Etiqueta: maresme

https://lh6.googleusercontent.com/-_3k-7Z0Il04/T2W83V_LEKI/AAAAAAAA5RQ/aWkA_vutoe0/s560/maresme.jpg //// Montaña / Molas (?), La ciudad de Barcelona y el Maresma (1779) //// Capmany, Memorias históricas ////

  • La Jamancia: huida de extranjeros

    (Lúnes)

    Desde las doce y media de la pasada noche hasta las cinco y cuarto de esta mañana ha hecho la Ciudadela 14 disparos.

    El motivo de tirar por las noches es para molestar á los que trabajan en la batería de S. Sebastian, que como ha sido desbaratada ya muchas veces, siempre han de estar recomponiéndola al abrigo de las sombras por no poder hacerlo de dia, á causa de los fuegos de Monjuí y la Ciudadela.

    H?? el Cónsul francés ha tenido una entrevista con la Junta suprema, la cual parece que ha motivado el oficio que se traslada en la nota (1), y de cuyas resultas muchos estrangeros han abandonado la ciudad. Esto y la voz que ha corrido de que iban á tirar bombas, ha causado tal consternación y alarma en todos los vecinos de la misma, que muchos han empezado á proporcionarse bigas para construir parabombas, otros á apurar todos los medios imagin?bles para salir al campo y otros en fin á buscar donde guarecerse del hierro. En todos los semblantes se pintan el espanto y el terror.

    A las cuatro de la tarde ha habido formacion de todos los cuerpos que guarnecen esta ciudad y que estaban francos de servicio, inclusos el escuadrón de Húsares y la artillería, con el fin segun parece de hacer un arreglo general en los batallones que están bastante desordenados.

    A las 4 y ½ Monjuí ha empezado á hacer fuego que ha durado unos tres cuartos de hora habiendo disparado en todo este tiempo solos diez tiros.

    A las 10 y ½ de la noche han roto el fuego las baterías de la Ciudadela contra la puerta nueva v plaza de la constitución, tirando balas rasas y granadas como por espacio de un cuarto de hora.

    A las 12 y ¼ han vuelto á romper el fuego dicho fuerte y Monjuí contra la batería de S. Sebastian, esparciendo algunas granadas por el interior de la poblacion. Esta vez ha durado el fuego, aunque con mucha lentitud hasta las 4 y ½ de la madrugada del dia siguiente.

    La Junta ha publicado con esta fecha una comunicacion de Ametller (1) en que le da cuenta de algunas operaciones del que llama rebelde Prím.

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    (1) El estado de bloqueo en que esta plaza se encuentra, no permite muchas veces que las personas entren y salgan libremente por las puertas de la misma, y pudiendo llegar el caso de adoptar indistintamente una medida prohibitiva, se lo participa á V. S. esta Junta, esperando se servirá comunicarlo á los SS. cónsules de otras naciones, para que todos los subditos estrangeros evacúen, si lo tienen por conveniente, esta capital dentro del término de veinte y cuatro horas, en la inteligencia de que no verificándolo, quedarán sugetos á las disposiciones que se tomen respecto de todos los demás vecinos en cuanto á entradas y salidas, y en cualquier caso, serán respetados y protegidos sus intereses.

    Dios guarde á V. S. muchos años. — Barcelona 9 de Octubre de 1843. — El presidente, Rafael Degollada.—El vocal secretario, Antonio Rius y Rosell.—Sr. Cónsul francés.

    (2) Por las comunicaciones que esta Junta acaba de recibir del Excmo. Sr. Capitan General D. Narciso de Ametller, y de D. Francisco Ballera, comandante general de la provincia de Gerona, se ha sabido que el rebelde Prim llegó á las inmediaciones de aquella Ciudad el dia 3 del actual y colocó en el Palau una bateria que empezó á tirar contra la plaza, de la que se le contestó tambien con fuego de cañon, sin que hasta el dia 5 hubiese resultado alguno, favorable ni adverso.

    Los enemigos salieron con cuatro batallones, una bateria de montaña, y sesenta caballos en la noche del mismo dia, dirigiéndose á Figueras con animo de hostilizar el castillo, pero defendido con valor por ocho cientos nacionales, han tenido que desistir de su empeño, y el traidor Prim ha regresado al frente de Gerona, que se halla guarnecida por dos mil ocho cientos valientes, sin contar con una columna de mil cuatrocientos hombres situada en la parte de Torruella, y otras varias de dos cientos, que hay en diferentes puntos.

