El primer dia de Cuaresma casi queda despoblada la Ciudad, saliendo los habitantes de todas clases al campo á enterrar como dicen al Carnestoltas: todos los pueblos casas y campos mediatos están llenos de gente, y su regreso hacia la noche á sus hogares es uno de los golpes de vista mas sorprendentes, pudiendo asegurarse que por la Puerta del Ángel solamente, entran mas de cuarenta mil personas.
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Miércoles de ceniza, 1848
Hé aqui un dia que no es lo que representa, pues debiendo serlo de compuncion y de arrepentimiento, lo es en Barcelona y en otros muchos puntos, de solaz y de alegría mundana por demas y bulliciosa. De derecho da el carnaval el último suspiro en los bailes de la noche anterior, pero de hecho vive durante todo este dia; y cual la lámpara que antes de quedar estinguida arroja un momento de luz mas viva, el carnaval cuya existencia es en rigor de unos tres meses, hace durar su última boqueada un dia entero, y da en él tantas señales de vida que no parece sino muy distante de morirse.
Cansadas las gentes de reprimir esa caliente y pesada atmósfera de los bailes, salen al campo el miércoles de ceniza á llenarse de aire libre y divertirse á rienda suelta, con achaque de enterrar á Carnestoltes; pero salen en tanta abundancia que la ciudad se queda desierta. Á mediodía casi todas las tiendas estan cerradas, transita por las calles poquísima gente, y la poblacion derramada por el campo deja á Barcelona en un silencio lúgubre y casi espantable. La llanura inmediata se cubre de gentes de todas clases, no hay casa de campo á donde no acudan sus dueños y los amigos á dar sepultura á una comilona, y el sinnúmero de familias que no bastan á albergar las casas buscan el quitasol de un árbol, el recodo de un torrente, ó la hondonada de un campo desigual, para improvisar un ajuar menos cómodo que el de casa, pero cuya novedad lo recomienda. Un puñado de yerba ó paja, y cuatro sarmientos ó varitas de árbol seco suplen el carbon y hacen veces de parrillas para asar…..lo que cada uno quiere ó tiene; y la cazuela que vino de casa es segun la conciencia individual el recipiente del pollo con arroz, del bacalao con idem, ó de las tripas de vaca, que cocidas al aire libre y con una viva llamarada, diz que tienen un sabor distinto y mas apetitoso. Á las 12, ó antes de ellas, el padre, la madre, los chiquillos y el perrito, puestos en torno de la servilleta, dan uno y otro ataque á la comida, sazonándola con el vino, que por no pagar derechos es mejor, y con los chistes y las ocurrencias que nunca faltan cuando el corazon está satisfecho. Á la comida sigue el baile, animado por la voz de un amigo, ó por la guitarra de otro, ó por las castañuelas de muchos; mézclanse los grupos, bailan todos á la vez, remojando el gaznate de tiempo en tiempo y mirando con dolor la prisa con que el dia huye, y se acerca la hora de poblar otra vez la ciudad abandonada.
En tiempos normales pasan siempre de cien mil las personas que en tal dia salen al campo, y es muy grande el número de carruages que suben y bajan por el paseo de Gracia llevando y trayendo gentes. Todas ellas al caer el dia van llegando á la ciudad, nó sin aprovechar los últimos momentos en el baile y las bromas. Entran por las puertas despacio y sin atropellarse poco ni mucho, y se derraman por calles y callejones, y métese en su casa cada quisque hambriento de descanso y de sueño. Acaso alguna comitiva hace sonar la música hasta su barrio, pero ese ruido se va desvaneciendo, y se pierde á las nueve de la noche en que la mayoría de la poblacion está sepultada en profundo sueño. Y en medio de ese gentío y de ese bullicio no ha habido una herida, ni una riña, ni se ve el triste espectáculo de un borracho. En esta parte Barcelona es un pueblo modelo, y modelo que tiene pocos imitadores en España, y menos fuera de ella.
¿En dónde está pues la ceniza? Bien puede cualquiera preguntarlo al ver tanta algazara en un dia de recogimiento y de tristeza. De ambas cosas fue la ceniza símbolo en todos los paises del mundo. Muchos pueblos usaron el polvorearse con ella la cabeza en señal de dolor y de arrepentimiento. Con lejía hecha con las cenizas de una ternera sacrificada en el dia de la grande espiacion se purificaban los judíos, y en la iglesia primitiva se comenzaba la penitencia poniendo el obispo un poco de ceniza en la frente del pecador. Esta práctica mandada observar por la Iglesia no se ha interrumpido jamás, y en este dia mientras la mayor parte de los habitantes comen, bailan y cantan por los campos, no faltan devotos que acuden á las iglesias á recibir la ceniza, y á oir aquellas palabras que tan bien esplican la miseria nuestra : Acuérdate hombre de que eres polvo, y polvo te has de volver. Ay! es harto cierto: acudid á la tumba de los que llenaron el mundo con la fama de sus delitos, de sus obras, de sus triunfos, de su saber, de sus virtudes; removed todo lo que hay en esa tumba, y hallaréis polvo y no mas que polvo. Los que hace tres años bailaron y comieron bajo ese árbol hoy son polvo, y polvo seréis vosotros los que hoy bailais y comeis bajo ese árbol mismo. Polvo es quien lo plantó, y el hombre que lo arrancará convertiráse en polvo. Polvo serémos todos: y estas mismas palabras las leerán impresas los hombres cuando serán polvo la mano del que las escribe y la cabeza del que las ha pensado. Acuérdate, hombre, de que eres polvo y dentro de breve espacio te convertirás en polvo.
