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  • La Jamancia: fracaso de la insurrección, el Gobierno espera que Barcelona se rinda

    La insurrección catalana sigue en decadencia lo mismo que cuando escribíamos nuestra última crónica: gran lección deben recibir en ello los revolucionarios, Barcelona bloqueada por las tropas leales, la patulea encerrada en la ciudad recibiendo los fuegos de Monjuich y la ciudadela: Atmeller sitiado en Gerona y á punto de rendirse al general Prim; Martell derrotado en Aragón, después de haber sido hostilizado por los pueblos donde intentaba penetrar: los rebeldes de Zaragoza bloqueados también dentro de sus muros, caidos de ánimo y escasos de medios de defensa: los revoltosos de Almería y de Granada sometidos aquellos por el temor, estos por la fuerza de las armas, y la rebelión de otras muchas ciudades ó impedidas á tiempo ó sofocadas y castigadas en el momento de estallar; tal es el estado que tiene hoy el levantamiento centralista. El cuadro de esta situación es pues algo mas halagüeño que lo fue en un principio; pero está muy lejos de ser satisfactorio. Cierto es que las fuerzas que proclaman en Cataluña á la junta central son inferiores en número y en recursos á las que defienden la causa del Gobierno; y la prueba es que siempre que han venido á las manos han salido vencedoras las últimas. Díganlo los campos de Besos y los pueblos de San Andrés, de Sabadell, de Mataró: díganlo las fortalezas de Gerona y de la ciudadela, díganlo en un las innumerables partidas sueltas de patulea que han sido desarmadas y presas por los somatenes del pais. La acción de Mataró fue empeñada, sangrienta: unos y otros pelearon con valor, con furia; los rebeldes emplearon en ella todo su esfuerzo; pero las tropas leales llevaron al cabo la mejor parte, no sin haber sufrido considerable pérdida. Acosado Atmeller por sus paisanos y burlado en sus esperanzas de sublevar el pais se encerró en Gerona donde los rebeldes comenzaban á desconfiar de su triumfo: Prim le cerca; asalta los fuertes que defendían la plaza, y le obliga á pedir un armisticia que él concede generoso, y cuyo resultado será necesariamente la rendición de la ciudad. Impacientes los rebeldes de Barcelona asaltan la ciudadela, aprovechando un momento en que suponían descuidada su defensa; pero ni uno tan solo logró subir á sus murallas, siendo rechazados todos, con un vivísimo fuego que dejó los fosos sembrados de cadáveres. ¿Qué mayor desengaño, apetecen los ilusos?

    El Gobierno se propone acabar con la insurrección economizando cuanto pueda la sangre de los insurrectos: para ello ha marchado una parte de las tropas al mando del bizarro general Prim sobre las fuerzas rebeldes que recorren la provincia con la esperanza de que las de Barcelona se rindan á discreción cuando dejen de aguardar extraños auxilios. Bloqueada entre tanto esta plaza ó incomodados sus detentadores por el fuego continuo que hacen sobre sus fuertes las baterías enemigas vánse agotando sus medios de defensa sin que les sea fácil reponerlos. Y como las partidas rebeldes no pueden medrar ni aun conservarse en las provincias que recorren por la activa persecución que sufren y la resistencia que hallan en los vecinos de los pueblos, y ni Gerona ni Zaragoza pueden aguantar largo tiempo el asedio, solamente ocurriendo nuevas insurrecciones ó defecciones de tropas podría prolongarse la ocupación de Barcelona por los rebeldes.

