Etiqueta: arte

  • Una redada policial impide la venta de obras infantiles de Picasso

    However inane they may be, the youthful scrawls of a famed artist can usually be sold for big prices. Sincere artists usually object to this mercenary process. Recently Pablo Picasso was astonished to observe on the walls of Paris dealers some 400 of his works, most of which had been executed before the age of puberty. Excited dilettantes were lauding even the most execrable of the daubs. Revolted, Artist Picasso charged last week that the material had been obtained from his mother in Barcelona under false pretenses, filed a complaint charging fraud against persons unnamed, caused the Galeries Georges Bernheim and the Galeries Zak to be invaded by gendarmes who removed the offensive juvenilia. [TIME dated 1930/05/19. Actual date uncertain]

  • La Sala Gaspar ofrece la primera exposición en la posguerra española de la obra pictórica de Picasso

    El afecto por Barcelona del viejo alumno de la Lonja, del que fue compañero y camarada de Canals, de Nonell, de Soto, de Raventós, de tantos y tantos que pusieron fe en su talento, desde el primer día, se ha demostrado ya repetidas veces. Recordemos su obsequio del «Arlequín», que figura en nuestro Museo de Arte moderno, donado por él en 1919; su grabado de 1935: la «Minotauromaquia», aguafuerte; sus veinte piezas de cerámica, de 1957, y el dibujo que regaló para la subasta a beneficio del Círculo Artístico de Sant Lluc el pasado año y que fue adquirido por nuestro Ayuntamiento.

    Las exposiciones del artista en nuestra ciudad, después de la organizada por la extinta sala «Pictoria», en 1935, se han reanudado últimamente con las que ha ido realizando en esta misma Sala Gaspar, a quien debemos todas las manifestaciones picassianas que se han sucedido después. En 1956 vino una colección de litografías originales de la mano de Picasso; en 1957 nos fue dada a contemplar su gran composición de «Mujer en la mecedora», en granas, blancos, verdes y negros, y una extensa cantidad de dibujos, esculturas, cerámicas y mosaicos. En 1959 fue exhibida su espléndida serie de aguatintas ilustrando la «Tauromaquia», de Pepe Illo, destinada a las ediciones de «La Cometa», de Gustavo Gili. Y el año pasado se nos dabaa gustar el estupendo muestrario de sus grabados al linóleo, cuya exposición se inauguraba aquí al mismo tiempo que su análoga en la galería de Louise Leiris, en París.

    Por todas, ellas, Barcelona se ponía al corriente de las actividades del pintor más interesante y vivo de nuestro tiempo. Pero ninguna como la de hoy, repetimos, nos podía poner en contacto tan íntimo y auténtico con su ingente personalidad al colocar delante de nuestros ojos ese espléndido repertorio que va desde el retrato cubista de 1917, hasta la «Mujer acostada en pijama», de este año. Los varios y diversos aspectos que ha asumido su arte durante ese largo período quedan representados en esta muestra con una serie do piezas de verdadera selección.

    Juan CORTÉS

  • Christo quiere empaquetar a Colón

    Hay gente insólita y extraña que nos demuestra que nuestra capacidad de asombro no tiene límite. La otra noche, sin ir más lejos, fuimos convocados en la Galería Joan Prats, porque había sido absolutamente empaquetada y cubierta por un artista búlgaro llamado Christo.

    Llegamos y, en efecto, el tipo había empacado hasta el teléfono. El suelo estaba convenientemente empaquetado también, cubierto con una grisácea lona que un empleado de la casa, enteradísimo, advirtió que provenía de la misma Norteamérica. Enrique Badosa se desternillaba. Poco a poco fuimos cansándonos de aquella monotonía, porque incluso la escalera que baja al sótano había sido empaquetada también y el suelo de habitaciomes y salas de paredes desnudas y blancas.

    El caballero Christo llegó finalmente con cierto aire familiar a lo Lluís Llach, y después de invitarnos a sentarnos en el suelo —porque las sillas andaban también muertas debajo del embalaje— comenzó a hablar de su proyecto de empaquetamiento del monumento a Colón. Porque esa es la idea que le trae de cabeza. Dijo:

    —Hace aproximadamente un año y medio decidí hacer un proyecto en Barcelona y me incliné por el monumento a Colón, porque está ahí junto al mar, abierto a la ciudad vieja, el casco antiguo y las Ramblas. Su perspectiva es fundamental e interesantísima para mí.

    Y el proyecto se hizo, pero al parecer el alcalde último, señor Viola, tuvo miedo de que dejaran a Colón empaquetado para siempre y no dio el permiso.

    […]

    Uno, que es provinciano y de pueblo, piensa que la cosa es de locos. Pero no acaba ahí el asunto. Preguntado sobre el aspecto económico de sus inquietantes embalajes, Christo respondió:

    —Eso es un asunto que al alcalde de la ciudad no debe preocupar. Nosotros corremos con todos los gastos. Ni siquiera se necesitaría la asistencia de los bomberos. Nosotros sólo necesitamos el permiso; luego encargamos a una empresa la ejecución del proyecto, tal y como yo lo he medido y dispuesto. En el fondo es sencillo. Para el caso del monumento a Colón es necesario el trabajo de 35 ó 40 obreros durante tres o cuatro días. El coste total sería de unos dos millones de pesetas. Si me dan el permiso tendrán ustedes a Colón convenientemente empacado con una hermosa tela blanca, durante una semana o diez días todo lo más.

    Por si el nuevo alcalde ciudadano tampoco le hace caso, Christo ya tiene cubiertas las espaldas laborales con otro trabajito de nada, que va a iniciar en Berlín en cuanto las autoridades germanas se repongan del susto: empaquetar inmediatamente el Reiohstag. — Ferran MONEGAL.