Etiqueta: costumbrismo

  • Fiesta de santo Domingo de Guzmán, distribución de agua bendita para la curación de calenturas

    Hoy víspera de la fiesta de santo Domingo de Guzman, las religiosas de Montesion dan principio á los obsequios que rinden al santo, con solemnes maitines y bendicion del pozo con las reliquias de dicho fundador; despues de cuya ceremonia y durante el dia siguiente se distribuye á los fieles el agua bendita, á la cual la confianza en el Todo-Poderoso atribuye la virtud de preservar y curar las calenturas.

  • Varias fiestas de santo Domingo de Guzmán, perdida de la iglesia de santa Catalina, vienen los payeses para rezar, bailes

    Santo Domingo e Guzman.
    Las religiosas dominicanas de Montesion tributan á su fundador solemnes cultos.

    En la iglesia parroquial de los santos Justo y Pastor se venera la antiquísima imágen del santo que se veneraba en el derruido templo de santa Catalina, y en este dia se obsequia al patriarca con oficio, panegírico etc. etc.

    Algunos conventos de monjas de la órden dominicana rinden al santo del dia homenages de respeto, dedicándole funciones religiosas, pero solo visitando la referida iglesia de Montesion se ganan las mismas indulgencias que se ganaban en la que fue de santa Catalina. —¡El edificio de Sta. Catalina! hé aqui una esclamacion de dolor que se escapará á cualquiera que haya contemplado las bellezas artísticas de esa obra del siglo XIII. ¡Cuántos recuerdos de las glorias de Barcelona encerraba aquel edificio! Viniera D. Jaime de Aragon, D. Jaime el Conquistador, y con su torcido ceño donde en mal hora hirió una perdida saeta, denostara con enojo á los hombres de ahora que han destruido una obra hija de su piedad y del gusto de su época. La opinion vulgar de que el tiempo es destructor carece de fundamento: si á las generaciones se las llama tiempo no tendrémos inconveniente en dar asenso á tamaña vulgaridad. Pero dejemos estas seriedades que mal se avienen con nuestros propósitos de reirnos de todo, por temor de tener que llorar por todo. — Feria junto á la iglesia de Montesion y á la parroquial de los santos Justo y Pastor. Ninguna particularidad tenemos que añadir sobre las particularidades de las demás ferias, unicamente la numerosa concurrencia de payeses del llano de Barcelona, fervorosos devotos del santo del dia, porque temen á las calenturas tercianas como al granizo, y á la sequía y á la langosta, y á los aguaceros. Asi es que van á comprar agua del pozo de Montesion para preservarse, como hemos dicho en el dia anterior, de semejante dolencia; y luego compran avellanas y melones en la feria, y comen melones y avellanas, y beben agua, y dan bailes lujosos en salones y entoldados, y bailan por la mañana, y por la tarde, y por la noche, y da gusto verlos bailar durante la noche, y sudar, y al amanecer del dia siguiente dirigirse de nuevo á sus tareas, y darles luego si nó una terciana, un patatús capaz de hacer mal tercio al que esté dotado de los mejores tercios que pueda tener un hombre.

    Escusamos dar cuenta de estos bailes porque si no nos engañamos, lo hemos hecho en otra ocasion; bien que podemos asegurar, que los bailes de payeses del dia de santo Domingo son los mas concurridos, porque vienen á ser una especie de obsequio que se tributa al bueno del santo, mientras otros le rinden oraciones y funciones religiosas. ¡Cómo ha de ser! en este mundo cada uno tiene su modo de matar pulgas.

    Con que al avío, jóvenes aficionados al género erótico-bucólico y (no es pedantería) á los idilios, por mejor decir; procuraos una targeta de convite, y á cualquiera hora del dia y de la noche se os franqueará la entrada á estos bailes.

  • Fiesta de san Alberto de Sicilia

    Las religiosas carmelitas tributan solemnes cultos á su correligionario san Alberto, cuya fiesta celebra la Iglesia en el dia de hoy.

  • Explicación de la frase, «No hi ets tot, com san Llorens de la Tapinería»

    No hi ets tot, com san Llorens de la Tapinería. Con estas palabras suele zaherirse á los que estan algo bebidos, dándoles una interpretacion contraria á la frase, que en sentido recto significa una cosa muy distinta.

    No serhi tot quiere decir en catalan no estar en su cabal juicio, cualquiera que sea la causa de ello; pero tambien significa no estar completo, no estar todo. El borracho no hi es tot en la primera acepcion de la frase, y san Lorenzo de la Tapinería no hi es tot en la segunda acepcion. Yo no sé porqué raro capricho el tal san Lorenzo no está completo, como lo estan todas las imágenes que se ven en las capillas ó nichos de las esquinas, pero ello es que no está ni aun por mitad. Hay enfrente de la bajada de la Canonja y en el arco que da entrada á un callejon sin salida un nicho, y dentro de él un busto de san Lorenzo con su vestido de diácono, una corona de metal dorado, y el rostro pintado y con ojos muy vivos. Se conoce que el nicho se hizo para el busto, ó el busto para el nicho, pues viene tan ajüstadito, que á duras penas queda lugar para dos menudos jarros de loza en que puedan meterse dos ramitos de flores: todo es diminuto menos el rostro del santo. Los vecinos de la capilla suelen en este dia ponerle flores, y algunas luces en palmatorias clavadas en la pared; mas no hay fiesta en la calle, y pocas personas tendrían noticia de su titular á no ser el dicho que hemos referido, y su repeticion, que se oye con frecuencia, no dispertara la idea de aquel tercio de imágen.

    En la parroquia de los santos Justo y Pastor se obsequia hoy á san Lorenzo con solemnes cultos.

  • El nuevo culto de Santa Filomena

    Santa Filomena. El culto que se tributa en Barcelona á esta santa no data de fecha muy antigua, pues diez ó doce años atrás hasta se hubiera tenido por estravagancia el dar semejante nombre á las niñas recien nacidas. Hasta el presente año de 1848 en que escribimos, no ha rezado de la santa el calendario del pais, pero en la actualidad seria difícil señalar un templo donde no haya una imágen de ella.

  • Santa Clara y la vergüenza

    Si en el mundo hubiese vergüenza, la verdad celebraría hoy sus días.

    Santa Clara virgen.
    Fiesta en la iglesia de Jerusalen de religiosas Clarisas.

    En la de Sta. Clara la congregacion que la tiene a su cargo tributa á la Sta. devotos obsequios.

    Junto á la iglesia de Sta. Clara está el palacio de los antiguos condes de Barcelona reyes de Aragon. Este local está cedido por el Gobierno al archivo general de la corona de este reino. Sin embargo todo está in statu quo. La conveniencia, la oportunidad, la conservacion de las preciosidades que encierra aquel local, y mas que todo la dignidad exigen la traslacion de aquel establecimiento al referido alcázar.

