Etiqueta: aragón

  • Muere Pedro III de Aragón

    After Alfonso had left him, Peter III of Aragon, conscious that his illness was mortal, and anxious solemnly to exculpate himself from the guilt of the war carried on against the Pope, as Charles of Anjou had done on his death-bed from that of the war kindled by the Pope, summoned the Archbishop of Tarragona, with the Bishops of Valencia, Huesca, and other prelates and barons; and in their presence declared that it was not in hostility to the Holy See, but in pursuance of his rights that he had taken possession of the kingdom of Sicily; that he had not merited the excommunications of Martin, but had submitted to their observance as became a Christian; and now being about to appear before the judgment-seat of God, he asked absolution from the archbishop, promising that should he recover, (and here he again had recourse to equivocal expressions,) he would render obedience to the supreme Pontiff, according to right, and present himself before him either in person or by ambassadors. This he confirmed by an oath, and the archbishop granted him absolution. Having been admonished to forgive his enemies, he gave orders for the liberation of his prisoners, not including, however, those of high degree. He left unaltered the will which he had made in 1282, at Port Fangos. He confessed himself aloud to two monks, then with great difficulty he rose from his bed, trembling and scarce able to stand, dressed himself, and kneeling down, weeping and inwardly praying, received the eucharist. He was informed of the surrender of Gerona and of the arrival of Charles from Sicily when only a glimmering of consciousness yet remained to him, and was unable to utter a word in reply ; but he folded his arms in the form of a cross, raised his eyes to heaven, and expired on the 10th of November, 1285. [Conventional date and location are 2/11/1285, Vilafranca del Penedès]

    Such was the end of Peter of Aragon. He died at the age of forty-six, in the prime of mental and bodily vigour, and at the summit of his fortune; for he beheld the host of France dispersed; the King of Majorca humbled; Charles of Anjou, Philip the Bold, and Pope Martin departed this life ; the new King of Naples in his power ; that kingdom in confusion ; Sicily submissive and secure ; his fleet mistress of the Mediterranean; and his own power so much increased by the fame of victory, that he was able everywhere to keep in check even his own rebellious subjects.

  • Negociación entre Juan II de Aragón y los catalanes sobre el encarcelamiento de Carlos de Viana

    Llegan embajadores del rey D. Juan II de Aragon para tratar con el parlamento general de Cataluña sobre la prision del príncipe de Viana mandada por aquel.

  • Juan II toma Montjuic gracias a sus «grans besties»

    Las tropas de D. Juan II se apoderan de Monjuich por culpa (segun dice el dietario de la antigua diputacion) de aquells grans besties que lo tenien.

  • Juan II de Aragón toma Barcelona

    Entra por capitulacion el rey de Aragon D. Juan II.

  • Expulsión de los judíos impenitentes

    En 1492 se fueron todos los judíos que no quisieron convertirse al cristianismo. Su marcha fue recogida de la siguiente manera en el Dietario de la Diputación del General:

    1492. Agost. Dijous a II. Jueus. Entraren e surgiren en la plaia de Barchinona una gran nau de Rodes […] e una galeassa grossa de França e VIII entre nauetes e galeons, totes carreguades de juheus que exien de Aragó, de València e de Cathalunya e eren·se enbarchats part en Tortosa e part en Tarragona, exints de dites terres per manament de la maiestat del senyor rey. Restaren·ne en Barchinona circa de XX qui·s faheren christians; los altres ab dites fustes se·n anaren la via de Levant e entre tots eren passats deu mil juheus entre homens, dones e enfants.

  • Llega noticia del levantamiento del sitio de Fuenterrabía, pero no todo el mundo está contento

    Hacía cosa de algún mes que Francia havía puesto sitio á Fuenterrabía. Esta plaza (está) allá en Nauvarra y raia de Francia y España, como aquí en nuestra Cathaluña Perpiñán, bien que no está fuerte; pero como es llave por la parte de Castilla, es mui importante.

    Hallávanse por cabos del campo francés el príncipe de Conde y arzobispo de Bordeus; apretavan la plaza rigurosamente; componíase su exército de veinte á veinte y cinco mil hombres; vatíanla en diversas partes con 20 cañones, y tiravan á destruirla á fuego y sangre.

