El Directorio [Militar de Primo Rivera] creó en 1927 el Consejo Superior de Aeronaútica (CSA) con la función de coordinar las actividades de los organismos existentes. De su actividad cabe destacar el régimen de total libertad para el establecimiento de servicios aeronáuticos bajo el único requisito de cumplir el reglamento de navegación de 1919. Sus principales aportaciones fueron la creación en 1927 de la compañía aérea Iberia, cuyo capital social se dividió entre la compañía alemana Lufthansa, que aportó el 24%, y Horacio Echevarrieta, que controló el resto; y la promulgación del [Real Decreto] de 19 de julio de 1927 para la organización aeroportuaria…
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Iberia nació impulsada por la citada compañía alemana en un intento de hacer la competencia a la compañía Unión Aérea Española (UAE), creada en 1925 por la razón social alemana Junker. Con aviones alemanes, la UAE inauguró en 1927 la línea Madrid-Sevilla-Lisboa; e Iberia recibió autorización para establecer las líneas Barcelona-Madrid-Vigo y Barcelona-Madrid-Sevilla, enlazando en la ciudad Condal con la futura línea Barcelona-Berlin. Inició sus operaciones con el trayecto Barcelona-Madrid el 14 de diciembre de 1927 haciéndose cargo, durante un periodo de pruebas, del transporte de correo.
Siguiendo la experiencia europea, el CSA propuso al gobierno la unificación de las compañías existentes en una única explotadora… Para ello se establecería un concurso público que adjudicaría todas las líneas a la compañía ganadora, que debería ser española y a la que se subvencionaría con 1,5 millones de pesetas por línea… Al concurso se presentaron UAE e Iberia y el resultado se concretó, tras la presión del gobierno, en la adjudicación a la empresa resultante de su fusión: Concesionaria de Líneas Aéreas Subvencionadas, S.A. (CLASSA).