  • Asunción de María, fiesta mayor de Gracia

    Las funciones religiosas que tienen lugar en el dia de hoy con motivo de celebrar la Iglesia la fiesta de la asuncion de la Vírgen N.ª S.ª son muchas; de modo que su número iguala casi al de los templos que se cuentan en la ciudad. Sin embargo esceden á todas en magnificencia y solemnidad las de la Sta. iglesia catedral y de las parroquias de Sta. María del mar, y de Ntra. Sra. de los Reyes ó del Pino.

    Hoy es la fiesta mayor del barrio estramuros de la ciudad llamado de Gracia, con cuyo motivo hay solemne funcion en su iglesia parroquial, bailes en la plaza (balladas), y en varios salones. Oportuna ocasion es esta para dar á nuestros lectores una idea de lo que son las fiestas mayores de los pueblos de esto llano, puesto que el tal barrio tiene, digámoslo asi, una existencia anómala, porque sin hallarse dentro de los muros de la ciudad, forma parte de ella, y por consiguiente está bajo la jurisdiccion do nuestro Añalejo: y siendo un barrio de la misma, conserva las costumbres de los pueblos y aldeas inmediatas.

    Demos por concluida la funcion de la parroquia, que es mas ó menos solemne segun las circunstancias políticas, financieras (perdónese el término), y segun el gusto del párroco y humor de los parroquianos. Y si la damos por concluida es por no meternos en lo que no nos cumple, y sobre todo por ahorrarnos el trabajo de encarecer lo reducido de aquel templo, el calor que en él se sufre y los pisotones con que mutuamente se obsequian los concurrentes.

    No podemos sin embargo pasar por alto la gravedad del payés antenapoleoniano, con su chaqueta y calzon negros, su chaleco de terciopelo rayado y boton de cascabel de plata, ceñidor de seda, polainas de cuero encima de unas medias cenicientas que en mejores tiempos usó de seda, zapatos con grande hebilla de plata, gaban de paño, el pelo recogido en una redecilla, y sombrero de copa baja con alas de á medio palmo. Tipo es este del cual el cambio de costumbres no ha dejado en nuestros tiempos mas que algunos pocos ejemplares para muestra de lo que fue, porque en las ediciones modernas si bien se ha consentido el calzon, pero se le ha refundido en un pantalon zanqui-corto, se ha desechado la redecilla, se ha cortado la coleta, y se ha preferido dejar al aire la calva tal vez para tener mayor espacio en que formar la primera cruz al santiguarse. Esto es en cuanto á lo añejo, á la generacion de antes de la venida de Cárlos III á España y antes del rebombori del pa (1); que en cuanto á la generacion que domina, á la generacion que nació despues que muriese la Inquisicion, y despues de haber empezado la gloriosa lucha da la libertad contra la tiranía, este es otro cantar. El jóven payés ha desechado aquel pantalon de anchos cañones ajustado al cuerpo hasta los sobacos, y aquel simulacro de chaqueta de cuello derecho, y en cuyas espaldas apenas babia la tela suficiente para unir las dos mangas, y se ha vestido segun los figurines franceses, y solo le falta que cuelguen los dos faldones de su chaqueta para no distinguirse del pisaverde que marea los árboles de la Rambla con sus continuados paseos. La jóven payesa, que en los dias de labor la habrémos visto quizá atravesar senderos y saltar ribazos sufriendo impertérrita los abrasadores rajos del sol vistiendo una ligera saya de indiana, la vemos entrar hoy muy espetada en las iglesias zarandeando que no arrastrando sedas, y guardando melindrosa su cútis de los rayos del sol con su abanico, y quizá con una sombrilla.

    Si hubiéramos escrito el Añalejo 16 ó 20 años atrás, hubiéramos hecho aqui mencion especial del contrapás, danza que tenia lugar inmediatamente despues de concluida la funcion de la parroquia. El contrapás es el baile serio de los payeses, que se bailaba con toda la gravedad de que puede ser capaz una danza, dando las parejas sueltas algunos pasos hácia adelante y otros hácia atrás, repitiendo la misma ceremonia hasta haber dado la vuelta al rededor de la plaza. Los recien casados salian á lucir sus galas en el contrapás, siendo objeto de la curiosidad de unos, de la crítica de otras y de la envidia de todos. Bailaban, ellas con la mantilla puesta, un ramillete de flores en una mano, y el abanico en la otra; ellos con su gaban ó capa y sombrero puestos por mas que el sol achicharrara. Concluido el contrapás quitábanse ellas con donaire su mantilla, arrebujaban ellos su capa, y se daba principio á la contradanza.

    Poco despues del mediodía dábase tregua al baile para ir a comer y saborear los capones, los ánades, pavos, etc. que la mano de la ama de casa habia sazonado en sendas cazuelas con sus correspondientes especias, y con lo que, al paso que se celebraba la fiesta mayor se obsequiaba á los forasteros.

    Pero en el dia todas estas ceremonias van desapareciendo por puntos, no quedando de ellas mas que unas ligeras reminiscencias, y se han dejado para los pueblecitos en que la patarata de la civilizacion no ha alcanzado civilizar á sus vecinos. El barrio de Gracia en aquellos tiempos no era mas que una aldea, y perteneciendo en el dia á la ciudad quiere parecerse á ella, al paso que siente dejar sus costumbres de loque fue un tiempo.

    Despues de comer empieza de nuevo el baile en la plaza. El ball rodó, las contradanzas españolas y los valzes son las únicas danzas que allí se permiten. Para poder bailar es preciso que se adquiera éste derecho comprando un ramillete de flores ó un abanico en la mesa que se halla colocada al pie del tablado de los músicos, cuyo ramillete ó abanico debe regalarse á la pareja que se escoja. El producto de esos regalos sirve para la iluminacion y funciones con que se obsequia á la Virgen, de lo cual cuidan las jóvenes casaderas, de entre las cuales se nombran las sacristanas con el encargo de ceder á una sociedad de payeses (colla) por una cantidad alzada el derecho de dar el baile en la plaza: Estas sacristanas estan obligadas á recoger las limosnas que durante el año dan los vecinos, y hé aqui por qué bien ataviadas y bien dispuestas, con cara de pascuas se presentan los domingos del verano en las quintas de los particulares á la hora en que estos se hallan de sobremesa, á pedir para la iluminacion de la Virgen, cuya imágen llevan muy encintada y enramada en una bandeja cubierta de flores. —Tú, lector querido, que te encuentres en un lance como el que acabamos de mencionar, no te llames andana; y cualesquiera que sean tus creencias, da tu limosna, que al cabo es por amor de Dios. A eso se llama adorar al santo por la peana adorar al supremo Hacedor en sus obras. —Cuando las collas no habian adoptado el medio de dar los bailes en salones, el baile de la plaza estaba mas concurrido, y entonces el producto de los ramilletes y abanicos era algo mas crecido: por esto las sacristanas se ven en la precision de que la cuesta rinda en el dia mayor producto, escitando el celo de los devotos por los medios que les dicta su talento, á fin de que sean mas crecidas las limosnas.

