Blog

  • Juana la Loca y Carlos I ratifican los estatutos del gremio de pintores

    Los reyes D.ª Juana y su hijo D. Cárlos I espiden en esta ciudad la cédula de aprobacion de los estatutos del gremio de pintores, para el aumento y perfeccion del arte. Las primeras ordenanzas de este gremio datan de 1296, las segundas de 1301, las terceras de 1446; y Felipe II con fecha de 15 de octubre de 1596 aprobó las que le fueron presentadas con motivo de la ereccion de la cofradía de S. Lucas, patron del gremio segun los referidos estatutos de 1519.

  • Carlos I recibe la noticia de haber sido elegido emperador del Sacro Imperio Romano Germánico

    En aquest dia lo rey nostre senyor reebé letres de Alemània, dels electors del Imperi, ab què fonch certifficat com havien elegida sa real e cathòlica m[agestat] en rey dels romans y emperador, etcètera.

  • Vuelve Carlos I desde Alemania tras su elección como Rey de Romanos

    Solemnes rogativas para el feliz viage del rey D. Cárlos I que venia de Alemania, á donde fue para tomar posesion del imperio.

  • Desembarca Adriano VI, ex ayo de Carlos I

    A las cuatro de la tarde desembarca el papa Adriano VI que habia sido ayo de Carlos I, y montado en una mula fue con grande acompañamiento y bajo palio á la catedral.

  • Sale Ignacio de Loyola para Tierra Santa con algo de bizcocho, dejando su cueva manresana, a sus amigas espirituales, y unas monedas que encontró en la playa

    34. Veniendo el invierno, se infermó de una enfermedad muy recia, y para curarle le ha puesto la cibdad en una casa del padre de un Ferrera, que después ha sido criado de Baltasar de Faria; y allí era curado con mucha diligencia; y por la devoción que ya tenían con él muchas señoras principales, le venían a velar de noche. Y rehaciéndose desta enfermedad, quedó todavía muy debilitado y con frequente dolor de estómago. Y así por estas causas, como por ser el invierno muy frío, le hicieron que se vistiese y calzase y cubriese la cabeza; y así le hicieron tomar dos ropillas pardillas de paño muy grueso, y un bonete de lo mismo, como media gorra. Y a este tiempo había muchos días que él era muy ávido de platicar de cosas espirituales, y de hallar personas que fuesen capaces dellas. Ibase allegando el tiempo que él tenía pensado para partirse para Hierusalem.

    35. Y así al principio del año de 23 se partió para Barcelona para embarcarse. Y aunque se le ofrecían algunas compañías, no quiso ir sino solo; que toda su cosa era tener a solo Dios por refugio. Y así un día a unos que le mucho instaban, porque no sabía lengua italiana ni latina, para que tomase una compañía, diciéndole quánto le ayudaría, y loándosela mucho, él dijo que, aunque fuese hijo o hermano del duque de Cardona, no iría en su compañía; porque él deseaba tener tres virtudes: caridad y fe y esperanza; y llevando un compañero, cuando tuviese hambre esperaría ayuda dél; y cuando cayese, que le ayudaría a levantar; y así también se confiara dél y le ternía afición por estos respectos; y que esta confianza y afición y esperanza la quería tener en solo Dios. Y esto, que decía desta manera, lo sentía así en su corazón. Y con estos pensamientos él tenía deseos de embarcarse, no solamente solo, mas sin ninguna provisión. Y empezando a negociar la embarcación, alcanzó del maestro de la nave que le llevase de valde, pues que no tenía dineros, mas con tal condición, que había de meter en la nave algún biscocho para mantenerse, y que de otra manera de ningún modo del mundo le recibirían.

