El 1.º de noviembre, fiesta de todos los Santos, se distingua particularmente por un inmenso número de tiendas y mesas ambulantes cubiertas de una variada y prodijiosa cantidad de panecillos de mazapan á que llaman vulgarmente panellets; de los cuales como asi mismo de castañas hacen provisión generalmente todas las familias para celebrar en sus casas una especie de noche buena. En todo aquel dia y noche están llenos los cafés de un inmenso gentío, y adornados con ricas mesas cubiertas profusamente de hermosos ramilletes, y de un sin número de platos de dichos mazapanes, confituras, dulces y fiambres, de que se hacen continuas rifas. Por la tarde del siguiente dia, llamado de difuntos, acude mucha y muy lucida concurrencia á visitar el Cementerio general, extramuros de la Ciudad, monumento muy digno de verse por su estension, por la hermosura y variedad de sus nichos y epitafios, y sobre todo par su elegante y original Capilla, Obra del Sr. Ginessí, arquitecto de Florencia.
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La Jamancia: la Junta se rinde y el ejército vuelve a entrar
(Lúnes)
Hoy ha sido un dia muy bullicioso á la par que alegre para los pacíficos habitantes de esta ciudad desventurada.
Esta mañana ha desaparecido ó ha sido puesto en libertad el vocal de la Junta D. José Masanet, en el acto de ser trasladado del palacio del general que le servia de cárcel. Segun parece ha habido inteligencia con el gefe que le conducia, pues se asegura que Masanet no alcanzó la libertad hasta haber entregado á aquel una libranza firmada por su mano, valor de 4000 reales.
Esta misma mañana han sido despedidos de la casa moneda los operarios despues de haberles entregado sus correspondientes salarios.
La Junta se ha despedido hoy de los habitantes de esta ciudad con la alocución que puede leerse en la nota (1 [no OCR]). Tambien el Ayuntamiento ha dirigido á sus representados una proclama concebida en estos términos. Véase la nota (2 [no OCR]). Pertenece ademas á la historia de este dia la proclama dirigida por el Capitan general á las tropas de su division (3 [no OCR])
A medio dia ha entrado un regimiento procedente de la Ciudadela y ha relevado todos los puntos de la ciudad.
El Excmo. Sr. Capitan General, usando de las facultades de que se halla revestido, ha nombrado con esta fecha un nuevo Ayuntamiento constitucional, compuesto de los sugetos que siguen:
ALCALDES.