    Es absolutamente imposible que los enemigos penetren en Gerona aunque tubiesen cuadruplicádas fuerzas, y es de creer que hayan recibido un severo escarmiento toda vez que han entrado en Mataró un considerable número de heridos, segun las noticias confidenciales, que por distintos conductos ha recibido esta junta. Barcelona 9 de octubre de 1843.==Siguen las firmas.
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  • La Jamancia: fracaso de la insurrección, el Gobierno espera que Barcelona se rinda

    La insurrección catalana sigue en decadencia lo mismo que cuando escribíamos nuestra última crónica: gran lección deben recibir en ello los revolucionarios, Barcelona bloqueada por las tropas leales, la patulea encerrada en la ciudad recibiendo los fuegos de Monjuich y la ciudadela: Atmeller sitiado en Gerona y á punto de rendirse al general Prim; Martell derrotado en Aragón, después de haber sido hostilizado por los pueblos donde intentaba penetrar: los rebeldes de Zaragoza bloqueados también dentro de sus muros, caidos de ánimo y escasos de medios de defensa: los revoltosos de Almería y de Granada sometidos aquellos por el temor, estos por la fuerza de las armas, y la rebelión de otras muchas ciudades ó impedidas á tiempo ó sofocadas y castigadas en el momento de estallar; tal es el estado que tiene hoy el levantamiento centralista. El cuadro de esta situación es pues algo mas halagüeño que lo fue en un principio; pero está muy lejos de ser satisfactorio. Cierto es que las fuerzas que proclaman en Cataluña á la junta central son inferiores en número y en recursos á las que defienden la causa del Gobierno; y la prueba es que siempre que han venido á las manos han salido vencedoras las últimas. Díganlo los campos de Besos y los pueblos de San Andrés, de Sabadell, de Mataró: díganlo las fortalezas de Gerona y de la ciudadela, díganlo en un las innumerables partidas sueltas de patulea que han sido desarmadas y presas por los somatenes del pais. La acción de Mataró fue empeñada, sangrienta: unos y otros pelearon con valor, con furia; los rebeldes emplearon en ella todo su esfuerzo; pero las tropas leales llevaron al cabo la mejor parte, no sin haber sufrido considerable pérdida. Acosado Atmeller por sus paisanos y burlado en sus esperanzas de sublevar el pais se encerró en Gerona donde los rebeldes comenzaban á desconfiar de su triumfo: Prim le cerca; asalta los fuertes que defendían la plaza, y le obliga á pedir un armisticia que él concede generoso, y cuyo resultado será necesariamente la rendición de la ciudad. Impacientes los rebeldes de Barcelona asaltan la ciudadela, aprovechando un momento en que suponían descuidada su defensa; pero ni uno tan solo logró subir á sus murallas, siendo rechazados todos, con un vivísimo fuego que dejó los fosos sembrados de cadáveres. ¿Qué mayor desengaño, apetecen los ilusos?

    El Gobierno se propone acabar con la insurrección economizando cuanto pueda la sangre de los insurrectos: para ello ha marchado una parte de las tropas al mando del bizarro general Prim sobre las fuerzas rebeldes que recorren la provincia con la esperanza de que las de Barcelona se rindan á discreción cuando dejen de aguardar extraños auxilios. Bloqueada entre tanto esta plaza ó incomodados sus detentadores por el fuego continuo que hacen sobre sus fuertes las baterías enemigas vánse agotando sus medios de defensa sin que les sea fácil reponerlos. Y como las partidas rebeldes no pueden medrar ni aun conservarse en las provincias que recorren por la activa persecución que sufren y la resistencia que hallan en los vecinos de los pueblos, y ni Gerona ni Zaragoza pueden aguantar largo tiempo el asedio, solamente ocurriendo nuevas insurrecciones ó defecciones de tropas podría prolongarse la ocupación de Barcelona por los rebeldes.

