. Vamos ahora á los ejercicios de la Semana Santa.
Lunes Santo, á 25 de Marzo, día de la Virgen, y en que la Iglesia nos representa el principio de nuestra redempción, con piadoso ánimo y humildad rara dio Su Magestad un famoso banquete á doce pobres, y parece que quiso con esta acción lisonjear al que, dejando supremos alcázares en el imperio, bajava á ser pobre y bestirse de pobre.
Jueves Santo y día 28, después de haver asistido en San Francisco á los Divinos Oficios y dejado ya en el monumento á Xpto. Sacramentado, pasó S. M. al aula capitular del mismo combento, en donde, con liberal grandeza ó incomparable piedad, tenía dispuesta una espléndida comida á doce pobres. Allí con indecible humildad sirvió á los pobres, que, atónitos de verse servir por una Reyna, quedaban como embelesados. Acavada la comida y recojido en doce canastos lo que sobrava, que no será bien describirlo siendo quien es lo que la franqueava, y repartido de su mano en cada pobre ocho baras de famoso paño y seis rreales, añadiendo á las mujeres ocho baras de cambray para tocas, pasó á la más famosa acción de su grande humildad, que fué, arrodillada, labar los pies á un pobre muchacho que havía sido cabeza de la mesa. En caracteres de bronze deviéramos mirarnos, para confusión de nuestra vana estimación.
Aquella tarde, la del día siguiente y el sávado, vio las procesiones de la Sangre, Licenciados y Soledad, todas con gran deboción, y procuraron todos aquel año aumentar el número de las achas, y lo rico de los misterios (Los pasos), que siendo público en todas las naciones lo grandioso de estas funciones en Barcelona, inútil será el repetir descripciones.
PROSIGUEN LOS AGASAJOS Á LA REINA. -VISITAS DE ÉSTA EN ALGUNOS COMBENTOS, Y FIESTAS AL EMBAXADOR QUE LLEGÓ DE UNGRÍA.
El lunes 8 de Abril, y pasada ya la celebridad de la Pasqua y día en que la Iglesia celebraba la festividad de la Anunciata por haver sido en Lunes Santo, el embajador de Alemania festejó á la úngara Reyna con la fiesta de un estafermo, que con la primer nobleza corrió en la plaza ó llano de San Francisco, y con ricas y vistosas galas, y tanto que la pluma no puede descifrar ni lo galán, lo vizarro, lo vello ni lo rico de esta fiesta. Eran estos hijos de Venus en lo hermosos y de Marte en lo valerosos, Don Grao Guardiola, maestre de Campo; el embaxador de Alemania y el Barón de Retevilla, D.Pedro Aymeric y Don Juan de Eril, Don Francisco Junent y Don Ramón Torres, Gerónimo Gomer, Don Bernardo Calba, Don Alexos Grimau, Don Ramón Calders, Diego Vergos, Don Diego Quiroga, Don Joseph Calvo, Don Gregorio Mercado, Don Ramón Semmenat, Vizconde de Jop y Gerónimo Gavar, que salieron á la plaza de dos en dos con gran orden, vizarría y variedad de plumas y galas, tanto, que parecía aquel brebe sitio campo hermoso de florida primavera. Empezó el embaxador á correr las primeras lanzas, y luego sucesivamente los demás, con tal denuedo y presteza, que pudo el cielo ver por celosía aquel teatro de Marte. La ungara Magestad asistió en su balcón bajo un rico y pomposo dosel, vestida de blanco tan ricamente, que solo la imaginación podrá explicarlo: acavada la fiesta Don Grao Guardiola repartió los prisos: el 1.° al embaxador de Alemania; el 2.º al vizconde de Jop.; el 3.° al barón de Betivilla; el 4.º á Don Ramón Semmenat, y el 5.° y último á Don Bernardo Calba; todos como es estilo los presentaron á las damas de la Reyna, puesto cada priso (Premio) á la punta de una lanza y con las devidas reberencias y corteses cumplimientos que se acostumbra. Goncluióse con esto el estafermo; y aquella misma noche, en el salón del Puente de Palacio se celebró un grande sarao, en que concurrieron todas las damas cathalanas, con ermosas, ricas y vellas galas, y ya estavan mirando el festín del estafermo en el ventanaje del mismo balcón ó Puente de Palacio. Jueves, á once de Abril, visitó S. M. el cómbente de Valldoncella, en donde fué recivida con mucho obsequio y regalada con famosa merienda: besáronle la mano las señoras monjas. El día 14 visitó el cómbento del Carmen y luego tomando el coche, y dando vista á barias calles de Barcelona, se bolvió á su palacio. El día 15 fué al cómbente de capuchinos de Monte Calvario, en donde, después de haver visitado la iglesia, entró por el cómbento, y pasando á la guerta, la sirvieron aquellos padres una merienda de ensalada y frutas secas, y comió S. M. con buen gusto; que aunque las viandas no eran exquisitas, servíalas una rendida y obsequiosa voluntad; y viendo que la noche amenazaba con sus negras sombras, restitoiose á su Palacio, en donde la dejaremos hasta tratar de su embarcación y viaje.