D. José Bertran y Ros, Magistrado sin ejercicio por ahora y propietario.
D. Baltasar de Eixalá, abogado.
D. Luis Gonzaga Pons y Fuster, abogado.
D. Buenaventura de Sans, hacendado.
D. Tomás Coma, fabricante y propietario.
D. Juan Nadal, herrero de la Barceloneta y propietario.REGIDORES.
D. Rafael Maria de Duran, hacendado.
D. Cayetano de Amat, baron de Maldá.
D. Cayetano de Vilallonga, baron de Segur.
D. Domingo Serra, fabricante y propietario.
D. José Folgnera, confilero y propietario.
D. Francisco Viñas, comerciante y propietario.
D. Francisco Fradera, platero y propietario.
D. Cayetano Lopez, médico, de Gracia.
D. José Prat, comerciante.
D. Buenaventura Vives, maestro alfarero y propietario.
B. Francisco de Asis Soler, arquitecto.
D. Juan Claros, hacendado.
D. José Boix, carpintero, de Gracia.
D. Joaquin Portell, farmacéutico.
D. Rafael Pla y Carreras, alfarero y propietario.
D. Antonio Martí, maestro de velas y propietario de la Barceloneta.
D. Joaquin Ruira y Lacrea, abogado y propietario.
D. Estevan Bosch , comerciante y propietario.
D. Ginés Guasachs, labrador y propietario, de Gracia.
D. Antonio Soqué, médico y propietario.
D. Francisco Ribas, zapatero y propietario.
D. Pedro Martir Colominas, panadero y propietario, de la Barceloneta.
D. Jaime Comas, corredor y propietario.
D. Narciso Fonolleras, abogado y hacendado.SINDICOS.
D. Juan Agell, profesor de fisica y propietario.
D. Juan Costa y Fuxench, abogado.
D. Tomás Illa y Balaguer, fabricante.
D. Francisco Esteve y Tomás, abogado y propietario.
D. Ignacio Vieta, tendero de paños.A las dos y cuarto han salido de la misma Ciudadela el capitan general Sanz con su estado mayor y precedido de unos 100 hombres del Batallon de Zapadores. Entre los edecanes y á sus dos lados iban el vocal de la Junta D. Antonio Rius y Rosell, y el Alcalde primero Constitucional D. José Soler y Matas, cerrando la marcha como unos 2000 hombres de tropa. Ál salir de aquel fuerte para dirigirse á la muralla del mar, han tenido que detenerse interin estaban los zapadores construyendo un especie de puente de tablones sobre la cortadura que habian abierto los centralistas desde el Palacio hasta la esquina de la Aduana á fin de tener un camino cubierto para pasar al baluarte del mediodia.
Cuando llegaron á la plaza del palacio tuvieron que detenerse otra vez por causa de las barricadas que habia en todas las bocas calles. Entonces el general ha mandado un edecan al comandante de zapadores mandándole que dividiese la fuerza en cuatro partes para destruir las barricadas que encontrasen al paso empezando todos juntos por la de la calle de la Espaderia por ser la mas fácil de derribar. En seguida se dirigieron por la calle de Baix, Encantes, plaza de S. Sebastian, Fusteria, calle Ancha, todo eso relevando las guardias donde las encontraban, y en llegando á la calle de S. Francisco de Asis subieron á la muralla de mar para dirigirse desde ella á la rambla. En esto entraba por la puerta de santa Madrona el general de division D. Ricardo Schelly con unos 3,000 hombres entre infanteria, Caballeria y Artilleria de carga, cuya fuerza unida á la que venia con el general se estendió por la rambla formada en masa, escepto la caballeria y Artilleria que formó á dos de fondo en batalla. Despues de esto y á poco rato ha ido llegando la Milicia nacional por batallones y con sus músicas y leones ó banderas correspondientes.
Las dos compañias sueltas llamadas la una de Muns, y la otra del Noy Buxó fueron agregadas al 7.° y al 4.° Batalln de Milicia nacional, cuyos dos batallones colocaron al lado de sus gastadores los 16 trabucaires que tiene cada una de las dos citadas compañias. La fuerza de la milicia se ha colocado al lado de la tropa ocupando el trozo de Rambla que media desde la plaza de S. José hasta los estudios. Sobre las cuatro y media de la tarde ha pasado por delante de la fuerza armada el Capitan general acompañado de los citados Sres. Rius, Soler y Matas y del E.M., todos á pié habiendo sido saludado con unánimes aclamaciones de viva el general Sanz: este correspondia al saludo popular con el sombrero que llevaba en la mano y diciendo con afabilidad, nada de vivas á personas, señores: viva la unión, viva la Reina Doña Isabel II, y viva la Constitucion de 1837.
Terminada esta especie de parada que se ha celebrado con la mayor tranquilidad, la Milicia nacional ha ido á depositar sus banderas en las casas consistoriales, retirándose en seguida los individuos á sus casas con su correspondiente uniforme, armamento y municiones.
Un poco mas tarde se ha retirado tambien la tropa de la rambla á los cuarteles que les estaban designados, aposentándose algunos Batallones en las principales de la Milicia nacional.
Esta noche ha quedado un reten de un Batallon de Infantería y unos 100 caballos en la rambla frente al teatro, desde donde han despedido patrullas para recorrer las calles de la ciudad.
Sin embargo de que el general habia ordenado que no se permitiese la entrada del paisanage en la ciudad hasta al cabo de tres dias de ocupada esta, hoy ha dispuesto por medio de un bando (1 [no OCR]) que desde mañana á las dos de la tarde puedan entrar los emigrados y las tropas que forman la línea del bloqueo.