    Este plan es el mas humano, el mas generoso que podía imaginarse: distínguese mas por su lenidad que por su conveniencia. Nosotros nos congratulamos por ello, enemigos como somos del rigor innecesario contra los criminales políticos. Pero la prensa revolucionaria ha clamado contra él á grito herido y porque los sitiadores de Barcelona no consienten á los rebeldes levantar fortificaciones contra ellos, porque les destruyen las que edifican y los incomodan con sus fuegos, acusan al Gobierno de bombardear ciudades y de inconsecuentes á los que hoy le defienden y censuraron en otra ocasión los bombardeos mandados por Espartero. Este cargo merece respuesta , no tanto para convencer á sus autores, cuanto para que no pase como incontestado un hecho inexacto, y para esclarecer un punto digno de dilucidarse. Barcelona no ha sido bombardeada: tan atroces medios de gobierno no son propios de generales valientes y leales. Es cierto que las baterías de Monjuich y de la ciudadela dirigen sus fuegos contra los fuertes de los enemigos atacándolos con balas y granadas; pero entre esto y bombardear una ciudad hay mucha diferencia. Compárense sino los resultados del que los ayacuchos llaman ahora bombardeo, y dura por espacio de muchos dias, con el que se hizo por su orden en la misma plaza en noviembre último, y duró apenas doce horas: compárese con el que Van-Halen dispuso contra Sevilla por mandado de Espartero. Dos ó tres edificios solamente han padecido ahora según las exageradas relaciones de los diarios anarquistas, y en los dos bombardeos á que nos referimos mas de cuatrocientas casas quedaron enteramente arrasadas. Bombardear una plaza es obligarla á la sumisión destruyéndola: bloquearla y atacarla como lo hacen los sitiadores de Barcelona es privar á sus detentadores de los medios de conservarla, y forzarlos á abandonar su defensa: lo primeso es un acto de barbarie, lo segundo un acto de justicia: en el primer caso se castiga á una población pacífica por el delito de unos pocos rebeldes: en el segundo solo los criminales sufren las consecuencias de su delito. Nosotros reprobamos el bombardeo sobre todj cuando hay otros medios igualmente seguros de llenar su objeto; pero de aquí no se sigue que debemos santificar todas las insurrecciones tjue logran guarecerse detrás de unas murallas. Salgan en buen hora al campo raso los rebeldes que tienen en tanta estima á la capital del principado, ó cesen de hostilizar á las tropas de la ciudadela y de levantar obras de defensa contra ellas, y verán entonces como no corre la ciudad el menor riesgo ni en sus habitantes ni en sus edificios : verán entonces como llegado el «lia del ataque se rinden á discreción sin que recaiga su culpa sobre los inocentes. Barcelona recibe mas daño de los que se llaman sus defensores que de los leales que la-cercan: no es del Gobierno ni de las tropas de quienes puede temer su ruina, y debiera guardarse, sino de los furiosos que se llaman sus hijos, y amenazan públicamente con entregarla á las llamas antes que abrir sus puertas á los defensores de la Constitución y de la Reina. Léase sino el Constitucional de Barcelona, y se verá la manera que tienen los revolucionarios de entender el patriotismo.

  • Una salida via el Sans industrial hacia Martorell con el nuevo ferrocarril

    I. DE BARCELONA Á SANS

    […]

    Al salir de la estacion la via férrea describe una curva para dirigirse á Sans, y gracias á esta curva, el viajero puede abrazar cou su mirada todo el llano de Barcelona que se estiende á su derecha, mientras que á su izquierda se eleva, solitario como un criminal, sombrío como un remordimiento, el tristemente célebre monte de Monjuich.

    Veamos la historia de este monte, del que se han arrancado una á una las piedras con que se ha ido edificando la ciudad que se tiende indolente y descuidada á sus pies, de cuyas entrañas ha nacido Barcelona, y que sin embargo está siempre con sus bocas de bronce amenazando á la ciudad, pronto, como Saturno, á devorar á su hija.

    […]

    Ahora bien, mientras á su izquierda vé destacarse el viajero sobre el horizonte el sombrío perfil de la montaña de Monjuich, á su derecha vé estenderse todos esos bellos y pintorescos pueblos que dan una vida y un encanto indefinibles á la llanura de Barcelona.

    El uno es Gracia con sus fábricas importantes, su respetable número de almas y su inmenso caserío.