    Como hemos dicho otras veces, los bailes de los payeses van tomando con los rigodones y polcas un carácter distinto del que deberían tener, y van perdiendo mucha parte de su fisonomía particular. Lo único que han conservado los payeses es no cambiar de pareja durante el baile. Mucho será que el espíritu enciclopédico, variable, veleidoso, en una palabra coqueton de la época, no ejerza su indujo sobre esta costumbre. En esta parte los bailes de la sociedad llamada culta, ha rendido
    parias con sobrada sumision al tal espíritu, de modo que hasta incurren en la nota de ridículos y babosos los que por quererse bien, danzan, juntos dos ó tres veces durante un baile. Pero no nos metamos en comparaciones ni paridades: á su vez hemos rezado lo que pasa en estos bailes y fuera aqui inoportuno. Cada cosa en su tiempo y los nabos en adviento dice el refran, que tambien por la oportunidad nos viene en gana traducir aqui libremente en lengua del pais, cada cosa en son temps com las figas al agost. ¡(Qué cosas tienen las lenguas!)

    Para concluir este artículo ligero, como de verano, solo debemos hacer mencion de otro refran que tiene como el que acabamos de decir, analogía con el mes en que estamos, y no solo con el mes sino tambien con el presente dia: per la Mare de Deu de agost á las 7 ya es fosch. Verdad de Perogrullo que no necesita comentarios, y que nos ahorra mas de cuatro palabras, y por consiguiente mas de cuatro oportunidades en que pueda el muy ladino criticon hincar su afilado diente.

    El domingo que sigue á la fiesta del presente dia, celebra la Iglesia la fiesta de S. Joaquin, padre de la Vírgen Ntra. Sra. Funcion en la parroquia de Sta. Ana.

    (1) Alboroto popular con motivo de la carestía y mala calidad del pan que se notó en Barcelona poco antes de la guerra que en 1792 tuvimos con los franceses.

  • Fiesta de santa Elena emperatriz

    En la iglesia del hospital general se tributan solemnes cultos á su titular y patrona santa Elena emperatriz, que es el santo del dia.

  • Fiesta de san Agustín

    En la iglesia parroquial de san Agustin se tributan solemnes cultos á su titular, cuya fiesta se celebra en el dia presente.

  • Poema para la fiesta de Santa Rosa de Lima

    Á UNA ROSA EN SUS DÍAS.
    ¿Cuál es de las flores
    La flor mas hermosa?
       La rosa.
    A flor tan sencilla
    Le da mas valor
       Su olor.
    Y tan bellas prendas
    Defiende ladina
       La espina.
    La rosa es fragante — á mas de ser bella,
    Y no es alcanzarla — tan fácil empresa?
    Muger es al cabo: — y cual todas ellas,
    Si hermosa se ama, — difícil se anhela.
    Mas ay! que los años — ajar su belleza
    Alcanzan sañudos! —y entonces qué queda?
    Su olor, que á las dotes—del alma asemeja.

  • Fiesta de San Ramón Nonato

    San Ramon Nonato.
    Funcion en la iglesia que fue de PP. de la Merced hoy parroquia de san Miguel Arcángel.

  • La tiranía de las actuales circunstancias, los baños y las aguas, un viaje a Francia en buque de vapor

    Las generaciones que en la actualidad pululan sobre la tierra estan presenciando la caida de todo lo que existia en los tiempos de nuestros abuelos; esto en cuanto á los que presencian, que en cuanto á los actores en el drama, allá se van en número, si no escede. Pero prescindiendo de esta cuestion, es lo cierto, que el grito de alarma está dado.

    Recedant vetera nova sint omnia, latinajo mas manoseado que mango de escoba, y que vale tanto como decir: enhoramala lo añejo, venga lo nuevo. Y cuenta que no solo se dirigen los ataques á lo añejo, sino hasta á lo que tiene visos de tal, de modo que á cualquiera cosa que se tenga mala voluntad, no hay como darle una genealogía que remonte á dos siglos atrás, y asunto concluido, se lo llevará la diabla como tres y dos son cinco. Vean Vds. sino, lo que ha sucedido con la tiranía, y los abusos y los yugos. A dos por tres (lo demostramos todo matemáticamente) se le antojó á un quidam ó á un periodista que todo se sale allá, decir que todo esto era añejo y rancio y chocho, y no hubo mas, vino al suelo irremisiblemente. Pero la tiranía que no ha caido, el abuso que no se ha desterrado, el yugo que no se ha roto y que no solo ha quedado en pié tal vez para muestra, sino que no ha sufrido el menor ataque, es una tiranía la mas tirana de las tiranías, un abuso el mas perjudicial de todos los abusos, un yugo el mas pesado de todos los yugos que pueden uncirse á la mas recia y enhiesta cornamenta, las actuales circunstancias.

    Desde que el hombre se halló comprometido á hacer lo que no pudo ó no le vino en gana, existen actuales circunstancias. Ved, amables lectores, cuántos siglos cuentan de antigüedad estas buenas señoras; y bajo cualquier aspecto que se miren, su tiranía está patente. Por las actuales circunstancias no puede disfrutar el pais las ventajas de las leyes ni de las instituciones ; por las actuales circunstancias no se toma tal ó cual carrera; por las actuales circunstancias no se atreve uno á casarse (échele V. un galgo al socarron); las actuales circunstancias impiden hacer ciertas especulaciones ventajosas; las actuales circunstancias le dejan á uno el bolsillo mondo y lirondo; las actuales circunstancias no permiten que tengamos dos ó tres mil compradores del Añalejo; y las actuales circunstancias en fin hacen contraer ciertas costumbres, que de otro modo no solo no se contrajeran sino que merecerían la reprobacion de la mayor parte. Vamos á esplicarnos.