    Este plan es el mas humano, el mas generoso que podía imaginarse: distínguese mas por su lenidad que por su conveniencia. Nosotros nos congratulamos por ello, enemigos como somos del rigor innecesario contra los criminales políticos. Pero la prensa revolucionaria ha clamado contra él á grito herido y porque los sitiadores de Barcelona no consienten á los rebeldes levantar fortificaciones contra ellos, porque les destruyen las que edifican y los incomodan con sus fuegos, acusan al Gobierno de bombardear ciudades y de inconsecuentes á los que hoy le defienden y censuraron en otra ocasión los bombardeos mandados por Espartero. Este cargo merece respuesta , no tanto para convencer á sus autores, cuanto para que no pase como incontestado un hecho inexacto, y para esclarecer un punto digno de dilucidarse. Barcelona no ha sido bombardeada: tan atroces medios de gobierno no son propios de generales valientes y leales. Es cierto que las baterías de Monjuich y de la ciudadela dirigen sus fuegos contra los fuertes de los enemigos atacándolos con balas y granadas; pero entre esto y bombardear una ciudad hay mucha diferencia. Compárense sino los resultados del que los ayacuchos llaman ahora bombardeo, y dura por espacio de muchos dias, con el que se hizo por su orden en la misma plaza en noviembre último, y duró apenas doce horas: compárese con el que Van-Halen dispuso contra Sevilla por mandado de Espartero. Dos ó tres edificios solamente han padecido ahora según las exageradas relaciones de los diarios anarquistas, y en los dos bombardeos á que nos referimos mas de cuatrocientas casas quedaron enteramente arrasadas. Bombardear una plaza es obligarla á la sumisión destruyéndola: bloquearla y atacarla como lo hacen los sitiadores de Barcelona es privar á sus detentadores de los medios de conservarla, y forzarlos á abandonar su defensa: lo primeso es un acto de barbarie, lo segundo un acto de justicia: en el primer caso se castiga á una población pacífica por el delito de unos pocos rebeldes: en el segundo solo los criminales sufren las consecuencias de su delito. Nosotros reprobamos el bombardeo sobre todj cuando hay otros medios igualmente seguros de llenar su objeto; pero de aquí no se sigue que debemos santificar todas las insurrecciones tjue logran guarecerse detrás de unas murallas. Salgan en buen hora al campo raso los rebeldes que tienen en tanta estima á la capital del principado, ó cesen de hostilizar á las tropas de la ciudadela y de levantar obras de defensa contra ellas, y verán entonces como no corre la ciudad el menor riesgo ni en sus habitantes ni en sus edificios : verán entonces como llegado el «lia del ataque se rinden á discreción sin que recaiga su culpa sobre los inocentes. Barcelona recibe mas daño de los que se llaman sus defensores que de los leales que la-cercan: no es del Gobierno ni de las tropas de quienes puede temer su ruina, y debiera guardarse, sino de los furiosos que se llaman sus hijos, y amenazan públicamente con entregarla á las llamas antes que abrir sus puertas á los defensores de la Constitución y de la Reina. Léase sino el Constitucional de Barcelona, y se verá la manera que tienen los revolucionarios de entender el patriotismo.

  • Instálase la empresa del ferrocarril de Barcelona a Mataró, primero en España

    Instálase la empresa del ferro-carril de Barcelona á Mataró, primero en España.

  • Fundación de la SA del ferrocarril a Mataró

    Sociedad del Camino de hierro de esta á Mataró. A 6 de junio de 1845 se constituyó la sociedad anonima para la construccion de dicho camino de hierro; con un capital social de veinte millones de reales vellon divididos en diez mil acciones de dos mil reales cada una. Cinco mil acciones se repartieron entre los accionistas ingleses y las restantes quedaron emitidas en el reino; quedando facultada la Junta directiva para emitir mil acciones mas de igual cantidad que las anteriores, si lo considera útil á la empresa, las que se deberán repartir la mitad para las casas inglesas y las restantes para repartirse en esta ciudad. Los gastos del ferrocarril de Barcelona á Mataré, desde su principio hasta el 28 de febrero de 1849 importaron 1,007,539 pesos fuertes 547 milésimos. En los cuatro primeros meses de su abertura los productos fueron 45718 pesos fuertes 547 milésimos; y en los mismos meses, circularon por la linea 187,919 pasageros.

