Etiqueta: calle Nueva de la Rambla

  • Estragos de la fiebre amarilla debidos a la falta de cuarentena

    Letter from Docter Pariset, Barcelona,

    Yes, the disease that desolates Barcelona is certainly the yellow fever of America.

    Yes, it has been imported.

    Yes, and I repeat it a thousand times, it is contagious. Let us hope, that the facts, which we shall accumulate, will completely confute the partisans of the contrary system.

    Yes, this fever is a thousand times more fatal to commerce, than the most rigorous system of quarantine. With five days of good police and firmness, Barcelona and her commerce would have been preserved, and that by the confession of the anti-contagionists of this country. But what! they squabble and dispute together, whilst the evil enters, ravages, kills and they know not how to cure it; here, all labour, all industry, all prosperity, prostrates itself and dies for a long time; the heart even becomes depraved, the father flies from his children, and all human feelings are lost. Oh! that the administration may act with vigour, and not compromise itself in this mass of folly and iniquity.

    The municipal junta was informed a few days since, that there was a house shut up in Nomad Street [?], from which issued a most offensive smell, and that every now and then the cries of a child were heard. They proceeded to the house, opened it, and found the corpse of a young man, disfigured by the yellow fever, who had been dead four or five days; near this corpse was that of a dying woman: this body also much disfigured, but still retained a portion of warmth, and upon it was found a child at the breast, which, tormented by famine, was crying while it gnawed the bosom of its mother.

    A public house, which had fifteen inhabitants, has lost eleven; the house next to it had twenty-seven, of which twenty-four are dead.

    In Nao Street [Carrer Nou de la Rambla] are three establishments of thirty-six persons; all died.

  • La Jamancia: más muralla y fusilería, negociaciones

    (Jueves).

    A noche los de la ciudad siguiendo las instrucciones de un injeniero belga han levantado una pared de mas de veinte palmos de alto para librarse de los fuegos de Monjuí, y tal vez de la font trabada, en la muralla del extremo de la calle del conde del asalto.

    Hoy á las siete de la mañana lo ha observado Monjuí, y ha empezado á disparar contra dicha pared balas rasas, las cuales han causado varias desgracias por aquellas cercanias habiendo caido una dentro el patio de las mugeres en la cárcel. Tambien el fuerte de D. Cárlos y la ciudadela han hecho fuego contra el baluarte del mediodia. Esto ha durado todo el dia pero con algunos intervalos.

    A la tarde han entrado dos oficiales de parlamento, uno de la division de Prim, y otro de la de Ametller. Ambos, segun se asegura, han venido de Gerona dirigidos á la Junta Suprema para hacerle saber que aquella ciudad habia reconocido ya el gobierno de Madrid.

    Al punto se han reunido la Junta y los comandantes de los batallones, y despues de varios debates se ha acordado que pasasen los dos comisionados de Gerona con otros dos de esta ciudad al cuartel general de Gracia para hablar con el capitan general Sanz.

    Parece que esta noche duermen aqui los dos oficiales parlamentarios.

  • Matanza en el cabaret Pompeya

    Barcelona 13 a las 21’30.
    Explosión de una bomba
    Muertos y heridos
    Tempestad aérea y terrestre
    Barcelona.-Anoche se desató en esta ciudad una horrorosa tormenta.

    Soplaba recio el vendabal, llovía a cántaros y sucedíanse rápidamente los relámpagos y truenos.

    Cuando la tempestad arreciaba, en medio del fragor de la tormenta, estalló con horrísona detonación una bomba en el music hall «Pompeya».

    Creyeron en un principio los que en aquellas cercanías oyeron la explosión que allí había caído un rayo.

    La espantosa realidad

    A la detonación consiguiente al estallido de la bomba sucedieron en breve alaridos desgarradores, voces de angustia, ayes de dolor, gritos de espanto y de terror.
    Entonces las gentes se dieron cuenta de la tremenda realidad.

    Era que a las 12 y 27 minutos de la noche [es decir la madrugada del 13], durante un intermedio del espectáculo, cuando muchos concurrentes estaban fuera, hizo explosión una bomba colocada sobre una butaca.

    Cuadro espantoso

    Ante la realidad son pálidas cuantas descripciones se hagan del cuadro espantoso que ofrecía el «Pompeya» inmediatamente después del estallido.

    Los cascos de la bomba lo destrozaron todo e hirieron terriblemente a muchas personas.