    Para muchas dolencias crónicas sobre todo de aquellas que segun las edades de los que las padecen cambian de nombre, está reconocida la eficacia de las aguas ferruginosas y de las sulfurosas y de las carbónicas y de las termales y de las salobres del mar. Verdad es que para los mas las aguas y los baños solo son un pretesto para descansar de las tareas que los ocupan durante el año, porque los establecimientos de aguas y baños ofrecen la ventaja de gozar de la libertad del campo sin salirse de la sociedad en que se vive. Que los baños y las aguas no son sino un pretesto para mudar de método de vida, que por bueno que sea el que comunmente se sigue siempre es monótono, está á la vista si se atiende á que los forasteros se vienen á Barcelona á tomar baños, mientras los barceloneses se van á tomar baños y aguas á Caldas, á Caldetas, á la Puda, á San Hilario, á la Espluga y á Argentona; esto se entiende siempre mientras lo permita el tirano del mundo, las actuales circunstancias. Empieza la primera temporada despues de la octava del Corpus, y la segunda en los últimos dias de la canícula. De los baños correspondientes á aquella rezamos cuanto era debido en los artículos de la octava del Corpus; y estando para salir la canícula, de derecho les corresponde este lugar á los pertenecientes á esta.

    A las actuales circunstancias es debido el que á los muchos establecimientos de aguas y baños del pais se bajan preferido los ultra-pirenaicos; y cuenta que si con respecto á esta preferencia decimos actuales circunstancias, lo mismo pueden ser de ayer que de hoy que de mañana, porque el epíteto está tan íntimamente unido al sustantivo, que sin él perdería este toda su sustancia. Ya es costumbre por no decir que está de moda, en la temporada de verano el pasar á tomar los baños á Vernet en Conflent en el otro lado del Pirineo, lo que tiene el doble mérito de estar en pais estrangero. Ya es muy vulgar el ir á tomar baños y aguas á los establecimientos del país. Ya se ve, estan maldispuestos, tan mal servidos… en una palabra, el buen tono no lo permite porque este otro tirano obliga á cargar con todo el ajuar doméstico que tiene relacion con el vestuario, llevar cofres y mas cofres llenos de esencias y pomadas, y sombrenlos de negligé y de sacíeté y de soirée, (perdona lector que hablamos de Francia). Esto sin contar la exigencia de las actuales circunstancias, de tener que hacer el viage por mar, exigencia cuyos lances, Dios mediante, no se nos han de quedar en el tintero, haciendo mencion de ellos á continuacion del presente artículo.

    Pero por mas que el buen tono pretenda introducirse en los establecimientos á donde llama á sus esclavos, las circunstancias le obligan lo mismo en Francia que aqui á ser menos exigente que en las poblaciones donde se tiene la residencia; y por esta razon muchos puntos de contacto tiene la sociedad bañista de Vernet con la de los establecimientos de nuestro pais.

    Las relaciones que se contraen en todos los establecimientos de aguas y de baños son poco duraderas como de aguado origen. Llega uno al establecimiento, y es amigo de todo el mundo, y todo el mundo se hace su amigo; hasta cuidados mutuos se prodigan los concurrentes ni mas ni menos que si hubiesen empezado juntos el a. b. c. La franqueza, la liberalidad, los goces honestos, todas las virtudes sociales parece que reinan en los establecimientos de aguas y baños. Hoy se prepara una merienda, mañana se hace una romería, pasado mañana se da un baile, sin que ninguna etiqueta del buen tono se cruce para interrumpir el curso armónico de la acuátil sociedad. Hasta las mugeres viven juntas y son amigas. Llega el día de la partida: — en tal calle n.º tantos tienen Vds. una casa á su disposicion. — Vengan Vds. á vernos. — Llegan á la ciudad: se obsequian mutuamente con una visita, ya no hecha á una hora de franqueza, sino ala que el buen tono prefija. Verdad es que parece quieren reproducir la libertad de la temporada de los baños, pero no lo consiguen, porque en esto tambien ejercen su poderosa tiranía las actuales circunstancias.


    Suponte, lector querido, ó queridísima lectora, que las actuales circunstancias te obligan á ir á Francia á tomar baños ó á beber aguas, y que otras circunstancias actuales tambien, como por ejemplo, realistas, carlistas, trabucaires, matinés, ó lo que sean, te aconsejan que hagas el viage por mar, á fin de no arriesgarte á dar con esos señores, de quienes cada uno cuenta mil cosas que te disgustan. Dando pues por sentadas y por simultáneas las actuales circunstancias de las dos clases, te encuentras en el caso preciso de ir á tomar baños ó á beber aguas á Francia, y de hacer el viage por mar, viage que yo tengo por cosa averiguada que lo harás en buque de vapor, pues eso de barcos de vela es muy ramplon, prosaico y anticuado.

    Quisiera yo saber si hay alguno de mis amados lectores, sean varones ó hembras, que no haya viajado nunca en buque de vapor. Si lo hubiese, puede hacerse cargo de que no ha probado cosa de gusto. Por supuesto que dejo á un lado eso de levantarse dos horas antes de lo regular, y doy al viagero por levantado y vestido y encaminado hácia el muelle nuevo, que no es poco darle todo esto por hecho. Atraviesa un angosto puente sorteando los cuerpos de curiosos que entran y salen, del faquin que viene con el baul ó la maleta que debieron embarcarse la tarde antes, y concedo que sano y salvo
    llega al fin de la tabla y pisa la cubierta del buque. Allí todo es confusion, voces, algarabía y falta de inteligencia, de suerte que mas que otra cosa parece un fac-simile de sesion parlamentaria. El capitan pide pasaportes, y entre la multitud tiene que ir pescando á los viageros con tales dificultades, que no parece sino que busca un hombre de bien. Suena una campana, y se manda salir á todos los que no emprenden viage; pero ellos continúan hablando y entrando cofres y mas cofres, y vienen y van personas. A todo esto, los que llegaron primero toman posesion de los bancos, cogiendo para el caso de marearse, ese instrumento recolector igual á una sarten sin mango, cubierto con una tapadera cóncava en medio de la cual hay un agujero redondo por donde se va destilando lo que arrojan los ciudadanos mareados. Continúa el ruido y el no entenderse ni poder dar un paso, hasta que el segundo toque de campana obliga á despejar á los bienaventurados que se quedan en tierra. Aqui entran los abrazos y los besos y los lloros y los mocos y los encargos de saludos y los adioses y los ahures y—cuida el chico,—y no dejes de escribir,—vuelve luego que puedas—y las recomendaciones al capitan del buque, y otras mil zarandajas, cuya esposicion seria nunca acabar. Marchan aprisita, retiembla el movedizo puente, y salidos en fin todos los profanos, quedan en el buque los que pagaron para que los mezcan segun sea la mar y el viento. En fin se suelta el último cabo, las palas comienzan á azotar el agua, y el buque se separa de la tierra. Alzanse pañuelos, y otros pañuelos responden, y quiere Dios que al cabo se den todos por despedidos. Ya se marcha.