    Tiene una junta compuesta de un presidente , un vice-presidente cuatro vocales y un secretario. Su despacho se halla en la calle de la Enseñanza piso 1.° de casa Biada.

  • Pruebas del ferrocarril Barcelona-Mataró

    Pruébase la máquina locomotriz para el ferro-carril de Barcelona á Mataró, primero de España.

  • Viaje experimental del ferrocarril Barcelona-Mataró

    Un convoy de once coches y otros carruages en que iban cuatrocientas personas recorre por primera vez y por via de ensayo el ferro-carril de Barcelona á Mataró, primero de España.

  • Vándalos tratan de impedir la apertura del ferrocarril de Mataró

    Algunos malévolos queman durante la noche uno de los puentes del ferro-carril desde Barcelona á Mataró, que debia inaugurarse dentro de cuatro dias.

  • Inauguración y descripción del ferrocarril Barcelona-Mataró, primero en España

    Saliendo el viajero por la puerta de mar, tomará el ancho camino que se descubre hacia la izquierda. A corta distancia, á la derecha del propio camino, y cercano á la Barceloneta, encontrará la estacion del primer ferro-carril que se ha inaugurado en España, y por una empresa particular, á saber, el FERRO-CARRIL DE BARCELONA Á MATARÓ (nuevamente llamado del Este.)

    Entrase al paradero de la estacion por la puerta del centro de un edificio de bella aunque modesta apariencia. Despues de la primera pieza, que es la que sirve de entrada, se hallan los salones de descanso; uno de ellos, que está destinado para los pasageros que van en los coches de primera clase, es muy espacioso y está adornado con sencilla elegancia. Inmediato á este salon se halla una pieza destinada para locador de señoras.—Las puertas de los salones de descanso comunican á una especie de terraplen, desde donde se sube á los carruages.

    El dia 28 de octubre de 1848 quedó solemnemente inaugurado el primer ferro-carril de España, con lo que, Barcelona y Mataró se unieron para no ser ya mas que una sola poblacion, estrechando las relaciones que las unian, y hermanándose, por la linea de hierro que las sujeta, como dos buenas amigas para formar una de reciprocos intereses en provecho propio y en provecho comun.

    La ceremonia de la inauguracion tuvo lugar en el indicado terraplen, donde se descubria un pequeño altar con la imajen del crucificado. Ondeaban varias banderolas en cada una de las cuales estaban representados los escudos de armas de Barcelona y Mataro y las de todos los pueblos intermedios, á saber, Badalona, Mongat, Alella, Masnou, Vilasar y Premiá; animaba á la innumerable concurrencia, que asistia de todas partes, una brillante música que tocaba piezas escojidas; y acababa de dar mayor importancia á aquel sorprendente y grandioso acto la escojida comitiva que hubia sido particularmente invitada por los señores directores de la empresa, formándose de obispos, generales, comision del Ayuntamiento, Diputacion y Consejo de Provincia, majistrados, comisiones del cuerpo diplomático, y de varias corporaciones cientificas, politicas é industriales, del estado mayor y cuerpos facultativos del ejército y armada, con otras varias personas distinguidas, inclusos los primeros accionistas de la empresa.

    La bendicion se verificó por el prelado de la diocesis y el nuevo señor obispo de Puerto-Rico, Sr. Don Gil Esteve, en tres puntos diferentes: en el indicado terraplen de la estacion de Barcelona, en la estacion del Masnou, como centro del camino, y en la de Mataró. En él templo de esta ciudad entono despues el Ilmo. S. Obispo de Puerto-Rico un solemne Te-deum, que fué cantado por la capilla de música y los artistas de la compañia lirica de Mataró.

    Las cuatro locomotoras que la empresa tenia á su disposicion tenian por nombres, Cataluña, Barcelona, Besós y Mataró.

