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  • Inauguración del Museo Etnológico y Colonial

    La madurez de los estudios de arqueología prehistórica, en el campo especializado, y de los centros de trabajo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, y de las instituciones de cultura de Barcelona, tienen su exponente en la inauguración dek Museo Etnológico y Colonial de Barcelona, que tuvo lugar, bajo la presidencia del Marqués de Lozoya, Director general de Bellas Artes, y del doctor don Tomás Carreras y Artau, Ponente de Cultura del Ayuntamiento, el 4 de febrero de 1949.

    El afán internacional de nuestra cultura, que cristalizó el año pasado en la formación del Instituto de Prehistoria Mediterránea en Barcelona, tiene ahora un nuevo hito.

    El Museo ha abierto al público una sala dedicada a África ecuatorial, con materiales del Museo y algunas muestras de la colección de Guinea Española que la Dirección General de Marruecos y Colonias tiene en depósito para su estudio.

    Una sala dedicada a América, con la magnífica colección de terracotas salvadoreñas, de don Ignacio Brugueras; adornos y objetos varios de los jíbaros, miniaturas centroamericanas y ecuatorianas, terracotas, restos arqueológicos y pinturas de este mismo país.

    Un vestíbulo con dos estatuas de jívaros, con armas y adornos y telas mejicanas, toltecas y calabazas tarascas policromadas, una salita con muestras de la colección filipina que se instalará en la planta superior y una sala dedicada a arte popular japonés, juguetes, útiles, grabados, siluetas vestidas y dos esculturas de ainos.

    Están en plena organización los almacenes, laboratorio, biblioteca, archivo fotográfico, inventarios, fichero, rotulación y catálogo, así como se realizan los trabajos preparatorios para la instalación de las salas de la planta superior.

  • El embajador de Jordi Pujol a las naciones platillovolantes no quiere desvelar el gran descubrimiento de Operación Rapa-Nuí, la primera (y última) expedición catalano-balearo-friki a Isla de Pascua

    LA MISTERIOSA ISLA DE PASCUA

    Una expedición promovida por catalanes y mallorquines parece que ha desvelado los secretos de la famosa isla

    Los misterios de la isla de Pascua siguen intrigando al mundo. Las extrañas estatuas enclavadas en el litoral, rostros de unos seis metros de altura y varias toneladas de peso, continúan siendo objeto de estudio por ver de encontrar una explicación a cómo y de qué forma pudieron ser transportados hasta allí. Los laberintos de la extraña civilización pascuense sigue aún siendo un mundo ignorado, y los famosos jeroglíficos de las pocas tablillas que se conservan han sido el precipicio común de los más afamados etnólogos, antropólogos y lingüistas.

    Por ver de hallar un punto de luz en estas tinieblas un catalán de aventura y polifacetismo, Antonio Ribera, veterano fundador del Cris [Centro de Recuperación y de Investigaciones Submarinas], singular buceador del mundo de los hombres peces, y actual experto n la diatriba de los objetos volantes no identificados —vulgo, OVNIS—, acaba de arribar de la mismísima Pascua con una explosiva teoría sobre lo misterios de allá, que —según sus propias palabras— aportará al mundo científico pruebas conc1uyentea que desvelarán secretos insondables.

    -¿Cuántos días en la Isla?
    -Cuarenta.
    -¿Usted solo o en equipo?
    -Me llevé lo mejorcito que pude encontrar en la materia. El equipo submarinista estaba formado por Helge Willems, autoridad mundialmente reconocida en el campo de la fotografía submarina, Noël Hermitte y yo. Como espeleólogo vino Antoni Pujador, y en calidad de arqueólogo contamos con el profesor mallorquín Mascaró Pasarius, primerísima figura de la arqueología mundial.
    —Sin apuros en lo económico?
    —Llamé a la puerta de varias editoras españolas, pero no obtuve resultados positivos. En donde sí encontré un buen clima editorial fue en Chile, con quienes firmé el contrato de un libro que ahora, a mi regreso, he comenzado y sobre el que ya me adelantaron medio millón de pesetas para el viaje. Lo que sí encontré aquí fue una extraordinaria ayuda por parte de diversas entidades bancarias y comerciales.
    —Cuál fue el motivo del viaje?
    —En primer lugar, iniciar una prospeoción del medio submarino del mar de Pascua, prospección que no había realizado nadie anteriormente. En segundo lugar, un análisis arqueológico que ha llevado a cabo el citado doctor Mascaró Pasarius, primera figura europea en cultura megalítica; gracias a él hemos podido descubir que existe en la isla, a veinticuatro metros de profundidad del suelo, una capa de cenizas con lo que se demuestra la hipótesis americana de que a principios de nuestra era la isla de Pascua fue totalmente invadida por la violenta erupción de un volcán. Y en tercer lugar, llegamos allí para un examen espeleológico, con fines a un estudio detallado de las cavernas, aunque nos encontra. mos con el problema de las tumbas y reliquias funerarias que allí se encierran y que en modo alguno los indígenas permitieron violar.

    […]

    —Y qué misterio ha desvelado usted?
    —No puedo decírselo porque me liga un contrato con el editor y no puedo hablar de ello antes de la publicación del libro, pero le aseguro que va a ser un verdadero hallazgo mundial. Los misterios de Pascua son: ¿Qué cultura hizo los «moari [sic]»? ¿Qué cronología tienen? ¿Cuáles son los puntos de referencia de este «tenebroso mar» que encierra la isla de Pascua? Yo he llegado a descubrir unas pistas que pueden llegar a dar soluciones espectaculares.
    —¿Estas «pistas» tienen algo que ver con posibles objetos extraterrestres aterrizados en el lugar?
    —Algo hay de eso. Algo hay.

    […]

    Fernando Monegal