Descrizione sequenze:l’arrivo della nave ammiraglia Eugenio di Savoia e gli altri incrociatori sulla costa catalana, la cittadina pavesata a festa, la statua in onore di Cristoforo Colombo, Ciano viene accolto dai ministri Jordana e Serrano Suner, Ciano indossa il gran collare di Isabella la Cattolica conferitogli da Franco, Ciano viene accolto, una volta sbarcato, dall’ambasciatore italiano, dal comandante del corpo d’armata e dal comandante delle truppe volontarie, una folla gremisce il molo per salutare il rappresentante italiano, Ciano e le autorità spagnole seguono la sfilata di reparti d’onore, tra cui le camicie nere, per l’occasione un arco con una grande scritta che inneggia al Duce e al Caudillo, Ciano e i ministri spagnoli salgono su di un’auto scoperta che li porterà verso il centro della città, marinai e camicie nere formano un cordone di sicurezza intorno all’auto, la folla è disseminata ovunque, anche dalle finestre e dai balconi le acclamazioni per Ciano, la gente regala fiori a Ciano, il palazzo del Grand Hotel Oriente, l’edificio sede del partito falangista con la bandiera italiana e quella nazista, Ciano si affaccia al balcone per salutare, i falangisti sfilano dinanzi al palazzo, al balcone è esposto un arazzo, giovani falangisti sfilano cantando Giovinezza, giovani falangisti armati di fucili e baionette, le donne falangiste con vessilli e bandiere,
Etiqueta: alemania nazi
-
La visita de Himmler a Barcelona y Montserrat
EL PARE MARCET EM PARLA D’HIMMLER
Himmler anà a Espanya quan major era el prestigi alemany i major la pressió que tenia de suportar Espanya. Hi anà amb cinquanta homes que devien escampar-se per Espanya per tal d’organitzar la policia sota el model de la Gestapo. Himmler fou rebut amb els màxims honors, com si fos un sobirà. Totes les autoritats anaren a rebre’l arreu i constantment li retien homenatge.
Himmler donà la sensació del que és: un home fort, un home dur i un immens pedant. Tots teníem, em deia el pare abat, la sensació que ens faria penjar a tots sense pestanyejar.
Visità totes les dependències del monestir. A la biblioteca expressà més sorpresa encara que disgust que no hi hagués la bibliografia nazi, especialment les obres de Rosenberg: va prometre que les hi enviaria.
Visità el Museu Prehistòric; davant un esquelet neolític digué sentenciosament: «Un esquelet ari.» Davant la reconstrucció del temple de Salomó del Museu Bíblic exclamà: «La primera banca del món.» I així, secament, solemnialment, anava debitant les tonteries en forma de sentències.
Himmler no conversa, llança afirmacions i sentències a les quals no admet rèplica: els alemanys que l’acompanyen ja estan habituats a no fer altra cosa que assentir: els no-alemanys s’hi habituen de seguida.
[1941]
-
Intercambio de prisioneros de guerra alemanes y aliados en el puerto
[…]
Entre los dos mil prisioneros de guerra, ingleses, norteamericanos y alemanes llegados a bordo de los buques «Gripsholm» y «Gradisca», figuran los generales Crammer y O’Caroll
[…]
GRACIAS A NUESTRA NEUTRALIDAD
[…]
Inmediatamente después de descender los generales citados lo hicieron por parte del «Gradisca» un grupo de trece indios, el más viejo de ellos tiene sesenta años y se llama Said Mean, declarando que se sentía muy contento de volver a su casa en Calcuta. Todos pertenecían a la tripulación del buque «Devin», que fue torpedeado por un submarino alemán en el Océano Indico, y han permanecido prisioneros en un campo de concentración alemán durante tres años y diez meses.
Por parte del «Gripsholm» los primeros en descender fueron unos soldados pertenecientes al Afrika Corps, y a la cabeza de ellos un mutilado que desde su camilla recibió con visible emoción un ramo de flores que le entregó la esposa del jefe del Partido Nacional Socialista alemán, quien le dio la bienvenida en nombre de todos sus compatriotas y del pueblo alemán.