    36. El cual biscocho queriendo negociar, le vinieron grandes escrúpulos: ¿esta es la esperanza y la fe que tu tenías en Dios, que no te faltaría? etc. Y esto con tanta eficacia, que le daba gran trabajo. Y al fin, no sabiendo qué hacerse, porque dentrambas partes veía razones probables, se determinó de ponerse en manos de su confesor; y así le declaró quánto deseaba seguir la perfección, y lo que más fuese gloria de Dios, y las causas que le hacían dubdar si debría llevar mantenimiento. El confesor se resolvió que pidiese lo necesario y que lo llevase consigo; y pidiéndolo a una señora, ella le demandó para dónde se quería embarcar. El estuvo dudando un poco si se lo diría; y a la fin no se atrevió a decirle más, sino que venía a Italia y a Roma. Y ella, como espantada, dijo: «¿a Roma queréis ir? pues los que van allá, no sé cómo vienen»: (queriendo decir que se aprovechaban en Roma poco de cosas de espíritu). Y la causa por que él no osó decir que iba a Hierusalem fue por temor de la vanagloria; el cual temor tanto le afligía, que nunca osaba decir de qué tierra ni de qué casa era. Al fin, habido el biscocho, se embarcó; mas hallándose en la playa con cinco o seis blancas, de las que le habían dado pidiendo por las puertas (porque desta manera solía vivir), las dejó en un banco que halló allí junto a la playa.

    37. Y se embarcó, habiendo estado en Barcelona poco más de veinte días. Estando todavía aún en Barcelona antes que se embarcase, según su costumbre, buscaba todas las personas espirituales, aunque estuviesen en hermitas lejos de la cibdad, para tratar con ellas. Mas ni en Barcelona ni en Manresa, por todo el tiempo que allí estuvo, pudo hallar personas, que tanto le ayudasen como él deseaba; solamente en Manresa aquella muger, de que arriba está dicho, que le dijera que rogaba a Dios le aparesciese Jesu Cristo: esta sola le parescía que entraba más en las cosas espirituales. Y así, después de partido de Barcelona, perdió totalmente esta ansia de buscar personas espirituales.

    38. Tuvieron viento tan recio en popa, que llegaron desde Barcelona hasta Gaeta en cinco días con sus noches, aunque con harto temor de todos por la mucha tempestad. Y por toda aquella tierra se temían de pestilencia; mas él, como desembarcó, comenzó a caminar para Roma. De aquellos que venían en la nave se le juntaron en compañía una madre, con una hija que traía en hábitos de muchacho, y un otro mozo. Estos le seguían, porque también mendicaban. Llegados a una casería, hallaron un grande fuego, y muchos soldados a él, los cuales les dieron de comer, y les daban mucho vino, invitándolos, de manera que parecía que tuviesen intento de escallentalles. Después los apartaron; poniendo la madre y la hija arriba en una cámara, y el pelegrino con el mozo en un establo. Mas cuando vino la media noche, oyó que allá arriba se daban grandes gritos; y, levantándose para ver lo que era, halló la madre y la hija abajo en el patio muy llorosas, lamentándose que las querían forzar. A él le vino con esto un ímpetu tan grande, que empezó a gritar, diciendo: «¿esto se ha de sufrir?» y semejantes quejas; las cuales decía con tanta eficacia, que quedaron espantados todos los de la casa, sin que ninguno le hiciese mal ninguno. El mozo había ya huído, y todos tres empezaron a caminar así de noche.

  • Anuncio de una cátedra de política

    Los concellers mandan publicar en los púlpitos, que en la casa de la ciudad iba á abrirse una cátedra de política.

  • Llega notícia de la victoria de Pavía

    Llega el correo con la noticia de la victoria de Pavía.

  • Llega Francisco I de Francia, capturado en la batalla de Pavía

    Llega entre seis y siete de la tarde la escuadra que traia al rey de Francia Francisco I, hecho prisionero en la batalla de Pavia.

  • Francisco I de Francia, prisionero, sale hacia la corte

    Sale hacia la corte el rey de Francia Francisco I, hecho prisionero en la batalla de Pavía.

  • Grande y extraordinario terremoto

    [A] les 11 del matí, se sentiren fortes sotregades que duraren pocs minuts, i al cap d’una hora se’n sentí un altre «petita verdugada». (Dietari del consell Barceloní).

  • Principio de las negociaciones tras la batalla de Pavía

    Sale para la corte de España el duque de Borbon que agencia la libertad del rey de Francia Francisco I, que habia caido en manos de los españoles en la batalla de Pavía.

  • Sale para Francia la hermana del sequestrado Francisco I

    Sale para Francia a la hermana de Francisco I que habia venido á España para agenciar la libertad de este, hecho prisionero en la batalla de Pavía.