    El otro es San Gervasio, que parece una prolongacion de Gracia, con sus bellísimas casas de recreo, sus deliciosos jardines, su colegio de los señores Carreras y sus ruinas del antiguo Bellesguart, palacio de los condes de Barcelona, célebre por haberse efectuado en su capilla el enlace del rey D. Martin con la agraciada Margarita de Prades, bendiciendo el matrimonio el papa Benedicto de Luna y siendo uno de sus testigos San Vicente Ferrer.

    Aquel otro pueblo es Sarriá, con sus estensos y magníficos jardines llamados el desierto, propiedad un dia de los frailes capuchinos, y trocados hoy en una agradable quinta llena de seductores encantos.

    Aquel otro grupo de casas, finalmente, dominadas por un bello campanario, es Pedralves…

    Bonita estacion por cierto la que de pronto aparece á la vista del viajero y á la puerta de la cual se detiene el tren. Es un lindo edificio gótico con sus calados y sus agujas.

    Es la estacion de Sans.

    II. SANS

    […]

    Gracias á la industria, es hoy esta una importante poblacion. En lo antiguo era una capilla dedicada á dos santos y, segun parece, se estableció junto á ella un matadero que se llamaba Carnicería dels Sants. Algunas casas que se agruparon junto á este matadero fueron el origen de la poblacion actual.

    Siendo el primer pueblo que al salir de Barcelona se encuentra al paso en la carretera general de Madrid, ya se supondrá que ha debido figuraren todas las principales vicisitudes políticas en que ha tomado parte la capital de Cataluña. Sans ha sido varias veces cuartel general de los ejércitos que han venido en distintas ocasiones á sitiar á Barcelona.

    […]

    Sans tiene una iglesia parroquial (Sta. María) servida por un cura de primer ascenso de provision real y ordinaria. Es un templo elevado y magnifico, con seis altares por parte, y su cúpula hace un vistoso efecto apareciendo por encima de la poblacion. El origen de esta iglesia se remonta al 1188.

    Tiene casa consistorial, cárcel, una escuela de instruccion primaria dotada en 5,800 rs., otras para niñas y un cementerio recientemente construido, de bello órden arquitectónico, con un gran número de nichos, sepulturas y otros depósitos escogidos, adornado con pinturas, plantas aromáticas y variedad de flores y árboles análogos.

    Sans, que viene á ser un arrabal de Barcelona, está dividido en cuatro barrios que son el de la Iglesia, el de la Bordeta, el de la Carretera y el de la Travesía de las Corts y Marina.

    Su terreno es fertilísimo. Disfruta del beneficio del riego por el canal que procedente de Llobregat corre por los bordes de sus campos; cruzan el pueblo la carretera general y otra que conduce al Hospitalet y al Llobregat, siendo su principal produccion trigo, cebada, cáñamo, maiz, legumbres y abundantes hortalizas para el consumo de la capital.

    […]

    La riqueza industrial de este pueblo es de bastante importancia en atencion á las muchas fábricas que en él existen por su proximidad á la capital.

    Hay diez y ocho hornos de ladrillería, cinco fábricas de loza ordinaria, una de húles, un blanqueo, una para curtir lanas, dos de aguardiente, una de productos químicos, un molino harinero con máquina de aserrar mármol, una fábrica de clarificar agua-ras, otra de cremor tártaro, otra de aderezos de lustrar llamada Auxiliar de la industria y varias de hilados y tejidos, entre las que se cuentan las muy notables de los señores Güell y compañía y la llamada España Industrial.

    La contribucion de subsidio de este pueblo, sin contar la que corresponde á la gran fábrica España Industrial que paga en Barcelona como sociedad anónima, es de unos ciento cinco mil reales en este año, por manera que bien puede asegurarse que el capital ó riqueza que representa la industria es mucho mayor que el de la rústica y urbana.