    Convócanse el socorro con sobrada flema (pensión de España); acudían las levas de Castilla toda, Andalucía, Nauvarra, Aragón y de aquí, que hallándose la armada real, que se componía de 44 vaseles gruesos, se sacaron de ellos asta mil soldados veteranos, linda y valerosa gente; y para que llegasen presto y descansados por tierra, se tomaron quantos bagajes se hallavan, así de Barcelona como su contorno, y aunque era tiempo de trilla, la gente los daban de buena gana, porque se savia que la plaza sólo podía conservarse de diez á doce días. Esta gente y quanta munición se pudo partió á toda diligencia de aquí.

    Visto el apretado trance de la plaza, y recogidos hasta catorce mil hombres con la brevedad posible, se resolvió el socorro y bien que con gran inferioridad de gente á la que tenía el francés, y que éste estava fuerte en las trincheras.

    Viendo que el enemigo continuava los asaltos, aunque bien á costa de mucha sangre, que el peligro de la plaza era evidente, por más que los asediados con inaudito valor rechazavan los abances, tanto que hubo muchas mujeres que ejercitaron el disparar el mosquete, con tan incansable valor que pudieron abergonzarse los hombres, y que, ó perder la fortaleza ó socorrerla era forzoso como españoles, que es el maior encarecimiento, envistieron por dos partes víspera de Nuestra Señora de Septiembre 1638, después de encomendar á su pureza la victoria.

    Governava la una parte del exército el marqués de los Vélez y la otra el Condestable, y fué tal el esfuerzo y valor con que rompieron al enemigo, que no sólo socorrieron la plaza, sino que con infame descrédito le obligaron á huir dejando tiendas, artillería, vastimentos y muxa riqueza, que fué mucha la que el Arzobispo havía llevado para animar los suios. Socorrióse Fuenterrabía con los bastimentos que, poco rato havía, eran para su destrucción y ruina.

    Celebróse esta victoria en Madrid con públicas demostraciones de gozo; el Rey, dicen que cenó en público la noche que llegó la nueva, y que á todos los de Fuenterrabía premió, pues hasta las mujeres y niños señaló, durante su vida, á quatro y á seis rr(eales) de sueldo todos los días.

    Aquí en Barcelona hubo sus luminarias y una lucida encamisada en que salió toda la nobleza con ricas y bellas galas: yva por cavo el conde de Santa Coloma, virrey. En la encamisada hubo alguno, que con unas flores de lis fué señalando las casas de los mal afectos, que havía algunos, y manifestavan su disgusto por esta victoria.

  • La Jamancia: fracaso de la insurrección, el Gobierno espera que Barcelona se rinda

    La insurrección catalana sigue en decadencia lo mismo que cuando escribíamos nuestra última crónica: gran lección deben recibir en ello los revolucionarios, Barcelona bloqueada por las tropas leales, la patulea encerrada en la ciudad recibiendo los fuegos de Monjuich y la ciudadela: Atmeller sitiado en Gerona y á punto de rendirse al general Prim; Martell derrotado en Aragón, después de haber sido hostilizado por los pueblos donde intentaba penetrar: los rebeldes de Zaragoza bloqueados también dentro de sus muros, caidos de ánimo y escasos de medios de defensa: los revoltosos de Almería y de Granada sometidos aquellos por el temor, estos por la fuerza de las armas, y la rebelión de otras muchas ciudades ó impedidas á tiempo ó sofocadas y castigadas en el momento de estallar; tal es el estado que tiene hoy el levantamiento centralista. El cuadro de esta situación es pues algo mas halagüeño que lo fue en un principio; pero está muy lejos de ser satisfactorio. Cierto es que las fuerzas que proclaman en Cataluña á la junta central son inferiores en número y en recursos á las que defienden la causa del Gobierno; y la prueba es que siempre que han venido á las manos han salido vencedoras las últimas. Díganlo los campos de Besos y los pueblos de San Andrés, de Sabadell, de Mataró: díganlo las fortalezas de Gerona y de la ciudadela, díganlo en un las innumerables partidas sueltas de patulea que han sido desarmadas y presas por los somatenes del pais. La acción de Mataró fue empeñada, sangrienta: unos y otros pelearon con valor, con furia; los rebeldes emplearon en ella todo su esfuerzo; pero las tropas leales llevaron al cabo la mejor parte, no sin haber sufrido considerable pérdida. Acosado Atmeller por sus paisanos y burlado en sus esperanzas de sublevar el pais se encerró en Gerona donde los rebeldes comenzaban á desconfiar de su triumfo: Prim le cerca; asalta los fuertes que defendían la plaza, y le obliga á pedir un armisticia que él concede generoso, y cuyo resultado será necesariamente la rendición de la ciudad. Impacientes los rebeldes de Barcelona asaltan la ciudadela, aprovechando un momento en que suponían descuidada su defensa; pero ni uno tan solo logró subir á sus murallas, siendo rechazados todos, con un vivísimo fuego que dejó los fosos sembrados de cadáveres. ¿Qué mayor desengaño, apetecen los ilusos?

