Ángel Otaegui, miembro de ETA condenado por cooperación en el asesinato del cabo de la Guardia Civil Gregorio Posadas, fue ejecutado en el penal burgalés de Villalón, a las 8.30 de la mañana del día 27 de septiembre de 1975. Cinco minutos después era fusilado en Barcelona el también miembro de ETA Juan Paredes Manot Txiki, acusado de ser el ejecutor material de Posadas. En el campo de tiro de Hoyo de Manzanares (Madrid), a partir de las 9.20 de la mañana y con intervalos matemáticos de 20 minutos, se enfrentan al pelotón de ejecución los militantes del FRAP José Humberto Baena, Ramón García Sanz y José Luis Sánchez Bravo. Ese mismo día comenzó la desaparición del franquismo.
Una inmensa conmoción internacional acompañó a los cinco fusilamientos, acordados el día anterior, 26 de septiembre, en Consejo de Ministros y por unanimidad… Las irregularidades en los procesos, en los que se acusaba a los condenados de ser autores directos o indirectos de la muerte de varios miembros de las fuerzas del orden, habían sido abundantemente puestas de manifiesto por relevantes juristas europeos. El día 29, el presidente mexicano, Luis Echevarría, quien había ayudado sin disimulo al nacimiento de la Junta Democrática, pidió al secretario general de las Naciones Unidas que suspenda la pertenencia de España a la ONU. La reacción del régimen fue fulminante: se prohibió a las emisoras de radio emitir rancheras. Paralelamente, la Embajada de España en Lisboa quedó semidestruida por la acción de airados manifestantes. 12 embajadores occidentales abandonaron Madrid, llamados por sus gobiernos…
El 1 de octubre, y gracias a una eficaz labor de los servicios que dirige el teniente coronel José Ignacio San Martín, se convocó una espontánea manifestación en la plaza de Oriente. Allí, con voz trémula, y aquejado de fuertes temblores, el general dijo a la multitud que: «Todo lo que en España y Europa se ha armao obedece a una conspiración masónico-izquierdista, en contubernio con la subversión comunista-terrorista en lo social, que si a nosotros nos honra, a ellos les envilece». Las imágenes de aquel acto, en el que pudo verse al jefe del Estado sollozando senilmente, figuran entre las últimas en las que aparece el general todavía en pie.