    La fábrica de hilados y tejidos de algodon de los señores Güell y compañia contiene 15,992 husos de hilar y torcer, 41 cardas y 39S telares mecánicos para panas, dos máquinas de estirar y aderezar, un tinte, un blanqueo y una máquina de pintar, de cilindro, todo movido por vapor, pues hay cinco máquinas ó sean motores que pueden calcularse juntos de la fuerza de 180 á 200 caballos. Tiene á mas dos talleres, uno de cerrajería y otro de carpintería. Ocupa sobre unas 500 personas.

    En esta fábrica es donde en julio de 1855 tuvo lugar la muerte del infeliz y malogrado D. José Sol y Padris, sugeto apreciabilísimo, diputado á Cortes que habia sido por el partido de Granollers y Sabadell y distinguido escritor y literato. Fué muerto de un pistoletazo con motivo de un motin de trabajadores.

    La España Industrial, otra fábrica de hilados, tejidos y pintados de algodon, ocupa sobre 1300 personas, y está reconocida como la mejor fábrica de cuantas existen en España. Tiene más maquinaria que la anterior. El edificio principal consta de tres cuerpos de estraordinaria magnitud, uno céntrico y dos colaterales: en el primero están todas las preparaciones de la filatura, en los otros están los tejidos con sus aprestos. Detrás del cuerpo céntrico hay tres edificios aislados, pero en comunicacion con el principal; en los dos de las estremidades están los batanes y en el de en medio el almacen de algodon. Tras de todos los edificios citados está la fábrica de estampados con el tinte y demás accesorios.

    Hallándose este año en Barcelona SS. AA. RR. los Serenísimos señores Duques de Montpensier estuvieron á visitar esta fábrica, quedando altamente complacidos y felicitando á sus directores los señores Muntadas.

    En Hostafrancs, á cortísima distancia de Sans, hay una fábrica de porcelana, digna de ser visitada.

    […]

    III. DE SANS Á LA BORDETA

    […]

    Sucede con Sans y con la Bordeta lo que en la línea del Este con el Masnou y Ocata. La Bordeta no es sino un barrio de Sans, y por consiguiente el ferro-carril tiene realmente dos estaciones en este último punto.

    Varios grupos de casas que se ven á la izquierda y que no cesan á lo largo de la vía, unen á la Bordeta con el centro industrial de que acabo de ocuparme.

    Se atraviesa un pequeño desmonte al salir de la estacion, y el tren pasa sucesivamente por debajo de cuatro puentes que unen á Sans, cuyas casas y establecimientos asoman á entrambos lados de la via férrea.

    Mientras que por la izquierda no se pierde nunca de vista el pueblo, por la derecha la mirada puede estenderse y esplayarse por una llanura bordada de hermosas casas de campo que se desprenden de Gracia, de Sarria, de Pedralves, etc., etc., para ir á ostentar solas su belleza en medio de agradables paisajes.

    Aquella montaña que se vé asomará la derecha, coronada por la torre de un telégrafo, es San Pedro Mártir, y esos dos pueblecitos que se distinguen á sus mismas plantas son Esplugas y San Just, los cuales atraviesa la carretera general de Madrid.

    En la cima de San Pedro Mártir existia antes una capilla ó ermita á la que los pueblos comarcanos acostumbraban ir en piadosa romería… En la guerra de la Independencia los franceses hicieron de esta ermita una fortaleza, subiendo á ella cañones, segun diré mas adelante. En el dia sirve de telégrafo militar.

    […]

    Corto es el trecho, y sin advertirlo se encuentra el viajero en la Bordeta, cuya estacion á causa de lo bajo del terreno en que está colocada, se halla materialmente hundida viniendo su tejado casi al nivel de la via ferrea.

    IV. LA BORDETA

    […]

    Hé aqui un pueblo sin historia al cual la industria le ha dado una, empezando por hacerle pueblo.