    El Gobierno se propone acabar con la insurrección economizando cuanto pueda la sangre de los insurrectos: para ello ha marchado una parte de las tropas al mando del bizarro general Prim sobre las fuerzas rebeldes que recorren la provincia con la esperanza de que las de Barcelona se rindan á discreción cuando dejen de aguardar extraños auxilios. Bloqueada entre tanto esta plaza ó incomodados sus detentadores por el fuego continuo que hacen sobre sus fuertes las baterías enemigas vánse agotando sus medios de defensa sin que les sea fácil reponerlos. Y como las partidas rebeldes no pueden medrar ni aun conservarse en las provincias que recorren por la activa persecución que sufren y la resistencia que hallan en los vecinos de los pueblos, y ni Gerona ni Zaragoza pueden aguantar largo tiempo el asedio, solamente ocurriendo nuevas insurrecciones ó defecciones de tropas podría prolongarse la ocupación de Barcelona por los rebeldes.

    Este plan es el mas humano, el mas generoso que podía imaginarse: distínguese mas por su lenidad que por su conveniencia. Nosotros nos congratulamos por ello, enemigos como somos del rigor innecesario contra los criminales políticos. Pero la prensa revolucionaria ha clamado contra él á grito herido y porque los sitiadores de Barcelona no consienten á los rebeldes levantar fortificaciones contra ellos, porque les destruyen las que edifican y los incomodan con sus fuegos, acusan al Gobierno de bombardear ciudades y de inconsecuentes á los que hoy le defienden y censuraron en otra ocasión los bombardeos mandados por Espartero. Este cargo merece respuesta , no tanto para convencer á sus autores, cuanto para que no pase como incontestado un hecho inexacto, y para esclarecer un punto digno de dilucidarse. Barcelona no ha sido bombardeada: tan atroces medios de gobierno no son propios de generales valientes y leales. Es cierto que las baterías de Monjuich y de la ciudadela dirigen sus fuegos contra los fuertes de los enemigos atacándolos con balas y granadas; pero entre esto y bombardear una ciudad hay mucha diferencia. Compárense sino los resultados del que los ayacuchos llaman ahora bombardeo, y dura por espacio de muchos dias, con el que se hizo por su orden en la misma plaza en noviembre último, y duró apenas doce horas: compárese con el que Van-Halen dispuso contra Sevilla por mandado de Espartero. Dos ó tres edificios solamente han padecido ahora según las exageradas relaciones de los diarios anarquistas, y en los dos bombardeos á que nos referimos mas de cuatrocientas casas quedaron enteramente arrasadas. Bombardear una plaza es obligarla á la sumisión destruyéndola: bloquearla y atacarla como lo hacen los sitiadores de Barcelona es privar á sus detentadores de los medios de conservarla, y forzarlos á abandonar su defensa: lo primeso es un acto de barbarie, lo segundo un acto de justicia: en el primer caso se castiga á una población pacífica por el delito de unos pocos rebeldes: en el segundo solo los criminales sufren las consecuencias de su delito. Nosotros reprobamos el bombardeo sobre todj cuando hay otros medios igualmente seguros de llenar su objeto; pero de aquí no se sigue que debemos santificar todas las insurrecciones tjue logran guarecerse detrás de unas murallas. Salgan en buen hora al campo raso los rebeldes que tienen en tanta estima á la capital del principado, ó cesen de hostilizar á las tropas de la ciudadela y de levantar obras de defensa contra ellas, y verán entonces como no corre la ciudad el menor riesgo ni en sus habitantes ni en sus edificios : verán entonces como llegado el «lia del ataque se rinden á discreción sin que recaiga su culpa sobre los inocentes. Barcelona recibe mas daño de los que se llaman sus defensores que de los leales que la-cercan: no es del Gobierno ni de las tropas de quienes puede temer su ruina, y debiera guardarse, sino de los furiosos que se llaman sus hijos, y amenazan públicamente con entregarla á las llamas antes que abrir sus puertas á los defensores de la Constitución y de la Reina. Léase sino el Constitucional de Barcelona, y se verá la manera que tienen los revolucionarios de entender el patriotismo.