[…]
En el «Gradisca», y al mando del coronel médico de la Marina doctor Treü, llegaron 814 prisioneros británicos, 19 americanos, 20 civiles británicos, 67 civiles americanos y 101 enfermos en camilla, con un total de 1.021, De ellos 60 australianos con su característico chambergo, hechos prisioneros en Creta e internados en un campo de concentración de Breslau; 200 escoceses, tocados con sus típicos gorros de colores, hechos prisioneros hace cuatro años en Francia y que han permanecido en un campo de concentración de Polonia.
También hay algunos neozelandeses y, como ya se ha dicho, trece indios. Todos los canjeados fueron hechos prisioneros en las campañas de Dunkerque, Dieppe, Creta, Grecia y norte de África.
[…]
En el «Gradisca» llegó también el periodista norteamericano Larry Alex, de la Agencia Associated Press, corresponsal de guerra desde los primeros días da la conflagración en la Marina británica. Presenció todos los combates navales que se desarrollaron frente a las costas africanas, resultando su barco torpedeado en uno de ellos y siendo hecho prisionero por las fuerzas alemanas en Tobruk.
Este periodista fue recibido por el director en España de la citada Agencia de información, señor Foltz, que ignoraba completamente su llegada a Barcelona.
El señor Alex ha sido galardonado por su país con el premio Pulitzer de periodismo por sus reportes de guerra…
-
Pierre Laval, ex primer ministro francés y colaborador nazi, ingresa en Montjuic
LAVAL HELD IN SPANISH PRISON
Suite at Ritz Reserved for Collaborationist
By Charles S. Foltz
Montjuich Citadel, Spain (AP)
Pierre Laval, Vichy’s former chief of government, who sought refuge in Spain, listened to the «Voice of America» broadcast in French Thurday for outside news in this stone military prison 600 feet above Barcelona harbor.I saw him enter the fortress in an American automobile which brought him from the airport where he landed in a German bomber at noon Wednesday. He surveyed impassively the massive walls of the prison where he was brought to await disposition by the allies at American demand.
Furniture Moved
The car, belonging to Barcelona’s civil governor, took him into the citadel. There the manager of Barcelona’s Ritz hotel inspected the beds and furniture and prepared food, all brought to the prison from his hotel. This grim fortress is not famed for such luxuries.
Laval did not expect to be treated as a prisoner. A suite at the Ritz is still reserved for him and his wife. A protest by American Consul General David M. Key on behalf of the embassy, blocked Laval’s request to go to the Ritz to rest before his imprisonment at Montjuich.
The French collaborationist chief and four companions are housed in separate pavilions in the citadel. The first thing Laval requested was a radio and the first broadcast he heard was the «Voice of America» in French.
Talks to Governor
With Laval until 3 a. m. was Barcelona’s Falangist civil governor, Antonio Correa Veglisson, who met the former premier at the airport.
The troops of Montjuich garrison, acting under orders from Madrid, kept close guard on Laval. This correspondent was refused permission to approach him.
Laval expressed fears to Spaniards that he would be taken to France to be judged.
The commander of the fortress, Lt. Col. Sebastian Gomila, said he was not interested in politics and was only obeying the orders of the Madrid government to keep Laval incommunicado.
-
Los horrores del campo de concentración de Dachau: Carlos Sentís en La Vanguardia
En el vasto mundo anglosajón hay una cosa que impresiona casi más que el final de la guerra en sí: el de los campos de concentración alemanes.
Yo sólo ha visitado uno. El de Dachau, en las afueras de Munich. Casi el último caído en manos del Ejército norteamericano. Visitándolo pasé un rato horroroso. Ahora, sobre el limpio papel donde escribo, no lo paso mucho mejor. Dante no vio nada y por eso pudo escribir sus patéticas páginas del infierno. Yo sí he visto Dachau y quizá por eso no sepa escribirlo. Lamento no ser notario para escribir un formulario con el léxico impersonal da los protocolos. Pero creo que puedo de todas maneras escribir en primera persona porque ni un solo lector que me haya seguido sobre la Prensa de España ha podido dudar jamás de mi ecuanimidad. A la cuenta de mi historial cargo el «doy fe». Se me dirá que más a Oriente de la propia Europa puede haber otros campos aterradores. Desgraciadamente, se puede creer en ellos. Pero no los he visto. Si los viese, moveríaexactamente mi pluma con la serenidad con que lo hago ahora.