    Hace pocos años se daba el nombre de La Bordeta á cuatro ó cinco miserables casas, y estaba tan estendida entre las gentes la conviccion de la pequenez y miseria de este lugar, si este nombre podia dársele, que cuando se queria hablar de algun sugeto para manifestar que no tenia donde caerse muerto, se acostumbraba á decir: «Tiene magníficas posesiones en la Bordeta.» Este nombre llevaba en sí el ridículo y se prestaba maravillosamente á la sátira y al sarcasmo. Se hablaba por ejemplo de un ignorante y se decia: —«Ha hecho sus estudios en la Bordeta:» se hablaba de un viajero fátuo y se decia: —«Ha recorrido grandes capitales; ahora llega de la Bordeta:»se hablaba de la incapacidad de alguno para gobernar y se decia: — «Le haremos alcalde de la Bordeta», y asi de todas las cosas. Era, en una palabra, el nombre de que se hacia mas uso para espresar la miseria, el desprecio, el sarcasmo y la ironía.

    En la época de que hablo, todos se hubieran reído á las barbas del que se hubiese atrevido á decir: «Ese villorrio que á tanta risa y á tanta mofa os mueve, está llamado á ocupar un puesto honroso: vendrá dia que Sans, ese otro villorrio despreciable convertido de guarida de gitanos en un pueblo importante, tendrá á orgullo hacérsele suyo y unirse con él para formar los dos una poblacion opulenta, y al trazarse la línea de un ferro-carril, se describirá una curva, y se vencerán obstáculos, y se invertirán intereses de cuantía, solo para levantar una estacion en esa Bordela que hoy os parece tan despreciable.»

    — Para esto es preciso que Dios obre un milagro, se habria contestado al que semejantes palabras hubiese proferido.

    Pues bien, este milagro está hecho; la industria se ha encargado de obrarlo, la industria, esa hada de májica varita que levanta palacios en los yermos, que puebla de monumentos y de obeliscos las villas, que hace de Reus y de Sabadell dos pueblos de primer orden con mas vida, con mas animacion y con mas riqueza que las respectivas cabezas de su partido, y que hace célebres en el mundo, por la misma fama de sus fábricas, los nombres antes desconocidos ó despreciados de Sans y de la Bordeta.

    Estos dos pueblos son una prueba patente de lo que vale la industria fabril. ¿Porqué, pues, no se ha de protejer á esa industria que posee el maravilloso secreto de convertir en opulentas villas á los mas miserables villorrios? Protéjasela en lo que lógica y razonablemente pide, y si por ella se han trocado en villas los villorrios, ella misma se encargará de convertir á las villas en ciudades.

    Todas las fábricas de la Bordeta, segun acabo da decir, están incluidas en el número de las de Sans.

    La mas importante que hay en la Bordeta, es sin duda, la que es propiedad de la sociedad anónima llamada La Aprestadora española. Digna de ser visitada es esta fábrica, verdadero palacio industrial, que tiene dos máquinas de la fuerza de mas de cincuenta caballos cada una, y cuyas cuadras y edificios para el blanqueo, Untes, caloríferos, etc., ocupan una vasta estension de terreno. Nada mas bello y curioso que recorrer las dependencias de esta fábrica, asistiendo á todas sus operaciones, y viendo como por medio de sencillísimos procedimientos una pieza de tela sucia, amarillenta, basta, tal como sale del telar, se convierte momentáneamente en otra pieza distinta, blanca como un ampo de nieve, hermosa, fina, luciente y brillante. Las piezas entran en esta fábrica arrugadas y sucias, y salen limpias, dobladas y acondicionadas para ir á ocupar los mostradores de las mejores tiendas llamando la atencion de los compradores.

    Preciso es confesar que este establecimiento debe no poco á los conocimientos, acierto y solicitudes del presidente de la sociedad D. Gil Bech.

    V. DE LA BORDETA AL HOSPITALET

    […]

    El viajero debe dar gracias al desmonte que se halla al abandonar la estacion de la Bordeta, pues este desmonte le causa el efecto de una cortina que parece haberse encargado de correr de pronto una mano misteriosa, para hacer aparecer á su izquierda el paisaje mas delicioso y rien te que puede darse.

