Diez meses después, la salvaje muerte de dos israelíes es un completo misterio
[…]
James Gómez, presunto implicado en el asesinato de dos marineros israelíes en Barcelona, al parecer agentes del Mossad, declaró por primera vez ante el juez de esta ciudad que instruye la causa, y negó estar relacionado con el doble crimen. Gómez, natural de Senegambia, admitió que había conocido a los dos marinos el día en que murieron a través de Hesham Khames Kourdy, el hombre clave en este complicado asunto y que urdió el plan que culminó con el doble homicidio.
Los hechos se desarrollaron … cuando atraca en el puerto de Barcelona el carguero “Zim California”, de bandera israelí. Dos marinos bajaron del barco, el calderero Yosef Abu Iaakov y el pinche de cocina Yosef Abu Zion. Tras hacer unas compras, acuden a una cita concertada de antemano en la Rambla.
Sin que se conozca el motivo de la cita, allí se encuentran con Hesham Khames Kourdy, que iba proclamando por Barcelona su militancia en la Organización para la Liberación de Palestina, y James Gómez, un delincuente común con antecedentes en España por tráfico de drogas, estancia ilegal y robo con agresión. El grupo va a la plaza Reial y en un bar de lazona Gómez hace una foto, con una cámara “Polaroid”, en la que aparecen Kurdy y un marino.
Cuatro días después, los cuerpos de ambos marineros son hallados en un piso de la calle Valencia, salvajemente torturados. Con anterioridad al macabro hallazgo, en Israel se informa del asesinato de dos judíos en Barcelona.
En los días que transcurren entre los crímenes y el descubrimiento de los cuerpos, Gómez y Kourdy han tenido tiempo de huir de España sin problemas. Los pasos del primero se dirigen hacia el norte de Europa.
[Gómez es detenido en Copenhagen por robar una camisa y devuelto a Barcelona.]
En sus manifestaciones, James Gómez negó cualquier vincula ción con los dos asesinatos. precisando que se limitó a beber unas copas en compañía de Kourdy y los dos israelíes. Sin embargo, no pudo negar que conocía a Kourdy y reconoció que se veían periódicamente. En este sentido indicó que se reunió con el presunto miembro de la OLP el día en que fueron vistos por última vez los marinos y admitió la cita en la Rambla y la entrevista en un bar de la plaza Reial. Llegado este punto, se desmarca de cualquier acontecimiento posterior.
Tras oír sus palabras, el juez decidió que James Gómez ingresara en prisión sin posibilidad de libertad bajo fianza y le procesó por delito de homicidio. Asimismo, el magistrado decídió que la policía realice una serie de comprobaciones, entre las que está reconstruir los pasos de Gómez el día en que desaparecieron los marineros.
El personaje central de esta intriga es Hesham Khames Kourdy, hombre de pasado oscuro y actualmente en paradero desconocido, pero fácilmente identificable por tener el cuerpo cubierto por tatuajes.
[…]
[S]e conoce que nació en Jerusalén hace 29 años y que residió en Barcelona con anterioridad a los asesinatos. Ya entonces se presentó como un miembro de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP). Se marchó de España 16 o 18 meses antes de ocurrir los crímenes.
De regreso a Barcelona vuelve a pregonar que es el delegado de la OLP para Cataluña, cosa que ha sido repetidamente negada por el portavoz oficial palestino en Madrid. Se inscribe en una academia de idiomas del centro de la ciudad e intenta acogerse al estatuto de refugiado político, alegando precisamente su condición de palestino. También explicaba que su familia había sido asesinada por los servicios secretos israelíes y que el Mossad le perseguía. En mayo de 1985 se le concede una tarjeta provisional de identidad.
Sin embargo, este rastro tan claro que ha dejado Kourdy tras de sí genera desconfianza entre los investigadores del caso, acrecentada por varios detalles de los crímenes que no son lógicos.
[…]
El móvil es la principal íncógnito que existe para resolver este rompecabezas. La rivalidad entre dos servicios secretos, Fuerza 17, escisión de la OLP que reivindicó el crimen, y el Mossad, es verosímil para la policía. Sin embargo, no se comprende la salvaje paliza propinada a los marinos y que parece que tiene corno objetivo obtener información. También puede ser que en las torturas participaran más personas al margen de Kourdy y Gómez.
Por otra parte, parece claro que los agentes acudieron directamente a una cita con el palestino. El motivo de la reunión todavía es desconocido, pero se especula con que hubiera de por medio una investigación sobre tráfico de drogas, el intercambio de información e incluso el detectar a dos agentes del Mossad cercanos a la causa palestina.
Tampoco hay que olvidar que el crimen se conoció en Israel antes de que los cuerpos aparecieran en un piso de Barcelona, y que en el Parlamento israelí se dio una explicación del suceso sin dar tiempo a las autoridades españolas para reunir los primeros datos sobre el suceso.
Además, de las primeras fichas de los fallecidos que llegaron a Barcelona procedentes de Israel habían sido recortados previamente varios datos y el informe enviado a Interpol se remitió cuando los dos marinos ya estaban enterrados.