[…]
-
El colaboracionista nazi, Pierre Laval, «tejiendo suéteres en la cárcel Montjuic para calmarse»
Worried Laval Knits Woolies To Quiet Nerves
LONDON, July 24 (UP). A Madrid dispatch to the Evening Standard said today that Pierre Laval, morbid and depressed, sits every day in the Mediterranean sunshine knitting winter woolies to quiet his nerves.
Laval, former Vichy Chief of Government, fled to Barcelona in the last days of the European war. The dispatch said the stalemate over his status might be broken soon when Spain’s reorganized cabinet settles down to work.
«It is believed that the new foreign minister may induce Laval to give himself up to France,» it said.
-
Pierre Laval, ex primer ministro del gobierno de Vichy, es deportado a Francia
Laval Reported in Allied Hands After Franco Gives Him the Gate from Spain
BARCELONA – Ordered out of Spain by General Franco, Pierre Laval and his wife left Barcelona airdrome early yesterday morning, aboard a Junkers divebomber, headed for an unannounced destination. The French quisling has been ordered to stand trial in Paris within the next eight days.
[…]
Originally, the ancient Junkers aircraft was scheduled to leave Spain, Monday night. Laval actually got into the plane and it taxied around the Barcelona airfield three times, trying to get off the ground. When it rolled to a stop, Laval got out of the plane and sat on a camp stool while the German pilots tinkered with the engine. Finally they announced it would take several hours again to get the plane working, so the flight was postponed until the next day.
Laval, wearing his usual white tie, himself provided a clue to his destination when he said: «If Petain can face the music, so can I?»
Later he complained: «It’s unfair what is being done with me. I don’t understand why the Spanish Government is delivering me to my country.» Spanish officers were at the airfield to see Laval off.
After Monday night’s flight had been postponed, the events of the day, combined with the heat, proved too much for Laval. He fainted, but revived shortly.
From the moment that Laval and his party left the Montjuich fortress, Mme Laval was in tears. Although Spanish authorities told her that she could stay in Spain if she wished, she insisted on accompanying her husband.
During his stay at Montjuich castle, Laval lived well on the best food and wines served by a Ritz waiter. But as an indication of Spain’s change of attitude, a Spanish official at Barcelona who once described Laval’s case as «interesting» now calls him «a dirty fellow.»
[…]
-
Llegan en el Semíramis repatriados republicanos y de la División Azul
TEARS SALUTE
Barcelona mobs Blue Division
After absence of a decade and more, 286 Spaniards came home from Soviet prison camps and were greeted amid scenes of delirious emotion. Most of them were hard-bitten veterans of Franco’s Blue Division, captured when fighting for Hitler on the Russian Front. There were also a few sailors, some supporters of the old Spanish republic, even four wizened little old-young men who were children when they were sent to Russia during the Spanish civil war. All, friends and foes of Communism alike, had been in slave labor camps for periods ranging from 10 to 16 years. There were probably 200 Spaniards still left in the camps.
From the Liberian ship Semiramis, carrying them from Odessa to Barcelona, the returning prisoners made radio-telephone calls to relatives, and these heartbreaking conversations were broadcast to the country. Spain’s tears welled up. When the ship docked, a hysterical mob stormed aboard.
It was a truly Spanish scene, wild and emotional. Men fell into each other’s arms and sobbed. Women fainted. A cameraman [Carlos Pérez de Rozas y Masdeu] dropped dead of excitement. But it was just as truly Spanish in the irony that came out amid the emotion. «Communism?» mused a repatriated Socialist of the old Popular Front days. «Cabbage, hard work and everyone for himself.» And a veteran of the Blue Division, peering into the sobbing face of Minister of War Agustín Muñoz Grandes who commanded the division in Russia, murmured wryly, «My general, you don’t know how much we missed you.»