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Fiesta de San Isidro
Ningun santo por encumbrado que fuese el lugar que ocupó en el mundo, cuenta con tantos clientes como el bendito san Isidro, y no sabemos si quizás serian los hombres mas felices si fuese mayor el número de esos clientes. Muy lejos nos llevaría el discurso, si dándole rienda suelta escribiéramos todo lo que nos iría dictando, y fuera necesario meternos en el resbaladizo terreno de la ilustracion, y pasearnos por el escabrosísimo de la política, en donde nos saldrian al paso los amigos de la agricultura y los defensores de la industria, y al fin y al cabo despues de tropezar y de resbalar y de andar á gatas, probablemente acabaríamos por rompernos la cabeza, y decir grandes y muchos disparates en concepto de unos, y verdades como el puño en opinion de otros. Recorran pues esos terrenos los que escriben ad hoc, como suele decirse en la moderna jerga, y hablen y desbarren, que todos lo hacemos, que es una bendicion de Dios.
El Añalejo avisa hoy á los devotos de Barcelona para que acudan á la iglesia de san Pedro de las Puellas, en donde los hortelanos de las inmediaciones de la puerta nueva obsequian con una solemne misa á su patron san Isidro, y avisa tambien á los devotos del Pla, que los labradores de Sans, Sarriá, las Corts, san Gervasio, Gracia y otros pueblos obsequian asimismo al santo labrador con una buena funcion en la iglesia, y luego festejan á las doncellas y casadas con bailes de envelat y de salon, en donde ellas y ellos se divierten á mas y mejor, y nó tan candorosamente como se divertía san Isidro. Si este santo viene en dia de entre semana, los bailes suelen reservarse para el primer domingo, lo cual prueba que nuestros labradores son amigos del baile, pero nó tanto, que por él olviden el trabajo, lo cual es uno de los rasgos que hacen la apología de estas honradísimas gentes. Quiera san Isidro ser su intercesor para con Dios, á fin de que tengan tan buenas cosechas como merece su continuo y duro trabajo, el mas pesado y molesto de cuantos ejerce el hombre, y el que por desgracia queda muchas veces peor recompensado.
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Fiesta y feria en san Pedro de la puellas
Funcion solemne en la iglesia de san Pedro de las puellas situada en el punto mas septentrional de la ciudad. En la plaza y calles inmediatas tiene lugar la feria de juguetes. El mismo carácter que la que dejamos mencionada en el artículo perteneciente al dia 24 del corriente. Gritos, chiflidos, caramillos y las consonancias de los acordeones, sin mas variacion que el aire andante ó alegro que les imprime la mano que los afuella.
Puesto que en esta época con corta diferencia, empieza á tener lugar la costumbre de las enramadas en varias calles de la ciudad, con motivo de la fiesta del santo titular de la parroquia, calle etc, quisiéramos aqui hacer mencion de ella ya que va perdiéndose, como se pierden todas para ser reemplazadas por otras mejores ó peores, que no es de nuestra incumbencia el calificarlas. Pero dejarémoslo para otro dia donde mas sensible se hará su falta y bastará por ahora haber hecho esta apuntacion para que el forastero no tenga que preguntar, qué significan esos cordeles puestos en zig-zag en ciertas calles á la altura de las puertas, y ahorcajadas en ellos algunas ramitas de boj ó de lentisco; qué objeto tienen esas cadenas de papel enlazadas con los susodichos cordeles, y sobre todo esas lámparas de aros de caña cubiertos de papel de colores en forma cónica ó esférica donde se derriten, mas que arden, unos cabos de vela de sebo.
Todo esto esplicarémos mas adelante, pues por hoy eso te basta, lector pacienzudo.