Damos las mas espresivas gracias al Sr. Corregidor por la prontitud con que ha atendido las justas reclamaciones del Ancora, pues ayer mañana observamos que á primera hora se limpió por dependientes municipals el asqueroso lodazal que se habia formado en las paredes de la iglesia del Pino, y luego vimos tijarse en las mismas la siguiente prevencion:
Se prohibe bajo la multa de 20 rs. orinar en este sitio y en todas las paredes del templo.
A propósito de templos, se nos ha hecho observar, que en el antiguo templo de S. Miguel, además de haber otro asqueroso meadero público, constantemente se ven cubiertas las paredes de la plaza de pieles curtidas, que parece aquello un matadero.
Sabemos tambien que se trata de reprimir con mano fuerte otro abuso que denunciamos sobre el escándalo público de palabras obscenas y blasfemias.
El acreditado celo del Sr. Corregidor ha dispuesto igualmente la recomposicion de las localidades de las Casas consistoriales destinadas á los arrestados, y que se desocupa y limpie el pórtico de las mismas que estaba convertido en un depósito de albañileria y carpinteria.
Prosiga el Sr. Corregidor en su laudable empresa de arreglar la tan desarreglada ó mas bien abandonada policia urbana de esta capital, con la seguridad de que no solo nos tendrá á su lado para vencer los muchos obstáculos que de seguro tendrá que salvar, sino que ademas nos permitirá hacer todas aquellas indicaciones que sin pretension de ninguna especie, nos permitiremos de vez en cuando someter á su ilustracion.