Hoy se han remitido al cónsul de Grecia los pasaportes para los que creyéndose comprometidos, han querido pasar al estrangero. El capitan general ha espedido hoy un bando para los que deseen entregar las armas, lo verifiquen en el local de Atarazanas ó en el Colegio Episcopal. Véase en la nota (1 [no OCR]).
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Inaugurada la nueva pescadería del (antiguo) mercado del Borne
Inaugúrase con toda solemnidad la nueva pescadería del mercado del Born construida sobre los planos del arquitecto de la ciudad D. José Mas y Vila.
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Las farolas de Gaudí y las Tres Gracias en la Plaza Real
Hém de dir la veritat: los nous candelabros de la Plassa Real, construhits á Barcelona é ideats per un fill de Reus, son suntuosos. Davant d’ells las tres gracias de ferro colat, construhidas al estranjer, se cubreixen de rovell.
Entre els adornos, al péu, casi sobre ‘l pedestal de mármol hi ha tres guirnaldas y dintre d’ellas un festó en forma de V.
Un preguntava:
–¿Qué voldrán dir aquestas tres véns?
–Y responia un altre:
–Significan Vo, vonich y varato. -
La adquisición del Parque Güell, ¿una buena inversión para el Ayuntamiento?
Adquisición de Parque Güell
Después de ocho meses de figurar en el orden del día, se pone a discusión el dictamen de la comisión de Fomento, relativo a la adquisición del Parque Güell por la cantidad de 3.200.000 pesetas.
El dictamen es defendido por el señor Maynés. El señor Bordas hace algunas observaciones y el señor Carrasco pide informes sobre la situación de algunas fincas enclavadas en el Parque Güell.
El señor Marial se extraña de que se quien aprobar en la última sesión del Ayuntumiento actual, un asunto de tanta importancia, como es la adquisición del Parque Güell. Estima que el Ayuntamiento, en vez de gastar tres millones y pico de pesetas en la compra de un parque que tiene sólo 14 hectáreas de terreno, sería mejor que adquiriese 200 hectáreas en el Besós.
Añado que el parque del Besós, proyectado por el ingeniero señor Cerda, y señalado asimismo por el arquitecto señor Jounely, mide una superficie de doscientas hectáreas, que al precio de 17.000 pesetas la hectárea, representa un gasto de 3.400.000 pesetas, o sea, con lo mismo que se paga por el parque Güell, cuya superficie es de 14 hectáreas. De adquirirse los terrenos para el parque del Besós, como el número de hectáreas destinadas al riego con las aguas de la acequia condal se fijaron en 600 hectáreas, resultaría que con dicha adquisición, el Ayuntamiento dispondría de la mitad del caudal de agua de la acequia, que, por término medio, es de 30.000 metros cúbicos diarios, ya que además de las 200 hectáreas, destinadas a parque, se transformarían en calles, plazas y jardines otras cien hectáreas.
Termina haciendo notar que esos 15.000 metros cúbicos diarios de agua potable, representarían un valor para el Ayuntamiento de 15.000.000 de pesetas.
Termina diciendo que no quiere impugrar la valoración, pero añade que, por entender que el Ayuntamiento podría invertir los millones que cuesta el Parque Güell, en obras de más urgente necesidad y de mayor rendimiento. Votará en contra del dictamen.
El señor Capdevila impugna el dictamen.
Lo defiende el señor Gambús y el señor Bolos, después de manifestar su extrañeza de que se haya puesto a discusión el dictamen, pues era creencia general que el asunto se dejaría para que lo resolviese el futuro Ayuntamiento, anuncia que votara también un contra, por entender que se trata de un gasto innecesario e improductivo.
También, hace uso de la palabra para defender el dictamen el señor Vinaixa.
