Etiqueta: Barrio judío de Barcelona

  • Primer día de la revuelta antijudía

    DISSAPTE V. – Ffo la ffesta de Sent Domingo confessor. -Se moch avelot contra los juheus de Barchinona vers ora de despertada e fo tot lo Call robat e morts diverses juheus e daltres fets xristians.

  • Segundo día de la revuelta antijudía

    DICMENGE VI. – Fo feta gayta de dies e de nits ab gents armades en lo dit Call per part de la ciutat.

  • Tercer día de la revuelta antijudía

    DILLUNS VII. – Ffo per part dels dits Concellers feta congregacio e ajust de totes les L.nes[1] e deenes de la ciutat qui ab lurs armes foren a la plaça de Sent Jacme e en la casa de la ciutat e haut concell determenaren que com alscuns castellans qui avien comogut lo avelot del Call fossen preses que daquells fos feta aquella justicia que mereixen e de present totes les dites L.nes e deenes posarense ab lurs armes de la plaça del Blat al Castella nou e tro a Sent Michel e a Sent Just e quasi ora de mig jorn passada I ora comochse avalot de mariners e pescaders e altres qui per lo carrer de la Mar vengueren ab armes e ballestes parades e foren en la plaça del Blat dient muyra tot hom e viva lo Rey e lo poble, entant ques ensenyoriren de la cort del veguer y aquella obriren en tragueren los dits castellans preses y tots los altres preses que no ni romas alcun e avalot fet vengueren al Castell nou hon se eren recullits los juheus e aquell combateren matent foch a les portes e per terrats tiranthi ab ballestes, e dura tro ora del seny e la dita ora vengueren pageses e sagramental de fora qui obrien la cort e scrivania del batle e prengueren los libres que trobaren los quals cremaren en lo foch en la plaça de Sent Jacme. E lo die de dimarts seguent tots los juheus qui eren en lo dit castell e la maior partida se faeren xristians sino forsa CCC. quin moriren. E per los dits pageses fo apres fet fortivolment escorcoy del dit Castell nou.

    1. [1]Cinquantenes.
  • La reina María de Luna absuelve a Salomon Gracià, judío, de intentar a rescatar a unos conversos

    Vistas las siguientes denuncias presentadas por el procurador fiscal contra Salomon Gracià, judío:

    1. Salomon era acusado de inducir a Alfaquima, conversa, que fuera su esposa, a abandonar los territories cristianos juntamente con su nieta. Las mujeres abandonaron las tierras del rey de Aragón y se instalaron en tierras musulmanas, donde abrazaron de nuevo el judaísmo. Salomon se hizo cargo de todos los gastos.
    2. Salomon es acusado de prestar dinero a intereses por encima del legal permitido.
    3. Salomoon es acusado de que cuando está en la ciudad de Barcelona no lleva ni la rodela ni la capa prescritas a los judíos para estar en la ciudad.
    4. Salomon es acusado, finalmente, de inducir diversos conversos a abandonar la ciudad de Barcelona y abrazar de nuevo el judaísmo.

    Vistas las declaraciones de los testimonios sobre estas denuncias. Vista la orden de la reina al gobernador por la que se prohibía su intromisión en esta causa, la cual correspondía a la reina, por haber sido Salomon Gracià doméstico suyo. Vistas las defensas aportadas por el propio Salomon y sus testimonios. Vistas en general todas las escrituras y documentos de cada una de las partes. Vista, finalmente, la interlocutoria dictada por la reina sobre dicha causa, en la que Salomon había sido absuelto de todo cuanto le imputaba el procurador fiscal. La reina, una vez hecha relación en el consejo por parte de Pere Coll, dicta sentencia absolutoria a favor de Salomon Gracià, considerando infundadas las denuncias del procurador fiscal. La sentencia fue dada y leída el 18 de noviembre de 1406.

