En consecuencia de lo que se dispone en el plan de estudios que he tenido a bien aprobar en este dia, de acuerdo con lo que me ha propuesto mi consejo de ministros, he venido en hacer la designación de las facultades que han de enseñarse en las universidades de distrito en la forma siguiente:
En la universidad de Barcelona se enseñarán las facultades de filosofía, medicina, farmacia y jurisprudencia.
En la de Granada las de filosofía, medicina de segunda clase, farmacia y jurisprudencia.
En la de Oviedo las de filosofía, jurisprudencia y teología.
En la de Santiago las de filosofía, medicina de segunda clase y jurisprudencia.
Eu la de Salamanca las de filosofía, medicina de segunda clase y jurisprudencia.
En la de Sevilla las de filosofía, medicina, jurisprudencia y teología.
En la de Valladolid las de filosofía, jurisprudencia y teología.
En la de Valencia las de filosofía, medicina de segunda clase y jurisprudencia.
Y en la de Zaragoza las de filosofía, jurisprudencia y teología.
Dado en palacio á 28 de agosto de isr.n.—Está rubricado de la real mano.—El ministro de Comercio, Instruccion y Obras públicas, Manuel de Seijas Lozano.
Etiqueta: comercio
https://lh4.googleusercontent.com/-Awj-4HgYIdw/T2W91GLKU5I/AAAAAAAA5RY/iUIsmkprDsM/s560/trade.jpg //// Montaña / Molas (?), Barcelona y el comercio (1779) //// Capmany, Memorias históricas ////
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Reforma universitaria
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Los atletas de la Olimpiada Popular
Esta era la fecha señalada para dar comienzo a la Olimpiada Popular 1936 en Barcelona. Pero al amanecer del domingo 19 de julio de 1936, una parte importante de la guarnición de Barcelona salió sublevada de los cuarteles, de acuerdo con lo dispuesto desde la Comandancia de Pamplona del general Emilio Mola, que ejercía de director de la conspiración. La meta era derribar en Madrid el Gobierno del Frente Popular y, en Cataluña, el autónomo de la Generalidad.
Así pues, le guerra frustró la celebración de esta Olimpiada Popular. El nuevo orden revolucionario y las necesidades propias del conflicto pusieron fin a Barcelona 1936, justo unas horas antes de iniciarse.
Un atleta belga, escribió en su diario:
Las calles están vacías bajo un sol abrasador… El la Plaza del Comercio chocamos con las primeras barricadas, cientos de metros más lejos vemos a unos sindicalistas armados. Las barricadas aparecen cada 100 metros. Todas las calles laterales están bloqueadas… Nos deslizamos a lo largo de las fachadas de las casas. Las balas silban a través de la plaza. Instintivamente doblamos la espalda y nos refugiamos en un portal.
Ante el ambiente prebélico que se respiraba, muchos llamados “atletas” vinieron a Barcelona para combatir a la inminente revolución que se estaba preparando, y así no es de extrañar que muchos de ellos se alistasen en las milicias. Ellos fueron los primeros voluntarios extranjeros en los ejércitos republicanos, y el embrión de lo que luego serían las Brigadas Internacionales.
En su mayoría, estos extranjeros no combatieron para defender la República o la existencia de un sistema democrático sino para oponerse al fascismo y llevar a cabo una revolución definida en términos marxistas o anarquistas. También muchos confiaban en que una derrota del fascismo en España podría ayudar a vencerlo en sus naciones de origen. El italiano exiliado para eludir la represión fascista Carlo Rosselli, fue el creador de la frase Oggi in Spagna, domani in Italia (Hoy en España, mañana en Italia).
Así pues, los primeros extranjeros en sumarse a la lucha contra la rebelión militar procedieron de los atletas que se habían dado cita en Barcelona para celebrar una Olimpiada paralela a los verdaderos Juegos Olímpicos que habían de tener lugar en Berlín.