  • Carlos I da una fiesta con 10 carruajes inmovilizados

    Por mandato del rey Cárlos I el emperador son stades assegurades deu galeres, ço es, posades les stepes é alçades les rodes, en presencia de muchos personages, con gran fiesta y ruido de trompetas y salvas de artillera.

  • El virrey Fadrique de Portugal pone la primera piedra del baluarte de mediodía

    Se puso la primera piedra para el baluarte de medio dia, delante de la Torre nueva, por Don Fadrique de Portugal entonces Virrey de Cataluña. (La torre nueva no existe, mas sí el baluarte que domina al muelle.)

  • Guerra contra Francia e Inglaterra

    Pregon participando que se declaraba la guerra entre Cárlos I de España, emperador de Alemania, y los reyes de Francia é Inglaterra.

  • Entrada solemne de Carlos I de España para celebrar cortes

    Entrada solemne del emperador Cárlos V que viene á celebrar córtes.

  • Carlos I abre cortes

    Cárlos I abre córtes.

  • Paz de Barcelona entre Clemente VII y Carlos I

    It is now time to look awhile on foreign history. Our last narration left the Count de St. Pol in Italy, where (1528.) he had quarter’ that part of the soldiers which remain’d of that year’s wars, in their winter garrisons; but the spring being come, he took divers places on this side the Tesino, and at last join’d his forces with the Duke of Urbin, General of the Venetians, and Francisco Sforza. Yet, whether that he durst not attempt the city of Milan, which Antonio de Leyva strongly defended, or that the Count de St. Pol affected more the enterprise of Genoa, their army march’d to Landriano, June 21. 1529. Of which Antonio de Leyva being advertis’d, us’d that diligence, that he (June, 1529.) surpris’d the Count de St. Pol when part of his army was march’d before, and wholly defeated the rest, taking him prisoner.

    This while the emperor equipp’d a great fleet for Italy, with intention to be crown’d there, having first (for the more ample furnishing of himself with money) pawn’d the Molucca’s to the King of Portugal for 350,000 ducats.

    The pope hearing of these great preparatives at the same season that the defeat of St. Pol (succeeding that of Lautrech in Naples) had wholly disabled the army of the confederates, resolv’d to comply with the times. So that, before the news thereof could easily be convey’d to the emperor, he endeavour’d his own peace, for this purpose employing one Antonio Musetolor a Neapolitan ; who prevail’d so far, as he concluded a league at Barcelona, June 29. to this effect.

    1. That the peace betwixt them should be perpetual.
    2. That the imperial army which was in Naples should have secure passage through the pope’s territories.
    3. That the emperor should give Donna Margarita (his natural daughter) in marriage to Alessandro de Medicis son of Lorenzo, and that he should invest him in the state of Florence, with the title of duke.
    4. That Cervia, Ravenna, Modena, Reggio, should be restor’d to the apostolick see by the emperor’s power.
    5. That the pope should give unto the emperor a bull, with the title of the kingdom of Naples, to be held in fee from the pope, upon payment every year of a horse or a Hackney white.
    6. That the pope should in all ecclesiastical affairs, enjoy his accustom’d right.
    7. That the pope and emperor should see one another in Italy.
    8. That the emperor should assist the pope against the Duke of Ferrara.
    9. That justice should be done to Francisco Sforza Duke of Milan, and that the emperor commit his cause to indifferent judges.
    10. That the emperor and his brother Don Fernando and the pope join together to reduce the Lutherans, either by fair or foul means to the Roman Catholick faith

    All which articles (and perhaps some private ones concerning the affairs of England now in agitation) were (July 3.) sworn to on both sides upon the great altar of the cathedral church of Barcelona.

    And thus did the pope renounce all his former designs, and betake himself intirely to the emperor, at the same time when the two cardinals sat on their commission in England. So easie was it for the pope to forget both the injuries receiv’d from the imperialists, and the good turns from all his confederates, when a readier way was open’d him for regaining his cities, and revenging himself on the Duke of Ferrara and the, Florentines, who, during his late captivity, had expuls’d the family of Medicis out of the city.