    Ola! las ruedas se paran; nos detenemos. ¿Qué será? Un viagero dormilon ó una viagera elegante que habiendo acudido á esta cita mas tarde de lo que suelen á otras, vienen en una lancha y se los aguarda. Llegan, traen equipage , sube este, suben ellos, el buque está parado, se pierde tiempo y por uno ó dos se incomoda á doscientos. Ya estan dentro, se alza la escala, se cierra la porta y al fin echamos á andar de veras. Comienza el viagero á pasear una ojeada por los rostros de sus conavegantes, y no ve mas que caras nuevas: este va á Francia, aquel pasa á Italia, uno viene de Málaga, otro de Alicante y otro apenas ni él mismo lo sabe. Casi todos los viageros estan tan frescos y tan alegres, salvo una corta minoría cuyos individuos dejan aqui alguna cosa que les interesa, ó van á punto en donde no les interesa cosa alguna. Todos estan en cubierta y hácia la popa contemplando como la tierra va nivelándose con el mar, y acaba por perderse de vista. Los jóvenes dirigen la visual á las muchachas, y aun se les arriman con aquella libertad que solo dan un día de campo y un viage. Todos los viageros estan animados; pocos temen marearse; sin embargo como siempre hay gentes que se previenen para lo que pudiere tronar, una que otra señorita saca un limon y lo muerde para abrirle un boquete, nó precisamente porque eso prive de marearse, sino para neutralizar el hedor del carbon de piedra de cuyo humo sale una buena parte por la base de la chimenea. — Se marea V.?— Nó señor, al menos no me he mareado otras veces. — Ha viajado V. en vapor? — Nó, sino en buque de vela. — Entonces no tenga V. cuidado, en barco de vapor se marea uno menos. — No lo crea V., este temblor marea mas que el movimiento regular de un barco de vela, y luego ese humo, ese humo —Es buen preservativo el limon? — Dicen que sí. —Ca! no lo crea V.: eso es lo mismo que la carabina de Ambrosio cargada de salvado.—Sin embargo en teniendo limones yo voy segura de que no he de marearme. —¿Ha comido V. alguna cosa?—Nó señor, estoy en ayunas; pero voy á tomar una taza de té, pues dicen que eso dispone bien el estómago. — Para marearse, interrumpe un militar de los que comieron el rancho que los franceses tenian preparado para ellos en Bailen. — Perdone V., tomando té no tenga V. cuidado. —V. hará lo que guste; mas si toma V. té , dése V. por mareado. Otra cosa seria si tomase V. una taza de caldo.—Amigo mio, dice un jóven á quien no le hace gracia que el militar le intercepte el paso hasta la linda viagera , yo tengo en esto mucha esperiencia, y le aseguro á V. que el mejor preservativo es un buen almuerzo. — Eso no prueba á todos, observa un empleado que va á Francia á gastar sus ahorros y los agenos, lo mas seguro es tenderse en la cama antes que se sienta uno mareado, estarse quieto, taparse bien la cabeza y no haya miedo. — Se siente V. mala ? — Nó señor; pero á la verdad me incomoda el humo, y aun mas que el humo esos jóvenes que meten tanto ruido. —Qué quiere V.! como que no se marean. — Oh! eso es muy bueno ; yo me distraigo , canto , no paro un momento, porque en logrando uno estar siempre distraido, se está tan seguro á bordo como en casa. — Esa señorita se ha dormido!—Nó señor , estoy muy dispierta , pero sé que en arrebujándose una en un rincon sin menear pie ni mano y con los ojos cerrados está salvada.— V. no se marea?—Nó señora, yo soy de bronce, hijo de puerto de mar, he viajado mucho y de todos los modos como puede viajarse, y siempre tieso. — No tiene V. poca suerte.

    Y de este modo se continúan las conversaciones, y la broma y la franqueza, y todo el mundo se alimenta de esperanzas, salvo algunos que van á alimentarse con el pescado frito ó el viftech de la cocina del vapor, dentro de la cual nada está tan asado como la carne del fondista. ¿No te parece, querido lector, ó amada lectora, que es muy salado eso de viajar en vapor? ¡Ah! sábete que los viages en vapor son como los ministerios; todos prometen mucho y suelen acabar por ensuciarla. En lo mas animado de la bulla una señorita sentada en el banco verde y en la esquina inmediata á la escalera de estribor, palidece de repente, se pone la mano en la boca del estómago, le dan trasudores, y escondiendo la pupila bajo el párpado superior, saca el pañuelo y anda buscando con los pies esa sarten vomitoria de que nó en vano sehabia provisto. —¿Qué tiene V., señorita? — ¡Ah! me muero, me muero. — Se arrodilla, baja la cabeza, y allá va la cena de la noche anterior. Es la señorita del limon. Se acabó la jarana, no se oye una palabra, la mitad de los viageros han desaparecido, y los demás se van tendiendo por el suelo, porque en los vapores muchos viageros no tienen mas recurso que estarse en pie ó revolcarse por la cubierta. Vuelve uno la vista y echa de menos á los que cinco minutos antes daban y recibian conversacion. Pero señor, ¿qué se ha hecho esa gente? Todos los que tenían litera se han metido en ella nó por otra cosa sino porque estaban mareados. A la derecha yace moribundo el amigo de los vapores; el aficionado á los barcos de vela le hace duo en el sacar los hígados, y el de la taza de té la ha soltado y tras ella todo lo que comió en media semana. Mira, lector mio, qué grupo tan hermoso! El militar de Bailen pertrechado con el seguro específico de una taza de caldo, sostiene la frente de su anciana esposa que está perdida, y tiene que desocupar pronto para dejar la sarten al buen marido, que comparte sus bascas y sudor frio, pero que á fuer de militar antiguo, en medio de ese trabajo ciñe la espada y lleva puesto el sombrero de á tres picos cubierto de hule y con la borlita en las dos puntas. Hácia el lado del timon está una mareada hermana de un marcadísimo hermano que se sentía muy valiente; pero que al fin á impulsos de la simpatía ha dado á la mar lo que comió no hace todavía media hora. Una niña de seis años completa el terceto, y toda la familia queda purgada hasta la época de los panellets. ¿Te acuerdas, lectora querida, del jóven que aconsejaba un buen almuerzo? Pues ahí está hecho una miseria. Es verdad que ha almorzado; pero tambien ha desalmorzado, y ahora no teniendo que sacar, aprieta los dientes por temor de sacar el alma. El empleado tomó la eficaz medicina de meterse encama; pero la ha puesto como de perlas, y aburrido de verse solo y abandonado dentro de la artesa, se ha subido á cubierta para que lo dé el aire, que es escelente remedio para el que no se marea. Aquella cuadrilla de jóvenes que sin consideracion á nadie metían tanta bulla y divertían á todos los pasageros, callan, por fin aunque nunca han tenido la boca tan abierta como ahora. El que abogaba por la distraccion, ahí está sudando la gota gorda: la niña callada, quieta y delos ojos cerrados quiere y pide al cielo que la saque de tal estrechez; y el hijo de puerto de mar, ese grande viagero y hombre de bronce, dió consigo patas arriba, y sus ayes y suspiros completan el coro. ¿Y qué haces tú, lector mio, si aciertas á encontrarte en la comitiva? Quiera Dios que no imites á ninguno de tus compañeros, y que logres poner el pie en la famosa Portvendres llevando á Francia todo lo que de España llevaste encerrado en tu estómago; mas nó por esto te enorgullezcas, porque ya sabes el refran de que á cada puerco le llega su san Martin, y si á la ida te has salvado, no creas que esto sea una garantía para la vuelta.