    Con relacion á tan venturoso acontecimiento, un periodico de esta ciudad se espresaba, el dia siguiente, en estos términos:

    «La ciencia, la voluntad, la actividad y el trabajo se reunieron para vencer obtáculos y dar cima á la grande empresa.—El público sabe la lucha de oposiciones con que ha tenido que lidiar el buen celo de las juntas directoras que han estado al frente de la misma, empleando la eficacia de prudentes, al par que enérgicos medios.—Mientras tal sucedia, recibianse ya las maquinas y aparatos y seguian los grandes trabajos de construccion; y como si se quisiese patentizar cuan impotente era la resistencia que se oponia á la realizacion de tan notables esfuerzos, una montaña abria sus reconditos senos, para facilitar paso á la linea que iba á establecerse.—Honor eterno a la referida empresa! honor eterno á los señores ingenieros ingleses Locke, Mackenzie, Robson y Nright que han secundado y puesto en planta los vastos proyectos de aquella!—Las sinceras felicitaciones que ayer recibieron son el testimonio mas elocuente de la gratitud que han escitado sus laboriosos afanes.»

  • Inauguración de la línea de Mataró a Arenys

    Sí, agradable y pintoresco es este camino.

    A un lado el Mediterráneo, ese mar que parece enviarnos una tras otra sus olas preñadas de armonias para que nos canten el poema de las grandezas de su historia, ese mar del que algun dia eran reinas las galeras catalanas y señora Barcelona, ese mar del seno de cuyas flotantes brumas parece que deben surgir las sombras de Bernardo de Vilamarí, de Conrado de Lianza, de Roger de Llauria y de tantos otros que un tiempo le ilustraron con sus hazañas legando un tesoro eterno de gloria á sa patria Cataluña.

    Y si por un lado no se pierde ni un momento de vista ese piélago azul y transparente, sobre el cual, perdido entre sus vapores y neblinas, vaga todo un pueblo de héroes catalanes, por el otro ve el viajero sucederse sin interrupcion una serie de villas alegres, frescas y risueñas, posadas á la falda de las montañas, que solo parecen haber descendido de ellas á lá sombra embalsamada de sus bosques de naranjos para, desde la orilla, buscar en el lejano horizonte las blancas velas que les indiquen el regreso de sus hijos, esos incansables é intrépidos marinos de la costa que no conocen mas vida que la del mar, ni mas goces, placeres ni descanso que sus largos y dilatados viajes á comarcas apartadas.

    No vacile el viajero en subir al coche. Seguro puede estar que el camino, por lo delicioso, le ha de parecer rápido y corto. Nosotros subiremos con él y le contaremos lo mejor que sepamos la historia de las poblaciones que hemos de ir encontrando al paso.

    Al son de la campana de la estacion indicando que ha llegado el momento de la partida, contesta la locomotora con su agudo silvido. El maquinista le imprime un golpe de émbolo á manera del ginete cuando aplica la espuela á un fogoso caballo. Estremécese la locomotora bajo aquella fuerza superior que la impele, como se estremece el sonámbulo al sentir el fluido eléctrico que le arroja el magnetizador; lanza algunos suspiros ahogados y rechinantes; diríase que va á reventar por causa del fuego que dan á dirigir á su estómago; replega furiosa los eslabones de sus cadenas y retrocede algunos pasos cual si intentara rebelarse contra la fuerza que la domina, y en seguida, domeñada y jadeante, soltando al aire su larga cabellera de humo, emprende bruscamente su desenfrenada carrera.

    Al salir de debajo el hermoso tinglado de la estacion, vienen ya á azotar nuestra frente las frescas brisas del mar. Dejamos á la derecha la plaza de loros y el barrio de la Barceloneta con la monotonía de sus calles tiradas á cordel y la uniformidad de sus casas, cruzamos por en medio del fuerte de Don Cárlos, y la ruidosa marcha del tren interrumpe por un momento el silencio eterno que reina en el campo de los muertos, que dejamos á nuestra izquierda.

    Esas casas esparcidas que arrancan junto á los muros mismos del cementerio, forman parte de Pueblo Nuevo, que á su vez lo forma del Clot, de cuyas poblaciones nos ocupamos en nuestra otra guia de Barcelona á Granollers.

    La rapidez con que viajamos, pues acabamos de salir disparados de la estacion como piedra partida de una honda, nos impide casi recrear nuestra vista paseándola por las fértiles llanuras que atravesamos. La agradable frescura que sentimos de pronto, los agrupados cañaverales y bellas alamedas que por uno y otro lado aparecen nos indican que vamos á cruzar un rio.

    En efecto, estamos sobre el Besós.