Rectifican los señores Maynés y Marial, el último de los cuales, dice que es ridicula la peritación en la forma en que se ha efectuado, pues resulta que se paga por cada hectárea de unos terrenos, sin vegetación, 180.000 pesetas, cuando a orillas del Besós pueden adquirirse terrenos de excelentes ondiciones por 17.000 pesetas.
Añade que lo que se debe estimar en el Parque Güell es la parte-artística, cuyo valor es inapreciable.
Firmada por los señores Nicolau y Blajot se presenta una enmienda pidiendo que en el precio fijado se consideren comprendidos la casa solariega y terrenos anexos a la misma, que. ocupa la señora condesa de Güell, los cuales deben, quedar disponibles antes de satisfacerse el último plazo.
La enmienda es aceptada, y seguidamente aprueba el dictamen en votación ordinaria con los votos en contra de los señores Marial, Romo, Blanqué, Capdevila y Bolós.
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Muere Doménech y Montaner
[un largo …]
El arte le conquistó innumerables amigos, la política un sin fin de antagonistas, que no alcanzaban ai comprender el tesoro de su austeridad. ¡Esta, junto a su acrisolada honradez y a su fe arraigada, le habrán sin duda concedido el eterno galardón de la gloria!
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Es atropellado Gaudí
On June 7, 1926, Gaudi was run over by a tram. Dressed in ragged attire, he was taken to a pauper’s hospital in Barcelona as multiple cab drivers refused to pick him up for fear that he would be unable to pay the fare since his pockets were empty. Nobody recognized the injured artist until his friends found him the next day. When they tried to move him into a nicer hospital, Gaudi refused, reportedly saying, «I belong here among the poor.» He died two days later, while half of Barcelona mourned.
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Testigo de los combates del lunes
Maandagochtend was de spanning niet meer uit te houden. Het schieten in de nabije verte duurde voort, en van onze heuvel uit zagen wij steeds meer gebouwen in brand. Thans scheen ook de Sagrada Familia rook uit te slaan, deze vreselijke stenen sigarenkoker van Gaudí, waarop de Catalanen zo trots zijn, en die eeuwig een moderne ruïne zal blijven, omdat de ondernemers geen geld meer hebben en wachten moeten totdat de armen genoeg geschonken hebben om weer verder aan dit monument van wansmaak te kunnen bouwen. Een steeds dikkere rook steeg op van de voet der torens; het brandde al urenlang, en een rooknevel hing over de gehele wijk, een uitgesproken arbeiderswijk. De kerk van Bonanova, vlak bij ons, brandde reeds sinds gisteren; een arbeider op de heuvel die enkele huizen daar vandaan woonde, vertelde ons, dat men er wapens en munitie had gevonden.
Alles had ik eerder verwacht, dan dat de kerken tot arsenalen, forten en kazernes zouden dienen, en de kloosters, – zelfs vrouwenkloosters, – tot hoofdkwartieren van de militairen. Toch bleek de waarheid hiervan al aanstonds bij het bezoeken van die wijken, waaruit de gevechten reeds waren weggeluwd om op andere punten te worden voortgezet. Daar stonden de ooggetuigen en de bezoekers in kleine groepjes bijeen, en de eersten wezen precies aan, hoe de machinegeweren op de torens en de daken van de kerken opgesteld waren. Zij wezen ons de gaten in de tegenoverliggende muren, die alleen van die punten uit hadden kunnen ontstaan. Op de Rambla, een der drukste handelsstraten van de stad, werden de civiele voorbijgangers regelrecht onder vuur genomen van een kerk uit, die zoals kort daarop bleek, door middel van een geheime gang met een kantoorgebouw daarnaast verbonden was. De aanval bleek zorgvuldig voorbereid.
Het rechte van wat er gebeurde kwamen wij nog altijd niet te weten. De enkele mensen die wij spraken, waren er zelf niet achter. Ieder zag slechts het accidentele van bepaalde straatgevechten, bepaalde overwinningen. Maar omtrent de politieke betekenis die dit alles bezat, tastten wij nog volkomen in het duister. Die was niet te overzien.
