Hallávase virrey de Cathaluña el duque de Cardona este año 1634, y pretendía que la Ciudad pagase los quintos que se devían al Rey desde el juramento de su padre: resistíase la Ciudad, y entre demandas y respuestas se empeñó el negocio de calidad, que havía resuelto el de Cardona, mano armada, la víspera de Corpus irse á casa [de] la Ciudad y tomar los libros para ver lo que se devía y pagarse. Interpúsose la nobleza aconsejando al Duque no lo ejecutase, porque era perderse y arriesgar toda Barcelona á un lebantamiento, sigún estaban obstinados los conselleres.
Viendo el Duque que nada conseguía en su petición, y el Rey que no podía vencer á la Ciudad, resolvió mudar la corte; y así el día 4 de Agosto 1634, se partió el de Cardona con toda su familia y casa y gran parte del consejo á Perpiñán, con título de ir á fortificarle. Estubo allí hasta primeros de 1635, y viendo que era poco saludable el país, trasladóse á Gerona, á donde mandó el Rey, pena de privación de oficio, acudieran todos los jueces, ministros y oficiales, cuio despacho y orden llegó á 4 de Maio 1635; y así todos acudieron allá con sus familias, mujeres y casa.
Acabó su govierno el de Cardona en 19 de Maio 1636, y también mandó el Rey acudiese á Gerona el governador para despachar con el consejo, en donde estubo la corte y audiencia hasta el nuebo juramento, que ya en adelante se dirá.