Categoría: La visita de Carlos IV en 1802

Pérez Samper////María Ángeles//// //// //// //// ////1973////Barcelona, Corte: La visita de Carlos IV en 1802//// //// ////Barcelona////Edicions Universitat Barcelona

  • Se manda construir la fuente propuesta por el diputado Canaleta para la visita de Carlos IV

    Otro suministro y éste importantísimo por ser de primerísima necesidad fue le del agua. La conducción de agua era en bastantes puntos de la ciudad muy deficiente y además existía peligro de que si el tiempo no era favorable algunas fuentes se secaran. Para evitar fallos, el Ayuntamiento, a propuesta del diputado del Común D. Juan Canaleta, acordó que «cuyden particularmente de las obras de minas y encañados» y se «examine lo que convenga practicarse para asegurar el abasto del agua así el ordinario como el extraordinario que se necesite para la temporada de la mansión de SS. MM. en esta Ciudad».[Libro de Acuerdos… 22 de junio, fol. 240; 13 de julio, fol. 262.] Entre otras medidas se ordenó la construcción de conductos de agua y fuentes en la Rambla. [Libro de Acuerdos… 23 de julio, fol. 276.]

  • María Antonieta de Nápoles casi se desmaya al ver lo feo que es su futuro esposo, Fernando de Borbón

    «Bajo de la carroza y veo el Príncipe: creí desmayarme: después del retrato que era más feo que guapo, pues bien, era un Adonis; estaba turbado. Os debéis acordar de que San Teodoro había escrito que era un guapo muchacho, con mucho espíritu y amable. Cuando uno está prevenido, encuentra el mal menor: pero yo que creía esto, me quedé muy asustada al ver todo lo contrario… Poco después fuimos conducidos a nuestro cuarto, y yo me puse a llorar: lo que duró toda la noche; maldiciendo el momento que me había hecho consentir en semejante cosa y la persona que me había engañado; pero el mal estaba hecho: no había ningún remedio.» en el mismo sentido con que escribía al archiduque Fernando había escrito la Princesa a su madre. En una carta de 17 de octubre María Carolina decía al marqués de Gallo: «El marido es horrible de rostro, con una voz que da miedo, y un completo bobalicón.»