Fiscal: ¿Era usted el general más antiguo de la brigada de Caballería de esta plaza?
Burriel: Sí.
Fiscal: ¿La tarde del día 18 del mes de julio estuvo usted presente en la reunión de generales que se celebró ante el general que ejercía el mando de la División?
Burriel: Sí.
Fiscal: ¿Es cierto que en las discusiones o conversaciones que allí se sostuvieron usted prometió lealtad y fidelidad en el cumplimiento de sus deberes?
Burriel: Sí.
Fiscal: ¿Y después de haber hecho esta promesa estuvo usted la noche del 18 en el cuartel de Caballería?
Burriel: Sí.
Fiscal: ¿Es cierto que en presencia de usted fue dirigida una alocución a la tropa por el coronel del regimiento?
Burriel: Sí.
Fiscal: ¿Usted lo consintió?
Burriel: Sí.
Fiscal: ¿Consintió asimismo que las tropas salieran a la calle?
Burriel: Sí.
Fiscal: ¿Con conocimiento de los fines rebeldes?
Burriel: No. Para salvar a la República.
Fiscal: ¿Usted creía que se salvaba a la República atacando a sus organismos más legítimos y al Gobierno constituido?
Burriel: No
Fiscal: ¿Pero usted optó por unirse al movimiento con la tropa que mandaba?
Burriel: Yo no tomé el mando.
Fiscal: Usted no dio ninguna disposición, pero era usted el más antiguo y una vez tomado partido, asumió el mando de las fuerzas, ¿no es cierto?
Burriel: Yo no estaba en aquel momento en la División y por tanto no sabía lo que ésta había dispuesto.
Fiscal: ¿No es cierto que usted acudió al cuartel de la División, cuando supo que el movimiento había fracasado?
Burriel: Sí.
Fiscal: ¿Es decir que sólo llegó usted a ponerse a las órdenes del general Llano después de tener conciencia de que había fracasado el movimiento?
Burriel: No, porque yo no sabía quiénes eran los que estaban en un bando o en otro. Yo estaba en un cuartel e ignoraba quien estaba a un lado u otro del movimiento.
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