    Sobrevino una desbandada general. Los espectadores huían alocados, despavoridos. Se precipitaban unos contra otros hasta formar montones de gente, verdaderos amasijos de carne humana en medio de un humo espeso y acre que a raíz de la explosión empezó a esparcirse por la sala.

    Era una visión espantosa la que ofrecía aquel local tan pronto la concurrencia se dió cuenta de la realidad.

    Muertos, heridos, destrozos

    Cuando fué posible proceder a investigaciones y reconocimientos fueron recogidos diez y nueve heridos y dos muertos.

    Un casco fué a dar contra la cañería conductora del agua y la rompió. El peligro de una inundación se sumó a tantos horrores.

    La sangre fluía abundante, formaba regueros, se encharcaba.

    En su desenfrenada carrera, presa del espanto, perdieron muchos el sombrero, alguna prenda de vestir, el bastón, etc. Otros perdieron las ropas con que se encubrían y que en su desesperación desgarraban o que les arrancaban a tirones los que pretendían adelantarles para huir.

    Los dos cadáveres halados en el salón no han sido hasta ahora identificados.

    Uno de los heridos ha fallecido en el Hospital de Santa Cruz. Otros dos agonizan.

    Entre los heridos figuran el periodista de Alicante don Federico García Gómez y dos compañeros.

    Diez minutos antes de producirse la explosión el barítono señor Ceballa y los maestros músicos Millán y Acevedo trataban de ir a un espectáculo.

    Después de titubear sobre si entrarían o no en el Pompeya, desistieron de este primer propósito y optaron por ir a otro cabaret de la calle del Conde del Asalto.

    Así eludieron el terrible peligro y los trastornos que implicaba ir a Pompeya.

    El artefacto explosivo

    La bomba estaba oculta debajo de una gorra con visera de charol. Estaba cargada con un potente explosivo que había de obrar como agente propulsor de los balines y trozos de hierro que rellenaban el infernal artefacto.

    Algunos vierno la mecha aplicada al explosivo, pero sin acertar a quitarla.

    Las autoridades creen que la mecha se encendió con un cigarrillo.

    Después de la catástrofe

    Entre el vecindario del Paralelo produjo la catástrofe del Pompeya una honda consternación general y fuertísimo enojo que transcendieron pronto a toda Barcelona.

    Los heridos son en su mayoría gentes humildes.

    Los autores de este infame atentado no han sido habidos, a pesar de que el Gobernador ha dejado entrever que está sobre una pista segura.

    El jefe del Gobierno señor Data ha condenado al atentado del Pompeya y ha dictado severísimas órdenes a las autoridades de Barcelona.

    Se ha hecho observar que uno de los heridos lo está en ambas manos, detalle que puede conducir a una pista.

    Resulta también extraño que el atentado se perpetrara precisamente en uno de los barrios más populares de Barcelona.

    El Subsecretario de Gobernación ha dicho que la policía busca a dos individuos que estuvieron en el salón Pompeya momentos antes de producirse la explosión.

    Protesta obrera

    La organización obrera de Cataluña ha publicado un manifiesto en el que protesta enérgicamente contra el atentado del salón Pompeya.

    Dice el documento que los obreros organizados están dispuestos a colaborar en cualquier acción que tienda a terminar con los crímenes llamados sociales y que prestarán poderosa ayuda al que quiera esclarecer este asunto tenebroso.

    Añade el manifiesto que se llegará a donde precise para patentízar la protesta y la indignación, invita a los obreros que dejen el trabajo el día del entierro de las víctimas del atentado del salón Pompeya.

    «Perseguimos (dice por último la manifestación de los obreros organizados de Cataluña) un ideal de justicia que no puede empañarse con la mancha de un crimen.»

    Firman el manifiesto protesta el comité de la federación local y los de las confederaciones regional y nacional.

    NOTICIAS VARIAS
    Huelgas, conflictos y agresiones
    Barcelona.-Se ha prohibido la celebración de un mitin sindical-socialista.

    El paro alcanza a setenta casas y el número de huelguistas asciende a mil setecientos.

    Ha fallecido el maquinista de La Publicidad que fué agredido recientemente.

    El entierro del linotipista Román se ha visto concurridísimo.

    El otro linotipísta mejora y lo mismo el administrador de la cárcel.

    Ha sido agredido y herido levemente el maestro barbero Francisco Martinez. El agresor es el dependiente Gonzalo Godino.

    En la calle del Asalto asestaron una puñalada en la región cervical al tenedor de libros don Félix Sánchez.

    El agresor huyó y no fué habido.

    Se espera una solución del pleito de teatros en el que interviene la Sociedad de Autores.