  • Romería a Montserrat para celebrar el nacimiento de la Virgen

    Hoy celebra la Iglesia el aniversario del nacimiento de la Vírgen María madre de Jesus, en cuyo dia los barceloneses lo mismo que los demás habitantes de las cuatro provincias catalanas, obsequian á tan soberana señora en su santuario de la montaña de Monserrat situada á siete leguas de Barcelona, entre el turbio Llobregat y el camino real que conduce á Zaragoza.

    Durante la víspera ó dos dias antes de la fiesta, infinidad de ómnibus y otros carruages salen de esta ciudad llevando gentes basta el monasterio, ó hasta las aldeas de Collbató, si prefieren subir á pie ó asnalmente por aquellas breñas y pelados riscos. Quizá no sea para algunos el principal móvil de esta romería la devocion, sino el dar al espíritu agradable solaz con motivo de la concurrencia, gozando al propio tiempo de los bellos puntos de vista que ofrece la elevacion de la montaña; pero no podemos menos de asegurar, que los devotos son muchos, y que la Virgen de Monserrat es la patrona del pais, la Perla de Cataluña. Por otra parte si hemos de dar crédito al refran, muchos recien casados ó muchos por casar deben ir á esta romería, puesto que reza, que no es bon casat qui no ha anat á Monserrat.

    Bien podríamos hacer aqui una descripcion geológica de esta montaña, puesto que es única quizá en su género, echando nuestro cuarto á espadas en la cuestion acerca del origen de ella; pero confesámoslo francamente, ni una jota siquiera se nos alcanza de esta ciencia, y pensamos que no será difícil se nos crea bajo nuestra palabra. Además fuera salimos del carril hablar de orígenes que no nos importan un comino, mucho mas en el dia cuando se prescinde de todo origen y no se sube mas allá de antecedentes. Bástenos pues saber, que como despegada la tal montaña de las cordilleras que cruzan el pais, y formada de innumerables y enormísimos peñascos casi cónicos redondeados por la lluvia que por ellos se desliza, se presenta desde cualquier punto de Cataluña que se la observe, como una vistosa ciudad puesta en eminente lugar, y rodeada de altas torres, segun dice el cronista Pujadas, ó como las estalagmitas mas caprichosas que puedan guardarse en un museo de historia natural, segun decimos nosotros aunque no seamos naturalistas. La forma que tienen los peñascos ha valido á la montaña el nombre de Mont-serrat, porque como cuajado de aserraduras se presenta su contorno. No parece sino que la Omnipotencia abrió la tierra para levantar aquellas peñas desde el fondo del abismo, dándoles un carácter místico que se siente pero que no se esplica. Penetrado de este sentimiento se halló sin duda el que consagró á la mas pura de las vírgenes aquella montaña cubierta las mas de las veces con el blanco velo de la niebla, como para añadir á su originalidad el misterio.

    Si fuera de la incumbencia del Añalejo de costumbres barcelonesas el dar cuenta de lo que pasa en aquel monasterio en el día presente, lo haríamos de buen grado; pero está á la vista la razon que nos impide hacerlo, y debemos acomodarnos á los límites que nos impone el cargo que sobre nosotros hemos tomado; en una palabra, debemos acomodarnos á las circunstancias como suele decirse y hacerse, y contentarémonos con haber llamado la atencion del curiosísimo lector, para que contribuya á la mayor animacion de la romería, y agradecérnoslo han los dueños de todos los carruages que durante la octava no cesan de ir y venir llevando y trayendo romeros. La ida es alegre como bulliciosa la vuelta. Hombres y animales todos llevan la enseña de la romería, una rama de boj, arbusto de que abunda la montaña. Las cucharas de este mismo palo teñidas de encarnado, los rosarios, las medidas de la Imágen hechas de cintas, son las estrenas que pueden exigirse á los que van á esta romería.

    La imágen que se venera en el grandísimo templo de la montaña está ennegrecida por los años, como todas las imágenes que cuentan algunos siglos de antigüedad, y con este color es conocida en todo el orbe cristiano. En la presente ciudad se cuentan algunas imágenes de la Virgen de Monserrat espuestas á la veneracion de los fíeles en algunos altares de las parroquias y en algunos oratorios públicos, de los cuales es el mas notable el de la calle de la Portaferrisa, perteneciente á la casa
    de Magarola.

  • Maitines en la Basílica en la víspera de la fiesta de la Virgen de la Merced, poca gente en la Rambla por el frío

    Hoy por la tarde en la Iglesia de la Merced se cantan solemnes maitines en obsequio de la Vírgen Ntra. Sra., á quien se dedicarán mañana los debidos cultos por las mercedes hechas en distintas ocasiones á la presente ciudad, sobre todo en las varias epidemias que ha sufrido. El coro de monacillos dedicado al servicio de la Vírgen suele tomar parte en esta funcion, cantando la salve y el salutate Mariam. La devocion á la Virgen de las Mercedes es mucha en la presente ciudad, y asi es que la concurrencia á la funcion no es nada escasa.

    Quizá por esta razon no está concurrido el paseo nocturno de la Rambla, de modo que si hemos de señalar el dia último del paseo de verano, no nos parece fuera de razon fijar tan notoria costumbre en el de hoy en que desierta la mas numerosa parte de sus favorecedores, y en que á decir verdad, por mas que la estacion esté atrasada, no es los mas á proposito el relente de las noches que irán pasando para librarse, cuando menos las pacienzudas mamás, de un constipado ó de una jaqueca. Y aunque haya quien tenga el pecho de bronce y la cabeza de hierro, y resista algun paseo entre aquellas dos calles de árboles, sin embargo es preciso confesar, que por instantes van desbandándose los concurrentes, dejando bien apisonado el terreno á puro pasearlo, y que con ellos desaparecen aquellas sillas, fieles testigos de escenas de toda clase, desde las mas tiernas á las mas duras, desde las de mas buen tono á las mas vulgares, desde las mas razonables á las mas ridículas y feas, desde las mas pulcras á las mas…… qué se yo, á las que Vds. quieran.