La congregacion de Ntra. Sra. de la Buena muerte celebra hoy una funcion espiatoria, y en tiempos normales va en procesion desde la iglesia de Sta. Clara á visitar á la Virgen de la Soledad en la iglesia de Nuestra Señora de la Merced, y vuelve á Sta. Clara.
Tambien celebra sus ejercicios espirituales la congregacion de señoras de la Buena muerte. Dios nos la conceda tal á todos, y despues de ella la paz que no hemos conocido en el mundo.
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Cuaresma, 1848
Tuvo en otro tiempo la cuaresma una fisonomía particular que bastaba á distinguirla del resto del año. A las locuras del carnaval sucedia el arrepentimiento, y este daba á todos un aire de compuncion muy análogo á la falta de diversiones públicas, y á la abundancia de ejercicios espirituales con que los hombres se preparaban para ajustar sus cuentas con Dios en el tribunal de la penitencia. Cerrados los teatros desde el miércoles de ceniza inclusive, pasábase la primera parte de la velada en alguna funcion de iglesia, y la restante en tal cual tertulia de familia, donde se divertian los jóvenes con los inocentes juegos de prendas ó con el de la lotería, cuyas puestas eran siempre de pocos maravedises. Dando acaso alguna mayor latitud á esos esparcimientos, reuníanse varios jóvenes, y convidando á las familias amigas daban una funcion de sombras chinescas ó de títeres llamados ninos, y á lo sumo, permitian las madres que en la velada de san José despues de los ninos se bailarán un par de contradanzas, sin mas música que el piano tocado bien ó mal por una de las señoritas contertulias. Desde mitad de la cuaresma gran parte de la poblacion comenzaba á entender en los preparativos para las procesiones de la semana santa, mas en toda la cuaresma no se hablaba una palabra de teatros, salvo sea el miércoles de la semana dicha en que se leían en los diarios y en las esquinas las listas de las compañías teatrales ajustadas para el próximo año cómico que comenzaba en el domingo de Pascua. En algunos años representábase en leatrillos secundarios y de aficionados el drama sacro titulado la Pasion de N. S. Jesucristo, espectáculo á que pocos acudían para divertirse, y muchos con un objeto piadoso cual á semejante representacion corresponde.
Mas adelante continuaron los coliseos cerrados para los espectáculos estrictamente teatrales, pero se abrieron para los titereros, saltimbancos y jugadores de manos, lo cual era un término medio entre lo anterior y lo que vino luego. En efecto, pocos años habian pasado cuando el teatro desconoció la cuaresma, pues durante ella se representaron las mismas funciones que en el resto del año, sin mas escepcion que el miércoles de ceniza, los viernes y las semanas de pasion y santa. Tal es el estado en que se hallan hoy dia las costumbres, y no parece que lleven traza de mudarse para volver á la rígida observancia del período de penitencia. El público, por un sentimiento que él mismo no advierte, protesta de continuo contra los actuales usos, pues la concurrencia á los teatros es mucho mas escasa durante la cuaresma que un mes antes y un mes despues de ella; pero á despecho de esta protesta, la costumbre sigue, y es probable que los jóvenes que ya la encuentran establecida contribuyan á arraigarla. Antiguamente el baile público del martes de carnestolendas era el último, y terminaba á las 11 de la noche; hoy dura hasta la madrugada del miércoles, hay baile público en la noche del primer domingo de cuaresma, y algunas veces lo ha habido en el dia de S José. Todo esto ha hecho que la cuaresma pierda su fisonomía particular, pareciéndose por consiguiente á cualquiera otra época del año.
En medio de esta variacion de las costumbres, consérvense intactas las prácticas religiosas, y el hombre devoto que quiere hacer de la cuaresma un tiempo de recogimiento y de compuncion, halla ocasiones en que entregarse á los ejercicios de piedad, que le disponen para recibir dignamente antes de la pascua el pan de la eucaristía. Crecido es el número de ejercicios espirituales á que son invitados los líeles durante la cuaresma, y tenemos por de todo punto imposible dar noticia entera de ellos, mucho mas cuando no todos los años son los mismos, y los hay que no tienen día fijo en la semana. Indicarémos aquellos que no estan sujetos á variacion, y para los demás remitimos al lector al Diario de avisos, que en el mismo dia ó con uno de anticipacion anuncia todas las funciones devotas.
