(Domingo).
Hoy amanecimos con tranquilidad. A las diez de la mañana se presentó en la Rambla el 8.º batallon de M. N. é hizo alto frente Sta. Mónica esperando órdenes. Mientras estaba allí apostado se acercó á dicha fuerza un tal Juan Calbet, que habia sido lancero en tiempo del Baron de Meer: ignoro que palabras debió verter, cuando de repente salió de laz filas un Sargento primero llamado Ribas y le acosó sable en mano asestándole tres estocadas ninguna de las cuales le alcanzó. En esto mientras Calbet huia del sargento que le iba al alcance acertó á pasar D. José Molins á caballo y se interpuso entre Ribas y Calbet, quien se abrazó con el Sr. Galli, tramoista del teatro, que en aquel instante se encontraba allí, el cual lo llevó á la alcaldía yendo los dos de bracero.
A las doce en punto llegó á la Rambla un teniente Coronel con una ordenanza, ambos á caballo, mandando al 8.° batallon que fuese apostarse en la plaza de la Boqueria, á fin de recibir la division de Ametller. Efectivamente tres cuartos de hora despues entró esta por la puerta del Angel, y pasando por la calle de Sta. Ana, Rambla, calle de Fernando VII y Call, fué á la plaza de la Contitucion donde se formó en masa. La fuerza de esta division se componía de unos 1300 infantes y muchos bagages, y ninguna caballeria; pues sí bien traía unos 25 caballos con todas sus monturas y armamento, fué, segun se supo despues, que habían algunas compañías de francos sorprendido en su cuartel á la fuerza de caballería que venia con la division, y que habiéndoles propuesto que tomasen partido por la Junta Central, prefirieron aquellos virtuosos soldados, verse despojados de sus armas y caballos que apartarse ni una línea de su deber.
Formada ya en masa dicha fuerza subió al balcon del palacio de la diputacion D. Rafael Degollada, manifestando que los que habian defendido Barcelona en estos últimos días, se habian levantado para salvar las libertades patrias que los tiranos querían derrocar; que los gobernantes no eran mas que unos maníquines de Narvaez; que este y Concha eran los únicos que mandaban en la corte, pero que todas las provincias estaban resueltas á sacudir el yugo de estos absolutistas, y que la libertad se había salvado, puesto que se unian á los bravos defensores de Barcelona los valientes de la division de Ametller; que Hostalrich y su castillo se habia pronunciado, y que no se pasaría la noche sin que se recibiese la noticia del levantamiento de Reus.
Despues de varios vivas al Pueblo Soberano, al Ejército, á la Constitucion, á la Reyna y á la Independencia nacional, ha tomado la palabra Ametller, diciendo que había venido resuelto á unirse á los libres de Barcelona para correr una misma suerte; que con tales compañeros no podian peligrar las instituciones; que su divisa era libertad y solo libertad, y despues ds haber dado mueras á los Narvaez, los Conchas y los tiranos, ha concluido con las siguientes palabras: «Antes que ser esclavos nos sepultaremos entre las ruinas de esta ciudad.» En seguida desfiló por delante de la lápida la fuerza toda que habia en dicha plaza, retirándose cada partida al punto que le estaba señalada. Ametller y Martell fueron á alojarse en la fonda de las cuatro naciones, en cuya entrada principal se situó una guardia de capitan.
Sobre las 5 de la tarde se observó una partida de tropa apostada cerca de las murallas de Monjuí, que se dijo ser del regimiento de Zamora que se habia separado de la division de Ametller desde Sans, y que iba á refugiarse á aquel fuerte; pero que su gobernador creyendo que fuese una nueva traicion de Ametller no habia querido darle entrada.
En este dia la Junta suprema á la par que declaraba á Prim traidor de la patria (footnote omitted), conferia á Ametller el grado de mariscal de campo (footnote omitted), y capitan General de Cataluña (footnote omitted).
Hoy ha sido descerrajada por disposicion de la Junta la caja de la Tabla de los comunes depósitos, estrayendo de ella la cantidad de 26,819 rs. vn.
En este mismo dia el Cónsul francés ha facilitado el embarque á los individuos de su nacion residentes en esta ciudad, socorriendo ademas á algunas familias menesterosas.
En una de las quintas del llano de la ciudad debia verificarse hoy una entrevista entre Prim, Ametller, Degollada y otros, para ver si era posible entenderse, pero no ha llegado á efectuarse por desconfiar los unos de los otros.
Ademas se han publicado dos proclamas de Ametller, una á los Catalanes y otra á los Zaragozanos llamándoles á las armas é invitándoles á secundar el alzamiento en favor de la Central; otra del Comandante del primer batallon franco de Cataluña, Frasquito María For á los liberales barceloneses, y un decreto de la Junta concediendo un real de plus diario empezando á contar desde el 2 del corriente, á los soldados que se hubiesen alistado en favor de la Junta Central, y á los que lo verificaren dentro el término de cuatro dias.