  • Fiesta de Nuestra Señora de las Mercedes; secularización de la educación musical

    Funcion solemne en la iglesia de la Merced, en muestra de gratitud por los favores recibidos de la Vírgen entre las virgenes y Madre de Jesucristo. No es Barcelona la poblacion que menos se muestra agradecida á tan soberana intercesora, á quien ha acudido en las distintas ocasiones en que la han aquejado enfermedades epidémicas. La concurrencia no desdice de la que acudió ayer á los maitines.

    Consérvase, aunque nó en el buen estado que en otros tiempos, el coro de monacillos que entonaba las alabanzas de la Vírgen en ciertas horas del dia, y si decimos que ha degenerado, decímoslo porque no existe la comunidad religiosa que á sus espensas mantenia las escuelas de solfeo y canto, de las cuales eran alumnos los tales monacillos. Estas escuelas constituian, por decirlo asi, el conservatorio de música de la ciudad, habiendo salido de él, si nó grandes cantores, á lo menos grandes solfistas. Grato debe ser para el barcelonés filarmónico el recuerdo de este establecimiento, siendo de desear que el Liceo filarmónico-dramático de S.M. la Reina D.a Isabel II que le ha sucedido en el cargo, tenga el buen acierto y la buena direccion que el rumbo que va tomando el arte requiere, para dar resultados que honren al pais y á los profesores del referido establecimiento. Si asi lo hiciere Dios se lo premie, y si nó se lo demande.

  • Se acerca el invierno

    La naturaleza progresivamente va perdiendo su alegría. Con la vendimia ha desaparecido del campo el verdor que lo engalanaba: los árboles se despojan de sus hojas, reinan las brisas al levantarse y al caer el sol cuyos rayos pierden su intensidad al través de las nubes que flotan en la atmósfera; en una palabra, todo anuncia ha proximidad del invierno. Hasta á las costumbres trasciende esa tinta fria y melancólica de la naturaleza. Ha dado las últimas boqueadas el paso nocturno de verano: el que pasaba en él las fugaces horas de aquellas noches, se abona por poco que lo permitan sus posibilidades, en uno de los teatros de su devoción, para pasar las largas veladas de invierno: los escolares sacuden el polvo de los libros de texto para dar principio á sus tareas, y asisten hoy á la inaugural de la Universidad literaria: el menestral empieza sus velas, y sobre todo á prima noche se dejan oir las chillonas ó aguardentosas y hombrunas voces de las castañeras, que pasean las calles al grito de calentas y grossas qui’n vol ara que fuman, grito levantado con un tonillo, cuyo efecto solo puede sentir el barcelonés acostumbrado a considerarlo como el principal preludio del invierno.

  • Fiestas del Santo Ángel de la Guarda; feria de granadas en la muralla de tierra

    La cofradía del Sto. Angel de la Guarda establecida en la capilla que existe encima de la puerta de la ciudad llamada por lo mismo del Angel, tributa solemnes cultos al santo, por ser el dia de su fiesta. Feria de granadas en la muralla de tierra junto á la referida capilla.

  • Fiesta de Francisco de Asís, los artesanos empiezan sus velas

    Es fama en Barcelona que en el dia de hoy fiesta de san Francisco de Asis (sant Francesch) empiezan los artesanos sus velas. Esta puntualidad en la observancia de las costumbres pudo tal vez ser en otro tiempo, porque en el que corre empieza el artesano sus velas cuando hay trabajo de sobras, y las acaba cuando hay sobra de miseria, y decae la actividad del comercio. Sanctus Pancratius ora pro nobis. Aleluya. Aleluya. (Véase el dia 12 de mayo).

  • Fiestas de Ntra. Sra. de la Victoria y de la Virgen del Rosario en el aniversario de Lepanto

    En la capilla del Palau se celebra con toda solemnidad la fiesta de Ntra. Sra. de la Victoria, por ser el aniversario de la batalla de Lepanto dada en 1751 contra los turcos, por las fuerzas de la liga cristiana compuestas de la escuadra veneciana, pontificia y española al mando de D. Juan de Austria y de su consejero el célebre Requesens, ascendiente de los actuales poseedores de aquel edificio. La imágen de la Vírgen en la misma que llevaba en la popa la galera real de España, y su Santidad espidió una bula especial en lo que dispuso, que en la referida capilla se ganaran las mismas indulgencias y privilegios concedidos á las iglesias de dominicos en el primer domingo de octubre, en que so celebra la festividad del Rosario, instituido igualmente en memoria de tan señalada batalla, que puso límites a las incursiones de los turcos por Europa.

    Aunque la fiesta de la Vírgen de la Victoria y la del Rosario fueron instituidas con motivo de un mismo suceso, sin embargo vemos que aquella se celebra en el dia 7 de octubre, y la otra el primer domingo del mismo mes, por cuya razon es movible, y esta diferencia procede de que el dia en que se dió la batalla cayó en domingo.

    Siendo pues movible la fiesta del Rosario, no hallamos dia mas á propósito para hacer mencion de ella, que el de hoy, aniversario del gran suceso quo dió lugar á su institucion. Celébrase dicha fiesta en la iglesia de Ntra. Sra. del Rosario de beatas de Sto. Domingo. Con la misma solemnidad se verifica en la iglesia de Montesion, y en la de san Agustin costeadas por distintas cofradías tituladas del Rosario.

    El domingo que sigue al del Rosario es la fiesta de Ntra. Sra. del Remedio. Solemne funcion en la iglesia de la Trinidad, hoy parroquia de san Jaime. La concurrencia suele ser muy numerosa.

  • Feria de Barcelona

    Dia famoso, dia en que se gasta on Barcelona muchísimo dinero, dia en que se prepara un atroz degüello, dia en que rabian muchos padres y maridos, y se rien abogados, procuradores, escribanos y otros que reciben en aguinaldo pavos y patos y volátiles de todos tamaños y categonian; dia en que se celebra feria en esta inclita ciudad de los condes, flor y nate de toda España por man que murmuren lenguas.