  • Pla publica su «retorno sentimental de un catalán»

    Retorno sentimental de un catalán a Gerona

    Un simpático matrimonio, en misión de «Auxilio Social, ha tenido la amabilidad de devolver, por unas horas, a un catalán a su país, y así me ha sido posible llegar a mi Ampurdán nativo, pocas horas después de ser liberado por las tropas del Generalísimo Franco.

    Al salir de Barcelona, por la carretera del litoral, y atravesar, en una mañana de sol mediterráneo, tibio y rutilante, los pueblos de la costa de levante, uno queda sorprendido de la tranquilidad y de la paz que respiran. Estos pueblos no parecen haber conocido la guerra para nada. Están intactos. Hay, desde luego, una diferencia fundamental entre los pueblos industriales -donde la gente lleva en la cara las huellas del sufrimiento y el hambre- y los pueblos agrícolas, donde la desconfianza natural de los payeses frente a las utopías social-comunistas, les ha permitido con toda clase de arbitrismos perfectamente ilegales por lo que se refiere al gobierno de Negrín, pero absolutamente justos y lícitos, comer más o menos y ayudar indirectamente al triunfo de las armas nacionales. Negrín no ha podido con el individualismo magnífico de nuestros payeses. Frente a ellos murió la inflación y ellos destrozaron la moneda roja por negarse a aceptar los montones de papel, que con tanta prodigalidad eran ofrecidos. La tradición del Derecho romano, que se mantiene tan viva en el campo de Cataluña, con las variantes que lo perfeccionan, del derecho privado catalán, han sido un valladar absoluto a las locuras anarco-comunistas. Estos payeses, que son la tradición eterna de este país, han realizado una labor magnífica.

    Estos pueblos de La Maresma, pues, están magníficos, pero en este momento sufren de incomunicación. Tiramos, desde el coche que pasa velozmente por las poblaciones, unos ejemplares de LA VANGUARDIA ESPAÑOLA en Montgat, en Mataró, en Arenys de Mar, en Canet, en Pineda, en Malgrat y observamos la lucha que se produce entre la gente de las calles para apoderarse de un número del periódico. La pobre gente -que tuvo una radio escondida en el desván y ahora la ha sacado con la petulancia natural de la persona que ha llegado finalmente a una zona de seguridad- se encuentra hoy con la imposibilidad de tener información, por falta de lluz y de fuerza. Están pidiendo noticias. Ya las tendrán. En cuestión de días, quizá de horas. Todo va restableciéndose.

    En todo caso hemos de decir que de todo lo que conocemos de la Cataluña liberada, esta parte de La Maresma nos ha parecido la más feliz, la vida más tranquila y sosegada, la que ha recobrado con más rapidez el ritmo de la normalización.

    […]

    Al anochecer regresamos a Barcelona por la general de Madrid. Camiones a cada paso. Puentes volados, más o menos restablecidos. En la carretera, los faros de los coches hacen unos juegos estupendos. La carretera está llena de vida. A su alrededor el campo entra en una paz y en un silencio indiferentes.

  • Abre la primera autopista de peaje en España, que casi llega a Barcelona

    «Gracias a los técnicos italianos y belgas contábamos con el más vanguardista asesoramiento ?retoma Fonseca?. La autopista Montgat-Mataró fue un proyecto tan paradigmático que carecía de referentes. Se empezaba a poner a punto ¡parece mentira! el control de calidad de materiales. Estábamos muy bien pagados, y en el ambiente reinaba la sensación de que estábamos haciendo algo especial, diferente. A pesar de ello, durante los dos años que duraron las obras, nunca nos presionaron con los plazos».

    La expectación popular ya hacía temer días antes de la inauguración de la autopista un estreno congestionado. Y en su primer domingo sólo los más madrugadores disfrutaron de un vial despejado. «Pero a medida que avanzaba el día ?dijeron las crónicas? la cosa se iba complicando. Una masa cada vez más compacta de automóviles iba desfilando por la autopista. Entre Montgat y Mataró, tanto por la N-II como por la autopista, hubo aglomeración y parones, especialmente en la carretera, que no pareció encontrar el alivio esperado con la puesta en marcha de la autopista, por la que circularon 36.224 coches, que ya es una buena cifra para descongestionar la N-II».