  • La calle del Call y sus tiendas de telas

    Hay en esta ciudad un calle mas tortuosa que una S, formada por dos líneas de casas que difícilmente pueden dar idea de dos paralelas, á la que tienen salida mas tiendas que portales, y cuyo nombre ha llegado mutilado hasta nosotros. Antes que un mal entendido celo por la religion, ó la envidia de las riquezas que poseian los judíos diese al traste con la caridad que Cristo nos enseña, y con la hacienda y vida de estos proscritos, llamábase la tal calle, Call dels jueus. Su creencia hizo odiosos á los judíos, sus usuras les captaron enemigos implacables, y asi es que hoy en que existe entre nosotros uniformidad de creencias y que en cuanto á usuras estamos en el mejor estado posible, seria un sarcasmo, una anomalía, una imprudencia que no suprimiéramos la segunda mitad del nombre, porque podrian herirse, y con razon, algunas susceptibilidades, atendida la acepcion en que se emplea la palabra jueu, para zaherir á un usurero y á un desapiadado vendedor. Por esto damos á la susodicha calle el nombre de Call, asi, á secas. Pues en esa calle tortuosa, con mas tiendas que portales y con nombre mutilado, es donde hallan las elegantes mil tentaciones y de la cual salen mutilados los bolsillos.

    No vayas á creer, lector nuestro, que en esa calle hay rateros y cortabolsas y ladrones, nó, no creas tal, pero hay tiendas de géneros de seda, de lana y de algodon, y de algodon, seda y lana, y de lana y algodon, y de seda que parece algodon y do algodon que parece lana, y de lana que no es lana, y los hay nacionales y estrangeros, y estrangeros nacionales y nacionales de estrangis. Pasa una elegante por delante de esas tiendas ¿cómo no preguntar la calidad, la patria y el precio de los tales géneros ? — ¿Es estrangero? — Nó señora, del pais. — Es feo: no tienen gusto nuestros fabricantes. — Este corte acaba de llegar de Lyon, (mientes bellaco). — Ah ! este es mejor. A ver el que sacó V. el otro dia. — ¿Y el pañolon, aquel que tenia V. dias pasados? ¿y los fulards que dijo V. estaban en la aduana? ¿Y los rasos? ¿ y los tules? ¿y los groes? ¿y las sargas?…. Seria nunca acabar si insertáramos aqui todas las preguntas que suelen hacerse á los pacienzudos tenderos, y todas las exigencias de las que van á sus tiendas, obligándoles á desdoblar todos los géneros en el mostrador para decirles al cabo, esto es caro, esto es feo, esto no me sirve, no traigo dinero, volveré otro dia. Sin embargo ocasiones se le ofrecen al tendero para vengarse de estas impertinencias, porque viene el carnaval, viene el verano, viene el invierno, y el deseo de lucir hace necesarios trages nuevos, y es entonces el sonar del oro, y el menguar de los bolsillos, y el mentir de las lenguas. — Esto es estrangero. — Mañana mandaré á V. el importe. — Doce varas. — Mira, querido, me han llevado 800 reales.

    Esto y mil zarandajas mas suceden en la calle del Call y en otras que se le parecen, y esto sucede hoy por la sencilla razon de que es dia de misa, y todos los dias de misa la elegante va á oir la de las 12, y como ya se halla vestida, algo ha de hacer, y no es lo menos el pasar revista á las tiendas, y enterarse de las modas, y apurar la paciencia de los tenderos y esponerse á que estos apuren los bolsillos mas provistos.

    Nadie tome vela en este entierro, que no echamos la culpa á nadie: hablamos con todos y con ninguno.

  • Conmemorando el Alzamiento, Porcioles inaugura la nueva plaza de San Felipe Neri; se celebra su potencial turístico

    OTRO EXITO DE LA REVALORIZACION DEL BARRIO GOTICO
    BARCELONA HA RECOBRADO EN LA PLAZA DE SAN FELIPE NERI, UNO DE SUS RINCONES MAS ATRACTIVOS
    SE HAN RECONSTRUIDO EN ELLA LAS FACHADAS DE DOS ANTIGUAS CASAS GREMIALES

    […]

    Por tres razones dignas de profundísima consideración merecía esta plaza de San Felipe Neri incorporarse a los planes de restauración monumental que desarrolla el Ayuntamiento: en primer término, por la noble sustancia histórica del lugar, en el cual se han desarrollado vivencias barcelonesas muy variadas e intensas; en segundo lugar, por la jerarquía artística de la iglesia del Oratorio que preside la plaza, y en tercero, por el encanto de ese remanso de quietud y gracia, situado dentro de un barrio recogido y gentil, cuyas esencias parecen reconcentrarse y espesarse todavía en la redoma de la plaza.