    A ver la feria de Barcelona, á gastar en ella y á vender para ella vienen á lo menos un tercio de los habitantes del pla, que no son por cierto los que menos brillo y alegría dan al dia de la tal feria. Si nos preguntaran en dónde y cuándo se celebró la primera feria, diríamos francamente que ni lo hemos averiguado ni pensamos averiguarlo; pero que las ferias son antiguas es indudable. Del tiempo de nuestro recuerdo y de un poco antes podemos asegurar que en las ferias se ha vendido, comprado, trocado y gitaneado, aunque nó en todas se han comprado, vendido, trocado y gitanado los mismos géneros. Es preciso pues tener conocimionto de tales diferencias para no ir algun dia á perder el tiempo á una feria en la cual no se venda ni se compre lo que uno trate de vender ó de comprar. En las Borjas de Urgel se venden muchísimos borricos, y la mayor parte de ellos rabones, de lo que se deja entender que es pais de burros pero nó de rabos, de donde cada uno puede á su sebor deducir lo que mas bien le parezca. En Verdú se venden en abundancia animales de pelo, quiere decir que es tierra de animales; y lo mismo sucede en Cervera, aunque hasta ahora haya podido parecer una anomalia la abundancia de animales en un pueblo donde ha habido Universidad regia y pontificia. En Figueras se venden animales de pelo y de lana; buena feria para la gente que come á dos carrillos, de quienes suele decirse que hacen á lana y á pelo. En el Arbós se venden sederías, muñecas, juguetes, y sobre todo esos serones que se acomodan sobre las albardas de los jumentos de los que van á ella. La feria de san Cugat del Vallés es reputada por la primera feria de cochinos; lo que prueba que el territorio es bueno para criar y engordar puercos; de lo cual podrán citarse ejemplares irrecusables. En Vich se encuentra ganadería, y estan abundantes los libros viejos, cuyo último género prueba que ó bien van á parar allá los libros viejos de otros puntos, ó que los actuales hijos de Vich se venden los libros de sus abuelos.

    De otras muchas ferias podríamos dar noticias, pero viniéndonos á la de la capital decimos: que si todos los catalanes supiesen lo que es la feria de Barcelona, á bandadas dejarian sus pueblos para venirse á ella. Ya se ve, en Barcelona todo es grande, todo es bueno, todo sorprendente, y no habia de ser menos la feria, de la cual en imposible dar una idea exacta. Pero á fin de que los que no pueden gozan de este grande espectáculo huelan á lo menos alguna cosa, les indicarémos los puntos capitales, que son como si dijéramos la mesa de este gran congreso.

    Desde la puerta nueva á la de san Antonio, desde la del mar hasta el portillo de Isabel II, Barcelona es una feria durante los cuatro dies que preceden al de Navidad, y en ella todo su vende, desde la alhaja de mas valor hasta al mas tosco cacharro. En primer luger verás, benévolo lector, las paredes esteriores de las tiendas cubiertas de toda clase de géneros y artefactos, mostrando en ello sus dueños mas prodigalidad y esmero que en el resto del año. Lo mismo puede llamarte la atencion la tienda de un calderero con sus sartas de braseros, peroles y esquilones, que el mostrador de una platería con sun sortijas, sus cadenillas y candelabros. Espectadores tienen la tienda de mantas y gorros colorados, como no le faltan á la de muselinas, batistas y merinos. En la plaza de santa María del mar se reproducen las ferias de la Concepcion y santa Lucía; y como en aquellos puestos de juguetes el chiquillo se hace ojos, en las tiendas del Call y Platerías se le hace la boca agua á la elegante que sale á lucir sus gracias en la feria. Los grupos colocados enfrente de las tiendas obstruyen el paso, y te pisará este, y te empujará el otro, y tropezerás con prójimos que llevan cebados pavos y capones que la gratitud de un favorecido ofrece á su bienhechor, ó la male fe de un usurero al cómplice en su peculado. Rabiarás mil vcces y lo echarás todo á la diabla otras tantas, y sin embargo con risueños ojos, si en que perteneces al sexo feo, dejarás el paso libre á la comitiva de payesas, entre la coal es fácil que te encuentres como por sorpresa. Qué hijo de Adan no se rinde ante esas donosas y desembarazadas lugareñas que produce el suelo á seis leguas á la redonde de Barcelona, bien luciendo su garbo arrebujadas en sendos pañolones, sin mas tocado que un pañuelito de seda, bien dejen ver su esbelto talle embrazando con donaire ligera cesta de mimbres? Ah! por desgracia desaparece entre el fárrago de modas de Paris el airoso trage de esas niñas. Vaniadlo en buen hora, pero no dejeis vuestra saya semicorta, ni la mantilla blanca, ni sobre todo vuestras chinelas.

    Deja, lector, las payesas, sube de punto tu catalejo, y fija la atencion en las jóvenos de buen tono que se dirigen al paseo, porque has de saber que las barcelonesas renuncian en el dia de hoy á su costumbre dominguera, y con ser dia de labor salen á solazarse. El paseo en dia de feria, cómo pasarlo por alto? cuenta pediríales Dios de haber desperdiciado semejante ocasion. El objeto de este paseo es la feria rústica que su halla establecida en la esplenada, á donde acuden dos mil pavos y pavas, gallos, capones, gallinas, pollos, ánades, patos y conejos, dos centenares de señoras, y cuatrocientos hombres, y todo anda allá revuelto por mas que sea muy distinto el objeto con que están allí todos esos vivientes. Unos estan para ser vendidos, poquísimos para comprar, muchísimos para ver y todas para ser vistas. Allí acude la elegancia, allí corren las niñas y las que no lo son al olor de los petimetres, y estos al ojeo de las niñas y de las otras: allí se gallean muchos que no pasan de pollos, y hasta las misman pollas gallean. Corred allá lectores nuestros, y veréis pavos y pavas y pollos y pollas y gallos y capones y otras cosas tan sabrosas por lo menos como las dichas.

    Podeis luego dirigiros á la rambla de los estudios y hallaréis la misma escena de pavas y pavos, pero echaréis menos las elegantes: y si pasais por las plazas de la Constitucion y del Angel veréis mil puestos donde se venden cosas que si no se comen sirven para comer, porque no parece sino que no se ha comido en todo el año y quiere la gente desquitarse, segun lo afanados que todos andan para buscer con que regalar el estómago. No hay para qué describir uno por uno los tales puestos. Loza en este, cucharas de palo en el otro, loza en el de mas allá, cacharros acullá, loza otra vez, cacerolas de hoja de lata, de nuevo loza, y loza aqui, y loza en el del lado, y casi todos los punton son de loza y cristalería, y casi todos sus dueños son valencianos que han improvisado una estantería y un mostrador con los cajones en que han conducido el géneno; y ¡oh miseria humana! los cacharros no tienen el honor de verse colocados en estantería, ni merecen ser vendidos siquiera en un simulacro de mostrador, sino que yacen esparcidos en el duro suelo ocupando un ancho espacio! Hé aqui, puedes esclamar, la plebe de la parte mas frágil del casero menage! Déjalos descansar, y líbrelos Dios de los perros transeuntes y de los pilletes.

    Llega la noche y no decae la animacion un solo punto, antes bien se iluminan las tiendas de géneros, y los puestos de las plazas, calles y Rambla, cada cual segun su posicion y circunstancias.

    En algunos salones hay bailes de payeses. La entrada es por convite.

    Las empreses de los teatros consultando el gusto de los forasteros y calculando sus provechos dan comedias y bailes de grande espectáculo, ú óperas cuya fama sea mas popular.