Etiqueta: tarrasa

  • Capitular de Carlos el Calvo a los «godos e hispanos» de Barcelona confirmando los estatutos jurídicos otorgados por Carlomagno y Luis el Piadoso

    In nomine Dei et individue Trinitatis.
    Karolus gratia Dei rex.
    […]
    Itaque notum sit omnium sancte Dei Ecclesie fidelium atque nostrorum, presentium scilicet et futurorum, partibus Aquitanie, Septimanie sive Ispanie consistentium magnitudini, quia progenitorum nostrorum, magnorum siquidem hortodoxorumque imperatorum avi videlicet nostri Karoli seu genitoris nostri augusti Ludowici, auctoritatem imitantes, Gotos sive Ispanos intra Barchinonem famosi nominis civitatem, vel Terracium castellum, quohabitantes simul cum his omnibus qui infra eundem comitatum Barchinonam Hispani extra civitatem quoque consistunt, quorum progenitores crudelissimum iugum inimicissime christiani nominis gentis sarracenorum evitantes ad eos fecere confugium et eandem civitatem illorum magnipotentie libenter condonarunt seu tradiderunt et ab eorundem sarracenorum potestate se subtrahentes eorum nostroque [dominio] libera et prompta voluntate se subiecerunt, complacuit mansuetudini nostre sub inmunitatis, tuitione defensionisque munimine benigne suscipere ac retinere et quo habitationem seu necessitatibus eorum oportunum auxilium sicut et ab illis progenitoribus eorum et ipsis constat per imperialium apicum sanctione[m] concessum clementer conferre quatenus quoque nostra regalis conservatio constructa atque innovatio in eorum bene gestis operibus exaltationi Ecclesie precioso Christi sanguine redempte eministret augmentum et animabus eorum ac nostre proficiat semper in emolumentum.
    [sigue la parte dispositiva]

  • Tres palmos de nieve en Collserola

    És-se sabut aprés que dites neus són estades comunes per tot Espanya, y en Catalunya ha causat grandíssims danys, que en les montanyes y en los plans ha morts molts bestiars grossos y menuts, senyaladament en Urgell, en Empurdà, a Requesens y tota la montanya de Albera. A 12 de febrer no’s podia passar lo coll del Portús, ni entre Manrresa y Tarraça, lo coll de Deviu, que encara hi havia nou pams de neu. A 15 de dit, a la montanya de Collserola sobre Barcelona no s’i passava per haver-hi tres pams de neu. En Barcelona, Tortosa y Leyda se han enderrocades algunes cases del pes de la neu. En Vich per tallar pa lo havian de torrar. Cosas inauditas. Déu vulla sian bon presagi.

  • El entierro de Verdaguer y la cuestión catalana

    Murió en Barcelona el insigne vate catalán mosén Jacinto Verdaguer, admirado autor de La Atlántida. Al conocer la noticia, resolví acudir a su entierro, y, previa consulta con Sagasta, tomé el tren para Barcelona sin tiempo para preparar el equipaje; tanto, que, para asistir a la fúnebre ceremonia, hube de pedir prestada a un amigo su levita. Conocido esto por los periodistas, dió lugar en la prensa catalana a más de una punzante ironía.

    Inmensa muchedumbre había acudido a las Ramblas para presenciar el paso de los restos mortales de uno de los poetas más grandes de la España contemporánea.

    Iba yo presidiendo el duelo [era entonces ministro de Instrucción pública y Bellas Artes] y percibí a mi paso frases y actituded reveladoras del ambiente hostil para cuanto representaba el Poder central. En aquellos días comenzaban los pródromos de avasalladora campaña autonomista.

    Volví del viaje descorazonado, comunicando a Sagasta mis impresiones; los optimismos traídos un año antes de Tarrasa se habían desvanecido por completo. Es tan intensa y tan complicada la vida de la región catalana; tiene un ritmo tan distinto de la del resto de España; es su alma tan compleja, que no es extraño hayan pecado los gobernanates españoles por una total incomprensión de los problemas allía plantados.

    Al contemplar en la hora presente la forma simplista con que han sido al parecer resueltos, y al reconocer que nos hallamos ante un período de tranquilidad material innegable, cabe preguntar si lo que creíamos problemas hondos, de solución difícil, eran producto imaginativo de una gran parte de los catalanes influyendo sobre el alma medrosa de los gobernantes, o si, por lo contrario, siguen en pie, siendo esta calma sólo aparente, períodos de coma en la vida espiritual de Cataluña… El tiempo dirá.

  • Inundaciones en el llano de Barcelona

    Torrential rains hit the industrial center of Barcelona yesterday [report published November 5], spilling the new waters into areas still recovering from last September’s savage floods.

    Officials said damage was heavy in Barcelona and the nearby towns of Tarrasa and Sabadell. The rains continued late last night.

    No casualties were reported.

    Swirling waters flooding some low-lying areas destroyed temporary railway bridges in Moncada and Las Arenas that were erected after the original bridges were washed out in September.

    […]

    Road and railway communications between Barcelona and Tarrasa and Sabadell were cut but telephone communications functioned normally.

  • Pete Seeger da su primer concierto en Barcelona en el bar de la familia de Jordi Llopart en Sans

    Aquel 14 de febrero de 1971, un grupo rico en barbas y melenas intentaba templar los nervios ante la que se estaba armando al otro lado de la puerta de la Escuela de Ingenieros de la Diagonal, llamada por imperativo franquista avenida del Generalísimo. Entre quienes intercambiaban impresiones había dos caras conocidas: Pete Seeger y Raimon, que lo había traído a Catalunya. A última hora, el gobernador civil había prohibido el concierto del cantante folk en Barcelona, que una semana antes ya había actuado en Terrassa. Y por lo visto, mucha gente no se había enterado del veto in extremis y empezaba a arremolinarse a las puertas de la escuela. Había grises por todas partes. Incluso a caballo. En aquel crescendo no ayudó mucho a apaciguar la tensión el hecho de que se desplegara una enorme bandera catalana. Y empezaron las cargas, los gritos, las carreras, los manguerazos de agua de tinta para poder indentificar luego a los maleantes.
    ¿Qué hacían? –debatía el grupo–. ¿Cancelaban el recital? ¿Abrían las puertas y se liaba? «Aquí no se puede hacer, pero me gustaría cantar en algún sitio, para que vosotros lo grabéis y lo podáis pasar a la gente –dijo entonces Seeger–. ¿Se os ocurre algo?».
    –Bueno, podríamos hacerlo en el bar de mi padre.