    Pocos puntos de vista existen mas bellos y preciosos, de mas encantos , de mas pintoresco esplendor.

    Es una vasta llanura en donde se ven ondular los árboles, los frutos, las mieses, las verduras que pueblan los campos, apareciendo en el fondo la línea azul del mar, gracias á la montaña de Monjuich por una parte y por otra al cabo de Castell de Fels, principio de una cordillera de montes, que parecen haberse hecho á un lado entrambos á un tiempo, como la cortina de un teatro que se rasga en dos, para repentinamente presentar al público un asombroso espectáculo.

    Asómese el viajero y admire ese soberbio punto de vista, haciéndose cargo de toda la grandeza del cuadro que hiere sus ojos.

    Aquí una vía férrea, un tren que pasa volador rozando apenas la tierra: —á un lado las chimeneas de las cuales sale en espirales el humo indicando que á sus pies se agita y mueve un pueblo industrial; —en frente toda esa riquísima estension de campos, patria del arado y de la azada, surcada por una carretera general, por un canal y por un rio; —y en el fondo esa otra vasta y también riquísima estension de agua, patria un dia del remo y de la vela, á los cuales han venido á sustituir el hélice y el vapor.

    ¿Puede darse mejor ni mas sorprendente espectáculo? Es un cuadro en el que hay toda una civilizacion y todo un siglo.

    Acabo de hablar de un canal, y es justo dedicarle algunas líneas para que el viajero pueda formarse de él una idea. Es el canal llamado de la Infanta, que nace junto á Molins de Rey, tomando el agua del rio Llobregat y que está destinado al riego de los terrenos de Molins de Rey, Santa Cruz de Olorde, San Felio de Llobregat, San Juan Despí, Cornellá, Hospitalet y Sans. Costó de tres á cuatro millones de reales, tiene 20,000 varas de largo, lleva agua en cantidad de 900 pies cúbicos por minuto, y riega una estension demás de 457,870 varas.

    El arquitecto D. Tomás Soler concibió la idea de este canal en 1805, pero solo comenzó á trabajarse en él en 1817, declarándose decididamente su protector el capitan general que era entonces de este Principado D. Francisco Javier Castaños , Duque det Bailen. Debia llevar el nombre de este valiente militar, pero se llamó de la Infanta á causa de hallarse en Barcelona, cuando se terminaron los trabajos, la Infanta D.a Luisa Carlota de Borbon y ser esta señora la que en 21 de mayo de 1819 pasó á Molins de Rey á inaugurar la obra, abriendo ella misma paso á las aguas. En la lápida que existe en Molins de Rey para memoria de este hecho, se cita al general Castaños llamándole protector de todo lo útil y de todo lo bueno. La Infanta D.a Carlota accedió á dar su nombre al canal, pero manifestó al comunicar su consentimiento á los propietarios que le costearon, que en las márgenes del cauce se colocasen árboles castaños , al objeto de que corriendo las aguas á su sombra, y fertilizando aquella campiña con aumento de la industria rural de toda la comarca, sirviesen al propio tiempo de símbolo de la proteccion que aquel digno funcionario habia prestado á una obra tan grande y útil.

  • Inundaciones en el llano de Barcelona

    Torrential rains hit the industrial center of Barcelona yesterday [report published November 5], spilling the new waters into areas still recovering from last September’s savage floods.

    Officials said damage was heavy in Barcelona and the nearby towns of Tarrasa and Sabadell. The rains continued late last night.

    No casualties were reported.

    Swirling waters flooding some low-lying areas destroyed temporary railway bridges in Moncada and Las Arenas that were erected after the original bridges were washed out in September.

    […]

    Road and railway communications between Barcelona and Tarrasa and Sabadell were cut but telephone communications functioned normally.