  • Bombardeo Plaza España, defenestración piano, saqueos posteriores

    Cuenta papá que las tropas de Franco se levantaron en Africa el 18 de julio. Al día siguiente una bomba los sacó de la cama. Su papá, el yayo José, fue a investigar a la luz de un día sin sol. «Quedaros tranquilos en casa, voy a ver qué ha pasado». Al volver, cuenta papá, el yayo José explicaba que jamás había visto tanta «carne en la calle». La Plaza España de Barcelona había sido bombardeada. Transeúntes, gente de a pie, los primeros obreros que esperaban el metro, inocentes todos: muertos. Bastó y sobró para que la familia se preparara para salir a la calle.

    Cuenta, ahora la historia, que el pueblo de Barcelona se enfrentó al ejército y lo venció. Un pueblo que se agrupaba alrededor del anarcosindicalismo. Las bravías teorías de Bakunin, Proudhon y Malatesta, eran anatema de las de Marx y Lenin. Los anarquistas no estaban ni con unos ni con otros. El primer frente, después de espantar al ejército, fueron las iglesias, conventos y colegios de curas y monjas. El clero temblaba y huía por los pasillos subterráneos.

    Cuenta papá que lo que vio aquellos días, cuando apenas era una adolescente, lo acompañó en sus recuerdos hasta el día de hoy. Papá vio como quemaban los cuadros y las esculturas de las iglesias. Como los gitanos de la calle Los Ladrilleros, en nombre del anarquismo lanzaban un piano de cola de alto balcón del convento de la calle Guadiana de Sans [es decir, el Colegio Sagrada Familia de las Hermanas de la Sagrada Familia de Urgel, ve por ejemplo Manuel García Gargallo, L’ensenyament de l’església a la ciutat de Barcelona, ahora parte de la Escola Joan Pelegrí]. La fuerte impresión de ver las monjas momificadas emparedadas en los subterráneos pasillos que comunicaban del convento al de los curas. «Monjas con sus fetos en brazos…».

    El escarnio esperpento de Valle-Inclan finalizaba en la Diagonal donde en desfile carnestolendo al grito de «a las barrricadas» proclamaba el triunfo de la Revolución. Camiones llenos de obreros, gitanos, chulos y todas «las putas del barrio chino» que se iban para el frente de Aragón. Así lo vio papá y así me lo ha contado una y otra vez. Después la historia comenzó a complicarse. Lo que pretendió ser un golpe de Estado militar se transformó en una guerra civil. Una apretada guerra mundial que sirvió de ensayo general para la gran guerra. La última guerra idealista del siglo de las guerras.

  • Salida de columnas hacia Zaragoza, alocución de Durruti, bombardeo de Zaragoza desde el Prat

    LA LUCHA ANTIFASCISTA

    Varias columnas de fuerzas leales marcharon ayer sobre Zaragoza

    Al frente de ellas van el comandante Pérez Farras y Buenaventura Durruti

    LA AVIACIÓN DEL PRAT BOMBARDEÓ DE NUEVO LA CAPITAL DE ARAGÓN

    LA REPRESIÓN DEL MOVIMIENTO SUBVERSIVO

    Nuevos contingentes de fuerzas salen para Zaragoza

    Poco después de las nueve de ayer mañana, en cumplimiento de las órdenes cursadas, se formaron, importantes concentraciones de fuerzas en diferentes lugares de nuestra ciudad. Dichas concentraciones recibieron más tarde la orden de concentrarse todas ellas, en el Paseo de Gracia, de donde se trasladaron al Paseo de Fermín Galán, donde se formó la tercera columna, que marchó por la tarde a Zaragoza para asaltar aquella plaza y reducir el foco rebelde, que todavía se mantiene en aquella capital.

    A medida que transcurría el tiempo era mayor el número de milicianos y fuerza que acudía al lugar de la concentración.

    Un gran gentío presenciaba la formación de la columna y alentaba a los combatientes que marchaban.

    A las doce y media, la columna estaba a punto de marcha.

    No puede precisarse el número de individuos que formaban esta expedición, por cuanto por el camino habían de unirse a aquélla otros contingentes de tropa y nuevo material de guerra.

