Etiqueta: Batalla del Huevo

  • La Consejería de Abastos anuncia la Oficina del Huevo

    El problema de la producción de huevos y la repoblación avícola en Cataluña

    Entre los múltiples problemas que se han derivado de la guerra que sostenemos, existe uno de poca importancia aparente, pero que, por la trascendencia efectiva de sus características reclama la especial atención de esta Consejería. Es el problema de la producción de huevos.

    Con la finalidad de promover, aumentar y mejorar la producción de huevos y pollería en Cataluña. se dictó la orden de fecha 29 de diciembre último. En virtud de esta orden ha sido creada en este Departamento, la Oficina del Huevo, a la que se otorgan las funciones de control y protección de los elementos de reproducción avícola, con facultades para realizar campanas de propaganda, disponer inspecciones y ordenar, previa la autorización de esta Consejería, la intervención o apropiación de granjas, salas de incubación, instalaciones agrícolas, etc. El plan de repoblación avícola en Cataluña durará unos cuatro años. En este período se alcanzará la cifra de seis millones y medio de gallinas que al ser seleccionadas por razas, y alimentadas y atendidas de acuerdo con un programa de cultura avícola que se difundirá entre los campesinos catalanes, rendirán un promedio de puesta anual de 110 huevos cada una, que equivaldrá a 700 millones, suficiente para atender las necesidades de nuestro consumo; evitándose, además, automáticamente, la importante sangría que para nuestras energías económicas representaban las importaciones.

  • Batalla del Huevo

    Hasta el presente, para cubrir con relativa suficiencia las necesidades de nuestro consumo, Catalana venia obligada a la adquisición anual de unos 250 millones de huevos en los mercados belga, turco, polaco, marroquí, argentíno y otros. Esto suponía un gasto de 40 a 50 millones de pesetas que anualmente emigraban de nuestro país en beneficio de aquellos mercados…

    Pero dentro de cuatro años tendremos ganada la «Batalla del Huevo». Al terminarse el plan de fomento y repoblación avícola emprendido por la Consejería de Ágricultura, Cataluña producirá normalmente todos los huevos necesarios para el consumo interior. Entonces, el huevo catalán habrá detenido para siempre la invasión extranjera de este producto.

    Por lo tanto, los catalanes deben adoptar como propias las consignas de l»Oficina de l’Ou».

    [Fecha 16/2/1937]

  • PSUC y la Generalidad intentan de hacer olvidar las Jornadas de Mayo

    [Diario Lois Cusick] In the wake of the May tragedy, «the P.S.U.C. and the Generalitat mounted one … event after another … We had a week devoted to the Battle of the Egg (La lluita de l’ou). This was a four-year plan to make Barcelona self-sufficient in eggs by having a chicken on every balcony. Then, the first week of June, we had Book Week. The carnival revolutionists filled the Ramblas with colorful bookstalls selling old parchment manuscripts from the burnt-out churches and new bright paperbacks of communist-approved authors. No more Kropotkin or Bakunin. This was the week we learned the Russians had arrested Bob Smillie of the P.O.U.M.’s [English] I.L.P. column while he was in Valencia.»

  • La Batalla del Huevo causa problemas de convivencia

    [E]n esta Barcelona en que hoy vivimos, en la Barcelona de «la batalla del huevo», en que cada galería, cada balcón, cada terrado, se ha convertido en gallinero incipiente, los gallos cantan cuando les da la gana, cada uno a hora distinta o todos a coro a todas las horas, desde que anochece hasta que sale el sol…

    ¡En fin!… Es molesto… pero soportable. En la retaguardia de una guerra tan atroz como la nuestra, no se puede hablar de molestias, sino es burla, burlando, más para señalarlas, que para quejarse de ellas… Ahora: esa multiplicidad de corrales improvisados, esa aglomeración de gallinas, y pollos, y conejos en espacios reducidos, en núcleos ciudadanos de gran densidad, sin las indispensables condiciones de espacio y aireación, ¿no nos traerán, ahora que entra, de lleno, el verano, consecuencias más graves, más irreparables que la molestia del canto de los gallos al amanecer? Ya se advierte en Barcelona una invasión de moscas digna de los valles andorranos y se perciben emanaciones poco gratas… «Evitemos que la batalla del huevo se convierta en la guerra del tifus» nos dice un lector. Y su advertencia nos parece atinadísima.

    Pues la campaña de la «batalla del huevo» tuvo, sin duda, otra intención que la de convertir en corrales todos los balcones y todas las galerías. Y a esa intención—estricta—debe limitarse el ciudadano celoso, a un mismo tiempo de su alimentación… y de su higiene.