En todos los lunes de cuaresma, menos en el de quinquagésima, la congregacion de la Buena muerte celebra ejercicios, que consisten en lectura espiritual, varias preces, las letanías, oracion mental, pláticas devotas, sermon, otras preces, y algunos dias hay flagelacion.
En todos los martes de cuaresma la Pia union de devotos de la imágen de Jesus crucificado dedica ejercicios espirituales en la iglesia de Ntra. Sra. de la Esperanza, en honra y gloria del Redentor. Se comienza la funcion á las 6 de la tarde. En los mismos dias se celebran en la parroquia de S. José ejercicios espirituales consagrar dos al Redentor en el paso del Ecce-homo. Se comienza á las 6 de la tarde. La congregacion de la Pasion celebra tambien ejercicios espirituales en los mismos dias y hora en la iglesia de Sta. Ana.
En los jueves de cuaresma la congregacion del Santo Cristo de la agonía consagra ejercicios espirituales á Jesus crucificado. La funcion comienza á las 6 de la tarde.
En todos los viernes de cuaresma hay funciones devotas en las iglesias del arcángel S. Miguel, de los santos Justo y Pastor, de S. Francisco de Paula y de la congregacion de Ntra. Sra. de los Dolores.
En todos los domingos de cuaresma hay sermon en la Catedral durante la misa mayor.
En todos los dias de la cuaresma escepto los festivos, y poco antes de las doce, discurren por las calles de la ciudad los monaguillos de las parroquias llamando con una campanilla á los feligreses, para que vayan á la iglesia en donde se enseña la doctrina cristiana. Como símbolo del objeto de la llamada, llevan en la mano una caña, quizás porque el cura instructor la usa para señalar los alumnos á quienes dirige las preguntas.
Las procesiones de la semana santa que alcanzaron en Barcelona celebridad muy grande, fueron interrumpidas por varias causas en años pasados; restableciéronse en 1844, y siguen haciéndose y mejorando visiblemente. El lector hallará alguna cosa de ellas en el artículo del domingo de Ramos.
No se ha perdido la costumbre de representar la pasion de N. S. Jesucristo, pues es raro que en este ó en aquel teatro de segundo orden no se ejecute, y por lo regular, con numerosa concurrencia de espectadores. La reinante costumbre de estar los teatros abiertos durante la cuaresma no ha hecho absolutamente desaparecer la antigua de sombras y ninos, los cuales si bien han degenerado, todavía son objeto de divertimiento para no pocas familias. Los ninos mas que las sombras han sabido sostenerse, y aun han tomado carácter mas alto, dando entrada al canto, y encargándose de representaciones de mas empeño que las que antes formaban su monótono repertorio.
Como podria suceder que algunos de nuestros lectores no tuviese una idea clara de los ninos, funcion que entre las caseras es durante la cuaresma la que mas tenazmente lucha contra las innovaciones, oportuno nos parece alargar un poco este artículo, dando de este particular espectáculo una sucinta idea. Que del tiempo de Cervantes eran conocidos en España los ninos (que tanto vale como títeres ) no admite duda, pues en una venta dió maese Pedro una funcion de ellos delante de D. Quijote, funcion de la cual, por mas señas, salieron los muñecos descalabrados, y muy sangrada la bolsa del escudero Panza. Desde esta remota época han tenido altos y bajos, crecientes y menguantes, y pasando por todos esos períodos, y acaso por alguno de absoluto olvido, han llegado á nuestros tiempos, y hasta á avecindarse en Barcelona y escriturarse para la cuaresma, pues en el resto del año nada se sabe de ellos. Los ninos refugiados en chiribitiles ó espuestos acaso al público en la puerta de un hostal han tomado humos, adquirido importancia y establecídose en primeros pisos, ejecutando en estos sus representaciones en teatros cuya organizacion es un fac-simile de los teatros públicos. Hace las veces de empresa una sociedad de jóvenes que costean los gastos, hay sus correspondientes director de escena, maquinista, pintores, orquesta, y finalmente todo lo anejo á un teatro, sin faltar una mínima. En la parte material el teatrillo es una miniatura de los teatros: el palco escénico tiene unos siete palmos de ancho, y la elevacion correspondiente, el telon de boca por lo comun es copia del de algun teatro de la ciudad, y casi sucede otro tanto con las decoraciones, trages, muebles y demas aparato escénico. Los niños actores de estos teatros, son unos muñecos de un palmo de altos, fijos en dos reglas de madera que descansan sobre un grueso trozo de la misma materia provisto de ruedas, cuyo movimiento impulsa las reglas, á cada una de las cuales corresponde el pie del títere, que por este mecanismo anda y gesticula segun por debajo estiran, aflojan ó inclinan hácia esta ó la otra direccion los alambres que en los pies y manos tiene clavados. Hablan por ellos mozos imberbes que estan ocultos á la vista de los concurrentes, de modo que un papel está representado á un tiempo por dos actores, de carne y hueso el uno é inanimado el otro 5 lo cual viene á parodiar las representaciones teatrales de la antigua Roma, Para suplir la falta de actrices, harto frecuente, se encargan los papeles de muger á una muchacha de pocos años ó á un barbilindo de voz mugeril: la de unos y otros estensa y fuerte cual la de una persona, forma desagradable contraste con la figura de los títeres; y sin embargo el titerismo no ha sabido por ahora hallar remedio á inverosimilitud de tanto bulto.