Des avonds gingen wij wederom naar onze Plaza, die ditmaal drukker bevolkt bleek. Een troep jonge arbeiders stond er opgewonden te debatteren. Een paar hielden het blad van een krant in de hand, en in groepjes stonden de anderen er omheen om mee te kunnen lezen. Wij drongen ertussen, er was eindelijk nieuws!
Het was de ‘Solidaridad Obrera’, het orgaan van de anarchisten. Wij lazen slechts de opschriften, om in het halfdonker zo snel mogelijk alles te kunnen begrijpen: ‘Arbeiders, bewapent u. Proletarische broeders, trekt als één man op ten oorl… De verraders, generaal Goded met vier van zijn medeplichtigen, gevangen genomen. Te wapen, kameraden! Ieder melde zich aan bij zijn syndicaat om wapens en munitie te ontvangen. Proletariaat van Catalonië, wij zullen gemeenschappelijk de fascistische rebellen verslaan!’
Het blad werd ons uit de handen getrokken, maar wij hadden genoeg gezien. Plotseling raasde een vrachtauto op ons toe, vol bewapende arbeiders. Maar niemand op de Plaza was meer bang, het waren ‘de onzen’ die immers de macht in handen hadden. Men stormde om de vrachtauto heen. – ‘Salud, camaradas! Hebben jullie kranten?’
Neen, ze hadden er geen. Een korte uitwisseling van indrukken volgde, en de auto raasde verder. Er kwam er wéér een. Ditmaal vol met blauwe uniformen. Guardia de Asalto, de spaanse storm-politie. De wagen hield stil, en ik kon nauwelijks mijn ogen geloven: zij hieven de gebalde vuist op, en groetten: ‘Salud, camaradas!’ Het was een zeldzame sensatie, deze professionele verdedigers van de machthebbers de groet te zien brengen van het uitgebuite volk. Toen wij de dag daarop een Guardia Civil (maréchaussée) een arbeider zagen omhelzen, begon alles op een sprookje te lijken.
Toevalligerwijze bemerkten wij in een voorbijrazende auto Juanito, en nog een andere bekende, Paco. Ook zij hadden ons gezien en stopten. Wij bestormden elkander met vragen.
Paco en Juanito waren beiden bewapend, met revolvers die zij reeds ontzekerd in de hand hielden. Een paar der inzittenden bezaten ook geweren: een jachtgeweer en een goede karabijn.
‘Vechten jullie niet mee?’ vroeg Juanito met ironische verbazing.
‘Vreemdelingen…’ zei Paco, een tikje verachtelijk.
Maar de mannelijke ijdelheid zette hen over de lichte teleurstelling heen, dat wij slechts toeschouwers gebleven waren. En zij begonnen opgewonden de toedracht van zaken te vertellen. De officieren van een paar aan de rand van de stad liggende kazernes hadden hun manschappen getracteerd op cognac, en ze toen de straat op gecommandeerd ‘ter verdediging van de republiek.’ Bij het universiteitsgebouw vond het eerste treffen plaats, een tweede troep rukte van het Noorden aan, een derde van de haven uit. Zo zouden zij het centrum van de stad als het ware kunnen insluiten. Maar de patrouilledienst der arbeiders had goed gefunctioneerd; uit zijstraten, hoeken en portieken drongen zij te voorschijn, verschansten zich achter stenen banken en bomen, en namen de verraste soldaten onder vuur. De officieren voerden licht veldgeschut en machinegeweren aan; de kanonnen werden door er op los stormende mannen en vrouwen genomen, die ze veroverden met de blote handen, of met geen ander wapen dan knuppel en keukenmes.
‘Hoe zijn jullie dan aan vuurwapens gekomen?’ vroeg ik. ‘Een paar kameraden uit het havenbedrijf wisten, dat er een schip vol wapens aan een der kaden lag. Dat schip hebben we met behulp van kameraden van de F.A.I. zondagochtend in alle vroegte leeggehaald. En toen wij eenmaal de kazernes en de kloosters hadden, waarin wij stormenderhand zijn binnengedrongen, kwam er genoeg te voorschijn.’