Muchos de los “atletas” eran comunistas, que se sentían indignados porque, a su juicio, Stalin no desencadenaba una revolución mundial. Los comunistas fieles a los dictados de Moscú se integraron en las milicias del PSUC (Partido Socialista Unificado de Cataluña) donde constituyeron la centuria Thaelmann, unidad que combatiría en Aragón desde agosto hasta octubre de 1936. Los que eran marxistas no estalinistas se integraron en las milicias del POUM (Partido Obrero de Unificación Marxista).
En La Vanguardia del día 24 de julio de 1936 se podía leer: “Es tal el entusiasmo que la causa republicana ha despertado en estos atletas que muchos de ellos se han alistado en las milicias populares, saliendo para Zaragoza y otros puntos”. Cabe destacar que el austriaco Jaccod, fue el primer extranjero muerto en la guerra civil española el mismo 19 de julio en la toma de un cuartel militar de los sublevados.
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Inauguración del Museo Marítimo
El solemne acto fue presidido por el almirante Estrada
[El día 18] quedó inaugurado, con toda la solemnidad que el importante acto requería, el Museo Marítimo que la Diputación Provincial ha instalado en el histórico edificio de las Atarazanas Reales, después de habilitarlo convenientemente para que recuperara toda la belleza que el curso de los años y una serie de reformas tenía oculta.
Con motivo de la inauguración, las vetustas paredes del vestíbulo fueron decoradas con magníficos tapices, completando la exornación de aquel y de los pasillos, plantas tropicales y emblemas marítimos.
Asistieron a la ceremonia el jefe del Departamento Marítimo de Cartagena, capitán general, almirante don Rafael Estrada; el capitán general don Luis Orgaz; gobernador civil y jefe provincial del Movimiento; delegada nacional de la Sección Femenina, Pilar Primo de Rivera; gobernador militar, general Múgica; consejero nacional, camarada Julián Pemartín; alcalde, señor Mateu; tenientes de alcalde señores Rivas Seva, Azcoitia y Cameras Artan; comandante de Marina, don Luigardo López; intendente general, señor De Diego; doctor Sanabre, director del Museo Diocesano, por el señor obispo; y las primeras jerarquías del Movimiento en esta ciudad. Concurrieron también comisiones y representaciones de corporaciones, entidades y asociaciones vinculadas a la vida marítima de Barcelona.
A la puerta del histórico edificio recibió a las autoridades el presidente de la Diputación, señor Simarro y varios diputados.
Junto a la puerta rindieron honores a las autoridades la banda de cornetas y tambores de los flechas navales, y en los pasillos estuvierno formados, durante la ceremonia, guardias marinas.
En compañía del presidente de la Diputación y de los técnicos que han cuidado de la habilitación de las viejas Atarazanas y de la catalogación de los ejemplares expuestos, las autoridades y personalidades recorrieron las vastas salas en que ha sido instalado el Museo y que proclaman la importancia que desde la antigüedad ha tenido nuestro puerto en el comercio marítimo y en el desenvolvimiento naval de España.
Después de la visita, que por la calidad de lo expuesto fue, naturalmente, detenida, el señor Simarro pronunció un breve discurso en el que expresó la satisfacción que sentía la Corporación provincial al ofrecer el Museo a España y a la Marina, representada en el acto por el capitán general del Departamento. Terminó su parlamento con vivas a España y al Caudillo.
El almirante Estrada correspondió a las palabras de ofrecimiento con otras de sincera gratitud por la aportación realizada por la Diputación Provincial al estudio de las cosas del mar, y recordó la importancia que desde antiguo ha tenido Barcelona como puerto marítimo, calificándolo de vanguardia de la Marina española, honor que comparte con los de Galicia.
Autoridades e invitados fueron obsequiados con un aperitivo en una de las salas.
La Banda Municipal amenizó el acto con escogidas composiciones y, al terminar, ejecutó los himnos Nacional y del Movimiento.
Al retirarse las autoridades el almirante del Departamento, señor Estrada, pasó revista a los cadetes de la Escuela de Naútica y a los flechas navales.