En estos teatros se representa todo, se canta y se baila. Desde la produccion mas sublime del genio hasta el sainete mas ridículo y chocarrero, desde el aria de mas empeño y travesura hasta la pieza mas sencilla, vulgar y monótona, todo tiene cabida en esa escena. En ella se perdonan aina los defectos y la osadía de presentar en local tan diminuto obras colosales, en gracia del donaire de los menudos actores. Por imperdonable renuncio se tendría que siendo tales teatros una exacta copia de los de veras, se echase de menos en ellos cosa alguna de las que se ven en estos: en los reputados como de primer órden se representa, si nó una funcion completa de grande espectáculo, una comedia con intermedio de canto y un sainete bilingüe zurcido por algun jóven de la sociedad ninera que de poeta se jacta.
El baile es la parte menos variada de los espectáculos que ofrece la escena titerera, en atencion á ser imposible que cuerpecitos sin alma y tiesos como un huso se dobleguen á las actitudes y á los pasos que solo es dable tomar y hacer á un cuerpo viviente. Penetrados de esto los ninistas se concretan á los saltos en la maroma.
La concurrencia en estos teatros se compone de las familias de los socios, y de los amigos de estos: la sala es por lo comun mas reducida de lo que conviene al número de los espectadores; y á fin de que quepan mas de los que cómodamente podrían, se colocan bancos arrimados unos á otros, ó sillas atadas entre si para que no se pierda una pulgada de terreno. Una araña colgada del centro del techo, y mas de una si lo exige la importancia del teatro, iluminan la sala en que estan las personas apretadas como sardinas en barril, cosa molesta para unos, y muy sabrosa para los mozalbetes, que merced á la estrechez del lugar, estan mas cerca de las rapazuelas á quienes es práctica inconcusa hacer la corte.
Llegada á su término la cuaresma, los teatros de ninos se cierran, y los actores duermen como marmotas, hasta que al estruendo del carnaval del año inmediato, dispiertan alegres, se reunen, renuevan el ajuste y viven y divierten hasta la pascua venidera.
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Domingo 1.º de cuaresma, 1848
Ni los bailes públicos, ni los bailes particulares, ni los bailes de casinos, ni los bailes de tono, ni los bailes de companys, ni los bailes de trages, ni los bailes de los salones que se alquilan para ello, ni las comparsas, ni las locuras de los tres dias de carnestolendas, ni las del miércoles de ceniza, bastan para abitar á los aficionados á la danza, y á las máscaras, y á las travesuras anejas á todo eso, sino que metidos ya en la cuaresma, pugnan por resucitar el carnaval ó por parodiarlo al menos. Tal es el objeto del baile de piñata (pignata) que de tres años á esta parte se da en la noche del primer domingo de cuaresma. En Barcelona esto es una novedad que en el año de gracia de 1848 no cuenta mas fecha que un triennio, y que se nos ha venido acá desde la coronada villa de Madrid. El nombre indica que es estrangero y de tierra italiana. En Madrid es conocido desde muchos años, y solia celebrarse en casas particulares, sin máscara y con fisonomía de tertulia, con la añadidura de colocarse en el suelo ó colgada de un cordon en mitad de la sala una olla (en italiano pignata) que rompia alguno de los concurrentes llevando los ojos tapados. Bota la olla, salian de ella dulces en abundancia, y esto era la parte mas esencial de la diversion. En Barcelona este baile es público, con su correspondiente olla ó bomba de papel llena de dulces, y la coletilla de un reloj de faltriquera y de algun dije mugeril, que uno y otro se rifan entre los concurrentes, con el piadoso objeto de que esto llame mayor número de ellos. Dos años seguidos se ha hecho en el salon de la lonja; en el año 1848 se ha dado en el teatro del Liceo, y es creíble que la costumbre no se pierda, y que toda la variacion que pueda haber en ella sea la del local en que se celebre.