    […]

    En el espacio que actualmente ocupa la plaza hubo en tiempos un cementerio, como acontecía regularmente en la vecindad de las iglesias. Llamábase este paraje «Montjuich del Obispo», aludiendo acaso a alguna vinculación de sus moradores con la comunidad hebrea. A finales del siglo XVII se fundaría en Barcelona la Congregación del Oratorio instituida en Roma por San Felipe Neri, y cuya regla precisamente había sido aprobada por el Papa Paulo V, predecesor inmediato del Sumo Pontífice actual en el uso de tal nombre.

    Este sería uno de tantos casos en que trascenderían a Barcelona instituciones y prácticas piadosas, apenas surgidas en cualquier punto de la Cristiandad.

    El templo actual de San Felipe Neri se edificó a partir de 1748 y su interior constituye un próximo y sugestivo eco en nuestra ciudad del estilo romano de la Contrarreforma. Un romano que lo contemple y examine luego la fachada de la Diputación, copia bastante fiel del palacio Farnesio de la Ciudad Eterna, podrá creer que no se ha movido de su urbe. Con la iglesia de San Miguel del Puerto y la de la Ciudadela, la fachada de San Felipe Neri compone un valioso terceto de ejemplos de la arquitectura neoclásica barcelonesa.

    Al sobrevenir la desamortización en el siglo pasado, el convento de San Felipe Neri pasó por las más diversas vicisitudes: durante un tiempo perteneció a la Universidad y en él se dieron algunas enseñanzas; más tarde, se lo apropió la Delegación de Hacienda. En la época en que Fernando de Lesseps era cónsul de Francia entre nosotros, el edificio fue dedicado a escuelas francesas.

    Esta incierta y zigzagueante trayectoria tendría el remate más funesto con las destrucciones causadas en el edificio y en la plaza por un bombardeo, durante nuestra guerra. Tres casas se vinieron abajo y el templo, en el día de hoy, sigue mostrando las cicatrices de la metralla.

    […]

    Esta devastación, sin embargo, incitaría a emprender las tareas embellecedoras que hemos visto culminar. Los espacios vacíos que quedaron en la plaza permitieron concebir un atrevido proyecto: implantar en ella dos fachadas de casas gremiales, que no sólo quedarían salvadas de suerte más desairada, sino que también contribuiría a redondear el ambiente vetusto y noble del lugar.

    Una de ellas era la del Gremio de Caldereros, cuya sede había estado en la calle de la Boria hasta principios de siglo. Al abrirse la Via Layetana, su fachada mereció la atención y la tutela de los urbanistas de entonces y se determinó trasladarla a la plaza de Lesseps. Aunque esta decisión fuese bastante censurable, no debemos regatearle el mérito de habernos transmitido íntegra y salva aquella colección de piedras.

    También habían llegado hasta nuestros días las que formaban la fachada del Gremio de Zapateros, antaño instalado en la calle de la Corribia. Al desaparecer ésta, los sillares habían sido trasladados a los almacenes municipales.

    Ambos inmuebles son del siglo XVI y hacen honor a los constructores y los picapedreros de la época. En uno y otro casos la fachada está enriquecida por elegante decoración. En Barcelona no abundan los edificios de esta edad y por lo mismo había considerable interés en rehabilitarlos.

    De estas tareas comenzó a cuidar el arquitecto don Adolfo Florensa y ha seguido haciéndolo su sucesor en la jefatura del servicio municipal correspondiente, don Joaquín de Ros…

    […]

    … este nuevo triunfo de la actuación municipal en la defensa de nuestro patrimonio histórico y artístico.

    Pedro VOLTES