    VÍVERES PARA LOS EXPEDICIONARIOS
    Se hizo circular la noticia de que buena parte de los expedicionarios, debido a la precipitación de la salida, no habían podido aprovisionarse suficientemente de víveres. Con tal motivo, acudieron al paseo de Gracia, cruce con la avenida del Catorce de Abril [la Diagonal], junto a la plaza de Cataluña, y a la plaza de España gran número de ciudadanos que llevaron toda clase de géneros alimenticios para las fuerzas.

    Fue una verdadera demostración de entusiasmo y de adhesión a las fuerzas antifascistas que enardeció al gran gentío que presenció el espontáneo avituallamiento de la tropa. Se dispuso que cuantos autos circulaban por los indicados, lugares cargaran con aquellos víveres y los trasladaran al cuartel de Pedralbes.

    El señor Pérez Farras estuvo en Gobernación a despedirse del general de la División y a notificarle que salían para Zaragoza dos secciones, una de ellas por la estación de Madrid, Zaragoza y Alicante y otra por la del Norte.

    El comandante Pérez Farras se despidió efusivamente del general Aranguren.

    A las diez y media de la mañana salió del cuartel del Parque la fuerza, y van en ella los capitanes García Miranda y Navarro, los tenientes Sandaza, Maciá, Riutora y Gómez, los alféreces Calzado, Tomás y Moreno, los brigadas Prieto, Díaz, Gómez y Amaya y sargentos Blanco, Pérez, Vázquez, Primóla, García, González, Asensio, Muñiz, Cruz, Martínez Beltri, Nicolau, Aguado, Egea, Vidal Sabas y López.

    Con la fuerza iba la banda de música, con el maestro Alegre.

    La fuerza se dirigió hacia la Vía Diagonal y desfiló en formación por dicho paseo, plaza de Urquinaona, Layetana, pasando por delante de Gobernación. A la fuerza se unían los familiares de los soldados y clases y público, que los vitoreaba repetidamente.

    Los soldados permanecieron en los andenes, obsequiándoseles con vituallas y bebidas el público que presenciaba todas estas operaciones. Junto con los soldados iban en los trenes milicias y voluntarios de los partidos obreros que integran el Frente popular, siendo el jefe de la expedición Ortiz, de la C. N. T., quien, con personal suficiente, atendió todos los detalles de la expedición.

    Al frente del servicio sanitario de la C. N. T. figuran los médicos don Manuel Lozano y don Joaquín Viñas Espí, que tienen a sus órdenes practicantes, enfermeras, camilleros, personal de protección, botiquines y servicios de urgencia.

    Va también otro servicio sanitario, además del de la tropa, organizado por don Jaime Aguadé.

    Los soldados expedicionarios, como ya hemos indicado, fueron objeto de grandes muestras de afecto y simpatía, siendo animados para que regresen victoriosos.

    También salieron fuerzas ayer tarde.

    En esta expedición va el comandante Pérez Farras y el dirigente de la Confederación Nacional del Trabajo Buenaventura Durruti.

    Acudieron a despedirles los familiares de los expedicionarios y mucho público, registrándose escenas y manifestaciones de afecto.

    El material de guerra era acondicionado en las unidades dispuestas, interviniendo en la operación empleados y personal de las Agrupaciones obreras.

    ALOCUCIÓN DE DURRUTI
    Sobre las nueve y media de ayer mañana, y en nombre del Comité central de las milicias antifascistas de Cataluña, Buenaventura Durruti dirigió una alocución por radio. Entre otras cosas, dijo lo siguiente:

    Trabajadores de Cataluña, y especialmente los de Barcelona, que habéis respondido generosamente al llamamiento de la C. N. T., lo mismo que al de otras organizaciones, sindicatos y partidos políticos de izquierda que integran el Comité antifascista, tenéis el deber, hoy más que nunca, de escuchar a los miembros de este Comité, que os llama a organizar la defensa de lo qué habéis conquistado en Cataluña, y además, trabajadores, tenéis el deber de salir de Cataluña hacia Aragón para caer sobre esa capital que está en manos del fascismo y aplastarlo de una vez para siempre. En Aragón los compañeros, los trabajadores, son víctimas de las hordas fascistas, que se ensañan con el obrero. El proletariado catalán, que siempre está alerta, que siempre ha vivido a la vanguardia de la libertad de España, hoy más que nunca debe escucharnos. Pero no creáis que defendemos intereses personales, porque se trata del proletariado español, trabajadores, que no puede vivir otra vez «aquello» que todos hemos conocido que nos ha hecho vivir la más miserable de las vidas.