Juanito scheen jaren ouder geworden te zijn in die enkele uren.
‘De twee grootste slagen,’ sprak Paco, de bedaardere, ‘zijn op de Plaza de Cataluña en in het havenkwartier, bij de Capitanía geleverd, vanwaar de Rebellen het hoofdcommando voerden. De telefooncentrale is regelrecht belegerd en met geschutvuur genomen. Maar wij wisten, dat dit gebouw tot elke prijs in onze handen moest blijven. Aan de overkant hadden de militairen zich in het Hotel Colón sterk gemaakt. We hebben ze er ook uit gekregen, net als uit de Capitanía.’
‘En hoeveel verliezen?’ vroeg mijn gezel. ‘Veel. Doden en gewonden tezamen: enige honderden minstens.’
‘Caramba!’
Bij de haven was Ascaso gevallen, de bekende anarchistenvoorman. C.N.T. en F.A.I. hadden de morele leiding van de tegenweer gehad. Bijna alle arbeiders droegen het zwart-rood van de Anarchistische Federatie, en de auto’s waren met hún letters beschilderd. Ook Estat Català (regionalisten) en P.O.U.M. (revolutionaire socialisten) vielen op. Van de P.S.U. (IIIde Internationale) was aanvankelijk het minst te bemerken, wat wel merkwaardig is voor een partij die zich later het breedst gemaakt heeft.
Wij besloten elkander de volgende morgen in de stad te ontmoeten.
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Reacciones barcelonesas ante las bombas sobre Hiroshima y Nagasaki
Pánico en el mundo. Pánico en España, en Barcelona, en las conciencias. Se hacían toda suerte de cábalas, pero el denominador común era cierto sentimiento de corresponsibilidad. Muchas personas se alegraban del derrumbamiento de las potencias del Eje, pero la explosión atómica las hostilizaba por dentro. Mientras mosén Castelló se dedicaba a repartir estampítas en las que se veía el infierno, el doctor Trabal se pasó un día entero en su despacho, dejando vagar la mirada por los libros de los estantes, que contenían saberes y fórmulas para traer nuevas vidas al mundo…
[…]
Entre los más desconcertados, naturalmente, estaba Julián. La verdad era que el arquitecto confió hasta el último momento en que un milagro -tal vez un milagro científico o técnico- salvaría a los alemanes, y no había sido así. Julián no acertaba a explicárselo. No acertaba a explicarse que las democracias, símbolo de disgregación -«¡a la basura!, ¡a la basura!»-, hubieran vencido al totalitarismo, símbolo de unidad.
[…]
La Delegación de Ex Combatientes convocó una asamblea extraordinaria, regional. Y el ambiente que en ella se respiró fue de los más pesimista. El arquitecto y Claudio Roig, que con la camisa azul parecían otras personas, se encontraron allá con antiguos conocidos. La alegría de los abrazos se vio empañada por la gravedad de la situación. La creencia unánime era que Roosevelt y Churchill, presionados por Stalin, intentarían derribar el régimen español y traer de nuevo al país a Negrín y la Pasionaria. Quien más, quien menos, retrocedió mentalmente a la guerra civil y el contagio encalabrinó los ánimos. Se pronunciaron discursos, entónose el «Cara al sol» y al final los asistentes, sin una sola excepción, se juramentaron para defender otra vez, si preciso fuere, el suelo patrio…
A la salida habló largo rato con Claudio Roig. Recordaron al amigo Saumells, el Mujeriego, y los motivos que lo llevaron a decidirse a entrar en religión. Roig estuvo en Tarragona con sus padres y pudo añadir algunos datos más.
– Ya sabes lo mucho que le preocupaba la cuestión social. Por lo visto dijo que los resultados de la victoria no se parecían en nada a como él los imaginó durante la lucha. Intentaron convencerle de que no se ganó Zamora en una hora, pero no hubo nada que hacer; lo plantó todo y se fue al noviciado.