    Tenéis un deber en estos momentos: concentraros en la calzada del paseo de Gracia a las diez de la mañana.

    Una advertencia, trabajadores de Barcelona todos, y en particular los de la Confederación Nacional del Trabajo. Los. puestos que han sido conquistados en Barcelona que no sean abandonados. La capital no debe ser abandonada. Tenéis que permanecer en guardia permanente, ojo avizor, por si tuviésemos que responder a posibles acontecimientos. Trabajadores de la Confederación Nacional del Trabajo, todos como un solo hombre debemos ir a ayudar a los camaradas de Aragón.

    Los aviones de la base del Prat bombardean de nuevo Zaragoza
    El teniente coronel señor Díaz Sandino, jefe de las fuerzas aéreas de la base de Barcelona, comunicó a las ocho de anoche al Honorable Presidente de Cataluña, lo siguiente:

    Esta mañana hemos efectuado una detenida exploración de la situación de las fuerzas rebeldes en la región aragonesa.

    En Caspe, hemos observado una concentra, ción de rebeldes y una pequeña columna de sediciosos. Los hemos bombardeado con mucha eficacia.

    En la parte Norte de la región, sólo pequeños núcleos de fascistas, habiendo encontrado cerca de Huesca a la columna del coronel republicano Villalba que se dirigía hacia dicha ciudad.

    El fuerte «Capitán», en Jaca, estaba ya en poder de las tropas leales, según radio del coronel Villalba recibido en ruta.

    La parte Norte de dicha provincia completamente dominada por nuestras tropas republicanas. Sin encontrar nuevas fuerzas al mediodía hemos llegado sobre Zaragoza.

    Hemos bombardeado con gran eficacia parte de la Academia, el campo de aviación y los cuarteles.

    Las tropas fascistas nos han recibido con nutridísimo fuego de cañón, baterías antiaéreas y fusilería, sin causarnos ni un solo impacto. Cuando regresamos a nuestra base, hemos saludado a la primera columna que Cataluña manda en ayuda de sus hermanos aragoneses en Bujaraloz.

    Con el entusiasmo de mis oficiales y tropas y el espritu combativo de las mismas, continuaremos la lucha hasta exterminar las fuerzas fascistas y libertar a nuestros hermanos di Aragón.

    Hoy, como ayer y como mañana, estamos dispuestos a dar nuestras vidas por la libertad y por la República.

  • La Generalidad y la supuesta desnacionalización de Cataluña

    LA INVASIÓ AL·LÒGENA A CATALUNYA

    He rebut una lletra d’En Ribó parlant-me de la impressió que li ha fet rellegir ara el llibre de Vandellós Catalunya, poble decadent. Em copia els paràgrafs de Conrado Girú explicant com un poble pot ésser desnacionalitzat pel fet d’ésser la seva població submergida per gent al·lògena de major capacitat reproductiva.

    Justament avui mateix rebo notícies de la formidable immigració que sofreix ara Catalunya: de primer, els refugiats d’Irun; ara, els fugitius de Madrid; demà, seran els habitants de la Manxa i d’Aragó. I aquesta torrentada immigratòria no cau sols a Barcelona sinó que s’escampa per tot Catalunya: Vilafranca, Banyoles… Pobra Catalunya!

    Coincidint amb la riuada immigratòria, la millor gent de Catalunya emigra o és assassinada: supressió – sobretot en qualitat – dels indígenes; immigració en massa d’al·lògens que cau sobre el terrer adobat de les immigracions precedents. Això significa que arreu, sense protesta, com a cosa normal acceptada i fins estimulada per poders catalans – i d’una Catalunya autònoma!, independent de fet! – s’està realitzant avui a la nostra terra un fet desconegut en l’Europa occidental però que, a Orient i centúries enrera, fou l’expressió màxima de la brutalitat d’un conqueridor quan volia destruir una raça vençuda: extermini o deportació d’indígenes i immigració d’al·lògens. Així, sobre el mateix territori, fins aprofitant el fruit del treball secular de la raça vençuda, una nova raça s’instaura.

    El que mai s’atreviren a fer a Catalunya ni romans, ni visigots, ni alarbs, ni castellans, ni francesos, s’està fent sota el signe de l’autonomia catalana.

    Examinant la llista de l’actual govern autònom català s’hi troben ja els representants dels invasors. Ja en les sessions del govern autònom de Catalunya no es pot parlar en català, perquè hi ha ministres que no entenen la nostra llengua.